Provincia de Buenos Aires Dirección General de Cultura y Educación Subsecretaría de Educación Dirección Provincial de Educación de Gestión Estatal Dirección de Educación General Básica Gabinete Pedagógico Curricular - Lengua EL DIARIO EN LA ESCUELA Orientaciones Didácticas Documento I AÑO: 1.999 2 Programa “El diario en la escuela” 1 Orientaciones Didácticas ¿ Por qué proponemos básicamente actividades de lectura para abordar el diario en la escuela ? Incorporar el diario al trabajo del aula es introducir el mundo en ella e iniciar junto con nuestros alumnos su abordaje crítico y reflexivo. Los niños y jóvenes deben aprender a leerlo. Sabemos que la institución escolar tiene la responsabilidad de enseñar a leer y dicha enseñanza debe considerar la variedad de textos que circulan en la sociedad. También sabemos que cada texto presenta particularidades y éstas deben ser descubiertas en el uso efectivo del portador. Por medio de la lectura los alumnos se apropian de las herramientas necesarias para acceder a otros conocimientos, para entretenerse, investigar, dar opiniones, confrontar, informarse. Leer es indagar en la realidad para comprenderla mejor, es adentrarse en otros mundos posibles. Un lector no recibe pasivamente la información presente en el texto, sino que la procesa en distintos sentidos, le aporta sus experiencias y conocimientos previos, elabora hipótesis, las verifica y realiza inferencias sobre lo que el texto no dice explícitamente. Durante este proceso se enfrenta a distintos obstáculos que trata de superar de maneras diversas. Es a lo largo de este complejo camino donde va construyendo el sentido de lo que está leyendo. Se trata de una relación de interacción entre el lector y el texto, en la que ambos aportan, ambos se modifican y en la que el lector tiene un amplio protagonismo. Por lo tanto, poder “sonorizar” un texto no es condición suficiente para la comprensión del mismo. El lector debe prever dónde hallar la información, seleccionar distintos índices que le permitan elegir el material, formularse preguntas que espera encontrar respondidas en el texto, hojearlo, ir y volver en él tantas veces como sea necesario. Estas acciones con los textos deben ponerse en práctica aún con niños que todavía no leen convencionalmente. Un alumno de 1º año puede apoyarse en los titulares, fotografías, iconos, logotipos y letras que conoce para otorgarle sentido a lo que está intentando leer. El “motor” de la lectura es la búsqueda de sentido, una búsqueda frecuentemente orientada por propósitos diversos: a veces para localizar una información general, identificar un dato preciso, conocer instrucciones, comunicarle un texto a otros, leer para nosotros mismos... Son estas prácticas sociales de lectura las que deben ser enseñadas a lo largo de toda la escolaridad y desde el primer momento en que los alumnos se inician en ella. De acuerdo a lo expuesto, les proponemos tres situaciones didácticas donde el docente y los alumnos interactúan y se posicionan de manera diferente ante la lectura del diario: 1. El docente como modelo lector, los alumnos como participantes activos. 2. Los alumnos leen el diario por sí mismos. 3. Los alumnos leen el diario con la ayuda del docente. La organización didáctica que proponemos es la de una actividad permanente de lectura, es decir, una actividad para realizar a lo largo del año de manera sistemática, con una frecuencia de dos veces por semana. Las tres situaciones enunciadas no suponen un orden fijo de realización, deben ser trabajadas en las aulas de forma alternada. Cada una de ellas - con las adecuaciones necesarias - puede desarrollarse en los tres ciclos de la E.G.B. 1 Programa que se realiza en el marco del Convenio Nº 535 firmado el 31 de marzo de 1998 entre la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires; las empresas editoras de diario Ámbito Financiero, Clarín, El Cronista, La Nación, La Razón, Página /12, Diario Popular, La Prensa, Buenos Aires Herald; la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines; el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires; La Federación Argentina de Vendedores de Diarios, Revistas y Afines; la Sociedad Argentina de Agentes del Interior del País. 3 1.- Situación didáctica: el docente como modelo lector y los alumnos como participantes activos 1.1.- ¿Por qué el docente debe leer a sus alumnos? Porque quien oye leer participa activamente en la reconstrucción del significado del texto. Porque al ver y oír al maestro, el alumno tiene la posibilidad de interactuar con un buen modelo lector que despliega ciertas prácticas frente al escrito. Porque a través de la voz del maestro pueden abordar textos más largos y complejos a los que no podrían acceder los alumnos por sí mismos a través de su propia lectura. Porque escuchar leer es una experiencia distinta a leer por uno mismo, ya que los diferentes tonos y matices de la voz del lector dan lugar a otras interpretaciones posibles. Porque a los niños y jóvenes les gusta que el maestro les lea. 1.2.- ¿Cómo interviene el maestro?. Una secuencia posible. El docente revisa y lee minuciosamente los diarios recibidos para seleccionar el material que resulte adecuado para leer a sus alumnos. Puede abordar diferentes tipos de textos como: noticias, carta de lectores, artículos de opinión, entrevistas, reportajes, crónicas, solicitadas, historietas, chistes, etc. Esta selección puede estar relacionada con algún tema tratado en las áreas curriculares, algún suceso que cree necesario comentar, algún descubrimiento científico o dato curioso, algo que esté muy bien escrito. Reparte los diarios donde se encuentra el texto elegido. Los alumnos exploran libremente la totalidad del material. El docente hojea el diario frente a los alumnos, anticipándoles que ha encontrado algo muy interesante que desea compartir con ellos. Recorre las secciones y explica el por qué se detiene o no en ellas. Por ejemplo, puede comenzar diciendo: “esta sección es de política, aquí no aparece la información que quiero leerles...”; “en esta tampoco porque es la sección de deportes...”. Continua de esta manera explicitando las secciones del diario hasta encontrar el tema elegido, hace referencia a la sección en que se encuentra, les muestra la página y les da el número de la misma para que todos se ubiquen en ella. Junto a sus alumnos recorre las fotografías o infografías, si las hubiere. Puede leerles el epígrafe que acompaña la foto y el título del tema elegido. También intenta que relacionen la información seleccionada y la publicidad que se encuentra en la misma página. Sus alumnos descubren que en general hay una relación estrecha entre ambas. Por ejemplo, si la información es sobre educación, las publicidades serán de cursos, editoriales, útiles escolares, etc. ...”¿Sucede en otras partes del diario?...”. Abre un espacio de intercambio para comentar cuáles son los conocimientos sobre el tema y las anticipaciones posibles con relación a lo visto y/o escuchado en otras fuentes de información. Antes de leer el texto, el docente ha pensado en la forma en que lo hará, es decir, ha previsto que comportamiento lector asumirá frente a sus alumnos. Su decisión está condicionada por el tipo de texto elegido y el propósito que lo orienta como lector. Veamos algunos ejemplos: 4 – – – Si es una noticia y es una de las primeras veces que lee este tipo de texto a los alumnos, lo hará en forma completa para que - a través del tiempo puedan advertir la manera en que se reitera y amplia la información. Si la lectura de noticias es una práctica habitual, puede saltearse las reiteraciones comunicando esta decisión. Si el texto elegido es una entrevista, el docente puede seleccionar algunas de las preguntas más interesantes, anticipando a sus alumnos esta decisión y consultándoles su opinión sobre las preguntas desechadas, para que ellos puedan leerlas si lo desean. Si el docente elige un chiste o una historieta, para facilitar la interpretación, puede dar alguna pista para que los niños más pequeños localicen el cuadro que está leyendo y puede proporcionar algún dato sobre el personaje que habla. En el marco de una práctica frecuente, el maestro remite a los alumnos a la escritura y a otras marcas gráficas que permiten comprender el significado del texto, por ejemplo, los corazones que acompañan al personaje enamorado, la unión del globo con círculos cuando un personaje piensa, las letras de mayor tamaño cuando el personaje grita, etc. Los alumnos comentan el texto elegido. El maestro alienta la elaboración de interpretaciones propias y la confrontación de ideas entre compañeros. Posteriormente ofrece también su punto de vista, procurando que su comentario no sea interpretado como una conclusión definitiva. Puede sugerir a los alumnos registrar los datos identificatorios del diario leído, para volver a él cuando se lo necesite. Esta actividad permanente de lectura debe prever encuentros periódicos entre grupos escolares, como por ejemplo, encuentros por grados paralelos o por ciclos. El propósito es abrir espacios de expresión e intercambio de opiniones sobre los materiales leídos más allá de las puertas del aula. 2.- Situación didáctica: los alumnos leen el diario por sí mismos 2.1.- ¿Por qué los alumnos deben leer el diario por sí mismos? Porque necesitan progresar en sus posibilidades como lectores, desarrollando día a día mayor autonomía. Porque explorando libremente el diario cobran sentido distintas formas de leer: a veces en silencio o en voz alta, otras veces a solas o compartiendo la lectura, “saltando” entre titulares o leyendo exhaustivamente. Porque la escuela debe ayudarlos a desarrollar por sí mismos las estrategias más adecuadas para abordarlo. Por ejemplo: – Si necesitan informarse rápidamente de lo que sucede en el mundo, podrán descubrir que es posible leer únicamente los titulares y saltear páginas. 5 – – – Si la intención es comunicar información relevante o recomendar la lectura de alguna parte del diario en especial, observarán que es conveniente subrayar, hacer anotaciones al margen, resaltar párrafos, etc. Si están leyendo un texto que les resulta muy difícil, como por ejemplo, una nota de editorial, necesitan activar los conocimientos que tienen sobre el tema, recurrir a otros informantes para recibir aclaraciones, releer un párrafo especialmente “oscuro”, etc. Si necesitan recopilar información sobre un tema específico, descubrirán que es conveniente registrar con precisión los datos de identificación del diario para una rápida localización del material. 2.2.- ¿Cómo participa el docente?. Decidiendo de antemano la forma en que organiza la lectura del diario: – – – A veces propone que trabajen todos con el mismo material para reducir el espectro de información. Otras veces, distribuye distintos diarios para dar lugar a comparaciones y confrontaciones de formatos, estilos, tipo de información que privilegian unos y otros, etc. También propone trabajar con diversos diarios si quiere analizar el tratamiento que se le da a los mismos temas en los diferentes medios. Por ejemplo, la interpretación de un hecho policial realizada por un diario sensacionalista y otro más conservador. Interviniendo en el aula para que esta situación no se agote rápidamente. Puede suceder que con alumnos no acostumbrados a la lectura de este portador, frente a la consigna de que lo lean por sí mismos, lo recorran rápidamente, lean los titulares y den por terminada la situación en muy breve tiempo. En este caso el maestro debe pensar en intervenciones que hagan volver la atención de los alumnos sobre el diario. Veamos algunas formas posibles: – “¿Se fijaron que en la penúltima página de Clarín hay una foto insólita? ¿Descubrieron de qué se trata?” – – “¿Encontraron fotos de personajes conocidos? ¿Cuáles?” – – – – “¿En todos los diarios aparece el pronóstico del tiempo? ¿Y los horóscopos?” “¿Qué noticia les pareció más importante?” “¿Cuál es el chiste que más les gustó? “¿Los mismos humoristas están en los diferentes diarios? “¿Alguien encontró un chisme en la sección de espectáculos? ¿Y en la de deportes?” – “¿Por qué no se sientan de a dos, los que tienen distintos diarios, para comparar la información que da cada uno de ellos sobre un mismo tema? Por ejemplo, la guerra de los Balcanes.” – “¿Están de acuerdo con que las noticias de la primera plana fueron las más importantes?”. Cada una de estas preguntas pueden dar lugar a espacios de discusión y análisis que irán permitiendo un mayor conocimiento del diario y como consecuencia, una lectura cada vez más crítica y reflexiva de este medio de información. 6 3.- Los alumnos leen el diario con la ayuda del maestro. 2 3.1.- ¿Por qué resulta indispensable la ayuda del maestro? Porque algunos textos presentan dificultades que nuestros alumnos no podrían superar por sí mismos. Se trata de ocasiones en las que el docente propone que lean textos del diario que habitualmente no elegirían por decisión propia, por considerarlos muy extensos o complejos como por ejemplo: editoriales, notas de opinión, artículos científicos, críticas literarias... Sabemos como docentes que estos textos presentan dificultades de interpretación que nuestros alumnos pueden considerar obstáculos insalvables. Pero también sabemos que podemos intervenir para ayudarlos a superar estos inconvenientes, preparándolos para afrontar - sin desaliento - los textos cada vez más complejos que irán presentándose en la escuela y en la vida cotidiana. Si sólo leen los escritos más “transparentes”, les estamos negando la oportunidad de ir desentrañando cooperativamente las complejidades de aquellos considerados más difíciles. 3.2.- ¿Cómo puede ayudar el maestro? Seleccionando un material que tenga sentido abordar a pesar de su complejidad, porque es necesaria la información que brinda para el desarrollo de algún proyecto o trabajo del grupo. Leyendo el texto para anticipar posibles dificultades, sobre todo aquellas que hacen referencia a lo no dicho en el texto porque se supone que el lector lo sabe. Esto está relacionado con los conocimientos que posee el alumno sobre el tema y su capacidad de inferir lo que no está explicitado. Es evidente que el autor de la nota editorial de un diario, seguramente no ha imaginado que los destinatarios de su escrito sean los niños y jóvenes, por lo tanto no ha dado muchas explicaciones por creerlas innecesarias. Solicitando y ofreciendo información. Los conocimientos que poseen los alumnos sobre el tema pueden beneficiar o limitar la interpretación. De las relaciones e informaciones precisas que los alumnos pueden activar, depende en gran medida la comprensión de un escrito. En este sentido, los momentos didácticos destinados a la circulación de esos conocimientos, es tiempo ganado a la hora de abordar un texto complejo. Leyendo con sus alumnos el texto y los recuadros con informaciones anexas si las hubiera. En este momento la lectura puede ser interrumpida por los alumnos cuando encuentren alguna dificultad, alentándolos a elaborar interpretaciones sobre lo que van leyendo y a formular las preguntas que necesiten. Releyendo con sus alumnos los párrafos más dificultosos para ir aportando cooperativamente posibles explicaciones sobre el mismo. La comprensión de un texto depende, en gran medida, del intercambio de interpretaciones que de él se hacen. El salón de clase es un lugar especialmente propicio para dar lugar a distintas opiniones, aún las que parezcan más descabelladas, evitando aceptar precozmente aquellas más adecuadas. Permitiendo que relean en pequeños grupos el texto completo o los párrafos que los alumnos consideren necesario releer, buscando un manejo más independiente y una mayor autonomía de opinión. -------------------------------------2 Ver ANEXO BIBLIOGRÁFICO. CASTEDO, Mirta: Saber leer o leer para saber. Rev. En la escuela. Año III, Nº 30. Agosto 1998. Ed. Novedades Educativas. En este artículo se analiza una situación de clase en la cual el docente participa activamente con el propósito de ayudar a los niños a comprender mejor el texto. Las intervenciones descriptas se ajustan a aquellas que el maestro podría desarrollar con los alumnos para ayudarlos a leer los textos del diario. 7 Anexo Bibliográfico 8 9 10