E L PENSAMIENTO MfiDICO DE RAMON LLULL E N LA fiPOCA D E M I R A M A R Para p o d e r acercarnos al pensamiento medico d e R a m o n Llull en la epoca d e Miramar debemos estudiar, atentamente, su biografia. Y la obra escrita por el Maestro hasta aquel momento. Y meditar, tambien, sobre los condicionamientos sociales, religiosos y filosoficos de su entorno vital. L a Medicina, en la Baja E d a d Media, era u n a r a m a mas d e la Filosofia, pero con caracteristicas m u y diferenciadas. E r a un pensar practico q u e se ensehaba siguiendo, al pie d e la letra, los escritos d e Galeno y d e Hipocrates; los textos de Aristoteles, d e Avicena, d e Rhazes. Y diversas versiones arabes. F u e el arabismo el gran catalizador d e la cultura medieval. Y, logicamente, la sugestiva espiritualidad musulmana, profetica, ascendente, neoplatonica en sus tecnicas sufies, inspiro y dio forma a los escritos medicos d e Llull. La doctrina sufi q u e p r o p a g a b a n unos hombres "vestidos d e lana" q u e creian en la b o n d a d d e la vida, era u n a "doctrina secreta" q u e impregno el pensamiento medieval. Su profeta maximo fue u n a r a b e espafiol, nacido en Murcia, I b n el-Arabi, q u e h a b l a b a asi, en el siglo X I I : " M i religion es el Amor, unas veces m e llaman pastor d e gacelas (sabiduria divina), otras monje cristiano o sabio persa". La doctrina sufi aceptaba cualquier religion, vegetaba en cualquier arbol, como el m u e r d a g o . Preconizaba el amor entre los hombres, sin detcnerse en analizar sus credos religiosos. 72 JOSE M. A RODRIGUEZ TEJERINA Sobre la noble u r d i m b r e del pensamiento sufi los poetas d e todas las epocas tejieron bellisimos poemas con u n lenguaje mistico, esoterico, oriental; el Cantar de los Cantares, Las Mil y una noches; el Libre d'Amic e Amat, d e Ramon Llull. Avarroes fue, sin disputa, sufi. Y t a m b i e n nuestro Ramon, iniciado, a b u e n seguro, en la ascetica masoneria d e la mano d e aquel enigmatico esclavo moro q u e le ensefio, d u r a n t e n u e v e afios, la lengua arabiga y q u e tan mal fin tuvo, pese a sus desvelos pedagogicos. o o o Ramon Llull, conocedor d e Hipocrates, por ser visitante asiduo d e la Universidad d e Montpellier, basa su pensamiento medico en el principio de la analogia, d e la correspondencia del h o m b r e con el cosmos. L a enfermedad surge por una desarmonia en la u n i d a d del hombre, por u n mal funcionamiento de la psiquis o del cuerpo. L a salud seria u n a "simpatia universal" que se altera cuando los humores varian en su justa proporci6n y sobreviene la "crisis" o enfermedad. Crisis q u e no surge d e subito, sino lenta, acumulativamente, "antes de manifestarse por sus efectos". La armonia fisiologica, sin embargo, lucha contra esta distorsion de sus constantes, intenta eliminar los efectos nocivos retenidos y sumados. Ramon Llull, hipocratico y sufi, piensa q u e la enfermedad es u n a crisis de purificacion q u e debemos favorecer y no combatir; natura medicatrix. H a y q u e dejar q u e actiie la naturaleza, ayudarla s61o en lo preciso. "El arte del medico consiste en seguir la naturaleza, no en hacer una nueva". Las ideas medicas de Llull las encontramos dispersas en sus libros. Es harto sabido q u e Ramon escribio muchisimo y sobre toda suerte d e temas y dicto reglas de ensenanza q u e todavia nos asombran hoy por su clarividencia. Y, claro esta, discurrio acerca de las "artes liberales". (Ars significa regla, teoria. Liberal deriva d e libre, no d e libro). Artes, pues, pcnsadas sin fines lucrativos, p a r a hombres libres. Q u e estudiaban en las escuelas, como u n orden legendi. P o r q u e en el siglo X I I I aparece el nuevo ordo docendi et discendi, integrados ya en la Universitas, magistrorum et discipulorum. La treceava centuria, en la q u e vivio Llull, nacido hacia 1232, la m a y o r p a r t e de su existencia, fue "el siglo de la Universidad". EL PENSAMIENTO MEDICO DE IUM0N LLULL.. 73 R a m o n perfeccionaria, afios despues, sus conocimientos sobre el aristotelismo, en Paris; un aristotelismo averroista, inspirado en las explicaciones de Siger de Brabant. Y a u n q u e escribi6 contra estas teorias, en sorprendente coincidencia con u n a acotacion d e Lucas d e Tuy, y las fustig6 d e continuo, la influencia a r a b e en Ramon, su sentir aristotelico, es siempre fortisimo, no lo p u e d e disimular, como se revela en su concepcion del valor y significado d e los elementos, la posicion del h o m b r e (un microcosmos en el universo); y su fecunda hipotesis sobre la teologia d e las dignidades, por ejemplo, y sus ideas acerca d e la politica, la poesia y el p o d e r d e la razon, q u e le llevaran a estructurar las razones necesarias. I b n Sab'in, el maestro sufi, tuvo u n a influencia indiscutible sobre el proyecto existencial de Ia orden franciscana. Los sufies fueron, obvio es el decirlo, m u y anteriores a Francisco d e Asis. Los sufies no tenian m o r a d a fija, vestian un tosco sayal y un ceiiidor, iban descalzos por los caminos (si acaso calzados con sandalias). Vivian en la mas extremada pobreza, p r e d i c a b a n su saber en verso o en vulgar. Asi el pueblo retenia mejor sus trascendentales enseiianzas. Las analogias con el e s q u e m a de conducta de Ramon Llull, son, en verdad, sobrecogedoras. o o o La filosofia aristotelica dio un nuevo sentido y valor a las ciencias de experimentaci6n, descuidadas entre los cristianos y conocidas s61o por judios y musulmanes. La Medicina, la Cirugia, junto con las Ciencias del Quadrivium adquirieron prestigio gracias a Aristoteles. El Maestro Ramon fue u n cultor extatico d e todas ellas, como se revela, por ejemplo, e n el Ars Magna. A la Medicina la llamo Marciano Capella, en el siglo V, en su famoso Tratado de las siete Artes liberales, "la doncella dormida". Necia m u c h a c h a q u e no quiso asistir, perezosa, a la b o d a de la cultisima Filologia con Mercurio, mas q u e desperto, al fin, sobresaltada, por las voces de otro espanol eximio, San Isidoro de Sevilla, quien en su libro Eti/mologiae o libro d e los Origines reivindica la ciencia d e curar y la eleva al rango de magistralis, ya q u e aiina y abarca todas las teorias particulares. Las ciencias del Trivium y del Quadrivium son esquemas d e un saber enciclopedico. La Medicina realiza este saber con sangre, con dolor, con angustia, l u c h a n d o contra su eterna enemiga, la Muerte. 74 JOSE M." RODRICUEZ TEJEHINA La Medicina, despierta, pues, ya e n el siglo XIII, con pleno derecho, p u d o ser, no solo la h c r m a n a d e la Filosofia, soror philosophiae, como escribiera Tertuliano, sino Ia segunda Filosofia, la q u e cuida el cuerpo, asi como la clasica se ocupa del alma. Ramon Llull, por filosofo y como tal e n a m o r a d o d e la vida y d e los hombres, fue u n medico conspicuo. E n sus libros habla, con pasion, de nuestro arte de sanar. Siempre en la referida forma dual, binaria, tipica del siglo X I I I , mencionando al individuo y al cosmos, cual corresponde a u n pensamiento hipocratico, aristotelico y sufi. Creia el Maestro, al igual q u e Hipocrates, q u e el cuerpo h u m a n o estaba compuesto por cuatro elementos; colera (foch), sangre (aire), flema (aigua) y melancolia (terra). El alma, a su vez, constaria d e cinco potcncias; vegetativa, sensitiva, imaginativa, motriz y racional. Defiende, ademas, Llull, la existencia de u n sexto sentido, q u e denomina Affattis, "aquella potencia por la cual el h o m b r e manifiesta su concepcion". Las doctrinas medicas de Ramon, en el momento d e la fundacion de Miramar, en 1276, resultan, pues, debemos confesarlo, poco originales y, tal vez, demasiado abstractas. Cabalisticas en ocasiones, ya q u e tienen tendencia a resolver pitagoricamente, mediante simbolos v esquemas matemadcos y geometricos (circulos, triangulos, cuadrados). sin duda aprendidos tambien en los textos arabes de Montpcllier, el intrincado problema del diagnostico y la terapeutica de las enfermedades. Ramon Llull, en 1276, es u n h o m b r e maduro, d e 44 anos, q u e dista catorce d e su conversion moral. H a viajado por E s p a n a v Francia. Estudio largos aiios el arabe; estuvo, como alumno v maestro, en la Universid a d de Montpellier. Piensa q u e el medico d e b e conocer a fondo el temperamento de cada paciente, individualizadamente. C u e n t a el enfermo, no la enfermedad, a u n q u e deban estudiarse la fiebre, la toxicidad de las drogas v otros principios de la ciencia medica. Q u e tiene mucho d e ciencia natural, de phi/sica, d e quehacer practico. Llull fue un h o m b r e q u e vivio e n t r e los hombres, con cl pueblo, y supo de sus miserias, e intento remediarlas acercandose al conocimiento empirico d e los galenos d e su tiempo. Presentia, sin saberlo, u n a epoca nueva en el acontecer d e occidente; el Renacimiento y el m u n d o moderno, q u e se apoyaran sobre las ciencias d e las experiencias y el papel del pueblo como protagonista de la historia. No sentia, sin e m b a r g o , gran simpatia Ramon Llull por los medicos. Deeia q u e "enganaban de todas maneras", alargando las enfermedades. EL PENSAMIENTO MEDICO DE RAMON LLULL. 75 o r d e n a n d o jarabes, lavatorios y "otras cosas" inutiles, para tener buenas ganancias d e los especieros y boticarios. Creia q u e el medico jamas d e b e explotar al paciente. (Los medicos sufies solo cobran a sus clientes "un p u n a d o d c cebada"). Llego a escribir Ramon q u e la cura q u e hacen los medicos "es mas peligrosa q u e segura" y " m u e r e n mas hombres por los medicos q u e no curan". Pretendia Ramon q u e los medicos poseveran u n saber teorico, dominio de la tecnica y capacidad d e influir sobre el alma. Cualidad, esta ultima, t a m b i e n m u y sufi, ya q u e los fisicos d e esta doctrina curaban por el hipnotismo, con la mirada, y con la imposicion de sus manos sobre el enfermo. Sabia, asfmismo el Beato del valor de la diaetetica (la regtda vitae), y d e la pharmaceutica (la regida medicaminum), a u n q u e su espiritu filosofico tendiera, d e continuo, a buscar normas generales v principios matematicos, astrologicos, rituales, q u e gustaba de aplicar a toda cuerte de ciencias. o o o D u r a n t e el periodo dc Miramar la actividad literaria de Ramon LIull fue increiblemente intensa. Mencionare algunas obras en las q u e se encuentran, directa o indirectamente. noticias medicas: el Ars Demostrativa, la Doctrina pueril, el Libre de Contemplacio, el Liher principiorum mcdicinae, el Ars compendiosa medicinae, De regionibus sanitatis et infirmitatis. De los comensements et graus de medicina. Al Doctor Iluminado lc atribuven. incluso todavia hoy, renombrados historiadores nacionales v extranjeros, unas decididas aficiones por la alquimia. Algunos llegan a presentar al sabio mallorquin como a un nigromantico, p r e p a r a n d o filtros extrahos en una botica p o b l a d a de murcielagos. Roger Bacon v Arnau de Vilanova si fueron alquimistas. Y p u d o m u v bien Ramon Llull, contemporaneo suvo, caer en la tentaci6n d c practicar tales quehaceres. La alquimia tenia gran arraigo en su epoca, como lo h a b i a tenido siempre, desde lejanos tiempos. Los "hijos de Herm e s " a u n a b a n la ciencia experimental al sistema filosofico: pretendian mas u n ideal q u e u n a biisqueda quimica. Ansiaban lograr u n a personalid a d plena, completa, feliz, el oro espiritual, el lapis, la ipseidad, el si mismo, simbolizada en el mandala, representaci6n pitagorica, mistico- 76 JOSE M.° RODRIGUEZ TEJERINA magica, con circulos, triangulos, cuadrados, en una relacion equilibrada entre el centro y la periferia, q u e aparece en alguna obra de Llull. E n este alto sentido si fue un alquimista Ramon. Pero no en el otro, el d e fabricar, m a n u a l m e n t e , u n a sustancia solida, "la piedra filosofal", p a r a p o d e r convertir los metales vulgares en oro y obtener u n a substancia liquida, "el elixir de larga vida", capaz d e prolongar, indefinidamente, la efimera juventud. Empefios iniciados, q u e sepamos, en el siglo I y q u e culminaron en los experimentos, del siglo VII, del a r a b e Khalid ibn Yazid, y los d e Gebert, de la octava centuria. F u n d a m e n t o s remotos, todos ellos, d e la quimica actual. Reyes, sabios, monjes, humanistas, se interesaron por la alquimia. Si el hermetico Ramon Llull no se decidio por tales menesteres, como demostr6 Luanco, fue, sencillamente, p o r q u e sus absorbentes preocupaciones existenciales fueron especulativas, filosoficas, poco experimentales. Ram o n Llull n u n c a estuvo en el convento d e Santa Catalina, en Londres, vistiendo el habito d e los dominicos y haciendo alquimia d e laboratorio, como p r e t e n d e u n pasaje, sin d u d a interpolado, de la Vicla Coetdnea. Ni descubrio el acido nitrico, ni u n elixir d e efectos medicos milagreros. E r a otro el talante existencial de Ramon Llull, autor del Blanquerna, espiritu inquieto q u e oscilaba, ambivalente (deprimido y exaltado), entre el mas mistico y sedentario pensar filosofico y u n a desazonada actividad andariega. Ramon poseia la v e r d a d e r a piedra filosofal: el oro del amor al projimo. Y el elixir de la larga vida bullia en su sangre, convencido como estab a d e la inmortalidad del alma. ^Para q u e buscar n a d a material en este mundo? o o o S61o asi, a partir de estas premisas (en las q u e se superpone al panor a m a de u n contexto historico de iniciales afanes universitarios la silueta apologetica, cristiana, sufi, del mas popular filosofo del medioevo), p o dremos acercarnos al pensamiento medico d e Ramon Llull por aquellos ilusionados afios en q u e fundara el monasterio franciscano d e lengua arabiga d e Miramar. JOSE MARJA RODRIGUEZ TEJERINA