Radiología e instalaciones de radiodiagnóstico veterinario

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Técnicas diagnósticas
Radiología
e instalaciones de
radiodiagnóstico
veterinario
Los rayos-X constituyen
una forma de radiación
electromagnética igual
que la luz visible o las
radiaciones ultravioleta
e infrarroja y tienen una
gran energía. Lo único
que los distingue de
las demás radiaciones
electromagnéticas es la
longitud de onda que es un
parámetro físico que indica
el tamaño de una onda;
los rayos-X tienen una
pequeña longitud de onda
y debido a ella tienen estas
propiedades distintas a las
de la luz visible y pueden
penetrar a través del cuerpo
y producir una imagen en
una placa fotográfica.
Permiten obtener imágenes
del interior del cuerpo e
incluso de la configuración
interna de objetos sólidos
pero también son capaces
de provocar acciones
biológicas diversas en los
seres vivos y lesiones graves
si la exposición es excesiva.
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L
a utilización de los rayos-X en
radiodiagnóstico permite la visualización de las estructuras
internas del cuerpo de los animales
según la opacidad que presenten los
mismos. Las placas radiográficas están formadas por una base flexible de
poliéster recubierta por una emulsión
de sales de plata. La energía (rayos X)
que llega a la placa después de atravesar el cuerpo del animal, desencadena una serie de procesos químicos
sobre la emulsión, precipitando estas
sales de plata que se ennegrecerán al
revelarla.
La utilización de los rayos-X en
radiodiagnóstico permite la visualización de las
estructuras internas del cuerpo de los animales
según la opacidad que presenten los mismos
Formación de la imagen
radiológica
Hay dos factores que controlan la producción
de rayos-X en un aparato: El kilovoltaje (kV) y el
miliamperaje (mA). Para comprender qué son
estos dos factores, compararemos el haz de
rayos X con el disparo de una escopeta de per-
El ennegrecimiento de la película es directa-
digones. Los miliamperios (mA) serían el núme-
mente proporcional a la cantidad de energía
ro de perdigones disparados (en nuestro caso
(cantidad de radiación) recibida. Va desde el
número de electrones, la cantidad de rayos-X),
blanco absoluto al negro intenso pasando
mientras que los kilovoltios (kV) serían la fuerza
por una amplia gama de grises. Las estruc-
con la que son disparados (y por tanto son un
turas corporales más densas o más gruesas,
indicativo del poder de penetración).
absorben más radiación que aquellas otras
menos densas o más finas, y por tanto, al ab-
Un aumento del kilovoltaje produce un au-
sorber más radiación, habrá una menor can-
mento del poder de penetración de la radia-
tidad de radiación que llegue hasta la placa
ción pero también conlleva una disminución
generándose una imagen más blanca (tejidos
del contraste radiográfico. Un aumento del
radiopacos).
miliamperaje proporciona una mayor definición en la imagen obtenida.
Las estructuras que absorben menos energía,
dejan pasar a través suyo una mayor cantidad
En general el empleo de kilovoltajes altos y
de rayos y por lo tanto llegará a la placa una
miliamperajes bajos proporciona muchos
mayor cantidad de radiación, produciendo un
detalles de los huesos (tejidos radioopacos)
mayor oscurecimiento y dando una imagen
y pocos de los tejidos blandos (radiolúci-
más negra (tejidos radiolúcidos).
dos) mientras que kilovoltajes bajos y mi-
liamperajes altos dan un gran contraste entre
los tejidos blandos.
Calidad radiográfica
Una buena radiografía es aquella que tiene una
buena definición, es decir, que está bien contrastada y que tiene nitidez de imagen. Al realizar
una radiografía hay rayos que son absorbidos
por el objeto y rayos que lo atraviesan, otras radiaciones se dispersan en todas las direcciones
al chocar con el objeto. Estos rayos secundarios
se conocen con el nombre de radiación dispersa, no contribuyen a la formación de imágenes
radiológicas y son por tanto indeseables, ya que
tienden a reducir el contraste de la imagen. Parte de esta radiación dispersa llega a la película
radiológica y degrada la imagen obtenida provocando una disminución de su definición.
Existen dos métodos para disminuir la radiación dispersa:
Utilización de un colimador
El colimador es un diafragma colocado en la salida del haz de rayos X que permite delimitar el
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dispersa es absorbida por el plomo impidiendo que alcance la película.
Densidades radiológicas básicas
Por contrapartida, las sombras que generan estas bandas de plomo
aparecen en la radiografía formando una imagen de rejilla que será tanto
menor cuanto más finas sean las láminas.
La propiedad que tienen los rayos X de atravesar
la materia con diferentes absorciones dependiendo
de la sustancia y de su estado físico hace que en el
cuerpo podamos encontrar cinco densidades fundamentales:
1. AIRE (negro): La menor absorción de rayos X.
Engloba al aire u otro gas que nos encontremos
dentro del organismo. Pulmones, tubo digestivo...
2. GRASA (gris): Absorbe algo más de radiación.
Nos la encontramos entre los músculos, en el abdomen rodeado las vísceras...
3. AGUA (gris pálido): Mayor absorción. Músculos,
vísceras, vasos, intestino con contenido...
4. CALCIO (blanco): Gran absorción. Huesos, cartílagos calcificados...
5. METAL (blanco absoluto): De forma natural no
existe en el organismo.
Para minimizar este efecto existe otro tipo de parrilla que se mueve o
vibra durante la exposición de los rayos X. Es la llamada rejilla móvil o
bucky. Al moverse, la sombra que produce en la placa se difumina y no
llega a distinguirse.
La nitidez de una imagen radiográfica también puede verse disminuida por
el movimiento del paciente. Este efecto lo minimizaremos empleando los
tiempos de exposición más bajos que el estudio permita y utilizando métodos de inmovilización física o química (sedación o anestesia).
Finalmente la calidad de una radiografía depende en gran medida de que
el proceso de revelado sea correcto. En el revelado manual las temperaturas y tiempos de permanencia de la placa en cada uno de los líquidos
empleados deben vigilarse cuidadosamente. Sin embargo el empleo de
procesadoras automáticas solventa los errores humanos que puedan
producirse representando además un ahorro de tiempo considerable ya
que la secuencia “revelador-agua-fijador-agua-secado” de un revelado
manual supone un tiempo invertido de aproximadamente treinta minutos
haz de rayos y ajustarlo al objeto que va a ser radiografiado. El diafragma
frente a los noventa segundos de un procesado automático.
lleva incorporada una fuente de luz para iluminar el campo a radiografiar.
Las placas radiográficas son especialmente sensibles al efecto de la luz
Es importante ajustar lo más posible el campo luminoso al objeto a
blanca y la aparición de marcas por manipulación incorrecta después
radiografiar.
de haber sufrido la exposición a los rayos X por lo que habrá que ser
especialmente cuidadosos durante esta fase.
Utilización de rejilla o parrilla absorbente
Actualmente la radiología analógica convencional coexiste con la radioEs una parrilla situada entre la mesa de rayos y la bandeja donde se
logía digital. En esta última se obtienen las imágenes directamente sin
sitúa el chasis. Está formada por láminas de plomo paralelas al haz
pasar antes por una placa de película radiológica. Las imágenes que se
primario de rayos, de modo que los rayos primarios que salen del tubo
obtienen en estos sistemas están en la memoria de un ordenador en
pasan a través de las láminas mientras que gran parte de la radiación
formato digital y se visualizan en monitores.
Técnicas diagnósticas.13
RIESGOS DE LA RADIACIÓN. PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
El uso de los rayos X debe llevar consigo el conocimiento de los efectos nocivos de las radiaciones.
Desde el inicio de la utilización de las radiaciones
ionizantes se evidenció la existencia de estos riesgos inherentes a la misma y se vio la necesidad de
adoptar normas de protección.
La Protección Radiológica tiene como finalidad la
protección de los individuos, los descendientes y la
humanidad en su conjunto contra los riesgos que
se derivan de las actividades del hombre que pueden implicar irradiaciones.
Cuando las radiaciones interaccionan con la materia
viva, se producen una serie de fenómenos cuya consecuencia puede ser la modificación de dicha materia. Hay efectos que sólo aparecen cuando la dosis
de radiación alcanza un determinado umbral. La
gravedad del efecto depende de la dosis y aparecen
de manera inmediata. Se llaman efectos deterministas. Hay otros efectos que no presentan umbral, se
llaman efectos estocásticos, la probabilidad de que
sucedan crece con las dosis, son siempre graves y
su aparición es tardía.
Los órganos más sensibles a las radiaciones son
los órganos hematopoyéticos (médula ósea, bazo
y ganglios linfáticos), la piel, el cristalino y las gónadas.
Los órganos hematopoyéticos pueden afectarse
desarrollando una leucemia (grupo de enfermedades de la médula ósea que implican un aumento
incontrolado de glóbulos blancos), siendo mucho
mayor el riesgo de contraer esta enfermedad entre
el personal que trabaja en una instalación de radiodiagnóstico que en la media de la población.
El efecto crónico de las radiaciones X sobre las gónadas (ovarios y testículos) puede producir descenso de la fertilidad e incluso infertilidad. También puede producir mutaciones en las células germinales lo
que originaría malformaciones fetales que pueden
no aparecer incluso hasta varias generaciones posteriores.
El efecto por exposiciones reiteradas sobre el ojo es
la aparición de cataratas. Debemos tener en cuenta que el hecho de cerrar los párpados no supone
protección alguna de los ojos frente a los rayos por
lo que habrá que tomar precauciones especiales.
Sobre la piel, el efecto de la sobrexposición es la
aparición de eritema (enrojecimiento), desecación,
pérdida de vello o de cabello, hiperqueratosis (formación de escamas y zonas callosas), úlceras crónicas y tumores o cánceres de piel.
PROTECCIÓN DEL PERSONAL DE LA CLÍNICA VETERINARIA FRENTE A LOS RAYOS X
Hay que hacer una consideración importante para empezar: El personal
que trabaja con rayos X no deberá exponerse NUNCA directamente al haz
primario de rayos incluso aunque lleve
puestos los elementos protectores.
Es muy importante desechar la idea de
que sujetar al paciente para la realización de una placa “es tan sólo un momento”, y concienciarse de que la dosis
de radiación es acumulativa y que la
dosis de radiación acumulada a lo largo
de años de ejercicio profesional puede
desembocar en graves lesiones.
En casos de animales difíciles de manejar habrá que sedar al paciente o
incluso anestesiarlo. Además si por el
hecho de no sedar a un paciente porque “es solo un momento y es una pena
sedarlo para un momentito” obtenemos
una mala radiografía debida al movimiento del animal, habrá que repetir la placa y
por tanto el personal y el paciente habrán
recibido doble dosis de radiación.
Por no sedar un animal se “gana”
tiempo pero a costa de multiplicar el
riesgo sobre el radiólogo.
El Real Decreto 1085/2009, por el
que se rigen las instalaciones de
radiodiagnóstico veterinario, señala
textualmente, “Siempre que por las
características propias del diagnós-
tico con radiaciones ionizantes se
haga necesaria la inmovilización del
paciente, ésta se realizará mediante
la utilización de sujeciones mecánicas
apropiadas. Si esto no fuera posible,
la inmovilización será realizada por
una o varias personas que ayuden
voluntariamente. En ningún caso se
encontrarán entre ellos menores de
dieciocho años ni mujeres gestantes.
Aquellas personas que intervengan
en la inmovilización del paciente en
las unidades asistenciales de radiodiagnóstico, que serán siempre
el menor número posible, recibirán las instrucciones precisas para
reducir al mínimo su exposición a
la radiación, procurarán en todo
momento no quedar expuestas
al haz directo, y deberán ir provistas de las prendas individuales de
protección adecuadas. Si no se
dispone de personal voluntario, la
inmovilización se llevará a cabo por
trabajadores expuestos, estableciendo turnos rotatorios.
En radiografía veterinaria se deberán
favorecer los métodos de sedación
o de fijación mecánica del animal.
Cuando esto no sea posible, será
necesario que todo el personal que
deba permanecer en la sala disponga de prendas de protección adecuadas, tales como guantes o delantal plomado.”
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