No. 064 MI ESPOSA, MI HIJO, EL BURRO Y YO Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro. Decidieron viajar, trabajar y conocer el mundo. Así, se fueron los tres con su burro. Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba: “Mira ese chico mal educado; él arriba del burro y los pobres padres, ya grandes, llevándolo de las riendas” Entonces, la mujer le dijo a su esposo: No permitamos que la gente hable mal del niño. El esposo lo bajó y se subió él. Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba: “Mira qué sinvergüenza ese tipo; deja que la criatura y la pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima” Entonces, tomaron la decisión de subirla a ella al burro, mientras padre e hijo tiraban de las riendas. Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba: “Pobre hombre. Después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro! y pobre hijo ¡qué le espera con esa madre!” Se pusieron de acuerdo y decidieron subir los tres al burro para comenzar nuevamente su peregrinaje. Al llegar al pueblo siguiente, escucharon que los pobladores decían: “Son unas bestias, más bestias que el burro que los lleva, van a partirle la columna!” Por último, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro. Pero al pasar por el pueblo siguiente no podían creer lo que las voces decían sonrientes: “Mira a esos tres tontos: caminan, cuando tienen un burro que podría llevarlos” Conclusión... Siempre te criticarán, hablarán mal de ti y será difícil que encuentres alguien a quien le conformen tus actitudes. Entonces: ¡Vive como creas! ¡Haz lo que te dicte la razón y el corazón! ¡Haz lo que sientas! Una vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso: Canta, ríe, baila, ama. . . y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine. SOLO ASEGURATE QUE LOS APLAUSOS QUE RECIBAS VENGAN DE ¡¡DIOS !! Publicado en la web (Anónimo) - Colaboración Sandra Arguello Frases Celebres COMO NACE UN PARADIGMA Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en el centro de la misma colocaron una escalera y sobre ella, un montón de plátanos. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros no paraban de golpearle ¡¡¡ Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de los plátanos. (no son tontos....) Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros monos, quienes le dieron una tremenda paliza. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera (aunque nunca supo porque le pegaban). Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho, lo volvieron a golpear. El cuarto, y finalmente, el último de los veteranos fue sustituido. Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas. Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería: No sé, las cosas ¡siempre se han hecho así, aquí! ¿Te suena conocido? No pierdas la oportunidad de compartir esta historia con tus amigos, para que, de una o de otra manera, se pregunten por qué están golpeando...Y...por qué estamos haciendo las cosas de una manera, si a lo mejor las podemos hacer de otra. “Solo hay dos cosas infinitas en el mundo: el universo y la estupidez humana...” - Albert Einstein, - Colaboración Zaira Cristina Chiquin GRAFFITIS “Quien tropieza y no cae, dos pasos adelanta” Aquel que obtiene la victoria sobre otro hombre es fuerte, pero quien obtiene la victoria sobre si mismo es poderoso. - Lao – Tse www.vivocreciendo.com - Descubriendo una maner de vivir mejor Colaboración y Sugerencia Diríjase a Lucindo Penaranda Millán – [email protected]