constituye la única esperanza de curar su enfermedad y, por lo tanto, de conservar la vida con un nivel de calidad aceptable. ¿Quién puede beneficiarse de un trasplante? Todos los enfermos con insuficiencia renal que son tributarios de un tratamiento de diálisis tres veces por semana para poder sobrevivir; los enfermos que padecen determinadas enfermedades incurables de corazón, hígado o pulmón con una esperanza de vida corta; los enfermos con una diabetes no controlable que les puede conducir a la ceguera y a la insuficiencia renal; los enfermos ciegos por diferentes causas; y también los enfermos que requieren la reposición de algún tipo de tejido. Son muchas, pues, las personas que se pueden beneficiar de un trasplante. ¿Qué partes del cuerpo son útiles para un trasplante? Aparte de los órganos sólidos (riñones, hígado, corazón, pulmones y páncreas), también se pueden trasplantar tejidos como huesos, piel, válvulas cardíacas, segmentos vasculares, córneas, cultivos celulares y células progenitoras de la hematopoyesis (médula ósea, sangre de cordón umbilical, sangre periférica). ¿Qué es la donación? La donación es un acto altruista por el cual una persona o su familia manifiesta la voluntad de que, a partir del momento de su muerte, cualquier parte de su cuerpo que sea apta para el trasplante pueda ser utilizada para ayudar a otras personas. Además del trasplante procedente de un donante cadáver, un enfermo también puede recibir un órgano o tejido de donante vivo. La inmensa mayoría de los trasplantes son de donante cadáver, pero en determinadas circunstancias se puede obtener un órgano (un riñón, por ejemplo) o una parte de un órgano (parte del hígado), o una parte de tejido (membrana amniótica o tejido óseo procedente de una intervención), La donación y el trasplante 61