AIRE LIBRE1 Si algo podría describir a Fabián Zurita, gerente y

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Si algo podría describir a Fabián Zurita, gerente y propietario de AIRE LIBRE, es su
perspectiva anti-materialista. Con 75 años de edad, Fabián, no podía dejar de pensar,
en su oficina ubicada el centro de la ciudad de Quito, en cómo su negocio de
ascensiones podrá sobrevivir a los retos que plantea la globalización y los avances
tecnológicos; todo esto mientras revisaba, el 16 de octubre de 2008, la lista de clientes
inscritos para el Campamento de la Costa para Febrero del próximo año.
EL INICIO
Fabián Zurita, el menor de seis hermanos, proviene de una familia antigua que vivía
en el Barrio San Roque en Quito. Pasaban sus vacaciones en una pequeña casa en un
campo lleno de bosques y potreros, de allí nació su afición por la naturaleza. Estudió
en el colegio San Gabriel de Quito y en cuarto curso formó parte del grupo
denominado ascensionismo. En 1950, a sus 16 años, asistió a su primera ascensión
al monte los Ilinizas. (2 montes ubicados a 55 Km al suroeste de Quito). Después de
esa maravillosa experiencia quedó deslumbrado y enamorado de la montaña y la
naturaleza. En su adolescencia tuvo una revelación tan maravillosa de la montaña
que le dura hasta la fecha, lo cual cambió su vida. En vista de que el grupo de
ascensionismo sólo tuvo tres ascensiones ese año, Fabián por su propia cuenta
decidió ascender solo las montañas para lo cual invitaba a dos o tres amigos.
Se graduó en el Colegio San Gabriel de Quito, fue profesor de letras y allí se dio
cuenta que el ascensionismo para los alumnos es una escuela formidable de formación
de carácter, voluntad y desarrollo de valores. El decía: “cuando se asciende a la
montaña se aprenden valores de: audacia, prudencia, solidaridad, valentía y
superación de dificultades”.
Fabián sentía que su misión era ayudar en esta
formación a los jóvenes y decidió enfocarse en este tema lo que denominó: “La
filosofía de las cumbres”. En los colegios que trabajó empezó a formar los grupos de
ascensionismo y llevar a los alumnos a las montañas.
A los 25 años fundó el Club Montaña en el Colegio San Felipe de Riobamba y con este
grupo organizaron un pequeño refugio de madera a los 5.000m del Chimborazo por
el lado Oriental y de esta forma inició su negocio, gracias al entusiasmo de los
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Este caso ha sido preparado por Alexandra Portalanza, docente de la Escuela de Postgrado en
Administración de Empresas, ESPAE de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL para servir
como base de discusión en clase, más que como ilustración del manejo correcto o incorrecto de algún asunto.
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alumnos del colegio. Este refugio fue el primer refugio de alta montaña del Ecuador.
Posteriormente en Cuenca formó un movimiento juvenil de cumbres denominado
SADAI (Dios de las montañas). En 1971 llevó cerca de 8.000 personas al refugio del
Cotopaxi.
LA EMPRESA
AIRELIBRE nació con la oferta de campamentos. Su dueño es Fabián Zurita, quien
decidió ser único dueño para mantener su filosofía de amar a la naturaleza. La idea
nació en el año 1974, de una madre de familia del Colegio Americano de Quito, quien
llamó a Fabián y le dijo que porque no intenta un campamento de larga duración. El
primer campamento se realizó en un antiguo gallinero de una hacienda denominada
Potreros Bajos en Machachi, la misma que fue prestada por el dueño de la hacienda.
Allí tuvo que barrer, limpiar, poner colchones en el piso y tapar las rejas con
eucalipto. De esta forma inició el campamento.
Su primer campamento salió en 1974, duró 25 días y tuvo entre 23 niños y niñas casi
todos del Colegio Americano de Quito. Se dio cuenta que fue una experiencia
interesante y poco a poco lo fue perfeccionando. El campamento incluía tres
ascensiones a los montes: Corazón, Nieves del Atizana, Ilinizas y otra serie de
actividades en el campamento. Los paseos incluirían además de las montañas: ir a
los bosques, las lagunas, aventuras en una quebrada, en fin cantidad de cosas que
fueron incorporándose al producto que ofrecía.
En 1980 fue la explosión, tuvo 240 inscritos y se dio cuenta que esto iba a seguir
creciendo y en 1981 mediante un préstamo pudo adquirir una oficina para su negocio.
En 1986 el negocio iba creciendo con campamentos de niños de la Sierra, hasta que
una dama guayaquileña lo llamó y le dijo que se había enterado de los campamentos
en Quito y como estos campamentos ayudan mucho a los chicos, y que porque no
intentaba hacerlo con niños de Guayaquil. Fabián le dijo inicialmente que no porque
les podía dar “sorocho” si los llevan a Quito y ella le manifestó que no se preocupe y
para que vea que la propuesta era seria ella primero inscribía a sus tres hijos. Eso lo
animó y así inició el primer campamento de la Costa con 113 niños inscritos.
Desde el año 1986 hay campamentos para niños y niñas de la costa en el mes de
febrero de cada año. En 1987 vinieron de la costa al campamento 305 niños. Fabián
tuvo que alquilar una hacienda grande y adecuarla para poder albergar a los niños.
Desde allí se mantiene, un promedio de 150 a 200 niños de la Costa se inscriben en el
campamento y provienen de: Bahía, Portoviejo, Machala y pasan tres semanas en el
campamento. El grupo lo conforman los guías de grupos. Para poder ser guía debe
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primero la persona haber acampado y realizado todas las actividades del
campamento. En la actualidad hay muchos campamentos en el país que ofrecen
muchas comodidades, pero éstos no tienen la misma filosofía de AIRE LIBRE. El lema
de AIRE LIBRE es: “Alegría en el esfuerzo”. En los campamentos les dicen: “No te
damos comodidades sino dificultades, las cuales debes vencer”. No pueden llevar a
los campamentos, celulares, plata, música, espejos, pinturas, perfumes, cremas. Los
chicos van a vivir con la naturaleza y para vivir sólo se necesita fuego, aire, tierra y
agua.
En 1989 adquirió un terreno de una hectárea y sembró árboles y construyó 18
cabañas de 8m de largo x 4m de ancho. En cada cabaña hay camas literas y pueden
hospedarse hasta 15 personas.
ACTUALMENTE
Con el paso del tiempo los campamentos se fueron adaptando más a la realidad y en
la actualidad AIRE LIBRE ofrece los siguientes servicios:
Campamento C1- Niños y niñas de 6 a 9 años- Duración 9 días.
Campamento C2- Niños y niñas de 10 a 15 años- Duración 3 semanas. En el caso de
damas mayores de 15 años pueden asistir al campamento C2.
Otro producto que ofrece es el denominado programa “Del Ilaló al Cotopaxi”
dirigido a jóvenes de toda edad. Es un programa que se compone de tres etapas.
La primera etapa tiene una duración de 3 fines de semanas y ascienden a cinco
cumbres: Ilaló, Fuya Fuya, Volcán Chiles, Quilotoa y Rumiñahui. Esta etapa tiene un
costo de $78 por persona.
La segunda etapa consiste en una ascensión al Altar y tres cumbres que son:
Corazón, Rucu e Illiniza Norte durante tres fines de semana y con un precio de venta
al público de $95 por persona. La tercera etapa consiste en la ascensión a tres
nevados que son: Antisana, Cayambe, Chimborazo y la cumbre del Carihuairazo. Esta
etapa cuesta $270 por persona.
Este programa se ofrece en los meses de: abril, mayo, junio, julio, septiembre, octubre
y Noviembre de cada año.
En la mayoría de los casos Fabián promocionó sus productos haciendo visitas en las
diferentes ciudades del país y cuando él no podía viajar contactaba a las personas que
habían acampado con él y les pedía que difundan sus productos.
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Los folletos los diseñaba el mismo y un amigo de él pasaba los diseños a la
computadora para luego enviarlos a la imprenta.
Fabián Zurita decidió ser sólo en su empresa, no tiene secretaria ni socios. Una vez
aceptó la idea de hacer una sociedad con dos amigos y montaron en su oficina una
tienda de venta de accesorios de andinismo. Los amigos lo estafaron y se llevaron su
dinero. Después de esa mala experiencia decidió trabajar solo. Su oficina es sencilla,
no tiene computadora, impresora ni celular. Sólo tiene un teléfono convencional. Su
horario de atención al público es de lunes a viernes de 14h00 a 18h00. En la
actualidad su estado de salud no es el mejor, (un riñón no le funciona muy bien y
padece de gota) lo que no le permite realizar sus actividades al cien por ciento como
lo venía haciendo. Su familia la conforma su esposa de 45 años de edad y estudia
Medicina Natural. Tiene dos hijas de 22 y 20 años. Ambas conocen las montañas y
han acompañado a su padre en varias ocasiones a las ascensiones, sin embargo
ninguna de ellas ha demostrado interés en continuar el negocio.
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