Cómo motivar a los alumnos

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Iniciación al disco volador.
Alberto Virosta Merino. Editorial Gymnos. Madrid 1.993, 117 pág.
Se han sacado todos los dibujos y buena parte del texto de las Destrezas Técnicas y de los Contenidos Teóricos; es
muy útil tanto para un buen conocimiento por parte del docente como para explicar con detalle los gestos técnicos.
La Educación Física en secundaria. Elaboración de materiales curriculares. Cuarto curso.
Fernando Ureña, (coordinador). Editorial INDE. Barcelona 1.997, 196 pág.
De aquí procede lo relativo a la vinculación con el currículo oficial y buena parte de los juegos que aparecen en las
sesiones.
Desarrollo curricular en Educación. Primer ciclo de E.S.O.
Joaquín Rodríguez Rico, (coordinador). Editorial Escuela Española. Madrid 1.995, 182 pág.
Como Motivar a los Alumnos
Título: Como Motivar a los Alumnos. Target: Ciclo Grado Superior. Asignatura/s: Modulo de RRHH, Ciclo Grado
Superior de Administración de Empresas. Autor/a/es: Juan Francisco López Muñoz, Profesor de Enseñanza
Secundaria - Diplomado en Ciencias Empresariales.
L
a motivación de los alumnos hacia el aprendizaje depende de sus metas personales y de los
modos de enfrentarse al trabajo escolar, de las características de la tarea y los cambios que
puedan darse a lo largo de su realización así como de la actividad docente. Por este motivo
vamos a analizar qué formas de actuación contribuyen mejor para motivar el aprendizaje.
Al igual que para la planificación de una unidad didáctica de clase debemos tener distintos tipos de
actividades (ideas previas, presentación, aplicación, refuerzo y ampliación).
Si nos referimos a cómo motivar lo tendremos que hacer en función de los distintos momentos en
los que se produce el aprendizaje, teniendo
en cuenta los objetivos que persiguen
nuestros alumnos.
Al comienzo de una clase, los docentes
deben recurrir a captar la atención de sus
alumnos activando su interés. Una buena
herramienta para ello sería tener en cuenta
sus intereses a la hora de diseñar las
actividades.
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El hecho de utilizar actividades novedosas, complejas, ambiguas,.... puede convertirse en buenas
estrategias para activar y despertar la curiosidad. Por ello es importante mantener la atención del
alumno en una sesión de clase o bien durante toda una unidad didáctica.
Como ya hemos comentado, además de captar el interés del alumno al inicio de una actividad es
igualmente importante lograr el mantenimiento de este a lo largo de todo el proceso de aprendizaje,
para evitar así la habituación. Será necesario por tanto, variar y diversificar las tareas para que sigan
despertando curiosidad.
Comenzar directamente a explicar puede dar lugar a que los alumnos consideren que la meta no es
otra que memorizar y aprobar. En consecuencia, activar su curiosidad planteando situaciones y
preguntas novedosas supone enfocar el aprendizaje hacia la comprensión de fenómenos más que
hacia la memorización de hechos.
El significado que le concederán a una determinada actividad va a depender en parte de su
conexión con sus ideas previas, es decir, con lo que ya saben y el que sean capaces de determinar la
utilidad de una determinada tarea.
La intervención de los docentes debe ir encaminada a diseñar situaciones de aprendizaje en las que
tengan en cuenta, ¿qué pretenden que aprendan los alumnos? ¿Para qué puede ser útil?
Otra posible opción sería indicar directamente a los alumnos su utilidad. Si el mensaje que capten
los alumnos está referido a la importancia de una tarea para la evaluación, en lugar de su utilidad para
adquirir una competencia, activaremos la preocupación por quedar bien y evitar quedar mal, la
ansiedad y las estrategias de afrontamiento centradas más en la consecución o evitación de un
resultado, como la valoración de su éxito o fracaso por parte del profesor, que en el propio
aprendizaje.
Es importante que los alumnos perciban la ayuda del profesor, deben sentir que son escuchados y
se preocupan de que aprendan sin estar sujetos a comparaciones ni favoritismos, favoreciendo así su
rendimiento. Esta tarea no es fácil puesto que los docentes atienden aun grupo considerable de
alumnos que es distinto cada año.
Para que los alumnos trabajen motivados por aprender no deben sentirse obligados, sino que
deben considerar el conjunto de tareas escolares como algo propio que facilita su propia autonomía
llegando a superar competencias que antes le eran imposibles.
También es importante que a través del trabajo de proyectos o mediante el contrato de aprendizaje
los alumnos participen en la planificación de su proceso de aprendizaje estableciendo objetivos y
eligiendo tanto tareas como materiales.
En la actividad docente es fácil encontrar alumnos que a lo largo de la misma no están motivados
por aprender, porque cuando lo intentan no lo consiguen. En estos casos, no es suficiente con
despertar su curiosidad, mostrar la importancia de las tareas o darles oportunidades de opción .
La Interacción profesor-alumno, hemos comentado, en numerosas ocasiones, que el contexto
creado por la interacción profesor-alumno es un factor determinante de la motivación ya que son los
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grandes protagonistas del proceso de enseñanza aprendizaje escolar. El alumno parte de unas
características propicias o no, para la motivación por el aprendizaje, y el profesor de las características
y experiencia que dirigen su actuación docente hacia situaciones motivadoras. Dicha interacción tiene
tres componentes principales: - Los mensajes dirigidos por el profesor a lo largo de las tareas
escolares, las recompensas que da a los alumnos y los modelos de actuación frente a los propios
éxitos y fracasos que ofrece con su comportamiento.
La forma en la que los profesores organicen las actividades de clase bien sea propiciando la
interacción cooperativa, la interacción competitiva o el trabajo individual, va a determinar el que los
alumnos estén pendientes de la actividad escolar para aprender, o de cómo van a quedar ante los
demás compañeros. La interacción competitiva por su parte va a suponer efectos motivacionalmente
más negativos, debido principalmente a que siempre va a dar lugar a ganadores y perdedores.
Si el esfuerzo a su vez depende de las expectativas de superar a los propios compañeros y sólo las
tienen algunos, va a propiciar la desmotivación de muchos otros.
Lo más frecuente es que un alumno estudie de forma individual, lo que no está reñido con tener
efectos positivos para la motivación por el aprendizaje, pero estos efectos positivos van a depender
del tipo de tareas, el tipo de metas y de los mensajes dados por el profesor. De hecho, si el objetivo
perseguido es el desarrollo de destrezas que deben utilizar individualmente (leer, escribir...), es
preferible primeramente que lo hagan de forma individual, debido a que a través de la práctica va a
obtener los distintos progresos.
En cambio, si el objetivo es que caigan en la cuenta de las implicaciones de un concepto, de un
principio o realizar o no los pasos de un procedimiento, concretamente, si la tarea va a consistir en la
búsqueda bibliográfica, encuesta o experimentación, la actuación individual va a coartar la posibilidad
de ver las cosas desde distintos puntos de vista, por lo que no se debe adoptar como forma de
trabajo.
La cooperación es motivadora y además es un objetivo en sí mismo. Los beneficios de las relaciones
entre alumnos no ocurren de forma automática, requieren de la intervención del profesor y de un
trabajo sostenido en el tiempo, que dificulta sobremanera la labor del docente... pero merece la pena.
Esta forma de trabajar a su vez también tiene cabida para trabajar con alumnos con distintas
motivaciones, pues permite el agrupamiento de forma heterogénea, que resulta ser mucho más
enriquecedor para todos (docentes y discentes).
La organización de la actividad escolar en grupos cooperativos puede adoptar distintas formas
cuyos efectos no son necesariamente equivalentes: tutorías, coordinación cooperativa y colaboración
cooperativa.
Por otro lado, la dificultad que conlleva para los docentes es el saber elegir el tipo de tareas a
trabajar, en este caso serán tanto de tipo individual como grupal. El tamaño de los grupos también es
importante porque deben ser reducidos, pues favorecen más la motivación y el aprendizaje por no
tener que hacer un reparto demasiado desigual de tareas, ya que cuanto más numeroso sea el grupo,
más se dispersan las responsabilidades sobre las tareas.
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La evaluación de los alumnos, constituye uno de los factores contextuales que más influye en su
motivación o desmotivación frente a los aprendizajes escolares. La evaluación de los alumnos va a ser
motivadora en tanto en cuanto sea vista como evaluación para la mejora y facilite información de los
errores y dificultades de los alumnos, así como propuestas para superar dichos errores y paliar las
dificultades. Darles o no darles esta información condicionan el que los alumnos perciban la
evaluación como una ocasión para aprender o, por el contrario, como un evento que sirve sólo para
juzgarles, pero no para ayudarles.
Debemos saber, que la motivación va a variar en función del grado de éxito o de fracaso que pone
de manifiesto la evaluación, toda evaluación implica un juicio sobre la calidad de ejecución de una
tarea.
De ahí que se trate de la valoración que el profesor hace cuando el alumno sale a la pizarra, cuando
le corrige su cuaderno de trabajo o cuando califica una prueba. ●
Bibliografía
Escaño,J y Gil de Gil de la Serna, M. Como se aprende y como se enseña. Barcelona ( Cuadernos de educación 9).
Gutiérrez e I.Prieto (Coords). Como elaborar unidades didácticas: diseño, desarrollo y evaluación. Sevilla, Iniciativas
educativas Andaluzas.
Gonzalez, M.C (1997). La motivación academica. Pamplona. EUNSA.
Escaño,J y Gil de Gil de la Serna, M (2001). Motivar a los Alumnos y enseñarles a motivarse. Aula de Innovación
educativa.
Alonso tapia,J (2001). Motivación y Estrategias de Aprendizaje. Madrid, Síntesis.
Desarrollo y puesta en práctica de una actividad
multimedia tecnológica
Título: Desarrollo y puesta en práctica de una actividad multimedia tecnológica. Target: Secundaria. Asignatura/s:
Tecnología. Autor/a/es: Francisco Javier Reyes Rodríguez, Profesor de Secundaria por la especialidad de Tecnologías,
Ingeniero Técnico Industrial.
E
l presente artículo recoge las experiencias educativas de la elaboración y el desarrollo de una
actividad multimedia destinada a la etapa de Educación Secundaria Obligatoria. Concretamente
para la materia de Tecnologías en el bloque de contenidos relacionados con la Electricidad.
Tras la breve introducción, se definen todos y cada uno de los puntos clave que van a afectar de
manera directa al cuerpo de desarrollo de la actividad, la cual será implementada a través del
software o aplicación informática Jclic.
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