Un perro llamado dolor (Luis Eduardo Aute, 2001) SINOPSI Un perro llamado Dolor és una pel·lícula dibuixada y animada pel seu autor, Luis Eduardo Aute. Més de quatre mil dibuixos que han estat tractats posteriorment amb la última tecnologia en 2D i 3D. Ha estat un treball colossal de més de cinc anys de dedicació al rodatge. Un perro llamado Dolor, pren el nom que va portar el gos de la pintora Frida Kahlo. La línia argumental de la pel·lícula és la relació entre l’artista i el seu model, amb un fil conductor que és el gos, co-protagonista de gairebé totes les set històries que es presenten. Luis Eduardo Aute interpreta les relacions de pintors com Goya, Duchamp, Picasso, Sorolla, Romero Torres, Frida Kahlo, River, Dalí i Velázquez, amb els seus models. Aquesta pel·lícula utilitza a fons el llenguatge cinematogràfic més clàssic, però al mateix temps fa una reflexió entre l’art i l’artista, posant-se en la pròpia pell dels creadors i el seu món. Una barreja d’humor, de visió esgarrapada, de violència, de sexe, és a dir: d’art. És una obra d’art, Aute ha estat dibuixant durant cinc anys amb paper i llapis, literalment. És un homenatge al cine mut, un cine d’imatges acompanyat d’una música instrumental. Tan sols mirant la pantalla ho entendrem tot. Set contes amb set històries mostrades en imatges. Els títols dels diferents episodis són: “Haberlas... haylas” (Francisco de Goya); “Un espejismo inmortal”, “Falso” (Joaquín Sorolla); “Un perro llamado Dolor” (Frida Kahlo i Diego Rivera); “Striptease o caracruz andaluz” (Julio Romero de Torres i Pablo Picasso); “Can-con-quinqué o la estrellada luz de Rrose Sélavy” (Marcel Duchamp i Pablo Picasso); “Cada quien es... en Cadaqués” (Salvador Dalí) i “Entre bastidores” (Diego Velázquez). David Aragonés Luis Eduardo Aute dibuja el cine en «Un perro llamado Dolor» Los cineastas siempre utilizaron el dibujo como uno de los cimientos imprescindibles de sus películas. En algunos casos ilustres, como los de Kurosawa o Hitchcock, ese proceso de narración secuencial mediante dibujos -el story board- revistió caracteres de auténtica obra maestra (véase Sueños en el caso del primero, o La soga en el caso del segundo). El dibujo siempre sirvió como guía, como escaleta gráfica con la que los directores de cine lograban andar rectos y sin torcerse. Pero filmar los dibujos, manipularlos con un programa de ordenador y con ese único material construir una película, eso ya es otro cantar. Y eso es lo que ha hecho Luis Eduardo Aute en Un perro llamado Dolor (...). Con los lapiceros Staedler de toda la vida, cartulinas blancas también de las de toda la vida, una cámara de vídeo aquí, unos efectos digitales allá y cierta esquizofrenia creativa, Aute puso en pie esta extraña, hermosa e inquietante obra por la que transitan Goya, Picasso, Dalí, Sorolla, Velázquez o Julio Romero de Torres. Se trata de una reflexión sobre las relaciones entre el artista y su modelo. No es la primera experiencia de Aute en el mundo del cine (ya en los años 70 hacía cortos, «y uno de ellos, Flor de piel, con Jaime Chávarri y Ana Belén, fue el más pateado de la historia del cine», recuerda), pero sí la más importante en dimensiones y en riesgo. Fantasía libertaria El músico, escritor y dibujante enmarcó su primera película de largo metraje en un género que él denomina «fantasía libertaria», término que no se refiere a los sueños o devaneos de algún anarquista romántico. «Es que, la verdad, no sé cómo podría haberle llamado a esto», comenta Aute, «todavía ahora no sé bien qué tipo de película es ésta, qué he hecho, me cuesta ponerle nombre. Entonces se me ocurrió eso de 'fantasía libertaria', pues no sé, porque desde luego fantástica sí que es... y creo que libertaria también, no responde a ningún criterio estructural». Todo empezó en 1996, cuando Aute expuso varios bocetos en la madrileña galería Bat, en el marco de una muestra colectiva con motivo del 250 aniversario del nacimiento de Goya. Un amigo, mirando los bocetos, le dijo: «Pero si parece un story board». Así que el compositor, escritor, dibujante, se propuso hacer unos cuantos dibujos más, para ver qué salía. Luego los filmó con su cámara de vídeo -«soy un obseso de mi cámara, lo ruedo todo», reconoce- y le gustó la textura que aquello daba en imagen. Entonces, Aute no paró hasta que tuvo 4.000 dibujos. Ningún guión previo marcó el devenir de Un perro llamado Dolor, más bien al contrario ya que, como explica su autor, «fueron los propios dibujos los que iban construyendo el guión». Eso, y la presencia del perro como nexo de unión entre los «retratos» que conforman el filme: el perro semiescondido del cuadro de Goya, el perro andaluz de Buñuel, o el perro de la pintora Frida Kahlo, que se llamaba así: Dolor. En honor a la verdad, esta extraña «película dibujada» -tal y como la llama su autor por oposición al concepto tradicional de cine de animación- nació más que de un objetivo concreto, de una necesidad vital: precisamente ésa, dibujar. Pero aunque está convencido de que dibujar puede ser una terapia, admite que cuando algo adquiere el volumen que adquirió este trabajo, puede trastocarse en «una esquizofrenia, un no poder dormir... casi una obsesión, es de locos». Luis Eduardo Aute siempre pensó que haría un largometraje, «pero nunca que sería éste». Aunque sostiene que una película rara (rara en el sentido de poco habitual) como Un perro llamado Dolor es beneficioso para el mundo del cine: «Que de tiempo en tiempo, entre tanto cine uniforme, haya rarezas, grietas por las que respirar un poquito, está muy bien, ¿no?». Borja Hermoso FITXA TÈCNICA Títol Original: Durada: País i Any: Gènere: Direcció: Guió: Producció: Música: Muntatge: Distribuidora: Un perro llamado Dolor 90 minuts Espanya, 2001 Animació Luis Eduardo Aute Luis Eduardo Aute Story Board, Vailima, Iberautor Silvio Rodríguez, Suso Sáiz, Moraíto Chico, Luis Eduardo Aute Javier Núñez Nirvana Films