Marta Fontes, violonchelo Muchos miembros de mi familia han sido músicos. Mi abuelo era violinista y mi hermana, que es diez años mayor que yo, es pianista. Comencé con el piano y el abuelo me enseñaba solfeo, pero llegó un momento en que sentí que el piano era un instrumento demasiado mecánico. Así inicié una búsqueda y escuché todos los instrumentos con los amigos de mi hermana. Me gustaron el oboe y el violonchelo, pero éste último me cautivó por su sonido, su tamaño y las vibraciones de las cuerdas sueltas. Al salir del bachillerato pensé en estudiar otra carrera, arte o historia, pero solicité una beca para irme a París y el otorgamiento de la beca fue lo que decidió mi camino. A los trece años toqué como solista el Concierto en sol mayor de Vivaldi con la orquesta infantil. El evento se realizó en la sala de conciertos del Conservatorio. Estaba llenísimo, recuerdo que fue el presidente. Tocó el cémbalo el maestro José Antonio Abreu, fundador de las Orquestas Nacionales Infantiles en Latinoamérica, así que yo sentía un gran compromiso. Mi mamá me hizo una falda con mucho vuelo de color azul oscuro y una blusa blanca. Mi maestro tomó mis manos entre las suyas, porque las tenía heladas, para calentarlas y me acompañó hasta el último momento, antes de entrar al escenario. Cuando caminé sobre el foro, me impactó ver tanta gente aplaudiendo y me daba pena saludar, además no sabía cómo hacerlo. Lo que deseaba era tocar lo más rápido posible. Una vez que inicié mi ejecución, me concentré completamente y me fue muy bien. Otro momento importante fue cuando hice música de cámara, tenía dúos y cuarteto. Íbamos de gira y ensayábamos en mi casa que se convirtió en un segundo conservatorio porque arriba vivía un violinista. Acondicionamos la sala, quitamos todos los muebles y dejamos el piano y espacio suficiente para que cupiéramos todos. Toqué cuarteto en Canadá y nos unimos con un cuarteto de maestros con los que viajamos a Venezuela. La relación alumno-maestro traspasó la barrera y tocar en mi país con ellos para mí fue muy importante. Me gusta la lectura, el cine, caminar, ir a la playa y dar clases de violonchelo. MARTA FONTES SALA NACIÓ EN CARACAS, VENEZUELA. ES EGRESADA DEL CONSERVATORIO DE CARACAS Y HA SIDO INTEGRANTE DE LA ORQUESTA SINFÓNICA SIMÓN BOLÍVAR. DA CLASES EN LA ESCUELA OLLIN YOLIZTLI Y TOCA EN LA OFUNAM DESDE HACE SEIS AÑOS. Rebeca Mata, autora de los textos