L. EL LOBO, ANIMAL DE FÁBULA I. QUÉ CUENTAN LAS FÁBULAS Elegir una fábula que sirva de ejemplo para este álbum que tenga como personaje principal al lobo es, francamente, difícil. Este animal se encuentra en todos los prototipos de fábula aunque hay que advertir que ya el título de ellas puede aventurar qué papel juega el lobo en ella. Curiosamente si el término lobo aparece en primer lugar, como animal depredador obtiene su beneficio, al contrario, si su nombre va en segundo o tercer lugar, no tiene resultado positivo ninguno. Otra cosa es la enseñanza que de la fábula se obtiene que corresponde a otro análisis. De todas formas iniciamos esta sección la fábula: El lobo y la grulla. EL LOBO Y LA GRULLA Se tragó un lobo un hueso y corría por todas partes buscando quien le librara del mal. Encontró una grulla y le pidió que le sacase el hueso, que luego le pagaría. Entonces la grulla introdujo su cabeza en la garganta del lobo y se sacó el hueso, reclamando el salario convenido. - Oye amiga- respondió el lobo, ¿no te basta con haber sacado la cabeza sana y salva de mi boca que encima pides un salario? Enseña esta fábula que la mayor gratitud que puede esperarse del agradecimiento de los malvados, es que a la ingratitud no añadan la injusticia. (Esopo, núm. 223) II. TIPO DE FABULA La adecuación de las fábulas del lobo a un tipo concreto de fábula resultaría casi imposible porque se encuentra en todos los tipos o clases de fábulas posibles; nada tiene que ver una fábula literaria de Iriarte con un cuento de animales recogido en un pueblo aislado de la España profunda. Por lo tanto, determinar a qué tipo de fábula corresponde una en concreto, como hemos dicho, sólo lo podemos comprender analizando la posición del lobo y el resto de los personajes sean animales o no. Por otra parte, sean fábulas literarias, de corte popular, morales, milesias, etc. hay que entenderlas con el ejemplo que nos contemple, ya que no podemos generalizar con este animal, tan repetido en las fábulas y que tantos signos nos presta para un estudio más profundo del personaje; de su maldad hasta la inocencia cuando es engañado por la zorra. La fábula El lobo y la zorra, de La Fontaine, libro undécimo, núm. 6 que dice: ¿Por qué a la zorra le concede Esopo el privilegio de ser maestra en las artes de la astucia? Busco la razón y no la encuentro. Cuando el lobo necesita defender su vida o atacar la ejna, ¿no sabe tanto como la zorra? Creo yo que incluso sabe más, y que en este punto me atrevería a contradecir con alguna razón a mi maestro. He aquí un caso, sin embargo, en que todo el honor le corresponde al terror de las madrigueras. Una noche la zorra vio a la Luna en el fondo de un pozo y la globular imagen le pareció un soberbio queso... ...Oye compadre ¿quieres un regalo exquisito? ¿Ves este objeto? Es un queso excelente. Lo hizo el dios Fauno; la vaca Io dio la leche para hacerlo. Si Júpiter estuviera enfermo, recobraría el apetito con sólo ver este manjar de dioses. Yo ya me he comido lo que falta; pero aún te hartarás con el resto. Baja en ese cubo que he colocado ahí par esto. Creyó el lobo la historia; métese en el cubo, y su peso, elevando al otro extremo, vuelve a subir a la astuta zorra. Pero no nos burlemos del lobo: también nosotros nos dejamos seducir con tan poco fundamento; cada uno cree fácilmente en lo que teme y en los que desea. En el apartado de cuentos de animales con el lobo como protagonista lo encontramos, abundantemente, en cualquier colección o catálogo que se consulte y en la memoria de todos tenemos posiblemente la existencia del lobo más conocido (aparte del turrón) que junto con una niña pequeña han hecho las delicias de muchas generaciones en las horas de disfrutar con la narración de un cuento: Caperucita Roja. Si no hubiera existido este cuento seguro que se habría inventado dado la necesidad que la infancia tiene de él, Caperucita, la abuelita, o el bosque. III. MOTIVO, TEMA Y PERSONAJES Por las veces que este animal se encuentra como protagonista y por ser él personaje de los fabulistas, creo que el Lobo debe tener un lugar importante dentro de las fábulas. De él se desprenden todas las relaciones que se dan entre animales, con los seres humanos, con otros animales, con las cosas o con elementos de la naturaleza. Con él se perfilan cada una de las cualidades y virtudes que los seres humanos han de aprender y poner en práctica y desechar las que no tengan valor y sean contrarias a las leyes de la razón. Dentro de este ciclo de fábulas, hay unos elementos casi constantes en todas ellas. El lobo como animal perdedor cuando se enfrenta a algún animal inferior en la escala. Si es ganador, o sale victorioso no es por su premio es por incapacidad, negligencia o ignorancia de hombre, que es con quien mantiene esas pugnas. En las fábulas del ‘lobo’ la expresión que se mantienen con mayor continuidad es ‘malvado’ y a partir de esta cualidad o adjetivo del lupus lupus, se construye toda la fábula para obtener una enseñanza contraria a esa maldad manifiesta. Tales atribuciones se encuentran en consonancia con el valor simbólico del lobo como “el principio del mal” y por consiguiente, ese mal deberá ser erradicado. En el corpus del lobo como personaje de fábulas existe una constante inequívoca que le mantiene en el pedestal del protagonismo. Desde Esopo, Fedro, La Fontaine, Marie de France, Iriarte, Samaniego, etc., son autores en que lo han utilizado para sus enseñanzas. Pero no son sólo las enseñanzas que se obtiene de cada fábula; al contrario, hay temas comunes que se repiten en muchos autores: El lobo y el cordero, El lobo y la grulla, el lobo y la cigüeña, el lobo la madre y el niño, El caballo y el loba, el asno y el lobo, el león el asno y la zorra; muchas son la misma fábula en el que el denominador común es el personaje del lobo. IV. ANÁLISIS SIMBÓLICO El protagonismo del lobo en las fábulas es extremadamente superior a las aportaciones que hace su compañera la zorra. A qué es debido, será que desde un principio la feminidad en este animal contiene como en casi todos la perpetuación (Rómulo y Remo fueron amamantados por una loba). Los lobeznos tiene su protagonismo cuando son educados como animales que no lo son y el resultado siempre es similar, el hombre y sus rebaños son los perjudicados. El lobo, así mismo, en la mayoría de los cuentos sale mal parado y es castigado para reconfortar a los oyentes de los cuentos o fábulas que oyen. Como ejemplo de fábula para incluir en este álbum, La Fontaine con la suya de “El lobo, la cabra y el cabritillo”, libro tercero, núm. 15, que recuerda el cuento de El lobo y los siete cabritillos, y dice así: “Para llenar las lánguidas ubres, paciendo en la hierba nueva, cerró la cabra su puerta con el pestillo, no sin antes decir a su cabritillo: - Hijo mío: si quieres guardar tu vida, no abras si no te dicen como santo y seña: ¡al diablo el lobo y su gentuza! Pero al decir estas palabras, acierta a pasar el lobo y se las graba en la memoria. La cabra, como imaginarse, no había visto al glotón. En cuanto vio la cabra a lo lejos, el lobo imitando hiprocritón su tono, pide que le abran, diciendo: “¡Al diablo el lobo y su gentuza!” creído que entraría al instante. Pero el cabritillo mira desconfiado por una rendija y responde: -¡Enséñame tu pata blanca, si no no abro! Pata blanca no suelen, como es sabido, gastar los lobos. Y el nuestro, muy sorprendido oyendo esa respuesta, se retiró como había venido. ¿Qué hubiera sido del cabrito si hubiese confiado en el santo y seña oído por el lobo astuto? Dos seguridades valen más que una, y nunca se perdió el exceso en ello. V. LITERATURA COMPARADA. CON QUÉ OTROS TEXTOS PUEDE RELACIONARSE. Los cuentos de animales o fábulas que tienen como núcleo al lobo es harto extenso; por eso no incluimos ninguna especialmente, el lobo como animal de fábula está presente en la mayoría de ellas y tanto los catálogos de Aaren – Thompson y Camarena – Chevalier así lo testifican. Si consultamos el apartado de cuentos de animales recopilados por M. Curiel Merchán en el folclore de Extremadura, observamos que ocurre con las clasificaciones comentadas. El lobo o la manada de lobos en sus correrías con los animales domesticados tienen la intención de comerlos. Este es el fin y muchas son las tretas, engaños o artimañas que utilizan para conseguirlo. El comportamiento del lupus coincide con sus características perpetuas: la maldad en todo los órdenes. A veces, no es éste el que expresa esta maldad y por el contrario se muestra la imbecilidad de sus oponentes en las fábulas tal es caso del pastor que deja el rebaño al cuidado del lobo. Las enseñanzas morales de las fábulas coinciden con los defectos de los seres humanos para corregírselos: la injusticia, la hipocresía, la gula, etc. En sus enfrentamientos con el hombre (el pastor preferentemente), si el lobo va al principio de la fábula suele ser quien triunfa; pero si va después, siempre es vencido y su final es su misma muerte. En la fábula de Esopo, el lobo criado entre perros, núm. 313, encontramos los tres protagonistas principales de los apólogos; el hombre, pastor, el perro y el lobo. Aquí se puede ver el comportamiento de los tres: el hombre, como tonto al principio y como sabio al final; los perros con sus peculiaridades de costumbre y la maldad del lobo permanente en todo momento con su trágico final. Un pastor encontró un lobezno recién nacido y los crió entre sus perros. Cuando ya estuvo crecido, si un lobo raptaba un cordero le daba caza en compañía de los perros. Si los perros no podían alcanzar al lobo y se volvían, él sí lo seguía hasta darle alcance y conseguir, como lobo, su parte en la presa. Si un lobo no robaba un cordero del corral, entonces él mismo mataba una a escondidas y los devoraba con los perros. Pero al fin el pastor adivinó lo que pasaba y ahorcó al lobo en un árbol. Enseña esta fábula que una naturaleza malvada no puede dar carácter honrado. “LOBITO APRENDE A SER MALO” “Cuanto peor, mejor”. Con este lema empieza uno de los capítulos del Lobito que tiene que aprender a ser malo por imperativo familiar ya que es un lobo bueno e inocente. El objetivo final de cualquier lobo es ser malo; y la maldad, debe conseguirse aunque hay que pagar un precio muy alto. No es suficiente que la bondad o la maldad sea innata o se lleva en la sangre ya que si no afloran las cualidades de cada uno en el momento oportuno hay que estimulárselas. De esta forma los padres de Lobito envían a su hijo para realizar esa formación y aprender a ser malo. El premio un insignia, que tanto gustan a los niños de cierta edad; el contenido del curso el aprendizaje de las nueve reglas. En cuanto a la forma, el libro de Lobito, mezcla una serie de tópicos propios de la edad en la que se encuentran los niños: En primer lugar, el aprendizaje, el libro está previsto que sea para esos niños que están en la edad de aprender las técnicas lecotescritoras. En segundo lugar, el libro no olvida muchos pasajes que para los niños son conocidos y como de un adyacente se tratase se entremezclan los cuentos caperucita, los tres cerditos, tan familiares para los niños y tan necesarios a la vez. En tercer lugar, recupera, en su expresión ‘la carta’ como forma y todas juntas forman el diario que Lobito realiza durante su periodo de aprendizaje. En cuarto lugar, la aventura de las aventuras que Lobito debe ‘padecer’ hasta conseguir su insignia de malo. En quinto lugar, el humor que está presente en todo el libro. En sexto lugar, el juego, la necesidad de juego. El juego es algo esencial en la vida y así lo entiende Lobito. Un libro de animales con la desmitificación del lobo y su peligrosidad, una fábula que advierte de la necesidad de la cooperación, del esfuerzo conjunto, de la verdad, etc. en oposición a las antagonistas que se expresan en la fábula. LOS CUENTOS DE LOBOS El lobo tiene un ciclo dedicado a él solo. En la mayoría de los casos los cuentos de animales que están dedicados al personaje del lobo tiene similares componente que los de las fábulas. Es un perdedor nato, es un animal para aniquilar como se puede prever en sus diferentes significados psicoanalítico, simbólico, etc.; y más aún, las expresiones que circundan a este animal mítico siempre van llenas de preocupación, p. ej. ¡qué viene el lobo! Vino, se fue con Caperucita, a buscar a los tres cerditos, se confunde junto con la zorra que la luna es un queso, y otras muchas señales que recuerdan al ‘malvado lobo’ Entre las fábulas medievales (Ysopet) de Marie la France, hay una que bien puede resumir el significado del lobo en todo lo que se ha dicho anteriormente y que no le sirven ninguno de los disfraces de que dispone pese al empeño de salvar su piel. Este ejemplo nos cuenta que todos lo lobos envejecen dentro de la misma piel en que han nacido; toda la vida en ella permanecen. Aunque alguien diera a un lobo un buen maestro, que para sacerdote lo educara, siempre sería considerado un lobo gris, traidor, cruel, odioso y espantoso. (Marie la France) A estas fábulas del lobo y por el interés que pueda suscitar hemos creído conveniente unir otras con la temática de la liebre, ya que la fábula de la liebre y la tortuga ocupa uno de los lugares privilegiados en el fabulario general. Como valores más sobresalientes hay que destacar al constancia y la perseverancia en contra de la holgazanería y el trabajo inconstante. LA LIEBRE EN LA FÁBULA TRADICIONAL La que antes llega a nuestra memoria es, sin duda, ‘la liebre y la tortuga’ que con el mismo tema que Esopo, continúan otras fabulistas. Con el tema de las liebres aparecen otros animales: las liebres y las ranas, la liebre y la perdiz, la liebre y el boyero, etc. Para terminar este punto recordar solamente el principio, o sea, la moraleja de La Fontaine a propósito de la fábula de la ‘liebre y la tortuga’ en la que un pareado recomienda cómo y cuándo empezar y terminar las ciertos asuntos. “Correr importa poco, sino partir a punto: la tortuga y la liebre servirán de trasunto”. ADIVINA CUÁNTO TE QUIERO Yo te quiero de aquí hasta aquí (señalando la medida de los brazos extendidos) y yo, así, respondió la madre (abriendo sus brazos de la misma forma). Este juego afectivo que discurre entre cualquier madre e hijo nos los presenta el libro que lleva el mismo título que tiene este punto. La fábula la describen dos liebres en el papel de madre e hijo y los muchos intentos de cuantificar el tamaño de los sentimientos. La conclusión de la fábula estriba en que no hay unidades para cuantificar y medir los sentimientos a pesar del empeño de la búsqueda de unidades aparentemente extraordinarias. Un canto al amor, y todos los esfuerzo de la ‘liebre pequeña’ se hacen vanos ya que son superados por la definición todavía mayor de su madre. Así, si la libre pequeña quiere a su madre “de aquí a la luna”, la respuesta de la madre se hace bien sencilla. “de aquí a la luna... y vuelta” La proliferación del animal lobo en los cuentos tiene mucho que ver con los ancestros de nuestra cultura; incardinada en ella, el lobo aparece como animal malévolo y siempre perjudicando al hombre o sus pertenencias. De esta forma su persecución, su caza y su muerte equivalen a un triunfo. El estudio del animal lobo dentro del folclore se presenta en torno a diferentes aspectos o maneras: la primera, corresponde con los cuentos de animales y el lobo como su protagonista. En cualquier manual puede percibirse la intrusión de este canino en nuestros cuentos de animales. La segunda, corresponde a otro apartado de la literatura de tradición oral y con representación en los romances. El romance de la loba parda hasta las últimas adaptaciones para ser cantados, narrados o interpretados de diferentes maneras. En tercer lugar, la licantropía, las creencias de las transformaciones en ciertos días con mutaciones de personalidad y la conversión en hombre lobo. La aparición del hombre puede datarse desde tiempo inmemorial. Ya en el arte rupestre puede verse a un humano vestido con piel de venado con apariencia de bestia. En el mundo de los romanos ciertas capas sociales tenían la creencia de su existencia; hecho que se consumó en épocas posteriores y mayormente en la Edad Media. Poco a poco fue diluyendo su importancia en las apariciones y en la existencia como tal monstruo; quedando casi únicamente para estratos sociales rurales y socialmente bajos. Con la aparición del cine ha vuelto a retomar de nuevo el brío con el que conocía y ahora, su personalidad se reduce a una situación de novela de misterio, miedo y ciencia ficción. De todas formas en la España rural a muchos han sido los ajusticiados por ser hombres lobos, personas dementes y solitarias que con la culpabilidad de un asesinato eran condenadas como seres monstruosos. El Lobo Fenris era una bestia verdaderamente monstruosa. Se crió en Åsgard, pero adquirió un tamaño tan descomunal y se volvió tan fiero y peligroso, que sólo el dios Tyr osaba alimentarlo. Los asas hicieron que los enanos forjaran una cadena irrompible, Gleipnir, hecha del sonido de los pasos de un gato, la barba de una mujer, las raíces de una roca, los tendones de un oso, el hálito de un pez y la saliva de un pájaro. (De ahí que los pasos de un gato no hagan ruido, las mujeres no tengan barba, etc.) Con gran astucia, lograron encadenar al lobo tan fuertemente que apenas podía moverse, y le metieron una espada en la boca, de suerte que siempre estaba con la fauces abiertas, incapaz de morder. Sólo cuando acabe el mundo, podrá liberarse finalmente de sus cadenas... Otros libros infantiles en torno al lobo son El collar del lobo, de Jesús BALLAZ ZABALZA, El secreto del lobo de Fernando ALONSO o El último lobo, de Juan FARIAS, JUAN. Por otra parte, recreaciones del clásico cuento de Caperucita Roja las tenemos como en Poli y el lobo, de C. STORR, e igualmente de las leyendas del norte de Europa –donde el lobo es un importante animal en el folklore- se alimentan historias como las del ruso Sergei PROKOFIEV, Pedro y el lobo . También la licantropía ha sido objeto de atención entre los libros infantiles, como botón de muestra el libro de Miguel CALATAYUD Lobo hombre o, a nivel juvenil, el libro de Stephen KING, EL CICLO DEL HOMBRE LOBO , ficción que parte de una oleada de crímenes en Taker's Mills, lo cual recuerda a la temática de las leyendas urbanas que tanta aceptación tienen entre los adolescentes. VI. AMPLIAR LA INFORMACIÓN BIBLIOGRAFÍA 1. CAMARENA, J. / CHEVALIER, M. Catálogo Tipológico del Cuento Folclórico Español. Editorial Gredos. 2. CURIEL MERCHÁN, M. Cuentos extremeños. Editora Regional de Extremadura. 3. AARNE-THOMPSON. Los tipos del cuento folklórico. Una clasificación. Academia Scientiarum Fennica. Traducción al Español de Fernando Peñalosa. Helsinki. 4. MC BRATNEY, S. Adivina cuánto te quiero. Editorial Kókinos. INTERNET Y OTRAS ARTES www.publineditos.com/miscelaneas/mitos/leyenda3.htm www.geocities.com/Colosseum/Midfield/4301/hombre-lobo,html www.frnation.com/Lobo/wmedia/weretv.htm www.angelfire.com/ne/bernardino3/stubb.html CORRESPONDENCIAS