La serva padrona. La serva padrona (título original en italiano; en español, La criada patrona) de 1733 es una ópera bufa, en dos partes, con música de Giovanni Battista Pergolesi y libreto en italiano de Gennaro Antonio Federico, a partir de la obra de teatro de Jacopo Angello Nelli. La ópera dura sólo unos 45 minutos y se representó originalmente como un intermezzo en la ópera seria de Pergolesi Il prigioniero superbo (El orgulloso prisionero). Ambas se estrenaron en Nápoles, el 5 de septiembre de 1733. El mismo libreto fue posteriormente musicalizado por Giovanni Paisiello. Historia. La serva padrona junto con Il prigionier superbo se estrenaron el 5 de septiembre de 1733, la primera representación después de un terremoto en Nápoles que había hecho cerrar todos los teatros, y conmemoró el cumpleaños de la Emperatriz Habsburgo. Il prigioniero no tuvo éxito3 y hoy no forma parte del repertorio. Pero con el tiempo se separó este intermedio, y La Serva Padrona tuvo un gran éxito, siendo la única obra de Pergolesi que continúa en el repertorio. Su fama se extendió por toda Europa durante muchos años después del estreno. La importancia de este intermedio no puede ignorarse. Con un nuevo final, la versión francesa tuvo un papel importante en la Querelle des Bouffons. Se la considera la primera obra maestra del género cómico (ópera bufa). Resultaba atractiva porque cualquier audiencia podía identificarse con sus personajes: la astuta doncella y el señor que envejece. La serva padrona se ve a menudo como la pieza paradigmática que representa el momento histórico en el que la música barroca se transforma en el clasicismo. Debido a su importancia, a lo largo del tiempo pasó a ser conocida como algo más que un simple intermedio y se interpretó por sí sola. A España llegó en 1750, cuando fue estrenada en el Teatro de la Santa Cruz de Barcelona. Personajes Tesitura Uberto, un hombre viejo bajo bufo Serpina, su doncella soprano Vespone (Tempesta), su sirviente actor mudo Argumento. Intermezzo 1 Vestidor. La serva padrona relata la historia de Serpina (en italiano "pequeña serpiente") quien, desde muy joven, está al cuidado de la casa de Uberto (viejo solterón que ya parece tener algunos achaques). Como era de esperar, ella se siente la patrona de la casa y ante la frágil voluntad del verdadero patrón, siempre hace lo que quiere. De hecho, cuando Uberto la llama pidiéndole su sombrero, peluca y abrigo, Serpina le prohíbe abandonar la casa, añadiendo que de entonces en adelante él tiene que obedecer sus órdenes ("Stizzoso, mio stizzoso"). Uberto se queja en el aria "Sempre in contrasti" de esta situación. Para huir de la tiranía de su sirvienta, Uberto anuncia que quiere casarse y ordena a Vespone que le encuentre una mujer de manera que pueda librarse de Serpina (aunque está enamorado de ella). Esto despierta en Serpina la idea de convertirse en la dueña de la casa. Como en el fondo ella sabe lo que Uberto siente por ella, utilizará todas sus armas para conseguir casarse con él. Intermezzo 2 El mismo vestidor. La ingeniosa Serpina convence a Vespone (criado de Uberto) para que colabore en un engaño pensado para conseguir que Uberto se case con ella. Para despertar sus celos, aparenta tener un furioso pretendiente "el Capitán Tempesta", quien no es otro que Vespone, el criado de la casa disfrazado de militar (su nombre da cuenta de su carácter arisco, violento y pendenciero). Llegan Tempesta y Serpina, y por boca de ésta exige 4.000 coronas de dote como condición para casarse con ella. Uberto rechaza pagar tal suma. Entonces le ponen en la siguiente alternativa: o pagas la dote o tú mismo te casas con Serpina o atente a las consecuencias (ser apaleado por Tempesta). En vista de la actitud grosera que muestra el capitán hacia ella, Uberto siente compasión por Serpina y comienza a dudar de sí mismo (¿será amor o piedad?). Finalmente Uberto se muestra conforme en casarse con Serpina. Serpina y Vespone revelan el truco; a Uberto casi le da un patatús pero se da cuenta de que ha amado a la chica desde el principio. Se casarán y, después de todo, Serpina será ahora la verdadera patrona de la casa. ("Caro, Gioia. Oh Dio").