Juventino Máyen Máyen

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Manuel Senderos Irigoyen
Cuando una empresa nace tarda varios años en rendir sus primeros frutos, es por ello que un
empresario necesita que otros negocios le proporcionen la estabilidad necesaria para crecer, don
Manuel lo entendió así y promovió la creación de empresas controladoras capaces de materializar
este empeño.
Manuel Senderos Irigoyen nace el 30 de enero de 1917, en Celaya, Guanajuato. Su padre, de
origen español, fue don Liberto Senderos y su madre Rosa Irigoyen.
Manuel estudia hasta el bachillerato en la escuela de padres paúles en Tacubaya, que sería
conocida como Instituto España. Desde joven, durante su tiempo libre, comenzó a trabajar en la
mesa de dinero del Banco de Comercio, del que su padre fue uno de los fundadores.
Posteriormente estudia actuaría en Estados Unidos, sin embargo debe regresar a México al
cumplir los 20 años debido a la muerte de su padre en 1937.
Durante el viaje de regreso a su país conoce a Carlos Trouyet, con quien entabla una amistad
que en el futuro los unirá en la promoción de diversas empresas.
Un año antes don Liberto había fundado la compañía Comercial Mexicana de Seguros, a la que
Manuel se integra para formar el ramo de seguros de vida y hacerse cargo de la familia.
La renuncia del director de la aseguradora en 1492 representa la oportunidad para que pueda
encabezar la compañía, sin embargo el consejo de administración se opone debido a que apenas
cuenta con 25 años de edad. Ante esta situación recibe el apoyo de don Mario Domínguez,
prominente banquero y amigo de su padre, quien compra una buena parte de la compañía para
venderla al joven, ofreciéndole un crédito a cinco años para pagarla, así se convierte en el
director general de La Comercial.
Después de unos años Manuel compra la parte correspondiente a la compañía italiana
Assicurazione General di Trieste e Venezia, que se asoció con don Liberto para poner en marcha
el negocio, así Manuel Senderos se queda con la mayoría de las acciones. Al finalizar la Segunda
Guerra Mundial conviene una asociación con el Banco Comercial Mexicano.
La aseguradora permite que Manuel invierta en otras compañías, ya que su verdadera vocación
es la creación y promoción de empresas.
Comienza entonces a madurar la idea de conformar un grupo industrial, teniendo como horizonte
el gran entusiasmo que provoca el naciente desarrollo del país, que comienza a dejar atrás las
actividades rurales.
Entre 1966 y 1967 Manuel Senderos, junto con Gastón Azcárraga, José María Basagoiti y Eneko
Belausteguigoitia, van a España para contratar meseros que capaciten a los empresarios del país.
Así nace el Instituto Panamericano de Alta Dirección Empresarial, dirigido por Manuel Senderos
A partir de 1969 Manuel debe enfrentar cambios en la aseguradora para crear el Consorcio de
Empresas Mexicanas, que mutara su nombre por Desarrollo Económico S.C. donde agrupa
inversionistas de varias empresas por un lado, e inversionistas que apoyaran a los anteriores para
hacer crecer sus negocios.
Para ello separa del banco Seguros La Comercial, mediante la venta de las acciones que posee de
las otras compañías y decide venderla. La empresa que años atrás fundara su padre es ahora la
aseguradora más importante del país.
En 1972 se concreta la venta y como parte del pago recibe acciones de Negromex y Spicer.
Desde 1970, Carlos Trouyet y Manuel Senderos se reúnen con Alejandro Cumming y Juan Orozco
para plantear la posibilidad de crear una compañía controladora o holding, que permitiera el
tránsito entre una empresa familiar al de la industrialización en grande, y que apoye los consejos
de administración de las empresas agrupadas.
Manuel quiere pasar de consejero de varias compañías, a formar una gran empresa que pueda
decidir sobre ellas, las promueva y financie, pero en México esto es una idea innovadora para la
que no existe una legislación adecuada. Este obstáculo queda librado en 1973 al ser publicado el
Decreto de las Sociedades de Fomento, basado principalmente en las aportaciones de Manuel
Senderos y Roberto Garza Sada.
En este momento nace DESC, un conglomerado de diversas industrias dirigidas por una sola
empresa, cuyo trabajo será fortalecerlas a todas y promover el surgimiento de otras.
Lamentablemente el año de 1973 marca también un hecho trágico en la vida de Manuel Senderos
con el fallecimiento de sus dos hijos mayores, Manuel y Eduardo, en un accidente aéreo. Su otro
hijo varón, Fernando Senderos Mestre, se encontraba estudiando en Estados Unidos de donde
debe regresar para estar al lado de su padre y aprender de él las habilidades que en el futuro le
permitirán hacerse cargo de la empresa en 1987, cuando don Manuel toma la decisión de
retirarse del puesto directivo que ocupa en DESC, a los 70 años de edad y con 50 de trabajo
activo.
DESC
Al promover una empresa pasan años antes de que haya utilidades, pero una compañía
controladora o holding puede ayudar al nacimiento de la industria, ya que las ganancias de una
corporación pueden cubrir las pérdidas de otra que pertenece al mismo dueño.
Manuel Senderos quiso poner en marcha esta idea desde 1969, pero tuvieron que pasar cuatro
años para ponerla en práctica.
El 28 de agosto de 1973 nace DESC, Sociedad de Fomento Industrial, S.A. de C.V. con un capital
de 50 millones de dólares y con el objetivo de promover el desarrollo industrial y turístico. La
nueva empresa garantizaría los créditos destinados a las sociedades de las que tiene acciones y
al mismo tiempo realizaría estudios de promoción, reestructuración y ampliación de las empresas
en las que participa. Este corporativo vigilaría la buena marcha de éstas.
Para entonces Manuel Senderos ya participa en Negromex y Spicer, a las que se añaden Resistol,
Petrocel (que después se vende a Alfa), DM Nacional, Automagneto, e Industria de Baleros
Intercontinental (Ibsa), que son las primeras siete empresas promovidas.
Cada una de las empresas se convirtió en un polo de desarrollo, en las que DESC no interviene
directamente, sino a través de su director general.
Para 1975 ingresa a la Bolsa Mexicana de Valores, lo que permite al grupo entrar en una etapa
muy activa, primero captando recursos, después invirtiéndolos. Cinco años después se organiza
en tres divisiones: química-petroquímica, metalmecánica y la de alimentos, y para entonces ya es
uno de los diez grupos privados más grandes del país.
En 1982 tiene que aumentar su participación en las subsidiarias al menos 50 por ciento más una
acción y para lograrlo asume una deuda de 75 millones de dólares, así comienza a funcionar
como una auténtica holding industrial.
Las condiciones económicas del país cambian drásticamente este mismo año, agudizadas por la
devaluación del peso. Entonces su deuda crece más de siete veces, hasta alcanzar los 500
millones de dólares. A pesar de lo alarmante de la situación, DESC consigue extender los plazos
para la liquidación del compromiso pagando en pesos. Ante la crisis DESC se presentó como un
grupo consolidado.
Desde 1983 DESC se planteó llegar a 1990 como un grupo competitivo internacionalmente,
adelantándose a la apertura económica e incursiona en el negocio inmobiliario.
Ya en 1998 es la única empresa en México que tiene cuatro premios nacionales de calidad y entre
sus logros se cuenta entre una de las cinco primeras empresas exportadoras de México.
Raul Bailleres
La obsesión por transformar su país para incorporarlo a la economía capitalista hizo que Raúl
Bailleres desarrollara una extraordinaria visión que lo postuló como uno de los banqueros más
importantes del país a pesar de su escasa instrucción escolar.
Nació en 1895 en Silao, Guanajuato y tuvo su primer contacto con el mundo de los negocios a
través del comercio de semillas y abarrotes al que se dedicó su padre.
Sus ambiciones lo condujeron a probar suerte en la Ciudad de México, donde trabajó en la
agencia Chase Manhattan Bank al lado de la familia Lacaud.
A los 24 años forma su primera asociación con el estadounidense John B. Glenn con quien apoyo
a grupos mineros a los que además les compraba oro y plata; unos años después se convirtió en
minero.
Se interesó tanto en esta actividad que en 1934 funda el Banco de Crédito Minero y Mercantil
(Banca Cremi) en el que fomentó las actividades de compañías de ese ramo y logró nacionalizar
dos grandes empresas: Metalúrgica Mexicana Peñoles y Compañía Minera de Fresnillo. Tiempo
después fundó Crédito Hipotecario y Crédito Afianzador en sociedad con Salvador Ugarte, Mario
Domínguez y Ernesto J. Amézcua, con quienes encabezó también el grupo BUDA. Una de sus
grandes obras fue la creación del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) con la
finalidad de crear profesionistas que favorecieran el desarrollo capitalista del país.
Su gran afición a la vida fue el trabajo. Se caracterizó por ser un hombre sencillo cuyos ratos
libres los pasaba jugando cartas en el Club de Banqueros que también fundó.
Bailleres fue socio mayoritario de El Palacio de Hierro, Cervecería Modelo y Manantiales Peñafiel.
También fue presidente de la Asociación de Banqueros de México.
Murió a los 72 años, a consecuencia de un accidente en el que rodó de las escaleras de su casa y
se fracturó el cráneo.
Industrias Peñoles
Industrias Peñoles fue fundada en 1887 en Durango por un grupo de inversionistas mexicanos
que deseaban explotar las minas de la región.
Veintitrés años después se fusionó con una empresa estadounidense llamada American Metal
Company y fue hasta 1961 cuando Raúl Bailleres y un grupo de empresarios mexicanos
adquieren el 51 por ciento de las acciones de la compañía.
Industrias Peñoles está conformada por tres plantas, una de fundición de plomo y plata en
Torreón, otra donde se producen óxidos y polvos de zinc, óxido de cadmio, sulfato de cobre y
trióxido de antimonio en Bermejillo; la última es la de aleaciones de zinc denominada ALEAZIN.
La conjunción de estas tres plantas ha hecho que la ciudad de Torreón sea uno de los centros
productores de metales no ferrosos más importantes del mundo.
Industrias Peñoles, que se encuentra actualmente bajo la dirección de Alberto, hijo de Raúl
Bailleres, es el más grande productor de plata refinada y sulfato de sodio en México. Cuenta
también con una división de Químicos Industriales conformada por Química del Rey, Química del
Mar y la General Products Company, que producen entre otros materiales fertilizantes y
refractarios.
Industrias Peñoles es también la principal productora de zinc de América Latina y la propietaria
de las más grandes plantas de sulfato de sodio y bismuto, que la ubican en el primer lugar en la
producción mundial de dichos metales.
Jorge Larrea
Literalmente, Jorge Larrea se pasó la vida enseñando el cobre, porque como fundador del Grupo
México formó el mayor consorcio minero del país, el cual explota más del 95 por ciento de la
producción nacional de este metal.
Fallecido el 13 de marzo de 1999, a la edad de 87 años, Jorge Larrea nació en la vida empresarial
en los años 30, cuando formó su propio negocio bajo el nombre de México Compañía
Constructora, que poco más de dos décadas después sería una de las más importantes del país.
A Larrea se debe también la fundación de la primera empresa totalmente mexicana dedicada a la
perforación de pozos petroleros en tierra y mar: la Perforadora México, que trajo al país los
primeros talados submarinos, de gran utilidad para el descubridor y explotación de la cuenca
petrolera del Golfo de México.
Sin embargo, es en 1965 cuando Jorge Larrea incursiona en el ámbito de la minería al lograr la
nacionalización de una de las más grandes empresas mineras extranjeras que operaban en el
país, la American Smelting and Refining Co.
En ese mismo año cuando nace Mexicana de Cobre, compañía dedicada a la explotación de una
mina de tajo abierto en La Caridad Sonora, yacimiento descubierto por el propio Larrea y que se
convirtió en el detonante de su Grupo México, pues los ingresos obtenidos de ella le permitieron
la compra de la minera Cananea, uno de los más grandes depósitos de cobre del mundo, y de
ocho minas subterráneas ubicadas en el centro y norte del país, en las que se explota zinc, oro,
plata, cobre y plomo.
Dentro de las mencionadas se incluye la mina subterránea más grande de México, ubicada en el
municipio de San Martín, en Zacatecas, así como la mayor productora de mineral de zinc, en la
región conocida como Charcas, en San Luis Potosí.
Pero si de cobre seguimos hablando, Jorge Larrea no sólo agrupó bajo su imperio los más
importantes yacimientos de ese metal, sino también a las cuatro fundidoras más importantes de
México, país que ocupa el sexto lugar mundial como productor de ese mineral, lo que convierte a
nuestro personaje en todo un zar de las finanzas y... del cobre.
Grupo México
Además de ser hoy el consorcio minero más grande del país con presencia en el extranjero,
Grupo México participa en la metalúrgica y en la industria química, además recientemente
adquirió el gobierno federal la concesión para operar las redes ferroviarias Pacífico-Norte y
Chihuahua-, que en conjunto tienen 10 mil 400 kilómetros de vías.
Grupo México genera más de 22 mil empleos directos en el país y contribuye de manera
importante en el desarrollo de las zonas donde opera.
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