Capítulo 10

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Capítulo 10
Soberanía y derecho
constit ucional internacional
Objetivos
Al finalizar la unidad, el alumno:
Conocerá las bases del sistema constitucional internacional, fundamentalmente
el europeo y el norteamericano.
Comprenderá los antecedentes históricos y filosóficos de los sistemas
constitucionales.
Identificará los principios generales del federalismo norteamericano, así como
los órganos que lo estructuran.
TEMA RIO
Introducción
10.1. La soberanía en el sistema europeo y en el sistema americano
10.2. La Revolución Francesa y la República
10.3. El Federalismo de Hamilton, Madison y Jay
10.4. El derecho constitucional de los Estados Unidos de A mérica. Principios
generales
10.5. La Federación
10.6. El Presidente
10.7. El Congreso
10.8. La Suprema Corte
10.9. Gobierno estatal y gobierno local
10.10. Unidades gubernamentales especiales
Autoevaluación
Respuestas a los ejercicios
Respuestas a la autoevaluación
Bibliografía
Introducción
Debido a nuestra cercanía, resulta interesante conocer la estructura política y
constitucional de los Estados Unidos de Norteamérica, partiendo fundamentalmente
del análisis de su carta magna, considerada la más antigua del mundo.
Es por ello que en esta unidad analizaremos su organización y su división de
poderes, así como sus ámbitos de aplicación normativa, refiriendo sus implicaciones
políticas y sociales.
10.1. La soberanía en el sistem a europeo y el
sistema americano
Entre los siglos XVII y XVIII , la noción de Estado se asentó en
una concepción mercantilista de la economía, que buscaba
aumentar el poder de los estados a expensas de sus rivales.
A finales del siglo XVIII , el mercantilismo y el absolutismo entra en crisis y nace el
llamado orden liberal, el cual buscaba trazar límites precisos para el Estado poniendo
barreras al ejercicio de su poder. No obstante, lejos de iniciarse su declive, el Estado
adquiere un nuevo auge con la aparición del fenómeno nacionalista, que dirige la
lealtad fundamental del ciudadano al Estado-Nación. Luego, a finales del siglo XVIII
y comienzos del siglo XIX se inicia la Era de las Revoluciones, las cuales se asientan
sobre la idea del Estado-Nación como concepto superior, basándose principalmente
en la tesis de la soberanía popular, originaria de Rousseau.
A l revisar la doctrina del derecho internacional público y privado sobre
Estado, nación y soberanía, se recogen acepciones tales como “el Estado es la nación
organizada y es por tanto titular de la soberanía”, afirmándose que esta última nació
conceptualmente en Europa como un atributo esencial del Estado.
Para Enrique Pecourt García, “ la noción de soberanía fue recogida en el
derecho internacional clásico como expresión o criterio determinante del Estado.
De allí que se afirma que la soberanía es la fórmula o la solución al problema de
determinar en quién reside la facultad del mando de un Estado”.1
1
PECOURT García, Enrique, La soberanía de los Estados ante la Organización de las Naciones Unidas, Ediciones Santiago,
Barcelona, 1962, p. 278.
INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
El Estado moderno se diferencia radicalmente del antiguo en que se ha
encontrado luchando desde sus comienzos por diferentes lados, y de esta suerte
ha necesitado afirmar su existencia mediante luchas. Tres poderes han combatido
su sustantividad en el curso de la Edad Media: primero la Iglesia, que quiso poner
el Estado a su servicio; inmediatamente después el Imperio Romano, que quiso
conceder a los Estados particulares más valor que a las provincias; y finalmente los
grandes señores y las corporaciones, que se sentían poderes independientes del
Estado y enfrente de él. En la lucha con estos tres poderes nació la idea de soberanía,
que es, por consiguiente, imposible de conocer sin tener noción de estas luchas.
El concepto de Hans Kelsen sobre el Estado sugiere directamente un conjunto
de normas cuyo acatamiento es obligatorio por cuanto su promulgación ha sido un
acto de consenso, además de ser permanente en el sentido de que la violación de
alguna de ellas no las elimina, de donde resulta el concepto de la autoridad que por
esta razón debe tener el Estado para el cumplimiento de su finalidad.
A hora bien, el Estado no sobreviviría si no tuviera la capacidad para decidir
sobre sí mismo y participar como un todo homogéneo en las relacionesinternacionales.
La soberanía se afirma en el mantenimiento de la autoridad del Estado.
La soberanía atiende a la consecución de la libre determinación y al
mantenimiento del principio de no-intervención. Evidentemente está vinculada
con las relaciones internacionales por un lado, y con las situaciones conflictuales y
amenazas que pudieran afectar a la nación por otro, al mismo tiempo que implica la
defensa de los intereses nacionales.
Para la mayoría de los teóricos del derecho público, la soberanía tiene un doble
aspecto: la soberanía externa, es decir, la ausencia de toda subordinación con relación
a los gobiernos extranjeros –con excepción de las convenciones internacionales
concluidas por él, que son una manifestación de su propia soberanía– y la interna,
que instituye con relación a los grupos o individuos que viven en su territorio.
Independencia en el exterior, supremacía en el interior.
Es así que, jurídicamente, la noción de soberanía expresa en derecho
internacional el conjunto de competencias y derechos del que cada Estado
independiente estitular en sus relacionescon otros estados. Así entendida, la soberanía
se nos muestra como un principio constitucional de derecho internacional, símbolo
del hecho de que este último opera sobre la base de coordinación entre los estados y
no de subordinación entre los mismos, y su esencia consiste en el derecho de ejercer
funciones de Estado en un plano de independencia e igualdad respecto de otros.
Independencia significa tanto la negación de toda autoridad política superior a la del
Estado como la exclusión de la competencia de cualquier otro Estado soberano.
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CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
Para estudiar el principio de la soberanía considerada como cualidad del
Estado, se plantean dos criterios:
1.
2.
Si la soberanía es un elemento esencial y necesario del Estado;
Si la soberanía es ilimitada.
Por otra parte, la soberanía dentro del Estado consiste en verificar cuál es
el fundamento y justificación de que el poder soberano se encuentre en manos de
determinados titulares. Sabemos que la soberanía es un elemento de la definición del
Estado, es decir, de la persona jurídica que denominamos Estado.
El derecho constitucional moderno, superando las etapas de la dominación
y la monarquía, ha sentado en sus doctrinas el principio fundamental de que la
soberanía reposa en la colectividad de individuos, ya sea en los regímenes teocráticos,
democráticos o autocráticos. 2
Para las cor rientes teocráticas, el poder soberano reside en la divinidad. La
soberanía es un poder sobrenatural, correspondiente a la teoría del derecho divino
y la teoría providencial.
Mientras tanto, la concepción democrática de la soberanía presenta el
rasgo común de hacer reposar el origen del poder dentro de la sociedad política a
la cual los individuos, los miembros de esa sociedad, se encuentran sometidos. Se
reduce la concepción a omnis potestas a populo, es decir “ la soberanía pertenece
al pueblo”.
En el siglo XVIII la idea democrática fundada en las facultades humanas
adquiere una precisión que le permite distinguirse y dejar un lado la posible
transferencia a los príncipes. La paternidad de esta transformación se le atribuye
a Rousseau, quien distingue en la evolución de la agrupación social dos etapas
perfectamente definidas: la primera que él la llama L’etat de nature o “est ado de
nat uraleza”, donde los hombres vivían libremente sin sujeción a ningún poder
político. Y la segunda etapa o estado de asociación, que se instituye mediante el
contrato o pacto social, por lo cual los individuos resuelven abdicar una parte de
sus libertades que los hombres enajenaron en beneficio de la misma colectividad;
es el contrato social el que viene a engendrar la voluntad general, la voluntad de la
colectividad. Entonces, al renunciar los individuos a una aparte de sus libertades,
las delegaron al poder público.3
2
JELLINEK, Teoría general del Estado, De Palma, A rgentina, 1980, p. 413.
3
ROUSSEAU, Jean Jacobo, El contrato social, Porr úa, México, 1989, p. 79 y ss.
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INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
A sí nació el principio de la soberanía, que reside directamente en el pueblo y que
se manifiesta mediante la autoridad o poder público con los siguientes caracteres:
a)
b)
c)
d)
La unidad o indivisibilidad de la soberanía, puesto que una potestad no
tiene si no una voluntad que no se puede dividir;
Su inalienabilidad, ya que la voluntad no puede transmitirse. El pueblo
conserva siempre la posibilidad de modificar su forma de gobierno;
Su imprescriptibilidad, lo que no puede ser vendido no puede tampoco
prescribir.
La insuperabilidad, ya que no existe poder por encima de ésta que la
subordine.
La tesis de J.J. Rousseau fue acogida por la A samblea Constituyente Francesa
de 1789, con la diferencia de que hace reposar la soberanía en la nación, traducida
implícitamente en pueblo.
Por otra parte, la Teoría de la fuerza explica el origen de la soberanía mediante
el “Leviatán” (república o Estado). Fue Hobbes el autor y propulsor de esta teoría liberal,
que viene a ser uno de los antecedentes importantes del régimen representativo. 4
La Teor ía patr imonial es una tesis de tipo medieval, que tiende a identificar
el poder público con el señorío, es decir con el territorio que pertenece al señor, al
príncipe o al monarca.
A simismo, contamos con teorías moder nas sobre la soberanía, las más
eminentes tesis en la época, expuestas por Duguit, Kelsen y Korovin.
Para Hans Kelsen, el concepto es radical: la soberanía es una voluntad
no sometida a nadie; es una voluntad metafórica, autónoma, no sometida ni a
proyecciones individuales, ni a sistemas morales, ni a leyes psicológicas, ni a normas
lógicas. No concibe nada superior a la soberanía, nada es superior al Estado.5
León Duguit criticó la tesis de Rousseau y proclamó la regla del derecho o
derecho objetivo. El jefe de la escuela realista afirma que la soberanía es indemostrable
e inútil; que es ilusoria porque la soberanía es un principio expuesto, para justificar el
hecho de que existen unos que mandan y otros que obedecen. Aunque su publicación
es de 1913, en este momento, tiene actualidad para los impulsores de la globalización,
pues afirma que la soberanía ya no tiene razón de ser.6
4
HOBBES, Thomas, Levitán o la mater ia, forma y poder de una república eclesiástica y civil, Fondo de Cultura Económica,
México, 1990.
5
KELSEN, Hans, Teoría pura del derecho, Porrúa, México, 1979, p. 201 y ss.
6
GA RCÍA Castillo, Tonatiuh, La defensa de la Constitución. El artículo 105 y el juicio constitucional, A SBE, México, 1997,
p. 58 y ss.
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CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
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INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
10.2. La Revolución Francesa y la República
Resultado de la incapacidad de lasclasesgobernantes—nobleza,
clero y burguesía— para hacer frente a los problemas del
Estado, la indecisión de la monarquía, los excesivos impuestos
que recaían sobre el campesinado, el empobrecimiento de
los trabajadores, la agitación intelectual alentada por el Siglo
de las Luces y el ejemplo de la guerra de independencia
estadounidense, la Revolución Francesa surge como un proceso social acaecido
entre 1789 y 1799, cuyas principales consecuencias fueron el derrocamiento de Luis
XVI , perteneciente a la casa real de los Borbones; la abolición de la monarquía en
Francia, y la proclamación de la Primera República.
Se enumeran como causas de la revolución:
El auge de la burguesía, con un poder económico cada vez mayor,
desempeñando un papel fundamental en la economía de la época.
El resentimiento contra el absolutismo monárquico.
El resentimiento contra el sistema feudal por parte de la emergente clase
burguesa y de las clases populares.
La aparición de nuevas ideas en el “periodo de Ilustración”, tales como
las expuestas por Voltaire, Rousseau o Montesquieu: libertad, fraternidad,
igualdad, rechazo a una sociedad dividida, y separación de poderes.
Más de un siglo antes de que Luis XVI ascendiera al trono (1774), el Estado
francés había sufrido periódicas crisis económicas motivadas por las largas guerras,
la mala administración de los asuntos nacionales y el aumento de la deuda, generado
por los préstamos a las colonias británicas de Norteamérica durante la guerra de
independencia estadounidense (1775-1783).
La crisis empeoró durante los años siguientes. El pueblo exigía la convocatoria
de los Estados Generales (una asamblea formada por representantes del clero, la
nobleza y el Tercer Estado), cuya última reunión se había producido en 1614, y el rey
Luis XVI accedió finalmente a celebrar unas elecciones nacionales en 1788.
La censura quedó abolida durante la campaña y multitud de escritos que
recogían las ideas de la Ilustración circularon por toda Francia.
A pesar de que los tres Estados (pueblo, clero y nobleza) estaban de acuerdo
en que la estabilidad de la nación requería de una transformación fundamental de
la situación, los antagonismos estamentales imposibilitaron la unidad de acción
en los Estados Generales, que se reunieron en Versalles el 5 de mayo de 1789.
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CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
Las delegaciones que representaban a los estamentos privilegiados de la sociedad
francesa se enfrentaron inmediatamente a la cámara, rechazando los nuevos métodos
de votación presentados.
El objetivo de tales propuestas era conseguir el voto por individuo y no
por estamento, con lo que el Tercer Estado, que disponía del mayor número
de representantes, podría controlar los Estados Generales y crear así, el 9 de
julio, la A samblea, que se nombraría a sí misma como “Asamblea Nacional
Constituyente”.7
Cuando finalmente los Estados Generales se reunieron en Versalles, se
originaron grandes disputas respecto del tema de las votaciones. Por esta causa,
el 28 de mayo los miembros del Tercer Estado debieron verificar sus propias
credenciales.
El proceso finalizó el 17 de junio, cuando los miembros del Tercer Estado se
declararon como únicos integrantes de la Asamblea Nacional: ésta no representaría a
las clases pudientes sino al pueblo en sí. La primera medida de la A samblea fue votar
la «Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano». Si bien invitaron a
los miembros del Primer y Segundo Estado a participar en esta asamblea, dejaron en
claro sus intenciones de proceder incluso sin dicha participación.
En agosto de 1789, la Asamblea Nacional abolió el feudalismo, eliminando
los derechos señoriales del Segundo Estado (los nobles) y las prebendas que recibía
el Primer Estado (el clero). En cuestión de horas, los nobles, el clero, las provincias,
ciudades, pueblos y compañías perdieron sus privilegios.
La revolución originó un masivo traspaso de poder de la Iglesia al Estado. En
1790 se eliminó la autoridad de la Iglesia para imponer impuestos sobre las cosechas. Se
eliminaron también los privilegios del clero y se confiscaron los bienes de la Iglesia.
Bajo el antiguo régimen, la Iglesia era el mayor terrateniente del país. Más
tarde se promulgó una legislación que convertía al clero en empleado del Estado.
Fueron años de dura represión para el clero, siendo comunes la prisión y masacre
de sacerdotes en toda Francia. El Concordato de 1801 entre la Asamblea y la
Iglesia finalizó este proceso, pues se establecieron normas de convivencia que se
mantuvieron vigentes hasta el 11 de diciembre de 1905, cuando la Tercera República
sentenció la separación definitiva entre la Iglesia y el Estado.
El 26 de agosto de 1789, la A samblea publicó la Declaración de los Derechos
del Hombre y del Ciudadano, inspirándose en gran parte en la Declaración de
Independencia de los Estados Unidos y estableciendo el principio de libertad,
igualdad y fraternidad. Dicha declaración asentaba una serie de principios
adicionales a los de una constitución con efectos legales, que trascendieron no sólo
en los capítulos de garantías, sino en la forma de contemplar la soberanía en muchos
de los ordenamientos constitucionales contemporáneos.
7
CHARTIER, Roger, Espacio público, crítica y desacralización en el siglo XVIII . Los orígenes culturales de la Revolución
Francesa, Gedisa, Barcelona, 1995, p. 300 y ss.
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INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
10.3. El Federalismo de Hamilton, M adison y Jay
La Constitución que rige a los Estados Unidos de América
desde marzo de 1789 no es únicamente la más antigua de las
constitucionesescritasy uno de lospocosdocumentospolíticos
que aún infunden respeto y conservan su eficacia y vitalidad
en estos tiempos, sino el mejor de dichos ordenamientos.
En ese instrumento se incorporaron por primera vez en forma visible una serie
de preceptos de convivencia social y de gobierno, méritos que se reflejaron en los
artículos que escribieron Alejandro Hamilton, Santiago Madison y Juan Jay
en tres periódicos de la ciudad de Nueva York, y que recibieron el nombre de El
Federalista desde la primera vez que se publicaron en forma de libro.8
Terminada la guerra de independencia en 1782, las trece colonias que habían
conducido la lucha en la forma más desunida y atendiendo a sus intereses particulares,
recayeron en una condición cercana a la anarquía. El Congreso Confederado no era
respetado, y aunque los componentes de las trece colonias no habían reasumido su
independencia ni disuelto formalmente la unión, tomaban medidas irresponsables.
A las altas esperanzas que se fincaban en la victoria y la consecución de la
independencia habían sucedido sentimientos de desilusión, a tal grado que los
historiadores le denominan el periodo cr ítico de la historia norteamericana.
Ante tal situación, el Congreso convocó a una convención que debía reunirse en
Filadelfia en mayo de 1787, con el único objeto de revisar los artículos de confederación
y presentar un dictamen sobre las modificaciones necesarias, a fin de adecuar la
constitución federal a las exigencias del gobierno y al mantenimiento de la Unión.
Dicha convención resolvió que no bastaba con reformar los artículos de
confederación, sino que debía formular un proyecto de constitución que, sin
embargo, únicamente firmaron treinta y nueve delegados de los cincuenta y cinco
que asistieron, de un número total de setenta y dos; y que debía superar la prueba
más importanteI: la ratificación por el pueblo de cada Estado.
Se desató entonces una campaña en pro y en contra de la nueva constitución, a
través de periódicos, papeletas, folletos, etc. En Nueva York se hizo un gran proselitismo
en contra encabezado por el gobernador de dicho estado. A l mismo tiempo, un
joven abogado de nombre Alexander Hamilton, que había sido secretario de George
Washington, decidió escribir en el periódico una serie de artículos apoyando las ideas
que destacaban del nuevo sistema de gobierno. Obtuvo la colaboración de James
Madison, autor del llamado “Plan de Virginia”, y también se incluyó en el proyecto
John Jay, que no había formado parte del congreso de Filadelfia.
Con una gran visión y tenacidad, los tres jóvenes publicaron 77 artículos entre
octubre de 1787 y mayo de 1788.
8
HA MILTON, Madison y Jay, El Federalista, México, Fondo de Cultura Económica, 1982. p. 5 y ss.
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CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
Las Cartas de Publio (así se llamaron sus artículos) adquirieron mucha
popularidad, pero no se cree del todo que hayan podido influir en la forma de pensar
del pueblo de Nueva York. Si Nueva York dio su aprobación al plan de Filadelfia fue
por temor a quedarse solo y aislado, sabiendo que ya diez estados lo habían aceptado.
Aún así, El Federalista jugó un plan muy especial. Gracias a que la Constitución se
aceptó, se pudo probar el gran experimento de un gobierno constitucional.
El Federalista es una interpretación contemporánea de la Constitución
norteamericana. Sus autores presenciaron cada sesión y contaron con toda la
información necesaria para la tarea que emprendieron. Muchos autores y personajes
de nuestros tiempos lo siguen considerando como un valioso documento sobre la
constitución americana. Sin embargo, El Federalista involucra aun mayores intereses
y valores generales.
Los autores eran grandes conocedores de las ideas políticas que se tenían en
ese tiempo. Conocían bien las leyes inglesas y aceptaban a Montesquieu como una
de sus mayores influencias. En sus textos también se podían encontrar ideas claras de
autores como Blackstone y Locke, entre otros.
El Federalista posee un carácter eminentemente serio y práctico, ya
que es una obra escrita en serio, como no existen en otros tantos ejemplos de
obras latinoamericanas, no trata de imponer un plan proyectado, ni de probar la
Constitución mediante razonamientos indefinidos. Frente a cada problema buscar
la solución más conveniente, que sea útil, factible y que compense a los interesados.
Los autores prefieren hablarnos de manera que se tenga en cuenta la experiencia, y
no una ideología que contenga frases vacías.9
El Federalista no pudo haber sido una influencia para el pensamiento
constituyente de México, Centroamérica o Sudamérica, ya que en el periodo en el
cual se escribieron las constituciones de estas regiones, todavía no se habían hecho
traducciones del documento al español. Por lo tanto, El Federalista probablemente no
tuvo el menor influjo en los numerosos ensayos de organización.
El tiempo transcurrido entre 1789 y 1914, estuvo repleto de triunfos anunciados
por El Federalista, y es que el principio fundamental de un gobierno constitucional es
que su poder debe estar limitado. Usando la terminología de la Europa continental,
tiene que existir un estado de derecho. Este principio, pareció más que evidente a
los autores de El Federalista, tal vez por el concepto que ellos manejaban de Gobierno
Constitucional, pues lo que hace la Constitución es dar competencias y facultades a
cada poder del Estado.
La única forma que se ha encontrado hasta el momento de controlar el poder
que pudiese ejecutar el Gobierno, es que los gobernantes deriven de una elección por
parte de los gobernados, y que ejerzan sólo por un determinado tiempo. Por ello, sólo
el sistema republicano representativo ofrece protección a los derechos individuales.
9
SOTO Flores, A rmando, Estudios de derecho constitucional, Porrúa, México, 2004, p. 58 y ss.
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INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
10.4. El derecho constitucional de los Estados Unidos de América
A l igual que nuestra tradición constitucional, la norteamericana prevé que la
soberanía de la nación reside en el pueblo, ejercida por los ciudadanos, quienes
eligen la forma de gobierno participando en los refrendos relativos a cambios y
enmiendas a la Constitución.
264
CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
El país está integrado por 50 estados autónomos en su régimen interno. Los
principales partidos políticos son el Partido Republicano y el Partido Demócrata, los
cuales dominan la escena política, por lo que algunos consideran el sistema de este
país como una democracia bipartidista. Otros partidos de menor importancia son el
Partido de la Reforma y el Partido Verde.
Es así que la estructura jurídico-política de Estados Unidos descansa en la
Constitución Federal, ley suprema del país, que es considerada como la de mayor
antigüedad debido a que fue promulgada en Filadelfia en 1787, ratificada un año
después, y a la fecha conserva inalterado su texto original.
como ley suprema de la nación sobre las leyes federales y los t ratados
Estados Unidos es una república constitucional, presidencial y federal. Su
gobierno es conocido como democracia presidencial porque hay un presidente
elegido por un periodo de 4 años, cuyos poderes alcanzan no sólo la jefatura del
Estado, sino también el Poder Ejecutivo y la capacidad de veto de algunas decisiones
del Poder Legislativo.
Hay tres niveles del gobierno: el nivel federal, el nivel estatal, y el nivel
local. Los líderes de estas administraciones territoriales son elegidos por los votantes
mediante por sufragio universal o designados por otros oficiales elegidos. Casi todos
los oficios se deciden por una pluralidad de votos para un candidato. Los candidatos
ganan las elecciones, no los partidos políticos, cuya influencia y organización es
menor que en otros países democráticos como los de Europa.
Todos los estadounidenses tienen derecho al voto a partir de los 18 años, sin
consideración de raza, sexo o condición económica. Los límites en el derecho de
sufragio son para quienes están en prisión por cometer crímenes que lleven aparejada
como pena accesoria la restricción del voto; en algunos estados, la legislación penal y
penitenciaria restringe el derecho de voto aun a pesar de haber cumplido la condena,
y los residentes de las dependencias y del distrito federal están representados sólo por
un delegado al Congreso que no vota.
Estados Unidos es una federación de 50 estados, más algunas otras entidades
dependientes, con una extensión total cercana a los diez millones de kilómetros
cuadrados. Los estados se distribuyen casi totalmente en el subcontinente de A mérica
del Norte, salvo Haw aii, que geográficamente hablando se encuentra en Oceanía. La
ciudad de Washington, en el distrito de Columbia, es la sede del gobierno federal.
Esta denominación incluye a estados libres asociados a los Estados Unidos o
a demás territorios no incorporados. No se consideran parte del país, pero al no
tener representación diplomática, moneda ni defensa propias, no se trata tampoco
265
INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
de estados independientes. Los puertorriqueños son legalmente ciudadanos
estadounidenses, pero no pueden, por ejemplo, elegir Presidente de la República
mientras residan en la isla. Estados Unidos no las considera colonias, aunque así
figuran en la Carta de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas.
Estos territorios son:
Puerto Rico.
Islas Marianas del Norte.
Guam.
Islas Vírgenes.
Samoa A mericana.
Base de Guantánamo.
Isla Baker.
Isla How land.
Isla Jarvis.
Atolón Johnston.
Arrecife Kingman.
Islas Midway.
Isla Navassa.
Atolón Palmyra.
Isla Wake.
Por lo que hace a su sistema jurídico, se adopta el matiz jurisprudencial del
Common Law, en el que la norma jurídica emana de las decisiones judiciales a través
de los precedentes, caracterizándose por ser cambiante, flexible, pragmática y rápida
para satisfacer las necesidades jurídicas del momento presente.
A sí también, junto al precedente surge en forma constante el estatuto, acta,
tratado internacional, código y demás reglas escritas emitidas por el Congreso.
10.5. La federación
Si bien la Constitución norteamericana no emplea el término
“ federación”, resulta evidente que su estructura jurídicopolítica distribuye su poder entre el gobierno federal con
asiento en el distrito de Columbia y las cincuenta entidades
estatales independientes.
El ejercicio del gobierno federal se asienta en:
El Poder Legislativo, depositado en un Congreso bicameral compuesto por
un Senado (Senate) y una Cámara de Representantes (House of Representatives).
266
CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
El Poder Ejecutivo, a cargo del Presidente.
El Poder Judicial, conferido a la Suprema Corte de Justicia (Supreme
Court of Justice) y a los tribunales inferiores creados por el Congreso.
De esta forma, el gobierno federal tiene competencia sobre todas las mater ias
que se le atribuyen de forma exclusiva o que se le prohíben expresamente a los
estados, en tanto que éstos tienen competencia sobre todas aquellas materias que
no se consagren para el ámbito federal, o que deliberadamente se le nieguen al
mismo, como es el caso de la regulación de bebidas intoxicantes o nocivas para
la salud.
A m bas c o m p eten ci as co m p lem en tan sus at ri bu c io n es co n d o s ti po s
d e p o d eres:
a)
Los inherentes: indispensables para el ejercicio de sus atribuciones, tales
como el poder para estructurar el gobierno local.
b)
Los concurrentes: aquellas áreas sobre las que pueden intervenir ambas
competencias, como es el caso de la determinación de impuestos.
10.6. El Presidente
El Presidente fusiona actividades de jefe de estado y de
gobierno, siendo el único responsable de la conducción del
gobierno federal. Al igual que en nuestro país, desempeña
sus funciones con ayuda de un gabinete conformado
por secretar ios de los minister ios federales, y otros
funcionarios o agencias independientes con rango de gabinete que únicamente lo
asesoran, tales como la Comisión Federal de Valores, Bolsas de Valores o la Comisión
Federal de Comunicaciones.
Los secretarios son nombrados por el Presidente con la ratificación del Senado,
pudiendo libremente destituirlos.
267
INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
combina competencias ejecut ivas como el nombramiento y dest it ución
A simismo, además de ser jefe de Estado, se le considera comandante en jefe
de las fuerzas armadas.
Además de la figura de Presidente, existe la de Vicepresidente, que al igual
que el primero es electo por voto popular indirecto, ya que el voto de los ciudadanos
designa a quienes serán los electores y no directamente los cargos en cuestión,
existiendo la reelección de forma indefinida.
Cada estado en particular determina el número de electores que le corresponde,
el cual es igual al número combinado de senadores y representantes de ese Estado ante
el Congreso. Los electores se constituyen en Colegio Electoral y votan generalmente
por el candidato que recibió la mayor cantidad de votos en dicho estado, de manera
que no reparten sus sufragios, reflejando así el voto de la mayoría.
El Presidente es independiente del Congreso, pues no está sujeto al control de
sus actos políticos, a excepción la posibilidad que tiene el Legislativo de sustituirlo
mediante el desafuero por delitos graves o menores: traición, soborno, etcétera.
En caso de muerte, renuncia, destitución o enfermedad, el Presidente será
sucedido por el Vicepresidente, posteriormente por el Presidente de la Cámara de
Representantes o por los miembros del gabinete.
En caso de que el puesto de Vicepresidente esté vacante, el Congreso
confirmará un nuevo Vicepresidente, previa nominación del Ejecutivo federal.
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CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
269
INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
10.7. El Congreso
Se estructura en dos cámaras: la de Senadores y la de
Representantes. La primera está integrada por 100 senadores,
dos por cada estado, con edad mínima de treinta años y
electos en forma directa para un periodo de seis años. Por su
parte, la Cámara de Representantes actúa en representación de los distritos electorales,
y se conforma por cuatrocientos treinta y cinco miembros que cuentan con una edad
mínima de veinticinco años, electos en forma directa para un periodo de dos años.
Ambos cargos tienen la posibilidad de reelegirse en forma indefinida.
El Congreso cuenta con competencia para legislar en materia federal, en
general, y en áreas relativas al comercio internacional, tributación federal, moneda,
servicio postal, declaración de guerra, entre otros asuntos, de forma específica.
Con excepción de los tratados, toda la legislación es adoptada por mayoría
simple de las dos Cámaras del Congreso; los comités de ambas cámaras revisan los
proyectos legislativos, y en caso de divergencia nombran a un Comité de Conferencia
que elabora un nuevo proyecto conciliatorio.
Posteriormente, el Presidente aprueba o veta el proyecto para posteriormente,
en caso de haberlo aprobado, publicarlo y permitir con ello el inicio de su vigencia.
10.8. La suprema corte
Respecto al sistema judicial, la Constitución establece en forma
limitativa y excluyente los ámbitos de competencia federal.
Por ello, cada entidad ha estructurado su propia judicatura,
atendiendo a modelos de composición y denominaciones
distintas entre sí, de tal forma que Estados Unidos posee de
hecho 51 sistemas judiciales: el federal y cincuenta locales.
Tal mu ltiplicidad de estr ucturas se traduce no solamente en las d ispares
jerarquías de los jueces estatales, sino también en lo concer niente al derecho
procesal, rector de las mismas.
Dependiendo de la jurisdicción de que se trate, un mismo punto de derecho
puede nor marse desde diversas mater ias jur ídicas, dependiendo del estado que
lo conozca.
Esta organización supone conflictos de competencia que pueden complicar
la tarea jud icial; sin embargo, en la práctica representa para los litigantes la
posibilidad de recurr ir a vías jud iciales alternativas, depend iendo de los intereses
que defiendan.
El sistema judicial de Estados Unidos se encuentra integrado por tr ibunales
creados por la Constitución y por el Congreso. Los de origen legislativo están
encabezados por jueces de tiempo determinado que no gozan de protección
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CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
con stitucional en materia laboral. Ejemplo de ellos son las cor tes fiscales, de
bancarrota, o de comercio internacional.
Por otra parte, los de origen constitucional forman parte del Poder Judicial,
encabezado por la Corte Suprema, y se integran por jueces que desempeñan de forma
vitalicia su cargo “mientras dure su buena conducta”, sujetos a remoción sólo por
proceso político-penal denominado impeachment. A ésta categoría pertenecen las
cortes de distrito, de apelación y la Corte Suprema.
Con excepción del distrito de Columbia y de las posesiones insulares, la
estructura de los tribunales estadounidenses es dual, ya que todos cuentan con su
propia organización judicial local en conexión con tribunales federales supeditados a
las instancias intermedias, tales como las cortes de apelación o la Corte Suprema.
Los tribunales federales cuentan a su vez con tres niveles jerárquicos, que
de inferior a superior se traducen en una instancia de origen, una de apelación o
intermedia y una de apelación final.
Cada una de las instancias desempeña una función claramente diferenciada.
Los tribunales de origen delimitan los hechos en un asunto determinado y deciden
la consecuencia de derecho correspondiente; los de apelación intermedia revisan la
actuación procesal del juez de origen y su criterio al aplicar la ley en el caso concreto,
revaluando en forma excepcional los hechos del asunto; y los de apelación final,
además de las atribuciones anteriores, ejercen su poder de atracción sobre asuntos
novedosos o de naturaleza constitucional.
Corte Suprema o U.S. Supreme Cour t
El Congreso organ izó a la Cor te Suprema de acuerdo con la Ley de la Jud icatura
de 1869 en la for ma en la que hasta nuestros d ías se conser va, encabezada
por un Magistrado Presidente (Chief Justice) y ocho magistrados asociado s
(a ssocia te justice), nom brados por el Presidente de lo s Estados Unidos con
aprobación del Senado.
La Corte Suprema, además de actuar como tribunal de origen, conoce en
apelación final de asuntos decididos por las cortes de apelación, tribunales estatales
de apelación final, y excepcionalmente cortes de distrito.
De esta forma, la W r it of Cer tior ar i selecciona d iscrecionalmente los
asuntos relevantes que se someterán al conocim iento de la Corte Suprema,
utilizando como técnica la coordinación de las distintas opiniones de su s
magistrados al emitir sus decisiones.
En lo concerniente a la revisión judicial, que en nuestro caso equivaldría al
juicio de amparo, la Constitución no hace referencia expresa; sin embargo, consiste
en el poder de los tribunales federales para revisar las acciones de autoridades
legislativas y ejecutivas federales o estatales, con el objeto de determinar si son o no
constitucionales. A nivel estatal, cada entidad cuenta con la misma atribución.
271
INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
10.9. Gobierno estatal y gobierno local
En correspondencia con el orden federal, el gobierno estatal
también cuenta con tres poderes: el Ejecutivo, a cargo del
gobernador del estado, electo de forma independiente al
órgano legislativo estatal; el Legislativo, conformado por
dos Cámaras, y el Judicial, que incluye generalmente tres
niveles encabezados por la Suprema Corte Estatal, Corte de Apelaciones y Corte
de Primera Instancia.
En cuanto al gobierno local, varía de Estado a Estado. Corresponde al
Congreso del Estado la división en condados y el establecimiento de otras ciudades
o áreas urbanas incorporadas, siempre sometidas al orden jurídico local.
Cada condado debe diferenciar su organización administrativa dentro de las
competencias en materia de policía y salud, entre otras, contando con el apoyo
de agencias administrativas creadas específicamente por las legislaturas de los
estados que cuentan con facultades impositivas.
Las ciudades y los condados reciben fondos del tesoro federal de acuerdo
con una guía poblacional.
10.10. Unidades guber namentales especiales
Se consideran unidades especiales de gobierno las
determinadas para el distrito de Columbia y los territorios
semiautónomos de Puerto Rico, Islas Vírgenes, Samoa, Islas
Howland, Islas Midway, Isla Wake y Guam, sometidas a la
competencia legislativa y judicial del gobierno federal.
Por lo general, los habitantes poseen la ciudadanía
norteamericana aunque no cuentan con representación en el estado, excepto
Puerto Rico, que cuenta con un representante en la Cámara de Representantes.
En el caso de las reser vaciones de tribus indias, se consideran parte del
territorio federal y se encuentran bajo el control administrativo de la Oficina de
A suntos Indios del Departamento del Interior.
272
CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
273
INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
1.
2.
3.
274
Debatir respecto a la trascendencia política de la organización estatal y
gubernamental de los Estados Unidos en Latinoamérica y en el mundo.
Consulta en la Constitución de Estados Unidos sus principales figuras
jurídicas y compáralas con las nuestras.
Investiga en los per iód icos de circulación nacional asu ntos en los que
identifiques los órganos de gobier no norteamer icanos y aspectos de
su soberan ía.
CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
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INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
Respuest as a los ejercicios
Ejercicio 1
Ejercicio 2
Ejercicio 3
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CAPÍTULO10. SOBERANÍA YDERECHOCONSTITUCIONAL INTERNACIONAL
Ejercicio 4
Respuest as a la autoevalu ación
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INTRODUCCIÓN AL MARCOJURÍDICO
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