8 Conozca quienes han sido los Papas a lo largo de la Historia Por José Humberto Reyes Burgos - Décimo primera Parte Gregorio IV (827 – 844) Nació en Roma en el seno de una noble familia. Cardenal de la iglesia de San Marcos se entrometió sin éxito en una controversia que surgió en la familia Ludovico Pio y sus hijos sobre la repartición del territorio del imperio. Se preocupó mucho también de los problemas de su casa puesto que tuvo que afrontar las frecuentes incursiones de los piratas sarracenos en Roma. En la zona costera de Ostia mandó a edificar un burgo y una fortaleza que llamo Gregoriópolis. A el se deben los preciosos mosaicos de la basílica de San Marcos. Trabajó mucho en la evangelización de los países nórdicos. Sus restos descansan en las Grutas Vaticanas. Sergio II (844 – 847) A su elección como pontífice se opuso el diácono juan, apoyado por la facción popular que, elegido a su vez, fue considerado antipapa. Sergio II subió al solio pontificio sin pedir la ratificación imperial; por este motivo, Lotario I envió a su hijo Ludovico, quien reiteró la autoridad imperial por la que fue confirmada la Constitutio romana del año 824, según la cual la elección pontificia debía ser confirmada por el emperador. En señal de conformidad Sergio eligió a Ludovico rey de Italia en el año 844. Durante su pontificado, se produjo una primera y dura invasión de los Sarracenos a Italia, quienes desembarcaron en Ostia. Muere en el 847 y fue enterrado en las Grutas Vaticanas. San León IV (847 – 855) El primer gran compromiso que Leon IV tuvo que afrontar enseguida de ser elegido fue enfrentar decididamente a los sarracenos promoviendo la lucha en su contra, ya que desde que este pueblo se asentó en Ostia representó peligro para toda la región. El Papa León mando a reconstruir las murallas que rodeaban la zona entre San Pedro y Castel Sant’ Angelo, pero los sarracenos inmediatamente incendiaron el Burgo de León adosado al castillo. Con el objetivo de neutralizar a los invasores, el Papa entonces organizó una liga entre las ciudades costeras de Nápoles, Amalfi y Gaeta, que dio lugar a la batalla naval de Ostia en el 849, misma que concluyó con la victoria final sobre los sarracenos. Está enterrado en la Basílica de San Pedro, dentro de la capilla de los Colona. Benedicto III (855 – 858) Nacido en Roma, fue elegido Papa en oposición al antipapa Anastacio III, impuesto por Lotario y Ludovico. Lo que permitió a Benedicto volver a su cargo, luego de que mensajeros imperiales instalaran al antipapa Anastasio con el apoyo del obispo Arsenio, fue la resistencia del pueblo romano. Benedicto III fue un papa que agradó mucho al pueblo. Generoso y sensible, se dedicó con amor y tesón a las obras de caridad con los necesitados. Fue papa durante poco más de dos años. Esta enterrado en la Basílica de San Pedro, en las Grutas Vaticanas. San Nicolás I (855 – 858) Dejo una huella muy profunda en la historia del papado por haber sido uno de los pontífices que se comporto como monarca absoluto. A el se deben importantes cambios y decisiones en el mundo de la Iglesia de Roma, como el fortalecimiento del poder temporal de la Iglesia, el primado del papa sobre todas las ideas y, después de años de antagonismo con el patriarca de Constantinopla Focio, el cisma con la Iglesia de Oriente, que se arrastraría durante más de un siglo. Nicolás hizo también importantes innovaciones en el derecho procesual, prohibió la tortura y las pruebas judiciales. Declaró el 15 de agosto como fecha oficial para la celebración de la Asunción de la Virgen María. El Papa Urbano VIII los santificó en el siglo XVII; está enterrado en las Grutas Vaticanas. Adriano II (867 – 872) Romano por nacimiento, era muy allegado al Papa Sergio II; de joven estuvo casado y procreó 2 hijas. Fue elegido pontífice cuando ya era octogenario, después de haber rechazado 2 veces la tiara pontificia. A pesar de la edad fue un hombre muy activo. En el año 869 convocó al cuarto concilio pontificio de Constantinopla, en el que se ratificó la excomunión de Focio. Unió Moravia a la Iglesia Romana y sus apóstoles, Cirilo y Metodio, fueron acogidos en Roma. El Papa nombró a Metodio arzobispo de panonia y su cometido fue organizar la comunidad cristiana de aquella tierra. Murió exactamente 5 años después de su elección. Está enterrado en las Grutas Vaticanas. Juan VIII (872 – 882) También de origen romano, fue elegido Papa contra toda regla, el mismo día e la muerte de su predecesor. A la muerte de Adriano II, el Papa, aprovechando su poder, prefirió coronar emperador a Carlos el Calvo en el 875 y no a Carlomán. La llegada de este último a Italia, la muerte de Carlos el Calvo y la ocupación de Roma, forzaron a Juan VIII a huir rumbo a Francia. De regreso en Italia, cuando la situación se apaciguó, se alió con Carlos el Gordo, hermano de Carlomán, para combatir a los sarracenos de nueva cuenta, y lo coronó en el 881. Sin embargo, Carlos deshizo la alianza, para lo cual el Papa se alió con los Bizantinos obteniendo grandes triunfos en el sur de Italia. Está enterrado en las Grutas Vaticanas. Marino I (822 – 844) De origen inglés, pero nacido en un pueblo de Lacio, fue el primero obispo que subió al solio pontificio. Su primer acto como Papa fue la ratificación de la excomunión de Fucio por sus teorías cismáticas, que Juan VIII había confirmado por un tiempo como patriarca de Constantinopla. Remedió otro error de su predecesor rehabilitando a Formoso, obispo de Porto, que fue acusado injustamente por Juan VIII y le devolvió la cátedra de Porto. Marino I quedó muy afectado cuando en el año 833 el monasterio de Montecassino fue destruido por los árabes. Fue Papa solo durante un año y medio, y se especula que su muerte fue provocada por un envenenamiento. Está enterrado en las Grutas Vaticanas. San Adriano III (884 – 885) Nacido en Roma, fue elegido Papa en mayo del 884. Rechazó con firmeza las presiones del emperador de oriente Basilio, que reclamaba la anulación de las excomuniones infligidas a Focio. Adriano estableció que para la consagración del Papa ya no se necesitaba la intervención del emperador o de un representante suyo. Camino a Francia, invitado por el emperador Carlos el Gordo a participar en la dieta de Worms, murió en los alrededores de Módena y fue enterrado en la abadía de Nonatola, cerca de la misma Módena. Con el tiempo fue proclamado santo, pero no oficialmente si no hasta junio de 1891, cuando se le canonizó. Esteban V (VI) (885 – 891) Bajo su pontificado se le puso fin a la cuestión de Focio, a quien el nuevo emperador de Oriente León VI depuso en el 886, y mandó a encerrarle en un convento. En estos años, el Sacro Imperio Romano se desgajó con la pérdida de poder de la dinastía carolingia. Del imperio surgieron tres estados: Francia, Italia y Alemania, que se quedo con la corona imperial. El dominio sobre Italia se lo disputaron Berengario, marqués de Friuli y Guido, duque de Spoleto. Éste último consiguió ser coronado en el 891 por el Papa Esteban, que obtuvo de el un reconocimiento por las concesiones y donaciones hechas por los francos a la Iglesia. Esta enterrado en las Grutas Vaticanas.