EDP-Sant.Trinidad-B-03jun2012

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ENCUENTRO Y DIÁLOGO CON LA PALABRA
Mt 28, 16-20: “Sabed que yo estoy con vosotros”
1. PREPARARSE PARA EL ENCUENTRO:
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3. ACOGIENDO LA PALABRA COMO DISCÍPULO:
Serenarme y abrir mis sentidos a la escucha
“Señor, aunque no te vea, incluso aunque no te sienta, creo
que estás conmigo…”
Petición: “ Concédeme, recibir en mi vida tu presencia
como Padre, Hijo y Espíritu Santo.., y el impulso para
anunciarte con valentía”
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Convocados para adorar y reconocer la presencia de
Dios. ¿Qué supone para mí la Trinidad?
La importancia de cuidar los momentos de escucha y
oración. Con el Espíritu Santo recibido, ¿qué ha de
ponerse en camino en mi vida?
2. TEXTO: Mt 28, 16-20
Los once discípulos fueron a Galilea, al
monte donde Jesús les había citado. Al
verlo, lo adoraron; ellos que habían dudado.
Jesús se acercó y se dirigió a ellos con
estas palabras:
-Dios me ha dado autoridad plena sobre
cielo y tierra. Poneos, pues, en camino,
haced discípulos a todos los pueblos y
bautizadlos para consagrarlos al Padre, al
Hijo y al Espíritu Santo, enseñándoles a poner por obra
todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el final de este mundo.
Recoge lo más significativo de este momento como petición o acción de gracias:
4. ANUNCIANDO LA PALABRA COMO APÓSTOL:
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La promesa de ser acompañados por el Señor nos
fortalece y nos anima para anunciarle
Toda la humanidad es destinataria del amor y el anuncio
del Señor.
Un propósito que llevar a la vida:
Santísima Trinidad (cicloB): 03 de junio 2012
Para cualquier cosa que necesites o desees compartir: [email protected]
ENCUENTRO Y DIÁLOGO CON LA PALABRA
Mt 28, 16-20: “Sabed que yo estoy con vosotros”
Mt 28, 16-20
Este domingo celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad. En ella somos
invitados a sumergirnos en el misterio de Dios
En muchos momentos, más o menos cotidianos, invocamos a la Santísima Trinidad:
cuando hacemos la señal de la cruz, o rezamos el gloria, o cuando al comienzo de la
Eucaristía recibimos el saludo trinitario: “…que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el
amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros”… Quizá en esta
semana pueden ser momentos que intentemos vivir más conscientes, de manera más
cuidada.
Como criaturas, como hijos de Dios, estamos hechos a su imagen y semejanza… esto
es, a imagen y semejanza de este Dios Trinidad que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Si esta
es la fuente o las manos de las que brotamos, es también el horizonte hacia el que camina y
tiende nuestra vida.
Lee el texto detenidamente, recreando con tu imaginación la escena que te
presenta. Mira a los discípulos, oye cómo estas palabras salen de los labios de Jesús…
Subraya las palabras que te resulten más significativas… guarda en tu corazón aquello a lo
que puedan invitarte….
Has recibido el Espíritu Santo… Por El, la vida de Dios habita en lo más profundo de
ti. En esta semana, déjate alcanzar y sorprender por este misterio… por esta manera en la
que Dios ama y se expresa.
ACOGIENDO LA PALABRA COMO DISCÍPULO:
1.- Sólo habiendo recibido el Espíritu Santo en nuestro interior, podemos acercarnos a
este misterio de fe que nos desborda, dejarnos conducir de la mano del mismo Dios. La
liturgia nos presenta para este día el final del Evangelio de Mateo. Es en el contexto del
envío de los discípulos a la misión, donde Jesús nombra a cada una de las personas de la
Trinidad. ¿Cómo resonarían en boca del mismo Jesús?
La iniciativa de este encuentro la tiene el Señor. Convoca a sus discípulos en Galilea, lugar
de la primera llamada y, una vez más, el monte se convierte en un lugar privilegiado donde
Dios tiene una palabra que forma un pueblo, ahora el nuevo pueblo: la Iglesia
Recibido el Espíritu, siéntete tú también invitado a esta cita, a este encuentro con el
Señor. Experiméntate convocado como Iglesia para adorar al Señor, a pesar de las dudas
del camino. La adoración es la actitud y la disposición del corazón con la que situarnos ante
el misterio del Dios Trinidad. La adoración supone reverencia, humildad, silencio,
reconocimiento, agradecimiento… Deja que aflore todo esto en ti en esta fiesta que
celebramos. ¿Qué supone para ti la Trinidad? ¿Qué significa haber sido bautizado en su
nombre?
2.- Durante toda su vida pública, el monte fue para Jesús un lugar especial donde se
retiraba a orar. El monte era el lugar para el silencio, la paz, la libertad... todo ello fruto de
la intimidad con el Padre. La misión de Jesús era fruto de la oración constante y la oración,
fuente y origen de su misión. Y para ello necesitaba de espacios tranquilos donde poder
encomendarse al Padre o devolverle a modo de acción de gracias lo vivido.
Para dejarte guiar por el Espíritu necesitas escucharlo. Ponerte en camino es también una
actitud hacia ti mismo, una invitación constante a dejar que en tu vida todo se renueve. Con
Santísima Trinidad (cicloB): 03 de junio 2012
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ENCUENTRO Y DIÁLOGO CON LA PALABRA
Mt 28, 16-20: “Sabed que yo estoy con vosotros”
el Espíritu Santo recibido, ¿qué ha de ponerse en camino, movilizarse, en tu vida? Intenta
buscar algún medio sencillo que pueda ayudarte a cuidar esos momentos de escucha y
oración, necesarios en la vida de todo aquel que se sabe discípulo del Señor.
ANUNCIANDO LA PALABRA COMO APÓSTOL
1.- El lugar donde se da este encuentro es Galilea, lugar no sólo de la primera llamada de
los discípulos, sino también allí donde el Señor había comenzado su vida pública. Es
precisamente aquí donde el Señor quiere pasarles el relevo, enviándoles a poner en práctica
todo lo que habían aprendido y experimentado. Para ello, quiere transmitirles a sus
discípulos la seguridad y confianza que necesitan: “Dios me ha dado autoridad plena...”
“Sabed que yo estoy con vosotros todos los días...”
Hemos celebrado la semana pasada Pentecostés. El Señor nos ha dejado su Espíritu para
que sea El quien guíe nuestros pasos. En estos momentos, ¿cuáles son las convicciones de
corazón que han quedado como poso en tu interior y te impulsan a ser testigo de Dios en
nuestro mundo? Pídele al Señor acoger esta promesa: que El te acompaña cada día allí
donde te envía, para darte seguridad y confianza en la tarea de anunciarle en medio del
mundo
2.- El aprendiz de apóstol es aquel que se experimenta urgido y enviado por el Señor a ser
prolongación de sus gestos y palabras allí donde está. Cuando Jesús pronuncia “todos los
pueblos” acogemos que la humanidad entera, sin exclusión alguna, es destinataria del amor y
del anuncio del Señor. Éste es el afán de Jesús, que alentados e impulsados por el Espíritu,
salgamos al encuentro de aquellos más alejados de la fe.
Ahora nos toca a nosotros responderle. Está en nuestra mano darle un “si” al Señor que nos
lleve, como Iglesia, a ponernos en continuo estado de misión. ¿Cómo vives la
corresponsabilidad dentro de la Iglesia ante el reto de la evangelización? Pídele al Padre, al
Hijo y al Espíritu recibido, que puedas experimentar el impulso y la fuerza para anunciar al
Señor con valentía en tus ámbitos de vida
Santísima Trinidad (cicloB): 03 de junio 2012
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