32 ANALES DE HISTORIA NATURAL. largas series que de u n modo continuo y jamás i n t e r r u m pido se remontan á las primeras manifestaciones vitales que aparecieron en ios albores de nuestro globo. La herencia y la adaptación, es decir, la facultad de transmitir las condiciones heredadas y adquiridas, por medio de la reproducción, y la facultad de adaptarse al medio con objeto de hacer más fácil la existencia, explican cómo han podido verificarse, con el auxilio del tiempo, las diferencias inmensas que se observan entre puntos distantes de u n a misma serie, y cuyas relaciones de común origen nos sería imposible apreciar, á no existir los términos intermedios que nos las ponen en evidencia. No siempre estas relaciones aparecen á primera vista, y á ello contribuyen diferentes causas, de las que solo señalaré las dos principales. Es la primera que las series, tanto animal como vegetal, no existen completas, sino que se presentan interrumpidas y con grandes l a g u n a s , debido á que en las a c tuales condiciones biológicas no se encuentran representadas todas aquellas por las que h a pasado nuestro globo desde que apareció la vida en su superficie. Bien es verdad que la p a leontología se encarga de llenar esas l a g u n a s , revelándonos las formas de la vida en las distintas épocas que nos han precedido; pero como para reconstituir los seres solo puede valerse de los restos fósiles que entre las capas de la tierra se conservan, resulta que sus investigaciones solo son fructuosas en' aquellos grupos que por su naturaleza especial se prestan á la fosilización, quedando para siempre ignorados millares de seres de organización delicada, y cuyas formas no persisten después de la muerte. La segunda causa, puramente subjetiva, consiste en el imperfecto conocimiento que aún hoy. día tenemos de muchos grupos de animales y de plantas. Concretándome á las últimas, puesto que h a n de ser objeto de este trabajo, preciso es confesar, aunque sea con sentimiento, que en algunos casos nos vemos obligados á repetir lo mismo que Rabenhorst decía, refiriéndose á las Cianoficeas, hace más de veinte años: Scientia nostra de vita, evolutione, fabrica, propagatione, foecundatione..., etc., adhuc mide imperfecta et manca, est (1). Pero ni los vacíos que la paleontología y e l estudio de (1) Flora europeea Algarum (Leipzig, 1865). Sect. n, p. 1.