jazz_cl-resumen histórico

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jazz_cl
Antecedentes mediales e históricos
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Inicio de la radiodifusión chilena 1922
Llegada del cine sonoro 1933
Perfeccionamiento de las técnicas de grabaciones
Las primeras grabaciones fueron en el arcaico formato 78rpm. De fines de la década de 1920 existen registros de
los shimmys: I tenía una Luna, La estrella y Promesse.
1924 Pablo Garrido, 1º Orquesta de Jazz.
La crisis del 1930 afectó la producción de discos nacionales.
Prehistoria del Jazz en Chile
1.
1859, Valparaíso. Referencia más antigua a una audición pública de música negra norteamericana.
Pablo Garrido: El Pionero
El compositor docto, violinista, escritor e investigador musical, Pablo Garrido Vargas (1905-1982) es considerado el gestor
del movimiento jazzístico en Chile.
En 1924 presento lo se conoce como Orquesta de Jazz.
A los 18 años estrenó su primera composición y dictó su primera charla que versaba sobre los compositores chilenos. Su
carrera como conferencista los condujo por más de 35 países e impartió sobre 500 charlas.
Entre 1934-1937 ase le encomendó a Garrido la dirección de la orquesta del Casino de Viña del Mar.
Además, ayudó a conformar el Club de Hot Jazz de Santiago. El 25 de marzo de 1939, a las cinco de la tarde, se realizó la
sesión fundacional en el Tabarís, ubicado en los subterráneos de Alameda con Estado.
Evolución de la Historia
El así llamado jazz melódico representa la vertiente más comercial y estereotipada del jazz comercial, léase música
cantable o bailable, que se imponía desde los años 20. Correspondía a la música popular de raíz
jazzística que se
rotulaba con el nombre del baile de moda importado desde EE.UU, ya sea charleston, one step, shimmy o foxtrot.
Desde los años 20 hasta mediados de los años 40 el jazz en Chile tuvo el rango de música popular, debido a su masividad
y funcionalidad al baile y canto. A fines de los años cuarenta dejó ser música popular, para ser desplazado por la música
tropical, que lo desbancó del sitial de música bailable de moda. El Hot jazz por su parte derivó en otro estilo, el jazz
moderno, en donde predominó un afán estético por sobre la antigua función bailable.
En el contexto de la historia del jazz en EE.UU, los años 30 corresponden al periodo de mayor gloria de esta música. La
denominada Era del Swing, o era de las Big Bands, constituyó la etapa de mayor masividad en la historia del jazz.
En el contexto de las Orquestas es importante mencionar la labor de los directores y gracias a la información aportada por
Pablo Garrido en sus crónicas y entrevistas publicadas en la década de 30 y 40 se puede hacer referencia a los músicos
populares relevantes en la escena jazzística de la época:
•
•
•
Lorenzo Da Costa (1914-1990): Clarinista, saxofista y directo de la orquesta Saint Lorenz, agrupación que debutó
en abril de 1938 en el café Boyarín. (Luis Silva y Luis Arranguiz)
Rafael Hermosilla (1911-1984): Actuó con diversas agrupaciones y músicos entre los que destacan Pablo Garrido,
Buddy Day y Mario Escobar. Además, fue codirector de la orquesta Lacasia en el Tap Room Ritz y dirigió el
conjunto Five Rhythm Boys en radio Cooperativa. Activista del movimiento gremial del Sindicato Profesional de
Orquestal (SIPO) y la coordinó ala realización del Pirmer Congreso de Músicos de Chile en 1940. (Radio Hucke,
actualemente Radio Nuevo Mundo)
Buddy Day (Eduardo Felix Peñ): Fue el director extranjero (Uruguay) más renombrado y popular de la época. La
fama que lo distinguió quedó reflejada en la gran cantidad de referencias suyas encontradas en el diario El
Mercurio entre 1941-1945.*Menenteau
Lugares que presentaban espectáculos de Jazz en la capital:
1. Tabarís.
2. Boite Lucerna.
3. Boite Lido.
4. Boite A Guitare
5. Boite Africa
6. Boite Tap Room Ritz
7. Boite del Hotel Carrera
8. Hotel Savoy
9. Terreza de Baile Armenonville
10. Terraza de baile Palermo
11. Café Boyarín
12. Salón Olimpia.
En Santiago existieron, al menos ochos teatros que ofrecían espectáculos de jazz.
1. Teatro Carrera
2. Teatro O’Higgins
3. Teatro Comedia
4. Teatro Coliseo
5. Teatro Central
6. Teatro Real
7. Teatro Splendid
8. Teatro Novedades
Y en Valparaíso (1934)
1.
2.
3.
4.
El Dorado
El Rosal
Picadilly
Casino de Viña del Mar
Programas de Jazz en la radio:
1.
2.
3.
Radio Cooperativa
Radio Hucke
Radio Agricultura. Hora de Hot Jazz
Músicos profesionales vinculados al Club de Jazz de Santiago.
Luis Aranguiz – Mario Escobar – Victor “Tuco” Tapia – Ángel Valdés – Iván Cazabón – Rafael Traslaviña – Luis Silva - Jack
Brown – José Luis Córdova.
Los Ases del Ritmo: Grabaron en 1944 y 1945 bajo el auspicio de CJS. Debut salón Olimpia
Luis Aranquiz, trompeta (1912-1989)
Víctor Tuco Tapia, batería
Woody Wolf, clarinete
Hernán Prado, piano
Raúl Salinas, guitarra
Iván Cazabón, contrabajo
Eduardo Orfano, saxo y violín.
Mario Escobar, saxo tenor y contrabajo (1916-1984) se traslado a Valparaíso donde formó la Royal Swingers.
En 1954 Jack Brown (Caupolicán Montoya) fue miembro fundador de la orquesta Huambaly que contaba en ese momento
con destacados músicos jazzisticos como José Luis Córdova, Carmelo Bustos, Luis Leiva, Roberto Acuña.
En 1944 Lucho Córdova formó su primer grupo de jazz The Chicagoans que se juntaban a tocar en el Instituto Nacional
Barros Arana, además dieron origen a la CJS.
Club de Jazz de Santiago: La primera etapa es conocida como el club informal impulsada por Pablo Garrido en 1939, ya en
1943 se dio paso a la fundación oficial motivada por el interés de un grupo de aficionados conformado por Lucho Córdova,
René Eyheralde, Mario Raurich, Enrique Rosenblatt y Luis Cáceres. Las actividades del CJS eran difundidadasE en
Radiomanía a fines de 1943 por Luis Miranda Larrahona.
“…La orquesta de Cóspito no desarrolla el autentico lenguaje hot, y que sus correctos instrumentistas se han especializado
en el terreno straight, orquestado y comercial, s semejanza de las grandes bandas norteamericanas, y….sus
interpretaciones carecen de espontaneidad y calor que distingue a las verdaderas ejecuciones jazzísticas” (Luis Miranda
Larrahona)
“Parece que las direcciones artísticas de ciertas emisoras aún no se han dado cuenta que el jazz cada día va alcanzando
mayor arraigo entre los grupos intelectuales, quienes lo consideran como una de las expresiones artísticas más valiosas de
esta época, y no se han dado la molestia de hacer distinción entre sus músicos más destacados y cualquier orquestilla de
baile” (Luis Miranda Larrahona. Radiomanía: 1945)
Los Ases Chilenos del Jazz
Las actividades de los aficionados, agrupados alrededor del CJS, generaron a partir de 1944 las grabaciones más
importantes del género en Chile durante el periodo.
La directiva del CJS inició gestiones con el sello RCA Victor para la realización de los primeros registros de los Ases
Chilenos del Jazz, conjunto cuya base fue la agrupación con la cual trabajaba el trompetista Luis Aránguiz. Para tal
grabación se realizó una encuesta en el CJS para elegir a los mejores instrumentistas:
Luis Aránguiz, trompeta
Mario Escobar, saxo tenor
Hernán Prado, piano
Iván Cazabón, contrabajo
Victor “tuco” Tapia, batería
Raúl Salinas, guitarra
Woody Wolf, clarinete
Ángel Valdés, trombón.
La versión de Rosetta de 1944 debe considerarse como el primer registro de hot jazz producido en el país. La fecha exacta
es el 10 de noviembre de 1944 en los estudios de RCA Victor, ubicados en calle Matías Causiño. En aquella oportunidad se
grabaron los temas Rosetta de Earl Hines y Copenhagen de Charlie David.
Información extraída del Libro de Álvaro Menanteau
Fechas
1935: El Mercurio lo identificó con
el “El rey del Jazz en Chile”Pablo
Garrido
1935: Reencuentro Integral del
Jazz en Chile. Crónicas *
Menanteau.
Lugares
Gestores: Luis,
Francisco, Ernesto y
Fernando Davanigno
1923: Dance Hall Baños del Parque,
Valparaíso. Ricardo Romero(director)
“Lo más brillante de la costa del Pacífico…que
tenía esa atmósfera temblorosa de las grandes
capitales de los centros cosmopolitas“
Reencuentro Integral del Jazz en Chile.
Crónicas
“La parodia del jazz…cuyas ejecuciones son
verdaderos asesinatos. Pocas eran las
orquestas que tocaban por las
instrumentaciones americanas, haciéndolo casi
todas por simples partes de piano, de donde
resultaba una melodía triplicada y aún
cuadruplicada por los diversos instrumentos”
“tengo predilectos en el jazz: Paul Whiteman
en le Jazz Melódico y Duke Ellington en el Jazz
Hot. Yo cultivo un termino medio entre ambas,
pero con más tendencia al hot, que es más
movido, más original “
1924: Garrido trae a Valparaíso
The Royal Orchestra.
Personajes
Salón Víctor de Valparaíso
Confitería Colón. Mrs Albert Zalsberg
Balneario de Recreo
Referencias Musicales
/medios
Orquesta de Paul
Whiteman
1938-1939: Crónicas de Pablo
Garrido en el diario Las últimas
noticias. *Menenteau
El Dorado. El primer coffe-dance de Chile.
(1932)
El Lido (1933) Santiago / Luis Landoff. Calle
Huérfanos, bajo el Teatro Central.
Casino de Viña del Mar (1934-1937)
Boite A Guitare (1937)
Tabarís (1939) Santiago
Duke Ellington
Cab Calloway
Django Reinhardt (jazz
francés)
Panchito Cabrera
Lugares que presentaban espectáculos de
Jazz en la capital:
Tabarís.
Boite Lucerna.
Boite Lido.
Boite A Guitare
Boite Africa
Boite Tap Room Ritz
Boite del Hotel Carrera
Hotel Savoy
Terreza de Baile Armenonville
Terraza de baile Palermo
Café Boyarín
Salón Olimpia.
Teatros
Teatro Carrera
Teatro
O’Higgins
Teatro Comedia
Teatro Coliseo
Teatro Central
Teatro Real
Teatro Splendid
Teatro
Y en Valparaíso (1934)
El Dorado
El Rosal
Picadilly
Casino de Viña
Programas de Jazz en la radio:
Radio Cooperativa. Show de las Estrellas
Radio Hucke
Radio Agricultura. Hora de Hot Jazz
Jam Session . Universidad de Chile. Alberto
Maturana.
The Chicagoans ensayaba en el INBA y luego
Santo Domingo 1081, esquina Bandera.
Mario Escobar, saxo tenor y contrabajo (19161984) se traslado a Valparaíso donde formó la
Royal Swingers.
Luis Aranquiz, trompeta
(1912-1989)
Víctor Tuco Tapia,
batería
Woody Wolf, clarinete
Hernán Prado, piano
Raúl Salinas, guitarra
Iván Cazabón,
contrabajo
Eduardo Orfano, saxo y
violín.
Mario Escobar, saxo
tenor y contrabajo
Las actividades del CJS
eran difundidadasE en
Radiomanía a fines de
1943 por Luis Miranda
Larrahona.
Los Ases Chilenos del Jazz por el
sello RCA Victor.
Luis Aránguiz, trompeta
Mario Escobar, saxo
tenor
Hernán Prado, piano
Iván Cazabón,
contrabajo
Victor “tuco” Tapia,
batería
Raúl Salinas, guitarra
Woody Wolf, clarinete
Ángel Valdés, trombón.
La versión de Rosseta de 1944
debe considerarse como el
primer registro de hot jazz
producido en el país. La fecha
exacta es el 10 de noviembre de
1944 en los estudios de RCA
Victor, ubicados en calle Matías
Causiño.
En aquella oportunidad
se grabaron los temas
Rosetta de Earl Hines y
Copenhagen de Charlie
David.
El 14 de agosto de 1945, en los
mismos estudios, se grabaron los
temas Jazz me Blues de Tom
Delaney y Darktown Strutters’
Ball de Shelton Brooks.
Y el 25 de agosto 1945 dejan
otra grabación en concepción de
los temas registrados en vivo.
Los blues de Valdés de Ángel
Valdés y Honeysuckle Rose de
Fats Waller.
En 1949 Hosiasson, programa
“Conozca Jazz”. Valparaíso.
Club de Jazz de Concepción
(CJC)Inaugurado el 29 de Julio
de 1944
En 1952 se formó un club de jazz
informal en casa de Giovanni
Cultrera.(CJV)
El Club de jazz de Valparaíso y
Viña se fundó en 1954.
Se fundó el 1º de junio de 1957,
el personaje clave de este núcleo
es Luis Artigas (1935). Club de
Jazz de Los Ángeles
Visita de Louis Armstrong a Chile
en octubre de 1957
Retaguardia Jazz Band fundado
en 1958. Jazz Tradicional.
Orlando Avendaño, conserva un
recorte de una revista no
identificada de la época fechada
en 1961, en cuya página 28 se
lee el sugerente título: Guerra
entra jazzistas “cavernícolas
v/s afectados”.
Visita de Bud Freeman en 1957.
Yuyo Rengifo
The Six &Seven y el tema Popo
de Shorty Rogers en 1957.
Instituto Chile-norteamericano de cultura. En
1957 acogió a músicos relacionados al CJS.
Omar Nahuel (1936-1969) quien
irrumpió en la escena santiaguina
hacia 1958.
Modelos
pianísticos
desde Bud Powell a Bill
Evans
Show de las Estrellas, radio Cooperativa.
Primer disco larga duración.
Nahuel Jazza Quartet. 1962, L.R
Ortiz.
Leonidas Ortiz, idealista
que editó parte del jazz
chileno hasta principios
de los años 70.
En junio de 1967 el diario La segunda; anunció
un sesión extraordinaria de jazz en el Club de
Nahuel.
1968 se anunciaron dos presentaciones del
cuarteto de Nahuel en Viña del Mar: una en el
canal 8 de televisión y otra en el teatro
municipal de esa cuidad.
Nahuel y su mujer habían instalado una filial de
su club en la subida Los Ositos de Reñaca. En
febrero de 1969 el vehículo en que se
trasladaba junto a Roberto Lecaros y el
contrabajista Luis Bassure se volcó a la
entrada de Valparaíso. Nahuel se quemó gran
parte
de su cuerpo en el incendio del
automóvil y estuvo cuatro meses en la Posta
Central de Santiago, donde falleció el 20 de
junio 1969.
Matías Pizarro…cultiva el jazz moderno en su
casa: Hernando de Aguirre con Heliodoro
YáEnez.
El aporte de Villarroel al Jazz en
Chile fue importante durante los
60, ya que corresponde al único
jazzista chileno que incursionó
en el free jazz
Cecil Taylor, Ornette
Coleman,
John
Coltrane, McCoy Tyner,
Herbie Hancock.
Jazz Eléctrico
Las tres agrupaciones locales
fueron : Fusion, Tiempo
de
Swing y Aquila
Tiempo de Swing era un octeto
organizado por Daniel Lencina, y
el pianisa Ronnie knoller que era
la base para un programa de
TVN llamado “Tiempo de Swing”.
Tuvo la posibilidad de tener un
horario estelar en los miércoles,
y además actuó en Viña del Mar
1974.
Miles
Davis,
Chick
Corea
y
Weather
Report.
Tiempo de swing con Daniel Lencina. TVN
Lucho Córdova. Mi batería y Yo. Canal Trece.
El CJS a mediados de los 70 se ubicaba en
calle California 1938, comuna de Providencia.
Golpe.
Instituto Goethe fue
dictadura/Los Cometa.
un
espacio
es
Fuentes gráficas
Buscar Revista Musical Chilena.
La Revista Musical Chilena fue fundada en 1945 por el distinguido compositor Domingo Santa Cruz (1899-1987) durante su
primer período como Decano de la Facultad de Bellas Artes de la UNiversidad de Chile.
Desde su fundación, la Revista Musical Chilena publica artículos acerca de la cultura musical en Chile y en Latinoamérica
que aborden tanto los aspectos musicales propiamente tales como el marco histórico y socio-cultural, desde la perspectiva
de diferentes marcos disciplinarios. Actualmente se edita dos veces al año, durante los meses de junio y diciembre.
En Revista Para Todos:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
“Recuentro Integral del Jazz en Chile I” I/29 10/6/1935,pp 40-41
“Recuentro Integral del Jazz en Chile II”I/32 1/7/1935, pp 58-59
“Recuentro Integral del Jazz en Chile III”.
1935
“Recuentro Integral del Jazz en Chile IV”.
16/9/1938 pp.23
“Recuentro Integral del Jazz en Chile V”
23/9/1935 snp
“Recuentro Integral del Jazz en Chile VI”
1935
En La Unión de Valparaíso:
1.
2.
“El canto de la muerte”
5/51936
Buscar accidente de Omar Nahuel
En Las Últimas Noticias de Santiago:
1.
“La autentica personalidad de Harry Roy”
06/10/1938
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
“Como debe trabajar un Orquestador de Jazz”
05/01/1939
“El jazz tiene sus críticos”
02/03/1939
“Hablan dos músicos chilenos del Jazz”
16/03/1939
“Nuevos colores del cultivo del jazz”
23/03/1939
“Un nuevo músico: Luis Aravena”
30/03/1939
“Eugenio González opina sobre Jazz”
06/04/1939
“El Hot Club de Chile”
13/04/1939
“Luis Silva, la guitarra y el hot jazz”
03/05/1939
“Mario Escobar, saxofonista tenor”
04/05/1939
“Renato Cádiz gobierna los ritmos”
11/05/1939
“El jazz unió el corazón de Chile y Uruguay” 25/05/1939
“A favor del jazz habla Luis Pérez”
01/06/1939
“Habla verdad Víctor Tapia”
08/06/1939
“La personalidad de Don Roy”
29/10/1939
“Habla Antonio La Manna”
02/11/1939
“Los músicos chilenos se hacen respetar, dice Lacasia”16/11/1939
“Samuel Contreras en Buenos Aires”
21/121939
En La Hora de Santiago:
1.
“Hot Jazz”
04/01/1948
En revista Vea de Santiago:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
“Jazz film”
“Jazz film”
“Jazz film”
“Jazz film”
“Jazz film”
“Jazz film”
“Jazz film”
“Jazz film”
“Jazz film”
“Jazz film”
“Jazz film”
“Jazz film”
01/11/1939
13/12/1939
06/03/1940
03/04/1940
10/04/1940
17/04/1940
24/04/1940
01/05/1940
08/05/1940
22/05/1940
05/06/1940
19/06/1940
Discografía
Las grabaciones se presentan en orden alfabético, procurando establecer con la mayor exactitud posible la fecha de edición
y el personal que participó en cada registro. El formato en que se halla cada grabación obedece a la siguiente nomenclatura:
d78: disco 78 rpm
d45: disco 45 rpm
LP: disco long play
Cas: casete
Cd: disco compacto
ALSUR. Alsur, cas Alerce ALC-626, 1998. Personal: Rolando Arancibia, piano y teclados. Edgardo Riquelme, tiple, guitarra
eléctrica y acústica. Raúl López, saxos. Marcelo Aedo, bajo eléctrico. Alejandro Espinoza, batería.
ÁNGEL PARRA TRÍO. No pega ni junta. CD Alerce CDAE 0410,2000. Perosonal: Ángel Parra, guitarra. Roberto Titae Lind,
contrabajo. Moncho Pérez, batería. Músicos invitados: Camilo Salinas, teclados. Raúl Morales, teclados. Antonio Restucci,
mandolina. Cristián Cuturrufo, trompeta.
AQUILA. Aquila. LP Alba ALD-005, 1974. Personal: Guillermo Rifo, vibráfono, dirección y arreglos. Sandra Salvati, saxo alto.
Sergio Meli, batería. Guillermo Olivares, piano eléctrico y órgano. William Miño, bajo eléctrico. Músico invitado: David
Estanovich, tumbadora.
ASES CHILENOS DEL JAZZ 1944. Roseta/Copenhague d78 Víctor 90-0341, 1944. Personal: Luis Aránguiz, trompeta.
Ángel Valdés, trombón. Mario Escobar, saxo tenor. Woody Wolf, clarinete. Hernán Prado, piano. Raúl Salinas, guitarra. Iván
Cazabón, contrabajo. Victor “Tuco”Tapia, batería.
ASES CHILENOS DEL JAZZ 1945. Jazz me blues/Darktown strutters’ball d78 Victor 90-0466, 1945. Personal: Luis
Aránguiz, trompeta. Ángel Valdés, trombón. Mario Escobar, saxo tenor. Luis Lamas, clarinete. Rafael Traslaviña, piano. Raúl
Salinas, guitarra. Iván Cazabón, contrabajo. José Luis Córdova, batería.
BOHR, JOSÉ. I tenia un lunar (shimmy) d78 Royal 4562, ca 1926. Personal no identificado.
CARRERA, ARMANDO. Smile/Gardenia d78 Odeon 88-955A. Personal: Armando Carrera, piano. Base Rítmica (guitarra y
contrabajo) no identificada.
CODERCH, JUAN. Repercusión. CD independiente 1999. Recopilación de trabajos grabados desde 1989 en adelante, con
un gran número de músicos participantes.
COMETA. Cometa. EMI, 1998. Personal: Andrés Miquel, piano y teclados. Edgardo Riquelme, guitarra. Ángel Parra,
guitarra. Marcos Aldana, saxos. Pablo Lecaros, bajo eléctrico. Pedro Greene, batería y percusión. Músicos invitados: Nené
Lecaros y Javiera Parra,voces.
CUARTETO MODERNO DE SAXOS. Cuarteto Moderno de Saxos. LP Moai VBP-232. 1968. Personal: Oscar Moya, saxo
soprano y alto. Oscar Acevedo, saxo alto. Gonzalo Gómez, saxo tenor. Luis Retamal, saxo barítono. Músicos invitados:
Arturo Giolito, batería. Nelson Gamboa, contrabajo.
CYBERJAZZ. En deuda/Corazón mix. CD independiente, 1999. Personal: Daniel Lencina (hijo), guitarra eléctrica. Ignacio
González, saxos y voz. Rossana Saavedra, voz. Christián Gálvez, bajo eléctrico, Mauro Torre, Iván Lorenzo y otros no
identificados.
ENSAMBLE. Sobre cordeles y bisagras. Cas Alerce ALC-671,1990. Personal. Pablo Bruna, piano y teclados. Eduardo
Orestes, guitarra eléctrica. Jaime Atenas, saxos y flauta. Carlos Martínez, bajo eléctrico y contrabajo. Boris Gavilán, batería.
Músicos invitados: Alejandro Reid y Rodrigo Vásquez, persecuciones.
ESPINOZA, ALEJANDRO. Alondra CD Alerce CDA 0156, 1992. Personal: Alejandro Espinosa, batería. Marcos Aldana,
saxo. Marcelo Aedo, bajo eléctrico. Mariano Casanova, piano. Andrés Sylleros, piano. Daniel Lencina, trompeta. Moncho
Romero, contrabajo. Alejandro Reid, percusión. Y otros músicos extranjeros.
FUSIÓN. Top Soul. LP Alba ALD-041,1975. Personal: Mario Lecaros, piano y teclados. David Estanovich, saxo tenor. Daniel
Lencina, trompeta. Lautaro Rosas, guitarra eléctrica. Enrique Luna, bajo eléctrico. Orlando Avendaño, batería. Santiago
Salas, persecución.
GALVÉZ, CHRISTIAN. Christian Gálvez. CD Bolchevique Records. 2000. Personal: Christian Gálvez, bajo eléctrico, voz,
kultrún, pifilka, trompe. Jorge Díaz, guitarra eléctrico. Rodrigo Gálvez, batería. Acompaña una gran cantidad de otros
músicos.
GARCÍA, EMILIO. Emilio García Trío en Vivo CD. CD independiente, 1997. Personal: Emilio García, guitarra. Miguel Ángel
Pérez, bajo eléctrico. Cristóbal Rojas, batería. Músico invitado: Claudio Nervi, teclados.
GARRIDO, JUAN SANTIAGO. La Estrella (shimmy) d78 Victor 80017 B, ca 1929. Personal no identificado.
GOODWAY JAZZ BAND. Mr. Fidelito and his Goodway Jazz Band d45 Fidelis Records TM 207, 1973. (grabación original
1964) Personal: Juan Sillano, clariente. Roberto Lecaros, corneta. Jorge Espíndola, trombón. Víctor Roa, bajo. Jaime
Gárete, contrabajo. Marcelo de Castro, batería.
HINDEMITH 76. In Music. LP EMI SLDC-42018, 1976. Personal: Guillermo Rifo, vibráfono. Nino García, piano. Alberto
Harmas, flauta. Emilio Donatucci, fagot. Adolfo Flores, contrabajo. Orlando Avendaño, batería.
JAZZ BANK. Apus. CD independiente, 2000. Personal: Lincoyán Berrios, saxo alto y arreglos. Marco Bravo, saxo tenor.
Víctor Navarro, piano. Cristián Madrid, teclados. Sebastián Montalvo, guitarra eléctrica. Cristóbal Montalvo, batería. Mauricio
Iturriaga, bajo eléctrico. Francisco Rifo, bajo eléctrico. Lorena Gormaz, voz.
Música citada en el libro
•
•
•
•
•
El cineasta y pianista José Bohr (1901-94) grabó en 1926 el shimmy I Tenía un Lunar (Royal 4562)
La Estrella (Victor 80017-B) grabado en Argentina por autor Juan Santiago Garrido, se sugiere que fue en 1929.
Promesse (Disco nacional 8718) grabada también en Argentina por la Banda La Jazz Band de Roberto Firpo.
Recién a principios de los años 40 se editan los primeros discos del Quinteto Swing Hot de Chile (Django
Reinhardt) y las grabaciones de los Ases Chilenos del Jazz en 1944 y 1945.
Pablo Garrido: Jazz Window (1930)primera obra docta nacional escrita para Saxo alto.
•
•
Black Fire
Jazz Sinfónico y negro spirituals.
Rapsodia chilena en tiempo de Jazz (1937)
Orquesta de Paul Whiteman
Los Ases Chilenos del Jazz: En aquella oportunidad se grabaron los temas Rosetta de Earl Hines y Copenhagen
de Charlie David.1944
Archivo Radio Valentín Letelier.
1. Semana del Jazz UCV, 13 de Mayo 1970 (1/2), Cuarteto de Manuel Villarroel.
2. Jazz, Manuel Villarroel. Concierto de Jazz, Sala La Reforma 20 de abril de 1970.
Reportaje Emol/Iñigo Díaz
Historia y estilos
La cronología del jazz chileno comienza en 1924 con la actuación de la Royal Orchestra de Pablo Garrido en
Valparaíso y termina ayer mismo por la noche en los clubes de la ciudad. Este es el tránsito por los 81 años de vida
del jazz chileno y su evolución estilística.
Jazz melódico (1924-1940)
Un curioso dato se detecta tanto en el jazz de Norteamérica como en el jazz chileno. En 1924, Fletcher Henderson
organizaba "secciones" instrumentales y su música sonaba llena, vibrante y muy distinta a aquélla que practicaban casi la
totalidad de las pequeñas bandas de Nueva Orleans. Era una big band. La primera de la historia.
En Chile, el mismo año, Pablo Garrido fundaba en Valparaíso una agrupación que utilizaba "filas" (aunque fueran reducidas)
de instrumentos: tres violines, tres saxofones, dos trompetas, clarinete, tuba, trombón, banjo, batería y piano. Se presentó
en la Confitería Colón bajo el nombre de Royal Orchestra. Era el inicio del jazz en Chile, una era romántica y de etiqueta,
que luego llegó a conocerse como "jazz melódico".
Fueron entonces las orquestas nacionales las primeras en tocar jazz (distintas a las orquestas típicas y, después, a las
orquestas tropicales). Se reunieron en torno a un repertorio de música popular orientada al foxtrot, el shimmy y el one-step,
fundamentalmente en el período 1929-40: música bailable y sumamente "melódica". Sus hombres eran músicos
profesionales, "de atril" y no improvisaban (salvo por la presencia de solistas que luego encabezarían la siguiente etapa del
jazz chileno: Luis "Huaso" Aránguiz o Mario Escobar). Las más importantes fueron las del cubano Isidro Benítez, Lorenzo Da
Costa, Rafael Hermosilla, Bernardo Lacasia y Buddy Day, y sus actuaciones llenaban salones, teatros y cabarets de la
capital y el puerto.
Figura:
Pablo Garrido (1905-1982)
El patrono del jazz chileno
Sus obras "Jazz window", "Black fire" y "Rapsodia chilena para piano y orquesta" son la prueba innegable de que en su
mente el compositor y violinista Pablo Garrido escuchaba jazz. Sus orquestas fueron claves en la consolidación de esta
línea y Garrido llegó a transformarse en una personalidad del jazz, más allá de su condición de creador de música docta y
de sus posteriores estudios sobre folclor. Tradujo al castellano el libro "Jazz hot" del francés Hughes Panassié (que abrió un
mundo musical a las generaciones de los años 40 en adelante), dictó 500 conferencias en 35 países y publicó dos mil
artículos de prensa.
Fue la llave maestra del "jazz melódico", pero eso no significó que no viera con claridad lo que ocurría a su alrededor. Prestó
mucha atención a la camada de jóvenes músicos que se estaba articulando en otro epicentro y que buscaba una música
distinta a la habitual de las big bands. Garrido fue además el patrocinador del grupo de jazzistas veinteañeros que fundaron
el Club de Jazz de Santiago en 1943. Por alguna extraña razón, al comenzar esa década, Garrido se retiró del jazz
argumentando la desvirtualización de esta música en favor de las masas. Era un vanguardista neto: "Quien no escuche a
Stravinsky, quien no escuche jazz, merece la horca".
Hot jazz (1941-1953)
Mientras en los salones la gente bailaba al pulso de las orquestas de jazz de Lorenzo Da Costa, Rafael Hermosilla o
Bernardo Lacasia, en ciertos lugares escondidos de la ciudad se reunía un puñado de músicos jóvenes. Mucho más allá de
los perfectos arreglos de vientos y cuerdas y del ritmo envolvente de las orquestas, gustaban de algo que estas
agrupaciones carecían notoriamente: la improvisación.
En 1941, un grupo llamado The Chicagoans (que adoptó el nombre de la banda de Chicago liderada por Jimmy
McPartland), realizaba audiciones de música de Nueva Orleáns y Chicago, y ensayaba a puertas cerradas con unos cuantos
amigos como público: Tito Rodríguez (corneta), René Eyhrealde (clarinete), Luis Barragán (piano), Carlos Morgan (guitarra)
y Lucho Córdova (batería) iban en otra dirección estética. El rumor de estas reuniones de avanzada llegó a oídos de algunos
músicos profesionales de las orquestas que necesitaban eludir la monotonía de tocar noche tras noche los mismos arreglos
para las mismas canciones: Luis "Huaso" Aránguiz (trompeta), Mario Escobar (saxo tenor), Ángel Valdés (trombón), Hernán
Prado (piano) y Víctor "Tuco" Tapia (batería). Ellos eran, por cierto, los ídolos de los muchachos que alineaban en los
Chicagoans.
Todo ocurrió muy rápido para el nuevo jazz: En 1943, Rodríguez, Eyheralde y Córdova fundaron el Club de Jazz; en 1944
se formó la primera selección de Los Ases Chilenos del Jazz; y en 1945 una segunda formación de los mejores consolidó la
corriente (ver capítulo "El cuadro de honor"). El "jazz melódico" fue perdiendo espacio y el "hot jazz" alcanzó uno de sus
mejores momentos al ingresaren los años 50 con una comunidad de músicos que se había multiplicado por varios números.
Figura:
Luis "Huaso" Aránguiz (1912-1989)
La leyenda
Se cuenta que Aránguiz adoptó el pseudónimo de "Huaso" porque vivió gran parte de su niñez en un burdel dirigido por una
dama a la que se conocía por "Huasa". Aránguiz se hizo a punta de días solitarios y noches ruidosas. Se inició en la
trompeta en 1938, escuchando, como todos los músicos de la época, los solos de Armstrong a través de los viejos discos
que lograba conseguir. Fue hombre de la orquesta de Lorenzo Da Costa, pero tras renunciar a ella se volcó directamente
hacia la improvisación jazzística caliente, el "hot jazz". "El dixie le brotaba por todos lados. El Huasito era un fenómeno",
diría mucho tiempo después el trombonista Jorge Espíndola (colíder de los Santiago Stompers).
En 1941 puso en el escenario del salón Olimpia a uno de los más significativos conjuntos del hot jazz: Los Ases del Ritmo,
en cuyas líneas estaban los mejores hombres de la época: Escobar, Woody Wolf (clarinete), Prado (piano), Raúl Salinas
(guitarra), Iván Cazabón (contrabajo), Tapia (batería). En 1944 y 1945 fue músico de Los Ases Chilenos del Jazz y fue y
volvió de múltiples agrupaciones hot hasta fichar en 1973 en los Santiago Stompers. Tocó con esta banda revival hasta
1978.
Historia y estilos
Swing (1953-1959)
El arribo a Valparaíso de dos inmigrantes en 1948 tendría consecuencias notables en el curso del jazz chileno. La llegada
del polaco Józef Hosiasson y del italiano Giovanni Cultrera fue una coincidencia. El encuentro entre ambos fue una fortuna.
Ambos eran pianistas, uno más que otro. Pero uno conocía más jazz que el otro. Se potenciaron mutuamente y se
ensamblaron como piezas maestras de un mecanismo, generando en el Valparaíso de la época un nuevo enclave del jazz
como 30 años antes lo había hecho Pablo Garrido.
Hosiasson (ahora llamado "Pepe") y Cultrera dieron marcha a una etapa de swing, consolidando a la generación de los años
50. Más allá de las posibilidades como músicos en el escenario, ambos lo hicieron como gestores musicales y difusores del
jazz a través de programas radiales y temporadas de conciertos. Así, nuevos clubes con fanáticos fundaron en Valparaíso
(1954), Los Ángeles (1957) y Temuco (1961). Concepción tenía el suyo desde 1944. La nueva generación se abrió a otras
opciones de música, que venían de la mano de Duke Ellington, Count Basie, los orquestadores maestros, y Art Tatum,
Teddy Wilson y Oscar Peterson, los grandes pianistas.
Figura:
Giovanni Cultrera (1931)
El maestro
Si usted lee este texto un día martes o sábado, durante esta misma noche podría ver a Cultrera tocar el piano. El pianista de
origen siciliano es miembro de la all stars que más actuaciones tiene en el cuerpo actualmente: junto a Alfredo Espinoza
(saxo alto) y Daniel Lencina (trompeta), Cultrera ya superó los 70 shows en sola una temporada. Pero la historia de este
músico-bisagra se remonta a los inicios de los años 50. Cultrera fue un pivote del jazz en el eje Valparaíso-Viña del Mar, no
sólo liderando iniciáticas sesiones de audición, sino además gestando algunas de las primeras bandas dixie no capitalinas y
cimentando el que llegó a ser el primer Club de Jazz de Valparaíso.
En 1953 alineó en el histórico quinteto de respaldo del tenorista Bud Freeman (figura mundial del swing, quien curiosamente
vivió una temporada en Chile). Tenía 21 años cuando actuó con el saxofonista durante 60 días ininterrumpidos en el Hotel
Carrera, alternando el escenario con la tropicalísima big band del cubano Isidro Benítez. Articuló a la generación de músicos
porteños como Roque Oliva (clarinete), Alvaro Vicencio (saxofón), Hugo Valdebenito (batería) y los trompetistas Sergio
Acevedo y Eugenio "Yuyo" Rengifo. Hasta el día de hoy frecuenta el Club de Jazz, para conocer a los nuevos nombres o
para tocar con los antiguos estandartes.
Jazz moderno (1959-1969)
¿Es posible que los músicos afines al jazz tradicional se hayan trenzado a trompadas con los músicos militantes del jazz
moderno? La respuesta es no. Pero los relatos de los protagonistas de la época sí hablan de un enfrentamiento real entre
ambas escuelas. Algunos músicos más antiguos no consideraban a "eso" (el jazz moderno) como jazz. Era más bien
"ruidismo" puro y la excusa perfecta para demostrar cuánto podían dar los instrumentos y cuántos aplausos podían recibir
los solistas. Pero lo cierto es que para 1959 toda una generación de recambio se estaba instalando en las dependencias del
Club de Jazz. Estaban liderados por el pianista rancagüino Omar Nahuel, su máximo responsable.
Toda la década de apertura hacia las nuevas variantes del jazz (a partir del bebop neoyorquino o el cool jazz californiano)
van de la mano de Nahuel. Los héroes estaban a la vuelta de la esquina: John Coltrane y Stan Getz, Lennie Tristano y Bill
Evans, Art Blakey y Joe Morello. La comunidad estaba formada ahora por los saxofonistas Sandro Salvati, Mario Escobar Jr.
y Patricio Ramírez, los pianistas Mariano Casanova o Roberto Lecaros, los contrabajistas Boris Castillo o Alfonso Barrios y
los bateristas Sergio Meli o Waldo Cáceres. La consolidación de un jazz "modernista" coincidió con el nacimiento, fulgor y
muerte del Nahuel Jazz Quartet, la banda que inspiró a estos jóvenes músicos, que grabó el primer long-play realizado por
una banda estable y que probó al medio que sí era posible vivir de un jazz impecablemente propuesto e interpretado.
Figura:
Omar Nahuel (1936-1969)
Una mente distinta
Según narran las páginas de "Historia del Jazz en Chile" (2003, Ocho Libros), escrito por el musicólogo Alvaro Menanteau,
"nadie de los que lo conocieron en Santiago sabe a ciencia cierta cómo Nahuel llego de Rancagua tocando como ningún
otro pianista del medio local (…) Nahuel poseía una técnica y un lenguaje musical que se traducía en un toque moderno y
elegante a la vez".
Pero más que las habilidades frente a las 88 teclas, Nahuel hizo historia con su punto de vista. Convocó a los mejores
músicos nuevos, organizó un club alternativo, tocó en el extranjero, ejecutó un jazz distinto, grabó los primeros discos por
una banda consolidada Nahuel Jazz Quartet en 1963 y Villavicencio 361 en 1965), vistió de traje y corbata, fumó
muchísimo y murió joven, como toda una leyenda del arte. Un accidente automovilístico en las afueras de Valparaíso en
1969 terminó con el esplendor de Nahuel. Tenía 33 años. Lo que Pablo Garrido al "jazz melódico" y Luis "Huaso" Aránguiz
al "hot jazz", es Omar Nahuel al jazz moderno en Chile.
Jazz eléctrico (1970-1989)
En 1960, Miles Davis vestía trajes italianos y tocaba música modal en quintetos bop. Pero en 1969 ya lucía cabellera afro,
camisas psicodélicas y tocaba música funk ácida con banda eléctrica. Una tendencia que se desperdigó en el jazz
norteamericano y llegó hasta incluso hasta el último confín de América Latina: Chile.
El bajista peruano Enrique Luna (que había parchado como contrabajista en el Nahuel Jazz Quartet) traía novedades de sus
reiterados viajes a Nueva York y en 1972 fundó un grupo de características enchufables: Fusión. Pianos eléctricos, bajo
pasivo y guitarras de cuerpo macizo mezclaban la improvisación a niveles sonoros de amplificación, con la potencia del rock
y otras fuentes musicales. El grupo grabó Top soul (1975). Luego vino el grupo Aquila, comandado por el vibrafonista
Guillermo Rifo, que grabó Aquila (1974). La estética de la mezcla de estilos y formas, y de la gran preparación instrumental
de los músicos tuvo una larga vida y gran cantidad de cultores, sobre todo hasta 1989, cuando el grupo Cometa dejó de
existir. En este período se incluyen fuertemente elementos de la música chilena de raíz.
Bandas: Koalición (del guitarrista Miguel Zabaleta), Quilín (del guitarrista Alejandro Escobar), Cometa (del baterista Pedro
Greene), Kameréctrica (del violinista Roberto Lecaros), Alsur (del guitarrista Edgardo Riquelme), Ensamble (del guitarrista
Eduardo Orestes), Trifusión (del guitarrista Emilio García), La Red (del guitarrista Vladimir Groppas). La más importante
agrupación de la nueva era fue La Marraqueta (con Greene, Andrés Pollack y Pablo Lecaros), fundada en 1992 y la única
que aún graba discos y actúa en vivo (junto con Quilín, que toca de cuando en cuando en el underground).
Figura:
Pablo Lecaros (1957)
El hombre de la fusión
El jazz fusión chileno tiene a muchos nombres de la generación 70 y 80, pero ninguno es tan representativo como el de
Pablo Lecaros. Un bajista eléctrico vinculado a la tradición de Jaco Pastorius (y luego a la de Steve Swallow, Jeff Berlin,
Marcus Miller y John Patitucci), que supo mezclar muy bien fuentes de inspiración tan distintas como el rock de Jimi Hendrix,
el jazz de Miles Davis y la música de raíz de Violeta Parra.
Fue bajista del grupo Cometa desde 1983 y tras su disolución en 1989 formó Macondo (1990) y La Marraqueta (1992), con
quienes está a punto de sacar su tercer álbum. Como solista tiene a Quinto-primero (2003) como su único disco.
Bop contemporáneo (1990 - ?)
Nombres del siguiente recambio: Ángel Parra, Cristián Cuturrufo, Pancho Molina, Felipe Chacón. Todos músicos estelares
que aparecieron con el fin del régimen militar, pusieron la mirada en el histórico lenguaje acústico del jazz y reforzaron una
escena que venía desde más atrás con nombres como los del trompetista Daniel Lencina, los bateristas Alejandro Espinosa
y Moncho Pérez, el guitarrista Fernando Otárola, los pianistas Mario Lecaros, Moncho Romero y Marlon Romero, el
contrabajista Sammy Domínguez, el saxofonista Marcos Aldana y el histórico grupo Nexus (fundado en 1986 por el
saxofonista Patricio Ramírez y el vibrafonista Carlos Vera como un conjunto-escuela).
La guitarra eléctrica dejó de sonar como la de Hendrix o la de McLaughlin y regresaron nombres y sonoridades de antaño:
Wes Montgomery, Jim Hall, Barney Kessel. Pero no sólo la guitarra dejó de sonar rockera, sino que al finalizar los 90
comenzó a desplazarse de una posición protagónica a la de una plaza en la sección rítmica, dando paso así a nuevos
solistas que tomaron el saxofón y la trompeta como armas predilectas del jazz de los 2000.
Marcos Aldana puso a sus alumnos en la cresta de la ola: Ignacio González, Claudio Werner, Claudio Rubio, Max Alarcón
fueron algunos ejemplares de los saxos tenor y alto. Más tarde se incluirían a la lista otros jóvenes nombres (ver capítulo
"Los saxofones"). Entre las trompetas de Santiago Cerda, Gustavo Bosch, Patricio Pailamilla o José "Pepe" Vergara (casi
siempre incluidas en filas de big bands y grupos pop), hubo una que iba a convertirse en la gran estrella del jazz de fin de
siglo: Cristián Cuturrufo.
Figura:
Cristián Cuturrufo (1972)
El desbandado
"Como tocan son" es el título de una composición del bajista eléctrico Pablo Lecaros. Cristián Cuturrufo toca como es:
enorme, divertido, gritón, gozador. Su figura pasó las fronteras del pequeño circuito jazzístico y hoy, como ocurrió en los
años 70 con Daniel Lencina (su predecesor en la trompeta), se le conoce en ámbitos que uno ni siquiera pensaría que
existen. Cuturrufo es un apellido "musical": suena a algo muy fuerte.
Se inició como trompetista docto en el Ensamble Gabrieli en 1991. Música demasiado estática para él. En 1994 figuraba en
La Habana haciendo latin jazz y escuchando muchos discos de Dizzy Gillespie y Arturo Sandoval (dicen que su trompeta
perteneció a Art Farmer y que llegó a sus manos después de infinitos traspasos). Al regresar a Chile su estilo ya era
arrollador, como el bebop. Se integró a los grupos Motuto (de Ignacio González), Vernáculo (de Rodrigo Cuturrufo) y Los
Titulares (de Pancho Molina). A su paso siempre fueron incendiándose los clubes y hoy en día llena cualquier espacio
donde se presente: El Perseguidor, El Cachafaz o el Teatro Municipal de Ñuñoa. Una vez, una enorme llama le quemó la
cabellera en pleno escenario. Fue la descripción precisa de sí mismo. Tiene cuatro discos editados ( Puro jazz de 2000,
Latin jazz de 2002, Recién salido del horno de 2003, y Jazz de salón de 2004). Va por un quinto en 2005, también junto
al pianista Valentín Trujillo.
Jazz experimental (1968 - 1970 / 1999 - ?)
El jazz "libre" es transversal a todos los tiempos. Pero tuvo dos épocas muy fuertes en nuestro país. Mientras el Nahuel Jazz
Quartet se acercaba al inesperado fin de su historia con la muerte de su líder, un nuevo pianista aparecía en la reducida
escena jazzística de 1965. Manuel Villarroel buscaba respuestas más allá de las estructuras comunes. Poco después llegó
otro pianista, muy joven y con aguda mirada: Matías Pizarro. Ambos dejaron el país para estudiar música en escuelas de
avanzada al iniciarse los años 70. Entonces, con Villarroel en París, Pizarro en Boston y Pinochet en Santiago de Chile las
horas de la experimentación fuera de las normas estaban contadas.
Las inspiraciones en esta línea regresarían al comenzar los años 2000, de la mano del pianista británico Martin Joseph,
quien lideró la primera de las comunidades del jazz experimental. Como compositor y hombre ligado al mundo de la música
docta, convocó músicos en sus talleres de improvisación libre desde la academia: El guitarrista Ramiro Molina, el
saxofonista Edén Carrasco o el baterista Andy Baeza lo siguieron en sus propósitos improvisacionales vinculados a la
música europea. Otros, como el pianista Carlos Silva, iniciaron su propia aventura en el jazz libre y la música
contemporánea. Una segunda línea de acción la encabezaron los jóvenes hermanos Diego Manuschevich (saxofón) y Hugo
Manuschevich (batería), quienes llegaron desde Nueva York en 2003 con la clara idea de reunir nuevos freejazzistas. Lo
lograron a través del colectivo Núcleo de Resistencia Estética, que tuvo mil caras distintas y se presentó en subterráneos
con la música cuya mayor referencia estaba en la escuela de Chicago de los años 60.
Figura:
Manuel Villarroel (1944)
La mirada afilada
Poco se sabe de Manuel Villarroel. Su gran historia musical se escribió en Francia, país al que llegó para estudiar en 1970 y
donde vive actualmente. Sus inicios lo encuentran en 1963 a la cabeza del Minton’s Trío, ensamble acústico de
características similares al Nahuel Jazz Trío (de Omar Nahuel, 1959) o al Village Trío (de Sergio Meli, 1964). Sobre la
marcha de este conjunto, Villarroel comenzaría a poner su mirada distinta en música que tenía que ser distinta. Según el
musicólogo Alvaro Menanteau, el aporte de Villarroel "fue importante, ya que corresponde al único jazzista chileno que
incursionó de lleno en el free jazz (…) La composición formal de los temas se combinó (con Villarroel) con un lenguaje
atonal y un fraseo irregular que negaba el tradicional beat o pulso de los estilos de jazz anteriores".
En la discoteca de Villarroel estuvieron siempre los discos más importantes de Ornette Coleman, Cecil Taylor y todos los
exponentes de la escena de Chicago de los años 60. En París, siguió construyendo música de avanzada, con la Machi Oul
Big Band (grabaciones en 1971 y 1975) y luego con la estupenda formación chilena del grupo Skuas, que tenía a los
grandes nombres del avant-garde: él, su hermano Patricio Villarroel y el pianista Matías Pizarro.
El cuadro de honor
Tras 81 años de acción, el jazz chileno es eminentemente historia. Y en la historia están quienes le dieron el
carácter definitivo a esta música norteamericana hecha desde la realidad chilena de los años 40. Son los mejores
jazzistas de una era. Unos ases: Los Ases Chilenos del Jazz
Ases, uno y otro
El "jazz melódico" era muy popular. Pero era limitado y sus formas, repetitivas. Algunos de los músicos de estas big bands
de los años 30 estaban francamente superados por la monotonía. Entonces se unieron a los músicos que no tocaban en las
orquestas de baile sino en combos pequeños, con una sola cosa en mente: improvisar.
Un grupo de muchachos (algunos apenas mayores de edad) que llegaron a adoptar el estilo de vida proveniente de la
metrópolis. Vestían trajes a rayas a la medida, sombreros, corbatines, zapatos blancos, frecuentaban los bares céntricos a
toda hora, gustaban del boxeo y los cabarets, y leían las revistas de jazz.
Así fue como se encontraron en Downbeat y Metronome con una idea nueva posible de aplicar en Chile: una votación para
escoger a los mejores músicos de cada año y en cada instrumento. Un excusa simple y directa, únicamente inventada para
seguir tocando.
La elección sería a través de los socios del Club de Jazz, recientemente formado en 1943. Y la opción de grabar música
estaría a la mano. Las sesiones de fueron el 10 de noviembre de 1944 (con "Rosetta", de Earl Hines y "Copenhaguen" de
Charlie David), el primer registro de hot jazz en Chile. La segunda grabación (con "Jazz me blues", de Tom Delaney y
"Darktown strutters’ ball", de Shelton Brooks) se realizó el 14 de agosto de 1945.
Los sopladores
La primera formación de Los Ases Chilenos del Jazz, entonces, se dio en 1944. La segunda y última, en 1945. Ahí acabó el
sueño y empezó la leyenda de estos músicos. Los solistas aparecieron uno tras otro: Luis "Huaso" Aránguiz era el
trompetista por excelencia en el medio, muy superior al resto de los solistas.
Casi siempre se acompañaba por el tenorista MarioEscobar, un metódico estudioso y coleccionista de discos, considerado
además el más influyente de los saxofonistas de nuestro jazz.
El trombonista Ángel Valdés, que también estuvo en ambas formaciones, llegó a componer una pieza que se grabó
posteriormente en la segunda versión de esta all stars: "Los blues de Valdés". Woody Wolf fue el primer clarinetista
escogido por los socios. No era chileno, sino holandés y fue reemplazado en 1945 por el nacional Luis Lamas.
Los chicos del ritmo
Para que estos solistas se lucieran haciendo solos "hot", necesitaban de secciones rítmicas afines y capaces. El único
guitarrista de Los Ases Chilenos del Jazz fue Raúl Salinas, en cambio los pianistas cambiaron de un año a otro. El de 1944
fue Hernán Prado, quien había amenizado tardes y noches de juerga en prostíbulos, y fue sustituido en 1945 por un
cuequero Rafael Traslaviña, a quien aún se le puede ver tocar con mucho swing si se tiene suerte de encontrarlo por ahí.
Casi siempre es número puesto en las fondas organizadas por Álvaro Henríquez o en conciertos especiales del Ángel Parra
Trío.
Iván Cazabón no era precisamente un músico de jazz, sino de tango. Hasta el día de hoy lo es y se le puede ver tocar con el
Sexteto Real Caló. Acompañó con sus pulsos medidos y tremendamente musicales a Víctor "Tuco" Tapia, el baterista de la
versión de 1944 (el primer batería del jazz chileno propiamente tal) y a Lucho Córdova en la selección de 1945, uno de los
más longevos jazzistas nacionales. Tiene 84 años y sigue tocando en el Club de Jazz.
Los clanes
El ADN se traspasa fácilmente en la música. Estos son los apellidos que en Chile suenan a jazz
La familia Lecaros
La música de raíz folclórica chilena resuena en el apellido Parra. El jazz chileno tiene a los Lecaros como su más importante
clan de músicos afines. Si nos vamos al árbol genealógico de esta familia de seguro perderemos de vista a los primeros
músicos.
Roberto Lecaros (1944)
El patriarca
El primer jazzista del clan cumplió los 60 años hace muy poco. De ellos, 47 han sido dedicados al jazz, desde que en 1958
fuera invitado por el clarinetista Juan Sillano a tocar la tuba en el grupo tradicional Goodway Jazz Band. Todo lo que había
conocido desde niño en su casa (los discos de folclor, tango, bolero y swing, y una serie de instrumentos musicales
disponibles) brotó en él naturalmente. Entonces se hizo contrabajista y antes de cerrar la década de 1960, Roberto Lecaros
tocaba con los cuartetos de Miguel Sacaan y Omar Nahuel, los Santiago Stompers y además acompañaba al piano la bossa
nova de Rita Góngora.
En los 70 alternó como contrabajista en la big band dirigida por el clarinetista Luis Retamal e integró la fila de contrabajos de
la Orquesta Sinfónica de Chile. Pero iba a ser a fines de esa década cuando Lecaros orientaría su nuevo rumbo como
profesor de música popular y jazz. Su escuela fue la primera en formar jazzistas y su club L’Atelier fue la vitrina para
mostrarlos a estos diamantes: Emilio García, Alvaro Bello, Jorge Rocha, Cristóbal Rojas, Mauricio Rodríguez, Roberto
Dañobeitía y Rodrigo Galarce.
Entonces ya había integrado el violín al jazz (el primero de los instrumentos que estudió desde niño). El grupo Kameréctrica
(ensamble de jazz-rock con Tilo González y Marcelo Aedo, entre otros) desarrollaba música eléctrica de Jean-Luc Ponty. Su
primer disco es, en cambio, un trabajo de viloín jazzístico en la línea clásica de Stephane Grappelli, grabado en 1994 y
presentado como Hot jazz. En los 90 y 2000, Lecaros ha seguido encabezando jazztets como pianista. El principal, La
Tropa, quinteto hard bop donde ha promovido a sus últimos discípulos, los nombres que hoy copan los anuncios del jazz:
Agustín Moya, Sebastián Jordán, Andrés Pérez, Cristián Gallardo y sus hijos Roberto Lecaros Jr. y Félix Lecaros.
Mario Lecaros (1950)
El multi-intrumentista
Antes de cumplir 15 ya era adiestrado por su hermano mayor Roberto para tomar el contrabajo y practicar walking basses
para el Village Trío, banda que en 1965 elaboró bocetos del jazz moderno en el formato de Bill Evans (piano-contrabajobatería). Desde entonces Mario Lecaros fue el lugarteniente de Roberto Lecaros hasta que al ingresar en los años 70 tomó
sus propias riendas y se convirtió en multi-intrumentista.
Su ficha personal lo presenta como pianista, teclista eléctrico, contrabajista, saxofonista soprano y cornista docto. Integró el
mítico grupo de jazz eléctrico Fusión, formado en 1972 (con el pianista Matías Pizarro y el bajista Enrique Luna a la cabeza),
y tras su residencia en Barcelona, donde fundó la escuela Taller de Musics, editó su álbum Septiembre (1998). En él, el
segundo de los hermanos Lecaros trabajó sobre composiciones de raíz folclórica (Rolando Alarcón, Violeta Parra, Fernando
Lecaros, Osvaldo Rodríguez) a piano solo.
Rodrigo Galarce (1974)
El contrabajista-eslabón
Cuatro cuerdas alcanzan para amarrar cualquier otro instrumento. Eso lo sabe bien Rodrigo Galarce, uno de los más
ocupados y respetados contrabajistas del jazz actual. No se confunda: su segundo apellido es Lecaros. Tocó en las bandas
de Roberto Lecaros, Mario Lecaros, Pedro Rodríguez, Pancho Molina, Carlos Silva, Cristián Cuturrufo, Federico
Dannemann, Roberto Dañobeitía, Mauricio Rodríguez Lautaro Quevedo, Gonzalo Palma, Francesca Ancarola, etcétera,
etcétera, etcétera…
Roberto Lecaros Jr. (1978)
El otro contrabajista-eslabón
Este jazzista sí tiene como primer apellido Lecaros. Es hijo del "patriarca" y de la misma manera que su primo Rodrigo
Galarce, une melodía con ritmo a través de su "violín gigante", el llamado "bajo a leña". Hombre estable los grupos La Tropa
y Contracuarteto (para el que escribe magníficas piezas jazzísticas), y es sideman de los saxofonistas Mickey Mardones y
Alfredo Espinoza.
Félix Lecaros (1980)
El baterista múltiple
El hecho de que Félix Lecaros sea miembro de unos diez proyectos jazzísticos simultáneamente sólo puede indicar dos
cosas: o este músico es un fenómeno o los bateristas jóvenes de jazz son escasos. Lo segundo de ninguna manera (Andy
Baeza, Gabriel Puentes, Cristián Bidart, Felipe Candia, Daniel Rodríguez, Carlos Cortés Andrés Celis, Leo Mandujano, Julio
Denis, Nicolás Ríos, Arturo Salinas, Mariela González, Marlon Romero Jr.). Lo primero es lo correcto. No existe baterista
que no se haya sorprendido alguna vez con Lecaros frente a los tambores. Orlando Avendaño, el histórico baterista del jazz
de los 60 y 70 recuerda: "Ver a Félix me puso en jaque. Tiene un touch perfecto, técnica avanzada y afina la batería como
nunca había escuchado. Creo que voy tomar clases con él".
Los Aldana
Una pequeña dinastía de saxofonistas de jazz atraviesa tres generaciones. El abuelo es Kiko Aldana, magistral hombre de
la Orquesta Huambaly, desde su fundación en 1954 y hasta su cierre de telón en los años 70 (cuando se dice que "ya no era
la Huambaly mítica"). Kiko tocó mucho swing y formó algunos saxofonistas jóvenes, entre ellos a su hijo Marcos Aldana. El
segundo eslabón de esta cadena tocó música popular (orquesta Bermuda Show) y tropical (Banana 5) pero fue en los
conjuntos Cometa, Coda y Conexión donde se desarrolló como tenorista. También llegó a formar a muchos saxofonistas
(Claudio Rubio, Claudio Werner, Ignacio González, Agustín Moya, Cristián Mendoza, Max Alarcón). Su última alumna es su
propia hija. Con apenas 16 años y mucho que avanzar aún, Melissa Aldana es ya todo un nombre en la escena jazzística
nacional.
Los Romero
En Concepción el clan Romero tiene también tres generaciones. El primero fue Ramón Romero, baterista aficionado de jazz
tradicional y hombre importante en la consolidación del club jazzístico de la ciudad. Desde los inicios de los 70 sus hijos
fueron importantes pianistas: Moncho Romero y Marlon Romero son la cara del jazz moderno en Concepción. El primero se
estableció en Santiago donde forma alumnos en la escuela Projazz y lidera magníficos tríos acústicos (en los que también
figura su hijo, el clarinetista Moncho Romero Jr.). El segundo hace lo propio en Concepción y toca principalmente con
cuartetos. Su hija Carla Romero es también pianista y está pronta a editar un disco ("Ventus"), mientras que Marlon Romero
Jr, empuja con sus 20 años y su batería a todas las bandas que lo integren como sideman.
Los Cuturrufo
Familia de Coquimbo de cuyos integrantes, en rigor, sólo el trompetista Cristián Cuturrufo es jazzista. Pero el clan lidera el
Club de Jazz de Coquimbo y tiene nombres vinculados a la música popular, clásica y religiosa de la zona: Wilson Cuturrufo,
el padre, era acordeonista. El percusionista Rodrigo Cuturrufo lidera el grupo Vernáculo. Su hija, Ska Cuturrufo es
percusionista docta en ensambles de La Serena. Marcelo Cuturrufo es baterista y ha tocado con Álvaro Henríquez.
Las big bands
Swing a toda orquesta
Desde las big bands salieron los mejores jazzistas de la historia: Coleman Hawkins, Lester Young, Charlie Parker, Dizzy
Gillespie, Miles Davis. En Chile son agrupaciones-escuela donde se aprende el lenguaje. Algunas de ellas han promovido a
parte de los mejores músicos de la actualidad. Funcionan desde los tiempos de la Royal Orchestra (1924) de Pablo Garrido
y las big bands de Buddy Day, Lorenzo Da Costa, Rafael Hermosilla o Bernardo Lacasia, diestros conductores orquestales.
Hasta nuestros días, el formato de la música en bloque sigue siendo un imán.
La fuerza de los 15 años
"Una cosa es practicar un solo de saxofón, trompeta o trombón en un pequeño combo de jazz y otra, muy distinta, es tocar
un bloque, afiatado con una fila instrumental, leer arreglos, seguir al conductor de la orquesta, imprimir swing en cada
soplido y hacer que una composición suene bien entre 20 o más músicos. Son las dos caras de una historia". Una ideafuerza que bien conoce Gerhard Mornhinweg, ex cornista y trompetista docto que desde hace más de diez años conduce
una de las más soprendentes orquetas de jazz del cono sur: la Conchalí Big Band, formada en 1994 y configurada
únicamente con adolescentes.
Ahí enseñan maestros como el saxofonista alto Carmelo Bustos (ex Orquesta Huambaly, actual jefe de la fila de las cañas
en The Universal Orchestra). Y de ahí han salido espléndidos solistas como Agustín Moya (tenor), Cristián Gallardo (alto),
Jorge Prieto (trombón), Andrés Pérez (tenor) y Marcelo Maldonado (trombón). En 2003, y motivado por la expriencia en
Conchalí, el saxofonista de Puerto Varas Carlos Ralil formó la Puerto Varas Big Band. La misma idea: sólo adolescentes con
la vida por delante y ganas de tocar.
Desde la sala de clases
Gerhard Mornhinweg también encabeza una de las múltiples orquestas surgidas en las escuelas, la Projazz Big Band. Junto
a ella está el Ensamble Latinomoderno, big band de la Escuela Moderna centrada sólo en el repertorio latin jazz y
afrocubano, y está dirigida por los cubanos Juan Manuel Arranz (piano) y David Ortega (percusiones).
En la UMCE aparece una orquesta muy particular, integrada por estudiantes de pedagogía en Música: la Metrópolis Big
Band. Y en la Universidad Católica, los trompetistas y trombonistas doctos debieron convocar a un director (el vibrafonista
Carlos Vera) para levantar la Big Band UC y poder tocar swing sin el rigor orquestal clásico.
En Valparaíso, la Universidad Católica porteña tiene a la UCV Big Band, organizada en 2001 por el profesor de música
Mario Espinoza Pulgar y dirigida actualmente por el bajista eléctrico Luis Cheul. Mientras, la Universidad de Valparaíso
comparece al circuito con la El Farol Big Band, orquesta formada en la famosa sala de ensayo conocida como "El Farol" y
puesta en marcha después de que el trompetista Santiago Cerda se presentara ahí con su consagrada Los Andes Big Band.
Cerda dirige, entonces y en consecuencia, a El Farol Big Band.
Las orquestas maestras
Pero la historia de Santiago Cerda junto a las orquestas se remonta a más de una década. Como trompetista tocaba con los
grandes jazzistas de los 50, 60 y 70 en la recordada Hamilton Big Band, que conducía el saxofonista ecuatoriano Hamilton
Vela y que una vez que se disolvió dio origen a la Los Andes Big Band, formada por algunos sobrevivientes de la orquesta
de Vela. En 2000 grabaron el disco Suite latinoamericana para big band y en sus filas han actuado solistas como Sebastián
Jordán, Sergio Contreras, Claudio Rubio, Max Alarcón, José "Pepe" Vergara, Cristián Mendoza y Gustavo Bosch, entre
otros.
El baterista Alejandro Espinosa alineó en la también desaparecida Víctor Durán Big Band y cuando ha querido integrarse a
formaciones orquestales lidera la Funk Jam Big Band, una agrupación de gran formato que va en busca de arreglos
orientados al funk y el groove por sobre el clásico swing. Es una orquesta que opera como selección nacional "de fútbol": se
arma y desarma cuando hay "eliminatorias". O sea, espectáculos de las grandes ligas.
El saxofonista Raúl Gutiérrez ha vuelto a poner en marcha su orquesta de latin jazz llamada Irazú. Fue fundada en 1981 en
la alemana Munich como noneto y para cuando Gutiérrez regresó a Chile a mediados de los 90 la convirtió en big band. Ahí
promovió a un buen staff dse músicos nuevos, todos chilenos, casi todos desconocidos, todos con talento por demostrar.
Luego se trasladó a La Habana y siguió con una versión cubana de Irazú. Hoy está de vuelta con una nueva generación de
jazzistas en las filas.
Big band universal
De todas ellas la más fuerte es The Universal Orchestra, que conduce el sempiterno Juan Azúa, hombre de recordadas
orquestas del formato Broadway, inamovible en los sets televisivos y grabaciones históricas. En 1996 comenzó a organizar
músicos, a ordenar repertorio abierto, comprar arreglos y escribir otros nuevos para una orquesta tipo Las Vegas: que
pudiera tocar cualquier pieza clásica. Debutó con el cambio de milenio y hoy el repertorio supera los 400 títulos, por lo que
según su director "podríamos estar varios días tocando sin parar".
La Universal Orchestra ha editado tres discos y recientemente actuó con The Great Voices of Gospel. El director del coro se
apresuró a decir que en Chile no había otra orquesta de jazz capaz de soportar los conciertos sacros de Duke Ellington (que
interpretaron en el Teatro Municipal). En sus filas está nhombres de alto nivel: el saxofonista Carmelo Bustos (de la
Orquesta Huambaly), el trompetista Ricardo Barrios (de la Orquesta Cubanacán), el trombonista Héctor "Parquímetro"
Briceño y un sinfín de nombres para no perder de vista.
El revival hot jazz
Las bandas más longevas son las cultoras del jazz clásico: las escuelas de Nueva Orleáns y Chicago. Formadas
originalmente por músicos aficionados, tras 40 años de actividad sus perfiles están cambiando. Deben renovarse antes de
que el tiempo las sepulte.
Los Rhythm Serenades, los Swing Kings, los Dixieland Five, los Royal Swingers, los Dixielanders, los Chicagoans, los
Mapocho Stompers, la Santiago Jazz Band, la Goodway Jazz Band, la South Pacific Jazz Band, los Bío-Bío Stompers, la
Mapocho Washboard Band, los New Hampton Six. Ninguno de estos conjuntos existe hoy en día. Existieron, es un hecho,
pero no sobrevivieron al paso de los tiempos. Por eso la trayectoria de dos agrupaciones vigentes que se iniciaron cuando el
jazz era aún en blanco y negro, tiene tanta trascendencia dentro de la música chilena. Son la Retaguardia Jazz Band y los
Santiago Stompers. Decano y vicedecano del hot jazz, los preservadores de la especie
La Retaguardia: Desde muy atrás
Después de que la Santiago Jazz Band bajara la cortina, el taller que el tubista Domingo Santa Cruz lideraba con jóvenes
aficionados tomó forma tal que se convirtió en un grupo. Era 1958 y lo encabezaban el clarinetista Roberto Millar y el
pianista Antonio Campusano, actual director de la Retaguardia Jazz Band. Mucho más experimentado y si banda donde
tocar, Santa Cruz se convirtió entonces en el motor de la agrupación naciente y se consolidó como el más acérrimo defensor
del jazz de la escuela de Nueva Orleáns.
Además de Millar, Campusano y Santa Cruz, la primera formación de la Retaguardia tuvo a Agustín Cardemil (trombón),
Carlos Subiabre (trompeta), Luis Herrera (contrabajo) y Alberto Quiroga (batería). Tocaban de manera insuficiente pero
disfrutaban mucho: todos eran aficionados.
La banda se llamó de esta manera pues iba por la música de la "retaguardia cronológica", es decir, de los años 1920 y 1930.
No más allá. Tuvo 42 músicos desde 1958 y su discografía llega a ocho discos editados. Hoy se han renovado con músicos
profesionales (el genial saxofonista Alfredo Espinoza) y otros jóvenes que le dan aire y renovación (el clarinetista Boris Ortiz,
el tubista Cristián Alvarez y el baterista Nelson Oliva).
Los Stompers: Siguen adelante
También desde 1958, otro grupo de estudiantes realizaba audiciones del jazz, dirigidos por el clarinetista Juan Sillano. Fue
él mismo quien formó una banda a partir de este taller, la Goodway Jazz Band. Pero cuando decidió terminar con el
proyecto, los muchachos quedaron sin líder, sin clarinetista y sin nombre. Se reorganizaron a punta de ganas de tocar. El
trombonista Jorge Espíndola y el banjoísta Víctor Roa tomaron las riendas. Luego llegó Sergio Miquel a tocar el clarinete y
en 1964 el grupo pasó a llamarse Santiago Stompers.
Este nuevo conjunto hot también gustaba de la música de Nueva Orleáns. Según cuentan los protagonistas de ambas
agrupaciones, los Stompers tocaban mejor que la Retaguardia pues tuvieron entre sus filas a muchos de los miembros del
cuadro de honor. A saber: Luis "Huaso" Aránguiz (trompeta), Hernán Prado (piano), René Eyheralde (clarinete) y Lucho
Córdova (batería).
Fue con "Huaso" Aránguiz y toda su categoría e impacto que los Stompers cambiaron de rumbo hacia el dixieland de
Chicago. La banda presenta en su ficha 39 músicos y ha editado sólo dos álbumes, en 1974 y 1992.
Los saxofones
Una de las familias más numerosas en el jazz actual blande en sus manos el instrumento-símbolo de esta música.
Nombres, fotografías y descripciones para tener en cuenta
Alfredo Espinoza
Alguna fue vez llamado "el genio oculto del jazz chileno”. Una expresión para nada exagerada sobre este saxofonista alto de
ideas inacabables. Alfredo Espinoza es ídolo en París y en Buenos Aires, donde esculpió su propia estatua sin tener mayor
noción de lo que hacía. En Santiago poco a poco llega al pedestal que debiera ocupar. Una figura superior, integrante de la
Retaguardia Jazz Band, a quien se puede escuchar como solista dos veces por semana en El Mesón Nerudiano.
Patricio Ramírez
Desde 1960, Patricio Ramírez no ha parado de tocar el saxofón alto. Fue solista de los primeros grupos modernistas (The
Six & Seven y Nahuel Jazz Quartet) y atravesó las décadas superando modas y estilos. Militancia ascendente. Anote: Swing
and Company, Tiempo de Swing, Hamilton Big Band, Conexión, Pentágono, Kámara y su proyecto más significativo: Nexus,
grupo fundado en 1986 y por donde han pasado prácticamente todos los músicos de los 80 y 90.
Mickey Mardones
Tiene 77 años, tocó jazz y música tropical desde los años 40 en los Diablos del Jazz, los Swing Kings y Los Caribe,
alternando los saxos alto, tenor y soprano. Acaba de ganar un fondart que le permitirá editar su primer disco (con el sello
Vértice), "como Dios manda”, dice. Lidera distintos cuartetos, en sus actuaciones luce un traje a la medida a la usanza de
las orquestas populares y desde la solapa de su chaqueta pende una efigie del Ratón Mickey.
Marcos Aldana
Su estudio es una factoría de talentos. Por alguna extraña razón casi todos sus alumnos de saxofón son las estrellas del
jazz actual. Esa razón extraña es que Aldana conoce el lenguaje jazzístico que debe hablar este instrumento. Hijo de Kiko
Aldana (baritonista de la Orquesta Huambaly), Marcos despuntó con el grupo Cometa en los 80. Ahora prefiere no tocar en
vivo sino formar solistas. Y su hija Melissa es el último de los exponentes del saxo tenor.
Ignacio González
Brazo derecho del trompetista Cristián Cuturrufo desde que en 1990 liderara Motuto. La dupla de enorme envergadura
permanece unida en el quinteto funky del coquimbano, calentando las noches. Se presenta todas las semanas en el
segundo piso de El Cachafaz (jueves) y El Perseguidor (sábados).
Claudio Rubio
Fue escogido como la personalidad del jazz chileno en 2004. Vive y estudia en Nueva Jersey y busca espacios para soplar
su saxo tenor y conciertos con músicos legendarios para escuchar al otro lado del Río Hudson: en la mismísima Manhattan.
Hoy está en Chile de paso, tocando junto al trío del guitarrista Esteban Sumar y preparando una serie de conciertos de jazz
de cámara con la música de Lennie Tristano.
Agustín Moya
Tiene una hermosa pieza llamada "Belén", algo así como su propia "Naima" (de John Coltrane). Como Mendoza, también
sigue a Rollins en su operativa al tenor. Con el trompetista Sebastián Jordán fue uno de los responsables de regresar las
duplas de estos vientos al protagonismo. Ha tocado con Roberto Lecaros, Pablo Lecaros, Nicolás Vera, Roberto Dañobeitía,
Ariel Pino y Sebastián Duplaquet. En 2005 llegó como figura al Festival Providencia Jazz y puso su debutante Doble viaje en
las disquerías.
Andrés Pérez
Desde Conchalí al barrio más soleado de Río de Janeiro (Avenida Atlántica). Se inició en la big band de adolescentes con
cuartel en Conchalí y terminó tocando en Brasil para el cantante pop carioca Ed Motta. Es un brillante tenorista, aún en
formación, pero el contenido de sus solos está a un nivel sorprendente. Así lo afirman los mismos jazzistas mayores.
Cristián Gallardo
Alma gemela de Andrés Pérez, Gallardo sopla el saxo alto. Juntos tocaron en la Conchalí Big Band, en el grupo pop Feria,
en el grupo post bop Contracuarteto y en los quintetos de Roberto Lecaros y Federico Dannemann. Es una de las
"esperanzas” de propagar la especie del saxofón de registro alto, como Patricio Ramírez y Alfredo Espinoza.
Melissa Aldana
Pocos pueden entender de buenas a primeras que una chica adolescente toque el saxo tenor, en clubes, entre hombres, a
altas horas de la madrugada y en épocas escolares, de la manera que lo hace Melissa Aldana. La tercera generación de
saxofonistas con este apellido la tiene a ella en la cresta de una ola (nieta de Kiko Aldana e hija de Marcos Aldana). Lidera
su propio cuarteto, con hombres mucho mayores que ella, a sus órdenes las 24 horas.
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