Modelo de informe de evaluación

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Modelo simplificado de informe de evaluación
Programa Madre GÉNESIS-SEFH. Versión nº 3.0
Septiembre 2005
OSIGRAFT®
en pseudoartrosis “recalcitrante” de huesos largos
(Informe para la Comisión de Farmacia y Terapéutica del CHU Juan Canalejo)
Fecha 13/04/2007
1.- IDENTIFICACIÓN DEL FÁRMACO Y AUTORES DEL INFORME
Fármaco: Osigraft®
Indicación clínica solicitada: Pseudoartrosis recalcitrante de huesos largos
Autores / Revisores: Ángeles Porta Sánchez
Declaración Conflicto de Intereses de los autores: Ninguno
2.- SOLICITUD Y DATOS DEL PROCESO DE EVALUACIÓN:
Facultativo que efectuó la solicitud: Dr. Fraga García
Servicio: Traumatología
Justificación de la solicitud: Tratamiento de pseudoartrosis “recalcitrante”, intervenidas sin
éxito por otros medios, en base a una mayor eficacia en comparación con el tratamiento con
plasma rico en plaquetas.
Fecha recepción de la solicitud: 12 de Enero del 2007
Petición a título: Individual
3.- AREA DESCRIPTIVA DEL MEDICAMENTO.
Nombre genérico: Eptotermina alfa (Proteina osteogénica-1 humana recombinante) en
colágeno bovino (“andamio” bioabsorbible)
Nombre comercial: Osigraft®
Laboratorio: Striker Howmedica Iberica
Grupo terapéutico. Denominación: Proteína Morfogénetica Ósea,
Código ATC :M05BC02
Vía de administración: Colocación quirúrgica directa en el defecto, en contacto con la
superficie ósea preparada.
Tipo de dispensación: Uso hospitalario
Vía de registro: Centralizado por la EMEA
Presentaciones y precio
Forma farmacéutica y dosis
Envase
Código
Coste por unidad PVP con
IVA
Coste por unidad
PVL con IVA
Osigraft® 3,5 mg vial Polvo para
suspensión implantable
1 unidad
914606
3.993,29 €
3.794 €
4.- AREA DE ACCIÓN FARMACOLÓGICA.
4.1 Mecanismo de acción.
El principio activo, eptotermina alfa, inicia la formación ósea induciendo la citodiferenciación en
células mesenquimatosas que acuden a la zona del implante desde la médula ósea, el periostio
y el músculo. Una vez ligado a la superficie celular, el principio activo produce una sucesión de
eventos celulares que llevan a la formación de condroblastos y de osteoblastos, que
desempeñan una función clave en el proceso de formación ósea. La matriz de colágeno es
insoluble y consta de partículas cuyo tamaño oscila entre 75 y 425 µm. Esta matriz proporciona
un "andamio" bioabsorbible adecuado para los procesos de diferenciación y proliferación
celular anclaje dependientes e inducidos por el principio activo. Los eventos celulares inducidos
por el principio activo se producen dentro de esta matriz de colágeno. La matriz es también
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osteoconductiva y permite el crecimiento óseo hacia el interior del defecto desde el hueso sano
circundante.
El nuevo hueso formado es mecánica y radiográficamente comparable al hueso normal. El
hueso nuevo se remodela de forma natural, formando corticales y generando los elementos
medulares. Sin embargo, el uso de Osigraft® no garantiza la reparación; es posible que se
deban realizar otras intervenciones quirúrgicas.
4.2 Indicaciones clínicas formalmente aprobadas y fecha de aprobación
Tratamiento de la Pseudoartrosis tibial de al menos 9 meses de duración, debida a
traumatismo, en pacientes con esqueleto maduro, en casos en los que el tratamiento con
autoinjerto no haya dado resultado previamente o sea inviable.
4.3 Posología, forma de preparación y administración.
El tratamiento requiere una sola intervención quirúrgica. Dependiendo del tamaño del defecto,
se puede necesitar más de un vial de Osigraft®. La dosis humana máxima no debe sobrepasar
los 2 viales, ya que no se ha establecido la eficacia en el tratamiento de pseudoartrosis con
defectos óseos que requieran dosis más altas.
Osigraft® se administra por colocación quirúrgica directa en el defecto, en contacto con la
superficie ósea preparada. Posteriormente, los tejidos blandos que rodean el área se cierran
alrededor del implante. La experiencia de ensayos clínicos controlados se limita a la
estabilización de la fractura con la aplicación concomitante de clavos intramedulares.
Técnica de administración:
1. Reconstitución del vial de Osigraft®: Cada vial de Osigraft® se reconstituye con 2-3 ml de
SF. Una vez reconstituída, debe utilizarse inmediatamente la solución implantable (de un solo
uso). La consistencia de Osigraft®, una vez reconstituido, es similar a la de la arena húmeda, lo
que facilita su implantación y colocación en zonas con defectos óseos.
2. Requiere desbridar el tejido fibroso, necrótico o esclerótico y decorticar el hueso lo suficiente
para que el Osigraft® reconstituido entre en contacto directo con el hueso sangrante y con el
tejido óseo viable.
3. Se debe practicar una hemostasia adecuada para asegurarse de que Osigraft® no queda
desplazado del área quirúrgica. Irrigar según sea necesario antes de la implantación de
Osigraft®.
4. Aplicar Osigraft® en la zona preparada de tejido óseo. La cantidad de Osigraft® a utilizar
debe ser de un tamaño similar al del defecto óseo.
5. Cerrar los tejidos blandos alrededor del defecto que contiene Osigraft® con el material de
sutura elegido. El cierre es vital para mantener el implante en el área del defecto.
4.4 Farmacocinética.
No existen datos relativos a la farmacocinética del principio activo en el hombre. No obstante,
los resultados de los estudios de implantación de Osigraft en animales demuestran que en su
mayor parte el principio activo eptotermina alfa no presenta disponibilidad sistémica.
4.5 Características comparadas con otros medicamentos con la misma indicación
disponibles en el Hospital/mercado
Para esta patología no están disponibles otros medicamentos.
5.- EVALUACIÓN DE LA EFICACIA.
Introducción.
Cuando ocurre una fractura, el mecanismo de reparación ósea puede tomar dos caminos: el
primero, al proceso reparativo, y el segundo, sufrir trastornos en cualquiera de los eslabones de
su cadena natural de acontecimientos y retardar o no completar la consolidación.
La fractura (osteotomía o artrodesis) que no consolida se define como seudoartrósica, por lo
que esta definición incluye: incapacidad completa de la consolidación por fracaso definitivo de
la osteogénesis, determinada clínica y radiográficamente; fracturas que no consolidan en un
tiempo dado, 8 meses para los ingleses (non union) o 6 meses para otros; fracturas que por
razón biológica o mecánica no consolidan espontáneamente, por lo que se considera como
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seudoartrósicas a algunas fracturas desde el traumatismo inicial, como por ejemplo, las
fracturas con pérdida ósea.
La pseudoartrosis o falta de unión ( “non-union”) es una complicación común subyacente a las
fracturas de huesos, con una prevalencia que varía entre el 2.5 y el 46%, dependiendo de la
localización y gravedad de la lesión.
Tradicionalmente las pseudoartrosis se dividen en tres tipos: atróficas, oligotróficas e
hipertroficas. Las pseudoartrosis atróficas se caracterizan por la escasa o nula formación de
callo, mientras que en las oligo e hipertróficas tienen como principal inconveniente una
insuficiente estabilidad mecánica por lo que generalmente evolucionan favorablemente con
tratamiento mecánico (fijaciones internas o externas).
En el caso de las pseudoartrosis atróficas es esencial además un tratamiento biológico como el
injerto de hueso. El autoinjerto es el tipo más usado y la fuente principal de hueso es la cresta
ilíaca debido al hecho de ser una fuente rica en células osteo-progenitoras y factores de
crecimiento, a la cantidad de hueso y a su relativa facilidad de extracción.
Además del autoinjerto de hueso se pueden utilizar otros materiales como el aspirado de
medula ósea, aloinjerto de hueso, matriz osea desmineralizada (DBM), cerámicas, plasma rico
en plaquetas (PMP) o proteinas óseas morfogénicas (BMP´s)
Los injertos de hueso autogénico y los injertos con sustitutos del hueso pueden proporcionar
propiedades osteogénicas, osteoinductoras u osteoconductoras pero el autoinjerto de hueso es
el único material que posee las tres propiedades.
El éxito de autoinjerto en el tratamiento de pseudoartrosis atróficas está bien establecido. En el
tratamiento de “no uniones” tibiales con injerto de hueso de cresta ilíaca (ICBG) en un medio
mecánicamente estable se alcanzan unos ratios de unión del 87 al 100%. Se consiguen
porcentajes similares en otros tipos de pseudoartrosis. Este tratamiento presenta el
inconveniente de que la operación tiene una duración superior, ya que hay que abrir un
segundo foco para extraer la cresta, y que por tanto hay un mayor riesgo de infección. Se
informa de un porcentaje de pacientes entre el 6% y el 31% que padecen de dolor crónico en el
lugar de extracción. Además hay que tener en cuenta que en algunos casos no se puede
extraer la cresta porque ya están vacías por intervenciones quirúrgicas anteriores, o por mala
calidad ósea, o porque se trata de pacientes excesivamente obesos y la cresta es de difícil
acceso.
El plasma rico en plaquetas (PRP) es únicamente osteoinductor. PRP provee al hueso de
numerosos factores de crecimiento necesarios para la unión. Desafortunadamente estudios
clínicos no han observado el mismo éxito en el tratamiento con PRP que con productos
osteoinductores (ej proteinas morfogéneticas óseas). Esto puede ser debido a la menor
concentración de factores de crecimiento que pueden ser extraÍdos de esta manera
(aproximadamente 5 veces la concentración de plasma).
Las proteínas morfogenéticas óseas (BMPs) constituyen un grupo de sustancias
osteoinductoras pertenecientes a la superfamilia de factores de transformación del crecimiento
tipo Beta (TGF-β) cuya relevancia clínica representa la ruta final común de los numerosos
elementos que intervienen en el proceso de reparación de fracturas óseas. La BMP-7,
denominada eptotermina alfa, es la primera BMP comercializada para el tratamiento de
seudoartrosis.
5.1 Ensayos clínicos disponibles para la indicación clínica evaluada.
5.2.a Resultados de los ensayos clínicos.
El principal estudio que evaluó la eficacia y seguridad de eptotermina alfa (OP-1), fue el
estudio de Friedlaender G y col. En este estudio se comparó OP-1 con autoinjerto de hueso
(considerado como el gold estándar) en el tratamiento de no uniones tibiales establecidas con
al menos 9 meses de duración. Se trata de un estudio prospectivo, aleatorizado, parcialmente
ciego en 122 pacientes con 124 no-uniones tibiales en los que se comparó la aplicación de OP1 frente a autoinjerto, en ambos grupos se aplicaron de forma concomitante clavos
intramedulares.
La evaluación clínica incluyó la valoración del dolor en el punto de fractura (ninguno,
leve, moderado o severo) y la capacidad de soportar peso en la extremidad implicada (ninguna,
parcial o total), que se evaluaron en las 24 meses posteriores a la cirugía, siendo la variable
principal el resultado de ambos parámetros a los 9 meses. Se definió éxito clínico cuando un
paciente soportaba el apoyo total del peso (por parte de la extremidad afectada), dolor en el
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lugar de fractura menor que severo y la no necesidad de reintervención quirúrgica a los 9
meses. Otros parámetros evaluados fueron el nivel de satisfacción del cirujano con el proceso
de curación a los 9 meses, la duración de la intervención quirúrgica, el volumen de hemorragias
perioperatorias y el tiempo de estancia hospitalaria. Además en los pacientes que se
sometieron a autoinjerto, se evaluó el grado de dolor en el punto de donación del autoinjerto.
Se realizó además una evaluación radiológica (3 radiólogos ciegos al tratamiento) que evaluó
la existencia de fusión con nuevo hueso existía en el sitio de fractura y cuántos de un total de 4
puntos de fusión eran aparentes.
Se utilizó un único vial de OP-1 en 47 de 63 no uniones. En el grupo tratado se incluyó
un mayor porcentaje de pacientes con autoinjertos previos (43% vs 31%). Los pacientes
incliuidos en el estudio tenían una edad media de 36 años y presentaban una duración media
de la desunión de 17 meses. Un alto porcentaje de pacientes del grupo de OP-1 eran
fumadores (74% en el grupo de OP-1 vs 57% en el grupo de autoinjerto) y presentaba una
mayor prevalencia de no uniones atróficas (41% vs 25%), ambos factores pronóstico negativos
para la curación de fracturas..
Referencia: Friedlaender G y col. Osteogenic protein-1 (bone morphogenetic protein-7) in the treatment of
tibial nonunions.J Bone Joint Surg Am. 2001;83-A Suppl 1(Pt 2):S151-8
Breve descripción del ensayo, haciendo constar los aspectos más relevantes sobre:
-Nº de pacientes: 122 pacientes con 124 no uniones tibiales
-Diseño: estudio Fase III, prospectivo, aleatorizado, parcialmente ciego.
-Tratamiento grupo activo y tratamiento grupo control: OP-1 63 no uniones; autoinjerto: 61 no uniones.
-Criterios de inclusión: pacientes con no unión tibial de 9 meses de duración sin evidencia de curación en los 3 meses
previos.
Resultados eficacia
Tabla 1.
Variable evaluada en el estudio
OP-1
63 fracturas (61
pac)
Éxito clínico *
81%
Éxito según criterios radiológico* (al
75%
menos
1
punto
de
unión)
Reintervención quirúrgica*
5%
Satisfacción del médico*
86%
Pérdida de sangre operatoria (mL)
254 (10-1.150)
Tiempo de intervención (min)
169 (58-420)
Duración de la estancia hospitalaria
3,7 (0 – 18)
(días)
* a los 9 meses ; NS: no significativo
Autoinjerto
61 fracturas
(61 pac)
85%
84%
Diferencia Riesgo
Absoluto
P
4%
9%
0,524
0,218
10%
90%
5%
4%
0,276
0,447
345 (35-1.200)
178 (58-420)
4,1 (1-24)
91
9
0,4
0.049
NS
NS
Las tasas de éxito fueron comparables entre OP-1 y el autoinjerto óseo cuando se
evaluaron a los 9 y a los 24 meses tras la cirugía. A los 9 meses de la cirugía el 81% de los
pacientes del grupo OP-1 y el 85% del grupo de autoinjerto presentaron un resultado clínico
satisfactorio (a los 2 años de observación el 82% de los pacientes de ambos grupos se
consideraon éxito clínico).
La duración de la estancia, el tiempo de intervención y la pérdida de sangre operatoria
en el grupo de autoinjerto tienden a ser superiores, pero está en relación con la extracción de
hueso donado. Todos los pacientes del grupo del autoinjerto refirieron dolor en el punto de
donación tras la intervención, y más de un 80% refirió dolor de intensidad moderada a severa.
Más del 20% de los pacientes presentaba dolor persistente, conintensidad leve a moderada a
los 6 meses y un 13% tuvo dolor persistente a los 12 meses.
En relación a la seguridad, todos los pacientes presentaron algún efecto adverso,
generalmente leve a moderado, incluyendo secuelas postoperatorias como fiebre, náuseas y
vómitos, edema de piernas, disconfort y hematoma en el punto de intervención. La incidencia
de estos efectos adversos fue similar entre ambos grupos. El 44% de los pacientes de ambos
grupos comunicó efectos adversos graves, ninguno relacionado con OP-1 o con el autoinjerto
óseo. Se registró osteomielitis en el punto de fractura en el 21% de los pacientes, después de
tratamiento con autoinjerto pero en sólo el 3% de los pacientes que recibieron OP-1 (p=0,002).
En el informe EPAR de la EMEA (2004), en base a los resultados del ensayo clínico
referido anteriormente, indican que OP-1 no debe considerarse como tratamiento de primera
línea de no unión tibial debido a que tras un análisis por protocolo no se pudo demostrar la no
inferiordad de OP-1 frente al autoinjerto de hueso (considerado el gold estándar), aunque sí
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demostró la no inferioridad en términos de curación clínica (dolor de intensidad no severa,
apoyo completo de la carga).
Ristiniemi et al (J Bone Joint Surg Br. 2007 Feb;89(2):265-72) investigaron si la unión
en las fracturas distales de tibia podía verse mejorada usando OP-1. La osteoinducción con
OP-1 fue utilizada en 20 pacientes con fractura distal de tibia que habían sido tratados con
fijación externa (grupo BMP). La curación de la fractura fue comparada con otros 20 pacientes
con tratamiento similar a excepción de OP-1. Se observó un mayor éxito de curación
significativo en el grupo OP-1 a las 16 (p=0.039) y a las 20 semanas (p=0.022). El tiempo de
unión, la duración de la incapacidad para el trabajo y el tiempo de fijación externa necesaria
también fueron significativamente inferiores en el grupo OP-1. Fue necesaria reintervención en
2 pacientes en el grupo OP-1 y en 7 del grupo control. Concluyen que OP-1 puede promover la
unión de fracturas distales de tibia tratadas con fijación externa.
Zimmermann et al (Unfallchirurg. 2006 Jul;109(7):528-37) describieron la experiencia
en 21 patientes con no nunión de fracturas de huesos largos. Un total de 23 unidades de
OP-1 se implantaron en el fémur (7), tibia (12), húmero (2) y antebrazo (2). En 15 de los casos
el OP-1 se combinó con injerto óseo y en 8 pacientes se utilizó como procedimiento único. No
se documentaron complicaciones peri- o postoperatorias. Tras un seguimiento mínimo de 6
meses, 22/23 implantes fueron satisfactorios con curación ósea desde el punto de vista clínico
y radiológico (un paciente no mostró consolidación de la no unión).
Bong M et al (Bull Hosp Jt Dis. 2005;63(1-2):20-3) realizaron un estudio prospectivo
para determinar la eficacia de OP-1 como adyuvante en el tratamiento de 23 pacientes (8
fumadores y 3 alcohólicos crónicos) con no uniones atróficas de la diáfisis humeral. Se aplicó
OP-1 junto con autoinjerto óseo, aloinjerto óseo o con matriz ósea demineralizada (ningun
paciente recibió aloinjerto óseo sólo debido a que carece de propiedades osteoinductivas).
Todas las fracturas presentaron una unión eventual. Se comunicaron 4 efectos adversos
retardados en el periodo de seguimiento: contractura braquial, infección de herida superficial,
osificación heterotópica y parálisis del nervio lunar.
Bilic R et al (Int Orthop. 2006 Apr;30(2):128-34) aleatorizaron 17 pacientes con no
unión del escafoides al polo proximal a los siguientes tratamientos:
(1) injerto autólogo de cresta ilíaca (n=6)
(2) injerto autólogo de cresta ilíaca + OP-1 (n=6)
(3) injerto alogénico de cresta ilíaca + OP-1 (n=5).
Se realizó una evaluación clínica y radiológica durante un periodo de seguimiento de 24
semanas. La combinación de OP-1 con hueso autólogo o con hueso alogénico mejoraba la
actuación de ambos y reducía el tiempo de curación radiográfico a 4 semanas en comparación
con las 9 semanas del grupo 1. La adición de OP-1 a hueso alogénico igualaba los resultados
del procedimiento con injerto antólogo, por lo que evitaría el procedimiento de recolección de
huieso antólogo.
Dimitriou (Injury. 2005 Nov;36 Suppl 4:S51-9) evaluaron la eficacia y seguridad de OP1 como agente estimulante en el tratamiento de no uniones de fracturas persistentes. 25
pacientes (26 fracturas) recibieron de forma consecutiva, tratamiento con OP-1 (seguimiento
medio 15,3 meses). Las no uniones se localizaban en: tibia (10), fémur (8), humero (3), ulnar
(3), patelar (1) y clavícula (1). El número medio de intervenciones previas a OP-1 fue 3.2,
utilizando injerto óseo antólogo e inyección de médula ósea en 10 casos (38.5%). La unión
clínica y radiológica se documentó en 24 (92.3%) casos, en un tiempo medio de 4.2 meses y
5.6 meses, respectivamente. De los restantes 2 pacientes, se realizó una amputación de rodilla
secundaria a una sepsis a un paciente. El otro paciente con no unión ulnar recalcitrante
presentó unión radiologica incompleta, aunque reachazó una intervención posterior. Ninguna
complicación o efecto adverso se atribuyó al uso de OP-1.
Se han realizado estudios para evaluar la utilización de OP-1 como alternativa al
autoinjerto para favorecer la fusión entre las vértebras en la cirugía de fusión lumbar,
aplicada en diversas patologías de la columna espinal (indicación no autorizada). Se ha
publicado un Informe de Evaluación de la proteína-1 osteogénica en la cirugía de fusión
lumbar, elaborado por la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía
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(AETSA, 2006). En dicho informe se evaluaron 3 ensayos clínicos que compararon la
utilización de OP-1 en comparación a injerto de hueso antólogo de cresta iliaca (2 estudios) y
frente a autoinjerto local más cerámicas de fosfato cálcico. Los autores refieren que en ninguno
de los aspectos valorados, ni clínicos ni radiológicos, se ha demostrado la superioridad del
tratamiento con OP-1 respecto a la intervención con autoinjerto. En relación a la seguridad, en
ninguno de los estudios se hace mención a la aparición de anticuerpos anti-proteínas
osteogénica. En uno de los estudios se indica la ausencia de toxicidad sistémica, ausencia de
formación de hueso ectópico o de estenosis espinal recurrente, aunque hubo un caso de
pesudoartrosis sistémica que requirió cirugía de revisión.
6. EVALUACIÓN DE LA SEGURIDAD.
6.1 Descripción de los efectos secundarios más significativos (por su frecuencia o
gravedad)
Osigraft® se implanta mediante un proceso de intervención quirúrgica invasiva, por ejemplo,
durante la reducción abierta de una zona fracturada. Algunos de los efectos adversos
producidos por este tipo de intervenciones quirúrgicas, y no específicamente asociados con el
medicamento, son: infección de la herida, osteomielitis, complicaciones del soporte mecánico,
hematoma, dehiscencia, náuseas, fiebre y dolor. La incidencia de estos efectos en estudios
clínicos fue >10%. Sin embargo, no hubo diferencias en la incidencia de estos efectos en
comparación con pacientes sometidos a autoinjertos óseos, excepto en el caso de
osteomielitis, cuya incidencia fue estadísticamente superior en el grupo autoinjertado.
En los ensayos clínicos se informó con frecuencia de los siguientes efectos adversos (>1/100,
<1/10): eritema, hipersensibilidad e hinchazón en la zona del implante, así como osificación o
miositis osificante heterotópicas.
6.2 Seguridad. Ensayos Clínicos comparativos.
(Ensayos preclínicos)
Se han realizado estudios de dosis única y de dosis repetidas en diversos modelos animales
(ratas, perros y primates), cuyos resultados no muestran efectos tóxicos no previstos o
sistémicos durante el período de observación y después de la administración.
En un estudio de 2 años con implantación subcutánea en ratas, se observó formación ósea
heterotópica según se había previsto. Se asoció sarcoma a la presencia a largo plazo del
hueso heterotópico. Este efecto, denominado carcinogenicidad de estado sólido, se ha
observado frecuentemente en ratas a las que se les han implantado subcutáneamente
materiales sólidos (plásticos o metales).
La osificación heterotópica se da normalmente en el hombre a consecuencia de un
traumatismo accidental o quirúrgico. La osificación heterotópica también puede ocurrir después
del uso. No obstante, hay pruebas que sugieren que la osificación heterotópica no está
relacionada con el sarcoma en el hombre.
6.4 Precauciones de empleo en casos especiales,
Advertencias y precauciones especiales de empleo
Osigraft no brinda fuerza biomecánica y, si se necesita estabilización mecánica inicial, se
deberá usar con una fijación externa o interna. No obstante, puede que una fijación externa no
garantice una inmovilización suficiente. El movimiento en la zona de seudoartrosis podría
afectar al proceso de curación de la fractura. La experiencia obtenida en ensayos clínicos
controlados se limita a la estabilización de la seudoartrosis tibial con la aplicación concomitante
de clavos intramedulares. En la mayoría de los casos se han utilizado clavos de bloqueo
intramedulares.
El uso de Osigraft no garantiza la reparación; tal vez sea necesario realizar otras
intervenciones quirúrgicas.
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Cualquier material desplazado de la pseudoartrosis puede provocar osificación ectópica en los
tejidos circundantes con posibles complicaciones. Por lo tanto, Osigraft® sólo puede
administrarse en el defecto si se dispone de una visión adecuada y con sumo cuidado. Debe
prestarse especial atención para evitar cualquier pérdida de Osigraft® debido a irrigación,
cierre defectuoso del tejido circundante o hemostasia inadecuada.
Tras la administración de Osigraft®, se detectaron anticuerpos de la proteína OP-1 en el 66%
de los pacientes del estudio sobre pseudoartrosis tibial. El análisis de estos anticuerpos indicó
que el 9% presentaba capacidad neutralizadora. Sin embargo, en los estudios clínicos no se
observó asociación alguna con el resultado clínico ni con efectos secundarios. Deberá tenerse
en cuenta la respuesta inmunitaria a Osigraft® y realizarse las pruebas necesarias para
detectar la presencia de anticuerpos en suero en aquellos casos en que se sospeche de la
existencia de un efecto modulatorio inmune no deseado, incluidos aquellos casos en los que
Osigraft® resulte ineficaz.
Dado que no existe experiencia al respecto, se deberá evitar el uso repetido de Osigraft®.
Contraindicaciones
Osigraft® no debe utilizarse en el tratamiento de pacientes: que presenten hipersensibilidad
confirmada al principio activo o al colágeno, con inmadurez esquelética, que padezcan
enfermedad autoinmune conocida (artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico,
esclerodermia, síndrome de Sjögren y dermatomiositis/polimiositis), con infección activa en la
zona de seudoartrosis o infección sistémica activa, alteraciones vasculares y de la integridad
cutánea en el área de la seudoartrosis ante fracturas vertebrales, que presentan seudoartrosis
secundaria a fracturas patológicas, enfermedades óseas metabólicas o tumores, que presenten
tumores próximos a la seudoartrosis, en tratamiento con quimioterapia, radioterapia o con
inmunosupresión, o durante el embarazo.
Interacciones
No se han realizado estudios de interacciones.
7. AREA ECONÓMICA
7.1-Coste tratamiento / día y coste del tratamiento completo
Osigraft® 3,5 mg vial Polvo para suspensión implantable
3.794
1-2 viales
3.794 – 7.588 €
Precio unitario (PVL+IVA) *
Posología
Coste tratamiento completo
Se recoge el coste de la aplicación de 1 ó 2 viales de Osigraft®, aunque en la mayoría de los
trabajos que recogen este dato se aplicó un solo vial en cada intervención.
7.2.b-Coste eficacia incremental estudios publicados
Se dispone de un estudio farmacoeconómico publicado que compara los costes de tratamiento
de no unión de fracturas presistentes antes y después de la utilización de OP-1 (Dahabreh Z
(Injury. 2007 Mar;38(3):371-7). Se analizó el coste de 25 fracturas (tibia (9), femoral (8), humero
(3), ulnar (3), patelar (1), y clavícula (1)), de las cuales 9 fueron tratadas con OP-1 solo y 16
utilizando OP-1+injerto óseo).
El número medio de procedimientos por fractura antes de la aplicación de OP-1 fue 4.16,
versus 1.2 tras su aplicación. A todos los pacientes se les aplicó 1 vial de OP-1 / intervención.
La estancia media hospitalaria y el coste del tratamiento por fractura antes y despues de recibir
tratamiento con OP-1 fue:
Antes del tratamiento con OP-1
Después de tratamiento con OP-1
Estancia media hospitalaria
26,84 días
7,8 días
7
Coste del tratamiento/fractura
13.844,68 ₤
7.338,4 ₤
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Los autores refieren un coste global del tratamiento de fracturas persistentes un 47% inferior
utilizando OP-1 en comparación a los numeros tratamientos previos con resultado
insatisfactorio (p=0.001). Indican que el tratamiento de la no-unión de una fractura es costoso,
pero que podría verse reducido por la administración precoz de OP-1 en caso de complejas no
uniones persistentes o complejas.
7.3Estimación del número de pacientes año candidatos al tratamiento en el hospital,
coste estimado anual y unidades de eficacia anual.
Se estima que durante un año serán tratados un total de 12-16 pacientes con el nuevo
fármaco. El coste anual adicional para el hospital en cuanto al medicamento será de 45.528 –
60.704 euros, considerando que se utiliza únicamente un vial/intervención.
8.- AREA DE CONCLUSIONES.
8.1 Resumen de los aspectos más significativos y propuesta.
- Eptotermina alfa está autorizada para el tratamiento de la Pseudoartrosis tibial de al menos
9 meses de duración, debida a traumatismo, en pacientes con esqueleto maduro, en casos en
los que el tratamiento con autoinjerto no haya dado resultado previamente o sea inviable.
- En base a los resultados del ensayo clínico publicado de Friedlaender en pacientes con
pseudoartrosis tibial, eptotermina alfa ha mostrado:
ƒ ser tan efectiva (éxito clínico y radiológico) como el autoinjerto óseo (gold stándar) en
el tratamiento de no unión tibial cuando se utiliza con clavos medulares. Aunque en el
informe EPAR de la EMEA (2004), en base a los resultados del ensayo clínico referido
anteriormente, indican que Eptotermina alfa no debe considerarse como tratamiento
de primera línea de no unión tibial debido a que tras un análisis por protocolo no se
pudo demostrar la no inferiordad frente al autoinjerto de hueso a nivel radiológioco,
aunque sí demostró la no inferioridad en términos de curación clínica (dolor de
intensidad no severa, apoyo completo de la carga).
ƒ su utilización en lugar de extraer injerto óseo de cresta ilíaca es que evitaría el dolor y
la morbilidad asociada al punto de extracción de este hueso.
ƒ una incidencia de efectos adversos similar al autoinjerto, aunque una menor incidencia
de casos de osteomielitis en el punto de fractura.
- Eptotermina alfa se ha evaluado, además, en pseudoartrosis de fémur, húmero, antebrazo,
asi como en cirugía de fusión lumbar o en fracturas agudas abiertas, aunque en su mayoría se
trata de estudios con un número muy limitado de pacientes, no aleatorizados, retrospectivos y
sin grupo control, en los cuales se combinaba eptotermina alfa con autoinjerto, aloinjerto óseo,
con matriz ósea desmineralizada mostrando resultados positivos (curación clínica y radiológica,
reducción del tiempo de curación cuando se combinaba con injerto óseo en comparación a
hueso antólogo de cresta ilíaca, reducción del número de intervenciones e incluso reducción de
la estancia). Se deben tener en cuenta las limitaciones de estos estudios.
En estos estudios se han comunicado casos de contractura braquial (1 pac), infección de
herida superficial (1 pac), osificación heterotópica (1 pac) y amputación de rodilla secundaria a
una sepsis (1 pac), aunque en su mayoría no se ha establecido la relación con eptotermina
alfa.
- En base al estudio de Dahabreh, la utilización de eptotermina alfa en pacientes con fracturas
resistentes reduce el coste total del tratamiento en un 47%. Actualmente no está disponible
ningun tratamiento farmacológico para esta patología, para la cual se utiliza material biológico
(injertos óseos, plasma rico en plaquetas.
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Modelo simplificado de informe de evaluación
Programa Madre GÉNESIS-SEFH. Versión nº 3.0
Septiembre 2005
9.- BIBLIOGRAFÍA.
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EVALUACIÓN: Conclusiones finales
Fecha de evaluación por la CFyT: 26/4/2007
o “Decisión adoptada por la CFyT”: aprobación para la indicación solicitada.
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