///nos Aires, a los veinte días del mes de octubre del año dos mil

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Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional
Poder Judicial de la Nación
JUZGADO CRIMINAL Y CORRECCIONAL FEDERAL 3
CFP 12441/2008
///nos Aires, a los veintidós días del mes de julio del año dos mil
dieciséis, comparece ante S.S. y Secretario Actuante una persona
previamente citada a efectos de recibirle declaración testimonial, de
conformidad con las disposiciones de los arts. 118 y 249 del Código
Procesal Penal, a quien se le impone de las penas que establece el art.
275 del Código Penal. Acto seguido, S.S. recibe a la compareciente
juramento de decir
verdad según sus creencias y de conformidad con
las disposiciones del art. 117 del Código Procesal Penal, la testigo
responde lo juro. Requerida la declarante para que manifieste sus datos
filiatorios, de viva voz dijo ser y llamarse: Marcela Estefanía Albin,
titular del D.N.I. nro. 26.191.121, nacida el 26 de agosto de 1977,
argentina,
soltera,
cocinera,
realizando
distintas
tareas
en
el
“Monasterio Nuestra Señora de Fátima”, sito en la calle Mansilla 713,
entre C. González y Batallón Norte del partido de General Rodríguez,
provincia
de
Buenos
Aires,
con
domicilio
en
el
Monasterio
anteriormente mencionado.-------------------------------------------------------Se deja constancia que se encuentra presente en este acto desde el inicio
del mismo el Dr. Matías Moreno –Prosecretario- de la Fiscalía Nacional
en lo Criminal y Correccional Federal nro. 6, el Dr. Fernando García,
letrado defensor de José Francisco López, la Dra. Perla I. Martínez,
titular de la Defensoría Pública Oficial en lo Criminal y Correccional
Federal nro. 3 y los Dres. Patricio José O´Reilly y Arturo Gutiérrez de la
Oficina Anticorrupción.----------------------------------------------------------Preguntada seguidamente para que manifieste si posee algún parentesco
con las partes del juicio o interés en la causa y/o respecto de alguna de
las partes que en ella intervienen, en cuyo caso se le hace saber cuenta
con la facultad de abstención dispuesta por el art. 243 del Código
Procesal Penal, dijo: que no. ---------------------------------------------------Preguntada por S.S. para que brinde un relato pormenorizado de hechos
que acaecieron
en la madrugada del día 14 de junio de 2016 en el
“Monasterio Nuestra Señora de Fátima”, sito en la calle Mansilla 713,
entre C. González y Batallón Norte del partido de General Rodríguez,
provincia de Buenos Aires, dijo: “Yo hace trece años que soy monja de
clausura. Yo en el 2009 hice los votos perpetuos. Desde el 2003 estoy en
el Monasterio con el mismo régimen de clausura, sólo salimos para ir al
médico, a hacer algún trámite o a votar. Yo vivo con la hermana María
adentro del Monasterio, fuera de la casa del Monseñor. Cuando se
enfermó la madre Alba, como el Monasterio es muy frío, se pidió
permiso al Obispo de Mercedes-Luján, para que vaya a vivir a la casa
del Monseñor. Se necesitó permiso porque la Madre Alba también es
una monja de clausura. Es nuestra fundadora y superiora. La madre
Alba fue a vivir a la casa del Monseñor en el año 2010. Yo soy la que
cuida en el día a la Madre Alba, durante la noche también si necesita
algo. Desde que falleció el Monseñor, también vino a vivir a la vivienda
la madre Inés, porque ella es de comunidad de vida activa y está con la
Madre Alba, sobre todo cuando viene gente a visitarla, que yo no puedo
estar porque soy de clausura. Es decir que a la madre Alba, durante
estos últimos tres meses, la cuidábamos entre la madre Inés y yo. Yo soy
“hermana” porque no tengo ningún rango. Inés es “madre” porque ella
es la madre superiora de la rama de vida activa, mientras que la madre
Alba es la madre superiora de la rama de clausura. En la rama de la
vida activa hay dos monjas, Inés y Martha quien vive en la casa de
Luján. En ocasiones, la hermana Martha venía una vez por semana al
Monasterio a visitar a la madre Inés, porque es la superiora de ella,
aunque hace un mes la hermana Martha se enfermó de pulmonía y la
tuvieron que internar y desde entonces no vino más. El timbre que está
en el portón de entrada al Monasterio, sobre la calle Mansilla, suena
únicamente
en
el
torno,
que
está
en
el
sector
de
clausura
del
Monasterio. La hermana María es la portera. Si viene alguien, la
hermana María pregunta quién es, llama luego a la madre Alba o a la
Madre Inés y avisa quien está tocando el timbre y ahí le dan directivas
para que abra o no el portón. Nosotras a las 21 hs terminamos de rezar y
nos vamos cada una a su celda, cerramos la puerta, y nos vamos a
descansar hasta las 6 de la mañana. Habitualmente antes de que viviese
el Monseñor ahí, nosotras a partir de la noche ya no recibíamos a nadie.
Después de que vino a vivir el Monseñor, nos avisaban si venía alguna
visita de noche y la hermana María se quedaba en el torno. Después de
que falleciera el Monseñor, la única que venía es la Sra. Ana, que es
nuestra bienhechora, es decir la que nos trae los alimentos, o quien trae
oxígeno a la madre, a quien nosotras llamamos cuando necesitamos
algo. Ella trabaja hasta las ocho, y viene después del trabajo. Fuera de la
Sra. Ana, no viene nadie más. No recuerdo que haya venido otra
persona después de las 21 hs. Yo cuando me voy a dormir, yo no cierro
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la puerta de mi habitación, dejo la puerta entreabierta, para escuchar el
teléfono que está en ropería, es un interno, por si la madre Alba se
descompone. A veces que yo duermo fuera del Monasterio, directamente
en la puerta de la pieza de la madre Alba, en la casa de ella, porque se
cayó varias veces y necesita asistencia inmediata. Yo tengo una cama
rodante, y la pongo ahí en la puerta de la pieza, afuera. Cuando yo
estoy en mi habitación en el Monasterio, en el sector de clausura, aún
con la puerta entreabierta, el timbre del portón de entrada no se
escucha. Yo además tengo problemas auditivos, si no estoy cerca del
torno, yo no escucho el timbre. El día anterior al 14 de junio, a las 8 de
la noche, voy a la casa de la madre, a su habitación, como todos los
días, a colocarle el oxígeno y otras cuestiones de salud que necesita y
ahí ella me dice que iba a venir el “Sr. José” y que le diga a la hermana
María que esté en el torno a esperar que venga “José”. Yo a “José” lo vi
dos o tres veces, porque a veces Monseñor no podía abrir la puerta de la
casa, entonces iba yo a abrirle la puerta, y ahí lo vi a “José” con su
señora, “María”. Además de esas dos o tres veces que vinieron juntos,
una vez la vi a “María” sola. Visitaban tanto al Monseñor como a la
madre Alba. Esa noche la madre superiora sólo me dijo que “llamó José
y que iba a venir”, nosotras no pedimos explicación a la madre
superiora. Cuando estaba en la habitación de la madre Alba, que me
dijo que iba a venir “José”, estaba la madre Inés presente. Entonces, yo
terminé lo que tenía que hacer, fui a avisarle a la hermana María lo que
me había dicho la madre Alba, y la hermana María se quedó ahí
esperando. Se hacía tarde y después a eso de las 23 hs y 00.00 hs, la
madre Alba nos dijo que “no lo esperemos más a José”, que nos
fuésemos a descansar. A eso de la madrugada, sonó el teléfono interno
del sector de la ropería, yo me levanté a atender y era la madre Inés,
que me dijo que vaya a la vivienda de la madre Alba. Tenía la voz
temerosa. Eran más o menos las 4 de la mañana. Yo fui con el salto de
cama y el velito, que es como una toca. Fui a la vivienda, por adentro,
entonces la madre Inés me dijo que habían tocado el timbre de la casa
de Monseñor y bueno, miramos por la ventana y estaba el Sr. José, a
quien reconocimos porque estaba iluminado. Abrió la puerta la madre
Inés, José estaba ahí con unos bolsos. Y la madre Inés le abrió la reja
primero y después la puerta, y él le dijo “esto traigo para el
Monasterio” y que “quería ver a la madre Alba”, porque siempre
hablaban con ella o con el Monseñor. Bueno, entonces José agarró los
bolsos y la madre Inés lo ayudó a meterlos adentro de la casa. José y la
“Sra. Mari” a veces traían comida, té, fideos, arroz, también donó
sábanas, ropa todo para nosotras. Es habitual que cada vez que viene
alguien, nos traigan donaciones, mercadería. Bueno, como creímos que
eran comestibles, Inés le pidió a José que los llevara a la cocina y
después de eso, él se fue a la habitación de la madre Alba. Mientras
tanto Inés y yo esperamos en el comedor”.------------------------------------Preguntada por S.S. para que diga si vio algo más que haya traído José
hasta ese momento, dijo: “no. Vi los bolsos hasta que los llevó José a la
cocina”.----------------------------------------------------------------------------Preguntada por S.S. para que diga cuánto tiempo estuvo José con la
madre Alba en la habitación, dijo: “Estuvo como una hora, como no
venía, yo me fui al Monasterio, y cuando llego al comedor del sector de
clausura del Monasterio, escucho que estaba sonando el timbre del
portón de entrada sobre la calle Mansilla. Eso fue más o menos a las
4.30 o 4.45 hs. Entonces, yo no atendí el portero porque no tengo
permiso, pero sí vi por el visor que estaba la policía. Ahí fui y la llamé a
la hermana María y le avisé que estaba la policía. Después la hermana
María, salió y atendió el portero. Yo estaba ahí al lado. La policía le dijo
que un hombre había saltado el portón, que los vecinos habían avisado a
la policía, que le abra el portón y la hermana María dijo “un momentito,
voy a avisarle a la madre”, entonces la madre Inés le dijo que “José iba a
salir ya, que le abra el portón”, ahí vimos por el visor que la policía lo
agarró al “Sr. José”, ahí después me fui a cambiar, a ponerme el hábito.
Después fuimos con María a la casa de la madre Alba, la policía ya
estaba ahí, ya había entrado a la casa. Ahí la policía nos mostró a las
tres el arma y nos preguntó de quién era. Yo recién vi el arma cuando el
policía me la mostró. La madre Inés tampoco había visto el arma.
Ninguna de dos habíamos visto el arma cuando el Sr. José trajo los
bolsos, recién la vimos cuando la policía nos la mostró. Después, María
y yo nos fuimos al Monasterio. Nosotros no llegamos a ver lo que había
en los bolsos que estaban en la cocina”.----------------------------------------Preguntado por S.S. para que diga si escuchó que “José” dijera algo más
al entrar a la casa de la madre Alba, dijo: “no”.-----------------------------Preguntada por S.S. para que diga si le ofrecieron algo para tomar en el
Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional
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comedor a José, dijo: “no, porque fue directo a ver a la madre Alba,
quien un rato después me llamó por el interno, para pedirme que le
lleve scones al Sr. José, que siempre le obsequiaban a él”.----------------Preguntada para que diga si José iba a almorzar a la casa de la madre
Alba, dijo: “Alguna vez fue a almorzar, pero sino mayormente iban a
tomar el té. Él y María. No iban con frecuencia, sino dos veces al
año”.—----------------------------------------------------------------------------Preguntada para que diga cómo la notó a la madre Inés, cuando
concurrió a la vivienda de la madre Alba, dijo: “la noté nerviosa, porque
habían tocado el timbre de esa vivienda y la madre Inés no sabía quién
era. Entonces fuimos las dos a ver por la ventana, corrimos un poquito
la cortina y vimos que estaba el “Sr. José” ahí afuera. Ahí, Inés se
sorprendió y dijo “¿qué hace José?”, a lo que él respondió “vengo a
traer esto para el Monasterio” y “quiero hablar con la madre Alba”. --A instancias de la Fiscalía, preguntada para que diga si alguien la
asesoró para venir a prestar la presente declaración, dijo: “no”.--------A instancias de la querella, preguntada para que diga si la deponente
fue al funeral del Monseñor Di Monte, dijo: “no, nosotras no podemos
salir. Él se descompuso un domingo y el lunes falleció ahí en el
Monasterio”.------------------------------------------------------------------------A instancias de la querella, preguntada para que diga si vio noticias en
la televisión de lo que sucedió esa noche, dijo: “cuando volví al
Monasterio, prendí la tele porque estaba la policía y quería ver qué
pasaba. Después vi noticias de aquello que ocurría en el convento pero
dejé de verlas porque me hacía mal porque decían muchas mentiras.
Decían que nosotras habíamos dejado entrar el auto de “José” y era
mentira, también decían que el alambrado se había puesto por este
hecho y en realidad tenía meses de colocado a raíz de un robo”.-------A instancias de la querella, preguntada la deponente para que diga
cómo fue la secuencia en virtud de la cual José ingresó a la habitación
de la madre Alba, dijo: “Cuando llegó José, fuimos a la habitación de la
madre Alba a avisarle que estaba José ahí, quien nos dijo “que pase”. La
madre Alba estaba despierta, porque no duerme mucho de noche”.----Preguntada por S.S. para que diga si mientras aguardaban en el
comedor, cuando José estaba con la madre Alba en su habitación,
escucharon algo, alguna conversación, o alguna llamada de algún
teléfono, dijo: “no”.-----------------------------------------------------------Preguntada por S.S. para que diga en esa hora que estuvieron esperando
allí en el comedor, si Inés le comentó algo, dijo: “no. Estuvimos
esperando ahí porque como el Sr. José había dicho que iba a ver a la
madre Alba y se iba, esperamos ahí. Después, como hacía frío, me fui al
monasterio a abrigarme y ahí fue cuando escuché el timbre. En ningún
momento fuimos a la cocina. Preguntado por S.S. para que diga cómo lo
vio a “José”, dijo: “no lo vi como antes, lo vi como con los ojos medio
saltones, como cuando a uno lo persiguen, lo vi como asustado, después
entró los bolsos y fue directamente a ver a la Madre Alba”. Preguntado
por la querella si tiene deber de obediencia respecto de la Madre Inés,
dijo: “si, por ser mayor que yo”. Preguntado si la Madre Inés le dio
indicaciones acerca de lo que tenía que decir o callar respecto del suceso
en cuestión, dijo: “no, al contrario, me dijo que venga y diga lo que
sucedió”. Preguntado por la querella si la Madre Alba les dio alguna
explicación de lo ocurrido, dijo: “ella pensaba que José era un hombre
bueno, que lo quería a Monseñor, a la Madre Alba, y no cayó en lo que
realmente sucedió”. Preguntado por la defensa si es habitual que hablen
entre las hermanas o madres, dijo: “que no, que no es habitual que
tengamos mucho diálogo con las hermanas de vida activa o entre las
monjas de clausura, salvo que sea necesario”. Preguntado por querella
respecto de la asiduidad de José en su visita al Monasterio, dijo: “dos o
tres veces al año, sabíamos cuando venía porque la Madre Alba nos
encargaba los scones o comida”. -----------------------------------------------Preguntada por S.S. para que diga si cuando se refirió a la Sra. “Ana” se
estaba refiriendo a la Sra. Ana Pronesti, dijo: “si”.-------------------------Preguntada por S.S. para que diga si desea agregar o enmendar algo,
dijo que: “no”.--------------------------------------------------------------------Con lo que no siendo para más, se dio por finalizado el presente acto,
previa íntegra lectura de viva voz por el Actuario, tras lo cual la
defensa de José Francisco López, la querella, la fiscalía y la Defensoría
oficial nro. 3 solicitan al Tribunal una impresión simple de la presente
acta, a lo cual S.S. hace lugar. Firman la compareciente, el personal de
la Fiscalía, el Dr. García, los Dres. O´Reilly y Gutiérrez y la Dra. Perla I.
Martínez, para constancia de todo lo actuado, después de S.S. y por ante
mí, DOY FE.---------------------------------------------------------------------------
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