LA FAMILIA MULEY: EL DESTINO TRÁGICO DE LOS NOTABLES MORISCOS GRANADINOS The Muley family: the tragic destiny of the Moorish nobles in Granada in 16th century. Florence Lecerf* Resumen: La importancia de la familia morisca de los Muley en el seno de la sociedad granadina del siglo XVI fue probada, no sólo como defensores de la comunidad morisca como lo fueron algunos de sus miembros -Francisco Núñez Muley siendo el más conocidosino también por su ascendencia real. Sin embargo, varias zonas de incertidumbre permanecen en nuestros conocimientos de esta familia y de sus miembros. Los estudios realizados hasta el momento tienden a mostrar las afrentas cotidianas padecidas por algunos Muley. ¿Cómo una familia descendiente de los príncipes meriníes y del rey Muley Haçen, pudo venirse a menos y caer en la decadencia si tomamos la expresión de Bernard Vincent? En este artículo presentaremos documentos inéditos de diversos miembros de la familia Muley; nos informan sobre su biografía, sobre su unión con otras familias moriscas -en particular con la familia Çaybona- y nos dejan ver algunos indicios de esta tragedia de los notables moriscos a quienes se les quitaban el respeto y el honor de su condición. Abstract: The importance of the Moorish family of the Muley in Grenadian society of the 16th century is nowadays obvious, not only by the actuation of some of its members -Francisco Núñez Muley is the more famous- but also by the royal ascendance discovered some years ago by María Jesús Rubiera Mata. However we are far from knowing all about that family and its members. The studies realized until now tend to show that some of them were insulted in their daily life. How a family descendant of merinis princes and of king Muley Haçen could have gone to total “decline” using the term of Bernard Vincent? * Universidad de Granada. E-mail: [email protected] Este trabajo se inserta en los llevados a cabo por el grupo de investigación “Investigaciones Filológicas y de Cultura Hispánica”: GRINFICUH. HUM 837. Trastámara, nº 12, julio-diciembre 2013, pp. 5-32, ISSN: 1989-4066 This article analyzes new documents of various Muley family’s members; they give us new information about their biography, about their unions with other Moorish families -particularly with the Çaybona family- and let us catch sight of some reflections of that tragedy of Moorish nobles deprived of the respect and the honour of their condition. Los notables moriscos granadinos fueron la materia de estudios de varios especialistas entre los cuales Enrique Soria Mesa y Bernard Vincent. En la opinión de Bernard Vincent, la mayoría de los notables moriscos tuvo mucha dificultad en imponerse en un ese mundo en reconstrucción como era entonces la sociedad granadina después de la Reconquista, a pesar de ser personas muy influentes en el ámbito político, económico y cultural. Tomó como ejemplo a la familia Muley: después de recordar los datos biográficos aportados por María Jesús Rubiera Mata - quien supo, la primera, identificar a los Muley granadinos, como los descendientes de Abdal Haqq1, ultimo sultán meriní de Marruecos, y después de referir los servicios a la Corona y sus consecuentes gratificaciones, el hispanista ha señalado el malestar probablemente sentido por algunos nobles frente a atrasos de pagos o a todo tipo de insultos o humillaciones que no hacían sino evidenciar una falta de consideración u de respeto hacia su persona. Recordaremos también el incidente que opuso Francisco Núñez Muley a Hernán García de Valera, quien lo insultó de “perro moro”2. Luego relató las contrariedades sufridas por la familia Muley después de la deportación de los moriscos fuera del Reino de Granada. Algunos padecieron la prisión, otros la deportación y la confiscación de sus bienes y se puede decir que todos sufrieron el menosprecio y la indiferencia a pesar de su condición de nobles. No voy a volver sobre lo que ya sabemos, daré a conocer documentos inéditos que nos permitieron seguir los pasos de algunos Muley, e insistir de nuevo sobre la precariedad de su situación. Esos documentos proceden del Archivo de Protocolos del Ilustre Colegio Notarial de Granada y hoy reunidos nos permiten ampliar nuestros conocimientos; aunque no estemos todavía 1 RUBIERA MATA, M. J. (1996): «La familia morisca de los Muley-Fez, príncipes meriníes e infantes de Granada». Sharq Al-Andalus, 13. Alicante, pp. 159-167. 2 GARCÍA PEDRAZA, A. (2002): Actitudes ante la muerte en la Granada del siglo XVI: los moriscos que quisieron salvarse. Tomo II. Editorial Universidad de Granada / Fundación El Legado Andalusí. Granada, pp. 940-948. 6 capacitados para elaborar un árbol genealógico completo ni conocer en profundidad todos sus miembros. 1. ALGUNOS DATOS BIOGRÁFICOS Once documentos sirvieron a la redacción de este artículo3. 3 Testamento de Hernando de Fez Muley Çeyen. 3 de Julio de 1537. ARCHIVO DE PROTOCOLOS DEL ILUSTRE COLEGIO NOTARIAL (Arch. Prot. Gr.), Protocolo G-41, fols. 345v-346v. DE GRANADA Inventario de los bienes de doña Isabel Muleya, hija de Francisco Núñez Muley. 27 de junio de 1554. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-83, fols.211r-213v. Carta de dote de doña Catalina de Fez Muleya otorgada por Álvaro López el Çamar. 28 de abril de 1558. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-106, fols. 362v-367v. Carta de dote de Florencia Enríquez Abençaydbona otorgada por Hernando de Fez Muley el Mozo. 15 de abril de1559. Arch. Prot.Gr., Protocolo G-111, fols. 408r-412r. Carta de dote de doña Isabel de Mendoza de Fez Muley otorgada por Pedro López Enríquez Abençaydbona. 6 de mayo de 1561. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-120, fols. 333r-337r. Codicilio de Juan Zacarías el Begi, padre de Brianda de Guevara Begia. 9 de julio de 1561. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-120, fols. 387v-388v. Escritura de venta de Hernando de Mendoza de Fez Muley y Florencia Enríquez Abençaydbona. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-116, fols. 622r-623v. Testimonio pedido por Francisco Hernández Muley. 14 de agosto de 1567. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-158, fols. 1008r-v. 7 Dos testamentos redactados con treinta y tres años de diferencia -respectivamente del abuelo y del nieto- abren y cierran esta serie de documentos. Estos dos documentos fueron citados por María Jesús Rubiera Mata, nos interesaremos en su contenido. El testamento que don Fernando de Fez Muley Çeyen otorga en 1537 es bastante corto4. Este hombre es el rey exiliado “Al-Mutawakkil”, casado con una hija del rey Muley Buliaçen, cuñado de Boabdil. Lo encontramos también con el nombre de Fernando Abdilhaque de Fez o Muley Seyen5. Cuando otorga su testamento Hernando de Fez Muley Çeyen debe de tener unos noventa años. Tiene tres hijos: Alonso, Álvaro y Luis. Alonso es loco -“es falto de juyzio”- y pobre, por eso le deja el tercio de sus bienes además del quinto que deja a cada uno de sus hijos. De don Álvaro nos sabemos más. En cuanto a Luis, parece ser difunto en el momento de la redacción del testamento de su padre; sin embargo entre los herederos se encuentran sus hijos: doña María, don Fernando y don Andrés. Sabíamos hasta ahora que Álvaro hubiera tenido un hijo, Hernando Muley o Hernando de Mendoza de Fez Muley6. En el testamento al que nos referimos ahora, aprendemos que Luis también tenía un hijo llamado Hernando. Testamento de Brianda de Guevara Begia, mujer de Andrés Muley 8 de mayo de 1569. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-172, fols. 174r-177v. Testamento de don Fernando de Fez Muley. 17 de enero de 1570. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-172, fols. 604r-606v. Dispensa matrimonial de María Bexia y Alonso Gómez Çaibona. 2 de mayo de 1569. ARCHIVO DE LA DIÓCESIS DE GRANADA, Legajo 1, pieza 54. 4 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-21, fols. 345v-346v. 5 Estos diferentes nombres aparecen en la probanza de los Infantes de Granada, don Fernando y don Juan, en la cual don Hernando de Fez interviene como testigo: LÓPEZ DE COCA CASTAÑER, J.E. (1988): «Granada en el siglo XV: las postrimerías nazaríes a la luz de la probanza de los Infantes Don Fernando y Don Juan ». En Andalucía entre oriente y occidente (1236-1492), Actas del V Coloquio Internacional de Historia Medieval de Andalucía. Diputación Provincial de Córdoba. Córdoba, pp. 599-641. 6 En su memorial, Francisco Núñez Muley afirma que la cédula firmada por Carlos V que suspendía la prohibición del uso y confección del traje morisco en 1518, «está en poder de Don Hernando Muley, mi sobrino, hijo de Don Álvaro de Fez, su padre, ya difunto, que la había traído su agüelo, mi tío, Don Hernando de Fez, difunto”: FOULCHE-DELBOSC, R. (1899): «Memorial de Francisco Nuñez Muley». Revue Hispanique, VI. New York, p. 209. 8 Hemos encontrado la carta de dote que Hernando de Mendoza de Fez Muley “el Mozo”, otorga en 1559 a Florencia Enríquez Çaybona. Esta escritura confirma que Álvaro es su padre y nos da el nombre de la madre: Mayor Çalmona. Hernando de Mendoza de Fez Muley el Mozo nació alrededor del año 1541: tiene unos 20 años aproximadamente, en 1561, cuando otorga una escritura de venta con su mujer Florencia. Ambos son menores y tienen que jurar; tienen más de 20 años y menos de 25 años7. En 1559, su padre, Álvaro de Fez Muley, ya había muerto. Y en su testamento, que redacta 10 años más tarde sabemos que su padre y su abuelo están enterrados en la iglesia de San Pedro y San Pablo8: “mando que my cuerpo sea sepultado dentro de la dicha yglesia de San Pedro y Sant Pablo de donde yo soy parroquyano en una sepultura que allí yo tengo mya donde estan sepultados mys padres y abuelos ya difuntos”. Hernando y Florencia tienen dos hijos: don Álvaro y doña Madalena. Vemos una vez más que abuelo y nieto llevan el mismo nombre, lo que es todavía algo usual entre los musulmanes hoy en día.9. La repetición del nombre Hernando dificulta nuestro estudio de esta familia, a veces nos sabemos a quién se refiere el documento. Por ejemplo, en 1558, don Hernando de Fez Muley y doña María Moroxia, casan a su hija doña Catalina de Fez Muleya con Álvaro López el Çamar10. En 1561, don Hernando de Mendoza de Fez Muley y su mujer doña Francisca de Almorox casan a su hija, Isabel de Mendoza de Fez Muleya, con Pedro López Enríquez Abençaydbona11. En esta ultima escritura, está indicado que Andrés de Fez Muley es el tío de la novia, lo que nos permitiría identificar a don Hernando de Mendoza de Fez Muley como hijo de Luis y hermano de Andrés. Podemos confirmar este parentesco en el testamento de Brianda de Guevara Begia, la mujer de Andrés Muley, puesto que en el momento de otorgar su testamento 7 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-116, fols. 622r-623v. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-172, fols. 604r-606v. 9 Sobre la transmisión del nombre y del apellido en el seno de la comunidad granadina del siglo XVI ver: LECERF, F. (2009): «Une identité imposée, une identité revendiquée : Les morisques grenadins au XVIe siècle». Cahiers de la Méditerranée, 79 (dossier thématique coordonné par María Ghazali : Les morisques : d’un bord et l’autre de la Méditerranée, Centre de la Méditerranée moderne et contemporaine. Université de NiceSophia Antipolis). Nice, pp. 73-93. 10 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-106, fols. 362v-367v. 11 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-120, fols. 333r-337r. 8 9 se encontraba en casa de don Hernando [de Mendoza]12 Muley, su “cuñado”, quien firma la escritura: En 1564, doña Isabel Jabiça es declarada libre de cualquier obligación hacia Lucia Torbaca quien le había servido durante nueve años. Recibió lo que se le debía en una clausula testamentaria de don Fernando Muley, difunto en el momento de la escritura de finiquito. Don Fernando Muley era el marido de Isabel, vivían en la parroquia de San Pedro y San Pablo. Don Fernando de Mendoza de Fez Muley el Mozo firma la escritura como testigo13. ¿Quién era ese don Fernando Muley? Nos preguntamos también sobre la procedencia del apellido “de Mendoza”. Parece que fue Hernando de Fez Muley, el hijo de Luis, quien empezó a utilizar este apellido y que su primo, su homónimo, lo imitó añadiendo “el Mozo”. Ignoramos quien era la mujer de Luis, la de Álvaro se apellidaba Çalmona. Puesto que el apellido no correspondía siempre al de los padres, podemos imaginar otros criterios en el momento de la elección. En este caso podríamos pesar que adoptaron este apellido en honor al conde de Tendilla, su protector. No sería imposible que el conde de Tendilla hubiese sido padrino en el bautizo del niño Hernando. Hay que recordar que es muy probable que el conde de Tendilla hubiese sido el promotor de la redacción del Memorial presentado por Francisco Núñez Muley. De hecho, un documento probaría que el memorial de Núñez Muley hubiera sido el « resultado de una operación concertada y minuciosamente preparada» en la cual el marqués de Mondéjar parece haber desempeñado un papel importante.14 Una vez más no 12 El apellido “de Mendoza” está tachado en el texto lo cual nos sorprende. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-137, fols. 1339r-v. 14 “La présence de sa requête aux Archives de la Alhambra, semble désigner le marquis de Mondéjar comme protagoniste essentiel de l’affaire”. VINCENT, B. (2002): «Histoire d’une déchéance: la famille des Fez-Muley à Grenade au XVIe siècle». Cahiers du C.R.I.A.R., 21. Rouen, p. 72. 13 10 son sino suposiciones que sola la consulta minuciosa de los archivos nos ayudaría quizás a confirmar o rechazar. Podemos sin embargo confirmar los lazos de unión con la familia Çaybona. Además de la unión de Hernando de Fez Muley con Florencia Enríquez Çaybona, y de la de Isabel de Mendoza de Fez Muleya con Pedro López Enríquez Abençaydbona, encontramos la de doña Isabel Muleya con Pedro López el Bergi, el hijo de Constanza Çaydbona, casada con Juan Zacarías el Bergi. El caso se vuelve sumamente interesante cuando sabemos quién es el padre de Isabel: Francisco Núñez Muley, el famoso abogado de los moriscos15. La cosa va más allá: la hermana del yerno de Francisco Núñez Muley, doña Brianda de Guevara Bergia, estaba casada desde el año 1539 más o menos con don Andrés Muley. Treinta años más tarde -como hemos vistootorga su testamento en casa de don Fernando [de Mendoza (tachado en el texto)] Muley, su cuñado16. Andrés está citado en el texto, heredaría de ciertos bienes de su mujer pero no parece asistir a la redacción del testamento de su mujer. No parecen tener hijos porque la única heredera de Brianda es su madre, Constanza Çaybona. Sus albaceas son Yñigo Hernández y Pedro López Çaydbona. Estamos en 1569, y sabemos que un Andrés Muley y un Hernando Muley fueron expulsados del Reino. Además hubieran sido los instigadores de una conspiración en Sevilla en 158017. ¿Cuál de los Hernandos fue expulsado, a cuál se le autorizó quedarse, el que acompañó a Alonso del Castillo a Madrid en 1583? Uno de los dos granadinos cuyas desventuras nos contó Domínguez Ortiz se llamaba don Fernando Muley, o también llamado Fernando Enríquez. Era un “hombre astuto, de mediana estatura, pelo oscuro y ligeramente calvo cuyo lenguaje y cultas maneras no estaban en consonancia con su origen morisco”18. El apellido Enríquez nos remite también a los Çaybona pero nos faltan todavía muchos datos. Volveremos ahora sobre Francisco Núñez Muley. Los archivos no nos han revelado quienes eran sus padres. Sabemos que tuvo por lo menos dos 15 Estas informaciones se encuentran en el inventario de bienes de Isabel Muleya, redactado por Juan Zacarias el Bergi y Constanza Çaybona, quienes declaran haber recibidos los bienes de Francisco Nuñez Muley, “padre de la dicha difunta a donde estaban guardados”. Arch. Prot. Gr., Protocolo G-83, fols. 211r-213v. 16 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-172, fols. 174r-177v. 17 DOMÍNGUEZ ORTIZ, A. (2009): «Desventuras de dos moriscos granadinos». En Moriscos. La mirada de un historiador. Editorial de la Universidad de Granada / Fundación El Legado Andalusí. Granada, pp. 27-32. 18 Ibídem, p. 30. 11 hijos: Alonso Martínez de Santiago19 et Isabel Muleya. Desconocemos quien era su mujer. Tenemos más datos sobre el final de su vida: hasta ahora pensábamos que había muerto antes de la revuelta de los moriscos de la Navidad de 156820, pero un documento nos muestra lo contrario. Esta vez, no se trata de un documento de los archivos notariales sino de una pedida de dispensa matrimonial, conservada en el Archivo diocesano del arzobispado de Granada. Los interesados son María Bexia y Alonso Gómez Çaibona. María Bexia es la hija de Pedro López el Begi y de Isabel Muleya, entonces nieta de Francisco Núñez Muley21. Alonso pide la dispensa necesaria, dado el grado de parentesco existente entre ambos, el tal grado superando el cuarto grado de consanguinidad. Formuló seis preguntas a las cuales contestaron tres hombres: don Hernando de Mendoza de Fez Muley, Francisco Núñez Muley y don Andrés de Fez Muley. El documento está fechado del 2 de mayo de 1569, el texto nos indica que Francisco Núñez Muley tiene 79 años (lo que nos permite decir que nació alrededor del año 1490). Está ciego y guarda cama. Le queda seguramente poco tiempo de vida, pero fue testigo de la rebelión de los moriscos y de sus dramáticas consecuencias. Todos estos documentos evidencian una realidad que Enrique Soria Mesa demostró de manera muy acertada: la “gran familia” que formaban las élites moriscas del Reino de Granada22. El caso de los Muley, aparentados con los Granada Venegas, con los Çaybona, los Çamar, los Almorox….lo ilustra a la perfección. Sin embargo, las rivalidades estaban presentes. Bernard Vincent reveló una cierta oposición entre el Zegrí y Nuñez Muley23. Esas tensiones parecían deberse a una diferencia de convicciones: el primero no dudaba sobre lo que tenía que hacer para conservar su dignidad y su honor sirviendo hasta el final a la Corona, el segundo dependía inevitablemente del destino de su comunidad, de la defensa de su identidad cultural. Y aquí radica el origen del drama de los 19 VINCENT, B. (2006): «Algunas voces más: de Francisco Núñez Muley a Fátima Ratal». En El río morisco. Universitàt de Valencia, Universidad de Granada, Universidad de Zaragoza. Valencia, p. 94. 20 Ibídem, p. 96. 21 ARCHIVO DE LA DIÓCESIS DE GRANADA, Legajo 1, pieza 54. 22 SORIA MESA, E. (2009) «Una gran familia. Las élites moriscas del Reino de Granada». Estudis: Revista de historia moderna, 35 (Ejemplar dedicado a: Ciclo de conferencias: Los Moriscos. Una minoría en la España Moderna). Valencia, pp. 9-36. 23 VINCENT, B. (2006): «Las élites moriscas granadinas». En El río morisco, Biblioteca des Estudios Moriscos, Universitàt de Valencia, Universidad de Granada, Universidad de Zaragoza. Valencia, p. 194. 12 Muley: ellos que no pudieron elegir entre el exilo y la conversión, no aceptaron nunca la pérdida de su identidad. 2. EL DESTINO TRÁGICO DE LOS NOBLES MULEY En la primera parte de este trabajo, nos hemos centrado en los datos biográficos sacados de los documentos. Ahora analizaremos los indicios de la tragedia sufrido por la familia Muley, descendiente de los príncipes meriníes, y a menudo despreciada, insultada y arruinada. Volvamos sobre el primer testamento; el de don Hernando de Fez Muley Çeyen. Este hombre recibió una pensión vital importante y los Reyes Católicos reconocieron su estatuto real: “20.000 de por vida a Don Fernando de Fez, antes Abulhacen Almutaguaguil, 22 de Noviembre 1500”24 “Los Reyes Católicos parecen reconocer su estatuto real: posiblemente sean los padrinos de su bautismo y el de su mujer, la hija de Muley Haçen, ya que reciben el nombre de Fernando e Isabel y le otorgan una cuantiosa pensión, sólo inferior a aquellos que fueron “colaboracionistas” por propia voluntad, como don Pedro de Granada. Fernando de Fez fue también beneficiario de la farda y posiblemente recibió otros beneficios reales” 25 No obstante es pobre al final de su vida: “yten pido e suplico al reverendisimo señor don Gaspar Davalos arzobispo de Granada mi señor me mande dezir un creyndinario de mysas rezadas de mas de las que yo he reçibido e reçibo cada dia de si reverendisima señoria e me mande de tomar una bula porque con mi neçesidad e pobreza a mi me queda muy poco con que poderlo dezir”26 24 LADERO QUESADA, M. A. (1993): Granada después de la conquista. Repobladores y mudéjares. Diputación Provincial de Granada. Granada, pp. 593-603: Mercedes reales concedidas a nuevos cristianos para compensar su conversión y evitar los prejuicios económicos que pudiera causarles, Legajo 59. Citado por RUBIERA MATA, M. J. (1996): «La familia morisca de los MuleyFez…», art. cit., p. 161. 25 RUBIERA MATA, M. J. (1996): «La familia morisca de los Muley-Fez…», art. cit., p. 163. 26 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-21, fols. 345v-346v. 13 No sabemos nada más, no deja nada a nadie excepto a sus hijos y nietos, sin que sepamos a cuánto se elevan sus bienes; pero todo está dicho: el rey Al Mutawwakil era acabó pobre. Eso no deja de sorprendernos, de la misma forma que nos sorprendió ver que era el único en no recibir el cargo de regidor al finalizar la Reconquista. Al principio del siglo, en el momento de su conversión vivía en la parroquia de Santa María de la O, en el momento de la redacción del testamento vive en la de San Pedro y San Pablo. ¿Qué pasó entre estas dos fechas ? Es algo que nos quedará por investigar. El testamento de su nieto es mucho más largo. Vive en la misma parroquia donde vivía su abuelo. Parece haber subido la economía familiar, aunque no sabemos tampoco a cuántos se elevan sus bienes. Lo que sí es cierto es que gasta más que su abuelo en misas y limosnas para la Iglesia y que deja bienes a varias personas además de a su familia cercana. Su problema es que no puede gozar plenamente de sus bienes, espera una licencia de su Majestad para poder venderlos: “que se le den luego y cada y quando su magestad diera licencia para que yo pueda vender mys bienes rayzes”27. Estamos a principios del año 1570, la situación de los moriscos granadinos no es fácil, incluso para lo que fueron autorizas a quedarse. En último lugar, presentaremos un documento un tanto extraño, sumamente interesante. Se trata de una pedida de testimonio por parte de Francisco Hernández Muley al escribano público Luis de Hontiveros, quien debe atestiguar del estado en el cual se encuentran tres tiendas que Francisco Hernández Muley había alquilado a os padres Teatinos “en el Albayzin en la plaça que dizen de los Alamos en la collacion de San Salvador çerca de la dicha yglesya de San Salvador”28. Aquí tenemos a otro miembro de la familia Muley, que no conocíamos. Vive en la misma parroquia que lo que hemos visto antes: la de San Pedro y San Pablo. Debía tener bastantes relaciones cercanas con los Muley que conocemos puesto que uno de los testigos de esta escritura es Pedro López de Guevara el Bergi, el marido de Isabel Muleya (la hija de Francisco Núñez Muley) y hermano de Brianda, casada ella con Andrés Muley. Los Teatinos pertenecían a la Orden religiosa fundada en 1524 por San Cayetano de Thiene, sacerdote de Roma, y por Juan Pedro Carafa (papa con el nombre de Paulo IV en 1555), entonces obispo de Chieti (en latín Teate). Los Teatinos inauguraron ese nuevo tipo de órdenes religiosas apostólicas aparecidas en el siglo XVI, como lo fueron también las órdenes de los Jesuitas y de los Barnabitas. 27 28 Arch. Prot. Gr., Protocolo G-172, fols. 604r-606v. Arch. Prot. Gr., Protocolo G- 158, fols. 1008 r-v. 14 Parece que hubo pronto una confusión entre los dos términos “teatinos” y “jesuitas” en España29. El padre Francisco de Borja, escribiendo al Padre Ribadeneyra, le dice: “Lástima, padre, lo que por acá pasa. Hanse descubierto muchos luteranos y hanse comenzado a prender. No ha faltado quien ha echado fama en esta misma Corte y en Castilla, que los teatinos (así nos llaman por acá) eran causa de estos errores, y que a mí me habían prendido”30. La confusión se daba también en Italia porque Esteban de Garibay, hablando de la Compañía de Jesús advierte sobre la confusión entre Teatinos y Jesuitas: “en Castilla y también en Italia a estos religiosos […] llaman con crasa ignorancia «teatinos», los quales son también religiosos, pero de diferente Orden…”31 Francisco Hernández Muley había alquilado esas tiendas a los padres “Teatinos”, para que establecieran una escuela. Es la función que tuvieron durante un tiempo: “para tener e en que avian tenydo escuela de niños e moços con los altos dellas que estan ençima por çierto tiempo e preçio e en çierta forma e manera” “yo el dicho escrivano doy fee que de antes de agora en las dichas tyendas solia aver muchachos e moços de leer e escrivir e que nonbravan escuela de teatinos asy en lo baxo como en lo alto de las dichas tyendas” “hera verdad q podia aver medio mes poco mas o menos que vido que el cotretor que amuestra a los nyños de la dotrina […]”. Una escuela de Jesuitas en el Albaicín, en la parroquia de San Salvador, nos hace pensar en la Casa de la Doctrina. No sabemos todavía con certeza donde estaba ubicado este colegio32. Se puede tratar aquí de una de las anexas 29 Ver sobre este asunto el articulo de GÓMEZ ORTÍN, F. (1992): «El topónimo murciano Los Teatinos». Revista Murgetana, 85. Murcia, pp. 33-43. 30 MHSI. Borgia, III, 322-323, cit. en HUERGA, A. (1969): «La vida cristiana en los siglos XV-XVI». En Historia de la espiritualidad. Tomo II. Juan Flors. Barcelona, p. 102. 31 O’NEILL, C.E., DOMÍNGUEZ, J.A., dirs. (2001): Diccionario histórico de la compañía de Jesús. Biográfico-temático. Vol. IV. Institutum Historicum / Universidad Pontificia de Comillas, Roma/Madrid, pp. 3707-3708. El término “teatino” acabó por definir también las cualidades morales de una persona; una persona “teatina” era una persona “devota” o “recogida”. 32 ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, J. R. (1983-1984): «La Casa de la Doctrina del Albaicin. Labor apostólica de la compañía de Jesús con los moriscos». Cuadernos de la Alhambra, 1920. Granada, pp. 233-246. 15 que los religiosos tuvieron que alquilar para hacer frente al número creciente de alumnos, como podemos leer en los anales de los jesuitas: “y para acudir también a la enseñança y remedio de los moriscos naturales, gente bien necesitada de Doctrina, se alquiló una casa en el Albaiçín, dando lo necessario para el sustento el Arçobispo. Y se pasaron a ella nueve de la Compañía, teniendo por superior al P. Ambrosio de Castilla. Predicaba a los moriscos el P. Albotodo en su lengua arábiga los domingos y fiestas, y pusieron escuelas para enseñar a leer y escrevir a sus hijos por enseñarles juntamente los mysterios de la fe y buenas costumbres. Acudió gran número de niños y algunos hijos de los christianos viejos que vivían en la ciudad; era el maestro de escrevir el P. Francisco de la Torre que havía sido canónigo de esta santa Iglesia, cosa que causó grande edificación ver ocupado en hacer materias, corregir las planas, y cortar las plumas a los mochachos, una persona tan conocida. Continuáronse estos ministerios hasta el año de 69, que por la rebelión de los Moriscos, saliendo todos ellos desterrados de este Reyno, cesó el fin de esta obra”33 “En el mismo ministerio edificó el P. Juan de Quixada que enseñava a leer, y otros de grandes prendas, que continuaron en este tan humilde como útil ministerio hasta el año de 1569, que fue el alzamiento de los moriscos y los desterraron deste Reyno […]”34 “[…] se iva aumentando no sólo de novicios que daban raros exemplos de humildad y desprecio del mundo, sino de sujetos antiguos, de grandes talentos, virtud y letras, llegando ya el número a 70, con que se veían obligados a mudar casas más capaces porque no cavían en las que habitavan, pagando siempre el alquiler el Sr. Arzobispo.”35 La escuela que ocupaba las tres tiendas de Francisco Hernández Muley fue abandonada al final de julio o principios de agosto del año 1567, dado que el documento está fechado del 14 de agosto de 1567 y que les jesuitas hubieran dejado los edificios al abandono dos semanas antes. Lo que es muy sorprendente: el incidente tuvo lugar más de un año antes de la rebelión. 33 BÉTHENCOURT, J., OLIVARES, E., ed. (1992): Historia del Colegio de San Pablo: Granada 1554-1765. Universidad de Granada. Granada; Primera parte: Historia Sucinta y compendaria de el Colegio de Granada conforme a la ordenación de nuestro Padre general. Años 15541599, p. 31. 34 Ibídem, p. 175-176. 35 Ídem, p. 176. 16 Este documento nos muestra las tensiones existentes y que se hicieron cada vez más opresivas para los moriscos. En efecto, los “teatinos” abandonaron la escuela, quitaron las puertas sin avisar –“sin le desir ny haser de saber cosa alguna”- y dejaron al abandono las tiendas. Los vecinos echaron allí sus inmundicias y hasta se cogían las piedras para las obras de la Iglesia de San Salvador: “desanpararon las dichas tyendas no enbargante que todavia corre por ellos la dicha renta dellas y sin le desir ny haser de saber cosa alguna e demas de lo suso dicho le quytaron todas las tablas e çerraduras e maderos donde se ponyan las tablas de las dichas puertas de las dichas tyendas e para los quytar derrocaron parte de las paredes de las dichas tyendas e las avia dexado fechas corrales y demas donde los vecinos se servia de echar ynmundiçias de tal manera que las dichas sus tyendas quedaron disfamadas para no se poder alquylar a persona alguna aunque agora se tornasen a poner en el estado que antes estavan e solian estar e porque asy mysmo estavan arrancadas a las dichas tyendas piedras e tierra de la obra que agora se fundava de la dicha yglesia de San Salvador todo en mucho daño e perjuyzio de las dichas sus tyendas e renta dellas”. Podemos imaginar la humillación sentida por este notable, miembro de una de las familias más prestigiosas. Francisco Hernández Muley les había alquilado las tiendas mediante un contrato y también “de palabra”. La expresión adquiere un valor inestimable; faltaron a su palabra. Es una afrenta, una humillación personal la que se relata aquí: “como se qontenia en la escriptura que sobrello paso e asy mysmo de palabra con algunos de los dichos teatinos”. Esta traición al acuerdo previo recuerda las Capitulaciones de 1491 que no fueron respetadas. Francisco Núñez Muley insiste, en su memorial, sobre la transgresión de lo acordado: “[…] la conversión de los dichos naturales deste Reyno fue por fuerça y contra lo capitulado”36 Francisco Hernández Muley, humillado e indignado, pide este testimonio para que se le reconozcan sus derechos. No nos referimos ahora a las afrentas que pudieron sufrir los moriscos con la población cristiana vieja, con personas celosas o temerosas, sino de una afrenta con la autoridad eclesiástica. El arzobispado pagaba el alquiler de las casas donde se establecían las escuelas de los Jesuitas. Los jesuitas predicaban al pueblo y debían inspirar confianza y dar el buen ejemplo. ¡Qué desilusión, qué frustración para este 36 FOULCHE-DELBOSC, R. (1899): «Memorial de Francisco Nuñez Muley», op. cit., p. 206. 17 notable morisco. Por otra parte, Francisco Núñez Muley denunció los abusos tanto de la justicia seglar como de la eclesiástica: “[…] para mal ante cada dia peor y mas maltratados en todo y por todas vías y modos, ansi por lo que tengo dicho por las justiçias seglares e sus ofiçiales como por la eclesiástica”37 Una vez más, estamos frente a esta “difícil convivencia”, frente a otro « acontecimiento inesperado o excepcional [que] nos enseña mucho sobre las relaciones cotidianas, porque abunda en indicios.”38 3. CONCLUSIONES El drama de la familia Muley, lo hemos dicho, fue de no haber podido elegir entre el exilio y la conversión, a principios de siglo. María Jesús Rubiera Mata hizo hincapié en esta realidad: “Y este hecho lo convierte en una figura excepcional: es el único miembro de la antigua corte nazarí que no puede emigrar y ha de quedarse en la situación que los vencedores decidan para los moriscos y, por ello se ve indudablemente obligado a bautizarse.”39 Es quizás una de las razones porque los miembros de esta familia actuaron como defensores de los intereses de la comunidad morisca y de su identidad cultural. Francisco Nuñez Muley defiende los intereses de los moriscos como comunidad pero también los de los nobles moriscos. A medida que leemos su discurso, vemos que Francisco Núñez Muley insiste sobre la perdida de la fortuna de los nobles moriscos, sobre la pérdida de sus privilegios y por consecuente de su honor. La frustración y la indignación se sienten en cada repetición del texto: 37 FOULCHE-DELBOSC, R. (1899): «Memorial de Francisco Nuñez Muley», op. cit., p. 218. 38 “un événement inattendu ou exceptionnel [qui] nous apprend beaucoup sur les relations quotidiennes, car il fourmille en indices”. VINCENT, B. (2009) : «La difficile convivance». Cahiers de la Méditerranée, 79 (dossier thématique coordonné par María Ghazali : Les morisques : d’un bord et l’autre de la Méditerranée. Centre de la Méditerranée moderne et contemporaine, Université de Nice-Sophia Antipolis). Nice, p. 404. 39 RUBIERA MATA, M. J. (1996): «La familia morisca de los Muley-Fez…», art. cit., p. 163. 18 “en perjuizio de los naturales desde Reyno y contra sus previlegios y probisiones”40 “[…] y presos por un quchillo y enviallos a galeras, y perderse sus haziendas y los ofiçiales de la justiçia gozando de sus haziendas”41 “por donde de rrazon y justiçia avian de ser mas fauoresçidos que los otros Reynos y probinçias, y sus prebilegios y libertades guardados, y no se perdiese como se perdió qualquier prebilegio y probision que se hizo en su fauor”42 “es muy gran perdiçion y molestias y perdimientos de hazienda y personas”43 “que fruto se puede sacar de todo lo suso dicho, sino perdimiento de personas y haziendas por diversas e munchas partes e los prinçipios dellos perdimientos dellas tales personas e haziendas sean empeçado a mostrarse dende el dia que se pregono la dicha prematica”44 “e nos mas perderse an las personas y los linajes moriscos”45 “Pues que se puede perder en esto de hazienda e memorias, pues que no les queda las antiguas por donde conozca cada uno lo suyo”46 “sino perdimiento de personas y haziendas como se a empeçado a mostrar”47 ¿Y cómo no insistir en ello? La propia experiencia de la familia Muley con la « decadencia » d’Al-Mutawwakil visible en su testamento en 1537, el pago de sumas escandalosas a las autoridades para ganar tiempo (en 1526 a 40 FOULCHE-DELBOSC, R. (1899): «Memorial de Francisco Nuñez Muley», op. cit., p. 214. 41 Ibídem, pp. 216-217. Ibídem, p. 219. 43 Ibídem, p.221 44 Ibídem, p. 228 45 Ibídem, p. 229 46 Ibídem, p. 233. 47 Ibídem, p. 235 42 19 Carlos V) o para obtener indulgencia (en 1559 con «el Negocio General»48), la confiscación y expropiación de bienes, etc. Todos esos abusos propiciaron y acrecentaron un resentimiento profundo que les llevó seguramente a las conspiraciones, que sea en 1568 en Granada o en 1580 en Sevilla. No obstante, la familia Muley dio pruebas, a lo largo de su historia, de una gran capacidad de reacción para reorganizarse y enriquecerse de nuevo. Al Mutawwaqil murió pobre, ahora bien, su nieto don Fernando de Fez Muley había acumulado una fortuna de más de 8.000 ducados cuando fueron confiscados sus bienes en 157049. Un articulo muy interesante de María del Carmen Ansón Calvo50, nos informa de la unión de Alonso Enríquez Muley y Merín de Fez con una mujer muy rica de Zaragoza: Cándida Compañero Navarro, la hija de Enrique Compañero y de Gracia Navarro, notables moriscos muy famosos. El acta de matrimonio está fechada del 16 de febrero de 1604. Sabemos que Alonso era natural de Sevilla y que residía en Zaragoza; era abogado. No es imposible, como lo subraya Ansón Calvo, que fuera el hijo de don Hernando de Mendoza de Fez Muley et de Florencia Enríquez Abençaydbona. Hemos visto que las elites moriscas formaban una “gran familia” en el seno de la sociedad granadina y vemos ahora que eran capaces de encontrar apoyos exteriores cuando lo exigían las circunstancias. ¿Quién mejor que los moriscos podían poner en práctica el acertado refrán « la unión hace la fuerza »? Esos trayectos individuales de los miembros de la familia Muley tienden a mostrarnos el sufrimiento, la tragedia de su destino pero también su capacidad a reorganizarse, a crear nuevas redes de contacto y de uniones para hacer frente a las dificultades. Es lo que daba miedo a las autoridades cristianas, además de una posible ayuda exterior de los Turcos. Pero las diferentes uniones entre las elites no hubieran bastado para organizar una rebelión armada contra el poder -el episodio de 1580 mostró los límites de una supuesta reorganización que estaba hecha principalmente de rumores-. Nuestro deber es intentar seguir las huellas de esos individuos, en los archivos, para juntar todas las informaciones posibles y entender sus decisiones 48 Hernando de Fez Muley había gastado en este “negocio” alrededor de 500 ducados. ÁLVAREZ DE MORALES, C. (1996): «Lorenzo el Chapiz y el “Negocio General” de 1559». Revista Qurtuba, 1 Córdoba, pp. 11-38. 49 DOMÍNGUEZ ORTIZ, A. (2009), «Algunos documentos sobre moriscos granadinos». En Moriscos. La mirada de un historiador. Editorial de la Universidad de Granada / Fundación El Legado Andalusí. Granada; pp. 78-79. 50 ANSÓN CALVO, M.C. (2003-2007) “Diego de Rojas y Alonso Muley Enríquez y Merín de Fez: ilustres esposos de Cándida Compañero». Sharq al-Andalus, 18. Alicante, pp. 9-37. 20 y actitudes. La familia Muley es, en este aspecto, enriquecedora e ilustrativa de lo que pudieron padecer los moriscos que no estaban dispuestos a abandonar ni su identidad cultural ni sus privilegios de nobles. Todos no mostraron esta fuerza de resistencia cultural ni todos defendieron su identidad porque todos no estaban dispuestos a perder los privilegios que consiguieron de la Corona. La expulsión acabó con esta lucha constante de los Muley entre su voluntad de ser respetados y tratados como nobles y su apego a sus raíces culturales. 21 ANEXO DE DOCUMENTOS 3 de julio de 1537. Granada. Testamento de don Fernando de Fez Muley Çeyen. Nombra como albaceas a doña Constanza Riaho, mujer de Álvaro Abenbucar y Gonzalo Gutiérrez, cura y beneficiado de la iglesia de San Pedro y San Pablo. Nombra como herederos a Alonso, Álvaro y doña María, don Fernando y don Andrés, sus nietos, hijos de su hijo Luis. Archivo de Protocolos de Granada. Protocolo G-41, fols. 345v-346v. En el margen izquierdo: testamento fecho/ don Fernando de Fez Mulei/ su testamento/ En el nonbre de Dios, amen. Sepan quan-/tos esta carta de testamento vieren como/ yo don Fernando de Fez Muley Çeyen vezino/ que soy desta nonbrada e grand çibdad de/ Granada en la collaçion de San Pedro e San Pablo/ estando enfermo del cuerpo y sano de la voluntad/ y en mi buen seso e juyzio natural tal qual Dios/ nuestro señor tuvo por bien de me lo dar e temyendome/ de la muerte que es cosa natural de la qual ninguna/ criatura puede escapar cobdiçiando poner/ mi anima en la mas çierta carrera que pueda fa/llar para la salvar e llevar a la gloria otorgo e conosco que hago y hordeno este my testamento en la forma e manera siguiente/ Primeramente que encomiendo mi anima [en la mas/ çierta carrera] a Dios padre e a su hijo bendito// my señor e redentor Ihesu Cripto que por su preçiosa/ sangre muerte e pasion la crio e redimio e pido/ e ruego a la gloriosa Virgen nuestra señora su bendita madre que ella con todos los santos e santas de/ la corte del çielo quieran ser mis ynterçesores/ e abogados delante de my señor Ihesu Cripto quiera/ perdonar mi anima/ yten mando que cada e quando de mi acaeçiere fi-/namyento mi cuerpo sea sepultado en la dicha yglesia/ de San Pedro y San Pablo en la sepultura que al señor/ Gonçalo Gutierrez cura e benefiçiado de la dicha yglesia/ le paresçiere al qual ruego que tome para ello li-/cençia del alçobispo my señor/ yten mando que el dia de my enterramyento si fuera ora sino/ otro dia luego siguiente me digan una mysa de requien cantada segund es uso e costumbre e se pague/ yten mando que los tres dias primeros despues de/ my enterramyento me digan un novenario de mysas de requien ofrendas de pan e vino e çera segund es cos-/tunbre yten pido e suplico al reverendisimo señor don Gaspar Davalos/ alçobisco de Granada mi señor me mande dezir un cre- yndinario de mysas rezadas de mas de las merçedes/ que yo he reçibido e reçibo cada dia de su reverendisima señoria/ e me mande de tomar una bula por que con mi neçesi-/dad e pobreza a mi me queda muy poco con que po-/derlo dezir / 22 yten mando el terçio de todos mys bienes, derechos, acçiones que/ al presente tengo a don Alonso mi hijo porque es fal-/to de juyzio lo qual le mando en aquella mejor forma/ e manera que de derecho aya lugar y porque es my voluntad/ ansi y porque es pobre/ yten mando al dicho Alonso e Alvaro hernandez mis hi-/jos el quinto de todos mys bienes despues que de que los/ partan por yguales partes tanto el como el/ otro y porque es my voluntad ansi lo qual ansi mesmo// les mando en la mejor forma que de de-/recho aya lugar/ E para cunplir e pagar este mi testamento e man-/das e obras pias en el contenydo dexo por/ mys universales albaçeas a doña Costança Riaho muger de Alvaro Abenbucar e al dicho/ Gonçalo Gutierrez, cura e benefiçiado de la dicha/ yglesia de San Pedro y San Pablo a los quales/ y a cada uno dellos doy poder conplido pa/ra que entren e tomen de mys bienes e con-/plan e paguen este dicho mi testamento e conplido/ e pagado en el remaniente que quedare de/ todos mys bienes muebles e rayzes avidos e/ por aver dexo por mys universales herederos/ a los dichos Alonso e Alvaro e a doña Maria e a don/ Fernando e a don Andres mys nyetos hijos de don/ Luys mi hijo de los quales dexo por erederos que/ quiero que los ayan e los partan por ygua-/les partes tanto el uno como el otro y el otro co-/mo el otro e que no lleve ninguno dellos mas/ de lo que le cupiere e por este mi testamento revoco e anulo otro qualquier testamento que antes/ del aya fecho que no quiero que valga salvo/ este que agora fago y otorgo en la mejor manera/ que de derecho aya lugar. En testimonio de lo qual otor/gue esta carta ante el escrivano publico e testigos de yuso escrip-/tos en el registro de la qual firmo a mi ruego un testigo/ que es fecha e otorgada en la dicha çibdad de Granada a tres dias del mes de jullio año del nasçimyento de nuestro/ salvador Ihesu Cripto de myll e quynientos e treynta e siete años testigos que fueron presentes a lo que/ dicho es Luys de Ribera e Diego Axaco [vecino de] e Martin/ Sanches e Juan de Jofin Alvarin e Benito Garçia/ guarniçionero vezinos y estantes en Granada. Va testado do dize despues de vecino de vala./ Por testigo : Luys de Ribera. 23 17 de enero de 1570. Granada. Testamento de don Fernando de Fez Muley. Nombra como albaceas a Fernando de Guevara, don Fernando Muley el Viejo y doña Florencia Enríquez, y como herederos a sus hijos, don Álvaro y doña Madalena Muleyes. Archivo de Protocolos de Granada. Protocolo G-172, fols. 604r-606v. En el margen izquierdo: don Hernando de Fez Muley/ su testamento / En el nonbre de Dios todo poderoso que bibe syn comyenço/ y reyna syn fin y de la bien aventurada Virgen Santa Maria/ su madre nuestra señora a quyen todos los criptianos tenemos y ynbocamos/ por señora e por abogada en nuestras tribulaçiones y nesçesidades/ e a honrra e serviçio suyo e de los sanctos e santas de la corte ce-/lestial. Amen. Sepan quantos esta carta de testamento vieren como yo/ don Hernando de Fez Muley el Moço, vezino que soy desta çiudad/ de Granada a la collasçion de Sant Pedro y Sant Pablo estando/ enfermo del cuerpo y sano de la voluntad y en mi buen seso/ juyzio y acuerdo y entendimyento natural tal qual Dios nuestro señor/ quyso e tuvo por bien de me dar creyendo como creo firme/ e verdaderamente en la santissyma trinydad padre e hijo/ y espiritu santo tres personas un solo dios verdadero y todo/ lo que tiene e cree la santa madre yglesia de Roma/ ansy e como tal fiel y catolico christiano lo deve thener e creer/ e temyendome de la muerte que es cosa natural/ de la qual persona alguna no puede escapar por ende/ otorgo e conozco que fago e hordeno este my/ testamento en la forma e manera siguyente/ Primeramente encomyendo mi anyma a Dios, nuestro señor/ que la crio y redimyo por su preçiosa sangre muerte/ e pasyon e quando finamyento de my acaesçiere mando/ que my cuerpo sea sepultado dentro de la dicha yglesia de/ Sant Pedro y Sant Pablo de donde yo soy parroquyano/ en una sepultura que alli yo tengo mya donde estan se-/pultados mys padres y abuelos ya difuntos e que el/ dia de my enterramyento sy fuere decente hora e syno/ en otro dia luego siguyente digan por my anyma/ en la dicha yglesia de Sant Pedro y Sant Pablo una mysa de requien cantada con su vigilia e responso y en los/ dias luego siguyentes despues de my enterramyento/ me digan en la dicha yglesia un novenario de mysas de/ requien rezadas ofrendadas todas las dichas mysas/ e que la ofrenda sea al paresçer de mys albaçeas/ de yuso contenidos e paguen de mys bienes por dezir las dichas/ mysas e bigilia sus derechos acostumbrados/ Yten mando que me digan en la dicha yglesia de// Sant Pedro y Sant Pablo nueve mysas rezadas a honor/ e reberençia de las nueve fiestas de nuestra señora la/ virgen Santa Maria madre de nuestro redemtor Jesu cripto e/ paguen por las dezir la limosna acostumbrada/ 24 Yten mando que me digan en la dicha yglesia de Sant Pedro e/ Sant Pablo tres mysas rezadas al honor e reberençia de/ la santissima trinydad y paguen por las dezir la/ limosna acostumbrada/ Yten mando que me digan en la dicha yglesia de Sant Pedro e Sant/ Pablo otras seys mysas rezadas a honor e reberen-/çia de los doze apostoles que nuestro redemthor Jesu/ cripto traxo en su conpania e paguen por las dezir/ la limosna acostumbrada/ Yten mando que me digan en la dicha yglesia de Sant Pedro/ e Sant Pablo otras seys mysas rezadas de requyen/ por my anyma e por las anymas de purgatorio e paguen/ por las dezir la limosna acostumbrada/ Yten mando que el dia de my enterramyento acompañen/ my cuerpo con la cruz doze clerigos presviteros e les paguen/ sus derechos/ Yten mando para la obra de la dicha yglesia de Sant Pedro/ y Sant Pablo en reberençia de los santos sa-/cramentos que della he resçibido y espero re-/çibir quatro reales de plata e a la obra de la yglesia/ mayor de Granada dos reales e las quatro mandas/ acostumbradas en esta dicha çiudad de Granada a cada/ una dellas quatro maravedis por ganar sus perdones/ Yten confieso y declaro que yo he tenydo quentas/ con Hernand Lopez el Feri mercader vezino desta ciudad/ de çiertas sedas que yo del he conprado y quentas de con/pania que con el yo he tenydo e contratado e por çierta parte de lo que asy me deve yo le tendo hexentado/ e puse la exençion ante y en uno de los officios publicos de Granada a que yo me refiero e porque yo tengo mucho amor/ e voluntad al dicho Hernand Lopez el Feri por buenas/ obras que yo del he resçibido y por esta clausula de my/ testamento le hago graçia e suelta e perdon de todo lo que/ paresçiere deverme en la dicha razon e mando que no se le/ pida ny demanda cosas nynguna de lo que asy me deve// Y demas desta gracia e suelta que asy le hago no obstante que las quentas que entre my y el ubo estan fenesçidas y aberigua/das y yo no les devo cosas nynguna le mando por las causas/ que dicho tengo y demas de la dicha suelta que asy le hago/ otros veynte ducados los quales mando que se le den e/ paguen de mys bienes por quanto es asy my determina-/da voluntad/ Yten confieso y declaro que me debe la vibda de/ Christoval Ruyz Valera ya difunto vecina de Granada a Sant Yle-/fonso sesenta e quatro ducados de resto de una huerta/ carmen que yo le vendi por obligaçion que contra ella/ tengo que paso ante Lorenço Sanchez escrivano publico del numero de Granada/ mando que se [le] cobren della y de sus bienes/ Yten confieso y declaro que me deve Francisco Nuñez/ Muley vecino de Granada a Sant Pedro y Sant Pablo veynte/ e siete ducados por dos escripturas de obligaciones que yo tengo/ en my arca que pasaron la una dellas ante Garcia de Castilla escryvano/ de su magestad e la otra ante Alonso Verdugo escrivano a que yo me refiero/ mando que se cobren/ Yten mando a Mençia my criada por el amor que le tengo e/ por los servycios que me a fecho en diversas vezes que a estado en my ca-/sa porque no a estado de ordinario veynte 25 ducados los/ quales mando que se le den luego y cada y quando su magestad/ diera para que yo pueda vender mys bienes rayzes por quanto es/ ansy my voluntad/ Yten mando a Maria de Palaçios madre de la suso/ dicha y con la limytaçion que se contiene en la clausula/ de antes desta diez ducados de oro esto por el mucho/ amor que le he y tengo y porque ruegue a Dios por my anyma/ Yten mando a Luçia Naxara donzella vezina de Granada/ a Sant Pedro y Sant Pablo otros diez ducados de oro los quales se le den luego y cada y quando se me diere/ licençia pa vender mys bienes rayzes por quanto es asy my voluntad e por/ que ruegue a Dios por my anyma/ Yten confieso y declaro que devo a la dicha Mençia my criada/ otros dos ducados en esta manera los ocho/ reales de los que me dio para/ ayuda a le comprar un manto y la resta al conplimyento de los dichos dos ducados// que yo le hize graçia dellos pa el dicho hefecto y no se le conpre/ el dicho manto mando que se le paguen de mys bienes/ Yten mando que a la hija de Luçia Guajaria vecina de Granada dos ducados de oro/ los quales le mando por el mucho amor que le he y tengo e porque ruegue/ a Dios por my anyma/ Yten mando a los nyetos pequeños de Alonso de Leon el Nuja-/gual que son Pedro e Diego e Mariana, vecinos desta dicha çiudad a ca-/da uno dellos un ducado porque son pobres e porque rueguen a Dios por/ my anyma/ Yten confieso y declaro que puede aver diez años poco mas/ o menos tiempo que yo me case segund horden de la santa madre/ yglesia de Roma con doña Florencia Enriquez my muger/ e al tiempo que con ella yo me case la suso dicha traxo a my/ poder e yo reçibi con ella en dotte e casamyento lo que paresçe-/ra por la escriptura de dotte que en su fabor yo tengo/ otorgada que paso ante Alonso Fernandes Gavano, escrivano de su magestad a que yo/ me refiero por tanto mando que la dicha my muger sea pagada/ e preferida en el dicho su dotte y arras/ enteramente por/que ansi conviene al descargo de my consçiençia/ respecto a que todos sus bienes dottales/ yo se lo tengo consumydo e gastado en la mayor parte y esta es my voluntad/ Yten mando a Francisca e a Brianda mis cuñadas hermanas/ de la dicha my muger a cada una dellas quynze ducados/ que son pa anbas treynta ducados de por mytad los quales les mando/ por el mucho amor que les he y tengo e pa ayuda a sus casa-/myentos e porque rueguen a Dios por my anyma/ Yten mejoro y mando a don Alvaro Muley my hijo/ ligitimo e de la dicha my muger en el terçio e re-/manyente de quinto de todos mys bienes rayzes e muebles/ derechos e acçiones que de my quedaren e remanesçieren/ al tiempo de my fallesçimyento el qual dicho terçio y remanyente de/ quynto le mando al dicho my hijo de mejoria demas y aliende de/ la legitima que de my le cupiere e pertenesçiere o demas de/ los otros mys herederos por aquella via e forma que mas a su fabor/ convenga e a lugar de derecho y esta es my voluntad/ E para pagar e cunplir este dicho my testamento e todo lo en el/ contenido de mis bienes dexo y establezco por mis al-/baçeas e testamentarios exentores deste my testamento// 26 a Fernando de Guevara e a don Fernando Muley el Viejo vecinos desta/ dicha çiudad de Granada y a la dicha doña Florencia Enriquez / my muger a los quales e a cada uno dellos por sy yn-/solidad doy poder cunplido aquel que de derecho en tal caso/ se requyere pa que sin liçençia ny abtoridad de alcalde ny/ de juez ny de otra persona alguna puedan entrar e tomar/ vender e rematar tantos de los dichos mys bienes asy de/ muebles como de rayzes que tantos basten y cumplan/ pa lo cumplir e pagar e asy mysmo dexo e nonbro/ a los dichos mys albaçeas por tutores e curadores e ad-/mynystradores de las personas e bienes del dicho don/ Alvaro my hijo y de doña Madalena de Fez Muleyes me-/nores mys hijos legitimos e pido e suplico a qualesquier/ justiçias e juezes de su magestad los admitan en el dicho cargo e le/ den el poder que pa lo usar y exerçer se les deve dar/ E pagado e cunplido este dicho my testamento e todo lo en el contenido de los/ dichos mys bienes segund que aquy esta escripto e hordenado/ todo lo que fincare quedare e remanesçiere de/ los dichos mys bienes asy de muebles como de rayzes/ derechos e acciones doquier que yo los aya e tenga e me/ pertenezcan en qualquyer manera despues de cunplido/ e pagado lo contenido en este dicho my testamento quyero e mando que los ayan/ y hereden los dichos don Alvaro e doña Madalena/ Muleyes mys hijos legitimos e de la dicha my muger a los quales/ dichos mys dos hijos dexo e constituyo por mys legitimos e unyver-/sales herederos en el dicho remanyente de mys bienes ygualmente/ tanto al uno como al otro/ Yten confieso y declaro que devo a Yñigo de Al-/morox vecino de Granada ocho ducados de resto de quenta que entre my y el uvo que estan fenesçidas y remata-/das entre my e el suso dicho hasta oy o lo que mas el suso dicho/ dixiere, los quales se le paguen luego y cada y quando/ se me diere liçençia pa cobrar mys bienes rayzes e/ por quanto es asy my voluntad/ Yten confieso y declaro que porque a my se me deben/ çiertas contias de maravedis por particulares personas e/ por agora yo no me puedo acordar las cantidades/ que son mando que se cobre todo lo que paresçiere deverse-/me// E por esta carta de my testamento reboco e anulo e doy por ningunos/ e de nyngund valor ny hefecto todos e qualesquier testamentos cobdiçilios o mandas que antes deste/ yo aya fecho e otorgado ansy por escripto como por palabra/ hasta oy dia de la fecha de esta carta los quales quyero/ e mando que no valgan ny hagan fee en juyzio ny fuera del/ ellos ny alguno dellos salvo este dicho my testamento/ que yo agora hago e otorgo en que es cunplida e acaba/da my final ultima e postrimera voluntad/ el qual quyero e mando que vala e sea firme, bastante e vale-/dero cunplido y exentado en todo e por todo segund e/ como en el se contiene e declara/ Yten mando que todas las mandas graçiosas que tengo fechas/ por este my testamento se paguen e cunplan luego y cada/ y quando se me diere liçençia pa vender mys bienes/ rayzes y esta es my voluntad/ En testimonyo de lo qual otorgue esta carta de my/ testamento en la manera que dicha es ante el escryvano e/ testigos yuso escriptos en cuyo registro lo firme de my nonbre que es fecha/ e otorgada en la dicha çiudad de Granada a/ diez e siete dias del mes de henero año del nasçimyento/ de nuestro salvador Jesu Cripto de myll e quynientos e setenta años/ a lo qual 27 fueron presentes por testigos llamados e rogados/ Gonzalo Hernandez de Alarcon y Sebastian Xuarez y Melchior/ Lopez Galarya y Geronimo de Aguylar y Antonio Morillo vecinos/ de Granada y Pedro Rodriguez albañyr ansi mesmo vecino de Granada. Por testigo: Gonzalo Hernandez Ante mi: Alonso de Faces, escrivano. 28 14 de abril de 1567. Granada. Testimonio pedido por Francisco Hernández Muley al escribano público Luis de Hontiveros sobre el estado de tres tiendas que tenía arrendada a los padres “Teatinos”. Archivo de Protocolos de Granada. Protocolo G-158, fols. 1008r-v. Cruz. Francisco Hernandes Muley testimonyo/ que pidio/ fecho/ En la çibdad de Granada catorze dias del mes de agosto de myll e quinyentos/ e sesenta e siete años en presencia de my Luys de Hontiveros escrivano de su Magestad Real/ e vecino de Granada e de los testigos yuso escriptos estando delante de las puertas de tres tyendas/ juntas unas con otras que son en esta dicha çibdad de Granada en el Albayzin en la plaça/ que dizen de los Alamos en la collacion de San Salvador çerca de la dicha ygle-/sya de San Salvador donde yo el dicho escrivano fuy llevado para que diese por/ testimonyo de lo que viese e me fuese pedido y estanto presente Francisco Hernandes/ Muley vecino desta dicha çibdad a la collacon de San Pedro e San Pablo el qual dixo/ que por que en dias pasados el arrendo e dio a renta a los muy reverendos// padrs teatinos las dichas tres tyendas para tener e en que avia tenydo escue-/la de niños e moços con los altos dellas q estan ençima por çierto tpo/ e prçio e en çierta forma e manera como se qontenia en la escriptura que/ sobrello paso e asy mysmo de palabra con algunos de los dichos tea-/tinos e por que los suso dhos antes de ser conplido el tpo q avian de/ tener las dichas tyendas los dichos padres teatinos le deyron e desan-/pararon las dichas tyendas no enbargante que todavia corre por ellos/ la dicha renta dellas y sin le desir ny haser de saber cosa alguna e demas de lo/ suso dicho le quytaron todas las tablas e çerraduras e ma-/deros donde se ponyan las tablas de las dichas puertas de las dichas/ tyendas e para los quytar derrocaron parte de las paredes de las dichas tyendas e las avia dexado fechas corrales y demas donde los vecinos se ser-/via de echar ynmundiçias de tal manera que las dichas sus tyendas quedaron/ disfamadas para no se poder alquylar a persona alguna aunque agora/ se tornasen a poner en el estado que antes estavan e solian estar e porque/ asy mysmo estavan arrancadas a las dichas tyendas piedras e tierra de la obra que agora se fundava de la dicha yglesia de San Salvador todo en/ mucho daño e perjuyzio de las dichas sus tyendas e renta dellas e por que/ pa su derecho le convenya tomar por testimonyo todo lo suso dicho dixo que/ pedia e pidio a my el dicho escrivano que lo diese asy por testimonyo para guarda/ de su derecho e para pedir lo que oviese que le convenya y el dicho pedimyento yo el/dicho escrivano doy fee que en el dicho dia por el dicho Francisco Hernandes Muley fuy/ llevado a las dichas tres tyendas de suso declaradas las puertas/ de las quales no tenyan puertas nyngunas de tablas ny de otra forma estavan yermas e syn estar en ellas persona alguna e paresçia aver quytado/ dos de las cañalejas donde se devieran de 29 antes de poner tablas/ de la parte del suelo por que a lo q paresçia avia seña dello e cabe un palar/ de las dichas tyendas estavan asy mysmo arrancadas çiertas piedras de/ canteria que los que se hallaron all presente dixeron q heran piedras para la/ obra de la dicha yglesia de San Salvador e yo el dicho escrivano doy fee/ que de antes de agora en las dichas tyendas solia aver muchachos e moços/ de leer e escrivir e q nonbravan escuela de teatinos asy/ en lo baxo como en lo alto de las dichas tyendas de lo qual que dicho es/ el dicho Francisco Hernandez pidio que se lo diese asy por testimonyo e yo del dicho pedimyento/di al presente segund de suso en el dicho dia e mes e año suso dicho e fueron/ testigos presentes al dicho pedimyento e testimonyo Pedro Lopez de Guevara el Bergi/ e Sevastian de Cabra dixo que hera verdad q podia aver medio mes poco mas o menos que vido que el co /tutor que amuestra a los nyños de la dotrina e otros con el avia arrancado/ e se avian llevado las tablas de las dichas tyendas e avian arrancado/ las cañalejas baxas de las dos puertas dellas e las avian dexado yermas/ Fuy presente al dho testimonyo: Luys de Hontiveros, escryvano publico 30 BIBLIOGRAFÍA ÁLVAREZ DE MORALES, C. 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