Cuando el cannabis provoca vómitos En nuestro continuo intento de advertir de los posibles riesgos del consumo de marihuana, este mes presentamos un extraño e inquietante fenómeno observado en algunos consumidores, el denominado vómito cíclico secundario al uso crónico de cannabis Las enfermeras son piezas claves para detectar este síndrome; a una le llamó la atención un paciente que se pasaba horas en el cuarto de baño Antecedentes Todos los casos presentaban una historia de uso crónico de la planta. En la mayoría tuvieron que pasar ciertos años hasta el comienzo de los síntomas, pero en otros bastaron unos pocos. Lo más frecuente fue un consumo alto, de 5 a 10 porros al día, pero hay descritos casos también en consumos moderados. Ninguno relató antecedentes clínicos de interés, no habían padecido de enfermedad destacable. Clínica Los síntomas aparecen de repente, duran entre 24 y 48 horas, y con las mismas desaparecen. El cuadro se repite semanas o meses después, manteniendo dicha periodicidad durante años. Podemos agruparlos en tres tipos: — Disfunción digestiva: Predomina el vómito, a veces acompañado de náuseas previas, dolor e hinchazón abdominal, diarrea y sed. El cuadro es tan espectacular y virulento que, en la mayoría de los casos, necesita ingreso hospitalario para hidratación parenteral. — Higiene compulsiva a alta temperatura: Lo más curiosos es que los vómitos, resistentes a todo tratamiento, sólo ceden con una ducha o baño con agua muy caliente, mientras más caliente mejores resultados. Dos casos sufrieron quemaduras que necesitaron asistencia. No es acompañante de un cuadro psíquico más complejo, no se presenta con alucinaciones ni ningún otro síntoma mental. Simplemente el agua caliente mejora sus síntomas digestivos; si cambiaban la temperatura a agua fría, los vómitos volvían. Además es un comportamiento aprendido, no está presente en las primeras crisis hasta que el paciente comprueba sus buenos resultados. Las enfermeras son piezas claves para detectar este síndrome; a una le llamó la atención un paciente que se pasaba horas en el cuarto de baño. — Otros síntomas acompañantes: una gran debilidad general, per se o debida a deshidratación por los vómitos, junto a dolores generalizados, fiebre y pérdida de peso acompañan el cuadro. El absentismo laboral y la baja médica son comunes. Diagnóstico diferencial Los pacientes a los que se les diagnostique este síndrome, no deben presentar ninguna enfermedad de base que pudiese justificar dichos síntomas. Son muchas las enfermedades que pueden causar vómitos cíclicos. Hay que descartar trastornos digestivos, como la celíaca, y diversos trastornos inflamatorios intestinales. También otras sistémicas, como la enfermedad de Adison o las porfirias, así como otras situaciones como el consumo de otras sustancias tóxicas. El principal diagnóstico erróneo al que se llega en muchos casos, dado que las pruebas analíticas son normales, es a un trastorno psíquico: es frecuente que sean catalogados como de anorexia nerviosa o bulimia, aunque falta el principal síntoma de estas enfermedades, la visión subjetiva de gordura (todo lo contrario, el paciente se siente preocupado por su bajada de peso que a veces puede llegar a ser espectacular). En cualquier caso, el antecedente de consumo de cannabis es decisivo para llegar al correcto diagnóstico. Causa No se sabe con exactitud el motivo por el que ocurre este fenómeno, aunque los investigadores básicos (los que estudian con animales de laboratorio) sospechan de varios mecanismos. El consumo continuado de cannabis lleva aparejado la activación constante de los receptores cannabinoides. Éstos forman parte de una compleja red de circuitos neuronales en perfecta armonía de funcionamiento y, dicha sobreestimulación, representa un potencial desequilibrio. Para “protegerse” los receptores sufren un proceso de interiorización, difícil de explicar aquí, que hace que nuevos contactos con la planta tuviesen distintos efectos a los esperados. Justificaría la tolerancia, hecho por el que hay que subir la dosis del fármaco para obtener los mismos efectos obtenidos hasta entonces. El THC, principal componente del cannabis, en situaciones normales mejora los vómitos, baja la temperatura y alivia los dolores. Pero en contacto con receptores sobre-estimulados podría dar lugar a los síntomas descritos en esta enfermedad, de tipo antagonistas (contrarios al THC). Desgraciadamente, para comprobar el estado de dichos receptores en los humanos se necesitan aparatos muy caros y no al alcance de cualquier investigador, por lo que aún no se ha comprobado en un enfermo con vómito cíclico secundario al uso crónico de cannabis (VCSUCC) el estado del sistema endocannabinoide. Por supuesto, la teoría de la predisposición genética ha sido barajada y no es descartable al haberse observado reacciones diferentes en diferentes individuos. Y tampoco se desecha que el causante de estos vómitos sea otro cannabinoide diferente al THC (con efecto antagonista) o, incluso, otro componente no cannabinoide. Manejo clínico Además del potencial peligro para la salud que puede representar este síndrome por la aparatosidad de sus síntomas, el VCSUCC cuenta con dos problemas añadidos: — Dificultad en el diagnóstico. Todas las pruebas a las que son sometidos los enfermos son normales. Al enfermo le cuesta relacionar los vómitos con el consumo de cannabis porque sabe que precisamente éste ha demostrado tener propiedades antieméticas y, en muchos casos el médico, ni se entera del consumo que hace el paciente porque lo oculte al tratarse de una sustancia ilegal. — Dificultad para el tratamiento. Según el Dr.Allen, que ha recopilado varios casos, ante el diagnostico de VCSUCC hay dos tipos de reacciones: los pacientes que no quieren saber nada del tema y a los que se les pierde la pista; y los que lo aceptan y se ponen bajo seguimiento médico, muchos de ellos agradecidos al haber encontrado una cura para lo que ya empezaba a convertirse en un serio problema. Conscientes de que el único tratamiento posible es el abandono del consumo, inician el periodo de abstinencia con ayudados durante dos semanas con benzodiacepinas. Tras el abandono del consumo los síntomas desaparecen; el enfermo se siente asintomático, con buen apetito, y rápidamente gana peso. Cualquier comportamiento extraño relacionado con la higiene a alta temperatura también desaparece. Pero si recae y vuelve a consumir, como así se ha observado, los síntomas reaparecen para volver a desaparecer al iniciar la siguiente abstención. Conclusiones Me topé con este cuadro por casualidad. Una paciente me consultó desesperada: “¡Creen que estoy loca! Dicen que padezco de anorexia nerviosa y me mandan antidepresivos y ansiolíticos, pero... ¡si precisamente yo lo que quiero es engordar! No paro de vomitar, me estoy consumiendo y encima... ¡me toman por loca!”, me comentó. Me alegra haberla ayudado. Además, me da pie para hacer estas tres reflexiones: — Tal vez la espectacularidad de unos casos como los descritos aquí con VCSUCC, que requieren hospitalización para su hidratación, no sean frecuentes. Pero también es posible que otros casos, menos virulentos, estén pasando desapercibidos entre la población que consume cannabis por motivos lúdicos. Habría que advertir de la posibilidad de que haya problemas si un consumidor crónico comienza con disturbios digestivos. — En el caso de que se acepte el empleo del cannabis o sus derivados en medicina, habría que plantear la posibilidad de incluir este cuadro como posible efecto secundario de un tratamiento a largo plazo. — Muchos cuadros en los que predominan el vómito, hasta ahora considerados de origen desconocido, podrían tener como base un trastorno en el sistema endocannabinoide. No se conoce la causa de dos importantes y dramáticas enfermedades, el vómito cíclico pediátrico y el vómito psicogénico. No comparten con el caso que tratamos aquí el consumo previo de cannabis, tal vez el origen de las mismas esté en un sistema endocannabinoide ya de por sí alterado. Y que mediante la manipulación farmacológica de dicho sistema endocannabinoide alterado podamos repararlo y hablar de curación. Pero esto, por ahora, es ciencia ficción.