Ética y responsabilidad jurídica y social

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Ética y responsabilidad jurídica y social
EL PERIODISMO Y LA FUNCIÓN DEL PERIODISTA
NUBIA CITLALLI SALAS LIZANA
Periodismo
El periodismo se puede definir como la actividad profesional encargada
de difundir información a través de los medios masivos de
comunicación. Lorenzo Gomis considera que el periodismo es un método
de interpretación, primero porque escoge entre todo lo que pasa,
aquello que considera interesante. Segundo, porque interpreta y traduce
a lenguaje sencillo cada unidad de la acción externa que decide aislar,
es decir, la noticia; además, distingue en ella entre lo que es más
esencial e interesante y lo que no lo es. Tercero, porque trata de situar
y ambientar la información para que se comprendan, explicarlas y
juzgarlas.
El periodismo es una de las profesiones más importantes, porque es el
proceso comunicacional encargado de informar y orientar a la sociedad
en intervalos determinados de tiempo. De ahí que deba caracterizarse
por ser imparcial, pues debe mostrar la existencia de algo que merece
ser conocido por su significado y no porque su difusión beneficie a un
grupo o sector de la sociedad.
El periodismo es, en esencia, el medio que está destinado a informar a
la población, porque ayuda a la gente a estar enterada de lo más
sobresaliente que ocurre en el mundo. Por ello, el periodismo tiene
como finalidad informar veraz y rápidamente todos los hechos
noticiosos; así como analizar, comunicar y valorar con veracidad y
públicamente noticias y opiniones. Por tales razones ha logrado ser un
elemento fundamental para la vida social y personal del ser humano.
Sin embargo el ejercicio periodístico ha cambiado a lo largo del tiempo,
pues las necesidades de los lectores se modifican y las características de
la sociedad y su entorno no son iguales.
El periodismo en la actualidad
Los cambios más representativos en el ámbito del periodismo en México
se dan en los años setenta, después de que Julio Scherer fuera
destituido como director del periódico Excélsior. Los periodistas que
salieron de ese medio crearon nuevas publicaciones (Proceso, Vuelta,
Unomásuno y ya en los ochenta La Jornada), que tomaron una línea
editorial en la que se refleja su independencia frente al gobierno, pues
se mostraron más plurales e independientes.
La sociedad mexicana comenzó a participar más, lo cual puede
explicarse por diversos acontecimientos: el terremoto de 1985; el
movimiento estudiantil de 1986-1987; la ruptura de Cuauhtémoc
Cárdenas con el PRI (1987), así como su campaña electoral a la
presidencia en 1988; la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC)
ocurrida entre 1990 y 1993; el alzamiento indígena en Chiapas, las
elecciones presidenciales y la crisis económica de 1994.
De acuerdo con Guillermina Baena todo ello hizo que "a partir de la
década de los noventa la gente se empezara a interesar en política y
leyera los artículos editoriales. También es un público con más
posibilidades de información gracias a la multiplicidad de medios que se
complementan unos a otros".
El público contó con una mayor diversificación de posturas en la prensa,
es decir, pudo escoger entre las diversas líneas editoriales (como la de
Excélsior por un lado o la de La Jornada por el otro). Sin embargo, cabe
destacar que el viejo modelo de hacer periodismo mostrando
fundamentalmente la cara oficial de la información empezó a agotarse,
mas no a desaparecer, pues aún existen prácticas que afectan la
integridad periodística como lo es el chayote o embute y la gacetilla.
Periodismo especializado
El periodismo se ha especializado debido a las necesidades de la
sociedad y de acuerdo con cada nicho de mercado: edad, sexo, nivel
educativo, clase social, etcétera. La especialización para Juan Antonio
Giner y Carlos Soria es también que los periodistas sean expertos en un
ámbito y no sólo que se encasillen a informar sobre éste.
Por otra parte, en el mundo ocurren infinidad de hechos y, por eso, el
periodista debe saber cuáles acontecimientos son relevantes para la
sociedad. De ahí que "el hallazgo de la noticia no sea casual. Toda
noticia tiene que ser buscada y descubierta en sus propias fuentes y
además, el reportero debe reconocerla y comprenderla a fondo". Por
ello, en el periodismo moderno las fuentes de información se han
dividido en materias, lo cual también incide directamente en la
formación del periodista, pues necesita especializarse en una
determinada materia para que la conozca y, no sólo eso, ha de ser un
experto; además, conocer a quienes forman parte de la fuente de
información que cubre para así hallarse ambientado y relacionado para
disponer de buenas fuentes informativas. De acuerdo con el periodista
Carlos Marín "ha surgido un periodismo más sensacionalista y
amarillista, quizá porque la realidad se volvió sensacionalista y
amarillista y los periódicos quisieron correr a la par o no quedarse
rezagados en esa carrera".
Lo anterior debido a sucesos determinantes en la historia actual de
México como la guerrilla chiapaneca, los asesinatos de Luis Donaldo
Colosio, del cardenal Juan Jesús Posadas, José Francisco Ruiz Massieu,
las masacres de Aguas Blancas y Acteal. Aunado a que los dueños de los
medios de información se dieron cuenta de que el escándalo y el
amarillismo vendía, entonces comenzó a destacar este tipo de
contenidos en la prensa.
El nuevo periodismo en México
El nuevo periodismo en el caso mexicano se refiere fundamentalmente a
la forma de presentar las noticias, es decir, ya no sólo se presenta el
hecho, sino que se da el contexto en que este se desarrolla y además,
da a conocer las posibles consecuencias del acontecimiento o vaticina
qué es lo que puede ocurrir. El nuevo periodismo exige contextualizar la
noticia para mostrar todo lo que rodea al acontecimiento en tiempo y en
espacio, marcar los antecedentes e incluso señalar las posibles
consecuencias. La base de este periodismo es la investigación, por lo
que es también llamado periodismo de investigación, aunque el
periodismo siempre debe estar basado en una investigación profunda
para que no existan imprecisiones y se corra el riesgo de malinformar.
Asimismo, el nuevo periodismo mexicano se caracteriza por el rechazo a
la objetividad entendida ésta como la rigidez en la presentación de la
noticia y la difusión de los hechos sin tomar en cuenta su contexto. José
Luis Martínez señala que la mayor parte de los periodistas dejaron de
ser un cronista de sucesos e instrumento pasivo de las instituciones,
para tomar un papel más activo e influir a través de las ideas y hacerse
más capaces de comunicarlas.
El periodismo de investigación no necesariamente se enfoca a noticias,
pueden ser acontecimientos controvertidos que le interesan a la
sociedad o podrían ser hechos siempre de actualidad como salud,
contaminación, educación, justicia, seguridad pública, etcétera.
La función del periodista
Existen múltiples concepciones acerca de cuál es la función del
periodista, debido a ello en el presente apartado se abordarán las
nociones predominantes. La mayoría de las ideas expuestas aquí se
refiere a la función que debería realizar el periodista o comunicador; sin
embargo, estos preceptos no siempre se cumplen o casi nunca se
cumplen. El periodismo es una destacada actividad sociocultural
íntimamente vinculada al desarrollo de la civilización. Además, la
comunicación es un factor indispensable para la vida del ser humano,
debido a que no puede vivir sin saber lo que ocurre en su entorno, pues
necesita de esos datos para que le sirvan de referencia y pueda actuar.
Por ello, la participación del comunicador en la sociedad es esencial,
porque satisface la necesidad del ser humano de estar enterado de lo
más sobresaliente que ocurre en el mundo. De acuerdo con Jorge Xifra
Xeras la función del periodista es "comunicar un conocimiento pleno y
armónico de todo lo noticiable que acontece en el mundo entero y en la
totalidad de las ramas del saber". Por tanto, el periodista debe
"interpretar todo lo que pasa, y aquello que considera importante,
además, entre lo que es más esencial e interesante, también trata de
situarlas y ambientarlas para que se comprendan". Además de que el
comunicador dé a conocer hechos que ya sucedieron, debe tratar de
"descifrar el futuro e interpretarlo, especialmente el futuro deseable".
Entonces el receptor podrá actuar frente a los hechos futuros, tomando
en cuenta aquello que ha dicho el comunicador.
De ahí que el periodista tenga como objetivos el informar y el orientar a
las personas acerca de la trascendencia de esos acontecimientos,
mostrando todos los aspectos del suceso y no manifestar un
compromiso político. Dar a conocer los hechos y sus probables
consecuencias para ampliar los modos de pensar y que las personas
actúen de manera razonada, es una función medular para formar la
opinión pública o para fomentarla. Por ello, si un ciudadano no sabe
todos los aspectos del hecho no puede ejercer sus derechos ni cumplir
sus obligaciones con conocimiento de causa. La función del periodista es
informar a la sociedad sobre asuntos que le sean de interés, apegándose
a la realidad; para ello ha de corroborar los datos obtenidos para estar
seguro de la veracidad de lo que difunde. Se debe dar a conocer la
mayor cantidad de información sobre un suceso, así como mostrar todas
las partes que lo componen a fin de evitar que sólo se difunda una cara
del hecho. Por otra parte, algunas personas ven en el comunicador un
enemigo que sólo ve por los intereses de la empresa para la que
trabaja; por eso el comunicador "debe actuar con profesionalismo
(honesta y objetivamente) y no como un político militante de acuerdo
con un compromiso particular y concreto".
En este sentido es importante destacar que existe una disparidad entre
teoría y práctica, pues el derecho de expresarse, de informar y
comunicarse está reservado en la realidad, casi exclusivamente, a los
ricos propietarios y, con limitaciones, a los profesionales a su servicio.
Además, muchos de quienes controlan los principales medios cultivan la
desinformación y, en vez de cumplirse la función social, se práctica la
actividad para crear polos de poder político y económico.
El papel de los periodistas es el de actuar como mediador y como
agente al servicio del público para seleccionar y transmitir la información
que sirve para tratar de satisfacer las necesidades y resolver los
problemas de los receptores. Por tanto, el papel del comunicador en la
sociedad es muy importante, porque hace que la gente esté enterada de
lo que acontece en el mundo de manera rápida y, por ende, puede
conocer aquello que le afecta de manera indirecta o directa, y actuar
frente a esos hechos, ya que el comunicador tiene la obligación de
proporcionar al público información que le sirva para tomar sus
decisiones, así como dar información sobre productos, mercancías,
servicios, eventos, opiniones, etcétera.
Responsabilidad jurídica, social y política
De la función del periodista se desprende la responsabilidad jurídica, la
responsabilidad social y la responsabilidad política, las cuales, a su vez,
no pueden separarse de la ética periodística.
Por lo anterior, es necesario señalar que la responsabilidad del
comunicador es importante, porque si no se da ésta, entendida como la
obligación del comunicador de no atentar contra los receptores
(informar y no mentir), la población recibirá información poco confiable
y sería más frecuente la difusión de mentiras y de datos imprecisos.
Además, es importante mencionar que el ser responsable consiste en
responder de sus actos ante sí mismos, ante la ley y ante un grupo de
pertenencia.
Se puede considerar que los periodistas tienen tres responsabilidades:
jurídica, social y política. La primera se refiere a "obligación de reparar y
satisfacer por sí o por otro cualquier pérdida o daño que se hubiese
causado a un tercero, ya sea por culpa, negligencia o por riesgo
resultante de su actividad laboral". Ignacio H. De la Mota considera a la
responsabilidad jurídica como "la correspondiente a la que se deriva de
las leyes del país donde actúa y que le puede afectar en el desempeño
de su misión".
Entonces, la responsabilidad jurídica del comunicador implica respetar la
Constitución Política Mexicana y las leyes, reglamentos, decretos y
acuerdos derivados de ella, con la finalidad, principal, de no instigar,
calumniar, difamar o mentir. La responsabilidad política se refiere a que
al informar debe promover la participación de los ciudadanos. Además,
el comunicador tiene una responsabilidad política e ideológica, que
influye en la conciencia de la sociedad y no puede negar dicha
responsabilidad, pues constituye la base de la función social del
periodista.La responsabilidad social se basa en esquemas éticos y
morales del periodista y/o medio en el que éste labora. Algunos
estudiosos afirman que la responsabilidad de los medios de
comunicación debe quedar entregada a la ética profesional de los
periodistas y de los empresarios. Por ello, el periodista para realizar su
oficio a conciencia debe aplicar normas éticas, no aceptar un ideario que
se le impone y/o que es contrario a sus intereses. Así pues, deberá
luchar por romper el círculo dependiente que le impide jugar un papel
decoroso en la sociedad.
Por tal motivo, si se avanza en mejorar la responsabilidad social de los
que controlan los medios de comunicación se habrá dado un paso
adelante en la conducta ética que debe mantener cada comunicador en
el ejercicio de su profesión. De ahí que la responsabilidad del periodista
sea tan importante y que su función social se cumpla cuando sus
acciones se apeguen a los intereses y a las necesidades de la sociedad.
Por otra parte, con el fin de que los comunicadores sean responsables
"deben estar debidamente capacitados para seleccionar con toda
objetividad el material informativo que tiene interés y desechar el que
no tiene importancia para la mayoría del público".
Ética periodística
El término ética deriva de la palabra griega ethos que significa
temperamento, carácter, hábito, modo de ser. Por ello, de acuerdo con
la definición etimológica, ética sería la teoría de los hábitos y las
costumbres. La ética explica de manera científica la conciencia y el
sentido de la vida, así como el comportamiento moral del ser humano
en sociedad. Según Adolfo Sánchez Vázquez es un producto social,
histórico y concreto; por ello cambia de acuerdo con los intereses de la
sociedad. Además, Sánchez Vázquez afirma que la ética es "la ciencia
filosófica y práctica que investiga la moralidad de los actos humanos y
estudia los valores, la vida y la conducta de las personas y de la
comunidad humana, teniendo como fin la honestidad".
Francisco Vázquez sostiene que la ética periodística consiste en regular
la conciencia profesional, fundamentalmente de sus obligaciones
esenciales de adquirir una adecuada preparación y servir a la sociedad y
dar una información veraz y objetiva, poniendo como objetivo primordial
la defensa de los derechos e intereses que están exigidos por la dignidad
de la persona y la rectitud de la intención. Es insoslayable señalar que el
problema de la ética periodística no reside en los valores morales que el
periodista tiene de manera individual, sino que reside en que los
individuos o grupos de poder que tienen a su cargo los medios de
comunicación, son quienes delimitan y condicionan las formas de
conducta de los comunicadores.
Lo anterior debido a que "el periodista carece aún de la influencia
necesaria para imponer sus preceptos éticos y también que la mayoría
de la comunidad periodística se somete a la ética empresarial". Existen
diversos códigos de ética, pero no existe un código en común para todos
los periodistas; no obstante, coinciden en principios como veracidad,
objetividad, imparcialidad, defensa a la libertad de información, libertad
de acceso a las fuentes informativas, exactitud, responsabilidad,
igualdad de trato, integridad, respeto a la rectificación, no inferencia a la
vida privada, defensa del secreto profesional, condena a la calumnia y la
difamación, defensa de la paz, entre otros.
Objetividad
Entre dichos principios sobresale la objetividad, la cual ha sido
ampliamente cuestionada en el periodismo; se dice que todo escrito
periodístico debe ser objetivo, dando a entender que no se debe ser
parcial y que, por ningún motivo, se puede incluir la subjetividad. La
objetividad, entendida como la difusión de información pura resulta una
verdadera utopía, ya que los hechos tienen un contexto y están
inmersos en la realidad. No obstante, se puede hablar de objetividad al
dar a conocer los acontecimientos sin mentir, sin inventar hechos o
entrevistas, sin ficción, difundirlas de manera puntual, dar todas las
partes que lo conforman, ser fieles a lo que se ve y mostrarlo lo más
fidedigno posible.
En este sentido es imprescindible apuntar que el periodista debe,
forzosamente, hacer una cierta interpretación, pues el hecho de escoger
datos dentro de la realidad supone un grado de manipulación y la forma
de presentar la nota incluye subjetividad. Al respecto, Umberto Eco
señalaba que en los años setenta "[...] por un lado, hubo una amplia
polémica sobre la objetividad, y muchos de nosotros sosteníamos que
no puede existir la noticia verdaderamente objetiva. Aún separando
cuidadosamente comentario y noticia, la elección misma de la noticia y
su confección constituyen elementos de juicio implícito".
Asimismo, de acuerdo con Francisco Vázquez el periodista debe tener
una preparación especializada para transmitir la información de una
forma objetiva y veraz. De ahí que la verdad deba estar respaldada por
una ética periodística; además se debe establecer una retroalimentación
de los periodistas con la sociedad, pues existe la necesidad de dar
respuesta a las exigencias del público. Por último, es importante
mencionar que el periodista al actuar con responsabilidad, lo hace
necesariamente de acuerdo con principios éticos y por ello, se convierte
en un testigo de los acontecimientos, donde su presencia es molesta
para aquellos que actúan injustamente y fomentan la corrupción. Con
responsabilidad social y jurídica, así como la ética periodística, el
comunicador puede llevar al cabo su función social.
A modo de conclusión, es importante señalar que los comunicadores no
cumplen siempre con su función y además, malinforman a la sociedad.
En ese sentido, Iván Canelas señala que
es sabido que una verdad a medias o una parte de la verdad, es
equivalente a una falsedad. Este recurso de la manipulación es utilizada
por los periódicos. La presentación parcial de una verdad consiste en
ocultar deliberadamente aquellos aspectos de la realidad que pueden
permitir entender la totalidad de los hechos. [...] Por lo tanto, manipular
la información, deformarla, practicar el sensacionalismo o usar las
medias verdades es precisamente todo lo contrario de la misión
informativa. Eso es desinformar. Opinar sin sentido de responsabilidad
puede llegar a deformar la conciencia política, a crear falsas metas, a
destruir valores morales y esenciales para la buena marcha de la
sociedad.
Acerca de lo anterior existen muchos ejemplos. La Academia Mexicana
de Derechos Humanos ha realizado estudios acerca de las coberturas
informativas que realizan varios medios de comunicación sobre temas
relevantes para la sociedad. Uno de esos estudios llamado "El conflicto
en la Universidad Nacional Autónoma de México en los medios de
comunicación (El caso de la marcha del Consejo General de Huelga, 5 de
noviembre de 1999)" señala:
Consideramos que las dos principales cadenas de televisión abierta
nacionales (TELEVISA y TV Azteca) se asumieron como jueces de la
conducta de los actores involucrados en el conflicto y no siempre
proporcionaron información objetiva, la cual se llegó a contaminar con
sesgos informativos, opiniones y juicios de valor que eventualmente
pudieron modificar la percepción de este conflicto. En el mismo sentido,
las emisiones de los noticiarios conducido por Guillermo Ortega y Raúl
Sánchez Carrillo, así como las transmisiones especiales de las cadenas
de televisión antes mencionadas, se caracterizaron por un amarillismo
en la forma de presentar la información. Este comportamiento viola el
principio fundamental que debería regir el proceder de los noticiarios:
comunicar objetivamente al público sin asumir posiciones editoriales que
al confundirse con la información distorsionan los hechos.
A causa de ese manejo informativo, las televisoras fueron repudiadas y
agredidas por los sujetos involucrados, al realizar marchas e insultar a
varios de sus integrantes. Incluso profesionales, académicos y
estudiantes de comunicación hicieron un plantón frente a TV Azteca el
día de la libertad de expresión y publicaron un desplegado en el que
reprobaban el desequilibrado manejo de la información y la falta de
valores éticos de la televisora.
Otro aspecto que hay que destacar es que algunos periodistas en aras
de querer ganar la noticia o no perderse ningún detalle agreden a la
gente a su alrededor o dañan propiedad ajena. Sólo por mencionar un
ejemplo reciente, durante la visita a Ciudad Universitaria del candidato a
la presidencia por la Alianza por México, Cuauhtémoc Cárdenas,
fotógrafos destrozaron seis automóviles al querer tomar sus gráficas.
Además, en cuanto a la principal función del periodista, teóricamente es
la de informar; sin embargo, en la realidad el derecho a informar y a
expresarse está reservado a los grupos de poder que son dueños de los
medios de comunicación o a aquello que tienen acceso a ellos, y en
menor medida, el derecho a informar es ejercido por los empleados de
los medios de comunicación. Asimismo, la mayoría de los dueños de los
medios de comunicación se dedican a vender sin importar que puedan
estar desinformando o malinformando a la sociedad. Por tanto, es
indispensable señalar que es necesario defender los derechos de los
periodistas, denunciar y criticar las agresiones de las que son objeto, así
como exigir su esclarecimiento y el castigo de los responsables. Sin
embargo, también es imprescindible reconocer y respetar los derechos
de la sociedad para que no sea víctimas de las tergiversaciones, las
malinformaciones y la parcialidad de algunos periodistas y medios de
comunicación.
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