Cursor del 2011 Suplemento Científico Técnico de Juventud Rebelde grupo de investigadores de la UniU nversidad Agrícola de China crearon 162 Domingo 10 de abril de 2011. «Año 53 de la Revolución» «LAS personas tienen que aprender a prepararse para eventos como los que últimamente estamos viendo que ocurren en el mundo. La prevención es una responsabilidad que comienza con el Estado, pero termina en la persona, que si no está informada puede tomar una decisión incorrecta y ponerse en peligro. En cualquier parte de nuestro país puede ocurrir un terremoto». La consideración la sostiene el Doctor Manuel Iturralde Vinent, presidente de la Sociedad Cubana de Geólogos, quien parte de la tesis de que en el país hay un por ciento grande de ocurrencia de huracanes, pero existen otros fenómenos que pueden golpearlo. Los terremotos, aunque no son la mayor preocupación de los cubanos, sí constituyen una amenaza que se debe atender, debido a los daños que pueden originar. Durante uno de los recesos de la IV Convención Internacional de Ciencias de la Tierra, que concluyó esta semana en La Habana, el científico confirmó a este diario que en el Archipiélago existe un sistema de detección de sismos que nos informa inmediatamente cuando ocurre uno, pero agregó que si las personas no están preparadas antes, muy poco vale saber que el sismo está ocurriendo. «Lo fundamental es la prevención y para eso nosotros tenemos bibliografía. La Defensa Civil también tiene materiales publicados sobre el tema, al igual que el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba», sostuvo. Explicó que el libro Geología de Cuba para todos tiene un capítulo dedicado a los terremotos y los tsunamis, y la Cruz Roja también cuenta con documentación sobre estos eventos. Es sumamente importante facilitarle a la población el acceso a esos materiales, para prepararla ante estas catástrofes. «No hay lugares exentos de estos fenómenos. Lo que sucede es que son más frecuentes en la parte oriental de Cuba, pero eso no quiere decir que se excluyan otras zonas de esa amenaza. Han ocurrido sismos en Remedios, Caibarién, Esmeralda, Jagüey Grande, Pinar del Río… «En 1880 hubo uno bastante devastador que afectó a Bahía Honda y Cabañas; algunos expertos señalan que fue de magnitud 8 en la escala de Richter. Este sismo se sintió en La Habana, en Florida y en Yucatán. Fue muy fuerte, y posiblemente el epicentro estaba situado al suroeste de Artemisa, en el mar. «El año pasado se reportó un evento sismológico en esa zona, que por suerte no generó problemas, porque fue de poca magnitud. «Para enfrentar estos eventos las personas pueden comportarse de manera más ecuánime si tienen mayores conocimientos. Nuestra organización adquirió unos materiales muy explicativos para que se incorporen a los programas de estudio de la Universidad. También donamos libros a la escuela de vacas genéticamente modificadas capaces de producir leche con propiedades similares a la humana. Los científicos introdujeron genes humanos en el ADN de varias vacas y desarrollaron embriones que posteriormente implantaron en otras vacas. De esta forma desarrollaron especies transgénicas que producen leche que contiene lysozyme, una proteína que ayuda a proteger a los bebés de infecciones durante los primeros meses de nacidos. Los investigadores consideran que esta leche constituye una alternativa viable a la materna y que en diez años podría estar lista para el consumo humano. deinococcus, un microorganismo E lcapaz de resistir la radiación que se Los terremotos constituyen uno de los fenómenos más catastróficos que azotan el mundo. Foto: Internet La Tierra nos puede dar un susto Cuba tiene un alto índice de impacto de huracanes, pero hay otros fenómenos, como los terremotos, que pueden golpearla. Aunque el Archipiélago tiene un sistema preventivo altamente prestigioso, los especialistas insisten en incentivar la labor de información y educación Geofísica de la Universidad de La Habana, y les dimos copia digital a las universidades de Pinar del Río y Moa. «Pusimos esos contenidos en manos de los arquitectos para que la concepción de construir no obvie las peculiaridades de nuestro país. Hacemos todo lo posible para que los materiales lleguen a las comunidades, pero ese es un proceso infinito. «No podemos estar satisfechos, pues la instrucción nunca es suficiente cuado se trata de preservar vidas. Siempre aparecen grupos de jóvenes a los que, si no se les explica otra vez, se quedan sin el conocimiento. «Cuba es un país excepcional en el trabajo preventivo, desde el Estado hasta las organizaciones. Hay países donde esa labor falla, por eso estamos colaborando con ellos, prin- cipalmente con naciones de Centroamérica. Allí hay terremotos, peligro de tsunamis, erupciones volcánicas y deslizamientos de terrenos asociados a las lluvias y también a los terremotos. «La Sociedad Cubana de Geólogos es muy activa; realiza constantemente investigaciones para tener una base científica sólida y poder servir verdaderamente al pueblo. Nuestras pesquisas muchas veces parten del conocimiento popular. Debemos conocer cómo funciona la tierra en cada territorio, y para ello el Instituto de Geología y Paleontología, y otras entidades, actualizan sus conocimientos, los cuales nos permiten interpretar mejor el país y saber qué eventos pueden afectarnos», concluyó el Doctor. (Abdul Nasser Thabet) emite durante los desastres nucleares, fue el descubrimiento más importante del Instituto Antártico Chileno (INACH), en su más reciente expedición científica al «continente blanco». La investigadora Jenny Blamey, de la Universidad de Georgia, precisó la trascendencia del hallazgo al explicar que el microorganismo es capaz de resistir cinco mil veces más radiación que cualquier otro, sin sufrir mutaciones. Bacilos que habitan en ambientes extremos, microorganismos que viven sin luz, bacterias que podrían mejorar la producción de antibióticos y fósiles que iluminan el «pasado verde» de la Antártida, fueron algunos de los nuevos descubrimientos del conjunto multinacional de especialistas que participaron en la expedición. equipo de la Universidad de DalU nhousie en Halifax, Canadá, descubrió que un alga verde vive dentro de pequeños embriones de salamandra. Este es el primer caso documentado de una planta que vive en asociación, o simbiosis, con un vertebrado. Y para colmar aún más todas las tesis científicas acerca de la herencia genética, los investigadores sostienen que las salamandras podrían heredar el alga de sus padres. «Se encontró ADN de las algas en los órganos reproductivos de las salamandras adultas, por lo que parece posible que el alga se herede», aseveró Ryan Kerney, Doctor de la Universidad de Dalhousie y jefe de la investigación. Ya se sabía que las algas verdes vivían dentro de los huevos de esta especie —la salamandra común (ambystoma maculatum)—, muy corriente en América del Norte. Pero no se tenía idea de que también vivieran en su interior. Al observarse las salamandras bajo un microscopio fluorescente, los científicos pudieron ver «brillar» los pigmentos de las algas, al ser iluminados con la luz de cierta longitud de onda. Fuente: BBC Frase célebre: Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica, yo sugerí la mejor de todas: la paz. Albert Einstein Pigmentos de ciencia y alma El Centro de Histoterapia Placentaria es una institución de prestigio internacional que llega a sus 25 años. Productos como la Melagenina Plus, la Coriodermina y la Pilotrofina, entre otros, llenan de esperanza a quienes padecen de enfermedades como el vitiligo, la psoriasis o la alopecia por MARIANELA MARTÍN GONZÁLEZ fotos ROBERTO MOREJÓN GUERRA [email protected] Edición: MARIANELA MARTÍN Diseño: MERCEDES MUÑOZ RUIZ Corrección: EQUIPO DE CORRECTORES REILYS Díaz González asiste a la escuela diariamente sin indecisiones gracias a la atención de especialistas del Centro de Histoterapia Placentaria. El niño de nueve años dejó atrás los complejos provocados por una caprichosa enfermedad que lo convertía en blanco de las miradas curiosas de sus compañeros. Desde hace cuatro años un equipo multidisciplinario, del que forman parte un dermatólogo y una psiquiatra, mantiene controlada la alopecia que Reilys padece desde muy pequeño. Con técnicas nobles para el organismo, basadas en principios naturales, han ganado la batalla a esta enfermedad dermatológica que deteriora la vitalidad de los cabellos. Especialmente los doctores Isabel Caraballo y Rubén Larrondo influyen en la mejoría de este camagüeyano, pero a juzgar por el criterio de los médicos que lo asisten, el apoyo familiar refuerza la recuperación, pues se sigue con mucho rigor cada recomendación facultativa, especialmente la aplicación de la loción piloactiva, elaborada a partir de un factor pilotrófico placentario humano que regula el funcionamiento de las glándulas sebáceas. «Mi primer contacto con el Centro de Histoterapia fue mediante el teléfono con Martica Caraballo, la recepcionista. Ella me explicó todo de manera tan detallada que cuando vine no hubo ni un solo inconveniente para comenzar a atender al niño», refiere Esther González, madre de Reilys. Recuerda que en la primera consulta la psiquiatra Isabel examinó al pequeño con detenimiento. Lo trató con tanto cariño que rápidamente ganó su confianza. Hoy, según la madre, es frecuente oírlo hablar con sus amigos de Chabela, como llaman a la psiquiatra sus pacientes. «Es muy importante vivir en familia, en término psicológico. El apoyo, la seguridad, la atención constante son herramientas para ganarles la pelea a las enfermedades; y eso que a veces demora años», explica Isabel. Recalca que la curación radica no solo en la eficacia e inocuidad de los productos provenientes de la labor investigativa del centro, sino en la disciplina con el horario para aplicarlos, y otros parámetros que determinan en la calidad de vida de los enfermos. «Padecer de la piel es un lastre muy difícil de sobrellevar solos. Por eso quienes padecen de vitiligo, psoriasis o alopecia… necesitan ayuda facultativa. Desde la antigüedad quienes tenían problemas en la piel eran estigmatizados. Se creía que eran contagiosas todas estas enfermedades que ahora sabemos que no lo son. Hasta se apartaban a los pacientes para evitar contagio y se les obligaba a vestir con determinado color para distinguirlos». Isabel señala que en Cuba, como resultado del nivel cultural que posee la media de la ciudadanía, estos enfermos son tratados de manera digna y con respeto, pero existen países donde hasta pierden sus empleos, si tienen que atender directamente al público. No obstante, precisa que quienes padecen de la piel se descompensan de manera individual. «El estrés los conduce a la enferme- dad muchas veces, pero luego esta los lleva constantemente al estrés. Es un ciclo vicioso en el que se empantanan y precisan de herramientas para romperlo». Añade que un 85 por ciento de quienes se atienden en esta institución, perteneciente al Polo Científico del oeste de la capital, logra curarse con los medicamentos obtenidos a partir de la placenta humana, y las técnicas de relajación, psicoterapia, sincronizador cerebral y otros métodos. HISTORIAS EPIDÉRMICAS, PERO PROFUNDAS Disímiles historias conmovedoras contaron pacientes y sus familiares en relación con las enfermedades que atacan la piel. Una joven aquejada de vitiligo refirió que su hijo, de seis años de edad, no quiere que ella lo acompañe a la escuela, para evitar las burlas de sus compañeros. Otra muchacha víctima de esta enfermedad, prevaleciente en el uno por ciento de la población mundial, estima que Alejandro Álvarez Roguer antes (a la izquierda) y después de ser tratado con Melagenina Plus. Fotos: Internet los piropos que le declaran son sumamente agresivos. Le recuerdan a cada rato las manchas involuntarias que marcan su rostro y otros lugares ocultos por la ropa. «El vitiligo, la psoriasis, la alopecia y otras enfermedades de la piel no matan, pero hacen pobrísima la calidad de vida de quienes la padecemos», manifiesta Alejandro Álvarez Roguer, quien asiste a consulta en el Centro de Histoterapia Placentaria junto a su esposa, a la cual conoció en su batallar por la repigmentación, y que como él padece de vitiligo. Para ambos este lugar les acrecentó la autoestima, perdida desde que enfermaron hace más de 20 años. Él tenía toda la cara invadida por manchas blancas y ahora con el tratamiento con la Melagenina Plus y la ayuda psicológica, que ofrecen en el mismo centro, solo un tercio está pendiente de cura. Mabel Granado Rodríguez, la esposa de Alejandro, recomienda que quienes se noten la primera mancha acudan pronto al médico, pues así será más fácil salir de este padecimiento. Da gracias al doctor Carlos Miyares Cao por haber descubierto las propiedades regenerativas de la pigmentación de la piel que posee la placenta humana. «Gracias a este centro, especialmente a los doctores Miyares Cao y Larrondo, renacieron mis motivaciones para salir a la calle. Las personas que como yo tienen este padecimiento sufren de ostracismo y a la vez que uno se esconde de la humanidad casi pierde la condición de ser social», asevera Mabel, quien advierte que debe haber sincronización y estabilidad en la producción, distribución y comercialización de los medicamentos requeridos por los pacientes con dolencias en la piel, para que los tratamientos indicados en el Centro de Histoterapia Placentaria sean verdaderamente factibles. HISTORIA DE UN DESCUBRIMIENTO El vitiligo es una enfermedad de la piel de causa desconocida; se sabe que existe una predisposición familiar y que tiene una estrecha relación con las enfermedades autoinmunes y el estado emocional. Se distingue por una alteración de la pigmentación que se caracteriza por la pérdida del color de la piel, pelos o mucosas. Puede aparecer en cualquier edad. Para bien de los pacientes de esta enfermedad en Cuba y el mundo, en la década de los años 70 el doctor Carlos Miyares Cao, director general del Centro de Histoterapia Placentaria desde que esta institución se fundó en 1986, descubrió una sustancia con actividad estimulante de la pigmentación de la piel. Este hombre, declarado Héroe del Trabajo de la República de Cuba en 1992, en la década de los 70 cumplía misiones como médico y profesor de la Cátedra de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana. Mientras buscaba sustancias responsables de provocar el aumento de los partos prematuros que en aquel entonces ocurrían en la Isla, encuentra de manera casual en la placenta humana una sustancia estimulante de la pigmentación de la piel. Convencido de lo beneficioso que era aquel desecho natural para devolver el color a la piel, demostró su tesis con elegancia y alto nivel científico. Solo así derribó posiciones escépticas de quienes devaluaron su propuesta. La utilización exitosa en nuestro país de dicha sustancia en el tratamiento del vitiligo borró las dudas y contribuyó a que entre los años 1980 y 1982 se suspendieran las exportaciones de placenta a Francia; se iniciara en la Industria Farmacéutica nacional la producción del nuevo medicamento llamado Melagenina, y se distribuyera este en las farmacias por prescripción facultativa. En 1985 el Comandante en Jefe Fidel Castro indica hacer un laboratorio para el estudio integral de la placenta humana y buscar nuevas sustancias que pudieran contribuir a la salud. Desde entonces ha sido tan intensa la labor de Miyares Cao como investigador titular que ha dirigido alrededor de un centenar de trabajos investigativos, y con su participación directa la institución que encabeza ha creado más de 20 productos derivados de la placenta humana. Su patente Procedimiento y producto para estimular la síntesis de pigmento melánico en la piel, está registrada en Cuba, Japón, India, Hungría, Inglaterra, Rusia, Alemania, Estados Unidos, Francia y Suecia. MELAGENINA PLUS La Melagenina obtenida en aquellos años aumentó sus cualidades curativas, cuando las investigaciones demostraron que si se le añadía cloruro de calcio se potenciaban sus efectos. Surge de esta manera la conocida Melagenina Plus, la cual en su fase de ensayo clínico, en una muestra de 200 pacientes, repigmentó al 86 por ciento de los enfermos en menor tiempo que su antecesora. La inocuidad del tratamiento con Melagenina Plus permite su empleo tanto en niños como en adultos, incluidas personas de avanzada edad. Motivados por los tratamientos con productos derivados de la placenta humana, a este centro, reconocido como pionero en el turismo de salud, acuden mensualmente entre 80 y 100 pacientes de diversos países, además de cerca de 500 cubanos procedentes de todo el país. «El servicio a pacientes extranjeros comenzó en 1985, cuando el doctor Miyares Cao comenzó a atender enfermos de vitiligo en la Clínica Central Cira García, en la capital. En ese momento acudían necesitados de cura procedentes de países cercanos a Cuba, sobre todo de México, Venezuela y Colombia. Ahora vienen de más de 142 naciones», explica el doctor Ernesto Miyares Díaz, subdirector de Servicios Médicos del Centro. Recuerda que en 1986, como consecuencia de la repercusión internacional originada por el nuevo método cubano del tratamiento del vitiligo a partir de la Melagenina, el Consejo de Estado fundó el Centro de Histoterapia Placentaria. En 1987 fue necesario establecer el servicio clínico nacional e internacional debido al incremento en el número de pacientes de vitiligo que solicitaban atención médica. Mensualmente, señala Miyares Díaz, acudían cerca de un centenar de personas provenientes de más de 90 países y se les brindaba cobertura a los pacientes de toda la Isla. «De 1988 a 1991 comenzamos a establecer centros para la atención a estos enfermos en distintos países como España, Brasil, Argentina, Ucrania y Nigeria, entre otros, e iniciamos la exportación de la Melagenina. Personal médico de esos lugares recibía curso de posgrado, para lograr que la aplicación del método alcanzara la misma efectividad que en Cuba», precisa. En esa etapa, según Miyares Díaz, se fundaron 30 asociaciones de pacientes aquejados por el vitiligo, integradas por solicitantes de la Melagenina en sus países. Entre los años 1992 a 1994 ascendió tanto la demanda de este producto, dentro y fuera de la Isla, que la dirección del país valoró la necesidad de construir una planta para obtenerlo a gran escala. En ese entonces también se incrementó la gama de medicamentos y cosméticos procedentes del tejido placentario, gracias a las investigaciones del Centro de Histoterapia. Se dieron a conocer medicamentos para otras patologías y una línea de cosméticos de gran eficiencia para retardar el proceso de envejecimiento celular. Un modo de servir a muchos ANTES de que se construyera la planta de derivados placentarios, en el municipio capitalino de La Lisa, productos como la Melagenina, la Loción piloactiva y el Champú de placenta se elaboraban en instalaciones de la industria médico-farmaceútica. Había un distanciamiento entre las unidades de elaboración, las de envase y el control de la calidad, que dificultaba el incremento de la producción. En cambio, la Coriordemina y los cosméticos se elaboraban en la misma área de investigaciones del Centro de Histoterapia, pero con escasa capacidad productiva. En estos momentos la planta se encuentra en proceso de mantenimiento. Aunque sus volúmenes productivos están limitados por diferentes factores, no ha dejado de tributar fundamentalmente Champú de placenta y Melagenina Plus. Sin embargo, una de las deficiencias que más limita la obtención de productos derivados de la placenta humana actualmente, son las dificultades con el parque de vehículos refrigerados para recoger las placentas en todo el país. De los tres camiones con que se contaba solo queda uno, en muy mal estado técnico. El doctor Ernesto Miyares Díaz confía en que el proceso inversionista del presente año en la Planta de Derivados de la Placenta contribuya a impulsar los niveles productivos. Para no afectar la elaboración de los medicamentos más imprescindibles han detenido la obtención de cosméticos. En estos 25 años de labor, estima que han consolidado la misión para la cual se creó la entidad, y le confiere mucha importancia a que el área de investigaciones trabaje en el perfeccionamiento de los productos ya existentes. «Sin que los medicamentos pierdan su potencial curativo, estamos luchando para hacer más productos con menos materia prima». Al preguntarle si en estos 25 años el Centro ha cumplido su compromiso Doctor Ernesto Miyares Díaz. plenamente, Miyares Díaz considera que la institución aún es joven y tiene reservas para continuar dando mejor servicio en pos de la ciencia y la salud de Cuba y del mundo. «Estamos satisfechos por haber trabajado en la investigación, obtención y aplicación de una gama amplia de productos curativos. Seguiremos mejorando y explorando todo el reservorio de propiedades de la placenta humana. Pensamos que todavía existen subproductos placentarios que en un futuro no muy lejano tendrán utilidad». Ernesto Miyares Díaz, al pasar revista a este cuarto de siglo del Centro de Histoterapia Placentaria, alude a los sueños de su padre, el doctor Miyares Cao, fundador y director de la institución: «El viejo siempre quiso hacer algo que sirviera a la humanidad. La vida, casi al azar, le dio la oportunidad de encontrar un modo de servir a muchos». Científicos admirables Ícono de la Urología mundial Algunos creen que Joaquín Albarrán era francés o español. En verdad fue un eminente médico cubano que incursionó principalmente en el campo de la Urología. Célebre científico, nominado al premio Nobel de Medicina en el mismo año de su muerte, supo defender y mantener con orgullo el haber nacido en nuestra Isla por JULIO CÉSAR HERNÁNDEZ* CUANDO se hable o escriba responsablemente sobre el desarrollo de la Urología, será imposible soslayar el nombre de Joaquín Albarrán (Sagua la Grande, Villa Clara, Cuba, 9 de mayo de 1860París, Francia, 17 de enero de 1912), uno de nuestros más famosos médicos, considerado por sus contribuciones como el más completo de los urólogos modernos, y apreciado como un símbolo para todas las generaciones dedicadas a la especialidad. Es apasionante la historia de este hijo de la Isla, fruto de un matrimonio constituido por Don Pedro Albarrán y de la Calle, natural de Cádiz, España, y Micaela Domínguez, nacida en Matanzas. La familia gozaba de una buena posición económica, pero no fue algo que Joaquín Albarrán disfrutara por mucho tiempo, pues muy temprano quedó huérfano junto a sus cinco hermanos. Gracias a la tutela de su padrino, el doctor Joaquín Fábregas, el niño fue enviado a La Habana, donde recibió educación desde los nueve años, en el colegio de Belén. Y el 20 de junio de 1872, también por recomendación de su tutor, fue enviado a Barcelona junto con su hermano Pedro, donde continuó los estudios de bachiller. Posiblemente el suceso que conllevó a ese viaje a través del Atlántico haya sido el crimen perpetrado por las autoridades españolas en Cuba al fusilar a ocho estudiantes de Medicina en La Habana, el 27 de noviembre de 1871. Muchas familias de la época, por el temor de perder a sus hijos, decidieron enviarlos a estudiar lejos del convulso ambiente que estremecía al país. Y el destino solía ser España, pues un mandato real de la metrópoli prohibía a la juventud criolla emigrar a Francia o a los Estados Unidos para realizar estudios. En aquel tiempo estos últimos países eran vistos como escenarios donde proliferaban las ideas independentistas. Pero hay caminos que parecen estar prefigurados, y como tales se dan, a pesar de todas las precauciones y previsiones que intentan desdibujarlos. Cuando el joven Albarrán llegó a Barcelona se involucró, a través de una logia masónica, en el apoyo a la causa independentista cubana. Y lo hizo aportando fondos para esa lucha. VOCACIÓN INTENSA Albarrán tenía 17 años cuando alcanzó el título de Licenciado en Medicina. Con solo 13 había comenzado los estudios preparatorios con vistas a ingresar en la Facultad de Medicina, donde descolló como alumno aventajado y se ganó el cariño y la protección de maestros famosos. Siendo licenciado se trasladó a Madrid para alcanzar el grado de Doctor, meta cumplida en noviembre de 1878, con las más altas notas. La tesis de grado que presentó se titulaba Contagio de la tisis. Fue ese su primer trabajo importante como escritor científico. Graduado de Doctor en Medicina con solo 18 años, Albarrán resultaba demasiado joven para ejercer la profesión en Cuba. La Constitución vigente le prohibía ejercer sus conocimientos. Por eso, antes de regresar a la patria, el galeno decidió marchar a Francia con el fin de ampliar sus conocimientos. El prestigio de la enseñanza médica en la Facultad de París le atraía con fuerza. Durante el viaje aconteció algo que marcó la vida del graduado, al punto de hacerle tomar la determinación de reiniciar la carrera como si nunca antes hubiera estudiado Medicina. El vagón en el cual viajaba sufrió un accidente y se descarriló. Había heridos y la conmoción entre los pasajeros era total. Un empleado del tren preguntaba a gritos si había algún médico para asistir a los necesitados. El joven no supo reaccionar. Avergonzado por tal actitud se prometió en ese instante no recordar que se había graduado como médico, y decidió empezar, desde cero, los estudios en París. Eso le permitió adentrarse en los laboratorios del colegio de Francia, donde el célebre profesor Louis Antoine Ranvier, impresionado por su talento, le ofreció facilidades de todo tipo para investigar. Albarrán pudo acudir, además, al laboratorio de Louis Pasteur para estudiar bacteriología. Cuando el profesor Ranvier supo en 1883 (año de graduación del alumno cubano) que Albarrán deseaba regresar a Cuba, puso todo su empeño en que desistiera. Para lograrlo mostró al muchacho las perspectivas que podrían abrírsele en Francia para su carrera científica, al tiempo de advertirle sobre un sombrío futuro en la Isla. Le aseguraba también que desde París podía crecerse como científico y ayudar a sus compatriotas. El joven aceptó quedarse y prosiguió una carrera que estuvo marcada por numerosos triunfos. Trabajó y estudió infatigablemente en las cátedras de reputados profesores, como el célebre bacteriólogo Pasteur, o el gran Guyon, maestro de fama universal y fundador de la cátedra de las vías urinarias, conocido como el «padre de la Urología francesa». El talentoso cubano fue el primer cirujano en Francia que realizó un tipo de operación (la prostatectomía perineal) para el tratamiento del cáncer prostático. Está reconocido como el inventor de un instrumento conocido como uña de Albarrán; y en el escenario clínico realizó relevantes aportes. Ganó tres veces el Premio Goddard, de la Academia Francesa de Medicina. En 1908 dirigió el Primer Congreso Internacional de Urología. Solo 51 años tenía el excepcional clínico, urólogo, histólogo y bacteriólogo cuando falleció en París el 17 de enero de 1912, como consecuencia de una tuberculosis. Había contraído la enfermedad en el Hospital Necker al terminar una nefrectomía (operación para quitar el riñón) a un paciente joven que padecía de tuberculosis renal. Accidentalmente, un escalpelo contaminado se había deslizado más allá del pretendido objetivo y provocó una pequeña incisión en la mano del afamado médico, diabético desde hacía algún tiempo, quien 20 días después del suceso encontró la muerte. El mismo año de su fallecimiento, Albarrán había sido nominado para el Premio Nobel de Medicina. CUBA EN LAS RAÍCES Haber pasado casi todos los años de su existencia en otro país, no desligó a Joaquín Albarrán de su tierra natal. Visitó la Isla en dos ocasiones. Durante la primera, que tuvo lugar en 1885, cuando tenía 25 años de edad, recibió varios honores y discursos que personalidades de la época le prodigaron. En algún momento, sobrecogido por los elogios, expresó: «Las canas aplaudiendo a un imberbe son un bálsamo a mi corazón y un estímulo a mi inteligencia». La segunda visita fue en 1890. Albarrán, a sus 30 años, volvió a disfrutar de un acogedor recibimiento. En Sagua la Grande, su ciudad natal, lo enaltecieron con la distinción de Hijo predilecto. En el banquete que sus colegas le ofrecieron levantó la copa para decir: «Brindo, señores, porque se le den a Cuba los elementos que le faltan para su completo desarrollo científico y por el porvenir de la ciencia, que tendrá consigo el porvenir moral y material de la tierra en que nacimos». Albarrán era amante de su patria. Si alguien ofendía de palabra a Cuba, o menospreciaba a algún cubano valioso, estaba él presto para la defensa. Así ocurrió con cierto señor que pretendió mancillar la fama y gloria bien ganada del sabio cubano Carlos J. Finlay, a quien le querían arrebatar el mérito de haber descubierto el agente transmisor de la fiebre amarilla. Entonces salió en defensa de su compatriota y afrontó al señor con esta expresión: «¡Atrás, nada contra Cuba, nada contra los cubanos!». En cuanto a su ciudadanía francesa, el joven médico declaró a un semanario en 1890, como para despejar toda duda acerca de sus más profundas raíces: «Si los azares de la vida me han hecho adoptar por patria a la gran nación francesa, nunca olvido que soy cubano y siempre tenderán mis esfuerzos a hacerme digno de la patria en que nací». Fuentes bibliográficas: Kaufman A. Joaquín María Albarrán (1860-1912). Gac.Méd. Caracas 2006; 114:339-41. Ortega Rodríguez D. Valores humanos y cubanía del Dr. Joaquín Albarrán. [mo nografía en Internet]. Sitio de Urología en Infomed [acceso 1ro. de marzo de 2011]. Disponible en: http://www.sld.cu/gale rias/pdf/sitios/urologia/albarrandaima relis.pdf Caraballo Lussón D. Joaquín Albarrán Domínguez. Orgullo de la medicina uni versal. Trabajadores. 17 de enero 2003. García Blanco R. Joaquín Albarrán, glo ria de la medicina. Granma. 26 de mayo de 2005; Ciencia y tecnología. * Doctor en Ciencias Médicas, especia lista de Segundo grado en Medicina Interna, Profesor Titular de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana e Investi gador auxiliar.