UNIVERSIDAD DE CIENCIAS MÉDICAS DE LA HABANA Facultad: “Finlay – Albarrán” Policlínico Universitario: “Aleida Fernández Chardiet” “El socialismo y el hombre en Cuba” Conceptos de un revolucionario, trascendencia y vigencia. Autores: Diairalys García Ramos Enrique Orta García Alumnos de tercer año de medicina La Lisa. 2013. Año 55 de la Revolución. “Todo lo que creaste fue perfecto, pero hiciste una creación única, te hiciste a ti mismo, demostraste como es posible ese hombre nuevo, todos veíamos así que ese hombre nuevo es realidad, porque existe, eres tú…” Haydee Santamaría. Capítulo: 1. Resumen, puro formalismo, imposible ser sintético a la hora de hablar del Che. Sintetizaremos los aspectos más relevantes de la vida y obra de Ernesto Che Guevara. Por otro lado, y como tema fundamental analizaremos el texto El socialismo y el hombre en Cuba, escrito por él. En las conclusiones destacamos las ideas esenciales contenidas en el mismo y subrayamos la vigencia de su pensamiento en la actualidad. Un ensayo esencial dentro de la obra escrita del Che en el que se combina un estilo propio de su época de madurez intelectual, unido a una síntesis de pensamiento donde se interrelacionan experiencias personales en la construcción del socialismo en Cuba, el ordenamiento metodológico de un sistema integral de ideas y acciones sobre el socialismo, su comportamiento histórico y sus deficiencias, con el objetivo de mirar hacia el futuro del mundo subdesarrollado y las peculiares formas de transitar hacia una nueva sociedad, socialista por demás, y donde el hombre debe ocupar el papel primordial como sujeto actor de la historia. Constituye, sin dudas, una obra de singular valor entre los trabajos escritos por el Che porque resume en forma magistral su pensamiento en cuánto al modo de actuar de los revolucionarios, cuestión que no sólo supo proclamar sino que fue capaz de llevarlo a cabo en forma constante. Palabras claves: Ernesto Che Guevara, socialismo, doctrina política, conciencia, valores. Capítulo: 2. Momentos Biográficos, difíciles de seleccionar para solo ocupar una cartilla. Nacido en 1928 en Rosario, Argentina, Ernesto Guevara de la Serna hizo la carrera de Medicina. Viajó por toda América Latina. En Guatemala, en 1954, participó en la actividad política antimperialista durante el período del gobierno electo de Jacobo Arbenz. Estando en México a mediados de 1955, conoció a Fidel Castro Ruz y se unió a la expedición guerrillera que el líder revolucionario estaba organizando para derrocar al régimen de Fulgencio Batista. Formó parte de la expedición que entre fines de noviembre y principios de diciembre de 1956 partió hacia Cuba a bordo del yate Granma para comenzar la lucha armada revolucionaria en las montañas de la Sierra Maestra. Tras desempeñarse inicialmente como el médico de las tropas, ya a mediados de 1957 era jefe de una columna del Ejército Rebelde y organizaba la educación marxista de sus cuadros. Después del triunfo de la Revolución Cubana en 1959, se desempeñó como jefe del Departamento de Industria del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA); fue el presidente del Banco Nacional de Cuba en 1960, un año decisivo; encabezó el Ministerio de Industria cuando fue establecido en febrero de 1961. Representó a Cuba en muchos viajes en el exterior y ante Naciones Unidas, así como en numerosas conferencias internacionales. El Che inició el estudio del marxismo antes de cumplir los veinte años de edad, mucho antes de conocer a Fidel y a otros líderes del movimiento 26 de Julio. Comenzó a leer algunas de las obras principales de Carlos Marx (a quien se refiere afectuosamente como “San Carlos”), de Federico Engels y de Lenin. Entre 1954 y 1956, se concentró en la economía política al realizar un estudio del Capital, de Marx. Más adelante, intentó profundizar su conocimiento sobre los escritos y discursos de Lenin de los primeros años de la república obrera y campesina en la Rusia soviética y de los congresos de La Internacional Comunista. Frecuentemente regresó al Capital, La crítica del Programa de Gotha, y a otras obras de Marx y Engels. Estaba dirigiendo una lucha guerrillera en Bolivia contra el régimen dictatorial en ese país, cuando fue asesinado por tropas entrenadas por Estados Unidos el 8 de octubre de 1967. Capítulo: 3. “El socialismo y el hombre en Cuba”. Ideas fundamentales, zumo divino. El 14 de marzo de 1965 se publicó en el semanario "Marcha", de Uruguay, uno de los mas breves y trascendentes textos del Che Guevara: "El Socialismo y el Hombre en Cuba". En una misiva al director de ese periódico, Carlos Quijano, es donde expone el Che su concepción sobre El hombre nuevo que debe formarse para llevar adelante el socialismo y poder construir el comunismo. A través de los años el pensamiento del Che tiene plena vigencia, o mejor dicho, cobra mayor vigencia, pues lo expuesto en ese conceptual documento es aún muy actual, no solo para Cuba sino también para América Latina. "El Socialismo y el hombre en Cuba" retrata la necesidad de transformar, o más aún, autotransformarse en Cuba la sociedad y el hombre que participa y participará en el proceso de construir un nuevo país sin las ataduras del egoísmo que ha dejado el modo de vida capitalista, justamente contribuyendo en dejar atrás miserias que ese sistema y los anteriores dejaron calar en la mentalidad humana. Pero todo ello, lo hace el Che tomando como base el momento mismo del Moncada, la lucha revolucionaria posterior, la toma del poder por la Revolución, el accionar de sus dirigentes y la personalidad del máximo líder histórico Fidel Castro, y hasta las contradicciones que surgieron -y surgen- en distintas etapas del proceso revolucionario, pasando por la capacidad de sacrificio y entrega de las masas que siguen de manera consciente el propio proceso, y a ese liderazgo imprescindible, sin dejar de tomar en cuenta a los que no actúan con similar conciencia. En esta obra el Che enfatiza en determinados términos y conceptos que se relacionan con su ideología política y económica, hemos extraído algunas ideas fundamentales que creemos no pueden dejar de ser mencionadas, solo las listamos, dejamos en este punto que cada uno saque sus propias conclusiones, que cada quien se siente identificado con las palabras escritas. Invitamos a darnos un banquete de Revolución intelectual, extrapolando las ideas de Ernesto Guevara a este período histórico que estamos viviendo. Sólo existían gérmenes de socialismo, luego de ser amnistiados los sobrevivientes por el ataque al Cuartel Moncada. En la etapa de la lucha guerrillera, esta se desarrolla en dos ambientes distintos: el pueblo, masa que había que movilizar, y la guerrilla, vanguardia, motor impulsor de la movilización. Dentro de esta, el individuo fue el factor fundamental. Con el triunfo de la Revolución Cubana aparece un personaje que se repetirá sistemáticamente: la masa. Cuando el Estado se equivoca, es el instante de rectificar. Estrecha unidad dialéctica entre el individuo y la masa, y de esta con los dirigentes. En la sociedad capitalista, el hombre está dirigido por la ley del valor. En el individuo, la sociedad actúa con su educación de manera directa e indirecta, pero él también se somete a un proceso consciente de autoeducación. Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material, hay que hacer al hombre nuevo. El instrumento de movilización de las masas debe ser de índole moral fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social. La sociedad en su conjunto debe convertirse en una gran escuela. En el período de construcción del socialismo se puede ver el hombre nuevo que va naciendo. La vanguardia de la sociedad está constituida por el Partido, los obreros de avanzada, los hombres de avanzada que caminan ligados a las masas y en estrecha comunión con ellas. La vanguardia tiene su vista puesta en el futuro y en su recompensa, que no es individual: la sociedad del hombre comunista. La vanguardia debe alentar a las masas con el ejemplo. La dictadura del proletariado se ejerce no sólo sobre la clase derrotada, sino también sobre la clase vencedora. Para su éxito total se necesitan las instituciones revolucionarias. Concepto de institucionalización como conjunto armónico de canales, escalones, aparatos bien aceitados que permitan la marcha de las multitudes hacia el futuro. Se han hecho algunas experiencias dedicadas a crear paulatinamente la institucionalización de la Revolución, pero el freno mayor que se ha tenido ha sido el miedo a perder de vista la última y más importante ambición revolucionaria, que es ver al hombre liberado de su enajenación. La cultura y el arte como reapropiación de la naturaleza del hombre, a través del trabajo liberado y la expresión de su propia condición humana. Para que el hombre se desarrolle en la primera, la mercancía-hombre cesa de existir y se instala un sistema que otorga una cuota por el cumplimiento del deber social. El trabajo, con la nueva categoría del deber social, unido al desarrollo de la técnica (da condiciones para una mayor libertad) y al trabajo voluntario, está basado en la apreciación marxista de que el hombre realmente alcanza su plena condición humana, cuando produce sin la compulsión de la necesidad física de venderse como mercancía. Cuando el hombre logre la completa recreación espiritual ante su propia obra, sin la presión directa del medio social, pero ligado a él por los nuevos hábitos, esto será el comunismo. Se está en el primer período de transición del comunismo o de la construcción del socialismo, el que transcurre en medio de violentas luchas de clases y con elementos de capitalismo en su seno que oscurecen la comprensión cabal de su esencia. Es preciso dedicarse a investigar todas las características primordiales de este período, antes de elaborar una teoría económica y política de mayor alcance. La teoría que resulte dará indefectiblemente preeminencia a dos pilares de la construcción: la formación del hombre nuevo y el desarrollo de la técnica. No se puede oponer al realismo socialista “la libertad”, porque esta no existe todavía, no existirá hasta el completo desarrollo de la sociedad nueva. En Cuba no se ha dado el error del mecanicismo realista, pero sí de otro signo contrario, que ha sido por no comprender la necesidad de la creación del hombre nuevo que es el del siglo XXI. Las posibilidades de que surjan artistas excepcionales serán tanto mayores, cuanto más se haya ensanchado el campo de la cultura y la posibilidad de expresión. Importancia de la juventud y el Partido en la sociedad cubana. La primera por ser la arcilla con que se puede construir al hombre nuevo; la segunda, por ser una organización de vanguardia, la cual es el ejemplo vivo; sus cuadros deben dictar cátedras de laboriosidad y sacrificio. Cuba es la vanguardia de América y debe hacer sacrificios porque ocupa el lugar de avanzada, porque indica a las masas de América Latina el camino de libertad plena. En Cuba, los dirigentes tienen que cumplir su papel de vanguardia; su tarea es a la vez magnífica y angustiosa. El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor y debe unir a su espíritu apasionado, una mente fría; tomar decisiones dolorosas, sin que se le contraiga un solo músculo. Los dirigentes de la Revolución tienen que tener una gran dosis de humanidad, de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Y luchar porque todos los días ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización. El revolucionario es el motor ideológico de la Revolución dentro de su Partido. Su afán de revolucionario tiene que ir más allá de lo local: el internacionalismo proletario. Los hijos de los dirigentes de la revolución deben tener y carecer de lo que tienen y de lo que carecen los hijos del hombre común; su familia debe comprenderlo y luchar por ello. En esta marcha, Fidel va a la cabeza, después los mejores cuadros del Partido e inmediatamente el pueblo en su conjunto, como sólida armazón de individualidades que caminan hacia un fin común: salir del reino de la necesidad y entrar al de la libertad. Los dirigentes deben pagar un precio por tener derecho a decir que se encuentran a la cabeza del pueblo que está a la cabeza de América, y que todos y cada uno paga puntualmente su cuota de sacrificio, conscientes de recibir el premio de la satisfacción del deber cumplido, de avanzar con todos hacia el hombre nuevo que se vislumbra en el horizonte. Capítulo: 4. Revolucionarios, galenos del futuro, filosofando hoy de economía y política. En este escrito el Che, define lo que sería para él los tres pilares generadores y constructores del proceso revolucionario y del camino al socialismo: la masa o el pueblo, elemento vital, por cuanto es el principal obrero de este proceso constructivo y por lo tanto su principal benefactor. La vanguardia revolucionaria, los líderes, elemento aglutinador, el cuál debe ser no solo un guía, sino además interpretador cabal de los anhelos y deseo del pueblo. Y por último y no menos importante, las instituciones revolucionarias o del Estado, que ejercen el papel de mecanismo organizador, cuyo buen comportamiento permite una mejor interrelación entre el pueblo y su vanguardia, debe ser además un elemento que permita la selección natural de los individuos “destinados a caminar en la vanguardia y que adjudiquen el premio o el castigo a los que cumplen o atenten en contra de la sociedad en construcción,” estas últimas, palabras del Che. Estos tres pilares se interrelacionan entre sí, unidos sobre todo por el deber de interpretar los anhelos del pueblo. Un análisis profundo de cómo se comportan estos tres elementos en el entramado social de nuestra Cuba actual, es un paso fundamental para saber hacia dónde vamos. En este escrito el Che dijo: “El grupo de vanguardia es ideológicamente más avanzado que la masa; esta conoce los valores nuevos, pero insuficientemente. Mientras en los primeros se produce un cambio cualitativo que le permite ir al sacrificio en su función de avanzada, los segundos sólo ven a medias y deben ser sometidos a estímulos y presiones de cierta intensidad; es la dictadura del proletariado ejerciéndose no sólo sobre la clase derrotada, sino también individualmente, sobre la clase vencedora.” El mensaje es claro. ¿Cuál es el concepto que le permite a un hombre de vanguardia lograr ese elemento motivador y aglutinador que necesita todo proceso revolucionario y que alcanza su mayor expresión en el apoyo de las masas? Quizás no exista un único concepto, el carisma, la inteligencia y la trayectoria de seguro juegan un rol fundamental, pero hay uno que no puede faltar, cuya ausencia trae actitudes apáticas y de doble moral muy presentes hoy en nuestra sociedad, ese concepto del que hablamos es el sacrificio, es el compromiso que todo líder debe tener con el pueblo que representa y que debe demostrar con el ejemplo de sus acciones más que de sus palabras. Muchas veces vimos a los dirigentes de nuestro Estado, pidiendo sacrificios al Pueblo, exigiendo actitudes altruistas por el bien de una entidad superior, la Revolución, olvidando que el Pueblo es parte indisoluble de esta y todo lo que no se haga por el bien de este y con su anuencia nunca será legítimo y más que motivar a seguir construyendo, se obtendrá el efecto contrario. El Che diría: “Sin embargo, el Estado se equivoca a veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución del entusiasmo colectivo por efectos de una disminución cuantitativa de cada uno de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a magnitudes insignificantes; es el instante de rectificar.” Y muchas veces estas equivocaciones son muy sutiles, equivocaciones de tipo conceptual, de cómo interpretamos el papel de las masas, así como el papel de los dirigentes y su relación con esta en el proceso de construcción del Socialismo. Quizás para explicarnos mejor, sea necesario poner un ejemplo. Supongamos que estamos reunidos con un dirigente “X”, este dirigente está explicando, desde su punto de vista, cómo debemos responder a la población ante cuestionamientos de soluciones de problemas cotidianos, pero que tienen un efecto acumulativo de infelicidad en el Pueblo. Problemas que todos conocemos y que están relacionados con la escasez, con la desorganización, con la negligencia e incluso con la burocracia, esa enemiga a muerte del desarrollo y que no es más que un pretexto para los perezosos y un medio para los mal intencionados. Se escuchan expresiones como: “… si la población viene y les pregunta por la fosa que se vota díganle que se está trabajando en eso, pero que el Municipio es el principal deudor de los equipo electrodomésticos que se entregaron, que el mosquito acabó, etc…,”. Ahora, la primera pregunta que le vendría a la mente a toda persona con un mínimo de vergüenza sería: “bueno y, ¿qué le digo a la persona que trabaja, que se esfuerza por salir a la calle día a día? ¿Qué le digo a la persona que lucha cada día de su vida por un futuro mejor que no acaba de llegar? ¿Le digo que confíe ciegamente, que nuestra situación es difícil y no tenemos la capacidad suficiente para salir de ella, que nuestras palabras son solo eso, palabras y que los hechos solo viven en ellas? ¿Qué mecanismos les brindamos para exigir la cuota de sacrificio que debe demostrar todo líder? La fórmula ideal no existe, el proceso de construcción del Socialismo es complejo. El crecimiento de nuestra sociedad más que en línea recta debe ir en espiral, no permitiendo bajo ninguna circunstancia que esta espiral se convierta en un círculo vicioso sin fin. La forma de vivir que elegimos tiene enemigos poderosos y que ven en ella un obstáculo fundamental a sus ambiciones imperiales. Por lo que debemos estar conscientes que en estos momentos, el sacrificio de casi ningún dirigente está a la altura del sacrificio del Pueblo Cubano. Debemos estar convencidos, que vivir en Cuba, que soñar en Cuba, que trabajar y luchar cada día por el bien de nuestra patria buscando en esto nuestro bien personal es un sacrificio mayor y que el deber primero de todo líder que se considere como tal, es pensar, pensar mucho y buscar mecanismos de solución, no de justificación. Buscar cada día más, los mecanismos de comunicación con las masas de manera tal que estas se sientan parte de la vanguardia dirigente, así como que sientan suyos e integrantes del Pueblo a cada uno de líderes revolucionarios. Ahora, en esta integración y comunicación juegan un papel fundamental las Instituciones del Estado. Las organizaciones encargadas de guiar pero de proteger, de exigir pero de ser exigidas también, en la búsqueda de la perfección. La institucionalidad se pierde con la desorganización, con la burocracia, la negligencia, las actitudes conformistas y apáticas. Pero no debemos olvidar que los que trabajan en estas instituciones y organizaciones forman parte también de la masa, del proletariado y por lo tanto del protectorado del Gobierno, si su gestión no es la correcta y se cometen errores sin rectificar sucede esta disminución de la motivación, de la conciencia de masas de la que hablaba el Che y por lo tanto de los trabajadores de estas instituciones. Estaremos entrando en el círculo vicioso aborrecido. Debemos recordar que el único camino es el Socialismo, pero la meta es lograr la calidad de vida necesaria que precisa nuestro pueblo bajo los estándares de una sociedad justa, de una sociedad con valores morales, éticos y humanos por encima de todo. El Che, quizás, nos vislumbra un camino por dónde empezar: “La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud, en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera.” Ojala sepamos verlo. Capítulo: 5. Hija, orgullosa hasta la médula. Palabras sentidas con sentido. Teníamos la oportunidad real. Debíamos ser certeros, precisos. No podíamos darnos el lujo de confundirnos. Instantes como estos han de ser aprovechados al máximo sin justificación. Momentos de discusión tuvimos los autores sobre la única pregunta que podríamos hacer, Aleida había sido muy clara, cinco minutos y una sola interrogante. Unificamos ideas, pusimos en funcionamiento toda nuestra corteza y al fin de acuerdo. Se imponía indagar en lo personal, sobre como ella tan cercana al mártir, veía hoy a los jóvenes y “El socialismo y el hombre en Cuba”. Aleida en su opinión, ¿en qué medida la Revolución Cubana, y dentro de ella los jóvenes, cumplió con las aspiraciones guevarianas, planteadas por tu papá en el articulo “El socialismo y el hombre en Cuba”? La Revolución cubana, a pesar del cerco a que está sometida hace más de 50 años, a pesar de nuestros errores y la asunción de otros, ha mantenido la esencia de sus sueños y sus conquistas y entre ellos se encuentra su mejor obra, el hombre de la Cuba revolucionaria. Es un tema, por una parte, cuestionado por el enemigo, tildado de utópico e inalcanzable, y por la nuestra, de constante batallar en medio del asedio y la intolerancia de los poderes omnímodos; no obstante, aquí estamos con deficiencias y muchos problemas por resolver, con cuestionamientos acerca de cómo debemos proceder en los “llamados tiempos nuevos” y como hacer de la conciencia y la ideología armas fundamentales y no agotadas para los hombres y mujeres que van emergiendo. Hay una pregunta que preocupa a muchos respecto a lo definido por mi papá sobre el “hombre nuevo” y si se ha logrado alcanzar. Creo que a pesar de los problemas por los que ha tenido que transitar nuestra juventud hoy y de su insatisfacción por los resultados alcanzados, se ha logrado un hombre de “nuevo tipo”, golpeado por una realidad que muchas veces no supimos salvar y que se requiere de un esfuerzo mayor para recuperar muchos de nuestros anhelos. Es muy difícil, pero lo que es innegable -a pesar de las conductas asumidas por un grupo de nuestros jóvenes- que todos son resultado de una sociedad que los condujo por un camino diferente, no digo el mejor, pero si con una educación y ventajas propias de un sistema que apuntó siempre a crear un hombre éticamente superior, y eso nos hace confiar en que muchos de los valores que promovimos en un momento y que se han resentido, como consecuencia de limitaciones e insatisfacciones, están presentes o latentes y actúan como resortes colectivos que nos ayudan a buscar soluciones y a resolver problemas, sobre todo para mantener lo alcanzado entre todos. Yo pienso, y con esto termino, que hoy más que nunca los jóvenes, esos que se sienten parte esencial de la Revolución, deben recordar un enunciado de mi papá expuesto en “El socialismo y el hombre en Cuba”: “…La revolución se hace a través del hombre, pero el hombre tiene que forjar día a día su espíritu revolucionario”. Capítulo: 6. Concluyendo, comprometidos a retomar el tema con mayor profundidad. “El Socialismo y el Hombre en Cuba” constituye, sin dudas, una obra de singular valor entre los trabajos escritos por el Che porque resume en forma magistral su pensamiento en cuánto al modo de actuar de los revolucionarios, cuestión que no sólo supo proclamar sino que fue capaz de llevarlo a cabo en forma constante. Puede afirmarse que el Che conocía la filosofía marxista-leninista mucho antes de enrolarse en la expedición del Granma, junto con Fidel y demás compañeros que partieron rumbo a la libertad. Tenía ideas muy acertadas acerca del comunismo y la construcción del socialismo, del papel que le correspondía desempeñar a los dirigentes de la Revolución Cubana, de su Partido como vanguardia de ella, así como del pueblo y de cada individuo. Sabía perfectamente que los errores que se cometieran por sus cuadros, se pagarían muy caros, en detrimento del prestigio de la Revolución y de la confianza depositada por las masas en sus dirigentes. Estaba convencido de la conducción correcta de la misma por Fidel, como máximo líder, a quien el pueblo ha seguido fielmente. Le dio una importancia relevante al trabajo voluntario, al papel de la cultura y el arte, al internacionalismo proletario, a la rectificación de errores cometidos por el Estado, al ejemplo de sus dirigentes, al estímulo moral y a la creación del hombre nuevo, entre otros aspectos. Las ideas contenidas en el texto del Che aquí analizado, tienen una vigencia extraordinaria, el que debe ser consultado en la actualidad por toda mujer y hombre libre de pensamiento, pues se viven momentos difíciles en este mundo unipolar, en el que Cuba recibe con mayor crudeza los embates del ya añejo y criminal bloqueo impuesto por los gendarmes del universo, el gobierno de los Estados Unidos de América, y de sus agresiones a través de diferentes vías. Su pensamiento debe ser analizado sobre todo con los jóvenes mediante ejemplos concretos. Los pioneros tienen su lema, que es “Pioneros por el comunismo, seremos como el Che”, pero debe enseñárseles por qué deben ser como él y explicárseles los valores morales que lo caracterizaron. Hoy, cuando se ha llamado a salvar la Revolución Cubana al precio que sea necesario, no puede dejar de leerse al Guerrillero Heroico por quienes aún no lo han hecho y releerlo por quienes ya lo hicieron, pero han olvidado su mensaje, que permanece vivo a pesar de los ya mas de cuarenta años de su desaparición física.