La Tierra nos puede dar un susto

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Cursor
del 2011
Suplemento
Científico Técnico
de Juventud Rebelde
grupo de investigadores de la UniU nversidad
Agrícola de China crearon
162
Domingo 10 de abril de 2011. «Año 53 de la Revolución»
«LAS personas tienen que aprender a prepararse para eventos como los que últimamente estamos viendo que ocurren en el mundo.
La prevención es una responsabilidad que
comienza con el Estado, pero termina en la
persona, que si no está informada puede
tomar una decisión incorrecta y ponerse en
peligro. En cualquier parte de nuestro país
puede ocurrir un terremoto».
La consideración la sostiene el Doctor
Manuel Iturralde Vinent, presidente de la
Sociedad Cubana de Geólogos, quien parte
de la tesis de que en el país hay un por ciento grande de ocurrencia de huracanes, pero
existen otros fenómenos que pueden golpearlo. Los terremotos, aunque no son la mayor
preocupación de los cubanos, sí constituyen
una amenaza que se debe atender, debido a
los daños que pueden originar.
Durante uno de los recesos de la IV Convención Internacional de Ciencias de la Tierra, que concluyó esta semana en La Habana, el científico confirmó a este diario que en
el Archipiélago existe un sistema de detección de sismos que nos informa inmediatamente cuando ocurre uno, pero agregó que
si las personas no están preparadas antes,
muy poco vale saber que el sismo está ocurriendo.
«Lo fundamental es la prevención y para
eso nosotros tenemos bibliografía. La Defensa Civil también tiene materiales publicados
sobre el tema, al igual que el Centro Nacional
de Investigaciones Sismológicas de Cuba»,
sostuvo.
Explicó que el libro Geología de Cuba para
todos tiene un capítulo dedicado a los terremotos y los tsunamis, y la Cruz Roja también
cuenta con documentación sobre estos
eventos. Es sumamente importante facilitarle a la población el acceso a esos materiales, para prepararla ante estas catástrofes.
«No hay lugares exentos de estos fenómenos. Lo que sucede es que son más frecuentes en la parte oriental de Cuba, pero
eso no quiere decir que se excluyan otras
zonas de esa amenaza. Han ocurrido sismos
en Remedios, Caibarién, Esmeralda, Jagüey
Grande, Pinar del Río…
«En 1880 hubo uno bastante devastador
que afectó a Bahía Honda y Cabañas; algunos expertos señalan que fue de magnitud
8 en la escala de Richter. Este sismo se sintió en La Habana, en Florida y en Yucatán.
Fue muy fuerte, y posiblemente el epicentro
estaba situado al suroeste de Artemisa, en
el mar.
«El año pasado se reportó un evento sismológico en esa zona, que por suerte no generó problemas, porque fue de poca magnitud.
«Para enfrentar estos eventos las personas pueden comportarse de manera más
ecuánime si tienen mayores conocimientos.
Nuestra organización adquirió unos materiales muy explicativos para que se incorporen
a los programas de estudio de la Universidad. También donamos libros a la escuela de
vacas genéticamente modificadas capaces de producir leche con propiedades similares a la humana.
Los científicos introdujeron genes humanos en el ADN de varias vacas y desarrollaron embriones que posteriormente implantaron en otras vacas.
De esta forma desarrollaron especies
transgénicas que producen leche que
contiene lysozyme, una proteína que ayuda a proteger a los bebés de infecciones
durante los primeros meses de nacidos.
Los investigadores consideran que esta leche constituye una alternativa viable
a la materna y que en diez años podría
estar lista para el consumo humano.
deinococcus, un microorganismo
E lcapaz
de resistir la radiación que se
Los terremotos constituyen uno de los fenómenos más catastróficos que azotan el mundo.
Foto: Internet
La Tierra nos puede
dar un susto
Cuba tiene un alto índice de impacto de huracanes,
pero hay otros fenómenos, como los terremotos,
que pueden golpearla. Aunque el Archipiélago tiene
un sistema preventivo altamente prestigioso,
los especialistas insisten en incentivar la labor
de información y educación
Geofísica de la Universidad de La Habana, y
les dimos copia digital a las universidades de
Pinar del Río y Moa.
«Pusimos esos contenidos en manos de
los arquitectos para que la concepción de
construir no obvie las peculiaridades de nuestro país. Hacemos todo lo posible para que
los materiales lleguen a las comunidades,
pero ese es un proceso infinito.
«No podemos estar satisfechos, pues la
instrucción nunca es suficiente cuado se trata de preservar vidas. Siempre aparecen grupos de jóvenes a los que, si no se les explica otra vez, se quedan sin el conocimiento.
«Cuba es un país excepcional en el trabajo preventivo, desde el Estado hasta las organizaciones. Hay países donde esa labor falla,
por eso estamos colaborando con ellos, prin-
cipalmente con naciones de Centroamérica.
Allí hay terremotos, peligro de tsunamis, erupciones volcánicas y deslizamientos de terrenos asociados a las lluvias y también a los
terremotos.
«La Sociedad Cubana de Geólogos es
muy activa; realiza constantemente investigaciones para tener una base científica sólida y poder servir verdaderamente al pueblo.
Nuestras pesquisas muchas veces parten
del conocimiento popular. Debemos conocer
cómo funciona la tierra en cada territorio, y
para ello el Instituto de Geología y Paleontología, y otras entidades, actualizan sus conocimientos, los cuales nos permiten interpretar mejor el país y saber qué eventos pueden
afectarnos», concluyó el Doctor. (Abdul Nasser
Thabet)
emite durante los desastres nucleares,
fue el descubrimiento más importante
del Instituto Antártico Chileno (INACH), en
su más reciente expedición científica al
«continente blanco».
La investigadora Jenny Blamey, de la
Universidad de Georgia, precisó la trascendencia del hallazgo al explicar que el
microorganismo es capaz de resistir cinco mil veces más radiación que cualquier
otro, sin sufrir mutaciones.
Bacilos que habitan en ambientes extremos, microorganismos que viven sin
luz, bacterias que podrían mejorar la producción de antibióticos y fósiles que iluminan el «pasado verde» de la Antártida,
fueron algunos de los nuevos descubrimientos del conjunto multinacional de
especialistas que participaron en la
expedición.
equipo de la Universidad de DalU nhousie
en Halifax, Canadá, descubrió
que un alga verde vive dentro de pequeños embriones de salamandra.
Este es el primer caso documentado
de una planta que vive en asociación, o
simbiosis, con un vertebrado.
Y para colmar aún más todas las tesis
científicas acerca de la herencia genética, los investigadores sostienen que las
salamandras podrían heredar el alga de
sus padres.
«Se encontró ADN de las algas en los
órganos reproductivos de las salamandras adultas, por lo que parece posible
que el alga se herede», aseveró Ryan Kerney, Doctor de la Universidad de Dalhousie y jefe de la investigación.
Ya se sabía que las algas verdes vivían dentro de los huevos de esta especie —la salamandra común (ambystoma
maculatum)—, muy corriente en América
del Norte. Pero no se tenía idea de que
también vivieran en su interior.
Al observarse las salamandras bajo
un microscopio fluorescente, los científicos pudieron ver «brillar» los pigmentos
de las algas, al ser iluminados con la luz
de cierta longitud de onda.
Fuente: BBC
Frase célebre: Cuando me preguntaron
sobre algún arma capaz de contrarrestar
el poder de la bomba atómica, yo sugerí
la mejor de todas: la paz. Albert Einstein
Pigmentos de ciencia y alma
El Centro de Histoterapia Placentaria es una institución de prestigio
internacional que llega a sus 25 años. Productos como la Melagenina Plus,
la Coriodermina y la Pilotrofina, entre otros, llenan de esperanza a quienes
padecen de enfermedades como el vitiligo, la psoriasis o la alopecia
por MARIANELA MARTÍN GONZÁLEZ
fotos ROBERTO MOREJÓN GUERRA
[email protected]
Edición:
MARIANELA
MARTÍN
Diseño:
MERCEDES
MUÑOZ RUIZ
Corrección:
EQUIPO DE
CORRECTORES
REILYS Díaz González asiste a la escuela
diariamente sin indecisiones gracias a la
atención de especialistas del Centro de
Histoterapia Placentaria. El niño de nueve
años dejó atrás los complejos provocados por una caprichosa enfermedad que
lo convertía en blanco de las miradas
curiosas de sus compañeros.
Desde hace cuatro años un equipo
multidisciplinario, del que forman parte
un dermatólogo y una psiquiatra, mantiene controlada la alopecia que Reilys
padece desde muy pequeño.
Con técnicas nobles para el organismo, basadas en principios naturales,
han ganado la batalla a esta enfermedad
dermatológica que deteriora la vitalidad
de los cabellos. Especialmente los doctores Isabel Caraballo y Rubén Larrondo
influyen en la mejoría de este camagüeyano, pero a juzgar por el criterio de los
médicos que lo asisten, el apoyo familiar refuerza la recuperación, pues se
sigue con mucho rigor cada recomendación facultativa, especialmente la aplicación de la loción piloactiva, elaborada a
partir de un factor pilotrófico placentario
humano que regula el funcionamiento
de las glándulas sebáceas.
«Mi primer contacto con el Centro de
Histoterapia fue mediante el teléfono
con Martica Caraballo, la recepcionista.
Ella me explicó todo de manera tan
detallada que cuando vine no hubo ni un
solo inconveniente para comenzar a
atender al niño», refiere Esther González, madre de Reilys.
Recuerda que en la primera consulta
la psiquiatra Isabel examinó al pequeño
con detenimiento. Lo trató con tanto cariño que rápidamente ganó su confianza. Hoy, según la madre, es frecuente oírlo hablar con sus amigos de Chabela, como llaman a la psiquiatra sus pacientes.
«Es muy importante vivir en familia,
en término psicológico. El apoyo, la seguridad, la atención constante son herramientas para ganarles la pelea a las
enfermedades; y eso que a veces demora años», explica Isabel. Recalca
que la curación radica no solo en la eficacia e inocuidad de los productos provenientes de la labor investigativa del
centro, sino en la disciplina con el horario para aplicarlos, y otros parámetros
que determinan en la calidad de vida de
los enfermos.
«Padecer de la piel es un lastre muy
difícil de sobrellevar solos. Por eso quienes padecen de vitiligo, psoriasis o alopecia… necesitan ayuda facultativa. Desde la antigüedad quienes tenían problemas en la piel eran estigmatizados. Se
creía que eran contagiosas todas estas
enfermedades que ahora sabemos que
no lo son. Hasta se apartaban a los pacientes para evitar contagio y se les obligaba a vestir con determinado color para distinguirlos».
Isabel señala que en Cuba, como resultado del nivel cultural que posee la
media de la ciudadanía, estos enfermos son tratados de manera digna y
con respeto, pero existen países donde
hasta pierden sus empleos, si tienen
que atender directamente al público. No
obstante, precisa que quienes padecen
de la piel se descompensan de manera
individual.
«El estrés los conduce a la enferme-
dad muchas veces, pero luego esta los
lleva constantemente al estrés. Es un
ciclo vicioso en el que se empantanan
y precisan de herramientas para romperlo».
Añade que un 85 por ciento de quienes
se atienden en esta institución, perteneciente al Polo Científico del oeste de
la capital, logra curarse con los medicamentos obtenidos a partir de la placenta humana, y las técnicas de relajación, psicoterapia, sincronizador cerebral
y otros métodos.
HISTORIAS EPIDÉRMICAS, PERO
PROFUNDAS
Disímiles historias conmovedoras contaron pacientes y sus familiares en relación con las enfermedades que atacan
la piel. Una joven aquejada de vitiligo
refirió que su hijo, de seis años de edad,
no quiere que ella lo acompañe a la escuela, para evitar las burlas de sus compañeros.
Otra muchacha víctima de esta enfermedad, prevaleciente en el uno por ciento de la población mundial, estima que
Alejandro Álvarez Roguer antes (a la izquierda) y después de ser tratado con
Melagenina Plus.
Fotos: Internet
los piropos que le declaran son sumamente agresivos. Le recuerdan a cada rato
las manchas involuntarias que marcan
su rostro y otros lugares ocultos por la
ropa.
«El vitiligo, la psoriasis, la alopecia y
otras enfermedades de la piel no matan, pero hacen pobrísima la calidad de
vida de quienes la padecemos», manifiesta Alejandro Álvarez Roguer, quien
asiste a consulta en el Centro de Histoterapia Placentaria junto a su esposa, a
la cual conoció en su batallar por la repigmentación, y que como él padece de
vitiligo.
Para ambos este lugar les acrecentó
la autoestima, perdida desde que enfermaron hace más de 20 años. Él tenía
toda la cara invadida por manchas blancas y ahora con el tratamiento con la
Melagenina Plus y la ayuda psicológica,
que ofrecen en el mismo centro, solo un
tercio está pendiente de cura.
Mabel Granado Rodríguez, la esposa
de Alejandro, recomienda que quienes
se noten la primera mancha acudan
pronto al médico, pues así será más
fácil salir de este padecimiento. Da gracias al doctor Carlos Miyares Cao por
haber descubierto las propiedades regenerativas de la pigmentación de la piel
que posee la placenta humana.
«Gracias a este centro, especialmente a los doctores Miyares Cao y Larrondo,
renacieron mis motivaciones para salir a
la calle. Las personas que como yo tienen este padecimiento sufren de ostracismo y a la vez que uno se esconde de
la humanidad casi pierde la condición
de ser social», asevera Mabel, quien advierte que debe haber sincronización y
estabilidad en la producción, distribución y comercialización de los medicamentos requeridos por los pacientes con
dolencias en la piel, para que los tratamientos indicados en el Centro de Histoterapia Placentaria sean verdaderamente factibles.
HISTORIA DE UN DESCUBRIMIENTO
El vitiligo es una enfermedad de la
piel de causa desconocida; se sabe que
existe una predisposición familiar y que
tiene una estrecha relación con las enfermedades autoinmunes y el estado
emocional.
Se distingue por una alteración de la
pigmentación que se caracteriza por la
pérdida del color de la piel, pelos o mucosas. Puede aparecer en cualquier edad.
Para bien de los pacientes de esta
enfermedad en Cuba y el mundo, en la
década de los años 70 el doctor Carlos
Miyares Cao, director general del Centro
de Histoterapia Placentaria desde que esta institución se fundó en 1986, descubrió una sustancia con actividad estimulante de la pigmentación de la piel.
Este hombre, declarado Héroe del
Trabajo de la República de Cuba en
1992, en la década de los 70 cumplía
misiones como médico y profesor de la
Cátedra de Farmacología de la Facultad
de Medicina de la Universidad de La
Habana.
Mientras buscaba sustancias responsables de provocar el aumento de los
partos prematuros que en aquel entonces ocurrían en la Isla, encuentra de
manera casual en la placenta humana
una sustancia estimulante de la pigmentación de la piel.
Convencido de lo beneficioso que era
aquel desecho natural para devolver el
color a la piel, demostró su tesis con
elegancia y alto nivel científico. Solo así
derribó posiciones escépticas de quienes devaluaron su propuesta.
La utilización exitosa en nuestro país
de dicha sustancia en el tratamiento del
vitiligo borró las dudas y contribuyó a
que entre los años 1980 y 1982 se suspendieran las exportaciones de placenta a Francia; se iniciara en la Industria
Farmacéutica nacional la producción del
nuevo medicamento llamado Melagenina, y se distribuyera este en las farmacias por prescripción facultativa.
En 1985 el Comandante en Jefe
Fidel Castro indica hacer un laboratorio
para el estudio integral de la placenta
humana y buscar nuevas sustancias
que pudieran contribuir a la salud.
Desde entonces ha sido tan intensa
la labor de Miyares Cao como investigador titular que ha dirigido alrededor
de un centenar de trabajos investigativos, y con su participación directa la institución que encabeza ha creado más de
20 productos derivados de la placenta
humana.
Su patente Procedimiento y producto
para estimular la síntesis de pigmento
melánico en la piel, está registrada en
Cuba, Japón, India, Hungría, Inglaterra,
Rusia, Alemania, Estados Unidos, Francia y Suecia.
MELAGENINA PLUS
La Melagenina obtenida en aquellos
años aumentó sus cualidades curativas, cuando las investigaciones demostraron que si se le añadía cloruro de calcio se potenciaban sus efectos. Surge
de esta manera la conocida Melagenina
Plus, la cual en su fase de ensayo clínico, en una muestra de 200 pacientes,
repigmentó al 86 por ciento de los enfermos en menor tiempo que su antecesora.
La inocuidad del tratamiento con Melagenina Plus permite su empleo tanto
en niños como en adultos, incluidas personas de avanzada edad.
Motivados por los tratamientos con
productos derivados de la placenta humana, a este centro, reconocido como
pionero en el turismo de salud, acuden
mensualmente entre 80 y 100 pacientes de diversos países, además de cerca de 500 cubanos procedentes de todo
el país.
«El servicio a pacientes extranjeros
comenzó en 1985, cuando el doctor
Miyares Cao comenzó a atender enfermos de vitiligo en la Clínica Central Cira
García, en la capital. En ese momento
acudían necesitados de cura procedentes de países cercanos a Cuba, sobre
todo de México, Venezuela y Colombia.
Ahora vienen de más de 142 naciones»,
explica el doctor Ernesto Miyares Díaz,
subdirector de Servicios Médicos del
Centro.
Recuerda que en 1986, como consecuencia de la repercusión internacional originada por el nuevo método cubano del tratamiento del vitiligo a partir
de la Melagenina, el Consejo de Estado
fundó el Centro de Histoterapia Placentaria.
En 1987 fue necesario establecer el
servicio clínico nacional e internacional
debido al incremento en el número de
pacientes de vitiligo que solicitaban
atención médica. Mensualmente, señala Miyares Díaz, acudían cerca de un
centenar de personas provenientes de
más de 90 países y se les brindaba
cobertura a los pacientes de toda la Isla.
«De 1988 a 1991 comenzamos a
establecer centros para la atención a
estos enfermos en distintos países como España, Brasil, Argentina, Ucrania y
Nigeria, entre otros, e iniciamos la exportación de la Melagenina. Personal médico de esos lugares recibía curso de posgrado, para lograr que la aplicación del
método alcanzara la misma efectividad
que en Cuba», precisa.
En esa etapa, según Miyares Díaz, se
fundaron 30 asociaciones de pacientes
aquejados por el vitiligo, integradas por
solicitantes de la Melagenina en sus
países.
Entre los años 1992 a 1994 ascendió tanto la demanda de este producto,
dentro y fuera de la Isla, que la dirección
del país valoró la necesidad de construir
una planta para obtenerlo a gran escala.
En ese entonces también se incrementó la gama de medicamentos y cosméticos procedentes del tejido placentario, gracias a las investigaciones del
Centro de Histoterapia. Se dieron a conocer medicamentos para otras patologías y una línea de cosméticos de gran
eficiencia para retardar el proceso de
envejecimiento celular.
Un modo
de servir a muchos
ANTES de que se construyera la planta de derivados placentarios, en el
municipio capitalino de La Lisa, productos como la Melagenina, la Loción
piloactiva y el Champú de placenta se
elaboraban en instalaciones de la
industria médico-farmaceútica. Había
un distanciamiento entre las unidades de elaboración, las de envase y el
control de la calidad, que dificultaba
el incremento de la producción.
En cambio, la Coriordemina y los
cosméticos se elaboraban en la misma área de investigaciones del Centro
de Histoterapia, pero con escasa
capacidad productiva.
En estos momentos la planta se
encuentra en proceso de mantenimiento. Aunque sus volúmenes productivos están limitados por diferentes
factores, no ha dejado de tributar fundamentalmente Champú de placenta
y Melagenina Plus.
Sin embargo, una de las deficiencias que más limita la obtención de
productos derivados de la placenta
humana actualmente, son las dificultades con el parque de vehículos
refrigerados para recoger las placentas en todo el país.
De los tres camiones con
que se contaba solo queda
uno, en muy mal estado técnico.
El doctor Ernesto Miyares Díaz
confía en que el proceso inversionista del presente año en la
Planta de Derivados de la Placenta contribuya a impulsar los niveles
productivos. Para no afectar la elaboración de los medicamentos más
imprescindibles han detenido la
obtención de cosméticos.
En estos 25 años de labor, estima
que han consolidado la misión para la
cual se creó la entidad, y le confiere
mucha importancia a que el área de
investigaciones trabaje en el perfeccionamiento de los productos ya existentes.
«Sin que los medicamentos pierdan su potencial curativo, estamos
luchando para hacer más productos
con menos materia prima».
Al preguntarle si en estos 25 años
el Centro ha cumplido su compromiso
Doctor Ernesto Miyares Díaz.
plenamente, Miyares Díaz considera
que la institución aún es joven y tiene
reservas para continuar dando mejor
servicio en pos de la ciencia y la salud de Cuba y del mundo.
«Estamos satisfechos por haber
trabajado en la investigación, obtención y aplicación de una gama amplia
de productos curativos. Seguiremos
mejorando y explorando todo el reservorio de propiedades de la placenta
humana. Pensamos que todavía existen subproductos placentarios que
en un futuro no muy lejano tendrán
utilidad».
Ernesto Miyares Díaz, al pasar revista a este cuarto de siglo del Centro de Histoterapia Placentaria, alude
a los sueños de su padre, el doctor
Miyares Cao, fundador y director de la
institución: «El viejo siempre quiso
hacer algo que sirviera a la humanidad. La vida, casi al azar, le dio la
oportunidad de encontrar un modo
de servir a muchos».
Científicos admirables
Ícono de la Urología mundial
Algunos creen que Joaquín Albarrán era francés o español. En verdad fue un eminente médico cubano
que incursionó principalmente en el campo de la Urología. Célebre científico, nominado
al premio Nobel de Medicina en el mismo año de su muerte, supo defender y mantener
con orgullo el haber nacido en nuestra Isla
por JULIO CÉSAR HERNÁNDEZ*
CUANDO se hable o escriba responsablemente sobre el desarrollo de la Urología, será imposible soslayar el nombre
de Joaquín Albarrán (Sagua la Grande,
Villa Clara, Cuba, 9 de mayo de 1860París, Francia, 17 de enero de 1912),
uno de nuestros más famosos médicos, considerado por sus contribuciones
como el más completo de los urólogos
modernos, y apreciado como un símbolo para todas las generaciones dedicadas a la especialidad.
Es apasionante la historia de este
hijo de la Isla, fruto de un matrimonio
constituido por Don Pedro Albarrán y de
la Calle, natural de Cádiz, España, y Micaela Domínguez, nacida en Matanzas.
La familia gozaba de una buena posición económica, pero no fue algo que
Joaquín Albarrán disfrutara por mucho
tiempo, pues muy temprano quedó huérfano junto a sus cinco hermanos.
Gracias a la tutela de su padrino, el
doctor Joaquín Fábregas, el niño fue
enviado a La Habana, donde recibió educación desde los nueve años, en el colegio de Belén. Y el 20 de junio de 1872,
también por recomendación de su tutor,
fue enviado a Barcelona junto con su
hermano Pedro, donde continuó los
estudios de bachiller.
Posiblemente el suceso que conllevó
a ese viaje a través del Atlántico haya
sido el crimen perpetrado por las autoridades españolas en Cuba al fusilar a
ocho estudiantes de Medicina en La
Habana, el 27 de noviembre de 1871.
Muchas familias de la época, por el
temor de perder a sus hijos, decidieron
enviarlos a estudiar lejos del convulso
ambiente que estremecía al país. Y el
destino solía ser España, pues un mandato real de la metrópoli prohibía a la
juventud criolla emigrar a Francia o a los
Estados Unidos para realizar estudios.
En aquel tiempo estos últimos países
eran vistos como escenarios donde proliferaban las ideas independentistas.
Pero hay caminos que parecen estar
prefigurados, y como tales se dan, a
pesar de todas las precauciones y previsiones que intentan desdibujarlos.
Cuando el joven Albarrán llegó a Barcelona se involucró, a través de una logia
masónica, en el apoyo a la causa independentista cubana. Y lo hizo aportando
fondos para esa lucha.
VOCACIÓN INTENSA
Albarrán tenía 17 años cuando alcanzó el título de Licenciado en Medicina.
Con solo 13 había comenzado los estudios
preparatorios con vistas a ingresar en la
Facultad de Medicina, donde descolló como alumno aventajado y se ganó el cariño y la protección de maestros famosos.
Siendo licenciado se trasladó a
Madrid para alcanzar el grado de Doctor,
meta cumplida en noviembre de 1878,
con las más altas notas. La tesis de grado que presentó se titulaba Contagio de
la tisis. Fue ese su primer trabajo importante como escritor científico.
Graduado de Doctor en Medicina con
solo 18 años, Albarrán resultaba demasiado joven para ejercer la profesión en
Cuba. La Constitución vigente le prohibía ejercer sus conocimientos. Por eso,
antes de regresar a la patria, el galeno
decidió marchar a Francia con el fin de
ampliar sus conocimientos. El prestigio
de la enseñanza médica en la Facultad
de París le atraía con fuerza.
Durante el viaje aconteció algo que
marcó la vida del graduado, al punto de
hacerle tomar la determinación de reiniciar la carrera como si nunca antes
hubiera estudiado Medicina. El vagón
en el cual viajaba sufrió un accidente y
se descarriló. Había heridos y la conmoción entre los pasajeros era total.
Un empleado del tren preguntaba a gritos si había algún médico para asistir a
los necesitados. El joven no supo reaccionar.
Avergonzado por tal actitud se prometió en ese instante no recordar que
se había graduado como médico, y decidió empezar, desde cero, los estudios
en París. Eso le permitió adentrarse en
los laboratorios del colegio de Francia,
donde el célebre profesor Louis Antoine
Ranvier, impresionado por su talento, le
ofreció facilidades de todo tipo para
investigar. Albarrán pudo acudir, además, al laboratorio de Louis Pasteur
para estudiar bacteriología.
Cuando el profesor Ranvier supo en
1883 (año de graduación del alumno
cubano) que Albarrán deseaba regresar a Cuba, puso todo su empeño
en que desistiera. Para lograrlo
mostró al muchacho las perspectivas que podrían abrírsele
en Francia para su carrera científica, al tiempo de advertirle
sobre un sombrío futuro en la Isla.
Le aseguraba también que desde
París podía crecerse como científico y
ayudar a sus compatriotas.
El joven aceptó quedarse y prosiguió
una carrera que estuvo marcada por
numerosos triunfos. Trabajó y estudió
infatigablemente en las cátedras de
reputados profesores, como el célebre
bacteriólogo Pasteur, o el gran Guyon,
maestro de fama universal y fundador de
la cátedra de las vías urinarias, conocido
como el «padre de la Urología francesa».
El talentoso cubano fue el primer
cirujano en Francia que realizó un tipo de
operación (la prostatectomía perineal)
para el tratamiento del cáncer prostático. Está reconocido como el inventor de
un instrumento conocido como uña de
Albarrán; y en el escenario clínico realizó
relevantes aportes. Ganó tres veces el
Premio Goddard, de la Academia Francesa de Medicina. En 1908 dirigió el Primer Congreso Internacional de Urología.
Solo 51 años tenía el excepcional clínico, urólogo, histólogo y bacteriólogo
cuando falleció en París el 17 de enero
de 1912, como consecuencia de una
tuberculosis. Había contraído la enfermedad en el Hospital Necker al terminar
una nefrectomía (operación para quitar
el riñón) a un paciente joven que padecía de tuberculosis renal.
Accidentalmente, un escalpelo contaminado se había deslizado más allá del
pretendido objetivo y provocó una
pequeña incisión en la mano del afamado médico, diabético desde hacía
algún tiempo, quien 20 días después
del suceso encontró la muerte. El mismo año de su fallecimiento, Albarrán
había sido nominado para el Premio
Nobel de Medicina.
CUBA EN LAS RAÍCES
Haber pasado casi todos los años de
su existencia en otro país, no desligó a
Joaquín Albarrán de su tierra natal. Visitó la Isla en dos ocasiones. Durante la
primera, que tuvo lugar en 1885, cuando tenía 25 años de edad, recibió varios
honores y discursos que personalidades de la época le prodigaron. En algún
momento, sobrecogido por los elogios,
expresó: «Las canas aplaudiendo a un
imberbe son un bálsamo a mi corazón y
un estímulo a mi inteligencia».
La segunda visita fue en 1890. Albarrán, a sus 30 años, volvió a disfrutar de
un acogedor recibimiento. En Sagua la
Grande, su ciudad natal, lo enaltecieron
con la distinción de Hijo predilecto. En el
banquete que sus colegas le ofrecieron
levantó la copa para decir: «Brindo, señores, porque se le den a Cuba los elementos que le faltan para su completo desarrollo científico y por el porvenir de la ciencia, que tendrá consigo el porvenir moral
y material de la tierra en que nacimos».
Albarrán era amante de su patria. Si
alguien ofendía de palabra a Cuba, o
menospreciaba a algún cubano valioso,
estaba él presto para la defensa. Así
ocurrió con cierto señor que pretendió
mancillar la fama y gloria bien ganada
del sabio cubano Carlos J. Finlay, a
quien le querían arrebatar el mérito de
haber descubierto el agente transmisor
de la fiebre amarilla. Entonces salió en
defensa de su compatriota y afrontó al
señor con esta expresión: «¡Atrás, nada
contra Cuba, nada contra los cubanos!».
En cuanto a su ciudadanía francesa, el joven médico declaró a un semanario en 1890, como para despejar
toda duda acerca de sus más profundas raíces: «Si los azares de la vida
me han hecho adoptar por patria a la
gran nación francesa, nunca olvido
que soy cubano y siempre tenderán
mis esfuerzos a hacerme digno de la
patria en que nací».
Fuentes bibliográficas:
Kaufman A. Joaquín María Albarrán
(1860-1912). Gac.Méd. Caracas 2006;
114:339-41.
Ortega Rodríguez D. Valores humanos
y cubanía del Dr. Joaquín Albarrán. [mo nografía en Internet]. Sitio de Urología en
Infomed [acceso 1ro. de marzo de 2011].
Disponible en: http://www.sld.cu/gale rias/pdf/sitios/urologia/albarrandaima relis.pdf
Caraballo Lussón D. Joaquín Albarrán
Domínguez. Orgullo de la medicina uni versal. Trabajadores. 17 de enero 2003.
García Blanco R. Joaquín Albarrán, glo ria de la medicina. Granma. 26 de mayo
de 2005; Ciencia y tecnología.
* Doctor en Ciencias Médicas, especia lista de Segundo grado en Medicina Interna, Profesor Titular de la Universidad de
Ciencias Médicas de La Habana e Investi gador auxiliar.
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