Política expansionista e imperialista de los EEUU (Estados Unidos)

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Tres Siglos de la PolÃ-tica Expansionista e Imperialista de Estados Unidos
Siglos XIX, XX y XXI.
Feb 28, 2006
Siglo XIX: Creación de la PolÃ-tica Expansionista e Imperialista Norteamericana
Estados Unidos a los pocos años de obtener su independencia de Inglaterra, ya mostraba las bases de sus
tres objetivos a seguir como nación. Primero, instaurar en Latinoamérica como su área de influencia,
segundo, expandir sus limites territoriales hacia los cuatro puntos cardina−les del continente americano, y en
ultimo objetivo, convertir y mantener a América Latina como su punto de comercialización mas
importante.
La idea de integrar al continente Americano y mas concretamente a América Latina tiene sus orÃ-genes
con Simón BolÃ-var. El libertador de las Américas ya desde 1820 trato de fomentar la integración
Latinoamericana, ya que entendÃ-a que las naciones americanas deberÃ-an de estar unidas contra los embates
de los intereses extranjeros tales como España, o los Estados Unidos, y procurar la independencia de los
paÃ-ses que seguÃ-an bajo los dominios de los colonizadores europeos.
En el 1822 Estados Unidos fue la primera nación en reconocer las nuevas naciones que en
Hispanoamérica acababan de separarse de España. Aquel mismo año inquietaron a los Estados Unidos
dos iniciativas procedentes de Europa y dirigidas hacia el nuevo continente: Primero el zar Alejandro I
proclamó los derechos de Rusia sobre la costa del Pacifico y las aguas vecinas desde Alaska, que
pertenecÃ-an entonces a Rusia, hasta la parte norte de la isla de Vancouver. Ante esta amenaza el gobierno
del gobierno norteamericano bajo la presidencia de James Monroe, se le informó al ministro de Rusia que los
Estados Unidos debÃ-an discutir el derecho de Rusia a cualquier establecimiento territorial en este continente
y debÃ-an afirmar claramente que el continente americano no se hallaba ya supeditado a cualquier nuevo
establecimiento colonial europeo y tal vez no halla momento mas favorable para decir franca y
explÃ-citamente al gobierno ruso que la paz futura y el interés de la propia Rusia no pueden verse
facilitados por el establecimiento de Rusia en cualquier parte del continente americano
La segunda concernÃ-a mas especÃ-ficamente a las intenciones que las potencias europeas pudiesen tener
sobre América Latina. Monroe pedÃ-a con firmeza a las potencias europeas que no interviniesen en
América. Asimismo, confirmando la polÃ-tica de neutralidad inaugurada por George Washington,
adquirÃ-a el compromiso de no intervenir en los asuntos europeos.
Ya para esta época los Estados Unidos comenzaba a ansiar un puerto en la costa del Pacifico para
comerciar con Asia y fortalecer su posición ante Europa como la potencia del continente americano. En
otoño de 1822, en el Congreso de Verona, Francia y las potencias de la Santa Alianza (Rusia, Austria y
Prusia) decidieron intervenir en España, donde una revolución habÃ-a obligado a Fernando VII a aceptar
una Constitución Liberal. En 1823 el rey francés Luis XVIII envió un ejército al otro lado de los
Pirineos para ayudar a los Carlistas a restaurar su poder absoluto. Los Estados Unidos temieron que las
potencias de la Santa Alianza, se ocupasen luego de sus antiguas colonias hispanoamericanas.
En 1823 el presidente de los Estados Unidos, James Monroe, decide responder a los sucesos que estaban
sucediendo en Europa con la creación de la Doctrina Monroe, que establecÃ-a la exclusión del continente
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americano de la polÃ-tica de poder al estilo europeo.
La Doctrina Monroe podemos interpretarla en dos sentidos: primero, como una declaración unilateral con
proyección hemisférica de la polÃ-tica norteamericana del aislacionismo; y segundo, como una
estratégica a los efectos de evitar cualquier avance europeo en el continente americano. Que si bien en el
mensaje se habla de que los Estados Unidos no admite la intromisión de ninguna potencia extranjera en el
continente americano, sin embargo esta alusión estaba dirigida principalmente contra Inglaterra y sobre todo
contra los designios que Inglaterra tenÃ-a en cuanto a la isla de Cuba. Inglaterra habÃ-a propuesto a los
Estados Unidos una declaración común americano−británica que alertase a las potencias europeas contra
cualquier tentativa de reconquistar Hispanoamérica. A este propuesto británico, los Estados Unidos
plantearon como condición, que Inglaterra reconociese, en primer lugar, la independencia de las antiguas
colonias hispanoamericanas. Inglaterra procuró esquivar la petición norteamericana. Lo cierto es que, en
1823, en los Estados Unidos imperaba un sentimiento anti−británico bien fuerte, porque sospechaba que
Inglaterra intentaba colaborar con la Santa Alianza, aparte que después de la última guerra
americano−británica de 1812, Inglaterra mostraba indiferencia e incluso antagonismo hacia los Estados
Unidos.
La consecuencia más importante de la Doctrina Monroe para los Estados Unidos, es que es la doctrina de
América para los americanos, o un tanto sarcásticamente, como la doctrina de América para los
Norteamericanos. Esta doctrina logro detener una doble amenaza: la de los rusos que trataban de extenderse
por la costa de PacÃ-fico, y la de las potencias de la Santa Alianza, deseosas o susceptibles de inclinarse a
socorrer a España en sus posesiones americanas.
La Doctrina Monroe fue letra muerta, por lo menos durante veinte años. No obstante lo dicho sobre esta
doctrina, con relación a Latinoamérica, se tradujo en una polÃ-tica de no−alianza sistemática: negativa a
intervenir en el Congreso de Panamá de 1826, no hubo defensa continental por parte de los norteamericanos
frente a la invasión británica a las Islas Malvinas (propiedad de Argentina por su localización
geográfica), sin olvidar que ya habÃ-an sido invadidas por una fragata norteamericana en 1831, el intento
anglo−francés cuando la cuestión de Tejas, en 1845, la amenaza inglesa y española sobre Yucatán, la
usurpación de territorio a México en 1845, donde hasta llegaron a ocupar Ciudad de México, en 1848,
la amenaza inglesa, francesa y española a México en 1861 por el cobro de por tratar de cobrar una deuda.
Para el 4 de marzo de 1845, la anexión de Texas pudo lograrse mediante una trampa legal. El gobierno
mexicano protestó de inmediato ante esta medida. México jamás habÃ-a manifestado que la anexión de
tal territorio a la Unión Americana seria considerada como un acto de hostilidad y una causa suficiente para
la declaración de la guerra. México terminó perdiendo Texas, California, Nuevo México y
reconociendo el rió Bravo como limite meridional como su nueva frontera con los Estados Unidos.
En 1885, los Estados Unidos superaban a Inglaterra en producción de productos manufacturados y a finales
de siglo consumÃ-a más energÃ-a que Alemania, Francia, Austria−HungrÃ-a, Rusia, Japón e Italia juntos.
Los aumentos de producción, vÃ-as de acero y el kilometraje de las vÃ-as férreas sobrepasaban con
creces cualquier lÃ-nea europea. Hubo tentaciones de parte de los dirigentes norteamericanos para crear un
verdadero imperio con tanto aumento en poderÃ-o, asÃ- tenemos las ideas del secretario de estado Stewars de
anexionar México y Canadá, o del gobierno de Grant (1869−1877) de anexionarse la Republica
Dominicana y la isla de Cuba. Este era el estilo de pensamiento de las potencias europeas, pero el senado de
los Estados Unidos se preocupó más de los asuntos domésticos, como por ejemplo, el de aumentar y
mejorar el ejercito que en 1890 era inferior al búlgaro y las fuerzas navales muy inferiores que las italianas.
La verdadera historia de la Doctrina Monroe comienza a fines del s.XIX, cuando el gobierno norteamericano
se transformo en uno de ofensiva, y esta sirvió para justificar las anexiones norteamericanas. En la
conferencia de BerlÃ-n, las superpotencias europeas se repartieron a Ãfrica que era el último territorio
virgen que quedaba por repartir. PaÃ-ses que habÃ-an llegado tarde a la repartición, como Alemania y los
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Estados Unidos, no conformes con el, fijaron ojos en colonias de paÃ-ses decadentes como lo eran Portugal y
España. En 1898 Estados Unidos ya contaba con una marina moderna, y en enero de ese mismo año el
acorazado Maine salio rumbo a la Habana, Cuba en visita de cortesÃ-a después de diversos incidentes
diplomáticos con España. En un accidente estalla el acorazado Maine, y esto les entrega la justificación
que los norteamericanos necesitaban para exigirle a España que se retirara de Cuba, y empezó a movilizar
tropas de voluntarios hacia la isla. España respondió declarando la guerra a los Estados Unidos, dando
origen a la llamada guerra Hispanoamericana donde España perdió sus últimas colonias, Cuba, Puerto
Rico, Filipinas, Guam, las islas Marianas y las islas Carolinas en Micronesia.
AsÃ- bajo este escenario termina el siglo XIX para la nueva potencia del mundo, y crea las bases de lo que
seria el perfeccionamiento de la polÃ-tica expansionista e imperialista de los Estados Unidos durante el siglo
XX.
S.XX: Perfeccionamiento de la PolÃ-tica Expansionista e Imperialista Norteamericana
Los Estados Unidos entraron al siglo XX como una poderosa maquinaria colonialista y muy poderosa. La
adquisición de nuevos territorios al final del siglo XIX, abrió las puertas a un intenso debate en cuanto a
esos territorios y a sus ciudadanos en relación al sistema polÃ-tico estadounidense. En comparación con la
manera en que las potencias europeas construyeron sus imperios, el periodo de codicia de Estados Unidos
argumenta que fue limitado en su ámbito y de corta duración. Después de la guerra Hispanoamericana,
los norteamericanos justificaron sus acciones con el argumento de que preparaban a las naciones para la
democracia. Pese a las crÃ-ticas antiimperialistas, la mayorÃ-a de los estadounidenses creÃ-an que el
conflicto con España habÃ-a sido oportuno y estaban ansiosos de hacer sentir el poder de los Estados
Unidos.
El 28 de Febrero de 1901, el senador norteamericano Orville Platt, propone enmendar la ley de gastos del
ejército, incluyendo en una cláusula que regulara las relaciones entre el nuevo estado independiente
cubano y los Estados Unidos. Esta enmienda recibe el apoyo de la legislatura de Estados Unidos y de su
presidente, tras lo cual el gobernador militar de Cuba entrega la resolución a la Convención Constituyente.
Los representantes cubanos reciben la enmienda sin mucho agrado, debido a varias de sus condiciones:
• Que el gobierno de Cuba nunca celebrara con ningún poder o poderes extranjeros ningún tratado u otro
convenio que tienda a menoscabar la independencia de Cuba o que permita a otros poderes extranjeros
obtener para colonización o para propósitos militares o navales control sobre ninguna porción de la isla.
• Que dicho gobierno no asumirá o contraerá ninguna deuda pública para el pago de cuyos intereses y
amortización, resulten inadecuados los ingresos ordinarios.
• Que el gobierno de Cuba consiente que los Estados Unidos pueden ejercitar el derecho de intervenir para la
conservación de la independencia cubana, el mantenimiento de un gobierno adecuado para la protección
de vidas, propiedad y libertad individua.
• Que el gobierno cubano venderá o arrendara a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o
estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el presidente de los Estados
Unidos.
El pueblo cubano negocia a través de sus delegados durante tres meses sin lograr cambios sustanciales, a
pesar de la creación de una comisión que viaja a Washington a fin de negociar directamente con el
presidente estadounidense. El 8 de junio de 1901 el secretario de guerra estadounidense proclama que la ley
deberá cumplirse tal cual fue aprobada por el legislativo.
AsÃ- comienza el siglo XX para la polÃ-tica prepotente e imperialista para la nueva potencia en América.
En 1902 Inglaterra cesó en su empeño de controlar la América Central, luego de observar el poderÃ-o
norteamericano durante la guerra Hispanoamericana y observar el fin de España como potencia. Ese mismo
año el presidente Roosevelt expone que los Estados Unidos debÃ-an hacer sentir mundialmente su
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influencia y si sus intereses chocaban con los de otra potencia, tendrÃ-a que utilizar la fuerza. Esta posición
del presidente Roosevelt hizo que la Doctrina Monroe se volviera más intervensionista.
No obstante lo antes mencionado sobre la Doctrina Monroe, no hubo defensa continental por parte de Estados
Unidos para frenar en 1902 el bloqueo a Venezuela por las armadas de Italia, Inglaterra y Alemania para
cobrar la deuda publica que este paÃ-s Suramericano tenia con aquellos gobiernos, motivando el
pronunciamiento del Canciller argentino Luis Maria Drago bajo el principio de que la deuda publica no puede
dar lugar a intervención armada, ni menos a la ocupación material del suelo de las naciones americanas por
una potencia europea. Drago hacia referencia en su comunicación al gobierno norteamericano, que este
principio ya estaba proclamado en la Doctrina Monroe. La respuesta del gobierno de los Estados Unidos fue
que impedirÃ-a la intervención de cualquier potencia extra−americana por el cobro de las deudas
contractuales, pero intervendrÃ-an ellos mismos a los efectos de que se haga justicia en el caso. Esta
solución al problema por parte de los Estados Unidos, no era para proteger a un paÃ-s bajo una situación
como la que vivÃ-a Venezuela, sino para evitar que la actitud coercitiva asumiera la forma de adquisición de
territorio por una potencia no americana. Dadas las circunstancias de la época, era muy probable que los
Estados Unidos intervinieran en un Estado Americano porque corriera el peligro de una invasión por un
estado extra−americano, especialmente si este era Inglaterra.
En el 1902, Estados Unidos impone presión a HaitÃ- para que pague sus deudas, en 1903 agentes de aduana
estadounidenses tomaron control de la economÃ-a de la vecina Republica Dominicana, este mismo año
Estados Unidos interviene en Nicaragua, interesados al igual que en Panamá por su localización
geográfica para la construcción de un canal que uniese el Océano Atlántico con el Pacifico, para
incrementar el comercio y acortar el tiempo en que tomaba el trasladar los productos del este de los Estados
Unidos por ferrocarril, hacia la costa del Pacifico. Ese mismo año enviaron a Panamá con diez buques de
guerra para ayudar a los panameños a separarse y lograr su independencia de Colombia. Obviamente los
Estados Unidos interesados en la ubicación geográfica de Panamá y al ayudarlos a conseguir su
independencia, obtuvieron los derechos para construir el famoso canal de Panamá. En el 1906 las tropas de
Estados Unidos ocuparon a Cuba, en el 1907 intervinieron en Honduras, en 1913 interviene en HaitÃ- a partir
de la revolución que ocurre en este paÃ-s, en 1916 vuelve a ocupar la Republica Dominicana hasta 1924,
para asegurar el pago de la deuda externa, entre 1917−1933 Cuba se convirtió en un protectorado
económico de los Estados Unidos, y en el mismo año, a raÃ-z de la amenaza alemana sobre el mar Caribe
durante la Primera Guerra Mundial, los norteamericanos pagaron la suma de veite y cinco millones a
Dinamarca para comprarle las Islas VÃ-rgenes. AsÃ-, estas y otras intervenciones durante las primeras
décadas del siglo XX le dieron al mar Caribe el calificativo de Lago Americano por la notable presencia
estadounidense en los territorios que lo circundan.
Los Estados Unidos llegaron a desempeñar el papel preponderante que por poderÃ-o ellos pensaban que le
correspondÃ-a en las relaciones internacionales tal y como previó Roosevelt; pero por unos principios que el
propio Roosevelt ridiculizaba y guiados por un presidente a quien Roosevelt despreciaba, Woodrow Wilson.
Este presidente estadounidense representó la encarnación del tradicionalismo americano. Roosevelt
comprendió perfectamente como funcionaba la polÃ-tica internacional, pero Wilson captó, las fuentes de la
motivación norteamericana. Los norteamericanos se movÃ-an en dirección a realizar grandes hazañas
con una visión de que como paÃ-s excepcional, llamado a salvar la humanidad debido a la naturaleza
excepcional de sus ideales. Roosevelt con su practicidad no logró convencer al pueblo estadounidense para
que entraran en la Primera Guerra Mundial, sin embargo el presidente electo por el pueblo después de el,
mando a esos ideales excepcionales. Para Wilson no habÃ-a diferencia entre la libertad para los Estados
Unidos, y la libertad para el mundo. Redefinió la afirmación de George Washington sobre evitar enredarse
en alianzas extranjeras, explicando que lo que Washington pretendÃ-a decir es que los Estados Unidos no
debÃ-an inmiscuirse en los propósitos de otros, pero nada que no concerniera a la humanidad. Todo este
enredo de ideales norteamericanos llevados a principio del siglo XX, fueron los que favorecieron de los
Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.
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Luego de la Primera Guerra Mundial todo el débil equilibrio de la posguerra se quebrantó completamente
con la ascensión al poder de Hitler en Alemania en el 1933, y el desinterés, por desilusión y
aburrimiento, de los estados Unidos sobre los asuntos europeos. Esta situación se plasma en la desaparición
de las ideas internacionalistas en los Estados Unidos perdiendo todo objetivo en mantener el viciado Tratado
de Versalles, y con la nueva intervención en 1934 en México a partir de una revolución allÃ- ocurrida.
Al ser elegido a la presidencia norteamericana Franklin Delano Roosevelt, fue el comienzo de la
desaparición del aislamiento como principio básico de la polÃ-tica exterior de los Estados Unidos y la
toma del liderazgo mundial. El hecho de que el avance alemán en Europa se convirtiera en una amenaza
mundial por sus ansias de dominación mundial, al mismo tiempo que Franklin Delano Roosevelt asume el
poder es pura coincidencia. Estados Unidos se habÃ-a convertido en una potencia mundial y le apoyaba una
industria en continuo crecimiento y con potenciales impredecibles.
Franklin Delano Roosevelt en 1939 justo antes de la invasión alemana de Polonia afirmaba que la Doctrina
Monroe ya no podÃ-a sostenerse en un mundo donde el Océano Atlántico ya no era una barrera
infranqueable a las naciones que ambicionaban el dominio del mundo. Poco después de que Alemania
invadÃ-a Polonia, el 3 de septiembre de 1939, Inglaterra declara la guerra a los alemanes; pero los Estados
Unidos continúan alegando sus leyes de neutralidad en Europa, no obstante el presidente ya habÃ-a
conseguido modificarlas en el Congreso, para que Francia e Inglaterra pudieran comprar armamento de
fabricación norteamericana. La ruptura de la neutralidad de los Estados Unidos se produjo en el mismo
momento en que los alemanes entraban a Francia, el 10 de junio de 1940, comprometiéndose enormemente
a extender toda ayuda material a cualquier paÃ-s que resistiese el avance alemán, el resto es historia ya
conocida. Hitler por Alemania, Mussolini por Italia, y el emperador Heroito por Japón, convirtieron unas
guerras regionales en un conflicto mundial al declarar la guerra a los Estados Unidos. El empeño de Hitler
por derrotar a los rusos le hizo perder su sexto ejército en el invierno de 1943, fue entonces cuando los
Estados Unidos, Inglaterra y Rusia vieron la posibilidad de destruir al ejercito alemán y en configurar un
orden nuevo a nivel mundial, si bien cada uno de estos paÃ-ses tenia su propia visión de cómo lograrlo.
Las visiones de la posguerra variaban según las naciones. Inglaterra pensaba que se deberÃ-a de restablecer
un cierto equilibrio de poder al estilo de la diplomacia europea tradicional, Francia exigÃ-a neutralizar
definitivamente a Alemania el cual era la finalidad de la guerra para ellos, y Rusia querÃ-a extender su radio
de acción por Europa Central como hizo la diplomacia zarista rusa tradicional. Pero los Estados Unidos no
habÃ-an entrado a la guerra para liberar a Europa y dejarla que se gobernara a la forma tradicional europea. El
objetivo de los Estados Unidos era crear un nuevo orden de cooperación y armonÃ-a. Para Stalin y Rusia, la
diplomacia no era más que una herramienta más para definir equilibrio de fuerzas. Para los Estados Unidos
establecer el nuevo orden mundial pacifico y democrático era el objetivo de su diplomacia. Hecho que a
Stalin le movÃ-a a pensar que los Estados Unidos no podÃ-an moverse por principios abstractos, como
libertad o democracia, y que en ello habÃ-a algo oculto y no podÃ-a comprender que la diplomacia
norteamericana se moviera por tales principios de autodeterminación de la Europa Central. Esto provocó
que la URSS, enormemente debilitada en recursos humanos y materiales después de la guerra , desconfiara
de Estados Unidos y asumiera una posición de potencia intacta haciendo creer que controlarÃ-a Europa con
su modelo de sociedad y establecerÃ-a una esfera soviética a su alrededor. Esta actitud junto a los
continuos regateos con los negociadores estadounidenses, iba a cambiar por completo la actitud de los Estados
Unidos, de buena voluntad. Esto era el comienzo del enfriamiento de las relaciones entre Estados Unidos y la
Unión Soviética y asÃ- dio comienzo a la Guerra FrÃ-a y el comienzo de lo que serian las relaciones
internacionales entre ambas potencias. El discurso de Stalin en 1946, donde declaro que el sistema de
organización soviético era la mejor forma de estructurar la sociedad, dio a pensar desde entonces a los
estadounidenses que seria este entonces el enemigo a vencer en todo el mundo. Los Estados Unidos llegaron a
la conclusión de que sin cambio de la mentalidad soviética no habrÃ-a resultados en las negociaciones
entre oriente y occidente. Una vez asumida esta posición por los Estados Unidos los asesores del presidente
de la polÃ-tica exterior comienzan con la resistencia práctica a la filosofÃ-a polÃ-tica del sistema
soviético.
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La polÃ-tica exterior norteamericana dirigió sus pasos a la oposición, a parar, a contener la expansión
soviética en el mundo, Eso fue la polÃ-tica de contención que tuvo numerosos escenarios por todo el
mundo. La polÃ-tica de contención tenia una brecha y es que los soviéticos al ver parada su actividad en
Europa, comenzaron a buscar escenarios en lugares del mundo de gran dificultad estratégica y
diplomática para los Estados Unidos. Corea del Norte ataco a Corea del Sur, dos paÃ-ses donde se mostraba
la polarización de la polÃ-tica mundial. Este escenario, ni siquiera se habÃ-a previsto por los estrategas
norteamericanos y acudieron con sus tropas sin plan previo. En Estados Unidos no se comprendÃ-a porque la
Unión Soviética habÃ-a escogido tal escenario, fuera del perÃ-metro de defensa norteamericano.
Chocaron entonces, e3l menosprecio de la Unión Soviética por el interés geopolÃ-tico estadounidense
de la zona y el no consentimiento por los estadounidenses, como sÃ-mbolo de no tolerar una agresión
comunista donde quiera que se produjera en el mundo. Corea fue la primera brecha de la polÃ-tica de
contención norteamericana, en como prevenir que en el futuro no se rompiera este tipo de invasiones.
Además, China se habÃ-a convertido en un paÃ-s comunista que amenazaba todo equilibrio en Asia, lo que
provoco la defensa de Taiwán (Formosa) de la invasión comunista. Esta acción junto con la ayuda que los
Estados Unidos enviaban a las tropas francesas en Vietnam para contener la expansión comunista, hicieron
pensar a los chinos que los norteamericanos estaban tratando de realizar un cerco alrededor de ellos, y esta fue
la excusa de la intervención China en Corea. En Corea los temores de los Estados Unidos de que la Unión
Soviética buscaba un pretexto para hacer una guerra total, no estaban fundados, es mas Stalin intentó
evitarla, pues motivos motivos no le faltaban para comenzarla en esos años. Mientras Tanto, las crÃ-ticas en
los Estados Unidos por la guerra de Corea vinieron, al contrario que por la guerra de Vietnam, por no
terminarla.
Las lecciones aprendidas en el caso de la polÃ-tica exterior norteamericana, la incapacidad de maniobra de
sus polÃ-ticos para cambiar el concepto de un territorio fuera de la esfera de defensa a pesar del envÃ-o de
tropas para evitar el socavamiento de su posición en el nuevo orden bipolar del mundo. China supo
combinar, al enfrentarse a una superpotencia, los factores militares y los diplomáticos, y aprendió que
definitivamente no podrÃ-a haber otro enfrentamiento bélico con los estadounidenses, hecho que no se
produjo durante el resto de la Guerra FrÃ-a. Los Estados Unidos pensando que la Unión soviética estaba
detrás de todo esto, redoblaron esfuerzos. La sobredimensión que los norteamericanos dieron a la URSS.
Fue en contra de estos y en Europa se produjo el rearme y la cohesión de los aliados. La reacción de Stalin
fue una amplia actividad para siempre tratar de resolver la Guerra FrÃ-a.
Como hemos visto no siempre la seguridad nacional de los Estados Unidos ha sido el eje de su polÃ-tica
exterior. Desde la Revolución de Independencia contra Inglaterra, a la Guerra FrÃ-a contra la URSS, han
tenido la voluntad de combatir por sus intereses, sus creencias y sus ambiciones. Los norteamericanos han ido
a la guerra por distintos motivos, por su independencia como nación en 1775 contra Inglaterra, por el honor
y el comercio en 1812, nuevamente contra Inglaterra, por territorio en 1846 contra México, por humanidad
e imperio en 1898 contra España, por el derecho a la neutralidad en 1917 durante la primera guerra mundial
y por la seguridad nacional en 1941 durante la segunda guerra mundial.
Desde el 1945 los Estados Unidos se han comprometido en un enfrentamiento mortal por contener el
comunismo y defender el modo de vida democrático, sus principios y valores. La dinámica de los
acontecimientos parece evidenciar la complejidad de la polÃ-tica de seguridad nacional en un entorno
mundial mas compacto. Estados Unidos asumirÃ-a desde el fin de la Guerra FrÃ-a una posición de absoluto
predominio en el terreno militar que le servirÃ-a de principal sustento a su liderazgo polÃ-tico. El
fortalecimiento de la posición de los estadounidenses como potencia mundial ocurrido a finales de la
década de los años 80 constituyo uno de los resultados mas trascendentales de lo que en aquel momento
comenzaba a denominarse como el Nuevo Orden Mundial, como primera reacción ante los cambios que
habÃ-an ocurrido, sin que en realidad se hubiera configurado ese Nuevo Orden Mundial, ni mucho menos
existiera una estrategia estadounidense para lidiar con el. El problema del reordenamiento del sistema de
relaciones internacionales se complica porque no solo se podrÃ-a comprender integrando las nuevas
tendencias y perspectivas del resto de los actores principales, incluyendo las potencias en fase declinante y de
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descomposición, o el de aquellas que se encuentran en ascenso, sino los conflictos nacionales y regionales
emergentes. Por ello las definiciones estratégicas estadounidenses y sus conceptos de seguridad nacional
deben elaborarse a partir, entre otros factores, de las predicciones que estos eventos se tengan en Estados
Unidos, con cierta independencia de la objetividad o calidad de las evaluaciones.
El éxito militar y polÃ-tico en la primera Guerra del Golfo contra Irak, parecÃ-a marcar claramente las
pautas del ejercicio del liderazgo estadounidense en la Posguerra FrÃ-a, pero otras experiencias demostraban
cuan complejo y difÃ-cil de gobernar podÃ-an tornarse escenarios supuestamente sencillos, como la
intervención humanitaria en Somalia en el 1992, donde los Estados Unidos no estaba conforme con ser el
policÃ-a del mundo, sino que también quiso convertirse en el trabajador social del mundo.
El siglo XX, fue un siglo que comenzó con la intervención de los Estados Unidos en distintos paÃ-ses de
Latinoamérica, sigue con la Primera Guerra Mundial en 1914 y culmina en el 1991 con el Fin de la Guerra
FrÃ-a. Es importante señalar que este conflicto fue una verdadera guerra desarrollada en diversos frentes de
batalla como lo fuero Cuba, Corea, BerlÃ-n, Vietnam, Checoslovaquia, Afganistán, etc. En estas diversas
combates y batallas se enfrentaron los Estados Unidos y la Unión Soviética. El fundamentalismo
islámico es el enemigo declarado de los Estados de finales del siglo XX, y pareciera corresponder con la
visión del reto que representaba la URSS durante la Guerra FrÃ-a, en tanto se apoya en una filosofÃ-a
distinta y pretende extenderse como lo era el comunismo.
S.XXI: El Nuevo Despliegue Militar Norteamericano
Ahora en los comienzos del siglo XXI, el nacimiento de nuevas potencias de escala regional con filosofÃ-as y
polÃ-ticas propias muy distintas a las que Washington está acostumbrado a negociar y a reconocer,
constituye una importante condición a tener en cuenta en la nueva forma de expresión de la polÃ-tica
exterior estadounidense. Tal es el caso de Irak, del Irán islámico, o de China, paÃ-ses que por sus
antiquÃ-simas formaciones nacionales y las bases que fomentan su cultura, no puede pronosticarse que vallan
a cambiar por su creciente interrelación en términos económicos con el mercado mundial.
En estos momentos, el sistema imperialista estadounidense, y en especial a lo que se refiere a la polÃ-tica de
acceso a los recursos naturales del mundo ha optado por la creación de alianzas regionales o globales,
haciéndolos salir asÃ- del caparazón de su polÃ-tica unilateral y aislacionista. Los estadounidenses
evidencian una situación de inestabilidad caracterizada por la ausencia de un reto significativo que permita
articular o recomponer su antigua polÃ-tica exterior utilizada durante la época de la Guerra FrÃ-a. En su
lugar se ha venido ensayando con un listado de retos que han pretendido sustituir el reto comunista. Tal es el
caso del narcotráfico, el terrorismo, y la subversión, la visión ambientalista de la seguridad, la migración
descontrolada, la proliferación de armas, el fundamentalismo islámico, y la implementación de la
democracia en el mundo entero.
Todo parece indicar que el sigloXXI se caracterizará por la existencia de una intensa puja por el
apropiamiento de los recursos naturales no renovables que cada dÃ-a son mas escasas, y aquÃ- encontramos
la verdadera finalidad de la polÃ-tica exterior norteamericana y su posición de crear alianzas regionales o
globales.
Podemos decir que la estrategia imperialista norteamericana del siglo XXI, ha sido la de reemplazar la
existencia de las colonias con las que dispone una potencia, por la nueva versión de su polÃ-tica
expansionista y parasitaria de crear la instalación de bases militares en distintos paÃ-ses aliados. Estos
nuevos organismos mejor dicho aliados no logran entender que el colonialismo del siglo XXI no tiene nada
que ver para los Estados Unidos con la conquista y apropiación de territorios y mercados, sino por el control
de los recursos naturales estratégicos que cada dÃ-a se hacen mas escasos. El personal militar
norteamericano esta presente en 135 paÃ-ses de los casi 190 que forman la ONU. Esto significa que las tropas
norteamericanas se encuentran presentes en el 70% de los paÃ-ses del mundo. Los Estados Unidos,
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después de convertirse en la única superpotencia que opera sin oposición en el escenario internacional,
no han reducido su despliegue militar, sino que lo han rediseñado, mejorado e incrementado. Mientras que
los soviéticos perdieron sus instalaciones militares en los paÃ-ses que antiguamente conformaban el Pacto
de Varsovia, la presencia militar estadounidense en los paÃ-ses que forman la OTAN se mantiene intacta. Los
Estados Unidos tienen un despliegue de más de medio millón de personal militar en otros paÃ-ses entre los
que se encuentran soldados, agentes de inteligencia o espÃ-as, técnicos, instructores y contratistas civiles.
Para dominar los mares del mundo los estadounidenses tienen en funcionamiento 13 destacamentos de
portaviones y operan un vasto numero de bases terrestres secretas dentro y fuera de su territorio, para
supervisar lo que las personas del mundo, incluyendo a sus propios ciudadanos opinan y dicen unos a otros
por fax, teléfono y por el correo electrónico. El nuevo despliegue estadounidense, basado en su nueva
doctrina de seguridad preventiva, se fundamenta en la necesidad de combatir el terrorismo internacional, la
proliferación de armas de destrucción masiva, el narcotráfico, el crimen organizado y para asegurar el
cumplimiento de las cláusulas de propiedad intelectual de la Organización Mundial de Comercio.
Las preocupaciones por la seguridad de los estadounidenses están orientadas a preservar el abastecimiento
de petróleo y gas barato lo cual hace a su economÃ-a más competitiva frente a otras. Tenemos que tener en
cuenta que los norteamericanos consumen más del 30% de la energÃ-a consumida por toda la humanidad.
Al analizar los escenarios geopolÃ-ticos donde se hayan situadas estas instalaciones de bases militares
estadounidenses, nos surge la sospecha que las mismas son para garantizar el libre flujo del suministro
regional de energÃ-a a los mercados internacionales, sin que sean estos el objeto de ataques y no al riesgo que
puedan crear estas amenazas a la seguridad del área. Un buen ejemplo de esto ocurre con el agua. En Marzo
del año2006, los estadounidenses intentan transferir unos 100,000 acres de terreno llamado la zona del
Karso al norte de Puerto Rico, donde ubican los abastos de agua fresca más importantes de la región del
Caribe. Los ingleses en las Malvinas, y ahora los norteamericanos abriendo nuevas bases militares en toda Sur
América, nos ayuda a exponer y explicar esta teorÃ-a. La reserva de agua potable para consumo humano es
de tan solo el 3% del total, y su mayor parte se encuentra en los glaciares y en los polos. Por lo tanto el
volumen es de 12,000 kilómetros cúbicos. En los próximos años aumentará el consumo de agua
potable en un 100% y la escasez de este preciado lÃ-quido ya vislumbra como una nueva amenaza y motivo
de hasta conflictos bélicos por obtener acceso a ella.
Latinoamérica es un área sumamente inestable para las expectativas norteamericanas, el mayor problema
viene porque esta región suministra una parte sustancial del petróleo y el gas que consume el mercado
estadounidense. México y Venezuela son los mayores productores de petróleo de la región, Colombia
exporta petróleo y carbón, mas tiene muchas fuentes de agua para producir energÃ-a eléctrica a través
de plantas hidroeléctricas, Argentina además de su aporte de petróleo, tiene su territorio próximo a
Paraguay, y al acuÃ-fero Guarani una de las mayores reservas de agua dulce no contaminada del mundo. En
Centroamérica se encuentran reservas con gran potencial de explotación de petróleo: en la región del
Peten en Guatemala y en la región del Limón en Costa Rica. Además la geografÃ-a de nuestra
Latinoamérica, por sus grandes afluentes es especialmente apta para la realización de fuentes
hidroeléctricas que pueden abastecer de energÃ-a barata a las grandes empresas multinacionales.
Estos recursos naturales Latinoamericanos son los motivos por los cuales los Estados Unidos han aumentado
su presencia militar en la región. Esto se materializa con la instalación de nuevas bases militares en el área
y el refuerzo de las ya existentes, el entrenamiento militar de los ejércitos Latinoamericanos, la venta de
armas, la instalación de sistemas de inteligencia y vigilancia, además de la vergonzosa influencia presión
diplomática y económica ejercida contra los débiles paÃ-ses y gobiernos Latinoamericanos. Los Estados
Unidos también han manifestado su interés en establecer instalaciones militares en El Salvador, Tierra de
fuego Argentina, y controlar la base de lanzamiento de cohetes espaciales de Brasil.
En el 2001, siete dÃ-as después del ataque de la Twin Towers en Nueva York, según la revista
estadounidense Newsweek, personal de asesoramiento muy cercano al presidente George W. Bush, le
presento un plan de respuesta militar que incluÃ-a el bombardeo e invasión de la región llamada La Triple
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Frontera, que es el área donde ubica las fronteras de Brasil, Paraguay y Argentina, cuyo objetivo consistÃ-a
en atacar a la misma vez tres distintos blancos sorpresivos a modo de respuesta destinada a enviar un mensaje
a todos los paÃ-ses del mundo de que los Estados Unidos respondÃ-a militarmente al terrorismo (revista
estadounidense Newsweek, edición del 18 de septiembre del año 2001. Desde entonces las agencias de
inteligencia estadounidenses mejor conocidas por las siglas den FBI y la CIA, sostienen que las células
terroristas de Ciudad del Este en Paraguay, son la principal amenaza a la seguridad de los Estados Unidos en
el continente americano.
En mayo de 2005, los Estados Unidos han firmado un tratado con el gobierno de Paraguay que les permitirá
contar con una nueva base militar en la localidad de Mariscal Estigarribia, Provincia de Boquerón, en el
llamado Chasco Paraguayo. Esta instalación esta situada a 250 kilómetros de Bolivia, próxima a las
provincias argentinas de Formosa y Salta; y a la estratégica región de la Triple Frontera la cual querÃ-an
bombardear e invadir varios años atrás. Desde esta nueva instalación militar estadounidense se
encontraran en excelentes condiciones para controlar las reservas gasiferas y petrolÃ-feras de Bolivia,
localizadas se los departamentos de Santa Cruz de la Sierra y Tarija. Es necesario señalar, que Bolivia
cuenta con grandÃ-simas reservas de gas natural, y con el gobierno de movimiento socialista
anti−norteamericano de Evo Morales. Estas reservas de gas boliviano han sido estimadas en 27 trillones de
pies cúbicos que alcanzarÃ-an para exportar al ritmo actual hasta el año 2024. Actualmente el gas
comprende el 14% de la energÃ-a consumida en los Estados Unidos. En el año 2020, por la construcción
de 272 centrales eléctricas, incrementará el consumo de gas hasta el 55% de los recursos en ese paÃ-s Lo
cierto es que la nueva base militar estadounidense tendrá una localización estratégica clave para el
control tanto del AcuÃ-fero del Guarani, como del gas boliviano.
Por ultimo, no es posible dejar pasar por alto que las principales instalaciones militares de Suramérica
están localizadas en puntos estratégicos que rodean la región de la amazona brasileña, el lugar de la
ultima gran reserva natural de agua, flora medicinal, fauna y reserva de madera con que cuenta la humanidad.
AquÃ- se acumula 1/5 parte del agua dulce del mundo (el rió amazonas es el rió mas largo y caudaloso del
mundo, en que desembocan mas de 10,000 afluentes). El territorio amazónico, con una superficie
aproximada de 8 millones de kilómetros cuadrados distribuidos entre ocho paÃ-ses, representando el 44%
del territorio sudamericano.
Para concluir podemos decir que el destino final de estos recursos, el cuando y quien se apoderará de los
mismos parece ser la preocupación y el objetivo principal del gobierno estadounidense, y para las empresas
multinacionales de ese paÃ-s que aspiran a aprovechar los grandes negocios que la explotación de esta
región encierra.
Autor: Harold Chittenden− Feb 2006.
Educación: Bachillerato en Relaciones Laborales de la Universidad de Puerto Rico
Y grado de MaestrÃ-a en Gerencia de la Universidad de Phoenix
References
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The league of the nations 1920−1946
Historia Contemporánea.
Historia de las Relaciones Internacionales, Siglos XIX y XX.
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History of the American Foreign Policy.
La Doctrina Monroe y el destino manifiesto clave para los intereses estadounidenses.
La Doctrina Monroe y la integración americana.
La Participación de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. : .
Los Estados Unidos y la Primera Guerra Mundial.
Newsweek Magazine (18 de Septiembre de 2001
Las caracterÃ-sticas generales de la polÃ-tica Exterior de los Estados Unidos.
PolÃ-tica Expansionista 22
10
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