Las asociaciones civiles son mucho mas - parte I

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Despejando mitos y prejuicios
Las Asociaciones civiles
son mucho más (I)
Los empresarios que desean fomentar su actividad pueden organizarse en asociaciones
civiles y así utilizar una herramienta de amplio rango que opera con muchos más
beneficios y posibilidades de lo que generalmente se piensa.
T
anto empresas como particulares pueden encontrar en las
asociaciones civiles un instrumento enormemente útil. Las
características de su estructura
hacen que se conviertan en ideales cuando
el objetivo es desarrollar actividades que,
sin poseer ánimo de lucro, beneficien directamente a sus socios o terceros. Su utilización, muchas veces deficiente o inapropiada, puede haber despertado prejuicios y
alentado generalizaciones, pero lo cierto es
que constituyen herramientas excelentes si
se administran correctamente. Es erróneo
concebirlas como instrumentos jurídicos
informales, dedicados únicamente a lo caritativo. Las asociaciones civiles tienen el
potencial de ser mucho más beneficiosas
y complejas de lo que suele considerarse.
¿Cuándo se forma una
asociación civil?
Se forma cuando dos o mas personas,
a través de la firma de un acuerdo privado, crean un ente colectivo diferente
al de sus miembros, en el cual aportaran
conocimiento y actividad en forma medianamente permanente para desarrollar
un objeto lícito que no tenga como fin el
lucro personal de sus socios, sino el bien
común de los mismos o terceros.
¿Quiénes pueden
integrarla?
Personas f ísicas y jurídicas, nacionales
o internacionales, no es necesario que los
socios residan en el país.
¿Tienen personería
jurídica?
Sí, la personería les es reconocida por
el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio
de Educación y Cultura, luego que aprueba sus estatutos sociales. Esto es un dato
muy importante, ya que le permite a la
entidad separarse de la individualidad de
sus miembros, constituyéndose en una
persona que de por sí es capaz de contraer
derechos y obligaciones. Las asociaciones
civiles, entonces, están habilitadas para celebrar contratos, abrir cuentas bancarias,
otorgar poderes, así como para realizar
cualquier otro acto lícito que sirva al desarrollo de su fin.
¿Cómo toma decisiones e
interactúa con terceros?
Existen dos órganos principales encargados de formar la voluntad social y ejecutarla. Por un lado, la Asamblea General,
órgano soberano que se compone de todos
los socios con derecho a voto y tiene como
finalidad adoptar cualquier decisión de
interés social. Y, por otra parte, la Comisión Directiva que tiene como finalidad
llevar la administración y dirección de
la asociación. Ella puede ejecutar todos
los actos jurídicos y adoptar todas las
decisiones que tiendan al cumplimiento
del fin social, así como las resoluciones
adoptadas por asamblea. También existen
órganos secundarios, como la Comisión
Fiscal y Electoral. En definitiva, el régimen
es muy similar a la mecánica interna de
una sociedad comercial.
¿Se requiere aporte de
bienes o capital para
constituirla?
No. La aportación de capital o bienes no
es necesaria en ningún caso, aunque sí se
requiere acreditar cierta actividad previa
al momento de la aprobación de los estatutos. Esto la diferencia nítidamente de
las fundaciones, donde la relevancia se da
sobre el elemento patrimonial y no personal. En el día a día, se sustentan en base
a las aportaciones de sus miembros, las
contribuciones de organismos públicos o
privados, donaciones y legados, entre otros.
Belén Hernández
[email protected]
¿Cuáles son las normas
que la regulan?
No existe en Uruguay una ley sobre
asociaciones, solamente contamos con
el artículo 21 del Código Civil, que prevé
su existencia y una serie de reglamentos
que, más que nada, hacen referencia al
control que el Poder Ejecutivo ejerce sobre
las mismas. Por eso su funcionamiento
es mayormente regulado por las disposiciones del estatuto social, que puede
ser redactado según las necesidades de
la asociación y sus miembros. Esto, entre
otras cosas, facilita a estas instituciones
la posibilidad de actuar como entidades
complejas, otorgando a sus usuarios confianza y seguridad jurídica. De hecho, existen varias asociaciones civiles, compuestas
de empresas y cámaras multinacionales
de renombre, que han elegido a Uruguay
como sede para instalarse y así fomentar su
actividad. Otras organizaciones, como la
mayoría de los clubes deportivos, también
se constituyen bajo esta forma de asociación. Y estos emprendimientos manejan
cifras millonarias y requieren estructuras
confiables y complejas.
Convenientes y
disponibles
¿Pueden las asociaciones lograr un grado de complejidad que les permita desarrollarse más allá de lo caritativo y satisfacer las exigencias de empresas y entes
internacionales que buscan desarrollar su
actividad? Sí. La funcionalidad dependerá
en cada caso de la estrategia de los socios,
pero las herramientas jurídicas están dadas y pueden ser bien aprovechadas. n
La próxima semana se publicará el segundo artículo de la Dra. Belén Hernández sobre los beneficios que Uruguay le
ofrece a las asociaciones civiles.
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