, * * « > » < • • • - " Periódico independiente -• A ñ o X VT.^llú I . ^ t l u m e r o 5.4116. PRECIOS DE SUSCmPClOíV K i a d r i d í un m e é . . . . ' . i.' I peseia. ProvincSas, i r i m e s t r e . . . 4,50 » La escala cerrada Siempre nos place que \oa periódicos de gran circulación se ocupen de los asuntos militares; porque, á despecho de los que lo niegan, ia Prensa ejerce gran Influenc a en la opinión. El Imparciai dedica ayer su primar artículo á la cuestión de las es:alus, al esclaraolmlento de si es mejor la escala cerrada ó la escala abierta en tiempo de guerra. Propónese, como casi todo el que de ello trata sin declararse decidido plenamente por uno ü otro sistema, estudiar el pro ó el contra para deducir del estudio lo que conviene. Pero por más esfuerzos de linparclalldad que quieran hacer, como la escala cerrada no cuenta con más argumento que el de '^ue se evitan las intrigas y favores con p( rjuiclo de tercero, todo el que comete la obra noble de investigar desapasionadamente el caso, en sus primeros pasos queda declarado por la escala abierta. Así acaece al articulista de El Imparciai. Los primeros jalones que planta v m derechamente á la escala abierta, que es sin duda la que más partidarios tiene. Y en efecto; si es combatida—consideramos que con razón—porque no se aplica bien, lo lógico seria y es que en vez de pensar en sustituirla por otro sistema reconocidamente malo, también se pensara en impedir lo que la hace ma'a: la aplicación defectuosa. ¿Que si hay medios? ¡Vaj a si los hay! Basta con que el Cuerpo de oficiales se lo proponga, amén de que aun se podrían reforzar los elementos de garantía de justicia en el Reglamento de recompensas. Tiéndase á esto ,y acaso se encuentre el medio de que hasta en tiempo de paz se pudiera dar á la elección algo con completa aquiescencia de todos. Ro?.pecto á que algunos han encontrada raro que el Importante diarlo se ocupe do esto ahora que no parece demandarlo ;ia oportunidad, nosotros diremos que, por el contrario, ahora que el ministro prepara sus proyectos es cuando conviene la discusión del tema, para que e: resultado de ella pueda influir en la obra ministerial. Terminaremos a ñ a d i e n d o que, & nuestro juicio, el argumento de que existen otros Cuerpos de escala cerrada no es argumento. Y no lo es, porque el que existan no prueba que sea eso lo mejor ni que estén contentísimos con ella, máxime que van abriéndola; pues no otra cosa significa el que asciendan á general algunos sin el número uno, cosa que no podía ocurrir antes, que no ocurrió en las campanas coloniales, y que un solo caso Sue hubo dló no poco que hacer. En cuanto á la repetición de que no puede argülrse que la escala cerrada posibilita el que se alcen á determinadas categorías todos, sin la garantía de que son los mejores por ser más antiguos, puesto que en campaña demuestran que lo son, pierden el tiempo, porviuo nadie ha de entrar en ese terreno. Retirados_por Guerra Los trabnjos que han venido haciendo los oficiales retirados por la ley de 8 de enero de 1902 encaminados á mejorar su situación, en benefíclo á la par del Tesoro público, no han dado el resullado que esperábamos; todo quedó en el vacio. La unión en el compañerismo, las Juntas creadas para este fín en la maypr de la tarde •t I iiii'imjigMaiiMajiww^ iH"ü!l'-J.?ja! !5«!ü'JMagiü M a d r i d 6 d e « g o a t o ém l|Mg. R e d a c c i ó n y Ad m i n i s t r a oi ó ni E s g r i m a , n ú m e r o 7 I Apartado de Correos, número 92 Núniepo coppientei 5 céntimoa. í d e m a t r a s a d o i 10 f d e m . Dadü en Paludo á 8 de enero de 1902.>» mos un corto número de oficiales, por- en producir desórdenes. Pues aunque Haremos un poco do historia. inútil. que las economías que ha producido la digan que van en ^ó^ de paz mientras Las promesas de los hombres de GoAl promulgarse I,i ley precedente, amortización en los ascensos de estos no los provoquen, podrían ser provocabierno todas resultan vanas. constaban lat; escalas de reserva de las retirados ha de convertirse en pagos de dos. Y da todos modos, la Irrupción de Y esto hace desalentar al compañero distintas Armas y Cuerpos del Ejército, cruces pensionadas, hasta con exceso, tanta gente en San Sebastián con carácmás entusiasta. de unos siete mil oficiales, que podre- á los de prórroga de edad, teniendo en ter político, ya por si es Ir á proviMar.^l Y en esta situación, vamos pasando mos dividir en dos grupos de distinta cuenta que el mismo haber cobra un ofi- prójimo á su casa. I-.WBÍÍ los años sin llegar nunca el día del logro procedencia: cial retirado que en situación de reserva. Como habrá que dar la última batalla de nuestras aspiraciones, y continuamos En circunstancias tales, cinco años á los que se oponen á la corriente del Primer grupo: De los oficiales procodiseminados por capitales, pueblos y al- denles de las escalas activas de Infante- después, el 21 do enero de 1907, el ge- progreso, déseles ahora que han adop* deas, tomando el SQI con chaqueta. ría y Caballería, que pasaron á la crea- neral Weyler, á la sazón ministro de la tado la más antipática y antipatriótica da Y ¿qué es lo qut". pedimos nosotros? ción de las escala de reserva, por Real Guerra, presentó un proyecto de ley á las posturas. Trabajar, y con nuestro trabajo produ- deereto da 13 de diciembra de 1883 y ley ias Cortes, el cual fué aprobado más • Faltan á la ley desobsdecimdo á la cirle al Estado unos cuantos millones de de G de agosto de 1886. tardo, ascendiendo á oficiales para las aatoriJad. Faltan á la buena educa'.lón pesetas. escalas de su Arma y Cuerpo á los sar- profiriendo lnsultt>s contra las personas. Segundo grupo: De los oficiales asPor esta razón, estamos en el Impecendidos do sargentos para estas esca- gentos del Ejército, es decir, á engrosar Faltan al respeto al país amenazando rioso deber de hacer llegar á conocilas por la loy de 30 de junio de 1895 y á aquellas escalas que creímo.s iban á con la guerra civil, cuya enunciación, miento de todos, militares y civiles, que los ascendidos á oficiales de la clase de extinguirse, y nos encontramos en la por sí sola, constituye una deshonra. Y sepan nuestra verdadera situación, que sargentos por mérito de Guerra en la ül I actualidad con unas escalas de reserva faltan á los doberp,* oatHótlcos saliendo no Ignoren el por qué de nuestro retiio, tlm* campaña de Cuba y Filipinas. | m Vs repletas de oficiales que clnoo años de la frontera á servirse del telégrafo y y á ün de que su conocimiento sea ex icá dar Informes falbOS íi 1 i prensa exirai • Todos los primeros y segundos t«alen- \ antes, y con tres mil y plQc» de oficiales to, la exi>llcaclón detallada, precisa y jera, asi como enviando calurosas adhetes y un buen número de capitanes de í más vegetando y cobrando una milloconcreta de lo pasado, sin que nuestros siones al Poder extraño que se ha quenada, que paga el Erario público. estas escalas, correspondía á la clase do i razonamientos sean causa d e ofensa rido poner en pugna con la genuína reoficiales procedente de la clasa de sar- ! So observa que la Idea sugerida al para persona alguna. presentación del Poder Real esf.tafl'^i^ gento, i"iue podríamos hacer ascender á Ministro do la Guerra en aquella época Y para que sopan el por(,u¿ de nuescuyas logalías le son discutidas. unos 6.(X)0 próximamente, los quj figu- de extinguir las escalas de reserva, pa tro retii'o, repetimos, hay que empezar Y puesto ^iie faltan á tantas cosas resraban an el anuncio de aquel año. \ rece sjr cambiaran las cln-unstancias en por dar á la publicidad del HERALDO M I petab'es, sóbreseles de una vez, y acudaLa ley de que venimos ocupándonos, '••su manera de sentir, y de ahí los as-cenLITAR, copla íntegra de la ley de 8 de tenia muy pocos adeptos, porque la ofi- sos á oficiales do los sargentos para osas mos á üosas que más Importan, comoóla enero de 1902, y que el lector pueda mecuestión social y la de las subsistencias cialidad no optaba por las ventajas que mismas escalas. jor así sacar en consecuencia. ¿Por qué al dictar la ley ascendiendo y ebarutamlento de la vida. sa le brindaban, pues como venimos exDice asi: á la clase de sargentos, no se exploró la «Articulo 1.° Se concede el pase á situa- plicando, unos oficiales en su mayoría voluntad d i los retirados acogidos á la ción de retirado con derecho á 90 céntimos jóvenes, muchos de ellos no llegaban á ley de 8 de enero de 1902 que desearan de su sueldo correspondiente á su actual em- los treinta años de edíid, no encontravolver á su situación anterior? pleo, computada U Cruz de María Cristina, á ban lógico el retiro que sa les ofrecía en ¿Y no es esto sensible é Incomprensilos que la posean, á los jefes y oficiales de las edad tan prematura, des?aban continuar En el número correspondiente al día escalas de reserva retribuida de las distintas prestando servicio á la Pati-la, conserva- ble, que pudlendo ahorrarse el Estado Armas y Cuerpos del Ejército y asimilados ban aspiración en su carrera, si bien con- todas las pagas de estos ofíciales, ó en 27 de julio se publ có un suelto en este que lo soliciten, sea cualquiera el número de venía en parte acogerse á los pr«3ceptos mayor parte, porque la Inmensa mayo- diario con el siguiente epígrafe:«Compaaños que hoy cuenten de servicio. de la loy, á aquellos oficiales que, por la ría son sus deseos volver á su situación ñeros de la escala de reserva», en ol Art. 2," A los primeros y segundos teedad avanzada, se encontraban próxi- anterior ó á donde el Gobierno tenga que dice que el que es bien nacUo es DÍentes que tengan prestados más de veíate por conveniente utilizar sus servicios, agradecido, etc. etc. años de servicios efectivos, y á los capitanes mos al retiro, sin esperanzas de ascenFrancamente le digo, compañero, qut no lo haga, siendo asi sería suficiente y j«fe3 (excepto los coroneles) que tengan so y poseían cruces del Mérito Militar me parece un poco pronto para lo que explorar la voluntad de los Intere^^ados más de diez años de antigüodad en sus em- pensionadas, y es razonable, que conviusted propone en el suelto de referencia; pleos, se le otorga el superior Inmediato, en niese á estos últimos, porque al prorro- por medio de una Real orden que con pues si bien es verdad que es muy de concepto de honoriñco, como premio á sus garlos la edad hasta los sesenta años seguridad acogeiían benévola el 99 agradecer lo hecho por esos señores, á por 100? mayores servicios á la Patria: en la inteli- para el retiro, según el ai tículo 6.°, sequienes envío mt más respetuoso saludo Las leyes no tienen efecto retroaiUlvo, gencia de que este empleo lo ejercerán como guían cobrando las pensiones de cruces, jun .amonte con mi eterno agradeatml^nefectivo sólo y únicamente cuando presten los capitanes cuatro años más, y lo) pri- pero las leyes so derogan por otra posservicios de campaña en tiempo de guerra, á meros y segundos tenientes nueve años; terior, y en el caso que nos ocupa, con to, también lo es que nos encontramos la que por necesidad sean llamados. porque el retiro de estas clases es á los mayor motivo, puesto que vendría & aún en los preliminares y no sabemos, Art. 3.° En caso de guerra ó de una gran cincuenta y seis años de edad para l()s mejorar la situación do esta oficialidad por lo tanto, cuáles podrán ser los re* movilización militar, los jefes y oñclalas que primeros, y cincuenta y uno para los y á la vez beneficiaría el Tesoro público, sultados definitivos; esto dejando aparte se acojan á los beneñctos de esta ley, podráa una ley que anulara la de 8 de enero consideraciones de orden moral que poser destinados inmediatame.ite á las unida- segundos. drán ó no ser del agrado de dichos se* de 1902. des del ejército de prime a ó segunda linea, Así es, que aunque en corto número. Esta colectividad asi lo d^sea, y si el ñores. según considera ol Gobierno más convenien- Iban retirándose éstos y, por raía excepDejémonos de Impaciencias, demos te al servicio, siempre que sus condiciones de ción, alguno de los que no reunían las ministro de la Guerra, general Aznar, tiempo, que cuando sea un hecho lo que aptitud ñslca lo permitan, y hasta tanto que condiciones de poseer cruces pensio- estudiara este asunto, seguros estamos hasta la fecha no ha pasado de la catecumplan la edad reglamentarla para el retiro nos complacería. nadas. goría de promesa de proyecto, entonces forzoso. Y como voy extendiéndome en demaAsí las cosas, y á los pocos días de y sólo entonces será la ocasión propicia. Art. 4.° Sug méritos y servicios de camsía en este escrito, sólo me falta decir paña serán recompensados en igual forme publicada la ley, aparece en el Diario que esta oficialidad desea ser útil, pres- El llanto sobre el difunto. que si pertenecieran á las escalas del ejército OJicial del Ministerio de la Guerra una tando servicio donde crea el Gobierno Por lo demás, ¿cómo es posible que activo, volviendo á la situación de retirados Real orlen (Colección Legislativa núpermanezcan Indiferentes esa pléyade que convenga; no se conforma on esta al terminar aquélla, con las ventsj is que du- mero 143), ordenando para lo sucesivo, de pundonorosos jefes y oficiales de la rante la misma hubiesen obtenid). que las vacantes producidas en las es- situación pasiva que á nada conduce, y sufrida escala de reserva que viven muArt. 5." Los sueldos de los jefes y oficia- calas de reserva, serían amortizadas en por la verdad de nuestros asertos es fáriendo y que tan ahitos e&tán de falsas les retirados en virtud de esta ley, continua- UH 75 por 100, y sólo 25 por 100 daríau- cil comprender que nuestra petición no promesas como de desengaños sufridos? es viciosa. rán pagándose por el presupuesto del Minis- se al ascenso. ¿Cómo es posible, repito, que puedan Francisco Sorlí Nadal terio de la Guerra, ast como también las penEsta disposición en aquellas circunsechar en olvido á osos redentores de la siones de cruces del Mérito Militar, sueldos 23 Julio 1910. tancias, vino á matar por completo las escala? No, no, y mil vecr* no; los jefes que se les reclamarán per habilitaciones 6 aspiraciones de aquel elemento joNon y oficíalos que componen la tan sufrida pagadurías especiales oportunamente designadas 6 creadas por el Ministerio, quedando, que veía acabado su pe r ven ir en la cacomo preterida agrupación, resfondeDO obstante, dichos sueldos sujetos al mismo rrera militar, considerando que el mirán (no lo dude, compañero) como un descuento que los demás retirados del Ejér- nistro de la Guerra deseaba llegar por solo hombre, porque con la presente este sistema de amortización, á la total cito, ocasión se Juega la última carta de la Art. G." Al cumplir la edad para el retiro extinción de las escalas de reserva, por Hasta que pase mañana y nos salga baraja, y es por lo tanto de vida 6 muerforzoso que 1& ley de 6 de agosto de 1886 creerlas tal vez Innecesarias, logrando del cuerpo el susto que nos están mete para las precl>adas escalas. exige á los jefes y ofíciales de la escal de con la repetida disposición que produjetiendo los cien mil, no hay más remedio Después de esto, Dios con todos. L« reserva, cesarán en la situación á que se re- ra la ley sus efectos, y de ahí que se reque ocuparse y hasta preocuparse de la saluda su afectísimo fi«ra el articulo anterior, y pasarán á fígurar tiraran más de 3.000 oficiales, casi todos gran manifestación. Amat Buset •n las nóminas de Clases pasivas con el misprimeros y segundos tenientes, todos En realidad, es un buen asunt) de vamo haber, pero cesando en el percibo de las relativamente jóvenes. rano para los pai lódlcos, que andan i pjuslones de cruces djl Mérito Militar. Pero esta oficialidad, á peiar de su caza de algo que Interese en esta época Art. 7.0 Se amortizarán todas las vacantes que ae produzcan en las escalas de reser- retiro, quedaba en disposición de pres- en que cada cual procura bañarse en la va por la aplicación de los preceptos conteni- tar servicio en caso de guerra ó do una Concha ó en el Manzanares. Invitados atentamente para asistir á dos en esta ley, á excepción de las que du- gran movilización militar, pudlendo ser Apostamos cualquier cosa á que no la tradicional y solemne función religlo* rante el plazo de los seis meses que se fíj'^n destinados á las unidades del ejército de sa dedil ada á la Virgen de África, papasa nada. en «1 art. 8." pudieran ocurrir por falleoiprimera ó segunda linea, según consiNunca q u e se anuncian tormentas trona de Ceuta, asistieron los generales mlento ó corresponder al retiro forzoso, que Sres. García Aldave y Zubia, acompaso darán al ascenso, teniendo en cuenta las dere el Gobierno más conveniente al truena. ñados de las Comisiones de los Cuerpos, Esperemos á mañana, y Dios dirá. disposiciones vigentes en cuanto á amortiza- servicio (art. 3." de la ley). según es costumbre. Por lo pronto, aseguremos que todas Por las razones que exponemos, se ción. El canónigo Sr. Miranda, encargado las personas de juicio y amantes de EsArt. 8." Esta ley regirá durante el preci- consiguió aligerar las escalas de reserdel sermón y plática, comenzó á tratar so é inalterabls plazo de seis mesas, á partir va, pero sin beneficio positivo para el In- paña están al lado del Gob'erno, y en dlvlduo ni para el Tesoro, si exceptúa- I contra de los facciosos que se empeñan de la actual cuestión religiosa, dando de la facha de su promulgación. parte de las capitales de España, todo Para Avila tos manifestantes ¡Telegrama de (^euta