From the SelectedWorks of Guillermo Arosemena June, 2007 El asombro de Grzebsky Guillermo Arosemena Available at: http://works.bepress.com/guillermo_arosemena/60/ EL ASOMBRO DE GRZEBSKY Guillermo Arosemena Arosemena El polaco Jan Grzebsky estuvo en la prensa internacional en días pasados, por haber despertado después de estar 19 años en coma. El primer día que su esposa lo sacó a la calle, se quedó asombrado de lo diferente que era su país, por todo lo que veía: “Cuando caí en coma solo había té y vinagre en las tiendas, la carne era racionada, y por todas partes había largas filas para obtener combustible. Ahora veo a las personas en la calle con teléfonos celulares y hay tanta mercancía en las tiendas que me marea”. En esos 19 años, Polonia había dejado atrás el socialismo y adoptado el capitalismo. La escasez, bajos ingresos, estancamiento económico, y límite a la adquisición de conocimiento habían sido substituidos por la abundancia, mejor nivel de vida, y mayor posibilidad de incrementar el conocimiento. El asombro de Grzebsky se debe al progreso humano, impulsado por economías que se sustentan en la libertad económica, no en el socialismo. Muchas personas no se dan cuenta de que el avance no sale de la nada, surge de la implementación de políticas basadas en libertades; ellas lo toman como un derecho natural. A medida que pasan los años, hay más descubrimientos de bienes y servicios. Los más renuentes a reconocer lo maravilloso del capitalismo son los izquierdistas; sin embargo usufructúan los inventos para difundir sus mensajes equivocados y obsoletos. Cuando Grzebsky cayó en coma, el mundo tenía un nivel de vida muy inferior al actual: no existía Internet, ni telefonía móvil; el GPS todavía no se había comercializado, actualmente es usado con innumerables propósitos; las operaciones quirúrgicas laparoscópicas eran desconocidas, la variedad de módulos informáticos era muy limitada y se desconocía el rayo láser para múltiples usos comerciales. Los equipos clínicos de diagnósticos y demás tecnología digital no estaban disponibles y la robótica solo se veía en las películas de Hollywood. En un interesante artículo titulado La Imposibilidad del Socialismo, escrito por Richard M. Ebeling, menciona que en mayo de 1988, Pravda, que era el diario de mayor circulación en la Unión Soviética, trata sobre la situación de la economía soviética a esa fecha: “Ni uno de los 170 sectores esenciales han cumplido los objetivos del plan ni una sola vez durante los últimos 20 años... esto trajo una reacción en cadena de esfuerzo y desequilibrio que ha llevado a una ´anarquía planificada´... el desequilibrio ha afectado cada poro de nuestra economía, y se ha hecho legendario." Como bien señala Ebeling, el socialismo representa la anarquía planificada, criticada desde 1920, a pocos años de que Lenin subiera al poder. Su primer detractor fue Ludwig von Mises, brillante economista fundador de la Economía Austriaca, a la que perteneció también, Frederick Von Hayek, premio Nóbel en Economía, autor de “Camino hacia la servidumbre”. Ebeling, señala que en el mismo año, 1920, Ludwig von Mises publicó "Cálculo económico en la comunidad socialista". Fueron suficientes 50 páginas para demostrar clara e irrefutablemente que el socialismo estaba destinado al fracaso. Y no podía ser de otra manera cuando como consecuencia de la nacionalización de las empresas y destrucción del mercado, apareció la escasez, alza de precios e inflación, se puso fin a la economía del dinero e introdujeron la planificación en la forma de una economía dirigida central. Mises escribió que la planificación central del gobierno destruye la herramienta principal - precios de mercado formados por la competencia - a través de la cual la gente en una sociedad toma decisiones económicas racionales. A los gobiernos socialistas no les interesa aprovechar la tecnología para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, la usa para armarse hasta los dientes, también la naturaleza autoritaria del régimen, limita la iniciativa y la capacidad de innovación de la gente. Las más grandes revoluciones de la humanidad ocurrieron por falta de libertades; en el Índice de libertad económica, se encuentran: empresarial, gobierno, comercial, fiscal, monetaria, financiera, inversión, entre otras. En Europa, los países de la antigua Unión Soviética iniciaron el camino para terminar con el socialismo y dejar atrás la servidumbre; Europa Occidental, esta haciendo lo propio. Frente a esta corriente es un contra sentido lo que sucede en ciertos países latinoamericanos. ¿Vivimos en Absurdistán?