Asedio a la fortaleza de Salinger

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Asedio a la fortaleza de Salinger
Llega a las librerías de EE UU la esperadísima biografía del escritor. Sus autores afirman que dejó cinco novelas para ser publicadas anualmente
a partir de 2015
Eduardo Lago Nueva York 3 SEP 2013 - 20:58 CET10
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Jerome David Salinger
Biografías
Literatura
Libros
Cultura
El escritor J. D. Salinger juega con su perro en una imagen sin fechar. / Paul
Fitzgerald (AP)
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A decir verdad, no hay nada que guarde relación con la vida y la obra de Salinger que
no se haya repetido hasta el cansancio. El guardián entre el centeno,novela que hizo
instantáneamente famoso a su autor cuando se publicó en 1951, es un milagro en prosa
que dotó de voz a la angustia universal de la adolescencia como jamás lo había hecho
antes nunca ninguna obra literaria. El efecto, solo levemente atenuado, se prolonga en
un par de novelas cortas y un puñado de relatos inigualables. La voz vulnerable,
inmensamente cautivadora y de una autenticidad irrepetible del protagonista, Holden
Caulfield, se coló de rondón en el corazón de millones de lectores de todas las edades.
¿Cuántos millones, exactamente? Solo en Estados Unidos, 60, a los que se suman
250.000 más cada año. Si nos plegamos al criterio de las cifras, las dimensiones del
mito están más que justificadas.
La otra vuelta de tuerca del enigma que suponen los silencios del escritor la cifra su
desprecio por el mundo y sus modos. Como es sabido, su obsesión por mantenerse al
margen de la fama y el éxito que se abatieron sobre él fue un esfuerzo absolutamente
inútil que ayer recibió otro embate con la publicación en EE UU de una esperadísima
biografía cuyos dos autores, Shane Salerno y David Shields, han empleado casi una
década y 1,5 millones de euros.
Incluye más de 200 entrevistas realizadas con testigos de su vida
Encerrado en su casa-fortaleza de Cornish, New Hampshire, durante los 45 años
anteriores a su muerte, J. D. Salinger se negó a publicar una sola línea aunque se
sospechaba que no había dejado de escribir un solo día. Algunos capítulos de su
infructuosa lucha contra la notoriedad: En 1986 logró que sus abogados abortaran
legalmente el intento de Ian Hamilton por publicar una biografía que utilizaba material
no autorizado. En 1998, un golpe bajo, proporcionado por su hija Margaret, con quien
hacía tiempo que no se trataba: la publicación de El guardián de los sueños, memorias
oportunistas que trazaban un retrato sumamente negativo del escritor. Mathew Salinger,
hermano de Margaret, denunció la burda maniobra en una carta a la prensa, pero el daño
estaba hecho. Un año después, en 1999, Paul Alexander publicó una biografía que no
tenía nada de objetable, aunque no hacía grandes aportaciones. Tampoco arrojaban
demasiada luz sobre el enigma las memorias, publicadas en 2000, de Joyce Maynard,
quien siendo adolescente había mantenido una relación sentimental con el autor.
Salinger murió en enero de 2010. Coincidiendo con el primer aniversario de su
fallecimiento Kenneth Slawkenski publicó una biografía tan delirantemente
hagiográfica que el misterio permanecía intacto. Tal estado de cosas se suponía que
estaba destinado a llegar a su fin con la aparición, anunciada desde hace tiempo, de
Salinger, título tanto de la nueva biografía como de un documental sobre la figura del
escritor.
El lanzamiento ha venido rodeado de un despliegue mediático desmesurado y un
secretismo que parecía un remedo de la conducta del propio escritor en vida. Los
responsables del lanzamiento de Salinger decretaron el “secuestro” tanto del texto, al
que teóricamente nadie podría acceder hasta la fecha oficial de publicación, como de la
cinta, cuyo estreno oficial tendrá lugar el viernes 6 (el pasado lunes se llevó a cabo un
pase de acceso restringido durante el Festival de Cine de Telluride, en Colorado). El
director de la cinta es Shane Salerno, conocido entre otros trabajos por ser el
coguionista de Salvajes, de Oliver Stone. Salerno es también, junto con David Shields
(autor de Hambre de realidad, manifiesto en que preconiza la mezcla de géneros en la
era posliteraria en la que según él nos encontramos), responsable de la nueva biografía.
El libro incluye más de 200 entrevistas realizadas con testigos de la vida de Salinger a
lo largo de nueve años, así como 175 fotografías. Tanto en uno como en otro caso, parte
del material ha sido reciclado de libros o artículos publicados. Asimismo, los autores
han efectuado un rastreo por los diarios de Salinger, aportando además una gran
variedad de documentos, públicos y privados, así como algunas cartas perdidas.
Las primeras reacciones distan mucho de ser entusiastas
La estructura del libro, de 600 páginas, se hace eco del interés que mostró Salinger
durante sus largos años de reclusión por la sabiduría vedántica. En cuanto a las tan
esperadas revelaciones, la de mayor envergadura, dada a conocer recientemente por la
prensa, guarda relación con las obras inéditas de Salinger, entre las que figuran dos
ciclos de relatos en torno a las familias Glass y Caulfield, bien conocidas por los fans de
Salinger, a los que hay que añadir una suerte de manual en torno a las creencias védicas
de Salinger y dos novelas (una de ellas corta) cuya acción transcurre durante la Segunda
Guerra Mundial, y que se ocupan de asuntos como el Holocausto, el efímero
matrimonio de Salinger con Sylvia Welter, y el espionaje militar.
Según los autores, Salinger dejó instrucciones acerca de cómo publicar su obra inédita
dosificándola a lo largo de un período de cinco años a partir de 2015. Mathew Salinger,
quien (detalle altamente significativo) no se prestó a colaborar en el volumen, ha dado
una versión distinta de los hechos.
Según la revelación más sensacionalista, el escritor solo tenía un testículo, y por eso,
insinúan los autores, le gustaban las chicas muy jovencitas, aunque a la hora de la
verdad… raramente consumaba el acto sexual. El problema es que la afirmación no está
probada de manera incontestable, sino que se basa en rumores y especulaciones.
Salinger tampoco se muestra muy escrupuloso a la hora de dar cuenta de uno de los
mitos salingerianos más repetidos: que la prosa del autor produce efectos
insospechados, como la necesidad de matar, como les ocurrió a los asesinos de John
Lennon y la actriz Rebecca Shaeffer, quienes confesaron haber actuado motivados por
la lectura de El guardián entre el centeno.
Otro ejemplo de la manera de proceder de los autores: Durante la II Guerra Mundial,
Salinger contrajo matrimonio con Sylvia Weller. Poco después de llegar con ella a
Nueva York, el escritor, cuyo padre era judío, descubrió que había colaborado con la
Gestapo, lo cual le hizo anular el matrimonio. Esta alegación se sustenta más en
especulaciones que en pruebas concluyentes.
Las primeras reacciones al libro distan mucho de ser entusiastas. Michiko Katutani, del
New York Times, que figura entre las autoridades consultadas en el volumen, considera
que se trata de un trabajo poco riguroso. A Jen Chaney, del Washington Post, el montaje
le parece un golpe bajo a la memoria de Salinger. En el mismo medio, el novelista
Louis Bayard coincide con Katutani en la falta de rigor y subraya el apresuramiento con
que se ha publicado el libro. Las reacciones al documental han sido más favorables, tal
vez porque resulte más interesante ver cómo se expresan Gore Vidal o Tom Wolfe que
leer una transcripción de sus declaraciones, aspecto que se acentúa cuando los
entrevistados se llaman John Cussack o Martin Sheen.
Pese a sus irregularidades Salinger es un libro de innegable interés al que no le faltan
méritos. El hecho de que los autores no hayan efectuado una síntesis, optando más bien
por ofrecer el material en bruto sin juzgarlo, se presta a lecturas de distinto signo. Los
más exigentes se lamentarán del carácter excesivamente especulativo del libro. Los
cazadores de anécdotas, por el contrario, se lo pueden pasar muy bien buceando en el
texto.
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