Haeckel y la Haeckología Victoriano Garza Almanza Universidad Autónoma de Cd. Juárez El naturalista alemán Ernst Haeckel, quien a los 28 años comenzó a enseñar zoología en la Universidad de Jena y por 47 mas años continuó haciéndolo, escribió que la historia natural de los individuos es una recapitulación de su evolución biológica; esto es, enunció que en el desarrollo intrauterino del ser humano se advertían etapas en que éste se parecía a un pez, luego a un anfibio, más tarde a un reptil, y así. A esto le denominó Ley de la Biogénesis. Dicha teoría, publicada en 1866, se convirtió en el eje central de la polémica evolucionista postdarwiniana. Aunque, según se comprobó posteriormente, tal principio natural no es verdadero; sin embargo, los embriones de todos los vertebrados no dejan de presentar similitudes en fases paralelas de desarrollo. Dos años después de esto, en 1868, Haeckel acuñó el término ecología, que significa el tratado del nido o nicho, para referirse a las relaciones de los organismos con su medio físico y biológico, relaciones positivas o amistosas y relaciones negativas o de enemigos. Haeckel era muy dado a desarrollar tecnicismos, y en este caso advirtió que la biología necesitaba incursionar en ese campo desconocido que el entreveía y bautizó como Oekologie. La idea de lo que Haeckel conceptualizó y llamó "ecología" no era nueva, ya existía desde el hombre primitivo, y consistía en el entendimiento de que ciertas especies de plantas o animales no se encontraban en cualquier sitio. Por ejemplo: el pescador sabía donde y bajo que condiciones podía ir a pescar trucha; que temporadas del año eran buenas y cuales no. Lo mismo sucedía con el cazador respecto a sus presas, o el recolector de granos y frutas silvestres. Estos individuos tenían una amplia visión de la diversidad de seres vivientes que habitaban una zona natural determinada: de ríos, de montaña, de desierto; también sabían que los tipos de organismos que pertenecían a cada una de esas zonas no se las encontraría en otra. De hecho, este conocimiento les moldeó hábitos y costumbres a esos hombres. Según Margalef, la ecología, al contrario de las demás ciencias que tienen un punto de partida y que luego, en cuento progresan, se ramifican, "es una ciencia de síntesis, que combina materiales de distintas disciplinas con puntos de vista propios"; sus raíces son múltiples. Estudios y descubrimientos clave se llevaron a cabo antes de que Haeckel hiciera su planteamiento. En 1798, el economista Robert Malthus publicó su celebre Ensayo sobre los principios de la población, donde analiza la relación entre el crecimiento demográfico y la capacidad de la tierra para producir los alimentos necesarios para que el hombre subsista. El químico Justus von Leibig, con su publicación La química y su aplicación a la agricultura y la fisiología, en 1840, aportó considerable información sobre la relación entre los nutrientes y el desarrollo, uno de los factores ecológicos fundamentales. El naturalista Charles Darwin fue autor de varios trabajos de carácter ecológico, como el de Estructura y distribución de arrecifes de coral, 1842. S.A. Forbes, con su artículo El lago como un microcosmo, 1887, da cuenta de que ya se empezaban a interpretar las áreas de estudio como unidades. Pero no sólo los estudios teóricos aportaron su ingrediente a la consolidación de la ecología, sino también aplicaciones prácticas. En 1879 el ruso Elie Metchnikoff empleó un hongo patógeno para controlar una plaga que atacaba al trigo, para lo cual tuvo que cultivarlo, colectarlo en su fase virulenta y liberarlo en el campo en un momento en que las condiciones estuvieran apropiadas y el estado de desarrollo del insecto en un momento susceptible. Poco a poco se fue advirtiendo cómo el clima, las sustancias químicas, las presiones barométricas y otros factores, afectaban el desarrollo y distribución de los organismos, y de que forma se influían unos a otros. Sin embargo, no fue sino hasta fines del siglo XIX cuando se empezaron a hacer investigaciones propiamente ecológicas. Los primeros ecólogos con formación científica se iniciaron estudiando las distribuciones y migraciones de especies; hacían una ecología descriptiva observacional, y su idea del medio natural era la de que se trataba de un "superorganismo". Años más tarde sus estudios se extendieron hacia la búsqueda de regularidades entre la diversidad de especies, abundancia poblacional y complejidad de las comunidades biológicas, constituyendo una ecología analítica y, según las circunstancias, experimental; además, su sentido del medio natural se tornó sistémico. Aunque la ecología debe mucho a las actividades empíricas como la agricultura, ganadería, piscicultura, epidemiología y silvicultura, los modelos que se fueron desarrollando sirvieron para mejorar esas prácticas. Alrededor de los años 30 se inició el estudio del impacto de los fenómenos naturales, como incendios o inundaciones, sobre zonas biogeográficas específicas, así como del impacto del hombre y sus procesos de industrialización y desarrollo social en la naturaleza. En los 40's se comenzó a hacer uso de la computación para estudiar la dinámica poblacional de algunas especies, en particular bajo condiciones naturales conocidas. El estado actual de progreso de la ecología es tan abstracto que se podría ilustrar con el comentario de Stephen J. Gould: "No he visto el retrato de un sólo animal en la más importante revista de ecología (...) durante ya varios años". Las cadenas alimenticias, los ciclos reproductivos, las dinámicas poblacionales, los factores de control biológico, etc., han sido convertidos a símbolos para su manejo matemático y simulación computacional, queriendo lograr con ello transformarla en una ciencia deductiva. No obstante, sus bases son el mejor instrumento con que hoy día cuenta el hombre para prever integradamente el impacto en la naturaleza de los nuevos procesos de desarrollo, para evaluar el daño ya producido, e indicar la posible utilidad de las medidas de mitigación destinadas al caso. Haeckel, autor del concepto "ecología", es muy reconocido porque con pocas palabras fincó la base para la estructuración de una ciencia que en el siglo XX desarrolló un basto conocimiento y un profundo panorama de aplicaciones y que, por su importancia para crear una estrategia de sobrevivencia para la especie humana, llegará a ser la ciencia del siglo XXI. Colofón Ernst Haeckel no hizo siquiera estudios que parecieran un poco ecología. Aun más, ninguna de sus obras aparece en las referencias o bibliografía de los más importantes tratados del tema. Documento en Red: UACJ Publicaciones "Ambiente sin frontera" febrero 1998.