Reflejos de la Restauración y su turnismo

Anuncio
Reflejos de la Restauración y su turnismo
Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)
Bien es sabido que la Historia es un espejo en el cual en muchas ocasiones nos vemos reflejados.
Aprender de ella para no cometer errores pasados sigue siendo a día de hoy una asignatura
pendiente de nuestra sociedad y sobre ello versará en cierta medida el blog que hoy se estrena.
Un tema de rabiosa actualidad dentro del mundo político no es otro que el bipartidismo bajo el que
estamos sometidos. Para muchos no deja de ser un paradigma de algo que ya sucedió hace más de
cien años en este país que aún llamamos España. Las figuras de Cánovas y Sagasta, protagonistas
de la Restauración española y del mecanismo denominado turnismo, está muy latente. Pero cabría
preguntarse ¿qué había detrás del sistema entonces? ¿Cuáles eran los entresijos? ¿Cómo se
articulaba?
Página 1 de 5
Reflejos de la Restauración y su turnismo
Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)
Bajo las etiquetas de Conservador (liderado por Cánovas) y Liberal (liderado por Sagasta) se
agrupaban las dos formaciones emergentes en 1875, aupadas por la Restauración de la corona
borbónica, dejando atrás el Sexenio Democrático. Ambos partidos bajo la constitución recién nacida
estaban compuestos por una serie de minorías de “notables” que controlaban los periódicos, centros
Página 2 de 5
Reflejos de la Restauración y su turnismo
Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)
y comités distribuidos por todo el territorio nacional. Dichas minorías distaban en la composición de
sus integrantes pues si dentro de las filas de Cánovas se hallaban principalmente terratenientes,
entre los liberales podían distinguirse profesionales y representantes de la alta burguesía. Las líneas
políticas en lo esencial coincidían y sólo diferían en un discurso superficial en el cual los
Conservadores abogaban por un inmovilismo político, la defensa de la iglesia y un orden social
mientras los Liberales defendían un reformismo de corte progresista y laico. Lo cierto es que los
dos partidos dinásticos no abolían las leyes del otro en la alternancia de poder.
El turnismo era simple, cuando una facción se desgastaba, el monarca llamaba al jefe de la
oposición a formar gobierno, se convocaban seguidamente elecciones para que el partido entrante
tuviera mayoría parlamentaria. El caciquismo y la manipulación electoral hacían el resto para
garantizar la estabilidad del sistema. Hay que recordar que el control del proceso electoral se
ejercía a través del ministro de Gobernación y los caciques locales. El ministro elaboraba la lista de
los “encasillados” es decir, los candidatos que debían de ser elegidos, además de nombrar a los
diputados. De tal modo, los gobernadores transmitían la lista a alcaldes y caciques para garantizar la
elección de los “encasillados”. El pacto del Pardo entre los dos “grandes partidos” en 1885
--la oposición real eran carlistas y republicanos-- supuso un acuerdo explicito del bipartidismo para
garantizar el sistema liberal y monárquico, en vísperas del fallecimiento de un lánguido Alfonso XII.
Un claro ejemplo lo tenemos en este fragmento de la película ¿Dónde vas triste de ti? (1960) dirigida
por Alfonso Balcázar.
Tras ver el funcionamiento del sistema, es inevitable que nos vengan a la memoria las las palabras
de Benito Pérez Galdós tan divulgadas últimamente sobre dicho asunto: “Los dos partidos que se
han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no
aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no
mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y
analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un
estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso,
ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de
recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los
farolitos... (...) Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de
tuberculosis étnica, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre
menta”.
Página 3 de 5
Reflejos de la Restauración y su turnismo
Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)
Así funcionaba el sistema en el que Sagasta y Cánovas eran cabezas visibles, pero en realidad se
apoyaban en toda una estructura corrupta, elegida a dedo en aras de favores personales en
condición de enchufismo y vivir del propio Estado. Teniendo de fondo un pueblo analfabeto, voluble,
desencantado con la política y cuya participación electoral en tiempos de la Restauración sólo
alcanzaba el promedio del 20 %. Aparte de la escasa participación, cabe recordar que el Sufragio
Universal masculino en elecciones generales se dio por primera vez en 1890. Sobre ello,
reflexionaba Cánovas del Castillo, en un discurso pronunciado en Sevilla dos años antes de la
aprobación de la ley: “El sufragio universal, que es en sí mismo una malísima institución política, una
institución incompatible con todo ordenado régimen político, y más si ese régimen es monárquico
(…) ¿Quién piensa, quién ha dicho siquiera que, después de que en España se haya votado una ley
de sufragio universal, las opiniones de las muchedumbres, de los pobres, de los que nada tienen,
estarán representadas en las urnas electorales? (…) El sufragio Universal es un instrumento de
intimidación en las grandes poblaciones, agitado por la demagogia contra los intereses
del orden”. Podemos recordar que la figura política de Cánovas sigue siendo hoy en día un ejemplo
para personajes como Esperanza Aguirre.
Página 4 de 5
Reflejos de la Restauración y su turnismo
Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)
De la Historia aprendemos y a pesar de que los matices cambian, el Viajero Divagante puede
apreciar que hay fondos de telón que siguen. Ustedes pueden sacar sus propias conclusiones. Las
palabras de Galdós son claras, demasiadas coincidencias en la estructura. Así podemos pensar que
el Pacto del Pardo ha estado más que presente a lo largo de todos estos años, teniendo como punto
culminante la reforma constitucional entre PSOE y PP en 2011 en aras de proteger un sistema que
ya no tiene de última instancia a la Corona sino a los mercados.
El turnismo sobrevivió la crisis de 1898, aunque es cierto que otras corrientes iban obteniendo
fuerza: carlistas, nacionalistas, republicanos, socialistas, anarquistas y comunistas, estos últimos de
forma tardía. Un caldo de cultivo que a pesar de todo no pudo acabar con una Restauración que
expiraría en 1923 con la Dictadura de Primo de Rivera. Esperemos, que en esta ocasión los sables y
fusiles no sean los protagonistas si se produce un cambio real en el sistema actual.
Página 5 de 5
Descargar