MINISTERIE VAN ONDERWIJS EN VOLKSONTWIKKELING UNIFORM EINDEXAMEN HAVO 2012 VAK DATUM TIJD : SPAANS : Dinsdag 26 juni 2012 : 07.45 – 10.15 uur Aantal opgaven bij dit vak : 1 tekst (3 pagina’s) en 35 vragen Aantal pagina’s :8 Controleer zorgvuldig of alle pagina’s in de goede volgorde aanwezig zijn. Neem in geval van een afwijking onmiddellijk contact op met een surveillant. Het gebruik van een Spaans – Nederlands woordenboek is toegestaan! ------------------------------------------------------------------------------------------------------------ El naranjo de la abuela 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 En su juventud, mi abuela fue una respetada modista y diseñadora de ropa. Tenía una tienda de modas en Bondi, un barrio de Sydney, Australia, y las señoras ricas de los alrededores eran sus clientas habituales. A todas las vestía con sus mejores creaciones por un precio bajo y, por eso, ella era muy conocida. En aquel entonces hasta los ricos conocían el valor del dinero. Pero la abuela tenía otra admiradora: una de sus costureras, una joven griega que la adoraba. Cierto día, mientras almorzaban, la abuela peló una naranja y vio un pequeño botón que parecía un naranjo en miniatura. Al verlo, la joven dijo emocionada: – ¡Así crecen las naranjas navel, si planta ese brote, tendrá un naranjo! Y eso fue exactamente lo que la abuela hizo: plantó el delicado vástago en una maceta roja. El retoño echó raíces y con los años se convirtió en un pequeño arbolito. Todavía en su maceta, ahora vivía en el alfeizar de la ventana de la cocina de la abuela, donde recibía algunas horas de sol todos los días. Parecía un bonsái, y me fascinaba esa miniatura perfecta. Admirar el pequeño naranjo era sin duda uno de los mayores placeres de visitar a la abuela. Tiempo después, cuando mis padres compraron una casa en las playas del norte de Sydney, la abuela se mudó al lado opuesto del Puente Harbour para estar cerca de nosotros. Alquiló una casa en la playa Manly, y el naranjo lo interpretó como señal de que debía empezar a crecer. Cuando ya no cabía en la maceta, la abuela lo trasplantó al jardín trasero de su nuevo hogar. El arbolito medía casi treinta centímetros de altura cuando el gruñón dueño del conjunto de casas le dijo que debía quitarlo. A la abuela se le partió el corazón. Como el naranjo ya estaba muy crecido para devolverlo a una maceta, mi madre se ofreció a replantarlo en el jardín de nuestra casa. 1 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 Fue una mala decisión: mamá lo replantó justo en medio del jardín, que era nuestra cancha de fútbol. No era precisamente el mejor campo de juego: tenía un claro declive y estaba al lado de un terreno rocoso, pero el naranjo hacía aun más difícil jugar. Perdí la cuenta de las veces que mi hermano y yo le rompimos ramas y luego intentamos reparar el daño con cinta adhesiva e incluso con pegamento. Un buen día mi madre decidió cambiar de sitio el árbol, así que fue replantado por tercera vez. El lugar que eligió, agradable y sin peligros, fue junto a la ventana del dormitorio de mi hermana mayor. No volví a pensar en el árbol ni en las calamidades que tuvo que soportar hasta una madrugada en que, muchos años después, choqué contra él mi motocicleta. Aunque reconozco que no debí conducir en el estado en que me encontraba, la moto resultó más dañada que el naranjo. Solo entonces me di cuenta de que ya era un árbol enorme y cada año crecía más. Con todo, me parecía un fiasco porque en sus más de 30 años de vida jamás había dado un solo fruto, ni siquiera una flor. Yo también había crecido: tenía un negocio propio, vivía solo y trataba de gozar la vida al máximo. Sin embargo, para ahorrar un poco de dinero, les propuse a mis padres regresar a vivir a su casa. – ¡Ni lo pienses! – fue su firme respuesta. Entonces mamá sugirió que me fuera a vivir con la abuela y nos dividiéramos los gastos, pues cada año su mal dueño de casa le subía el alquiler justo la misma cantidad que el gobierno le aumentaba a ella su pequeña pensión de jubilada. Al principio me pareció ridículo que un motociclista peludo y feo viviera con su abuela, pero resultó muy buena idea. A la abuela no le molestaba limpiar y cocinar para mí y para los rudos amigos motociclistas que me visitaban, y a mí no me molestaba encontrarme en su compañía. La ayudaba a pagar sus cuentas, lo que le permitió tener suficiente dinero por primera vez en mucho tiempo. Pero entonces cayó enferma gravemente. Tenía cáncer y solo le quedaban unos meses de vida, así que la llevamos a casa de mis padres para que estuviera cerca de la familia. Mamá le preparó la habitación más soleada de la casa – el viejo cuarto de mi hermana –, donde pasó sus últimos días mirando con mucho gusto su querido naranjo. Un día, poco después del funeral, mi madre me condujo a su jardín y, señalando el naranjo de la abuela, llena de emoción me dijo: – ¡Mira esto! Allí, en el tronco, había un solitario retoño. Nunca he sido creyente; sin embargo, ese día no pude evitar pensar que en ese botón pequeño se estaba manifestando el espíritu de la abuela. Al pasar los días, el brote creció hasta convertirse en una naranja minúscula y seca cuya única semejanza con las frutas que vemos en los mercados era su color. Con todo, era la naranja de la abuela. Se podría pensar que este es el final de mi historia, pero no es así. Durante meses mamá se preguntó cuál sería el mejor lugar para depositar las cenizas de la abuela. ¿La playa Bondi? ¿La playa Manly? Al final se dio cuenta de que siempre 2 73 74 75 76 77 78 tuvo el sitio perfecto frente a sus ojos: esparció las cenizas alrededor del naranjo. Transcurrió un año completo, y entonces ocurrió algo asombroso. De casi todas las ramas del árbol salieron cientos de retoños, cada uno de los cuales se transformó en una colorida naranja. Por supuesto, todas tenían un gusto amargo, pero al fin y al cabo eran naranjas. Esas frutas sin duda habrían sido el orgullo de mi abuela. Vocabulario r. 9 r. 11 r. 14 r. 15 r. 23 r. 29 r. 31 r. 32 r. 36 r. 47 r. 51 r. 73 naranja navel = een bepaald soort sinaasappel vástago = spruit alfeizar de la ventana = vensterbank bonsái = miniatuur boompje gruñón = knorrig declive = hellend cinta adhesiva = plakband pegamento = lijm soportar = verdragen sugerir = sugereren / een voorstel doen peludo = behaard esparcir las cenizas = de as strooien 3 Escoge la respuesta correcta A. B. C. D. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es incorrecta? Del r. 1 sabemos que la abuela estaba especializada en moda de adolescentes. la abuela hacía prendas cuando era joven. la abuela trabajaba mucho cuando era joven. muchas personas apreciaban a la abuela. 2. A. B. C. D. En los r. 2 – 3 leemos cómo se llamaba la boutique de la abuela. cuántas personas trabajaban en la boutique. que la abuela era empresaria. que las clientes de la abuela venían de todas partes de Australia. 3. A. B. C. D. En los r. 3 – 5 se dice que las creaciones de la abuela eran buenas. las mejores creaciones de la abuela eran caras. las señoras ricas eran muy exigentes. las señoras ricas negaban a pagar a la abuela. 4. A. B. C. D. Según los r. 6 – 7, la abuela era jefa de unas costureras. tenía la nacionalidad griega. tenía una joven costurera como representante. tenía un amante secreto. 5. A. B. C. D. De los r. 6 – 10 deducimos que la abuela compró un naranjo en miniatura. la abuela descubrió algo raro. la joven le había traído la fruta para la abuela. la joven quería un pedazo de la naranja. 6. A. B. C. D. De los r. 11 – 12 sabemos dónde la abuela había comprado la maceta. por qué la abuela utilizó una maceta roja. que el vástago era exactamente lo que había buscado la abuela. que la abuela siguió el consejo de la costurera. 7. A. B. C. D. Los r. 13 – 15 indican que después de algunos años el naranjo estaba en una maceta más grande. impedía la vista desde la ventana de la cocina. se quedaba sin hojas. tenía un lugar fijo. 1. 4 8. A. B. C. D. De los r. 13 – 17 sabemos que al narrador le encantaba mirar el naranjo. el naranjo ya no cabía en la casa. la abuela le quería regalar el naranjo al narrador. la abuela mantenía el naranjo como un bonsái. 9. A. B. C. D. Los r. 18 – 22 nos dicen algo del interior de la nueva casa de la abuela. cuánto costó la nueva casa de los padres del narrador. por qué fue a vivir la abuela a la playa Manly. que los padres del narrador le pagaron el alquiler a la abuela. 10 A. B. C. D. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es incorrecta? De los r. 20 – 22 sabemos que el naranjo empezó a crecer fuertemente. el naranjo estaba fuera de la casa de la abuela. había otros naranjos en el jardín. la maceta era demasiado pequeña para el naranjo. 11. A. B. C. D. En los r. 23 – 26 leemos cuántas casas poseía el dueño. qué le ordenó el dueño de la casa a la abuela. sobre el estado del corazón de la abuela. sobre la edad del dueño de la casa. 12. A. B. C. D. Fue una mala decisión replantar el arbolito (r. 27) porque la planta formaba un obstáculo para los niños cuando jugaban. la planta quedaba en la sombra en su nuevo lugar. la tierra era infértil. los insectos molestaban la planta. 13. A. B. C. D. La cancha de fútbol (r. 28) era el único campo de juego del barrio. era un terreno rocoso. formaba parte del jardín. tenía metas formadas de árboles. 14. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es incorrecta? De los r. 30 – 32 sabemos que el narrador y su hermano continuaban jugando fuera de la casa. dañaban el árbol. eran creativos. fueron castigados por su mamá. A. B. C. D. 5 15. A. B. C. D. En los r. 33 – 35 leemos que el árbol cambió de propietario por tercera vez. la hermana mayor protegía el naranjo contra los niños. la hermana mayor se opuso a la decisión de la madre. se replantó el naranjo. 16. A. B. C. D. Las calamidades (r. 36) fueron causadas por la hermana mayor. la naturaleza. los dos nietos de la abuela. los otros niños del barrio. 17. A. B. C. D. De los r. 36 – 39 concluimos que el narrador no sabía conducir la moto. se preocupaba mucho del árbol. se sentía mal. usaba el árbol como soporte. 18. A. B. C. D. Según los r. 40 – 42, el árbol dejó de crecer. era motivo de desilusión del narrador. había alcanzado una altura de 30 metros. había dado una sola naranja en tres décadas. 19. A. B. C. D. En los r. 43 – 45 leemos que el narrador buscaba una novia. disfrutaba mucho la vida. era avaro. negociaba en piezas de motocicletas. 20. A. B. C. D. ¡Ni lo pienses! (r. 46) “lo” se refiere a ahorrar un poco de dinero. gozar la vida al máximo. iniciar un negocio. ir a vivir a casa de sus padres. 21. A. B. C. D. En los r. 47 – 50 leemos cuánto dinero recibía la abuela de pensión. cuánto tiempo la abuela llevó viviendo en la casa de alquiler. sobre la idea de la mamá. sobre la suma del alquiler. 6 22. A. B. C. D. Según los r. 47 – 50, el narrador se quejaba del egoísmo del dueño de casa. de que la abuela fuera muy habladora. de que le pagaran muy tarde la pensión a la abuela. de que tuviera que darle dinero a la abuela. 23. A. B. C. D. En los r. 51 – 54 leemos que a la abuela le encantaban los motociclistas. que los amigos del narrador eran peludos y feos. que los motociclistas se vestían de una manera ridícula. una descripción del narrador. 24. A. B. C. D. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es incorrecta? Según los r. 52 – 55, el narrador vivía con mucho gusto con su abuela. la abuela cuidaba del narrador. los amigos del narrador pagaron por la comida. los amigos del narrador le visitaban en casa de la abuela. 25. A. B. C. D. En los r. 52 – 55 se dice que la abuela limpiaba la oficina de su nieto. no había pagado sus deudas en mucho tiempo. recibía apoyo financiero de su nieto. tenía participación en los negocios de su nieto. 26. A. B. C. D. De los r. 56 – 60 sabemos cuándo la abuela se enfermó. que a la abuela le quedó un mes de vida. qué enfermedad tenía la abuela. que la abuela había vendido su casa. 27. A. B C. D. De los r. 58 – 60 sabemos que construyeron nuevo cuarto para la abuela. el dormitorio de la abuela daba al jardín. el narrador amuebló el nuevo cuarto de la abuela. la abuela pasó mucho tiempo sentada debajo de su naranjo. 28. A. B. C. D. En los r. 61 – 63 leemos dónde tuvo lugar el entierro de la abuela. que el narrador fue al jardín en busca de su mamá. qué fecha era el funeral de la abuela. que la madre del narrador estaba conmovida al ver el naranjo. 7 29. A. B. C. D. En los r. 64 – 66 el narrador afirma que a veces hablaba con el naranjo. creía que el alma de su abuela vivía en el naranjo. iba frecuentemente a la iglesia. veía el espíritu de su abuela. 30. A. B. C. D. La naranja (r. 67) crecía normalmente. estaba reservada para el narrador. le recordaba al narrador a su abuela. tenía un color único. 31. A. B. C. D. En los r. 70 – 73 se dice que la abuela había indicado Manly como su playa favorita. la mamá solía divertirse en la playa Bondi. la playa Bondi es más atractiva que la playa Manly. se había cremado el cadáver de la abuela. 32. A. B. C. D. La persona que cuenta esta historia es el nieto. la abuela. la hermana. la mamá. 33. A. B. C. D. Los restos de la abuela (r. 70 – 73) fueron depositados según su último deseo. enterrados en el cementerio. esparcidos en el mar. esparcidos en su jardín. 34. A. B. C. D. De los r. 74 – 78 sabemos que cortaron las ramas del naranjo. el árbol dio frutas por primera vez. el naranjo estaba lleno de frutas. la familia vendió las frutas en el mercado. 35. A. B. C. D. De los r. 74 – 78 deducimos que la abuela había predicho el florecimiento del naranjo. la abuela nunca había visto una fruta de su naranjo. la abuela solía comprar naranjas en el mercado. las naranjas amargas eran sanas. 8 CORRECTIESLEUTEL EINDEXAMEN SPAANS HAVO - 2012 (TEXTO : EL NARANJO DE LA ABUELA) 1. A 2. C 3. A 4. A 5. B 6. D 7. D 8. A 9. C 10. C 11. C 12. A 13. C 14. D 15. D 16. C 17. C 18. B 19. B 20. D 21. C 22. A 23. D 24. C 25. C 26. C 27. B 28. D 29. B 30. C 31. D 32. A 33. D 34. C 35. B 25 – 7,3 24 – 7,1 23 – 6,8 22 – 6,5 21 – 6,3 20 – 6,0 19 – 5,7 18 – 5,5 17 – 5,2 16 – 4,9 15 – 4,6 14 – 4,4 13 – 4,1 12 – 3,8 11 – 3,6 10 – 3,3 9 – 3,0 8 – 2,8 7 – 2,5 6 – 2,2 5 – 2,0 4 – 1,7 3 – 1,4 2 – 1,2 1 – 1,0 0 – 1,0 Cijferbepaling Cesuur: 18 Score – Cijfer 35 – 10 34 – 9,7 33 – 9,5 32 – 9,2 31 – 8,9 30 – 8,7 29 – 8,4 28 – 8,1 27 – 7,9 26 – 7,6 De opstellingscommissie R. A. Leeuwin (vz) J. van Ams Namens deze, I. Tjokro N.B. Mevr. J. van Ams is wegens gezondheidsredenen uitlandig en vervangen door Mevr. S. Dongo. 9