Vol.1 Número 2, 2011 Ac Actualizacion tualizacion En El Tratamiento De Los Esquizofrenicos ACTUALIZACION EN EL TRATAMIENTO DE LOS ESQUIZOFRENICOS Artículo escrito por el Prof. Dr. Juan José Vilapriño Añé en febrero de 1988 y publicado por Rhodia Argentina División Farmacéutica Dr. Juan José Vilapriño Motivos de esta publicación: Actualizar, resumir y transmitir mi experiencia de casi 30 años tratando esquizofrénicos detallando las mejoras introducidas en los tratamientos y cómo se van superando algunos problemas que presentan los mismos. 1- Un poco de historia…. 2- Los distintos enfoques terapéuticos. 3- Algunos pasos a seguir… 4- Elección del tratamiento y del neuroléptico. 5- Tratamiento de mantenimiento: ese cuestionado. 6- ¿Cuáles pacientes deben hacer tratamiento de mantenimiento? 7- Elección del neuroléptico para el mantenimiento. 8- ¿Cómo efectuar el tratamiento de mantenimiento? 9- Efectos secundarios. 10- Disquinesia tardía: esa nueva invitada a escena. 11- Qué es dable controlar con los neurolépticos. 12- Qué se controla con las otras terapias. 13- Interacciones medicamentosas más importantes. 14- Un aspecto polémico: depresión en la esquizofrenia. 15- Conclusión: donde estamos hoy. 16- Bibliografía que recomiendo Anales de Psiquiatria Clinica y Farmacologia 1 Vol.1 Número 2, 2011 Ac Actualizacion tualizacion En El Tratamiento De Los Esquizofrenicos ACTUALIZACION EN EL TRATAMIENTO DE LOS ESQUIZOFRENICOS 1 . Un poco de historia… Coincidentemente con los grandes centros psiquiátricos mundiales, el Hospital El Sauce de Mendoza, comenzó a convertirse en un hospital más abierto desde los últimos años de la década del cincuenta y primeros de la del sesenta debido a la introducción de la cloropromacina y la reserpina como antipsicóticos. Gracias a la dirección hospitalaria de entonces, cambió la actitud del médico tratante y también, aunque en menor medida la del personal paramédico. Se produjeron numerosas remisiones y mejorías. Así, este hospital psiquiátrico, también fue perdiendo sus características custodiales y/o manicomiales, incrementándose notablemente las altas y permisos, dando lugar al comienzo de actividades laboterapéuticas y terapéuticas ocupacionales entre los internados. En los años 1961 y 1962 fui co – autor de dos trabajos (*) publicados con docentes de la Cátedra de Psiquiatría, vinculados con el Hospital El Sauce. En el primero utilizamos la proclorperazina en veinte pacientes esquizofrénicos de larga estadía en el Hospital, con resultados realmente espectaculares, en el porcentaje de mejorías y remisiones sociales conseguidas. Esto nos motivó para realizar el segundo trabajo, donde incluimos diecinueve esquizofrénicos crónicos con cinco años de evolución mínima, administrándoles trifluoperazina. Trece de ellos remitieron de sus síntomas productivos, cuatro mejoraron, uno quedó sin modificación y uno empeoró. Debo aclarar que cuando efectuamos el segundo trabajo el Hospital seguía transformándose y era cada vez más abierto, con buena parte de estos enfermos haciendo tareas laborales generales, otros practicando deportes, o bien en talleres de terapia ocupacional. En mi criterio, la piedra angular para la obtención de tan buenos resultados fue la utilización de antipsicóticos y, a la vez, el cambio ambiental favoreció estos buenos resultados. A partir de estas experiencias, todos los pacientes esquizofrénicos, aún aquellos cuya patología parecía inmodificable, fueron puestos bajo tratamiento neuroléptico, y participaron en distintas actividades, según sus posibilidades. Como consecuencia, el porcentaje de esquizofrénicos internados bajó en corto tiempo del cincuenta y cinco por ciento al veinte por ciento en relación al total de la población hospitalaria. Destaco que esta última cifra incluía los enfermos lobectomizados en época anterior a los neurolépticos, es decir, enfermos prácticamente inmodificables por tratamiento farmacológico. Resultados similares comunicaron en esa época la mayoría de las grandes instituciones psiquiátricas mundiales. Esta introducción pretende reflejar el impacto que produjo en la Psiquiatría la utilización de modernos psicofármacos; la considero muy importante para interpretar mi posición frente al tratamiento de la esquizofrenia en el momento actual. Anales de Psiquiatria Clinica y Farmacologia 2 Vol.1 Número 2, 2011 Ac Actualizacion tualizacion En El Tratamiento De Los Esquizofrenicos En efecto, estos logros se han mantenido y aún perfeccionado al presente con la aparición de nuevos neurolépticos, como veremos más adelante. Justo es reconocer que también aparecieron algunos problemas vinculados con el tratamiento. Veremos, entonces, sus posibles soluciones, junto con nuevos criterios psicoterapéuticos (terapia familiar) y concepciones ambientalistas (comunidad terapéutica). 2. Los distintos enfoques terapéuticos. Hoy, el tratamiento de la esquizofrenia está vinculado con la concepción etiopatogénica que el terapeuta tiene de esta enfermedad. Así, muchos psicólogos consideran que ella tiene su origen en profundos conflictos de la vida infantil (incluido el difundido criterio de madre esquizofrenógena) que lleva a tratar a estos pacientes exclusivamente con psicoterapia, considerando que es lo único que podría curarlos. Para otros, profesionales de las ciencias sociales, serían precisamente los factores sociales responsables de esta patología y, como consecuencia, serían las terapias sociales o ambientales la que permitirán la recuperación del paciente. En cambio, para la mayoría de los psiquiatras, los aspectos biológicos son fundamentales en el tratamiento de la esquizofrenia. Para éstos, el tratamiento con antipsicóticos es primordial, porque va al proceso de fondo (biológico), no enmascara fenómenos y elimina los síntomas. Para los más entusiastas de ellos, la aparición de los nenurolépticos (1952), fue uno de los grandes acontecimientos médicos del siglo. Personalmente me adhiero a una actitud integradora, donde los distintos aspectos mencionados deben considerarse en la génesis de la enfermedad. Es mi posición vertida ya en un Congreso Nacional y en un relato sobre Aspectos Sociales de la Esquizofrenia publicado en 1977 (*). De allí que considero importante utilizar todas las estrategias que están a nuestro alcance para beneficiar al paciente, a veces simultáneamente, a veces en las distintas etapas terapéuticas, cuando son bien utilizadas. Lo deseable es integrar un equipo psiquiátrico con las distintas disciplinas mencionadas y sin dogmatismos. 3. Algunos pasos a seguir Acorde con lo expresado, considero que para el mejor tratamiento del esquizofrénico debe implementarse un plan o programa: 1°) El primer paso es establecer un buen diagnóstico, tanto psiquiátrico como clínico – somático, para lo cual se impone un concienzudo examen psiquiátrico y también requerir los exámenes complementarios necesarios (TAC, EEG. Laboratorio, etc.). 2°) Una exhaustiva biografía, que nos revelará la existencia o no de aspectos valiosos para el diagnóstico y aún para el tratamiento. 3°) Una correcta indagación sobre la familia, que nos permita recabar antecedentes hereditarios de enfermedad mental y los posibles factores incidentes en la patología del paciente, relacionados con los vínculos afectivos del enfermo y su entorno. 4°) Es importante conocer la actitud familiar ante la enfermedad mental en general ya ante el sujeto enfermo en particular. Esto no sólo es útil para el diagnóstico, sino que es fundamental para el pronóstico, porque nos informa por anticipado como se producirá la reinserción del paciente en el cuerpo familiar, habida cuenta que en la esquizofrenia, aún en las mejores evoluciones, siempre queda un estado residual (defecto o deterioro). Anales de Psiquiatria Clinica y Farmacologia 3 Vol.1 Número 2, 2011 Ac Actualizacion tualizacion En El Tratamiento De Los Esquizofrenicos 5°) El terapeuta debe saber si el episodio es agudo, ya sea como consecuencia de un primer brote, o bien como recaída en un enfermo crónico. Si este es el caso, debe decidir si es necesaria o no la internación. Si presenta gran agresividad, es inevitable su ingreso a una institución psiquiátrica. Igualmente se impone la internación ante delirios muy intensos, alucinaciones, inquietud e insomnio. También en la forma catatónica con estado de tipo estuporoso. 6°) Finalmente, y ante la duda para decidir o no la internación, es muy importante el criterio y la experiencia del médico en el manejo ambulatorio de enfermos agudos, y su perfecta evaluación de las posibilidades de cuidado y contención que el medio familiar ofrece. 4. Elección del tratamiento y del neuroléptico Entre los psiquiatras es hoy opinión generalizada que este tipo de paciente debe ser tratado, primordial y activamente, con antipsicóticos. Sólo se aconseja TEC en algunos pocos casos, con en los episodios catatónicos agudos. La insulinoterapia ha perdido predicamento y casi ha desaparecido como tratamiento porque implica mayores riesgos, y, en estudios controlados, no demostró superioridad en relación con los neurolépticos. La elección del antipsicótico depende de dos factores: 1°) La sintomatología del paciente 2°) La experiencia que el psiquiatra tenga con los distintos antipscóticos En las formas agudas es frecuente el uso de antipsicóticos con acción sedante, como la cloropromacina, la tioridacina, o la clotiapina. Personalmente he tenido muy buenos resultados con cloropromacina y el haloperidol. Se impone recurrir a la vía inyectable cuando se necesita lograr mayor contundencia y rapidez en eliminar los síntomas agudos. Evidentemente la elección del neuroléptico, tanto en la fase aguda como de mantenimiento, es un aspecto importante a pesar de que la mayoría de los trabajos comparativos efectuados y bien controlados, insisten en que no hay diferencia estadística significativa entre la eficacia de los distintos antipsicóticos. A mi juicio, aunque las estadísticas lo nieguen, la práctica enseña que los distintos síntomas y formas clínicas de la enfermedad no responden igual a todos los antipsicóticos. Por otra parte, es necesario aceptar que la asiduidad del manejo y la experiencia de cada psiquiatra con determinado fármaco origina sus preferencias, descontando que es conveniente saber utilizar varios de ellos para tener distintas alternativas. Algunos datos para la elección del fármaco pueden surgir de la historia clínica, dándole importancia al antecedente de que algún familiar enfermo haya respondido bien a un determinado producto, o bien que el enfermo haya tenido anteriormente buena respuesta y tolerancia a ciertos fármacos. A los fines prácticos, una de las clasificaciones más usadas de los neurolépticos es aquella que los divide según la intensidad de la sedación y de la acción incisiva. Algunos autores llaman resocializantes a ciertos neurolépticos (pimozida, fluspirilene, penfluridol), pero en general se considera que la resocialización se produce como consecuencia de la Anales de Psiquiatria Clinica y Farmacologia 4 Vol.1 Número 2, 2011 Ac Actualizacion tualizacion En El Tratamiento De Los Esquizofrenicos desaparición de los síntomas productivos, hecho que favorece el contacto social, la comunicación, etc. En las formas de comienzo insidiosos se suele recurrir desde el principio al tratamiento oral. Personalmente tengo buena experiencia con haloperidol, trifluoperazina, cloropromacina y pimozida. Un medicamento de gran interés teórico es la la clozapina, por su eficacia y por la ausencia de manifestaciones extrapiramidales. Esto último se explica por el bloqueo de la dopamina mesolímbica con ausencia de acción sobre la zona estriada. Lamentablemente, las serias complicaciones hemáticas que produce la han condenado ha desaparecer, pero se piensa que ha de ser la cabeza de un grupo de antipsicóticos que abrirán nuevas expectativas en el tratamiento de esta enfermedad. 5. Tratamiento de mantenimiento: ese cuestionado. Es conocido en psiquiatría que para un mejor pronóstico de la esquizofrenia se hace necesario observar dos reglas: A) Instituir el tratamiento antipsicótico lo más precozmente posible. B) Una vez lograda la remisión de los síntomas, hacer un tratamiento de mantenimiento que evite la repetición de los brotes. La repetición de los brotes implica el aumento progresivo del estado residual del paciente esquizofrénico, lo que a su vez, interrumpe el grado de reinserción familiar, laboral, etc. que hubiere conseguido anteriormente. Sin embargo, en algunos trabajos se ha cuestionado el tratamiento de mantenimiento en la esquizofrenia, porque: 1°) por un lado se dudaba que tuvieran otra acción que la de meros placebos 2°) por otro lado, el tratamiento de mantenimiento puede llegar a producir una enfermedad, en general irreversible, llamada disquinesia tardía. El primer cuestionamiento fue dilucidado con ensayos a doble ciego en miles de pacientes esquizofrénicos a los que se administraron neurolépticos y placebos, los que dieron cifras altamente significativas a favor de los neurolépticos en el tratamiento de mantenimiento de la esquizofrenia. Pero también estos ensayos controlados demostraron que hay pacientes que se mantienen sin síntomas, aún prescindiendo de los fármacos (con placebos), aunque en mi experiencia, estos son muy pocos. Esto último, junto con el segundo cuestionamiento, merece un análisis aparte (Ver punto 6 y 10). 6. ¿ Durante cuánto tiempo se debe hacer tratamiento de mantenimiento ? Para resolver este punto han aparecido últimamente procedimientos Anales de Psiquiatria Clinica y Farmacologia 5 Vol.1 Número 2, 2011 Ac Actualizacion tualizacion En El Tratamiento De Los Esquizofrenicos que intentan predecir si un determinado paciente está propenso a un nuevo episodio, o si, por el contrario, en un determinado momento se lo puede dejar libre de medicación. Con tal fin son utilizados varios métodos: dosaje repetido inyección de apomorfina y, el más reciente y atractivo, es el intento predictivo de los episodios psicóticos dando estimulantes del SNC, que produce liberación de dopamina y/o inhibición en la recaptación de la misma. Este método se basa en la administración de un psicotónico, que en el sujeto normal no produce síntomas psicóticos, pero si los produce en algunos esquizofrénicos que no los tenían al momento de la administración. Se formula así la hipótesis que los enfermos que no responden con síntomas psicóticos al psicotónico administrado pueden ser dejados sin medicación, mientras que los otros necesitarían tratamiento de mantenimiento. Varios son los productos utilizados para tal fin, incluyendo la L – Dopa, pero la que personalmente veo con mayor interés es el metil – fenidato. Con este producto se vienen realizando ensayos desde hace años. En una publicación de EEUU, de julio de 1987 (Ver Bibliografía) se estudiaron 39 pacientes esquizofrénicos con resultados que parecen prometedores para solucionar un problema tan importante. De cualquier manera, el tratamiento inicial debe prolongarse por lo menos un año y luego dilucidar la continuación o no del mismo (mantenimiento). 7. Elección del Neuroléptico para el mantenimiento En este tópico hay hoy bastante coincidencia sobre la conveniencia de utilizar antipsicóticos de acción prolongada, fundamentalmente porque disminuye el número de pacientes necesitados de medicación que abandonan el tratamiento, número considerable con la administración repetida y de corta duración (30% de los casos tratados según algunas estadísticas). Por otra parte, el neuroléptico de acción prolongada, brinda niveles en sangre más estables, más bajos y sin picos. Esto podría disminuir la posible aparición de disquinesia tardía y otros secundarismos. Se utilizan en nuestro medio: pipotiazina (25 a 100 mg mensuales), haloperidol decanoato (50 a 150 mg mensuales), fluspirilene (20 mg por semana). Personalmente utilizo la pipotiazina cuando el paciente presenta ansiedad, trastornos de conducta, de la personalidad o bien algunos síntomas neuróticos. Cuando presenta impulsividad o mucha agresividad opto por el decanoato. En mi criterio el decanoato ejercería un mayor bloqueo sobre la noradrenalina, lo que explicaría también su acción depresora en algunos pacientes. En nuestro país no se encuentra actualmente en venta la flufenacina, tan usada en otros países. 8. Como efectuar el tratamiento de mantenimiento Es muy importante determinar la dosis mínima necesaria para sostener la remisión completa y al mismo tiempo, evitar la posible aparición de disquinesia tardía, u otros Anales de Psiquiatria Clinica y Farmacologia 6 Vol.1 Número 2, 2011 Ac Actualizacion tualizacion En El Tratamiento De Los Esquizofrenicos efectos secundarios que dependen de la dosis. Una de las prácticas más comunes en los centros científicos y académicos es la determinación repetida del nivel plasmático del neuroléptico administrado. Este método no ha logrado los resultados esperados, porque no se encuentra una relación uniforme entre el dosaje y la evolución clínica. Personalmente me incluyo entre los que creen que este problema puede ser resuelto a través de las curvas dosis – respuesta con elevación lenta y progresiva de las dosis y de los niveles plasmáticos, hasta lograr el celling effct (efecto techo) que es, en cada paciente, aquel en donde se consigue el mejor resultado en efectos terapéuticos con la menor dosis posible. Además de conseguir este objetivo de gran importancia, a través de este método se consiguieron datos que permiten proponer para el haloperidol el concepto de “ventana terapéutica”, de una manera similar a lo que ocurre con la nortriptilina entre los antidepresivos. Hay algunas medidas prácticas que también pueden tomarse: suspensión de la medicación los fines de semana, suspensión durante uno más meses al año, etc. 9. Efectos Secundarios Desde un primer momento se observó la aparición de efectos secundarios importantes vinculados al uso de los antipsicóticos: hipotensión ortostática, retención urinaria, visión borrosa, sequedad de mucosas y, los más importantes, por su frecuencia y la perturbación que ocasionaban en los enfermos tratados y en su familia, fueron los síntomas parkinsonianos. También aparecienron luego, con escasa frecuencia, casos con patología hemática ( agranulocitosis y otras). Todos ellos son muy conocidos hoy por el especialista. 10. Disquinesia tardía: esa nueva invitada a escena Finalmente apareció en escena el cuadro clínico más temido en la actualidad, la disquinesia tardía. El temor a la presentación de este cuadro clínico hace que a veces no se trate adecuadamente al paciente, con serias consecuencias para la evolución de la enfermedad y, por ende, para la vida del paciente. La aparición más frecuente es en el sexo femenino, después de los cuarenta años; parece depender directamente del total de neurolépticos consumidos (dosis usadas y duración del tratamiento). No hay estadísticas confiables con respecto a la frecuencia de la disquinesia tardía que, cuando es grave, invalida totalmente al paciente. En mi experiencia de casi treinta años (hospital, cátedra y consultorio), no he observado ningún caso hasta el presente; últimamente se insiste en que hay formas benignas que pueden pasar desapercibidas. Por otra parte, es frecuente que los pacientes sean atendidos por neurólogos y no por psiquiatras. Anales de Psiquiatria Clinica y Farmacologia 7 Vol.1 Número 2, 2011 Ac Actualizacion tualizacion En El Tratamiento De Los Esquizofrenicos 11. Qué es dable controlar con los antipsicóticos Los antipsicóticos son efectivos fundamentalmente frente a los llamados síntomas productivos de la enfermedad: alteraciones del pensamiento y de la sensopercepción (como alucinaciones y delirios), también sobre agresividad e inquietud, etc. 12. ¿Qué se controla con las otras terapias? Los llamados síntomas negativos (abulia, embotamiento afectivo, etc.) no son mayormente modificados por ningún medicamento, pero sí se pueden lograr beneficios con otras terapias: psicoterapia individual, familiar, psicodrama, terapia ocupacional, etc. 12. Interacciones medicamentosas más importantes Sobre este amplio capitulo, solo me referiré a unas pocas. La primera es la vinculada con los agentes antiparkinsonianos, sobre cuya asociación existe una dilatada polémica. Considero criteriosos no usarlos indiscriminadamente, sino únicamente cuando su uso se hace imprescindible; recordemos que potencian los efectos anticolinérgicos de los neuroléptico y disminuyen su absorción. Además, el tratamiento puede producir dependencia. Los tricíclicos compiten con los neurolépticos por las enzimas hepáticas, lo que puede producir aumento del nivel sanguíneo de ambas drogas. Entre los inductores de las enzimas hepáticas es necesario tener en cuenta el consumo de cigarrillos, por la frecuencia de este hábito y porque no suele ser mencionado en relación a esta acción. 14. Un aspecto polémico: depresión en la esquizofrenia Para algunos especialistas, la depresión en la esquizofrenia pone en duda este diagnóstico, porque se puede pensar en otras patologías: psicosis esquizoafectiva, síndrome esquizofreniforme o desarrollo delirante, psicosis maníaco depresiva con delirio. Esto puede ser así cuando la alteración afectiva es predominante o tan importante como el cuadro esquizofrénico, o bien cuando no hay síntomas primarios de esquizofrenia claros. En mi experiencia, he encontrado un número considerable de auténticas esquizofrenias con cuadros depresivos. En estos casos, se debe intentar de entrada psicoterapia y medidas ambientales, pero muy a menudo, se hace necesario además la inclusión de un antidepresivo. Y aquí está el dilema, porque se debe elegir un antidepresivo que aumente lo menos posible la dopamina y Anales de Psiquiatria Clinica y Farmacologia 8 Vol.1 Número 2, 2011 Ac Actualizacion tualizacion En El Tratamiento De Los Esquizofrenicos que tenga poco o ningún efecto anticolinérgico, para “no apretar el freno y el acelerador al mismo tiempo”. Por estas características, el trazodone me parece una buena elección como antidepresivo en la esquizofrenia. 15. Conclusión: donde estamos hoy Diremos que después de la aparición de los neurolépticos en la década del cincuenta y el posterior desarrollo de ellos de la experiencia de su uso en los años sesenta, en éstos últimos veinte años no ha habido en el tratamiento de la esquizofrenia cambios espectaculares. No obstante, hay hechos que los posteriores estudios han ratificado y que es necesario señalar, como es por ejemplo que hay prácticamente unanimidad entre los especialistas en la medicación antipsicótica es de principal importancia, tanto en la fase aguda como en el período crónico de la enfermedad. El énfasis en los años recientes está puesto en aumentar los beneficios y disminuir los riesgos, intentando establecer la dosis mínma requerida en todas las fases del tratamiento. Un aspecto que ocupa y preocupa a los psiquiatras clínicos e investigadores en los últimos años, es buscar estrategias alternativas para aquellos pacientes que no se benefician con la farmacoterapia utilizada habitualmente. Actualmente se está investigando intensamente con respecto a estos esquizofrénicos refractarios a los neurolépticos. Ya existen definidos avances en la aplicación de terapias psicológicas y sociales asociadas con estrategias psicofarmacológicas distintas. El avance en la investigación biológica del cerebro y de los métodos de laboratorio aplicados en psiquiatría también están ayudando a resolver las dificultades. Todos estos diversos, progresivos y lentos avances, están permitiendo disminuir el porcentaje de recaídas y re hospitalizaciones; ha mejorado la calida de adaptación de los enfermos al medio y se han reducido los efectos adversos de la medicación. Todo esto constituye, en su conjunto, hechos de gran importancia para pacientes, su familia y la sociedad. 16. Bibliografía que recomiendo 1- ECHEGOYEN, RH. HERRERA, JJ. VILAPRIÑO, JJ. ZOGBI, S. “Ensayo Clínico con Prorclorperazina”. El día Médico. Bs As. Octubre 1961, pág 2528. 2- HERRERA, JJ. VILAPRIÑO, JJ. COSTANZO, CJ. “ Observaciones Clínicas en el tratamiento de esquizofrénicos con trifluoperazina”. La Prensa Médica Argentina. Bs As. Vol 49. N° 2. 1962, pág 630 – 644. 3- KANE, JM. “Treatment of Schizofrenia”. Bulletin National Institute of Mental Health. Governement Printing Office. Washington DC 20402. USA. Vol 13. N°1. 1987, pág 133 – 156. Anales de Psiquiatria Clinica y Farmacologia 9 Vol.1 Número 2, 2011 Ac Actualizacion tualizacion En El Tratamiento De Los Esquizofrenicos 4- KAPLAN, HI. SADOCK, BJ. “Comprehensive Textbook of Psychiatry IV”. Vol One. Fourth Editions. Williams & Wilkins. Baltimore – London. 1985, pág 713 – 724. 5- KAPLAN, HI. SADOCK, BJ. “Comprehensive Textbook of Psychiatry IV”. Vol Two. Fourth Edition. Williams & Wilkins. Baltimore – London. 1985, pág 1481 – 1513. 6- LIEBERMAN, JA. KANE, JM. SARANTAKOS, S. GADALETA, D. WOERNER, M. ALVIR, J. RAMOS LORENZI,J. “Prediction of Relapse in Schizofrenia”. Archives of General Psychiatry. Los Angeles. Vol 44. N°7. Julio 1987, pag 597 – 603. 7- LADER MALCOM. “Introduction to psychopharmacology”. The Uphohn Company. Kalamazoo – Michigan. 1980, pag 51 – 67. 8- LIPTON, M. DI MASCIO, A. KILLAN, K. “Psicofarmacología a los treinta años de progreso”. Espasa. Barcelona. España. 1982, pag 1267 – 1326. 9- VILAPRIÑO, JJ. “Aspectos Sociales de la Esquizofrenia”. Revista de Psiquiatría. Hospital El Sauce. N° 3. Mendoza. Argentina. 1977. Anales de Psiquiatria Clinica y Farmacologia 10