AÑO XXXV. —NUM. XLVI. PRECIOS D E SUSCRICIÓN TRIMESTRE. Madrid.,.. Provincias. Extranjero. 55 pfstlas. 40 Idso fd. iS pesetas. .-I id. ;6 id. 10 péselas. 11 id. M Id. PRF.CIOS DE SUSCRICIÓN, PAGADPIROS EN ORO. SEMESTRE. ADMINISTRACIÓN: Madrid, 15 d e Diciembre de 1S91. C u b a , Puerto Rico y Kili(>inas.. Demás Estados de América y Asia mrmr ExcMO. Sií. D. J U A N N i: E \ ' o FRANCISCO G O B !•: R N A D O R DEL BANCO DE CAMACHO, ESPAÑA. X' pesos tuertes. 7 pesos luertcs. 60 péselas ó francos. 35 pesetas ó francos. LA ILUSTRACIÓN 370 SUMARIO. TEXTO.—Crónica general, piir D. Josi! Fern.-imkx Brtmón. — Nuestros uraliados, por U. Kusi-hlo Marlíne?, de VL-lnscQ. — Tipos mailrilcfios, p<ir ilmi Carlos Kri'nlaura—Bajo lus Ausirias. pur D. Ju:iii Pérez ilc Gu?nián,—l'iisallo piir anua, pnr D. Ángel ilel Pa'acio — Axiomns, poesía, por Ü. Aiiruliano KUÍK — P o r ambos rnutulos, por D, R Beterro de Ben^na. — Libr^ipresentados A csia Iteilncción por amores ó c'diiorcs, por K. M. de V.— Suellus,—I rn por tan tL'. —Anuncios. GRABADOS,—Rclmio del KNtnicj. Sr, D . Juan Vrancisco Camaoho, nuevo gnbcmatior del Baneti de E s p a ñ a , ^ R e í r a i u de S. M I. don Pedro II de Alcñnlam, cmrerador que fué de' Brasil ; ^ en P a r í s , el 5 del actual. —El ?^crvicio de inceiiiliiis en el J a p ó n : Ejercidos KÍmnásiicns de la Uríp.ida de bomberos, de 1 iikio,— Les Prrfaral¡-.as, cornposición y dilmin de Manup;l Picoln.—Galería Nai:¡nnal de Londres: FA Áiinirantí esfAílnl D. Adrián /'«/(•'/í'P(iri7Íi, cuadro del insigne VeU7i|uc/. — Halón de París de 1S91; La Comunión en el convciiln, cuadro de U. Knriquc Mélida —I.a i;ran niulalln lie la Chiiiii : Entrada del paso de Nanknw , i;n la provincia ile la ianprienla ¡nsurrecci m actu.il, — India ¡n|íli.-si, Tijiu-i v ooslumhres: La primera a mon estación — E.Nposieli'in de Palermn (lialiit): i , Vista ilel edífici'i: D, Sala de Arquitectura y reptoiiucciones de los monunicmos de la isla; 3 , Sala de C e n m i c a : 4 , Galería de máquinas ; 5 , Sala de Escultura (Apunles del natura!, por D. Hermenegildo Éstevan.j CRÓNICA GENERAL. í^\^rT^n •^^ salvas con q u e Madrid ha hincho cl ijlti' O S i W ^ ' T ^ mo saludo á los restos de D. P e d r o 11 de r C r ^ M ^ rÁ líraiiíanzi, al ser conducidos ;í Lisboa por l \ ^ í ' f l 4 * l ^ ¡ ' , ferrocarril, c r e e m o s que han sido las pri^ « - ¡ . . ^ j r t ^ ¿ meras q u e han saludado en esta c o i t e á Li*i'íí'3~^ aquel sencillo E m p e r a d o r , tan aficionado á ocultar su grandeza y viajar d e inci^^ínito: '-^ ha necesitado estar m u e r t o para no impedir esos honores. — H o n o r e s vanos y muy vanos —dirá almín filósofo;— p u e s consisten en humo y ruido, para obsequiar á un c a d á v e r , q u e ni p u e d e ver los fo^íonazos ni oir las d e t o n a c i o n e s . — E s v e r d a d ; p e r o materializando así, ; s o n más positivas las demás cosas del mundo? El Sr. Cánovas del Castillo es hoy el jefe d t l Goljierno: nada más positivo: p u e s es un preso á quien vigilan los p a r t i d o s , á quien r o d e a n , hasta impedirle todo movimiento, los amibos con sus e x i g e n c i a s , y t o d o cl mundo con ^us pretension e s y negocios: mandar es ser esclavo. Si esto es el pod e r , ; q u ¿ será la fama pi'jstuina.— Salvas en honra d e un difunto. P e r o ei dinero.... — Humo, si se gasta: un cuidado intitil, si no se utiliza; un peso que al fin hemos de a b a n d o n a r con remordim i e n t o s , si futí mal a d q u i r i d o ; con dolor, si somos avaros ; con tristeza de no h a b e r h e c h o el bien que [ludimos, si tenemos conciencia. Vea usted ci)mo lo más real, considerado así, tambitín se volatiliza y d e s a p a r e ce. En cambio, ; n o es mejor s u p o n e r que si en el mund o material todo se d e s h a c e para transformarse, en el m u n d o mora! t o d o p e r s i s t e , hasta las salvas á los muertos? ¿No hay en tíl una corriente que une las generaciones q u e fueron con las q u e son, y los vivos con ios muertos? Por ese océano inoral navegan, y llegan á noticia de los q u e no existen , las intenciones y los saludos de los vivos. El Cuerpo consular, las a u t o r i d a d e s y las [)ersonas más notables d e San Sebastián han r e n d i d o también el ijltimo tributo al cailáver de Mr. .S,iint Saveur, cónsul d e l'rancia en aquella capital, asesinado por el canciller del consulado, que le disparó un tiro en la cabeza en el acto de firmar el inventario hecho por aquiil al e n t r e g a r la d o c u m e n t a c i ó n confiada á su custodia, para trasladarse á otro destino. La r e p r e s e n t a c i ó n pública d e la víctima y la calidad del m a t a d o r han d a d o al hecho un c a r á c t e r escandaloso. El m u e r t o y cl m a t a d o r habían sido condiscípulos y amigos: entibiáronse las b u e n a s relaciones, se agriaron luego, y se convirtieron en odio, hasta el e x t r e m o de pedir el cónsul á la a u t o ridad un agente que le protc:^icra; pero la agresión futí t a n r e p e n t i n a tí i n e s p e r a d a , que no dio tiempo á imj)Cdirla. El asesino se suici(!<'i desputís d e c o m e t e r el crim e n , dejando c o n s t e r n a d a la población y p e r d i d a s dos familias, poco antes tranquilas y felices. Cada vez que o c u r r e n estos delitos anómalos de p e r s o n a s q u e p o r su educación y clase no p a r e c e n destinadas á término tan trágico, se e s t r e m e c e el c o r a z ó n , y p a r e c e como que b u s c a m o s en las profundidades de n u e s t r o c e r e b r o si h a y en él alguna s o m b r a d e esas que p e r t u r b a n al homb r e en días tristes y le ponen en la mano el revólver ó el puñal. Por eso el cristiano se hace la cruz en la frent e , pidiendo á Dios q u e le libre de los m:ilos pensamientos a u n q u e sean p u r a m e n t e literarios. P e r o cl crimen d e moda es el asesinato d e la Baronesa Dellard, ocurrido en l'an's en una casa del bulevar del Templij: un desconocido de buen a s p e c t o llama á la habitación; a b r e la Li.ironesa sin desconfianza é introduce al individuo, que la degüella con un cuchillo: llega la criada de la calle, y el a s e s i n o , al verse descub i e r t o , la a c o m e t e y hiere en el cuello; á los gritos de la p o b r e mujer huye el criminal y se salva, dejando por única huella el cuchillo y sus señas personales. No sólo París, el mundo e n t e r o se j)regunta en estos días: ;quién es el asesino? Y la impaciencia por descubrirle es tal, qvie las g e n t e s se instalan enfrente de la casa d o n d e se cometió el delito, y detienen á los <¡'je les p a r e c e n sospechosos. E s una c h a r a d a que la curiosidad fujblica y la policía francesa t r a t a n d e descifrar; é s t a r e c i b e infinitas delaciones anónimas ó firmadas, y realmente el interés d e s p e r t a d o se ha heclio internacional, pues todos rep a s a m o s c a d a d i í los p e r i ó d i c o s , con la e s p e r a n z a d e hallar la noticia d e la c a p t u r a del asesino, l^n París liay v e r d a d e r a afición en estos c r í m e n e s d e ayudar á la justicia: la caza de asesinos es un sport á que se e n t r e g a n c o n afán t o d o s los franceses, y q u e c o n t r a s t a c o n el te- N." XLVI ESPAÑOLA Y AMERICANA. mor cjue e x i s t e e n t r e n o s o t r o s á mezclarse en esos asuntos. C u a n d o fuimos jurado pudimos observar un feniJmeno c o n s t a n t e : la idea dominante en cuantos declaran ante un tribunal no es el esclarecimiento de los h e c h o s , sino el ver la m a n e r a tic declarar sin c o m p r o m e t e r s e con la justicia ni indis[i()nerse con los acusados. Las notas salientes entre los sucesos de estos días, s o n : en el interior, las altas y bajas, las conferencias, los r u m o r e s á q u e da ocasión el e m p r é s t i t o d e 250 millones d e p e s e t a s , y los ¡tlanes de reformas de Madrid que se atribuyen al alcalde Sr. líosch. En cl exterior, los t r a t a d o s de comercio entre las potencias centrales d e E u r o p a , y las violentas discusiones de la Cámara francesa acerca de la actitud de algunos o b i s p o s , y la resurrección de la idea separatista entre la iglesia y el E s t a d o A u n q u e rozándose con la cuestii^n religiosa universal, es un asunto [luramcnte francés el que discut e n : en cada país difieren las relaciones e n t r e el p o d e r civil y el espiritual, sin q u e p o d a m o s mezclarnos en ellas los e x t r a n j e r o s ; p e r o es induiiable que en todas p a r t e s cscucstii'in g r a v e , que los Gobiernos p r u d e n t e s deben rehuir. Francia tiene un nuevo motivo de pcrturliación y d e discordia con la cuestitJn d e los obispos, además de la económica y el disgusto de los generales por las acusaciones tiue se les han h e c h o de ineptitud o impericia á consecuencia de las faltas cometidas p o r la caballería en las liltimas maniobras. La alirmaciim hecha por Mr l'loquet, p r e s i d e n t e de la Cámara, de que el p a p a Pío IX había sillo masón, produjo en la asamblea un gran escándalo y las p r o t e s t a s más acaloradas en la d e r e c h a de la C á m a r a , por lo inverosímil de la declaración y por la falta d e p r u d e n c i a con que fuó aventurada p o r tan g r a v e personaje. De la conferencia d a d a en el , \ t e n e o por nuestro q u e r i d o amigo D. Juan P é r e z d e C,uzmán, a c e r c a d e los r e t r a t o s de C o l ó n , lesulta ser el más a u t é n t i c o el que posee nuestra Iliblioteca Nacional Como el estudio es a d e m á s i n t e r e s a n t e y a m e n o , c r e e m o s q u e tendría importanci \, y excitaría la curiosidad y podría ser un negocio editorial, la publicación de at|uel trabajo con la reproducción gráfica y e x a c t a d e todos los r e t r a t o s principales q u e se atribuyen al Almirante. Y c o n s t e que no hacemos un reclamo de a c u e r d o con el a u t o r , con quien no hemos hablado hace alf^unos a ñ o s , sino q u e o b e d e c e m o s al deseo d e p o s e e r esa colección de retratos, con la crítica que ha hecho de ellos el .Sr, Pérez de Ciuzmán, y de que sólo tenemos referencias, estand o seguros d e que participan de nuestra curiosidad muchísimas personas. Colón fué c é l e b r e en edad mad u r a , y tiene por consiguiente la desgracia d e que sólo aspiremos á c o n o c e r su imagen en el p e r i o d o natural de su gloria y de su fama; c o m o su r e n o m b r e es el d e un caudillo v e n e r a b l e , sienta bien á su reputación una cara de h o m b r e g r a v e ; otros, c o m o Calderón, q u e tuvo fama desde joven, no han dejado á la posteridad sino la r e p r e s e n t a c i ó n d e su vejez, y a l g u n o , c o m o Cerv a n t e s , la simple descripción d e lo q u e fué, escrita en algunos renglones inmortales. Nuestro tiempo deja en cambio r e t r a t o s infinitos de personas insignificantes, y millones de fotografías antjnimas, que acaso se atribuirán algiín día á celei>ridades que hoy no a p r e c i a m o s y el tiempo ha de realzar ó d e s cubrir, Y en c u a n t o á las medianías que no p a s a m o s d e la clase d e s a r g e n t o s , e s o s , llegaremos á los tiempos futuros en c a r i c a t u r a , con una c a b e z o t a sobre un cuerp o liliputiense, e x a g e r a d o s los defectos y desfigurada la e x p r e s i ó n : somos los espantajos de la posteridad. Dios p e r d o n e á los dibujantes satíricos, como nosotros les p e r d o n a r e m o s , [lero sólo á la hora de la m u e r t e . La Sociedad Española d e Higiene ha trabaj;ido mucho en el liltimo e j e r c i c i o , según la Memoria leída por su secretario el m é d i c o , pintor y o r a d o r D. José Parada Santín. L o s d e b a t e s sobre construccitjn d e hospitales, publicados m e r c e d á la subvención otorgada por la Diputación provincial á instancia d e los profesores y d i p u t a d o s Sres, l'ont y Pulido, bastarían para dar el curso por bien e m p l e a d o . Pero la Sociedad emitió a d e más muchos informes, ya s o b r e la insalubridad de la clase del Natural en la Escuela de Pellas Artes; los medios de evitar en Madrid la [)ropagacÍón de las enferm e d a d e s infecciosas, y otros trabajos. Las conferencias han sido tan n u m e r o s a s c o m o útiles. El Sr, j o r d á disertó a c e r c a d e la instalación de hospitales; el Sr. Hurnás del saneamiento d e Madrid; el Sr. Pinilla acerca de la influencia tic la vida c a m p e s t r e en las enfermedades del [lecho; el Sr, Valera y Jiménez dio consejos á las m a d r e s ; el Sr. Moret hizo un gran discurso de Higiene de Madrid: sus socios han llevado su p r o p a g a n d a :t la p r e n s a y á los c c n ' r o s d e enseñanza, c o m o el Sr. Pulido, q u e ha explicado Higiene en la Escuela de Institutrices, lecciones (]ue tendrán la más útil propaganda. Por fin se han o t o r g a d o premios en concurso, »* El Sr. Tolosa L a t o u r leyó un bello discurso inaugural, muy bien e s c r i t o , d e s t i n a d o á p o n e r en evidencia esta v e r d a d : ' L a mujer con sólo realizar la función d e familia que implica su s e x o y c o m p r e n d e su destino d e esposa, resulta la potencia más fundamental y eficaz d e la higiene d e las naciones. El lema q u e d ó p r o b a i l o , y la mujer, esa mitnd izquierda del h o m b r e , como la llama el Sr. Tolosa, por ser el lado en que reside el corazón, q u e d ó firoclamada y reconocida como socia natural del instituto higiénico e s p a ñ o l , de un m o d o serio y científico, en un discurso notable. Pero si es indudable la verdad d e m o s t r a d a por cl señ o r Tolosa L a t o u r en su discurso referido á la b u e n a esposa y m a d r e d e familia, le p r o p o n e m o s otro tema para una nueva conferencia: - L a mujer, considerada como criatura t e n t a d o r a , es para el h o m b r e el elemento antihigiénico más eficaz y p o d e r o s o . Por ella toma c a t a r r o s r o n d a n d o las calles en invierno; riiie, delira, sufre disgustos y c o n t r a e e n f e r m e d a d e s ; come á des* h o r a , vive en p e r p e t u o d e s o r d e n , y envejece antes de t i e m p o , si n o m u e r e d e un tiro, Y en c u a n t o á la Sociedad de H i g i e n e , la excitamos el desarrollo del siguiente t e m a : *Arte de prolongar la vida t r a s n o c h a n d o I fundado en q u e , siendo tan activa y enérgica la acción solar s o b r e toda clase de organism o s , es más templada y suave la inlluencia de la lun/^ y de la n o c h e sobre los c u e r p o s que prefieran á vivií" r . i p i d a m e n t e , c o n s e r v a r s e en un medio más tranquilO' Vivir de día, es podrirse al aire libre; vivir de noche, es c o n s e r v a r s e en lata, *« rksilc ¡a quilín al tope es una novela de costumbres marítimas por Silverio L a n z a , que tenemos á la vista y h e m o s leído con i n t e r é s , p e r o d e la cual n o d a m o s opinión, p o r q u e no ejercemos la crítica de libros: la producción de novelas y obras de amena literatura es hoy considerable, y necesitaríamos emplear en su lectura t o d o n u e s t r o t i e m p o : tratar de unas obras omitiendo o t r a s , podría conducirnos á preferencias injustas; 1^^ únicas que c a b e n en n u e s t r a cn'mica son obras de actualidad (¡ue correspondían á un tema q u e cualqu"^'' circunstancia ponga en juego. A título de curiosidad, y en ese c o n c e p t o de obra p u r a m e n t e del día, p o d e m o s citar el Maniia! dd fcrfecto fcrioilixta, de los h e r m a n o s Carlos y Ange! Ossorio y Gallardo, hijos de nuestro amigo Ossorio y Bernard, dos chicos de la p r e n s a , que salen en defensa de la clas e , satirizando, sin e m b a r g o , t o d a s las funciones det m o d e r n o [>eriodismo. L a fami'ia Ossorio es un nido de periodistas; los hijos se criaron e n t r e papeles impresos, r e c o r t e s de noticias, galeradas y capillas, plumas y tijeras. R e c u e r d o que c! menor hacía colección de retratos, c u a n d o o t r o s r e ú n e n aleluyas. Carlos, conocido hace tiempo como r e d a c t o r de El Resumen, no necesita ser c i t a d o : Ángel, q u e ahora sale á la palestra, me chocaba d e s d e niño por su rápifla palabra y réplica oportunac o m o la obra es de los d o s , no es fácil distinguir las cualidades del novel e s c r i t o r , que se p r e s e n t a confu"' dido con su h e r m a n o , antes bien, hay en el libro cierta unidad que no permite ilistinguirlos. La corta edad d^ los r e d a c t o r e s , solire todo uno d e ellos, se evidencia en q u e ya llaman anciano á su p a d r e , q u e no t i e n e eda todavía fiara t a n t o ; acaso tengan la intención de hacer e abuelo. R e c o m e n d a m o s la yirotección á los chicos de la p r e n s a , y es la mejor c o m p r a r su libro. — ; H a s asistido á algún duelo? — A m u c h o s , c o m o m é d i c o ; p e r o t a m b i é n me he batido: me habían agraviado y me cebé, — í Q u é ocurrió? — D e s t r o c é de un balazo una pierna á mi adversario, se la a m p u t é sobre el t e r r e n o , le v e n d é con ensaf^' miento y le maté con mis r e c e t a s . P e d r o , v e n d e d o r de c i n t a s , despierta sobresaltado, V salla de la cama. Examina el metro y sonríe -—(Oué te s u c e d e , Perico?—^le p r e g u n t a su mujer. — H e t e n i d o una pesadilla. Soñó q u e d e s p a c h a b a miJ' cha cinta, y d e s p u é s de hecha la v e n t a , vi que mc ^^' bía equivocado i:n la medida: el m e ' r o que tenemos e la tienda era un kilómetro. — ¿No decía usted que hay en su finca una t o r r e . " p r e g u n t a m o s á un loco. — Aquí la tiene usted, — E s t o es un pozo muy hondo. ,3 — '(\ qué es un pozo sino una t o r r e vuelta del reveS— ( E n qué se p a r e c e n las mariposas y las antigua brujas f — E n que m u e r e n en las llamas. JOSÉ FERNÁNDEZ BREMÓN. NUESTROS GRABAUOS. KXCMO. SR. n. JUAN TRANCISCO CAMACIIO, nuevo Holieinacior liel líajicn de Esiihüa. Damos en la plana primera el r e t r a t o del E:>;cmo. Seíior D, luaii I'>ancisco C a m a c h o , nuevo g o b e r n a d o r llanco Nacional de España. J„ Nadie ignora, prescindiendo de p r e o c u p a c i o n e s escuela y de ajiasionamientos de la política, que el ñur Camacho es uno de los primeros hacentlistas n u e s t r a é p o c a , y q u e ha g a n a d o tan alta r e p u t a c ' financiera, no sólo por su clara inteligencia y sU ' trucción vastísima , sino también por los eminentes vicios q u e ha p r e s t a d o al país. ^^ T r e s v e c e s , y en circunstancias muy diversas, ^^ d e s e m p e ñ a d o la c a r t e r a de H a c i e n d a : en ' ^ 7 ^ •.^'^"j.¿csu paso por el Ministerio fué muy b r e v e , estudio P j ^ . t i c a m e n t e la organización tributaria, y buscó y '^^ ^gr tro r e c u r s o s , en aquellos azarosos días, para frente á las sagradas obligaciones del E s t a d o ; en ^^^j c u a n d o los ingresos eran más n e c e s a r i o s , y con ^^,^ n e c e s i d a d , por c i e r t o , p o r q u e la guerra ^'^'' "'^ plnjnr á p i d a m e n t e mayor i n c r e m e n t o , lo mismo en Y, „[-el sula que en la isla de (..^uba, e m p e z ó por '"'^^.''''^i „ej-eía i m p u e s t o de c o n s u m o s , d a n d o m u e s t r a de viril e LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. N." XLVl ante sus i m p u g n a d o r e s , y terminó por hacer un presup u e s t o , con ímprobo traijajo y vigorosa iniciativa, est a n d o las Cortes disueltas desde el memorable 3 d e E n e r o ; en iSSi y 1SS2, proponiéndose un plan de Hacienda que e n t r a ñ a b a trascendental pensamiento r e formista, fijó los puntos d e partida para llegar á la minoración del délicit, realizando la conversión de la Deuda en un solo tipo de interés, el 4 por 100, y rebajando el d e s c u e n t o , dos hechos que siempre reifistrará con elogio ta historia de la Hacienda española. El Sr. C a m a c h o , que salió del Ministerio en E n e r o d e 1883, por haber sido desechado su proyecto para arbitrar nuevos recursos sobre la base de la riqueza forestal, y c u a n d o su presencia y su significación en el gabinete eran más necesarias para el desarrollo de las grandes reformas que había e m p r e n d i d o , fué después, aunque por breve t i e m p o , g o b e r n a d o r del Hanco d e E s p a ñ a y director general de la (.'om[iañía Arrendataria de Tabacos. Es natural de Cádiz, y tiene la edad d e s e t e n t a y cuatro años (no ochenta y u n o , como ha dicho Le /'VSaroi; posee el collar de Carlos III desde el 26 de Dic i e m b r e de iSi)6, la gran cruz de Isabel la Católica desde el 20 de Noviembre d e 1875, y la investidura de senador vitalicio. *** S. M. I. DON 1'EDRO [I DE ALCÁNTARA, tmperndar quií liiú ikl Brnhil, Con razón se ha dicho que el fallecimiento de un monarca es d o b l e m e n t e c o n m o v e d o r y sentido cuando á las glorias de un reinado se unen las tristezas crueles del destronamiento y del destierro; y esta doble impresión ha producido en E u r o p a , aun en la Francia republicana, la m u e r t e de S. M. 1. don Pedro II de Alcántara, que fué e m p e r a d o r del Brasil por espacio de cincuenta y ocho a ñ o s , y que ha muerto en París el 5 del a c tual. Ocho días a n t e s , al salir de una sesión pública de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, el E m p e r a dor fue acometido por insidiosa dolencia que d e g e n e r ó en pulmonía, y á pesar de los cuidados facultativos que te prodigaron ios d o c t o r e s franceses Charcot y Bouchart y e l b r a s i l e ñ o Sr. Conde de Motta-Maía, su médico de Cámara, á las doce de la noche rindió su espíritu al S u p r e m o Hacedor. Aunque hemos publicado, algunos años h a c e , en las páginas de este periódico la biografía de D. Pedro II, séanos permitido recordar aquí los principales hechos del largo reinado de aquel anciano m o n a r c a , cuyo retrato reproducimos también en la pág. .172. D. Pedro II de Alcántara Juan Carlos Leopoldo Salvador Bibiano Javier Pablo L e o c a d i o Miguel Gabriel Rafael y Gon/.aga, nació el 2 de Diciembre de i S 2 5 , y comenzó á reinar, bajo tutela, por virtud del acta de abdicación de su p a d r e , desde el 7 de Abril de 1S31, siendo declarado mayor d e edad el 23 de Julio de 1S40; c o r o n a d o en el año siguiente, el iS de Julio, contrajo matrimonio, en 4 de S e p t i e m b r e de 1S43, con la infanta Doña Tlvíj-a Cristina María, que nació el 14 de Marzo de 1S22, y era hija d e Francisco I, rey d e las Dos Sicilias, y de su segunda esposa D.-' María Isabel, hija d e Carlos IV de España. La hija única d e los E m p e r a d o r e s del Brasil {porque sus dos hijos varones murieron en la cuna, y su hija segunda, la princesa Leopoldina T e r e s a F r a n c i s c a , murió en 7 de F'ebrero de 1871) es S. -\- I. Dona /sa/>f¿ Cristina Leopoldina Agustina Micaela Gabriela Rafaela y Gon?.aga, nacida el 29 de Julio de 1S4Ó y casada el 15 de O c t u b r e de 1S64 con S. A. R. Luis Felipe María F""ernando Gaslori, príncipe de Orleans, conde de Eu, que nació el 29 de Abril de 1842; y los hijos de e s t e matrimonio son: Pedro Alcántara Luis F e l i p e , príncipe d e G r a o - P a r á , que nació en Petrópolis el 15 de (")ctubre de 1875; Luis María F e l i p e , nacido el 26 de E n e r o de 187S, y Antonio Gastón Francisco, nacido en París el 9 de Agosto de iSSi. D. P e d r o H de Alcántara, monarca ilustrado, liberal, g e n e r o s o , amante del p r o g r e s o , procuró ante todo afianzar el régimen constitucional en el Brasil, país agit a d o por incesante lucha de los partidos políticos en ía é p o c a de la regencia, hasta la d e r r o t a del caudillo republicano, s e n a d o r José Feliciano, en Santa Lucía, en 1S42; r e s p e t a n d o fielmente el régimen parlamentario y el Código fundamental del E s t a d o , ejerció, no obst a n t e , considerable influencia en ios asuntos d t l país, por sus esfuerzos para desenvolver la prosperidad agrícola y comercial, por su vigorosa iniciatiifa y nobilísimo ejemplo en el a m o r á las ciencias y á las artes; en 1S30 abolió en sus vastos dominios la trata de negros, y ayud a n d o á Urquiza para derribar al dictador argentino R o s a s , obtuvo la libre navegación del Plata y un aumento d e territorio al Sud de sus estados; visitó en 18G0 todas las provincias d e su I m p e r i o , para adquirir idea e x a c t a de las aspiraciones y necesidades del pueblo brasileño, y declarándose desde entonces contra la odiosa institución de la esclavitud, empezó á preparar el camino para llegar á la abolición, favoreciendo la inmigración de o b r e r o s chinos y logrando que los grandes propietarios de esclavos se adhiriesen á sus propósitos; prosiguiendo p a u l a t i n a m e n t e , pero con firmeza, su obra humanitaria, hizo presentar á las Cámaras, en 1870, proyectos de ley que reconocían en principio la abolición, d e t e r m i n a n d o la manera de educar á los esclavos en la libertad, y esos proyectos fueron leyes de! Imperio, por votación parlamentaria casi unánime, en 28 de S e p t i e m b r e de 1871; desde 18(^5 á 1S70, de acuerdo con las Repúblicas Argentina y de Montevideo, sostuvo encarnizada guerra contra el intrépido general L ó p e z , p r e s i d e n t e del Paraguay, la cual terminó favor a b l e m e n t e para el Brasil; en 1S71 vino á E u r o p a , y visitó varios Estados, examinando con atenta observacióc los progresos modernos y las mejoras que podría introducir en su patria, y c u a n d o regresó á Rio de Janeiro hizo p r o p o n e r á las Cámaras sucesivos p r o y e c t o s de ley para desenvolver y p r o p a g a r la instrucción popular, establecer vías férreas y líneas telegráficas, reformar la ley electoral, etc. Los nobles propósitos de D, Pedro a c e r c a de la a b o lición de la esclavitud fueron cumplidos por su hija Isabel Cristina, q u e , siendo Regente del Imperio, por ausencia de su augusto p a d r e , sancionó la ley de 13 d e Marzo de 1S8S, declarando extinguida la esclavitud en el Brasil. L a insurrección de 16 de Noviembre d e 1889, ocurrida precisamente cuando se tocaban ¡os brillantes resultados de aquella reforma liberal y grandiosa, y c u a n d o el noble E m p e r a d o r parecía ser íüolo d e su p u e b l o , le hizo prisionero en el palacio de Petrópolis, y le obligó á e m b a r c a r s e , de n o c h e , con la E m p e r a t r i z , sus hijos y sus tres n i e t o s , en un b u q u e de guerra que les transportó á E u r o p a . Así terminó un feliz reinado de cincuenta y ocho años. D. Pedro II amaba sinceramente á E s p a ñ a , conocía a fondo nuestra historia y n u e s t r o idioma, y estaba familiarizado con nuestras joyas literarias antiguas y modernas , desde el Qiiijole y las comedias de Calderón y Lope hasta las obras de Castro y Serrano y de E c h e g a ray; era c o r r e s p o n d i e n t e de la Real Academia E s p a ñ o la, y aun se había dignado concurrir á una sesión del docto C u e r p o , sin a c e p t a r la presidencia; c u a n d o estuvo por primera vez en Madrid visitó personalmente ai dustre autor de Los Amaules de Teruel y líL mal Aposto! y el hiien Ladrón, el insigne H a r t z e n b u s c h , que á la sazón habitaba en un modesto entresuelo d e la calle d e Leganitos. Su c a d á v e r ha sido trasladado á L i s b o a , sin abandonarle un m o m e n t o SS, .\A. RR. los Condes de E u , y sepultado en la cripta de la iglesia de San Vicente, panteón de la familia de Braganza, al lado del 5e[julcro que guarda los restos mortales de la emperatriz L).-' T e r e s a Cristina María, esposa que fué de D, P e d r o . En París se tributaron reales honores á los restos del E m p e r a d o r , y en Madrid , en las estaciones del Norte y de Atocha, al pasar el féretro con f.!irección á Lisboa, la corte y el G o b i e r n o , el ejército y las corporaciones d o c t a s , asociáronse también en noble manifestación de respeto ante el despojo mortal de D. Pedro II. Dios haya acogido en su seno el alma del infortunado monarca. rioradas y reemplazar las inútiles por otras nuevecitas y ñamantes. ¡Cuántos r e c u e r d o s , algunos alegres y muchísimos tristes, d e s p e r t a r á n en el anciano aquellas pintarrajeadas figurillas! Nuestro grabado de la pág. 376 r e p r o d u c e un magnífico r e t r a t o , pintado por el inmortal X'elázquez, que se ostenta en la Galería Nacional de L o n d r e s : el r e t r a t o de I). Adrián Pulido Pareja, defensor de F u e n t e r r a b í a en el sitio d e 1638, caballero profeso del hábito d e Santiago por m e r c e d especial del rey D. Felipe IV, almirante de la Armada d e Nueva-España en 1655 y heroico mártir de la patria en el sitio de V e r a c r u z , d o n d e p e r e ció, en reííido c o m b a t e c o n t r a los ingleses, en 1604. R e p r e s e n t a un hidalgo castellano de r o s t r o c e ñ u d o (í^rim Casíil/a/i tipe, dice el Calálox^o inglés), ojos y cabellos n e g r o s , levantados mostachos y barba r e c o r t a d a ; viste ropilla de terciopelo negro y largo cuello de encaje blanco, cruzándole el pecho una banda, insignia d e su dignidad; pendiente de un cordón rojo y oro, lleva la venera de la ínclita orden. Pintó Velázquez ese admirable r e t r a t o en 1639, á juzgar por la leyenda que tiene el lienzo, y que dice así: J)id. \'clasi¡r- Philip I\' li cubicuh ejus piclor, Jój<^.— Adriiin Pidido Pareja; p e r t e n e c i ó á la colección de los Duques de A r c o s , d e d o n d e pasó á la del C o n d e d e R a d n o r , en el siglo xviii; últimamente fué adquirido en elevado precio por la dirección de la Xatiúiial Gallery de L o n d r e s . O t r o r e t r a t o de Adrián Pulido Pareja, a u n q u e no pintado por Velázquez, existe en la galería del D u q u e de Bedford. Nuestro compatriota y antiguo c o l a b o r a d o r artístico en este periódico, D. Enrique Mélida, ha p r e s e n t a d o en ii.\ Salón (Palacio d e los Campos Elíseos) d e P a r í s , d e este año, el precioso cuadro La Comunión enclcotiveiito. que damos á conocer en el g r a b a d o de la pág. 377: varias monjas, arrodilladas ante la verja del comulgatorio, reciben d e manos del s a c e r d o t e c e l e b r a n t e la S a g r a d a Forma, E s una hermosa composición, bien sentida y bien ejecutada, digna del laureado autor d e ¡Se. a^iió la Jicsta! Jíl Concierto de los frailes, La Antesala del f^rlncipe de la Ptiz, La Misa de parida, y tantas otras magistrales producciones artísticas. LA BERELIÓN EN CHINA. TOKIO (JAPÓN). EitrcLciiis dü una lirigailn de incfnilin.s. No hay país, en el lejano O r i e n t e , tan e x p u e s t o á devastadores incendios como el J a p ó n : allí las casas son de madera, y las ventanas están cubiertas de p a p e l , en vez de cristales, y el menor d e s c u i d o , una chispa fugitiva determina el incendio, (]ue se propaga con rapidez vertiginosa y destruye en breves horas c e n t e n a r e s de casas. Kn T o k i o , por ejemplo, una de las principales ciudades del Imperio, estalló un i n c e n d i o , á mediados d e Noviembre último, que devoró en doce horas más de 1.500 c a s a s , y pocos años antes había ocurrido otro siniestro más considerable. Y como la carencia de agua no permite allí el uso de las bombas contra incendios que se usan en E u r o p a y América, ni parece que tuvo el éxito deseado la composición química que se ensayó en el año anterior para hacer incombustibles las m a d e r a s d e construcción , resulta que el principal objetivo de las brigadas de incendios se dirige á aislar el fuego, c o r t a n d o y s e p a r a n d o las manzanas de casas amenazadas por las llamas. Y para lograrlo con habilidad y presteza ejecutan con frecuencia ejercicios gimnásticos, que parecerían extraños y aun grotescos á un e u r o p e o , en la forma que r e p r e s e n t a nuestro segundo g r a b a d o de la pág, 372: cada hombre d e la brigada está dotado d e una especie de escalera con garfios, que aplica sólidamente á las casas para llevar á cabo sus trabajos de salvamento; y los ejercicios consisten en subir y bajar por la escalera en diversas actitudes, de frente O de lado, en sentido horizontal ó vertical, sosteniéndose sólo con los pies ó sólo con las m a n o s , e t c . , para adquirir la práctica necesaria en todos los casos, por arriesgados y difíciles que fueren. Nadie ignora que son los j a p o n e s e s , generalmente hablando, muy hábiles gimnastas y acróbatas ( p r u e b a de esto hemos tenido en Madrid, pocos años hace , en los Circos de Price y de Parish), y emplearán su habilidad con fortuna en los más peligrosos episodios de salvamento. *% BELLAS ARTES. rrcparnltvos, oompoKÍciín ;• tübujn Mr M.-iniii.'! Pictilo. — El Aliiiiniiite rsf-aiiiil D. Adrián Pululo Pitrrjii . cuailro del insi);ne Veliiüiiiiez.— ía ComiiiiiAii frl rl convenio , cu:idro de KiirüiUL- Mt'lida. La iiroii MiiiíiUií ceica du Nankow, L a versión oficial inglesa d e los deplorables sucesos d e China es la siguiente: <En la noche del 18 de Noviembre dos s o c i e d a d e s s e c r e t a s iniciaron un movimiento insurreccional á los gritos de ¡Mueran los e x tranjeros! ¡Mueran los cristianos! — El centro de la insurrección es la provincia de Gc-Ilol; las víctimas pasan d e 500, e n t r e ellas varios s a c e r d o t e s y algunas hermanas de la Caridad; las iglesias han sido saqueadas ú incendiadas en dos tí tres ciudades,—El E m p e r a d o r envió inmediatamente tropas de infantería y caballería, que dispersaron á los rebeldes el día 25; p e r o éstos se r e c o n c e n t r a r o n luego, y continúan sublevados.» La insurrección ha estallado en el distrito S u d o e s t e del Imperio, no lejos de la gran muralla, de la cual damos una vista parcial en el primer g r a b a d o d e la página 380. Esta famosa muralla fué construida por ¡os F-mperad o r e s de la dinastía Ming, más de quinientos años antes de la era cristiana, según afirman geógrafos y viajeros m o d e r n o s ; su altura es d e 20 á 40 p i e s , con un p a r a p e t o de ladrillo; el muro está construido con enormes sillares, y de t r e c h o en trecho i n t e r r u m p i d o p o r cuadrados t o r r e o n e s ; la muralla, visible á gran distancia, sigue por todos los accidentes del t e r r e n o , subiendo á las montañas, bajando á los valles, cruzando los ríos, etc., p o r q u e los antiguos s o b e r a n o s se proponían c e r r a r el paso, con esa muralla, á las legiones de tártaros que invadían el Celeste Imperio, La ciudad d e T i e n t s i n , situada cerca del paso d e Xankow, es el v e r d a d e r o p u e r t o de P e k í n , y residencia de cónsules e u r o p e o s : allí se firmó, en 1858, el c é l e b r e t r a t a d o d e Lord FZlguin, que doce años más tarde ens a n g r e n t a r o n y desgarraron los chinos fanáticos, asesinando á varias h e r m a n a s de la Caridad francesas , en la misma plaza de la ciudad. A ñ a d i r e m o s , que si nuestro grabado tiene c a r á c t e r de actualidad, considerándole en la r e p r e s e n t a c i ó n e x a c t a , no le tiene menos si se le considera en sentido figurado; p o r q u e , en v e r d a d , ( q u é mejor muralla de la China, hablando metafóricamente, que la levantada ahora alrededor d e F r a n c i a , por los mismos franceses, con su e x a g e r a d o proteccionismo? ¿Continuará c e r c a d a m u c h o t i e m p o , ó tendrán que franquearla en b r e v e , p o r su propio interés y beneficio, los intransigentes q u e la c o n s t r u y e r o n , ó bien la allanarán las naciones e u r o p e a s , como los tártaros allanaron la del Celeste imperio? Preparativos se titula el dibujo original de Manuel Picólo, que publicamos en el graliado de la pág. 373, y fiuura una escena de costumbres familiares que se reEN LA IXDIA INGLESA. presentará estos días en muchas c a s a s , en la intimidad La primera amoneslacifin matrimnnm!. del hogar cristiano. Acércase la N o c h e b u e n a , y el p a p á , que nunca deja Modificando un popular refrán de sir John Falstaff sin premio la aplicación y la obediencia d e su hijo, ha se puede decir que los negros no se ríen de ellos misofrecido á éste preparar el .Nacimiento: en la mesa del mos, pero son causa de la risa de los blancos. comedor, y ante la mirada d e todos los individuos de la Demuéstralo así la escena q u e r e p r e s e n t a n u e s t r o s e familia, incluso el inquieto y gracioso ¿>cl>i-', pasa revista gundo grabado de la pág. 3S0: o c u r r e en una población de inspección á las íigurÜlas de yeso y b a r r o , desde el de la India inglesa; dos futuros cónyuges, de recia comportal de Belén y la mansa v a c a , b á s t a l o s Reyes Magos plexión y caricaturesco rostro, dignos d e s c e n d i e n t e s d e y los pastores de las ofrendas, para c o m p o n e r las d e t e Cam, asisten á la lectura d e su propia amonestación S. M. I . D O N P E D R O KMPi'iií ADOR IT D E ALCÁNTARA, Q U P : F K K D K I . nIÍ ASI L . Naciú el 2 de DiciumlifL- de 1S25; f en P a r í s , el 5 di.-l acliial. EL SERVICIO DE INCENDIOS EN EL JAPÓN. — EJERCICIOS GIMNÁSTICOS DE LA URIGADA PE BOMBEROS, DE TOKIO. P UE PA RA r Iy LOS COMPOSICIÓN Y DIBUJO DE 1). OS. MANUEL PICÓLO. 3?4 LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA matrimonial (proclamatian of ihcir den hanns), en un templo m e t o d i s t a ; d e t r á s están s e n t a d o s los correspond i e n t e s p a d r i n o s , otras dos parejas d e n e g r o s , emperifollados y g r a v e s ; el organista ameniza el acto con las alegres notas de un himno cpitalámico. E s t e episodio de c o s t u m b r e s indo-británicas ha sido publicado por el periódico The Graphic, d e L o n d r e s , según croquis del natural remitido por el artista Mr. Hald a n e McKall. EXPOSICIÓN NACIONAL DE PALERMO. En el g r a b a d o d e la pág. ,iSt c o n m e m o r a m o s la actual E x p o s i c i ó n d e Palermo, con i n t e r e s a n t e s apuntes(i'íi/*/í:J" nalurc que nos ha remitido el distinguido artista D. Hermenegildo Estevan. E s la Exposición Nacional una discreta manifestación de la actividad italiana: el edificio principal, cuyo estilo arquitectónico se asemeja al gótico n o r m a n d o , que t a n t o a b u n d a en Sicilia, c o n t i e n e varios salones que ofrecen al o b s e r v a d o r no escaso i n t e r é s ; p u d i é n d o s e asegurar que los más i m p o r t a n t e s son los de escultura y de c e r á m i c a , asi como la galería de máquinas. E s p a ñ a no ve con indiferencia ios progresos de la capital de Sicilia, d o n d e los m o n u m e n t o s y hasta el car á c t e r de sus habitantes r e c u e r d a n antiguos y gloriosos triunfos d e la patria española. EusEBio MARTÍNFZ DE VELASCO. TIPOS MADRILEÑOS (SUEVA SERIE.) ¡ K]-:i,irrA\o ! \ i ¿ W ^ p X ^( ijiTA, me has d a d o un susto i Una se' ^ • ^ V ' ñ míina sin verte en el t e a t r o Real, ni en el CifrHfd^ffl ' R e t i r o , en los días b u e n o s de sol (lue heCy^^H;Gsw-P mos t e n i d o , ni en casa d e la Duquesa! 0 ¿ 2 l ^ ( F i f Creí que estarías mala ó que ya no habrías ¿^^?ÍA^ podido a g u a n t a r más á tu m a r i d o , y t e ha^%X^\ liarías á estas horas Dios s a b e d ó n d e Con^^-^ Rut: dime q u ¿ te pasa. T e e n c u e n t r o pálida, i , A ojerosa y casi, casi, me atrevería á asegurar que v;'- has llorado ¿Me equivoco? o^ — N o , Clarita de mí v i d a , no te e q u i v o c a s ; he llorado, y m u c h o — ¡Válgame Dios! ¡Y yo sin saber n a d a ! Y o , tu mejor amiga d e s d e la infancia E s claro, como no he podido venir Mi m a r i d o todos e s t o s días ha tenido convidados, b a n q u e r o s de Barcelona, de París, de Amst e r d a m , que todos andan con él engolfados en no sé q u é combinaciones d e c o m p r a s de o r o , d e e m p r é s t i t o s , y d e otros negocios y no he podido t e n e r un m o m e n t o mío P e r o ahora me contarás , p o r q u e me p a r e c e q u e no t e n d r á s ahora s e c r e t o s c o n m i g o , tú que nunca los has tenido para mí — Sí, sí, t o d o te lo c o n t a r é . Necesito desahogar mi corazón, Clarita ; y con quién mejor q u e contigo? — Pues habla; ya t e escucho muerta d e curiosidad. ¿No vendrán á interrumpirnos? — N o ; mi marido, que también a n d a , como el tuyo, metido en eso del oro y de los cambios, se marchó hace cuatro días á, París, y así se estuviera p o r allá m u c h o tiempo. Hija, c a d a día está más c a r g a n t e y más antipático. Pues v e r á s ^ A v e r , á ver. — H a c e o c h o días ya s a b e s q u e soy d e la S o c i e d a d para el socorro de paridas p o b r e s de solemnidad del barrio d e la Buena Dicha. — No lo sabía — Pues sí; me c o m p r o m e t i e r o n unas amigas y me n o m b r a r o n presidenta Como te digo, hace ocho días me ocurrió la idea de ir á visitar á las p o b r e s , cuyos n o m b r e s y domicilio constaban en una lista que me trajo el q u e hace de s e c r e t a r i o , Pepito C a r r a s p e r a , esc sietemesino — Ya le conozco, el ami^o d e la viuda d e Tarantela. — J u s t a m e n t e , de ese vestiglo Pues m a n d é p o n e r el c o c h e , y con mi carterita llena de bonos y algunos billetes d e los d e veinticinco p e s e t a s , fui á la calle d e la J u s t a , una calle siniestra — ¡ Ya lo c r e o ! — En el núm. 90 había nada menos que tres — ¿ T r e s paridas p o b r e s ? — Sí, hija, la pobreza a b u n d a m u c h o . ¡ Q u é miseria, hijita! ¡qué c a m a s t r o s ! i qué habitaciones sin luz, sin aire! ¡qué chicos tan (lacuchos, con u n a s caritas d e hambre! ¡ Q u é infelices madres! Lívidas, tiritando d e frío, c o n los b r a z o s a m o r a t a d o s ¡Un h o r r o r , hija, un h o r r o r ! R e p a r t í e n t r e aquellas p o b r e s unos cuantos bonos d e p a n , d e a r r o z , d e c a r n e , de leche, d e gallina, d e c h o c o l a t e ; dejé á cada una un billete d e veinticinco y me a p r e s u r é á bajar aquella escalera empin a d a , t e m i e n d o rodarla En el ¡lortal me salió al e n c u e n t r o una mujer vieja, que me dijo:—•••-Señorita, a u n q u e sea mal p r e g u n t a d o , i es usted d e la Junta? — ¿Qué desea usted? la p r e g u n t é , — Y o , por mí n a d a , señ o r i t a , p o r q u e y o soy la p o r t e r a , y t e n g o un hijo e b a nista, q u e es muy b u e n o , y gana c u a t r o p e s e t a s , y él y yo vivimos, gracias á Dios, sin pedir n a d a á nadie p e r o quería p r e g u n t a r á u s t e d , y usted me p e r d o n e , si ha llamado usted en casa d e D. EeIiciano.> — ¿Don Keliciano? — Sí, hija, sí, D. Feliciano dijo ¡Ay! ¡D. Feliciano! < — N o , le c o n t e s t é ; he venido A visitar á tres pobres que no tienen recursos —Sí, las p a r i d a s , r e p u s o la p o r t e r a ; n o ha vi^to u s t e d , s e ñ o r a , una casa d o n d e haya más de eso que en é s t a ; p e r o no hablo de las paridas,... hablo d e D. Feliciano y su p o b r e c i t a mujer y sus c u a t r o hijos, un señor muy d e c e n t e y muy buen mozo El infeliz está cesante y muy malito, y su mujer no tiene trabajo, ni p u e d e ahora tral)ajar, y él y ella y sus hijitos se mueren sin pedir nada á natlie, y ya los huljiera e c h a d o d e la casa la justicia si no estuviera tan malo D. l-'cliciano S e ñ o r i t a , si les diera usted algún socorro Yo les p o n g o un p u c h e r i t o , por los niños lo hago; p e r o si viera usted lo q u e me cuesta que lo a c e p ten a u n q u e les di'^o que ya me ]>agar;'in c u a n d o p u e dan -•' Me conmovi(> la p o r t e r a , (¡ue d e b e ser una excelente mujer, y además el n o m b r e de Feliciano..,.. •—Bien me a c u e r d o de aquel dichoso ¡•'eliciano — Y decidí volver á subir los e m p i n a d o s escalones hasta el cuarto yiiso L l a m é , y á p o c o salió á la p u e r t a una mujer delgada, d e m a c r a d a , tan ojerosa como yo a h o r a , con una b a t a de fular muy traída; ¡fular en e s t e tiempo tan c r u d o ! Desde luego se conocía que era una p e r s o n a educada. Las manos muy limpias, el cabello muy recogido, la mirada dulce y melancólica Una mujer que h a b r á sido muy h e r m o s a , q u e todavía lo es —•• ¿ Es aquí, la p r e g u n t é , d o n d e vive un señor don l*~eliciano? — Si, s e ñ o r a , me contestii. Pase usted. Mi marido está enfermo, p e r o p u e d e usted d e c i r m e lo que desea...,. Pase u s t e d , s e ñ o r a , y siéntese No p u e d o p r e s e n t a r á usted una silla tan buena como las á que estará usted a c o s t u m b r a d a p e r o está limpia, señora.,. , = Clarita de mi vida, no ¡luedes jigurarte qué pobreza la de aquella casa, ¡tero qué hermosa poljreza. T r e s sillas, una mesa d e p i n o ; s o b r e la mesa una b o t e lla, unos vasos, tres ó cuatro p l a t o s , dos cubiertos d e palo, unas cucharitas p e q u e ñ a s de Meneses En una p e r c h a , un g a b á n , un s o m b r e r o hongo, y unos vestiditos d e niño T o d o limpísimo. El s u e l o , de ladrillos g r a n d e s , estaba más limpio que los mármoles d e mi casa , te lo a s e g u r o , y la cortina que cubría la p u e r t a d e la alcoba era más blanca c[ue la nieve. Me s e n t é , y la invité á sentarse enfrente de mí. — 1 Señora, le dije, he sabido q u e se hallan u s t e d e s en situación a p u r a d a , y vengo á suplicar á usted t[ue me dispense el favor de a c e p t a r una p e q u e ñ a suma,.,. L a mujer hizo un movimiento •—No, c o n t i n u é , no es una limosna, s e ñ o r a , lo q u e vengo á ofrecer á u s t e d ; es un adelanto á cuenta de lo que t e n d r é que abonar á usted por trabajo que le voy á encargar. Sé que usted cose — Sí, s e ñ o r a , Dios pagará á usted este beneficio. H e cosido para una tienda de la Puerta del Sol, p e r o hace dos semanas que no hay trabajo — ¿Cose usted en blanco.'—Si, señora. — Pues me hará usted mucha ropa blanca. ¿ T e n d r á usted máquina? —¡Ay! señora, la tenía; ayer la e m p e ñ é . E r a lo último de algún valor q u e había en casa. — Pues d a r é á usted doscientas p e s e t a s ; d e s e m p e ñ a usted su máquina, y un día d e estos enviaré á usted una pieza de holanda para que me haga camisas y unas chambrillas y unos peinadores Me interesa mucho la situación de u s t e d , de su marido y d e sus hijos Creo ([ue tiene usted hijos — Sí, señora, Cuatro. Mire u s t e d , s e ñ o r a , por d o n d e asoman dos. Venid a c á , añadió mirando á la alcoba, cuya cortina movían los c h i c o s , sin d u d a ; venid, que esta s e ñ o r a es muy buena y q u i e r e m u c h o á los niños, y os t r a e pan.» —Esta frase fué de un efecto decisivo. Uno tras otro aparecieron los niños ¡Qué niños! Clarita, ángeles del cielo. No p u e d e s figurarte nada más b o n i t o , de facciones más d e l i c a d a s , d e más n a c a r a d o y finísimo cutis c u a t r o ángeles a r r a n c a d o s á un c u a d r o de Murillo. i Oué ojos y qué miradas tan p u r a s ! ¡qué amor d e hijos! Una niña de ocho a ñ o s , la m a y o r ; dos niños de seis y de c u a t r o , y otra niña d e dos. ¡(Jué hermoso el g r u p o que formaban la m a d r e y las c u a t r o criaturitas a g r u p a d a s junto á ella, mirándome con aquellos ojos d e inocencia impregnados d e la más dulce y candorosa melancolía! T o d o s vestidos p o b r e m e n t e , p e r o sin una m a n c h a , limpios en su c u e r p o como en sus escasas ropas unos niños, en fin, que no he visto otros iguales Los besé y me besaron los pobrecitos, sin h a c e r s e Ue r o g a r , humildes y c a r i ñ o s o s , y las lágrimas vinieron á mis ojos, lágrimas que no eran , Clarita mía , de p e n a a n t e aquel c u a d r o d e p o b r e z a , d e p o b r e z a tan h e r m o sa, sino d e de envidia d e la incomparable felicidad d e aquella m a d r e , d e aquella esposa. — ¿Envidia? ¡Envidia t ú , una de las más hermosas y más ricas damas d e n u e s t r a c l a s e ! — Sí, Clarita, sí; envidia, envidia que me mordía y aun me m u e r d e en el corazón. Aquella mujer me dijo: <Estos son mis hijitos, los hijos del h o m b r e a m a d o que me ha h e c h o tan feliz, y á quien quiero sobre todo en este mundo. Mire u s t e d , s e ñ o r a , á nadie tengo envidia en la t i e r r a , a u n q u e nos vemos tan polares. Siento, es claro, que estemos tan p o b r e s , por mis hijitos y por mi marido, p e r o por mi no ¡ T e n g o el a m o r d e mi marid o y la adoración d e mis hijos ¿ q u é mayor riqueza? ¿qué mayor felicidad? Mi marido, s e ñ o r a , es un hombre d e b i e n , un corazón de o r o ; p o r eso ha m e d r a d o fioco. E s t a b a e m p l e a d o con doce mil reales c u a n d o le c o n o c í , hará nueve a ñ o s , y con el mismo sueldo ha seguido hasta que le dejaron cesante liace un año Como no visitalia á nadie, ni intrigaba, ni pedía recom e n d a c i o n e s , ni adulaba á los jefes no sólo no le asc e n d i e r o n , sino que al fin lo e c h a r o n á la calle un día q u e , sin d u d a , h u b o c o m p r o m i s o d e dar á o t r o su d e s tino Abrió su bufete de ahogado d e polircs, con lo que no ganaba nada; luego cayó enfermo, y asi hemos venido á esta situación Los amigos que tenía mi marido le han olvidado, ei [>ersonaje q u e le dio el destino se ha m u e r t o p e r o Dios no nos a b a n d o n a ; hoy la trae á u s t e d , b o n d a d o s a s e ñ o r a , q u e viene á ofrecerme trabajo, y El también devolverá la salud á mi marido. Nunca pierdo la confianza. Algunos días hemos amanecido sin uu céntimo en casa , y , sin embargo, todavía no N." XLVI se han q u e d a d o n u e s t r o s hijos sin c o m e r un solo día. Su p a d r e y yo, sí algunos días hemos comido poco, pertj no ¡luede usted figurarse qué alegría tan grande sentimos c u a n d o no.', sacrificamos por nuestros hijos —¿Y tpié enfermedail tiene su marido de usted : le p r e gunté.—Una debilidad genera!, anemia —Pues lo ¡irim e r o que necesita es alimentarse —Ha p e r d i d o el apetito ¡Ay! s e ñ o r a , le han a m a r g a d o mucho los desengaños del mundo. iil, un empleado h o n r a d o é inteligent e , c e s a n t e , y o t r o s , que n o valen lo que él, sul)iendo como la e s p u m a ; ha q u e r i d o trabajar, y no ha encont r a d o en qué ocuiiar su talento; los amigos á quienes había favorecido c u a n d o podía, han olvidado el beneficio y desconocido al amigo F.l no posee la práctica d e la vida; no tiene a p t i t u d , c o m o o t r o s , para la lucha 7)or la existencia; es tímido, mode&to con exageración, pundonoroso y prefiere estas ])rivaciones, esta ext r e m a d a p o b r e z a , á las humillaciones, á la rastrera adulación , á la intriga y á la osadía, con que otros p r o c u r a n h a c e r c a r r e r a . ¡''I es asi, y no lo p u e d e r e m e d i a r , y así le quiero y o , le a d o r o , señora y asi somos felices,* Dijo e s t a s palabras con una e x p r e s i ó n tan viva d e sup r e m a felicitlad en su mirada l¡m[)ida y s e r e n a , que no haiiia lugar á p o n e r en duda q u e , en medio de su pob r e z a , es la más venturosa d e las mujeres. Sentí que la envidia me mordía con mayor c r u e l d a d , y me puse en pie, Kn la mano tenin las doscientas pesetas en billetes que había sacado de la cartera. i T o m e u s t e d , le dije, á Cuenta del trabajo Cjue le he tle cmcargar > Y en el mismo [>unto, c u a n d o iba ya la feliz esposa á tomar el d i n e r o , apareci(j en la p u e r t a d e la alcoba, envuelto en una bata deslucida •—¿ VA marido? — Sí, l'"eliciano ¡el mismísimo Feliciano! — Feliciano, aquel interesante m a n c e b o que hace d o c e a ñ o s , poco antes de casarme yo, te volvió loca L o había adivinado. — Sí, aquel mismo por quien hice aquella locura que solamente m-s p a d r e s supieron..... — Tus padres y él, me p a r e c e . — Y t ú , para quien nunca he tenido s e c r e t o s . — ¿Y está tan guapo como e n t o n c e s ? — Más, á pesar de ¡a demacración propia de la enfermedad y d e la p o b r e z a Está interesantísimo. — ¡Qué oposición la d e tu p a d r e á q u e te casaras con él! — ¡Porque era p o b r e , y p o r q u e no servía para nada!— decía mi p a d r e . Dios le haya p e r d o n a d o . — ¡ Q u é feliz hubiera sido yo con él, como lo es la o t r a ! i Q u é rabia! ¡Qué hijos tan hermosos t i e n e ! — Bueno; ajiareció Feliciano y dijo ¿qué dijo? — «Señora, dijo, guarde usted ese dinero, que mi esposa no p u e d e aceptar. L o agrailecemos mucho, p e r o no recibimos limosna. La acción de u s t e d , s e ñ o r a , es muy n o b l e , muy h e r m o s a ; pero nosotros nada pedimos; en otros que piden auxilio en sus necesidades p u e d e usted emplear mejor su caridad.» — ¿Y c¡ué hiciste? .; t[ué dijiste? — No s é , no r e c u e r d o lo que le dije; sólo sé que salí de aquella mísera vivienda, avergonzada, con fiebre; que la envidia, la rabia, el d e s p e c h o me ahogaban. ¡Jesús! ¡Qué p e n a ! ¡Pensar q u e y o , en medio d e la opulencia que me r o d e a , vivo tan sola, tan t r i s t e , sin aquellos c u a t r o hijos que debían ser míos, m í o s , si mi p a d r e nO se hubiese ofiuesto, y si yo no hubiera sido tan miserable q u e tuve miedo á vivir polire! Aquella mujer no tiene cul[)a de mi desgracia, y, sin e m b a r g o , la odio; no lo ])uedo r e m e d i a r , la odio ¡Qué necesidad tenía yo d e o d i a r á nadie! ¿Verdad, Clarita? No había vuelto á ver al [lobre I''eiiciano desde (¡ue mi p a d r e me sacó d e Madrid, á d o n d e no me trajo hasta q u e t u v o conc e r t a d o mi casamiento con ese h o m b r e que me dobla la edad ¡Que no servia para natía l-'eliciano! — Y en eso no estal)a equivocado tu p a d r e , p o r q u e ya ves qué s u e r t e ha h e c h o , . . . — No i m p o r t a , no importa Mira cómo ha hecho la felicidad de esa mujer No hay más que verla y oiría hafilar d e su I*'eliciano, para c o m p r e n d e r c[ue es feliz, lo cjue se llama feliz — Aunque no c o m a , ¿verdad? — Pero aun no te lo he c o n t a d o t o d o Yo no podía dejar así á Feliciano, en aquella miseria. T o d o c! día estuve c o m o loca, pensando qué haría por él y por sus hijos ¡ P o r ella no, por ella no! No comí, n o dormí E! día siguiente, á las o n c e , mandé p o n e r el coche , y me fui á ver al Ministro de F o m e n t o , que es amigo de mi marido y paisano mío. ¡Me recibió al m o m e n t o , y l'^ p e d í , le e>íiigi la reposición de l''eliciano en su destino, ó en otro mejor. Si no me hubiera hecho e s t e favor, no sé lo (|ue habría hecho con el Ministro. — ¿Te sirvió? — Sí, hija, sí; me ha servido, a u n q u e t a r d e . Ayer nie envió una credencial d e 14.000 reales, 2.000 realas mas (¡ue a n t e s , para Feliciano, — ¿Y te la ha devuelto ese Catón que no sirve para nada? — L o t e m í a , p e r o n o : se la envié bajo un s o b r e , sin c a r t a , ni tarjeta, ni indicación alguna por donde pudiera conjeturar la jirocedencia; p e r o p r o n t o lo lia conocido el [iubre ..., — ¿ L o sabes? — Sí, p o r q u e [lor la tan.ie recibí este papel suyo, q u ^ conservaré toda mi vida, — A ver. Fl s o b r e d i c e : • E x c m a . Sra. Condesa de la Florseca» y e l p a p e ü t o : *(.iracias, Tulita, gracias por mis inocentes hijos, — l'\:UcÍatto.> — ¡Tulita! Asi me llamaba en ;iquellos inolvidables dias ¡Ay! ¡Dios mío! ¡qué envidia t e n g o á la matlre de .sus hijos! — ¡C(Jmu ha de s e r , i|uerida mía! E s preciso que te consueles de la p e n a de no estar casada con l-'eliciano, y LA I L U S T R A C I Ó N X." XLVI comiendo en su compañía el piicherito con que !e favorcct; !a portera T i e n e s que llevar con paciencia.la dcsfiracia de ser riquísima, titulo ác\ Reino, esposa del Exceientisimo Señor — iXo me le n o m b r e s . Clarita! — Mira que esta noche n o t e permito estar e n c e r r a d a en casa. Vendré á c o m e r contií^o, y luego nos iremos al Real. — Sí, Clarita, sí, iremos. Ya veo que no tengo más rem e d i o , ¡pobre de mí! que resignarme con mi s u e r t e . CARLOS FRONTAURA. BAJO LOS AUSTRIAS. ESPAÑOLA Conde de Monterrey, fué D. G a s p a r , aun pasando por otro hermano también desgraciado en la flor de su juv e n t u d , D. Pedro de Guzmán, sucesor d e los Estados patrimoniales. En la primera de las Cajicioncs que Martínez de Uuintana consagró en lionor de D. Jerónimo, no sólo se sujetó á p r e d e c i r los brillantes destinos que le aguartiaban, sino que hacía la cama gallarda á sus gratos vaticinios, después frustrados, r e c o r d a n d o el origen de tan gloriosa estirpe en E s p a ñ a y las hazañas d e los que la ennoblecieron d o b l e m e n t e con los actos y p r e n d a s de su personal valor. Vinieron los primeros Guzmanes á !a península de las regiones septentrionales d e E u r o p a , en son de cruzados contra los moros y de peregrinos al altar de Santiago; y ¡Martínez de Quintan a , hablando de sus remotas tierras originarias, decía en el tono de los clásicos cantos rúnicos de los países hiperbóreos: CORONAS LÍRICAS DE D. GASPAR DE CUZMAS, CONnE DUOl'E DE OLIVARES. ^r:S^l^e ^'l^.os siglos y medio llevamos de leer constant e m e n t e los vituperios de que rebosan los juicios hostiles al ^rtin ministro y pri*'/-;0 vado de Felipe ¡V, ü . Gaspar de Guzmán, ^ ^ ^ c o n d e - d u q u e de (¡livares; juicios que, aunÍ>^ que admitidos va por el consenso común 3 ^ ^ ^ i^C^ en calidad de cnsa juzgada, todavía se hallan ,'i^J fundados más bien que en una crítica severa y , racional, en las pasiones y rivalidades que produjeron su caída, y en la larga contienda personal que sostuvo con su venturoso adversario el Cardenal Duque de Richelieu, de quien fué ni cabo, no sólo en F'rancia, sino d e n t r o de nuestro propio país, la victoria moral definitiva y la sentencia de aquel pleito de dos siglos que venían sosteniendo F e r n a n d o V de Aragón y Carlos V í l l , Carlos V de] Austria y Francisco I, Felip e II y Enrique IV, y fmalmcnte aquellos dos grandes ministros en quiencs'á la postre se sustanció. De lo prim e r o que pecan los dictámenes adversos hasta aquí emitidos contra el Conde-Duque de Olivares, es de la faita d e sentido nacional y patriótico con que son inform a d o s . Si es verdad que D. Gaspar de Guzmán no tuvo en el último período de su ministerio laborioso la fort u n a , : e s que sólo el éxito postrero expide los títulos de la grantleza personal? E n t o n c e s Napoleón después de W a t e r l ú o no sería más que un pigmeo. No: éste no es el juicio imparcial de la historia. Desde i63i hasta 1627, los actos de gobierno del célebre valido fueron coronados con la aureola del acierto, l-'altáronle después los medios para sostener ima política de agresión, y el segundo período de su ministerio se acredita por los esfuerzos d e una heroica resistencia. Cayó al callo sobre él la conllagración universal, c u a n d o las fuerzas militares y económicas del país estaban agotadas; vinieron los ataques directos sobre el suelo üe la Península; surgieron las guerras separatistas de Cataluña y Portugal, y los conatos de Ínsurreccii>n de otras provincias, y todos los enojos de los infortunios nacionales se sumaron contra aquel ministro en un odio irracional , atizado por la aleve habilidad de sus enemigos. E n t o n c e s se trocaron en su daño los conceptos formad o s a c e r c a d e la superioridad d e sus prendas. T o d o lo que en los tiempos afortunados calificó sus c r é d i t o s , se convirtió en argumentos de desautorización. Las propias v i r t u d e s , antes exaltadas hasta el fanatismo, fueron c o n d e n a d a s como defectos intolerables. Las alabanzas se cambiaron en vituperios, y las musas veleidosas, cortesanas del poder y de la fortuna, hundieron en el fango de la sátira anónima y c o b a r d e , dorada forma de la calumnia solapada y clandestina, el fatuo incienso de sus lamentaliles concepciones. No t o d a s : las letras patrias no fueron de t o d o p u n t o ingratas al que d u r a n t e toda su vida, y hasta por herencia de familia, había sido su bienhechor. El nombre d e D, Gaspar de Guzmán se contará siempre en el número, no sólo de los que las cultivaron con apasionada inclinación, sino de los q u e ' l a s protegieron con pródiga magnificencia. Como Isabel la Católica y el cardenal Xirnéncz de Cisneros al concluir el siglo xv; como F e lipe II y la gran casa d e Alba d u r a n t e todo el siglo xvi, las casas Guzmanas d u r a n t e toda la primera mitad del siglo XVII fueron el asilo del Parnaso E s p a ñ o l , ya en la rama caudal d e los D u q u e s d e Medina Sidonia, ya en las a n u e n t e s , y sobre todo en la condal de Olivares, desde los tiempos del t e r c e r conde D. E n r i q u e hasta la m u e r t e del Conde-Duque. E s t e , si los hados le hubieran sido propicios, habría podido aspirar al título de! primero de los Mecenas de Espaiía. Ahogó esta gloria su caída, pero quedó á la posteridad el testimonio siempre vivo d e más de cuatrocientas obras literarias de su tiempo, puestas bajo su amparo y protección en todos los (írdenes de la cultura h u m a n a , y no sólo fn el habla á la sazón p r e d o m i n a n t e de Castilla, sino en el clásico latín, aun cultivado p o r la Iglesia y la alta ciencia; en italiano, del que hablaban nuestros subditos de ¡\Iilán, Ñapóles y Palermo, y aun en francés y Hamenco, lenguas vulgares de nuestros dominios en los Países Bajos. Los p o e t a s , sobre t o d o , comenzando por el Fénix de los Ingenios y ¡Monstruo de la Naturaleza, como á la sazón se llamaba en todo el mundo á Frey Félix Lope de Vega C a r p i ó , hicieron en honor del C o n d e - D u q u e , durante t o d o el tiempo de su niando, v e r d a d e r o derroche de su ingenio. E s verdad q u e , como antes se ha dicho, las musas habían sido cortesanas de su casa desde mucho antes que D. Gaspar d e Guzmán naciera. Virrey de Sicilia era su padre, el conde D. Enrique, en 1594, cuando Bartolomé Martínez de Quintana empleaba en Palermo los valientes tonos de su pindárico estro en celebrar ya, aunque niño, al primogénito de la casa D, J e r ó n i m o d e Guzmán, por cuya t e m p r a n a m u e r t e , _á causa de un trágico a c c i d e n t e ocurrido en 1604 en Salamanca, hallándose estudiando y huésoed de la casa d e su tío el 375 Y AMERICANA. Aijui, p u s s , los cicIopL'S tríibnjiíinlo, QuL- lus nrmas forjando lisian , en nutvo y desusadn modn Graban un admíralde y fuerle tscudo Slcrijpe y Brome y Piraf;mon dtsnudo. En ¿1 Guillermo Gnodemán Se mira ( l ) , Quf ambicioso de honor y clori.T vino A E^ipaüQ en tamo que de ¡¡utrra aniia: Y un Don Alonso ijne del muro lir.T (::J El puñal, cuyo heruico hccbo rlivina Qu¡í;á mi musa cantará algún día : Uiin Juan , ijue defendió la .•\ndalnd3, Al diluvio df moros muro haciendo Del fuerte [itciio: con tanta arle expuesto Que con aleprc gesio Parece csiá ci Condado agradeciendo D P Niebla al rey Enrique, y que £1 Ic elija M.irido dijjno de su di^na liija (31. Tras él Enrique vese sumergido Del Océano enlre ¡as ondas fieras Por los hiíroes salvar de su cuadrilla (4) ; Y el invicto Don Juan esclarecido , Su juslo suce.ínr, cuyas banderas Los muros adornaron de Sevilla; Que cun las mismas armas de Cnslilla l.as suvas orla , y cobra de Medina Gran iftiilo ducal la casa ilustre (5) ; Y cuanto da más lus-tre Que otra estrella menor, la matutina, Entre los ijue el escudo eomprebende, Santo Domingo m.i.= luce y i'splcndf fl'i). No fué sola la Primera Canción á D. Jerónimo Guzmán (7) la que escribió y publicó i\Iartínez de Quintana en la capital de Sicilia, porque cuarenta y tres años más t a r d e , hallándose ya septuagenario en P c r p i ñ á n , en ib37, volvió á dar á la estampa otra Canción d la niñez tiel E.xcmo. Sr. D. Gaspar ¡le Guzíiuín, Conde-Duque de Olivares, q u e el capitán D. Plácido Carrillo y Aragón, del Consejo de (juerra d e S. M. en los E s t a d o s de 1'land e s , c o m e n t ó p o m p o s a m e n t e , y á la que hicieron los honores de sus versos encomiásticos el Dr. Miguel Subirá , 1 burgués h o n r a d o , natural de Perpiñán >, el capitán D. Alonso d e Villamayor y 1). Bernardo Bravo d e S o i r o n c a (^S). No o b s t a n t e , por aquel tiempo el CondeD u q u e de Olivares estaba saturado del perfume d e las musas, no sólo como de quien las había profesado en su juventud en Sevilla, en el trato a m e n o de Francisco P a c h e c o y los contertulios literatos de su famoso estudio, y en Madrid en las Academias del Conde de Saldaña, sino por h a b e r recibido d e ellas los sufragios más calorosos d e sus rítmicos e n c o m i o s , ya bajo la admiración de sus grandes providencias de g o b i e r n o , que por m u c h o tiempo merecieron el aura y la autoridad de la opinión popular, ya bajo el prestigio del p o d e r omnipot e n t e que d e s e m p e ñ a b a , ya, por último, por la resuelta protección con que se ennoblecía, d a n d o una mano amiga y leal á cuantos se distinguían por las dotes del talento. Tal vez de las primeras composiciones q u e en honor suyo se escribieron en el primer tercio de aquel siglo, al comenzar su privanza, fué el siguiente Canto heroico, en que su a u t o r , Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, le consideró como p r o t e c t o r d e las letras. Dice así: AL E S P A Ñ O L M E C E N A S D. GASPAR D E G U Z M Á N . C O N D E - D U Q U E D E O L I V A R E S . C.^NTO IIBROICO. TÚ me enciendes, Apolo; wcucha átenlo Y el son sagrado, que me d a s , recibe ; Restitución te ba|<u de tu aliento Que en tí se engendra y en mi pecho vive. Por tu causa ñ los s¡i;los ;.oy portento, Cuya memoria en bronce el tiempo escribo; Grande tispfrilu iraiRo; no sosiego; Mi pKcbo es lodo ardor, mi VO:Í es fueco. VoK constante y neutral será In m í a , Libre de la adul.ición y de la injuria, Cantando con modesta bizarría Sin afectar pueril verde lujuria. ( I ) Guillermo Goodemán, Gudeinán ó Guzmán, hermano del Duque de Bretaña 6 Normandía. Vino \\ Espafia en l o í o al empezar el reinado de Fernando I. Casóse con la hija del seflor de Candarroa, y fundó el solar y castillo de Gu~»ión. ( a ) Guümán, el Bueno, el héroe legendario defensor de Tarifa por Sandio I V . ( l ) D. Jtian de Guzmán, hijo del antecesor, tomó sus armas por D . Enrique de Trastamara cunira el rey Don Pedro. Enrique II le casó con su propia hija D.* Juana de Castilla y le dio por dote á Niebla con tirulo de condailo. (4) D. Enrique de Gu/roán, 'segundo cunde de Niebla, cercando por mar y tierra .á Gibral'.ar, se ahogó en SUÍ af;u.is con cuarenta caballeros de su casa, pur quererlos salvar contra la creciente de la marea. (5) D . Juan Alonso de Guzmán, tercer conde de Niebla, conqui.stó á Gibraltar para Enrique IV. Antes el rey D. Juan II le (Jio en 1445 el titulo de Duque de Medina Sidonia, por la defen.sa que babi'a hecho de Sevilla contra el infante D. Enrique. (fi) Santo Dominpo de Guírmán fui hijo de D . F í l i x de Gunmán y de la beata D." Juana de A í a . Fundó el orden de los predicadores y la devoción riel Rosario. (7) Cíincitiit primera lU liartolonii Marl'iHfz de Quinliina, al Hmo. Señor D. ¡Iieró¡ii>ii,y di- Gu::niái! . siicesnr de la <-iii'ii dr Olivares. Con anotaciones de B. Litis de Hercdia. En Palermo; 1594 (Uiblioleca de Gallardo, nüni. 3,g.';4.) (8) CitiiCH'i'! df! sfcrelari.' Barlóininl Martínez df Quintana ñ la niñez del Excmo. Sr. 1). Ga.íf:,ir de Guzmán. (onde de Olivares, duque de Sunlúcar, etc. PerpinSn: jiar Esteban Bastan: lújy ( Biblioteca de Gallardo , ni'imero 3.9S5.J Cándida beberá nuesira armonía El viento desatado de su furia, Y escucharán bazafl.as generosas Con oídos de púrpura la.s ro.cas. El Cnnde-Duque, aquel Alcides sabio De la esfera política y cristiana. De quien Felipe, .-Vll'anle cuyo labio Y mejillas perfilan oro y grana. Reclina el peso; desterró el agravio Que padeció la erudición hispana, Y vcncó con mercedes en un día Cuantas injurias padecido habla. Aquel Gu7.nián á quien llamaste el bueno, Y no el divino y grande, es voz lan breve Que el Ocíano ile luir de que está lleno Interpretar no puede ni .se atreve; Aquel Ga.spar, aquel que del sereno Piúiago de virtud la virtud bebe ; G u í m á n que con la envidia torpe y fea, Mayor serpiente intrÉpido pelea Esle . pues , como Oliva virtuosa , Madre del fruto que á la luí sustenta, Viendo que en luz tu ciencia numerosa Con generosos frutos lo alimenta. Y á lu estirpe sagrada y pro-Jigiosa, Libre de la vulgar plebeya afrenta, Triunfará de la voz que le decía : Pollera e rinda vay. phih'sol'hia, A éste consaerarás aras, porque sea T a n ingenua piedad agradecida; Y de él la edad tuiuní admire y vea Virtud, más que imitada, producida. El templo de la Fama le posea; Ennoblézcate e! bronce, repelida En él la maieslad de su semblante, Con que el bronce en la luz será diamante. A pesar de todo, los encomios poéticos q u e forman las coronas líricas de D. Gaspar de Guzmán se refieren principalmente ó á los elogios heráldicos d e su s a n g r e y e s t i r p e , ó á sus p r e n d a s personales c o m o h o m b r e d e e s t a d o y de gobierno, ó á las g r a n d e s e m p r e s a s d e la guerra general en q u e tenía e m p e ñ a d a s por t o d o s los ámljttos del m u n d o las armas d e España. El c e l e b r a d o autor de la Cyn/ltia de Aranjiicz y t r a d u c t o r castellano d é l a s o b r a s líricas del p a p a U r b a n o VIH, D. Gabriel del Corral, en estos d o s s o n e t o s c e l e b r ó una y o t r a condición de su espléndido M e c e n a s y amigo, el ministro de Felipe IV: E N E L O G I O D E D, GASPAR DE G U Z M Á N . SONETO. Del r.nyo de la fama ardiente trueno Que ni sol la luz gan;iste en una rifa ; Cuyo nombre escribió con letra grifa Y le cercó de encomios como heno; T ú , de virludes y de honores lleno. Hasta rebote, mira en su alcatifa De hinojos al alcaide de Tarifa Que se rinde á tus pies de bueno á bueno. Diz que tenéis el gr-ino del helécho; Diz que fui la fortuna tu comadre, Y Venus con las Gracias te dio el pecho; No hay gloria de Guzmán que no te cuadre; M U Í aunque tantos son , ninyuno ha hecho \ Oh Gaspar! mejor cosa que tu padrcOTRO. A L O ÍI I R M O . Rebelde el belga la cendz levnnln, Que fecunda se aiinienta en .sus heridas ¡ Rompe el inglés, con .armas fementidas. Del honor y del cielo la ley santa. En unn y otra barbara garganta. E n parle á In furor agradecidas, Pues soberbias so precian de vencidas, ¡ Oh feliz ! pones una y otra planta. El s-icrilego yace interesado, Que tiene, y aun por eso te importuna. Usura en cuantas glorias te dispone; ¡ Triunfa, oh GuzmAn i Del cielo eres cuidado, Y por acreditarte la Foituna De parte de lus méritos se pone. No descansó D. Gabriel del Corral con los elogios c o p i a d o s : el mayor q u e del C o n d e - D u q u e d e Olivares hizo se contiene en un r o m a n c e p o c o conocido ni aun d e los más eruditos, q u e era á la vez un vaticinio poético de su p o d e r y su fortuna. Así escribía D. Gabriel del Corral: ROMANCE. Salve, generoso tronco Que eternamente vestido Al invierno prevaleces Y resistes al estío; Salve ü l r a v e z , inmortal. Opuesto á mudables siglos, Verde á pesar de los nnos Y á pesar del tiempo rico. Cuando ca.'^e la concordia Con el ocio, y en festivos Aplausos dé i a abundancia A su sucesión principio. Muro seras de ambas sienes. El más verdadero amigo Del cielo y dorado freno Del implacable Gradivo. T u fruto, si diligente Le liquida el artificio. Alumbrará en breve hoguera De la noche el negro abi.smo. Honor será de las aras. Cuando en religiosos vidrios, Copados de plata, aumente Respeto á buhos divinos. Mas lo que á mayores glorias - T e destina, si licnignos Los h a d o s , como previenen, Disponen ini valicinio; Lo que 4 más heroicos grados T e levanta, á cuanto admiro. Feliz la edad que ennoblece Iji noticia de Filipo ; De aquel que Quarto dará Leyes al planeta quinto, Y severo A las estrellas Gobernará á su albediio. Del que c.'iconderá en su nombre De Jiipiler vengativo El asombro formidable E n di.stanles eístallidos; El que dará poderoso Honor á sus enemigos, Y pues no es posible opuestos GALERÍA NACIONAL DE L O N D R !•: S -^^^^'—-'^-i^^^'m^m^iimmmm^m^ EL ALMIRANTE ESPAÑOL C U A D li Q D E I, D. A D R I Á N INSIGNE PULIDO VE L AZ QU E Z. PAREJA « S A L o N >> D E PARTS DE i 8 gi. >. LA COMUNIÓN EN EL CUADRO DE D. E N R I Q U E CONVENTO. MÉLIDA. LA 378 ILUSTRACIÓN Se acredí'ar.ín venciilos; Kl q u t ni htl^n perlina?: Y A i ¡ , lili vil liuéspcil , iii'iiRr)" De liLH nllos petisniDicnlos, Honram con su cislij;''Enliinci'íi, puL's , IÍL- eslc p.iln KI más piili'liro arritno QiiL- (le Vnyjin africano Hará Vfr'ind cl nfií^in, Dolicia (ÍL" ios ingenins, E n CUj-ii snumilo atil'i De Hipocrene vivirán Los crisliiles dercndiíin<.; El Ouíitián , hnnor del Imenn. Sin que en l i t m o Kflcrilicio Dé Clin pLÍrpurn vivienlc Áspero csmnllc a] cuchillo: A ijiiien postrará rompiendo Del lindii i;l orden prcciwi, E l ncucnlo de lo?; -asiros, Y el cónclave <le Io>; signos; Cuyo (Tusio dispi'níado Aun menos ijue obcdixido Cancelará de la siicrle I.os no allcralilcs designios; Cnrlciii de la forlunJi, T^n consianlc, t|iic al preslifiio Más alio i]ue vista liiimana N o se airt^verá el pcIÍK''"i Secundo voló de España, A i]uien cl genio prOi'icio Hará en la abundancia nfalde Y en la pr¡van?:a hii;n(]uií.lo ; Esie, pues, héroe ijiie nilmiras H a (ie eororrar con1i(;ii Sus Lhisnnes de Olivares, D¡j;iiánd(ise al npejlido Sagrado á tanta cleidari No envidiar al lauro esquivo De Apolo, aunque á doctas sienrs Le trasladflsi sus ministros. No á la hiWra trepadora Que con abraco lascivo Cinc í-l cuello de l,ieo línire soflndores tirsos ; No á la imacer. del deleite De su diosa verde tiiirto, A quien desnuda del Bóreas El |>rfiner aliento frío ; Con los tres te aclaman hov T a n t o Irondosn olieliscn, T a m a copuda asp'jrcza, Y tanto pifiante fijo. Haciendo lencua sus hnjas Y nrticulandn mil sillins, T e adoran ya en cuantas ramas Medrar tantos esttoí niiro, I-as frentes , aun más rebeldes Que los ceños de lo^ riscos, Por más i)ue los soliciten Del AbrcRo los (¡émidos. Humildes hasti tu trono Dieron de obediencia indicios, La rúsiic:! monarquía Go;<o inmortal: be dicho. Más resonancia que los versos citados tuvieron en la corte poética de Felipe IV otros que, en forma de oifa ót'a?icidn, como entonces se llamaba á este género de composiciones, escribió el comentador insigne de don Luis de Gúngora, florido y aristocrático ingenio que gozaba del mayor predicamento en las cámaras de Palacio, donde servia en calidad de caballerizo del cardenal infante D. Fernando, D. García Salcedo Coronel. Todas las rimas de este poeta fueron (^n su tiempo aceptadas como de uno de los mayores ingenios de España. Era el Real alcázar su tribuna; las dam;is que en cl servían, el primer y más entusiasta elemento de su auditorio, y gozaba de la misma autoridad entre los nobles y los so! • dados, así del reino como de Italia y Flandes, donde por mucho tiempo sirvió. No concurría á otras academias literarias que á las que presidía en su cámara cl mismo Rey, y sus elogios no se prodigaron ni aun á los más amigos, como era entonces de uso común. La canción al gran ministro dice así: AL E.X'CMO. C O N D E D E O L I V A R E S , D U Q U E DE S A N ' L C C A R . ODA. I Cuál lie tanta.s heroicas perfecciones Será del canto mío Que en tu niabanüa á las edades fJo, Uh excelso Cunde, asunto generoso í I La estirpe á nuestro suelo venturoso Grato esplendor, si á bárb.iras naciones Asombro duro en la marcial campana? í O la virtud que vivífica A España Con su alto decoro. Que vi restituido el SÍRIO de oro, E n Erande;'a admirable, Aun ni tiempo velo?, mconlr.islablc? No la nobleza de tu origen claro , Ilustre en cl famoso Gundcmaro, Aliento sean mi inslruniento r u d o : Cuando me llama tu v.alor divino Viva en mármol luciente, en metal fino Segura en la meinoria Q u e guarda el tiempo en memorable historia De tus pro;;£nilores soberanos; Que si ei destino consagrarte pudo A !a inmorialid.td en esta p.arte. Til iicKíi-í por 1¡ mismo á eiü-rnizirle Superior k t u s claros .ascendientes: Que aquellos , q u e , imprudentes, Del noble oriíjen .'ulamenie ufanos, En ocio torpe viven , Sepulcro en sus errores npcrcilicn Al honor heredado Aun de voraces siglo? perdonados. ¡ Olí «dad feliz ! i Oh venturoso impfn'o I En que del soberano ma(;ister¡o, Sustituto prudente, solicitas Merecer los aciertos que acreditas, Al Monarca mayor aj;radecido, De cuy.a providencia Altos efectos logra tu prudencia Alentó siempre, no desvanecido. Por I¡ no profanada En sacrilega paz In noble espada Del Trnjano severo, Misero i-slrago del rebelde fiero, La admira ci mundo en elementos varios; Por ti Liguria vive, que, oprimida, En su grandc;;a apenas defendida. Cají despojo fué de sus conlrarin.H, y á ministro fatal de su venganza A -SU primero ser rcstituíiln. Tií del inglés burlaste la esperani^a , Cuyo .soberbio intento Previene en su mina el escarmienlo, ESPAÑOLA Y AMERICANA. Que en todas la>; edades 'IcTTor sea á extranjeras niajcst.ades. ; i)h, cuánto debe á lu valor \ \0\\, cuánio Al consejo i]ne sabio comunicas, A aipiel cuyos honores multiplicas! N o e n vano sust luye peso tanto A tus hombros leales Quien en ti reconoce acciones tales Que li- ascyumn sU mayor sosiego; Cuerdo afecto , no ciego ; Que á to<los honra quien al digno ofrecu Aquello que merece. T'eriiona repelidos tus loores. Si en mi xoi- los advienes inferiores .•\ 1.1 grandei-.T de lu nombre augusto , C:iliin amable, Hadain^nto j u s t o ; íjue liberal eiinnio ofrecerle puede Mi biimildad le cnneede Agr-idecidas scfl.as del deseo Que inmortal en nii veo: Que su favor aiii:n1a Cuando en tu fama elernizar^^c intenta. Tíúslica ofrendi, que cl aféelo puro Consagró liuniüile. la deidad no ofende Q u e en iligno culto religii'm venera. Admite, pues, piadoso comprchends Aquella que en mi voz no lisonjera {iratamente .aventuro ; Que va vendrii nlf;iin día Kn iiue halle disculpa mi os.idla, Cuando en m i s alto estilo la alabanza Proponga al mundo igual á mi esperanza JUAN PIIHEZ DF, GUZMÁN. (Concluirá.) PASADO POR AGUA, '"•^^ ~ !^^)^^' J'^'''^' 'IcYc usted el paraguas, que está ^ chispeando. •• y Julio, siempre deferente á las insinuaciones de íu patrona, cuando no iban encaininadas á recordarle los meses vencidos y no fobrados. sacó el llamante paragu-is de la presurvadora funda, y salió de casa tarareando ; Mir.id cómo chispean,., ,! Eran las ocho de la noche. Julio abrió el paraguas, un paraguas de siete pesetas y ocho varillas, y á través del transparente tejido examinó el firmamento; después, cooio resultado desús observaciones, decidió subirse un par de dedos cl pantalón, y una vez llevnda á cabo esta tarea, en la que demostnj su maravillosa aptitud para equilibrista, siguió calle de Embajadores arriba con ligero paso, propio de quien tiene prisa y sabe ilóndc va. Julio no se hallaba en este caso. Dirigíase al azar, como todas las noches, con cl laudable propósito de hacer la digestitin de la hospederil cena, y con el fin, no tan laudable, de echar chicoleos á las modistas que á aquella hora salían del taller. ¡Las modistas! Las modistas eran la pasión de Julio; su monomanía, más bien. Sabía de memoria las senas de todas las maestras de Madrid, y conocía el domicilio de casi todas las oficialas; bastábale observar á veinte [ia.sos el modo de andar de una de ellas, para saber á fiunto fijo si era guarnecedora, corsetera, riheteadora, sombrerera, maquinista de blanco ó chalequera. Diríase que las conocía por cl olor. Había acompañado hasta la puerta de sus respectivos domicilios á cuantas se dejaron acompañar; sabía cl nombre y circunstancins de todas las que no tuvieron por qué ocultárselo, V transportó galantemente en varias ocasiones los bultos de aquellas que iban á entregar. Torios estos sacrificios siílo habían proporcionado hasta la fecha á nuestro héroe escasa recompensa; dos ó tres citas en cl café, siete ij ocho reales de gasto como consecuencia de las mismas; tres pares de botas destrozadas en estas exploraciones nocturnas; y, por ultimo, y esto era lo más sensible, varios estacazos que le administró un rival afortunado cierta noche de eterna memoria. Pero Julio no se declaró vencido; los reveses le excitaban más á la lucha, y la noche en que ocuirió lo que vamos narrando, caminaba orgulloso y feliz, presagiando alguna dulce aventura (¡ue no dejaría de presentársele, y á la que daría feliz término merced á su arrojo y á su paraguas. — Alguna—se decía Julio—carecerá de este artefacto, y no podrá por menos de aceptar mi compañía, aunque sólo sea por preservar el traje de la lluvia. Una vez untos, ;qué cosa más natural que c^frecerla mi brazo? Tilla se verá obligada á tomarlo, y estrechadas de este modo las distancias, y á poco que dure mi misión de acompañante, conseguiré alguna dulce recompensa á mi galantería. Mientras Julio se hacía estas rellexiones, el chaparrón arreciaba; la gente haljía invadido los portales de las casas; los coches eran tomados por asalto, y los escasos transeúntes que, como Julio, iban armados de paraguas, apretaban el paso cuanto les era posible. Julio hizo lo propio. Al ¡legar á la esquina de la plaza del Progreso se detuvo: era cl momento psicológico que esperaba para dar principio á sus operaciones. Dejó pasar por su lado, sin decir esta boca es mía, á varias feas, que en vano arrojaron una e?;ploradora mirada sobre el triunfante paraguas y su feliz propietario. Por fin se dejó ver la deseada víctima: sostenía con una mano sus vestidos, y con la otra una caja de cartón , á la que procuraba preservar del aguacero. Julio se pirecipitó tras la azorada joven, y al llegar á su Ki'lo la dijo: — Señorita, no puedo consentir se vaya usted mojando de ese modo. Si usted me permite — Muchas gracias, caballero, no se moleste. •—No es molestia; es un deber que cumpliré con el mayor gusto. N." XLVI — Vivo lejos, y sentiré distraerle de sus ocupaciones ó apartarle de su camino, — Ninguna ocufiaciÓTi tengo, y me es indiferente, por tanto, ir en una li otra direcciiHi. — Entonces — Muchas gracias, señorita, por su consentimiento. — Yo soy la favorecida. Corta pausa. Julio ha observado durante el diálogo que antecede los menores detalles de la plaza sitiada, y no cabe en sí de satisfacción. — ¡Qué tiempo. Dios mío! — Delicioso para mí, que tengo el placer de ir en compañía de usted. ¿Sale usted ahora del taller? — Si, señor; y antes que hacer esperar á mamá he preferido mojarme. Otra pausa. Al cabo de un instante prosigue Julio: — Creo que debía usted cogerse á mi brazo; es el medio mejor jiara que no nos mojemos. — Tiene usted rnzón; pero voy á fatigarle — ¡Fatigarme! ¡A mí! ¡Con usted iría yo hasta el fin del mundo! — No tendremos que andar tanto, — Ya lo supongo. ¿Sería indiscreción preguntar á usted dónde vive? — De ningún modo; vivo en Chamberí. — ;En Cliamb ? ¡En Chamlierí! ¡Caracoles! — I Qué le sucede ? — Nada; que me he metido en un charco, — ¡Cuánto lo siento! — ¿Y va usted á pie todos los días hasta Chamberí.' — No, señor; tomo el tranvía en la Puerta del Sol, y me lleva hasta cerca de casa, jtorque vivo á lo último; pero hoy será difícil cogerlo. — Creo lo mismo. Otra pausa; durante ella se hace Julio estas reflexiones: — La verdad es que la caminata que voy á darme es superior i Se me pasan unos deseos de jilantarla aquí mismo! Pero el caso es que continúa lloviendo y esta joven no parece muy dispuesta á soltar mi brazo ni á abandonar mi paraguas, que usufructúa por completo i iíueno me voy poniendo el gabán! ¡Y es guapa! ¡Vaya si lo es! ¡ De primera! ¡ Seria una estupidez renunciar ahora! Y Julio se resignó á proseguir la aventura hasta lo último ¡Hasta lo último de Chamberí! Se hizo más atrevido, y notó con placer que su pareja no mostraba cl menor enfado por aquellos atrevimientos; todo lo contrario, reía á carcajadas, aunque sin responder categóricamente á las indiscretas preguntas de Julio. Este, que conocía el proverbio de quien calla oloriza, comenzó á creer que no perdería el tiempo como otras veces. La modista parecía preocupada únicamente en recoger sus vestidos; y los recogía tanto, que Julio sólo tenia ojos para mirar al suelo, por lo cual estuvo en un tris que no dejase tuerto á un transeúnte. — ¡Torpe! <Va usted en babia.'—exclamó el agredido Y julio , completamente trastornado, contestó: — ¡Si, señor! Empezaba á notar que las varillas posteriores escurrían apaciblemente el agua por entre el cuello de la camisa, y aquellas filtraciones causaban á lulio una desagradable impresión en la es])alda. Esto le sugirió una idea luminosa. — Señorita, ¡si usted fuese tan amable que aceptase es razonable una •Si proposición! — Pues es la siguiente: opino que debíamos tomar el primer coche desalquilado que encontrásemos -^Eso sí que no. ¡Pues estaría bonito! ¡Un coche de punto! — Pero, señoiita, á falta de uno propio, creo que iríamos en é! perfectamente. — No insista usted, caballero. Yo no soy de esas. — No he querido ofender á usted; lo decía por si estaba cansada; como aún estamos lejos ^ Y a sólo es cuestión de tres cuartos de hora, Julio ahogó un gemido. ¡Tres cuartos de hora! ¡Y ni un mal tranvía á la vista! ¡Y el hilito de agua de las varillas que continuaba su silencioso descenso por l;'s espaldas abajo! — Le parece á usted que vivo lejos, ¿no es verdad.' — ¿Lejos? ¡Qué ha de vivir usted lejos, hija mía! ¡ Ojalá viviese usted en Tetuán ! — Pues casi al lado vivo. — ¿Sí.' ¡Qué dicha! — j Bromisia! Como no tiene uáted costumbre de ir a esos barrios, se le hará más largo el camino. — Procuraré acostumbrarme cuando hayamos hecho más amplio conocimiento, — A propósito, ¿cómo es su gracia? — Me llamo Julio, — Así llaman mis compañeras de obrador á un tipo que siempre va tras ellas, ¿Y sabe usted que mote le han puesto,' — jCómo lo he de saljer? — Le llaman S'í^uelas. ¡Don Julio Sigúelas'. Tiene gracia, ¿no es verdad? — ¡Sí, es muy gracioso! — Supongo que no se tratará de usted, ¿ch? — No, hija; yo soy otro Julio. — Vamos, usted será Julio ¡búscalas. — ¡Qué picara es usted! . La conversación decayó de nuevo, porque al llegara la Glorieta de Quevedo había ya agotado Julio todo e extenso repertorio de sus galanterías. — Caballero —murmuró dulcemente su pareja—¡cuanto siento cl mal rato que le estoy dando; pero, en hn, ya estamos cerca; cuestión de media hora. , - S e ñ o r i t a —respondió Julio acordándose en aqu _ momento de un dúo popularísimo. — ¿No serta mucnt^^ LA I L U S T R A C I Ó N K." XLVI mo mejor que cn vez de proseguir hasta su casa, entrásemos á cenar cn uno de esos cafes? Podríamos enviar con el mozo un r e c a d o á mamá para q u e no se impacientase En vez d e r e s p o n d e r , la modista soltó bruscamente el brazo de Julio. — Pero ¿á d ó n d e va usted?— exclamó este procurando detenerla. , . _ - A l tranvía. Muchas gracias, caballero, por haberme a c o m p a ñ a d o hasta aquí. ¡Chists! ¡Pare u s t e d . — ¡ Pero p e r m í t a m e ! , - N o , no consiento que vaya usted mas lejos bena abusar ¡Chists! ; H a y sitio, c o b r a d o r : — Para u n o n a d a más. . — Va lo ve usted, es inútil insistir; ¡gracias de nuevo, y buenas n o c h e s ! Y se subi(j al tranvía. . — ¡ E h ' ¡Para para!—exclamó lulio furioso corrientlo tras el t r a n v í a , - ¡ Esto no p u e d e quedar así!^iYo no la a b a n d o n o ! ¡La seguiré hasta el fin del mundo!..... i Mucho más si vamos en t r a n v í a ! ¡ C o b r a d o r , i t-ti, para! ¡Y esa mujer se irá riendo de mi; dira q u e soy un imbécil! , , , - ¡ C o m p l e t o ! - s e dignó exclamar por fin el cobrad o r , mostrando al porfiado Julio la tablilla indicadora. Y lulio q u e d ó aturdido en medio del a r r o y o , sin saber q u é camino tomar para volver á casa, y sin apercibirse tal e r a su confusión, d e q u e )a lluvia que le entro d u r a n t e el camino por el c o g o t e , corría ya por nuevos c a u c e s yendo á desaguar p o r los remangados pantalones. ÁNGEL DEL PALACIO. AXIOMAS. IX. L a fortuna se p a r e c e De la mujer al a m o r , Que le otorga su favor Al q u e menos lo merece. Ella sale como entra , Nos d e s v a n e c e y ofusca, Y no es para quien la busca Sino para quien la encuentra. X. En las más altas colinas Y cn los más hundidos llanos. En d o n d e pongo mis manos Y en donde asiento mi pie , E n c u e n t r o tan sólo ruinas, En las que graba su n o m b r e , Y *A<.)L-i SOY , escril)e el h o m b r e , Y el tiempo e s c r i b e : "AQUÍ FUÉ.» XI. Causa han sido d e querellas Los diversos p a r e c e r e s Sobre cuáles son más bellas, Si en el cielo las estrellas, Ü en la tierra las mujeres. Dios, con amoroso a n h e l o . Creó de un sofilo fecundo, Del hombre para consuelo, Las estrellas en el cielo, L a s mujeres en el mundo. XII. T r a s el placer y el a m o r El h o m b r e corre sin t i n o , Y halla, al fin de su c a m i n o , El hastío ó el dolor. ; D c qué le sirve la ciencia Del mundo al h o m b r e m e n g u a d o , Si junto con el p e c a d o Va siempre la penitencia? XIII. E s la n e g r a ingratitud Borrón de! humano s e r , Negación de una virtud, Y desprecio de un d e b e r . Si del p e c h o femenil Se a p o d e r a , al h o m b r e mata; Que la mujer, si es ingrata, Ño es mujer, es un reptil. ESPAÑOLA Y AMERICANA. No importa q u e al mundo aliente Del mal el genio i r a c u n d o , Ni que preste al vicio inmundo Faz de apariencia e n g a ñ o s a ; ¡Que una mujer virtuosa E s el encanto del m u n d o ! XVI. Para fundar su e s p e r a n z a , Al hombre le basta y sobra Una ilusión que r e c o b r a , Lina luz en lontananza, La fortuna que no logra, O la dicha q u e n o alcanza. AURELIANO R U I Z . POR AMBOS MUNDOS. NARRACIONES COSMOPOLITAS. Cuentas de fin ile iinn : l.i plafia del divorcio en América y F.urop|i,—En la Iiidiii: viclimas de 1.1.1 lietas.— Kl Ano Nuevn i.-n t ! JapAn.—Kl'ecliis did oiijíitro cn los Esiudinnicí.—Lns Iraiados de cmirrci" : eclmo se tiamri A k mania, Aijstrui, llalla y los Esl.iilcis Uiiidii?.— PidÍEros para Cuba.— Producción de alcohol induslriai en Francia: numerario (;sislenle en Francia. Z^^j/^~S^\^ ¡ ^ " í^sta época del año se desatan á su 'Sí^V»^MlQ placer las nubes, dejando caer intermina^ V ' ^ ^ í s r - ^ l>les lluvias ó copiosas n e v a d a s , ¿qué p o v ' ^ k r C ^ J i ^ demos hacer más q u e fortilicarnos con V ' o ^ ^ - o ^ la paciencia y contemplar, desde d e t r á s de las vidrieras, cómo bajan y se suceden las gotas y los co])os? Esos diluvios pasajeros podrán faltar á lines del a ñ o ; p e r o del diluvio de los números que nos trae la liquidación anual, * r ; ^ de las cifras q u e como resultado de las cuencas C / ! y estadísticas caen sobre e! público curioso, administrador ó negociante en estos dias, de esa avalancha aritmética no nos podemos librar. La literatura de Diciembre es numérica; hay que sufrirla con resignación, contemplando cómo viene á c h a p a r r o n e s y en columnas sobre nuestros esjtíritus. P e r d o n a , p u e s , oh cariñoso lector, el q u e yo te transmita algo del aguacero que ha caído sobre m í , al hilvanar esta crónica con los retazos, hebras y puntadas, que tomo de los papeles públicos de uno y otro mundo. m Pocos datos son tan notables y elocuentes como los que se han publicado acerca del divorcio. El respetable ¡\lr. Walter Francis Wilcox, de New York, cn su reciente obra The Dh'orcc problcm, a stuíiy stalislics, cuenta que en un año se han divorciado en los Estados Unidos 23.472 matrimonios; y a ñ a d e q u e cn el resto de los países civilizados en q u e se practica el matrimonio cristiano, no llegan á sumar 2j ooo todos los divorcios juntos. La ruptura matrimonial es casi exclusiva d e los y a n k e e s ó hijos del país, porque sólo la octava parte d e aquella cifra c o r r e s p o n d e á matrimonios de e x t r a n jeros ó d e americanos con e.-ítranjeros. El divorcio entre los protestantes llega á una cifra cuatro veces mayor que e n t r e católicos. De S. 173.480 matrimonios prot e s t a n t e s han salido 18.497 divorcios, y de 1.291.42S católicos sólo han resultado 731 , cuyo h e c h o , r e s p e c t o á las c r e e n c i a s , se repite asimismo en Suiza. Nótase también q u e s e divorcian mucho más los blancos q u e los negros, En estas armonías conyugales Francia tiene la gloria de ir en pos del Norte-América, aunque no en grado tan su[)ino proporcionalmente. A juzgar p o r el progreso d e las cifras, p a r e c e q u e , en efecto, han tocado en Francia á d e s c a s a r s e , desde que se dictó la ley de 27 de Julio de 1884, p o r q u e cn los cinco meses restantes de dicho año se separaron 1.657 c a s a d o s ; en 1885 llegó á 4.227; en 1S8G, á 2 949; e n 18S7, á 3 636, y en 1S8S, á 4.70S. E n Alemania se divorcian unos 2.000, p r ó x i m a m e n t e , cada a ñ o ; en Rusia, 1.500; en Austria, 1.400; en Suiza (dada su p e q u e ñ a p o b l a c i ó n ) . 900; en Dinamarca, 600; en Italia, 520; en las Islas Británicas, 500; en Holanda, 300; en Bélgica, 280; en España, 200; en Suecia, 200; en Australia, roo; en Noruega, 60, y en el Canadá, 10. En F r a n c i a , en la capital y en los d e p a r t a m e n t o s inmediatos, la proporción entre los matrimonios celebrados y los divorcios llega al 77 por 1.000; en la Gironda y en el R ó d a n o , á la mitad d e esta cifra, y en las verdaderas comarcas rurales y mont a ñ o s a s , Creuse, Cantal, L a n d a s y L o z e r e , al 1 y al 0,4 y 0,6 por 1.000. El lector podrá meditar entre lineas y deducir lógicamente lo que de estas cifras se desprende. Con semejante espíritu de discordia familiar en F r a n c i a , con el ruin positivismo del /riVívXvWtv .vj'j/t'w en esa nación, en Alemania y en o t r a s , j q u é porvenir ni qué fortaleza han de es|jerar [¡ara mañana? XÍV. El alma ajena al amor Y á sus profundos rigores. Es un arbusto sin llores. E s un astro sin calor. E s bosque sin ruiseiior Y t o r r e n t e sin e s p u m a s ; Lago cubierto d e b r u m a s . Jardín escueto de galas. E s una alondra sin alas. E s un águila sin plumas. XV. Mujer honrada y p r u d e n t e , Fiel á la cristiana ley, E s la'corona de un rey Oue ciñe el hombre á su trente. En la India, ya que los humores é idiosincrasias incompatibles y los vicios y las suegras (?) no disuelven los matrimonios, en cambio, lo q u e viene á ser lo mismo para !a felicidad d o m é s t i c a , se los c o m e n vivos las fieras y las alimañas. Las serpientes mataron en 1890 unas 21.412 personas, y los tigres 2,460, y a d e m á s 64.500 cabezas d e ganado mayor. Claro es q u e allí todo el mundo tiene licencia de caza y d e uso d e armas, q u e el Gobierno expide gratis y con mucho g u s t o ; p e r o á pesar d e haber exterminado en ese tiempo 14.000 tigres y leopardos y 510.659 s e r p i e n t e s , aun q u e d a n , d e s e g u r o , los bastantes para q u e la cifra de las victimas humanas pase de 20.000 en 1S91. L a civilización ha concluido con semejantes calamidades ú otras análogas en el Jafión, cuyos relamidos hijos se dedican en estos días de fin de año á devorar serpientes de mazapán y de otras exquisitas mezclas. L a s fiestas del Año N u e v o , IchÍ-Gok, d u r a n d e s d e a n t e ayer (13 de Diciembre j hasta el 2 de E n e r o . L o s j a p o n e s e s usan oficialmente nuestro calendario gregoriano desde 1S72. E s t e periodo de v a c a c i o n e s , Caii-G/lz, e s animadísimo allí, lo mismo en las c i u d a d e s q u e en los pueblos. Después de la limpieza general de las casas, se dedica un dia á la 'fiesta de los pasteles de arroz», Moíchis, d e exquisita delicadeza y gusto. Se a d o r n a n las fachadas con tiestos q u e ostentan ramas de pinos y de b a m b ú e s , y se tienden á lo ancho d e ellas, p o r ventanas y balcones, bandas y guirnaldas de paja t r e n z a d a , Á'azari, en las que prenden limones, langostas, algas y hojas v e r d e s del íziirika. En la noche del 31 de Diciemb r e quedan abiertos los lemplos para celebrar una e s pecie d e í misa del gallo », en cuya función los fieles r e cogen un poco de fuego q u e a r d e delante d e los altares para cocer el pastel de arroz, Zoomi, c o m p u e s t o con la salsa Mnso, que es un puré de judías blancas, avena fermentada y sal, en la comida inaugural del Año Nuevo. En los d e m á s platos de ella se simboliza, en tal d i a , el deseo de la fecundidad de la familia y d e los b i e n e s , t o m a n d o judias negras, huevos del p e s c a d o Kazonnci:/, del mar de Yezo, y gran abundancia del p e s c a d o Gomauic, que á millares se e n c u e n t r a en aquellas [¡layas. El vino de reglamento para ese dia t s el Tosso, h e c h o con plantas medicinales, un tanto a m a r g o , p e r o muy oloroso, es d e c i r , como los garbanzos d e C a r a b a n c h e l , • chiquititos, pero d u r o s - . E n la so'emnidad del Año Nuevo, el Mikmio, q u e d e s d e 1872 y a n o viste á la j a p o n e s a , sino de casaca, pantalón de cachemir con franja de o r o y tricornio con pluma blanca, recibe á los dignatarios, diplomáticos y d i p u t a d o s ; los ministros r e ciben á los e m p l e a d o s , jirikilias, en los ministerios; los particulares h a c e n cuantas visitas p u e d e n , y t o m a n cuantas tazas de té les ofrecen en ellas; los criados o b sequian á sus amos con frutas q u e traen de los p u e s t o s de la feria, y el pueblo invade las plazas y establecimientos de b e b i d a s , saludándose los c o n o c i d o s , c u a n d o se e n c u e n t r a n , con grandes inclinaciones hacia el suelo, puestas las manos sobre las rodillas y diciéndose: ¡Omcííetlo! ¡Oinedeílo'.; juegan al Sa/iuscit mientras t o m a n t é , y hablan y ríen y cantan en aquella inmensa b a r a ú n da [jública, q u e resulta incomparable c o m o e s p e c t á c u l o lo si el cielo nebuloso de E n e r o se despeja ante los r e s yilandores del sol, a u n a riesgo de q u e vuelva á anublarlo el humo de los millares de pipas q u e arden á d o micilio, a d o r m e c i e n d o á los fumadores. Hoy, q u e la humanidad fuma t a n t o , en O r i e n t e y O c c i ' l e n t e , entre civilizados y salvajes, no d e b e p a s a r d i s a p e r c i b i d o un trabajo de o b s e r v a c i ó n , q u e mister J. \V. Steaver, profesor de )\ile ('íiiversUy, ha d a d o á c o n o c e r , resjiecto á la acción inmediata del uso de! cigarro cn los estudiantes. El doctor ha anotado con p r e cisión sus observaciones comparativas entre los alumnos q u e fuman y los que no fuman, practicándolas p o r espacio de los cuatro últimos años de la Universidad. De ellas se d e d u c e q u e el c r e c i m i e n t o e n t r e los j ó v e n e s q u e fuman fué d e 0,0169 m e t r o s , y entre los que n o fuman de 0,0202; q u e el a u m e n t o de peso resultó d e 0,4 kilogramos en los p r i m e r o s , y de 0,52 en los segundos, y q u e e! volumen de la capacidad del p e c h o era de 0,15 litros para los fumadores, y de 0,20 para los no fumadores. Se desarrollan, p u e s , un 25 p o r 100 más en altura, peso y pulmones los q u e no fuman q u e ¡os q u e fuman; y no huelen mal, y conservan limpio.s sus dientes y d e s pejados sus c e r e b r o s , y prolongan el envidiado a s p e c t o d e la hermosa j u v e n t u d , en vez d e convertirse premat u r a m e n t e en h o m b r e s , ó , mejor d i c h o , en viejos. En el t e r r e n o de los niimeros, nadie se p u e d e librar hoy t a m p o c o de la avalancha de ellos, q u e nos envía la c a n d e n t e cuestión d e los t r a t a d o s de comercio. Ya h a empezado la batalla en E u r o p a , inaugurada hace un a ñ o en los Estados Unidos. El Reichstag d e Berlín recibió el día 7 la comunicación del (jobierno alemán, en q u e se daba cuenta de h a b e r s e celebrado ya los t r a t a d o s d e la cuádruple alianza comercial, entre aquel I m p e r i o , Austria-Hungría, Italia y Bélgica. Al día siguiente, s e g ú n los telegramas que hicieron circular cn Viena los periódicos ¡•rcmdtubLatt y la Nticva prensa libre, se firmaron los de Suiza con Austria. El Pcster Lloyd, de Budapest, ha dicho q u e las alianzas económicas de aquellas naciones c o n s a g r a n , el que la Hungría es el g r a n e r o de! cent r o d e E u r o p a , q u e a b a s t e c e r á á todas. L o s alemanes, por su parte, manifiestan q u e ^ el objeto de los t r a t a d o s convenidos es c o n c e d e r una protección pública decidida al trabajo nacional, teniendo en cuenta la necesidad que existe siempre de asegurar á la industria alemana exportación y co!ocaci(Jn lucrativa fuera d e aquel país». Alemania ha reducido los derechos de e n t r a d a para los cereales austro-húngaros, desde 6,25 pesetas p o r quintal métrico de trigo y cebada y 5 por el de avena, á 4,37 y 3,50 respectivamente. Austria, en c a m b i o , ha o t o r g a d o una rebaja de 25 p o r 100 d e los derechos actuales á los hierros y tejidos de Alemania. Italia ha trabajado, como es natural, por la exportación de sus vinos, o b t e n i e n d o de Alemania, á pesar de la oposición de los viticultores del Rhin, una rebaja, desde 30 francos q u e pagan a h o r a los 100 kilogramos de vino d e mesa en barrica, á 25; p e r o con las e x c e p c i o n e s favorables de q u e los d e r e chos de los mostos y vinos naturales destinados á la mezcla ó coupage con los alemanes y á la fabricación del cognac no pagarán más q u e 12,50 p e s e t a s , y las uvas 5 francos. Alemania va á e m p r e n d e r cn grande la fabricación de vinos, utilizando los italianos, [¡ara prescindir en absoluto de los franceses, porque aunque F r a n c i a pudiera gozar de la cláusula de «nación más favorecida», por otorgarse la rebaja alemana á Austria y á Suiza! c o m p r e n d i d a s , como ella, en el trado de Franckfort, eí desarrollo cn grande d e aquella fabricación d e t e n d r á s e g u r a m e n t e la importación de! vino francés en el cen- 380 •LA GRAN LA MURALLA ILUSTRACIÓN DE LA CHINA.—ENT RADA I N D I A ESPAiVOLA Y AMERICANA. N." XLVI DliL PASO DE NANKOW, EN LA PlíOVINXIA CU.VA Olí LA SANGlíIENTA INSURIÍECCIÓ.V ACTt'AL. I N G L E S A . — TIPOS Y COSTUMBRES: LA P R I M E R A AMONESTACIÓN EXPOSICIÓN DE P A L E R.VI O ( I T A L I A ) . — i . VISTA DEL EDIKICIO.--2. SALA OK ASQUiTKcrL;:^ \ v REPIÍOHUCCIONES DÉLOS MONI^MENTOS DS LA ISLA D 3 SICILIA. — 3. SALA DE CKR.-ÍMICA. 4. GALERÍA DE MÁQUINAS. — 5 . SALA DE ESCCLTfRA. — (_A^^urites del nataral, por D. Hcr.u..-u::gilJo Esldvan.) 382 LA I L U S T R A C I Ó N tro de Europa. A pesar de que los auricultorcs alemanes pierden bastante con los nuevos tratados y que !o mismo ocurre á los industriales austríacos, los respectivos Parlamentos ¡os aprobarán por gran mayoría. Inglaterra, aprovechándose de la rebaja austríaca á la industria, hará gran competencia á Alemania, Los alemanes han concertado también su convenio comercial con los Estados Unidos, que otorgan la franquicia á los azúcares industriales de Alemania, ;i cambio de la concesión de trato de * nación más favorecida-, que les permite introducir en .\Iemania sus trigos por 3,50 marcos, en vez de los 5 que pagaban hasta ahora, según arriba queda indicado. Éste convenio será grave para los intereses de la isla de Cuba, porque Alemania produce por año 1.500,000 tencladas de azúcar de remolacha, refinada y sin refinar, es decir, doble que nuestra Antilla, y como la generalidad de los consumidores norteamericanos no distinguen lic dulzor, ni de color, ni de primor, Ío mismo despacharán los pilones de la insípida remolacha, criada bajo el húmedo y frío suelo del Elba, que los de la aérea, ju'^osa y rica caña madurada al sol del trópico. Mucho tenemos que abrir los ojos y la inteligencia, sí no queremos quedar postergados y vencidos en la contienda que se viene encima. Repítese por los franceses, en los debates que se sostienen en ella, que nosotros les hemos inundado de alcohol industrial, encabezando, y aun arropando de cuerpo entero nuestros vinos, con ellos. Cualquiera creería que el veneno, así llamado, del alcohol industrial, no se fabrica en Francia ó no se usa allí más que para barnizar estampas y conservar lagartijas; pero los franceses mismos nos acaban de hacer saber lo contrarío, con la publicación oficial de las cifras que representan las cantidades de alcohol que han fabricado en el año de i8go. Elévase el total á 2.314 S27 hectolitros, de los cuales sólo 38.000 fueron obtenidos del vino y 34 000 de orujos, consumiéndose, en cambio, Soo itSa de remolacha, 6S2.573 de melazas y 645.255 de granos, es decir, 2.12S.810 hectolitros de alcohol industrial, ni mejor, ni peor que el alemán. <Se puede sostener después de estos datos que los espaiioles. al llevar á Francia algunas cantidades de alcoholes alemanes en nuestros vinos, somos los que les envenenamos y los que contribuimos i sostener el triste estado moral y físico de sus clases trabajadoras: No eche el lector en saco roto estas curiosas cifras. Estas otras, calentitas por lo recientes y lo interesantes, indican el dinero que existe en Francia, según la Administración oficial: 3.000 millones de monedas de 20 francos; 700 millones de piezas de 10, y 2.20a millones de escudos de 5 francos, ó sea, un total de 6.000 millones y medio. Los ingleses parece que no cuentan más que con 2.000 millones y medio de moneda de oro. La proporción entre el oro y la plata circulantes en Francia es de 69,1 para e! oro y 30.9 para la plata, y donde más abunda el oro es en París y los departamentos inmediatos, SI á 88 por too. El oro extranjero circula en proporción de un 11,4 por 100. La relación que existe entre el metálico y los billetes es de 20 por 100, y en 1885 era de 32 por 100. El papel abunda, pues, tanto más, cuanto la moneda se guarda. El Banco de la Argelia no tenia en el día del recuento de estas cifras más que n o francos en oro, para un capital disponible de medio millón. Y basta de literatura de encerado. R. BECERRO DE BENGOA. • LIBROS P R E S E N T A D O S A ESTA REDACCIÓN POR AUTORES Ó EDITORES. I^n V i d : i t l o l d f r i M ' l n » CMI SII*« r o l i K ' i t m o H t-nti l a ' v i d . 1 social, listudio c o m p a r a d o do rilosofia del D t r t c h o , p o r G, C a r i e , profesor m i m t r a r i o de Filosofía del D e r e c h o un la R e a l Universidad d e T u r í n ; v e n i ó n C.iblcllan.i du U. l i . Giner de los Ríos y D. G e r m á n Flürez L l a m s , ex colegiales del E s pañol d e Bolonia. ViSase cuál es el objeto de esta i m p o r i a n t e o b r a , e x p r e s a d o p o r su d o c l o autor en el JW/nrio: -. H e t o m a d o ]>or putilo de partida el estudio del homlire c o m o ser histórico y social, y siguiéndole paso ¡i paso en el múltiple desarrollo de sus facultades y en los varios períodos de cult u r a , he i n t e n t a d o u n a explicación psicológica de las cosas sociales y h u m a n a s - ; y el autor ha logrado cumplidamente su objeto. L a traducción castclI.^na está hecha c o n e! mayor e s m e r o y e x a c t a fideUdail. F o r m a dos lujosos topnos de I X - ' Í T I y de 492 pAjüinas en S.u m a y o r , y se v e n d e , cada u n o , á 5 pVseCas, en rústica, y á 6,50 p e s e t a s , e n c u a d e r n a d o cáfearlístíra elegancia. Diríjanse los pedidos á las oficinas de Él^Frogreso Editorial, Madrid ( R e i n a , 35). Vi:i.Í«'1»"'" ' * : • ' ' " : I t ^ ' r f r a t i m v V i ' r o i i í i , p o r D . A. F c r nándeic Merino, Es el tomo [ de \K J¡il>liotíca Flores, y contiene extensa y erudita reseña histórica y artística dé aquellas ' d o s famosas ciudades de Italia. F o r m a un elegante volumen de vi-369 páginas en S o, y aparece impreso en S i e n a , tipografía editorial de S a n ISernardino. !.(>« Ti-alHiiiH-ntof* d e L» d i l ' t i - r i . i , recopilación de l o i principales m é t o d o s de tratamientos m o d e r n a m e n t e empleados contra esta e n f e r m e d a d , hecha p o r D. Agustín Fáster y F e r n á n d e z , médico titular de Molina de Murcia, premiado p o r el A t e n e o A n t r o p o l ó g i c o , y con un prólogo del doctor C a l a t r a v e ñ o . C o n t i e n e este libro n a d a m e n o s q u e 150 m é t o dos y varios apéndices. V é n d e s e , á 3 p é s e l a s , en las principales librerías, y en casa del a u t o r , en Molina de M u r c i a , á quien se dirigirán los pedidos. T r a l n i l o tcói'i»*" - p i i u ' l i c t t d e < a n l o íiiM'^í-ncijino, segiin la verdadera irad¡cii')n, p o r el 1'. lüistoquio de L'riarte, de la Orden de S a n Agustín. ( C o n el fiermiso de los Superiores y del Ordinario.) Forma un volumen de 216 páginas y varias láminas de notaciones musicales, con varias canciones litúrgicas y el índice correspondiente. Precio: 4 pesetas, Librería del Sr. A g u a d o , Madrid (Pontejos, S,. ESPAÑOLA Air<'M<l:< d4> A d i n i í i i ' . l r a i - i ó i i M iiii:<-ÍrK>[ v ^'i-iu'-.-iI, para iSqji. dirigida y revirada p o r 1'. Antonio 'l'oriens Monn e r , c o n t a d o r jefe de Contabilidad local de la provincia lie i'.arcelona, etc. Olira líli! :i los aliog.TdoK, c o m e r c i a n t e s , banq u e r o s , industriales, e m p l e a d o s , y A los centros y ik-fiendencins de instrucción, h a c i e n d a , gobiernos civiles, d i p u t a c i o nes, a y u n t a m i e n t o s , etc. Vénilese, á 2 p e s e t a s , en la librería de D . Manuel S o l e r , editor, liarceluna ( P a s e o de S a n Juan, núm. 152). Alni:tn.i<-h d e l.i I':H<pic]l:t i.W \:\ I <>ri-.-il \ : ( , \M\V:\ «d aiií' lSi)2.V.'^\.h r e d a c t a d o en c i a l á n por los principales e s critores de la región é iÍuí>lrado ¡lor <J2 notables arii.stas con 255 grabados. V é n d e s e , á u n a ]iesela, en la ¡.¡hrcria Espaitald del Sr. L ó p e z , editor, llarcelona I Rambla del Milj, 20). IVii«>%'o T f . - i l f í . C i - i t i f . ) de D.:. Kmilia Pardo liarán. Kl cuaderno [2.i>, c o r r e s p o n d i e m e al mes de la fecha, cunliene cinco hermosos trabajos literarios v de ciitica literaria, así titulados: E¡ lWcs:riuo, M.uüiia ,k Kios.-co. Don Mtuuid Cuñeh- ( n e c r o l o g í a ) , Revista ik Icatro': y X'/as lit.-rarias, termin a n d o con im ¡iidiif i!e liin-os rcfi/iidns. Suscríbese en las oficinas de La España Editorial, M a d n d ( Mendi-^ábal, 34 r. l l i - ^ l n r i : ! jff-iuM-;.! d r C h i l e , por D. Diego liarros Arana. l i e m o s recibido el t o m o Xi de esta '-xcelenie o b r a , q u e t a n t o honra á su ilustradísimo a u t o r , el académico Sr. Barros Arana, como ;i su inteligente y laborioso editor 11. Rafael j o v e r . Clontiene diez capítulos, a b a r c a n d o la narración desde Febrero y MaríO de [S17 á Noviembre de i S l S , y está ilustrado con tres pianitos. Diríjanse los pedirlos al mencionado editor Sr j o v e r , Santiago de Chile (calle de la [¡andera, 731, ( • « • n l c iiH'iiiid:! ' r o m a n c e s infantiles), p o r D . Manuel Ossorio y Bernard . Interesante librito,que contiene 36 romances, c o n t a n d o el 7'/v/(7;'-(i, lodos a m e n o s y m o r a l e s , propios p a r a lectura de los nifios á e|uienes están dedicados. Son muy lindos los titulados La Orarióu de la mañana, El Cuarto obstiiro, ¡Siuho-ar!, Dia de novillas, La Niña fisgona , Mor df estufa. La J'edrea, f^os 'J'iíiritjros, e t c . O p ú s c u l o de 1S4 páginas en 8.i>, que se v e n d e , á 2 p e s e t a s , en las principales librerías. Diríjanse los pedidos al a u t o r , Madrid ( D u q u e de Alba, f> y S, tercero ( d e r e c b a ) . TIMCHIO d<d f i d l i v o N." XLVI Y AMERICANA. d<- !:• •MMii(da<-]i:i .•t/iM-:>i-i-i-.-i, p o r Jorge D u r e a u , caballero del Mérito agrícola y miembro corresponsal d<- la Sociedad Narionül de .'\griculuira de l-'rar,cia, traducido p o r D. W l a d i m i ' G u e r r e r o , ingeniero agrónomo y miembro de la Sociedad Ijuímica de París. Ksta imf)Ortante obra es lUilísima á los agricultores espaiioles, p o r la introducción en nuestro suelo del cultivo de la r e m o l a c h a , í|ue pareciendo ser privilegio e.\c]usÍvo de los países septentrionales de E u r o p a , tanto y tan beneficioso incremento li.-i tenido y tiene en varias provincias españolas. I'.stá ilustrada c o n im Apentüreái¿ grabados fototipias, que representan los principales tipos de remolachas cultivadas en la Península, y c o n A'ütas del traductor. F o r m a un volumen de 4S2-24 páginas en 4.0, y se v e n d e , á O p s e t a s , en las principales librerías. Diríjanse los pedidos á la de !os Sres. Viuda é lÜjos de Sabatel, G r a n a d a ( M e s o n e s , 52). C l i i . i f a d e cníVM-im-il.idfs d o l í i p í i i í i l - . difrí-Mtí v o , p o r los Dres. D . Bartolomé R o b e r l y D . E m e r e n c i a n o Roig. L a notable obra de estos eminentes profesores de la h'acultad de Medicina de Barcelona ha venido :i llenar u n a verdadera n e cesidad e n n u e s t r a p a t r i a , i>ues a u n c u a n d o se h a n traducido de idiomas extranjeros otras obras también n o t a b l e s , ei iiiiro de nuestros compatriotas las supera, porque es eminentemente clínico y está basado en la experiencia práctica suministrada p o r numerosos enfermos, L a obra completa forma un solo volumen, cuyo precio es Q pesetas. L o s pedidos A la Administración 'le la A'cT'isfa de Mcdieinay Cirugía prácticas, Madrid ( P r e c i a d o s , 33, bajo), , - . I I a n i i i c f l i i v i a r l e i-<di{fiofHO *.'. estudio acerca de la p i n t u r a c o n t e m p o r á n e a e n la Exposición Universal d e 1SS9, y especialmente acerca de ios tres maestros l l e b e r l , Udhe y Slunkacsy, por R, de la Sizeranne; v e n i d o al castellano p o r D, Enrique O ' S h e a , miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia. Bellísimo estudio artístico, tal \ e z el m e jor que se ha hecho acerca de la pintura religiosa en nuestros días, y traducido con esmero p o r e! Sr, O'Shea. Ilústrale un g r a b a d o q u e r e p r o d u c e el cuadro La Vicrge de la DelivrauCi-, de Ileberi. V é n d e s e , á 2 p e s e t a s , en la librería de D. Fern a n d o F e , Madrid (Carrera de San Jerónimo, 2 I, T r o / . " ' * <'M«'t»{r><l<i« dc> l . i t t ' r a l i i f . - i t'i'.-tiieiíH.-i, 011 j>i-oHa y verso, desde el siglo KVII hasta nuestros días, coleccionados, clasificados y a n o t a d o s para servir de ejercicios de traducción á los alumnos de Institutos y Escuelas especiales, por D, C a yetano Castellón y l ' i n t o , bachiller y perito m e r c a n t i l , catedrático numerario de L e n g u a francesa del Instituto ¡irovincial de Jerez de la Frontera, ( ' o n t i e n e , en efecto, escogidos trozos literarios, en prosa y verso, de los principales autores franceses de los tres siglos último';, conio Corneille, L a F o n t a i n e , Moliere, P a s c a l , Bossuet, Boileau, R a c i n e , Fenelon, Montesquieii, R o u s s e a u , V o l t a i i e , Bulfon , L a l l a r p e , Mirab e a u , De Maialre, C h é n i e r , C h a t e a u b r i a n d , N a p o l e ó n , L a m e n n a i s , ISéranger, Guizot, L a m a r t i n e , '['hiers, Micíielet, Balzac, H u g o . Lacordaire , Musset , D u m a s , D a u d e i , Zola y oíros m u c h o s ; t e r m i n a n i o con un vocabulario q u e c o m p r e n d e las palabras más necesarias Forma elegante volumen de 2S2 páginas en 4," lujosamente e n c u a d e r n a d o , q u e se v e n d e , á 7 pesetas cada ejemplar, en las principales librerías. Diríjanse ios pedidos al a u t o r , en Jerez, IIÍMiiii-¡a <!«• l-:**i>:iria, p o r D, T e o d o r o B a r ó , seguida de un resumen del movimiento científico, artístico y literario en E s p a ñ a desde los romanos á nuestros d í a s , en su cuarta edición. Esta o b r a , refundida y a u m e n t a d a , sin haber perdido la sencillez, amenidad y concisión del relato, consta ahora de 580 páginas en S,", y tiene intercalados en el texto 200 grabados, y el retrato del a u t o r , en heliografía; la encuadernacii'ui en percalina, c o n plancha alegórica, q u e representa á Felipe II con la rica armadura q u e se conserva en la Armería Real de Madrid, Precio, 6 pesetas ejemplar. Véndese en la librería de D. A n t o n i o J, Baatinos, Barcelona (Pelayu, 52 y 54). S I I I M I O H d e i t i - i i n . - i v c r a , leyendas en verso, por D . Jo.sé L a m a r q u e de N o v o a ; c o n un prólogo de D . Luis Montólo y R a u t e n s t r a u c h . ( S e g u n d a edición, ilustrada p o r D . E d u a r d o Bermejo y D . T e o d o r o Aramburu.) Seis preciosas leyendas tiene este libro: La Peña de Martas, Desdichas de una Reina, EJvirade Ledesma, La Ondina, La Cruz de los CalmUeros y La Primera vuelta al mundo. Principia c o n u n a inspirada ///troducción, en sonoros versos alejandrinos, y concluye con eruditas notas. Si el Sr. L a m a r q u e de Novoa no tuviese ya justísima reputación de eminente p o e t a , daríansela en absoluto estos hermosísimos Sueños de primavera. Elegante volumen de 354 páginas en 4.", publicado p o r la casa Pons y C o m p a ñ í a , editores c a t ó l i c o s , Barcelona ( Q u i n t a n a , 3 , librería), S i M i v c i i i r d<d <:riili r M i o ñ o l d«- S.-dul I . O H Í H (Estados Unidos de N o r t e - A m é r i c a ) . Elegante monografía de la ciudad de San L u i s , en el Estado de Missouri, ilustrada con numerosos grabados y compilada p o r Mr, G e o . T, Parker. ^ Saint Louis, iSi|i. U t ' p o l i l . - i f i n i H ' H y l o i - r t - i H í - H , trabajos forestales en la Rti' pública francesa. Memoria de una excursión verificada por D. José Secall, ingeniero de montes y profesnr de Botánica en la E.sciiela especial del Cuerpo, h'olleto de 61 jiáginas en 4.0 m e n o r , (¡ue se v e n d e , á u n a p e s e t a , en las principales librerías, E. M. IJE V. L\ JABONERÍA D E L CONGO A SUS CLIENTES. L a casa Víctor V'aissier, de P a r í s , hace saber á su elegante y niimernsa clientela i]ue su famoso jabón de toilette, tan puro y tan deliciosamente p e r f u m a d o , lieue este líluio: -Jabi'm de los Príncipes del C o n g o >, y el nombre > \'íctor Vaissier^, —Se venden p r o d u c t o s similares, pero éstos no son más que groseras itnitacioncs de aquél. L a Casa Dií ViíRTf.s d i s p o n e p a r a sus p a r r o q u i a n a s , t a n n n s tocráticss y tan e l e g a n t e s , verdaderas maravillas en deslialñllcs y en ropa blanca. Se acaba de inventar un c o r s é , y en seguida aquella Casa se apodera del invento para confeccionar todo un Irousseau de vestidos de debajo, de ideal e l e g a n c i a , y necesarios en absoluto á las seíioras, l^on esas prendas bellísimas, q u e parecen nubecillas de crespón, de muselina, de batista, de seda, e t c , ya no ¡)uede haber un talle deforme, ni un busto rígido y sin gracia; y es (|ue el corsé Infanta, j u n t a m e n t e con ellas, imprime a! busto la lle.vibilidad, la esbeltez <|ue se suele admirar en todas las señoras que son clientes de M M E S , D K VlíüTrs s u í i u s . I'ara adquirir más e.xfensos informes y pedir un consejo acerca de e s t o , basta con escribir á M M I ; S , D I Í V K ^ T I T S S Ü Í I I Í S , 12, ruc Auher, en París, las cuales poseen el d o n de la amabilidad más c u m p l i d a , y contestan al p u n t o á las cartas que se les dirigen. iTONI-ÜUTRITIVO 'con QUINA y CACAO YINO.BUGEAUD el nifijor y más atíraiiaiiU; de los hiriieoR en la A n e m i a , lodas la? Afecciones d e b i l i t a n t e s y las C o n v a l e c e n c i a s . I'rincípdles Farmacias, ASMA yCATARROt^x'^dospiGARRiLLOSECPin (Caja.2fr.) por los w 6 el P O I i V o E v I l U ELIXIR DENTÍFRICO ODONTÁLGICO 'Ei:>. F * I ^ . A , U ] D , 37, Boulovard do Strasbourg. PARiS A L I M E N T O D E L O S N I Ñ O S . — P a r a robustecer á los niños, las mujeres y personas débiles del p e c h o , del e s t ó m a g o , ó q u e padecen de clorosis ó de a n e m i a , el mejor y m á s barato almuerzo es el K « ( ; « I I O U T t l 4 > l o > « A I I A I I K M , de l»<-laaIfri'Tilpr. de París. Depósitos en las farmacias del m u n d o entero EAU. D'HOUBI&ANT r;L.:'¡»ttríi.-l'.í:i;' oerfumista, y ' t í m , 19, F a u b o u r g b'- l í o n o r é . Perfumería Niño», V" L E C O N T E E T O', 3 1 , rué d u Quatre Septembre. (Véanse les anuncios.) J'erfrtmeria exótica S E N E T , 3 5 , rué du Quatre Septembre, París. (J'éansc los anuncios.) IxMPORTANTE. Agradeceremos ú los Sei'iore-s Siiscrlptorcs cuyos abonos terminen con el presente mes y año, y piensen seguir Iionraiidonos con su conctirso, que se sirvan antinciar su propósito á esta Administracióti con la mayor anticipación posible, á lin de qne el servicio de stis rcspecti\'os abonos no sufra retra'^o por la aglonieracion de trabajos, propia de esta época del año, en nuestras oficinas. Tanto para avisar las renovaciones, como para hacer cualquier reclamación sobre el servicio, es muy conveniente acompañar á las cartas, una de las fajas con que se recibe el periódico. Los frecuentes abusos que vienen cometiéndose por individuos qtic falsamente se atribuyen el carácter de representantes de esta Empresa en las provincias, nos ponen en el caso de recordar nuevamente: I.", t/itc no rcspontlcmds más que de (Kpvcllns sttacrificiutics que se hnynu formnlizeidn y sniisfecho en uncstrcis (ifidnas; 2." que el público debe acoger con la mayor reserva las instancias de personas que, á la sombra del crédito de la Empresa, y atribuyéndose una representación qtie de ningijn modo pueden justificar, abusan de su btiena fe, y 3,", que siendo en gran mimero los libreros, impresores y dueños de establecimientos mercantiles que en todas las capitales y poblaciones importantes del Keino reciben suscripciones á LA Ii.nsTiíACIÓN ESPA.VOI.A V AMKtífCANA y á L A Mon-x KI.FGANTK, correspondiendo con honradez á la confianza que en ellos deposita el público, no nos es posible estampar aquí una lista tan numerosa, ni es tampoco necesario ; jiorque conocidos como son en sus respectivas localidatlcs por el crédito que su comportamiento les haya granjeado, nada es tan fácil, para las ¡lersonas que deseen stiscribirse por medio de interniedíarifis, como asrs"rnr.se prn'idiitniíc de la re.\/i'iii\íi/ii!jdíidy f^arnU'ti^ (¡lie¡medr ofrecerles aquel d quien en/ri'fiíin .\ii dinero. El. ADMIMSTIÍADOIÍ. alcance, lo mismo de los particulares, que de los establecimientos públicos y sociedades de instrucción ó recreo que nos favorecen con su concurso. Estas carpetas unen á su buen aspecto suficiente solidez, y resultan muy á propósito para contener, en forma c(>mo(Ía y elegante, los números últimaniente publicados; su precio, 2 pesetas en Madrid, CARPETAS PARA «LA ILUSTRACIÓN». Deseosa esta Administración de proporcionará los Sres. Suscriptores el medio de conservar en buen estado líjs números de esta Revista, sin que se estropeen al lioiearlos, ha hecho construir unas carpetas especiales q u e , por su baratura, se hallen al P E D R O , VA ES H O R A D E A C O S T A R T E . Suíiorcs, tengo noventa años, y, naturalmente, no puedo durar muclio. Recién temiente con frecuencia me lia parecido oir la voz de mi madre, que decía, como cuando era niño: * P e d r o , ya es llora de acostarte. « Eii una comidií que poco antes de su muerte se dio en su honor Pedro Cooiier, el gran lilíniropo americano , empleó aquellas palabras senlimenlales. Kl dolor y los sufrimientos algunas veces arrancan de labios humanos gritos como: <i Cuánto desearía morirme! j Envidio á los que lian acabado con este mundo sus miseriüs y sinsabores!» Enfermedades hacen que hablen así. Aüviese el dolor, cúrese la enfermedad a t o r m e n t a d o r a , y vuelven á gozar de la vida, como Dios quiere que se gnce, ^ Hace cuatro ó cinco anos que una mujer del C a n a d á decía á su famili.i: «¡Cuánto deseo m o rir! - O v e r o n s u observación en silencio, pues estaban persuadidos de que sólo la muerte podía aliviarl.i. No podemos hacer más que insinuar lo que la liabía traído á este estado. L a historia de siempre, fl cambio grande y misterioso de la salud á la debilidad y enfermedad, habiendo sido hasta entonces fuerte y robusta. La vida le había sido agradable, y la idea de perderla le disgustaba, como disgusta á todo el que está bueno física y moralmtnle. Entonces llegó el invierno de sus pesares. Empegó á tener dolores de cabeza, un gusto de boca nauseabundo y extraíío ; la piel blanca y clara he volvió de un color amarillo ó cobr¡7,o, y ella se volvió estúpida y descuidada en cuanto á sus n e gocios y obligaciones domésticas. Con frecuencia tenia que vomitar, y sufría estrefiimiento é irregularidades. Hasta entonces, esta mujer vigorosa apenas sabía si tenia corazón, pues su latido era regular, tranquilo y exacto. Aliora em]iezó á darse cuenta de él, y de un modo que la asustaba. El corazón le palpitaba algunas veces con l a m a violencia, que apenas podía respirar. Perdió el apetito, y se desarreglaron los nervios p r r faha de nutrición. T a m o le afectaban los sonidos ó ruidos, que no podía tolerar ni ia conversación ordinaria de los miembros de la famili.'í. Unos cuantos pasos más por este camino, y el paciente llega por lo regular á un estado que se aproxima mucho á la locura. Esto era síntoma y consecuencia, pero no la verdadera enfermedad. Al andar, la pobre señora daba ira-^ipiés, como si el su'•lo de la habitación hubiera sido la cubierta de un barco en la mar. Perdía las carnes y se qu daba muv delgada. Meses enteros no podía dormir sino bajo la inlhiencia de un narcótico. Tenia las manos y los pies fríos por causa de la débil circulación de la sangre. El estado del cuerpo afectaba naturalmente el espíritu, y estaba melancólica y desanimada, con muchos'temores. E n verdad, el ser compuesto de cuerpo y alma se debilitaba y aniquilaba por la razón m á s clara y más sencilla del mundo i no podía retener y digerir la comiila. m LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. N.° XLVI G.K.COOKE&WEYLAND BERLÍN S. W . 4 8 . E¡. 3 en l^rovincias y 4 en América y el Extranjero, incluso los gastos de franqueo, :ertificado y de embalaje entre cartones. Diriianse los pedidos, acompañados de su importe, al Administrador de L A ILUSTRACIÓN KSI'AÑOLA Y AMKFÍICANA , Alcalá, 23, Madrid, ya directamente, ya por mediación de los Sres. Corresponsales. I ^ I 3i^ l!^ El Xi. 96, Straní, Londres.^9. Bouievard dea Capucines, París. ESPECIALIDADES Fábrica premiada , primer.i en Eurona, de de caulchouc y metal. Se sDÜciían re prese ni antea. 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RAMÓN DE N A V A R R E T E CHOCOLATES Y CAFÉS COMPAÑÍA DE LA COLONIAL 3*7 r c e o n i p e i i H a » induMtpíale^t ;I:AL: CALLE MAVOil, 18 V20,MAüniD PABIS. / FERNET-BRANCA OE LOS SRES, B R A N C A H E R M A N O S , DE M I L A N O PIANOS FOCKÉ FILS AÍNÉ RuB JloraBiI, 9, París 3?AI1IS. 1 8 8 9 MEDALLA DE ORO No es más que justicia decir que estaba asistida por 105 mejores médicos que había, y no estamos ^'^S'í''9^!| de que ningún otro médico de este mundo hubiera podido "hacer por esta infeliz más de lo que hiciu-ron los facultativos que la estaban asistiendo. Sin e m b a r g o , ellos mismos admitían que sus esfuerzos no daban resultado. Les parecía q u e , como dice el cínico francés, f/ pivlívigiidi) Sueño díi ceinenlerio era el único alivio y el único remedio que se podía esperar ó apetecer. En este estado lamentable se hallaba, cuando Un día oyó hablar de una medicina que había dado resultados tan admirables como podía ser el ponerla buena. Sin decir á su médico una palabra de lo que p e n s a b a , mandó á la población m á s cercana por una botella y empezó á tomarla en secreto. El efecto se siguió con tal prontitud, que apenas podía dar crédito á sus mismas sensaciones. D o s eran los buenos resultados inmediatos ; podía dormir sin tomar drogas, y empezó á sentir que le volvía naturalmente el apetito. E,i cuerpo sintió en seguida el impulso de la nutrición, pues ya no se arrojaba el alimento, sino que el estómago lo aceptaba y lo digería. Esto parecía contestar á la pregunta: ¿qué debo hacer? Confiando en lo que había de suceder, le dijo al médico que iba á tratarse por sí misma algún tiempo al m e n o s , y mandó por m i s botellas. Continuó el nuevo remedio lodo el invierno siguiente, y al volver la primavera volvieron las fuerzas y la salud. Los pájaros entre las flores no cantaban mejor que cantaba el contento dentro del corazón de esta mujer. L a enfermedad había sido un ataque o b s i i n a d j de indigestión, y la medicina victoriosa era el Jarabe curativo de la Madre Seigel. Con gusto mandaremos el nombre y la dirección de esta señora á cualquiera que desee verificar lo que se h a dicho. Tiene ahora sesenta y cinco años de e d a d , y goza de la vida bastante para no querer dejarla antes de que lleyue n a t u ralmente la distante hora de acostarse. Si el lector se dirige á los Sres. A. J. White, L i m i t a d o , 155, calle de C a s p e , Barcelona, tendrán mucho gusto en enviarle gratuitamente un folleto ¡lustrado que explique las propiedades de este remedio. El larabe curativo de la Madre Seigel está de Venta en lodas las Earmacias. Precio del frasco, 14 reales. l'Vasquito, 8 reales. Aguas para tocador: 13 PRINCIPALES: Extractos concentrados: liyE^KcTB^Ífu^g^E^^^^ SELLOS XJ i.ns únicos que tienen el verdadero y autL-ntico método de fiíhncación. l^i'<*iiiia4los c u i i M e d a l l a s d e o i ' o e n l a s |ifíii4*i|>al«-s E £x ?' p<>si«-iones IJiiiví^i'sjiUí.s y p i - i \ ' i l t > ^ j a d u s p o r e l ( a o h i e i M i o . Kl F K I l I V K ' ' l ' - 1 5 l t A I V C Á es el más higiénico de los licores conocidos. ^'eiiitieiue<» a ñ o s d e e u u i p l e t o é x i t o , obteuidt» e n K u r u p a , Aniéi'iea y Oi'ieiite. Es recomendado por lus celebridades medicales, y empleado en muchos íiospitales. f^l F K K I V C l ' - I E I V A i X C A n u d e b e s e r c - o n í u n d i d o C4i<n o t r o s i i i i i e l i o s I'"'ei*iiel. ípier s e v e n d e n d e s d e p o e o lH;inj»«f. y q u e s o n I f a l s i f i c a e i o u e s d a ñ o s a s é i n i p « ' r l e c l a s . 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E. -0 0 30 rt" w -D ^ °< o w m a> '•i M > DO LÜ 0 30 SENET, ADMINISTRADOR, 35, rué du 4 Septemhre, París.—Depósitos: en Madrid, Aguirre y Molino, Preciados, I , y e n Barcelona, Sra. Viuda de Lafont é Hijos. C/3 m (/) -1 \ u> 5 3 o o o o Q: largos y espesos, por acción del E x t r a r l o e a p l l a r <le ION B e u o d i c l l D U N del Monte Majella, que destruye la caspa, detiene la caída de los cabellos, les hace brotar con fortaleza y ret&rda su O 0 T> 0 m m co O o 33 TINTURA ÜÑTCA I I C P l H V l l i r i P^''^ B A R B A r C A a E l _ L O a UliliAlllAniiA(l rraaco) « i n j u - s p a r a o f o B • i lAva.úo. F l L L I O L . 63. r. lafamtt». Pmr* OBJETOS DE ARTE EN lilEliiTo FORJADO Y REPUJADO. PARA MOBILIARIO. Antigua casa BODART, DISCLYN Y TOUCHÉE D. D I S C L Y N , s u c e s o r . Alrnacenes y talleras : M y IB, tue de Rocroy. Sucursales: 17 bis, bouievard rfs la Madelelne París. FUNDADA EN 1857. 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I Ü T I I I H V.Í^ X l n f e m i c d a d c K 'kl Pocbo, T o s , H u m o r e s , E r u p c i o n e s di;t c u t i s . c\cEs mucho mas activa i/uc las Emulsiones, las cuales roiUitnien mitnd lU: auna. St itW. solamcnli! '^n fnsrn'i T r i a n g u l a r e s . — l'Aíjii' ^••^'"' ''I ''nvollnrin f\ scMn ilc l,i Union de los FabricDntcs. EL, SOLO I'UOI'IETAIHO : Ü O C r G - , 2, Rué de Castlglione, PARÍS, Y EN TODAS I.AS FAUMACIAS. D e c í s , S e ñ o r a , q u e o s faltan para q u e volváis á ser ABSOLUTA PROTECCIÓN sin CoBturai Bln Olor, Impormeable y Lavo rabio • Klnson otro protcetor leann loilafl o s t u l^iijiiAo la miiren CANFIELDP.U3BERG0., mnoeda B Í ^ ' ^ ! P U I S IRREGULARIDADES BANDAGES muchas N I N O N D E LENGLOS R e í a s e d e l a s a r r u g a s , m í e n o se a t r e v i e r o n n u n c a á sefialarse e n su e¡)idtTmis, y se conservó j o v e n y b e l l a h a s t a m á s a l l á d e s u s S o a ñ o s , r o m p i e n d o u n a v e z y o i r a s u a c t a d e n a c i m i e n t o á la faz d e l t i e m p o , q u e e n v a n o a g i t a b a s u g u a d a ñ a d e l a n l e d e a q u e l r o s t r o s u i l u c i o r s i n p o d e r m o r t i ficarle.—Este s e c r e t o q u e la g r a n c o q u e í a e g o í s t a n o (¡uiso r e v e l a r á n i n g u n o d e s u s c o t i l e m p o r á n e o s , h a s i d o d e s c u b i e r t o p o r e l d o c t o r L e c o n t e e n t r e l a s h o j a s d e u n t o m o d e l a üisloria amorosa de la! (¡alias, d e liiissy-Rat)_iitin , p e r l e n e c i e n l e á l a b i b l i o t e c a d e V o l i i i i r e y a c t u a l m e i i l e p r o j i i e d a d e x c l u s i v a d e l a l ^ < - r f ( i m ( r r i j t . 1 ' i n n n (Maison Lccoiitc), 3 1 , r u é d u 4 S e p ' l e i n b r e , V . I'^nís. D i c h a c a s a e n t r e g a e l s e c r e t o á s u s e l e g a n t e s c l i e n l e s b a j o e l n o m b r e d e I ó r i l i i i i l i ' I C m i Av i l i l n u i i y d e • • i i b o l d o i t l n n n , p o l v o d e a r r o z q u e N i n o n d e L é ñ e l o s Mamnlia *Ia j i i v e n l u d e n u n a c a j a > . — E s n e c e s a r i o e x i g i r e n la e t i q u e t a el n o m b r e y l a d i r e c c i ó n d e l a C a s a , p a r a e v i t a r l a s f a l s i f i c a c i o n e s , — L a Parfumcrie Ninon e x p i d e á loilas p a r t e s s u s p r o s p e c t o s y precios corrientes. Depósitos en Madrid: Pascual, Arenal, 3; Arlaza, Alcalá . 2j , pral.. i~i¡.; A¡,'uirre v Molino, perfumería Oriental, Preciados, J ; perfumería de Urr¡uio¡a . Mayor, i ; Homero v Vicente, perfumería Inglesa, Carrera de San yerónimo.j, y en Barcelona, Sra. Vtuda de LiifoiU ¿ J/ijos, y llcenle Ferrer. cosas Ferfumeria, 13, Ene d'Enghioii, París J O V E N Y BELLA P u e s p e d i d l a s á l a Pirfumería Exí'lica, rué du 4 Septembre, j j , en l'aris, y quedaréis satisfecha y e n c a n t a d a del resultado. S u /íív'frt Exiiíka, e n .•igua ó e n c r e m a , o s h a r á volver á la h e r m o s a e d a d d e diez y seis p r i m a v e r a s y o s d e f e n d e r á c o n t r a las a r r u g a s ; su p o l v o d e a r r o z Flor tk Albcrchi^í^o d a r á á v u e s t r o c u t i s u n a blancura diáfana q u e e v o c a r á á las rosas desvan e c i d o s d e v u e s t r o r o s t r o ; s u Anti-BoUio!: extirp a r á l o s p u n t o s n e g r o s q u e b r o t a n e n la nariz, sin d e j a r l a m e n o r h u e l l a d e n i n g u n o ; s u Sorciitiiin espesará, alargará y dará nuevo color á v u e s t r a s c e j a s y p e s t a ñ a s ; s u Pa^ta de los Prelados d e s t r u i r á l o s s a b a ñ o n e s y l a s g r i e t a s , y o s d e v o l v e r á la m a n o lisa y m ó r b i d a , c o n l a s v e n a s s u a v e m e n t e azuladas q u e a n t e s , en vuestra primera juventud, poseíais; y toda esta transformación se efectuará n a t u r a l m e n t e , sin recurrir á n i n g ú n artificio. BARRERÉ E l Calálo;^o d e l a Perfumería Exótica se remite. ¡^ralis y /rana' d e p o r i e , á q u i e n le p i d a . Depósitos en Afadrid: Arttiza, Alcalá, 2j, prinL. BARRERÉ, médico inuentor cipal, izij.; Pascual, Areiuil, s: perfumería Urfc.1 BaiiUitne {or-i^ucroj Biirri.re, e l á s t i c a y Sin r e s o r Aíavor, i; Aifuinr v Afoliiio, Preciados, 1, t o s , contiene las icrcijuiuiidiulcii (lli;inia.'<j niiii LÍIIÍUIIUS y quiola, Sra. Viuda de Lafonté Hijos. cu uiimjlutu :>upiiiiiu tod^ molestia. L.t sujución bien h^ch.i y en Barcelona, ^•ji ixfx bandiige i\iK tiit tnolcita, eijuivitlu a tu curación.— i^t Ba'iduge llamado GuanU, últímu perfecciunumiunio en í M i n i > e r > t o i i a c n m b i n n « l o it v « M i d i e n d « su género, se tniniiila soliri: el cuerpo, a. imptífCL-ptibic, H e l l o M d«> e « í - r e < » , recibirá, si lo pide, su precio pueut: ser llevado ili.i y noolie, y jiim:is se iiña¡ii ni ae desvia, lo cual es fácil de cuniptobat, —l'roUuei: la hujecidn corriente}- el U l A I t l O U . U S T K A I><> l> l-J S I : L . L 0 S l i l i 4 : 4 . » l t l C l : : < » , graluilaraenle. Sellos pcmittnenle, único uaiaiiuetiio priictico de l a j irregularidades ó hernias.—I'/. Barri-rt, 3, boulc-jar-l dii Pa/ais, Pa- ie cnrreo auténticos, á precios módicos. ''-•<•—l""olluto, I fr-—T[..ninienlo fácil por corre^ondencia. E . H A Y N , B E R L Í N . N . a4. ADOPTAOÜS e«RA LL EjtrtLiTU AGUA DIVBNA llamada ¿aUAde SALUD i ^^^^ rreconizaaa P A R A E L TOCADOR Conseí lonserra constantemente la FEESCUEA do la JÜVENTTJD nre JÜVENTTJD y preserva de la PESTE y del OOLEEA MOBBO. B^^^9 - ^ ^ ^ •yi^^^^ I rf^ IV w V I ' \ ' C 3 Cursú priviloíriiitlo I / ^ 3 a MEJOR DE TODOS 1-1 <lc tnilii . , ,, ciiaiiinH llurfH "-^ - - ^ i l í i h n l a n fraRaucia * AROMAS DULCES OPOPONAX LOXOTIS FRANGIPANNI PSIDIUM í MIL OTIIAS -, ^i'U(!iii/fl u i i ' " ' ' » " Ji'irfiw ^ Af ]•"!'I<" l'fyfíi'lir-ltín f*^'i is^ E HIJO 30 Milk Street, SFICACES CONTRA LAS •pt ^•^ I,a opinión mddie.'i le recomienil^i p u r a 1,1 s n l m l . 1.a opinión púliliea dotodo f] miinilo está iiiiánime en (¡ecl;irnr i)ue nini;iinii le ¡nenlaja por su r o m T'irt, su licrlitirn y mi ilurnclóii. Inuu-nM n ' n i a i-n Knropa, y l;inilj¡én en l.-i India y t^olonias.— Kl nomine y la mnrrai ile fábrica ( A n c n r n ) t-sianipatioK c-n el eorsí y t r la caj.i. —K>eríb i s e á I Z O D ' S con Ins medidas, ¡lar» recibir el plícKii de diliiijns, E. I Z O D ENFERMEDADES DE lA BOCA >^ ^ L ' C O B S I i a COSFKCCIÍISAIKI l'OH NI'KVn V líMl'KCLAI. niOCKOlMIKNTO Cl^:^TiKItQ. T PASTILLAS N." XLVI Y AMERICANA. ¿rOí-id Lonilon Stree^^^ji<< M í v e n c T ü i i * : LANUPIIRT, HUNTS NEGRETTI & ZAMBRA NIELK 38, Holborn Víaduct, Londres Fabriciinies de instrnmenliis cientííicns parn S. M. ln R e i n a , los üobieinos británico y extranjeros y los Obscrvr.lorios. ANGINAS. CRUP, RONQUERA, FETIDEZ DEL ALIENTO É INFLAMACIONES DE LA GARGANTA L a s P A S T I L L A S N I E L K c a l m a n la i r r i t a c i ó n p r o d u c i d a p o r el e x c e s i v o u s o d e ! t a b a c o , y Bon m d i s p e n s a b l e s á l a s p e r s o n a s q u e h a c e n s u f r i r á s u g a r g a n t a u n t r a b a j o f a l i g o s o , e s p e c i a l m e n t e los o r a d o r e s y c a n t a n t e s . — P a r a e v i t a r i m i t a c i o n e s y falsificaciones exíjase e n l a s c a j a s e l s e l l o d e l a Sociedad Farmacéutica Española G. Formigueray C , Barcelona, i m p r e s o e n t m t a r o j a . - A l p o r m e n o r , en las principales farmacias. |'^."«c-«^v;;':^'*'^«^. ASTILLERO, DIQUE Y TALLERES i>i: vi:A-MtTis<;vÍA iii:itMAi\o.s, EIV <:AI>IZ C o n s t r u c c i ó n y r e p a r a c i ó n d e b u q u e s . F u n d i c i ó n de m e t a l e s p a r a toda clase de consWuccioiies. GOTA Y R E U M A T I S M O S cS^ oi LICO R uís PIL DO R A S DEL D^ L a v i l l e fotos teJicamenlOíí snn loa únipoa Antisotoans «IÍ'III;H'Í(Í.S j eiproh'idtiifnr el H'OSSIAN HEHHY Jefa de inaDf|iul3rJnii>'.s quiioicas ite hi la<teDiu du Hedieína du I'aha. El 3 > I C O R ."íe to7>iii durante los ataques, para curarlos. Las PIXiDORAS se toman durante el estado-crónica para impedir nuevos ataques y alcanzarla curación completa. —y-^fj——• _^_^ P a r a e v i t a r t o d a lalBltlcacion, exiíaao el ( <^^í^••^^.^P^ Zf> S e l l o d e l G o b i e r n o F r a n c é s y la firma jr^^^-— —"""''^— Venta por m s í i r : COMAR, 1 nmini-, M, rnll" KamT-Ctnuíli', i-ii l'ARIS. ^ 7 ^ ^ lie la Facultad úe Parí) DKPÓhlTOM KS TOItlM l.All fltlNeil'AI.HB ÍAIlMAeíAH J u e g o s !(.•> iiistriimrjilns mntRoruliJQicos p o r t á t i l e s / . l i l i Jí.iii dr viaicii'S y "i rt cunip,'. 1'recio ; ¡C l'' i** ° Laiíiliico uncielnpédico iic insuumentos de N . fií ¿7/'> Iríinco ik- potle. N. (í '/.. se "frecen a lomcler prcciíis l> presupuestos pa™ K] •.imiinisitii de todas cl.ises de iiistrumentos cicniificos. Coitc.íponduncia en español. N E U R A l - G I A S , Jaquecas, rahimbres en rt cüilmap' /lirtcn'.'H'ii', Indas las enfermedades nerviosas se caliTis • con las plliloras anlinencilgicas del I > | ' . i'.mnitíC, 3 francos ; P a r í s , faniuieia, 23 , rué de la Monnaie. CRAB APPLE 'AJUSTA como UH GUANTE.» BLOSSOMS GL(.VE-FlrTI^G. (llor,(ciii;>ii/Jii.i-ilvel,t..liMrJi-'.ii.'^"l'-'"'"' 1L.S3L W.MJIVA IJK FAimiCA Polvo de Arroz especial PREPARADO AL BISMUTO Por O H ' « « r . A . 7 S r , P e r f u m i s t a : P _ A - i e i S , 9 , 3?TJie d e l a , F a i a c , 9 , T='J^:RXS^ O O I 5 S É J',-ife, Lión til la ¡ifchura, fti ¡tu drliiürs y duri¡ci\'<n. A-pruhinlo por tiidns luí eieiiantes del mundo. Vemlidos Iinsta ¡a fecha: m i s de un millón p'ir aflo. Peilidns lu-chci-; por Comerciiinleii i¡í- lodo el mundo. «CIIO I'IIIUI.MAS llKNAl.l.tS Fabricantes; W. S. THOMSON ti CO.. LTD., LONDON. fc^rS e l m á s d e l i c a d o v <¡elicioL so d e i o d o s los perfumes, y s e h a c o i i s l i l u i d o e n miiV b r e v e n.H ® . • « . '•' t i e m p o el p e r f u m e p r e d i l e c t o di(xnw cnKCEimlíTti» las d a m a s e l e g a n t e s d e L o n d r e s , I'arÍB y N u e v a Y o r k . . — The Aii^'onaut. BL0^S_S0_MSC O I Í . O T < r A . 17; KCW E_ÓB*jVtOHDOM 177, N E W BOND S^^., L O N D R E S SE VENDE EN TODAS LAS PERFUMERÍAS LA PATE EPILATOIRE DUSSER PrlvtieKlnilaon 1831. d r a t n i y n bn^ta tns rnlecspi vello d e l r o a t r o d e i a a d a m a s (Barba. Bigote, o^c), aln n l u g u n peligro p a r a ei.cutl.t. a u n i-.\ m a s dellt-ndo. 5 0 a ñ o s d o é x i t o , du al tai rücniíipcnsas en \m V.ji-o^w°^^^' I09 tliiilOM de abantceodor de varias fatnlllas reinan tes y loa miles d o trntlmonlon, de los cuales vnrloa e m a n a n do altos personnRes del ci r r p o medlcnl, paran tizan la cílencln y la csceli'nte mljitaii di- cstn prnparaclon • fle vende e n cajas, (>ai-a la btrlrn y las melllliis, y en 113 cfjaa ¡lora rt bignte ttiícro. — l . E P I L I V O R E d e s t r u y e ul velUí lo'iiiUlo ilu los brn/,o«, volvliíndoloa r o n su rmpteo, blniuos, UNOS y p u r o s coin • oi innriii ¡t.— X > T J $ = < S J E : I % , I n v e n t o r . 1 , K X J E J H A . ] > J " - J J » . C Q T T E S - H O X T S S E - A . X J , r » . A . T t I S . I/'"'! Amanen, en ¡odas iii.i I'crfumc.rtiis). Kn M a d r i d 1 U B L C H O l l U A U C I A , d e p o s i t a r l o , y e o laa P o r l u m o r l a a PASCUAL, F R E R A , INGLESA, URQUIOLA, o l e — E n B a r c e l i n n : V l ü ' K N T E FUItULLK, d e p o s i t a r l o , y e n l a a P e r l u m o r J a s L A F O N T , e i u MAUKIIÍ. l..-.li.blL-einiienlo iipol¡t..üriilien * íiiierv.uii;;- ili- l<iv:ideli(¿)-l.T Ueííjti-aiios Indos Iii!> deri-clios de i>ro|iie'lail ailistiea y liieriiiia. iiuyy^íir^* 'Ift ] I T!c;il fn^.