LA CIUDAD DE TORRIJOS Ciudad de unos 12.000 habitantes, se encuentra situada a unos 26 Km al noroeste de Toledo, en una depresión entre los ríos Tajo y Alberche. La fundación de Torrijos se pierde en el origen del tiempo, aunque el hecho de su denominación parece proceder del término romano "turris" torre, lo cual es indicativo de la existencia de algún elemento defensivo en tiempo de Roma. El poblamiento de Torrijos tomo mucho impulso en la época visigoda por su proximidad a la capital de la España de entonces, Toledo. Posteriormente, con la entrada de los musulmanes en la Península, Torrijos se convierte en una población en la que estos conquistadores dominan la ciudad. Se establecieron en la zona conocida con el nombre de Puerta de Maqueda, y aún en la actualidad se aprecia el urbanismo típico de una ciudad árabe, con calles estrechas y tortuosas, adarves o callejones sin salida, así como una serie de nombres que nos hacen recordar la existencia de esta población, como son El Moro, El oriente, El Norte, Las Vistillas, El Sol, La Corrala, etc. En la famosa batalla de Las Navas de Tolosa, en 1212, además del monarca Alfonso VIII, intervino en su ayuda el arzobispo de Toledo Jiménez de Rada, a quien tras la sonada victoria, el rey se la regaló, pasando inmediatamente a propiedad del cabildo de la catedral, lo cual duró hasta finales del siglo XV, en que fue adquirida por Gutierre de Cárdenas. Ya en el reinado de Pedro I, “el Cruel”, se mandó construir un alcázar o palacio, que posteriormente el Rey regaló a su amante Dª María de Padilla, con la que tuvo a su hija Beatriz, palacio que sirvió durante siglos como convento de monjas concepcionistas. Se trata del Palacio que nos acoge durante el Acto de Clausura del Curso, una vez restaurado a finales de la década de 1990 y actualmente utilizado como sede del Consistorio de la ciudad. En el siglo XV, Torrijos fue residencia del monarca Juan II en distintas ocasiones. De igual modo, está documentada la presencia de Alfonso XI, Juan II, Enrique IV e Isabel la Católica. Precisamente fue en tiempos de los Reyes Católicos cuando el Contador Mayor del reino, Gutierre de Cárdenas, compra al cabildo de Toledo esta ciudad, nombrándola inmediatamente villa (1482). Los años finales del siglo XV y principios del XVI, se corresponden con el período de esplendor de Torrijos, construyéndose la Colegiata, el Palacio de los Señores de Maqueda (desaparecido), el Hospital de la Consolación, la Muralla (desaparecida), el Hospital de la Santísima Trinidad y el citado Palacio de Don Pedro de Castilla. Posteriormente, la ciudad y su riqueza artística y monumental se resintieron con la invasión napoleónica, las guerras carlistas y los conflictos que se vivieron con la llegada de la II República, entre marxistas y conservadores y que culminaron con la Guerra Civil. A partir de los años ochenta del siglo pasado, Torrijos comienza a adquirir el aspecto que hoy conocemos, tanto en lo urbano como en la prosperidad económica que hoy vive la ciudad, capital de la comarca que lleva su nombre. En la actualidad, disfruta de una buena infraestructura de centros de enseñanza, culturales, deportivos y juveniles.