ILMlSOlüiiZ. - Hemeroteca Digital

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NüM.
51.
SÁBADO
25
DE
DICIEMBRE DE
1811.
ILMlSOlüiiZ.
CUaSO SE ESTUDIOS.
(Véase
él número
anterior.)
Satisfecho el Senado de la conducta del
cóosul
Bruto le prorrogó el tiempo del gobierno en la E s paña ulterior, nombrando al
mismo
tiempo
la citerior á uno de los nueros cónsules,
para
llamado
C a y o Hostilio Maccino. Este ultimo fue vencido en
diferentes encuentros. Habia intentado tomar á N u mancia, pero de tal manera se desalentó con las primeras
derrotas
que
sufrió
que,
sabiendo
que
hignnos
mainos
pueblos
Castilla
mantinos,
d e nocbe
no
se
situados
venian
se
en
á
atrevió á
retiró de
lo
que
ayudar
los
boy
á
lla-í
los- n u -
esperarlos, sino q u e
puntos que
ocupaba»
l í o supieron los numantinos sino después de algún
tiempo la retirada fvergonzosa del cónsul ¡ y
sa p o r q u e T a supieron es digna de
en Numancia dos jóvenes que
la c a u -
saberse.
pretendían
Habia
la mano
d e u n a joven doncella', después d e mil debates, q u e
entre ambos mediaron', estaba todavía
sin
cuál de ellos seria el mas afortunado.
Finalmente
decidir
se resolvió que el que t u v i e s e bastante
atrevimien-
t o para l l e g a r al campamento
romanos
de los
cortar la mano á uno de ellos ,
y,
merecerla la p r e -
ferencia de la dama. A ninguno de los jóvenes f a l t ó v a l o r para aspirar á ser
el preferido ; pero ni
•uno ni otro pudieron cumplir el objeto
bian propuesto
por
haber
que se b a -
encontrado desierto
el
campamento. Alegres los numantinos con esta nuev a siguieron las huellas y rastro de los romanos, y
cuando llegaron á sus estancias'pusieron sitio á los
que poco antes babian sido sus sitiadores. E l c ó n sul luego que hubo perdido la esperanza dé
escapar trató d e ' convenirse con los dé
poder
Numancia');
concediéndoles sú antigilk libertad y que sé llamá-i*
sen
desde entonces compañeros y a m l g ó s d ' e l püe'J
b l o rOinaóo; Mucho'desagradó eh IÍ'om"á u n ' c o n v e nio'támpbCó decoroso
inmediatamente á
á' lá
república.
S é ' llá'm'á'
^i'ancIno p a r a ' qué compareciese
á sincerarse , y^ vino á'EípaSa" énc'arg'ádo'de^cóa^
1 9 M
tmnar la guerra,el otro cánsul Étnilip L e p i d o , eou,
encargo
especial
dp vengar
numantinos por su
las escrituras dpl
tamaña
afrenta.
parte enviaron a la
copvcnio,
y
Los
repú/jlifiai.
pedían, adenias
al
Senadu q u e , si el couveuio.no se aprobaba , les e n tregasen el ejército que solo c o i ) ajuste 4,e pa;^
el nBgqcjq;,
había escapado de sus manos. Veutilose
e n el Senado, y convencidos por últimp de la jus^
ticía que asislia á los espainples , no queriendo, p^.^.
sar por un contrato tan v,e,r,gQiiip5P, app;;d^rp.n q,Qq
Mancíno fuese entregado.
Mientras que esto pasaba
e n , P^pip.»
líi
hiWȒ
i loa
guerra en España el cónsul Lopjdo
pnebliP;»
que babian ayudado á los nu,m,a,n,linps., S w en^bar^»
go
que
no tardó e i ) recibi.r
por
órdeu
del
S;en.ídp
para
entonces y ha.sta que se le, c oifiunic^spii
nuevas órdenes se abstuviese
de
maltratar
españoles, A esta órde.u ?P atribuye
tínamente levantase el S'tio de
l e fué muy n n e i v o ,
dos á falta
á Ip^
el que r?p§ü,-i
Pale^cía ,
pues atrib.uyéud.plQ
lo
Ips
ct^at
sjtia^
d e valor, cargaron cpn tal deauedo..
b r e los romanos que después
de
f,f(¡i
haberles causado
gran pérdida los dejaron muy mal parados.
Entretanto continuaba D e c i o Bruto gobernando
con prudencia y energía
la Lusitania j así mereció
que por segunda vez se le prorogase el
nuevo cónsul P u b l i o
mando. E j
Fu rio F i l o a vino á gobernar
la España citerior y a eutregjr
á Muncino en p o -
der de
que
los numantinos.
campamento
cerca
Luego
dc Numancia , y
llegó
fljó
su
dispuso quQ
¿196=
M a n c i n o , desnudo
el cuerpo y atadas
las
atrás
manos, como era uso y costumbre entre los romanos, fuese puesto muy de mañana a las puertas
de,
Numancia.
de,
No
quisieron
recibirle los vecinos
esta heroica ciudad, y asi después de haber
pasa-
do todo el dia en
se
tan
mala
v o l v i ó por la nocbe al campo
conformidad,
le
de los romanos. A s i
se vio Mancino, en pago de su cobardía, mal
visto
de sus enemigos y desamparado de sus amigos. Sin
hacer cosa notable fué F a v i o reemplazado, y su s u cesor el cónsul Quinto Calpurnio Pisón fué
veces vencido por los numantinos, que
romanas se atortolaban
y
las
tantas
huestes
ponían en huida , solo
con saber se aproximaban los héroes de N u m a n c i a .
T a n desacostumbrado desaliento puso en g r a n
cuidado al Senado y pueblo romano. Gomo un
medio estraño se resolvió elegir
Scipion ,
guerra
el
q u e m n y felizmente
cónsul
a
habia concluido
contra Cartago , y enviarle á España,
número próximo diremos
tomar y destruir á la
como
logró
inmortal Numancia,
re-
Publio
la
En
Scipion
l'BACHCAS
RELIGIOSAS
(Véase
DE
NIÑOS.
47.)
el número
La religión y la sociedad
tOS
exigen que el
después de haber cuniplido sus primeros
para
con
el
Criador , muestre
niño
deberes
su veneración
y
respeto á los que después de Dios es deudor de su
existencia. N o hay clase de ocupaciones ni especie
alguna de circunstancias , á no ser la enfermedad
6 a u A C o c i a , que escuseu al
niño
cristiano
y
bieu
educado de presentarse por la mañana a' sus padres,
besarles la mano ó hacer
otra
cualquiera
demos-
tración de sumisión y deferencia. Cou el beneplácito de estos se retirará el niño á tomar su desayuno ó á dar principio á sus t a r e a s ,
si
ya antes se
hubiere desayunado.
Al
presentarles
el
desayuno quisie'ramos
prescindieran jamás los niños
dor las mas
rendidas gracias
por, la
merced tan
colmada que les h a c e , prodigándoles alimentos
que otros muchos se ven
no
de. tributar al C r i a -
privados. Antes
^tjfegarse al estu^tio.é á cualquiera
otra
de
de
en-
ocupación
propia de sn. profesión deben implorar la asistencia
divina , siu la cual estériles serán siempre los esfuerxos y sin ningún.. 0:uto:la3 trabajos.
Tampoco
^198=1
es necesario sea larga la oración preparatoria
el trabajo. Bastará decir-:
Santo
ilustre
La
del
gracia
par»
"Espírilit
itnieTitíridimientbr'd'&liA cualquiera
equivalente.
A l salir de casa sí/jue es necesario que el niño
ge prevenga de antemano. P o r
calles, plazas j ^ i a s e o s
lancólico
desgracia
nuestras
no nos ofrecen sino el m e -
espectáculo de un pueblo poseído de
WrítijiéioD! pálábíás k s iUSs obscenas
la
resuenan de
ieóíitínüo én los «idos de los transeúntes, y mas d e
tona vez execraciones impías estremecen á cuantos
Séériéerván algún reSto de pudor y
religión. ¿ Q u é
éffecto tan lastimosono cs capaz de producir en
ánimo
de un niño
el
oir bablár de
continuo
el
wo
lenguaje tan escandaloso? H é a^ui porque juzgamds
de • absoluta necesidad • q u e léVonte
Su
corazón a
D i o s é implore su asistencia antes de salir
•«biniSo q u e quiera volver á ella' con la
•fíéñcia
y candidez. N o es necesario para
postrarse de roo'illas , i i i
d e casa
misma i n o esto
el
bacer otros ademanes 'es-
teriores, que pudieran esponer-ftl niño á la burla y
'dfespréCio de lOs detntis.
Basta en este caso y otros
semejantes <joe'él''i<iño
bable
tón
y l e pida Su
c6n
Dios d e coVa-
prétecciOn. D e s p u é s ' de CStás
preVentivhS dispbsifcioíiés'¿Cuál'dfeberá
ducta del n i ñ o , ísi cotistitiíido 'fen
la
"Sfer la'eOn<Calle , t s e é n
eco en sus oídos Ibs insultos de ¡la íriipredtíd ,
Ids
escándalos d é Ití tellíjacién?
t&n
¡Qué •sentihi'iéntos
caritativos y generosos podfá'n "díJminar en este c a so
lamentable étaí'él «óraida-d^l pigo '|Hadosatai«iftte
foseado! La^grapd^za, de la misericordia , de Dios
<iue .asi tolera
le insulten sus criaturas y
espera
que llegue el tiempo de su arrepentimiento y c o n versión no podrá menos-de confundirle c inspirarl e . e l mas profundo reconocimiento. L a
avilantez
necia del pecador y el estado de ceguedad en que
se baila le pondrá delante
de los ojos
el
abismo
en que se precipita el hombre, cuando desprecia las
primeras gracias
de
Dios y
se hace sordo á sus
primeros llamamientos: esta consideración le llenará de un saludable temor. Y
por último no podrá
menos de conocer, que aquellas criaturas , que parece haber llegado al .colmo de la malicia , acaso
fueran mejores que e'l si su .educación hubiera sido
la misma. Esto le
hará pedir al Siíñor
verdadero,camino á los que de .él
se
traiga
hallan
al
es-
traviiídoí.
REPRENSIONES.
:
M a s interesante que el tratado de los castigos •
•«s el de las reprensiones,
por la misma razón que
:8nelen ser mucho mas frecuentes.iLas resultas
una reprension.infuudada , intempestiva ó
de |
inmode-j
= 200 =
raila
pudiera
acarrear
al disoípulo y al
consecuencias fatales y difíciles dc
maestro
remediar. Ojalá
con nuestras instrucciones las pudie'iamos prevcuir.
T r e s cosas queremos enseñar en esla materia á los
_
Prcfcsores que las iguoren. 1? los motivos que pueden justificar uua reprensión para que uo sea infund:<da: 2 Í el tiempo mas aprop6síto para hacerla,
á
fin de que no sea intempestiva: y 3 í lá manera
de
darWi para quesea moderada.
Defecto es bastante comuu emplear las repreusioncs por faltas sumamente ligeras y casi euevitables eu los mucbacbos;
faltas que si se quiere
de-
bieran desatender los maestros, dejando al tiempo
el cuidado de remediarlas. Asi se familiarizíu
niños con las reprensiones, y luego no
cual conviene
Otro
los
las estiman
cuando son mas justas y m o t i v a d a s .
iuconveniente y no pequeño
de estas
cbull-
jiuas reprensiones es el que las discípulos llegan
á
persuadirse, que si el maestro les reprende cou tal
frecuencia y por tan fútiles motivos, cs ir:iicamente
p o r su capricho y tcal bumor;
y eu esta
sion jamas apreciarán en su justo valor
sión;
tanto mas que uo cstáu
en
¡lersua-
la r e p r e n -
disposicioii
de
distinguir perfectamente cuando es fundada y cuando no. Nosotros
quisiéramos
que
los
Profesores
acostumbrasen qias bien que á reprender á amonestar. Veamos
en que se difer^^nciau la- amonestación
y reprensión.
En la primera se muestra menos
autoridad del su()erior q u e l a bondad
un amigo :
la
y catino de
en la segunda desaparece toda idea de
igualdad y únicamente
se echa de ver el aire seve-
ro de la superioridad. A la araonostaciou acompaña
siempre aire dulce ,
son afable , y en eila
siem-
pre domina la condescendencia y amabilidad; eu la
reprensión siempre se h.-illa severidad y vehemencia
qne
jüuiás dejan
de
herir
el amor
propio;
aqui por' lo ^ue es • indispensable reservarlas
hé
para
laá culpas- mas gtavfes y, que verdaderamente
la
merrcen.
Respecto del tiempo en que debe hacerse la r e prensión, á la prudencia del
con diligencia cl momento
maestro toca csplorar
favorable
dispuesto se hallare el ánimo
aprovecharse de la corrección. Por
puede decirse, que jamas
al discípulo ni cn
éh qiie
del educando,
regla
mas
para
general
debe el maestro corregir
su primer movimiento ni en el
del njuchacho; pues si el maestro corrige
cu su
primer' rooviniierito coiincerá el discípulo la
lige-
reza
é inteririaque
se
gobierna
por pssiou y no
por ra-zon y . r e f l e x i ó n ; eu tal caso el maestro perderá indudablemente
su autoridad. Si la repren-
sión se hace cn el primer movimiento del discípulo
faltará la serenidad de ánimo necesaria para cono-:
cer su culpa y confesarla: sin
este
conocimiento
¿cómo podrá vencer s u p a s i o u , conocer la i m p o r .taucia de la
corrección y
I miento? Antes dc reprender
prestarle
su
consenti-
debe ol muestro mos-
trarse dueño de sí mismo., y esto janiHS se mani- Jiesta tan bien como con la
mansedumbre y la pa-
. ciencia. N o crean, pues, los superiores quese p i e r - .
=202 =í
d e nada-ppr diferir Ja coreccion.Bi.uc}),»»,filas,
se-
gún lo exíjanlas circunstanjcias, L a e.fperiepcia .nos
ha hecho conocer;que,cpn esto suelegauarse l a s m a s
veces. ¿Que se diria de un cirujano (jue para c u r a r ,
una apostema fuese á sorprender al q u e
la padece
dándole una puñalada en la p^rte.enferma?,Sin
du-
jda se diria del tal facultativo q u e era i m p r u d e n t e
e'iinesperto en el arte de c u r a r . , N o es .en esta p a r l e
d e semejante el arte
c u e r p o que el
de
curar
de c o r r e g i r
las
los
dolencias . ^ e l
d e l alma. P o r
lo
g u e hace el m o d o d e hacer las repreiisiones .habla.rernes en los núraeros,3Íguientes.
DE LOS I S R A E L I T A S .
Gúalquiera
¡creeria-que
-tigos ;que :esperimentaron
JDalán y
-él
ipueblo
con los
los
terribles cas*
maldicientes
Coré,
A b i r í ) n ; O o n c l u ¡ r ¡ a n las murmuraciones en
de
-necesario ¡otro
Dios;
,pues
castigo >mas
eso:
fue
t e r r i b l e para que
nada
es-
- w r f i e a t a s e j a q u e l jrebeld^^pueblo.
de
Lue^..después
3 e l s n c e s o í e C o r é , dijo Dios á Moisés: manda
Eleazar
tÍjo
de Araon que recoja los
ique t a n perdonado las llamas,
láminas,
las fije en el
cpiede 'el pueblo
de
altar,
y reduciéndolos
Israel penetrado
la l e y
de
uu sa-
que
•na:'á todo bombre no elegido por mi como
que
no
se atreva á
á
para que á su vista
ludable t e m o r , y se acuerde de
'«frecer mi
i
incensariog
ofdéAraon
ponerse delante del a l t a r ,
incienso.
&
Las órdenes dél Señor se é j e -
ctjtaron inmediata-mente por E l e a z a r ; pero 'él espiTÍtu d e
frenesí so apoderó ds
los Israelitas
con
t m furor tan ciego , que las lecciones mas santas
* o fueron capares 'Se instruirlos, ni les iejcmplos de
'•terror bastaron para contene^-los. T o r tasto en l a
taáfiana
sigrricnte d e aq-uel 'dia, señalada
con tan.»
los estragos, vbhTBTon á empezar las murmuracio.
nes contra Moisés y Araon , r e p i l i é n d o k s
dacia : vosotros' sois
los bomicidas
de
con a u "vuestros
bermunos. Iba creciendo por instantes 'el t u m u l t o dg
los pariente» ,
amigos-y aliados de' los -que p e r e -
cieron, y rcsifltahdo-una ^conmoción general de t o do el p u e b l o , no tubieron otro recurso Moisés y-su
bermano qne el de refugiarse al
tabernáculo
para
ponerse bajo la protección de Dios.
ha gloria del Señor ;ae interesaba en la salvación
de sus ministros , para lo cual cubrió una
tabernáculo manifestando la ira d e Dios á
nube al
fin
de
impedir que se acercasen los amotinados. Oraba entre tanto Moisés,
y conociendo que el señor iba á
castigar á los i n g r a t o s , no perdonó ruegos y l á g r i -
=20í=.
mas para templar su enojo; pero
respondió; no me hables de
su Magestad
ie
esos rebeldes, cuida
con lu hermano de apartaros de e l l o s , pues voy
á
esterminarlos enteramente.
N o se entibiaba el fervor del mediador, é
ins-
truido del azote que descargaba ya eu las inmediaciones del taberuáculo, dijo á su hermanó rlevántale
breve loma tu incensario, llénalo de ascuas encendidas
de la mesa del altar, hecha en él
arrójate
incienso,
á las llamas y ruega á Dios por tu pueblo
pues y a se esplica su ira
con
el estruendo. Corrió
Araon coü el incensario en la mano, se arrojó en
medio de la multitud que abrasaban las llamas, p ú , jos.e entre los vivos y los muertos, representó á Dios
los juramentos de su alianza repitiéndole los n o m bres d e A b r a h a m , Isac y de Jacob , l e ofreció
in-
ciensos rogándole que se sirviese oir sus oraciones, y
apagándosela llama ce.só el azote, después de
ber sacrificado á ciento cuarenta mil
severidad
fue
terriblej
pero
haLa
se logró el efecto,
pues por muchos años contubp e n su
mas atrevidos.
ingratos.
d e b e r l a .1<{»
¿=205=
DEL
J.
N A C I M I E N T O D E N. S .
Justo parece que tocando, salir a nuestro p e r i ó dico cn cl dia en que la iglesia celebra la festividad del nacimieuto del Salvador, digamos alguna c o sa acerca de esta solemnidad.
N o bay seguramente
en la iglesia otra festividad que esceda á la presente, y acaso no habrá sino una, la de la Resureccion,
del señor que la iguale.
De
bra esta festividad , aunque
muy antiguo se celeno
siempre
como al
presente, en el dia 25 de diciembre. Los orientales
se Gjaron al principio para conmemorar el nacimiento del Salvador en uno de los dias del mes de abril;
luego prefirieron el raes de m a y o : pero
se convencieron ser mas
finalmente
autorizada la práctica de
la iglesia occidental ó romana, que muy al principio
de la celebración de esta fiesta eligió este dia para
solemnizarla. Y aunque cosa averiguada no
se
si
fue' este ú otro el dia en que nació el Salvador, sin
embargo hácenos creer que asi fuese el ver que en
él se fijó la iglesia romana en tiempos en que jior
estar reciente todavia la memoria
pudo muy fácilmente
del
cacimiento,
averiguar cou
e^^actitud la
^206=
Terciad. T a n t o mas qne es indudable que J . C, nació , cuando se bizo el padrón general por orden d e
¿ Y cómo no habia de constar en R o m »
Augusto,
algunos años después, en qué época del año se habia verificado este censo en la ciudad de B e l é n ?
L a festividad de este dia de eclesiástica pasó m u j
luego á ser también c i v i l ' y secular. Jamás las fami*
lias se ven tau alegres y festivas como en el dia dc hoy*
Se olvidan con este motivo los negocios mas arduos
para reunirse en una casa y sentarse á una misma
mesa los individuus todos de una familia;,y lo q u e
mas interesa, suelen desaparecer en este dia las d i sensiones domésticas y las desavenencias intestinas;
E n todas las reuniones reina la mas placentera a l e gría , una
sincera
amistad y cordial
fraternidad.
Antiguiimente , después de cenar las familias , pasaban cn
corporación á los
oficios
nocturnos de la
iglesia, donde se representaba, poco menos que tea—
iralmente, el nacimiento del. hijo de
Dios, N o era
seguramente despucsde bien cenar la mejor ocasión
para que estas funciones se practicasen con la d e voción y compostura propias de uu acto puramente religioso ; se cometieron escesos y escesos de tal
naturaleza que hicieron indispensable se alejasen de
los templos aquellas representaciones. Trasladáronse estas á las casas de los particulares, y
apenas se
conserva
de éstas antiguas
sino el uso de los Nacimientos
hoy
y Belenes. En a l g u -
nas Iglesias suelen todavia cantarse algnnas
en romance alusivas á
dia
costumbres
coplas
la festividad. Pluguiera
á
Oios'qHíe d t esto? Üübiei-a mucíhós'díks en' ef aSo;
Sbti dfe aquellos pocos eü' qutí todos nos acordamos
que sóínios Gristianoj'í
AguimMo
patina
niños«
Con placer acatiaraós die v e r anunciado este p r c - "
cioso libríto, que tanta
aceptación mereció el año
anterior en que vio por primera vez la luz
públi-
ca. Seguramente que los padres de familia y personas encargadas de dirigir la educación ninguna c o sa
podrán hacer mejor ,
si quieren obsequiar
á
sus hijos y educandos que comprarles el libro que
anunciamos. En él tendrán uu calendario
abrevia-
do en que, estando dispuestos por orden alfabético
los santos y festividades de todos los dias del año,
c o d a mayor facilidad podrán saber en que dia se
celebra cada uno. Podrán también dar una ligera
ojeada á la historia sagrada ,
á la historia y
geo-
grafía de España , pues todo esto se halla compendiado en este utilísiiúo' opúsculo'. Édiitiéñe
unaesplicacióá
drlks' cosiS'¡ift-S
adelas
lío'tahles'que eucicr-
=208=
ra cada uno de ¡os 12 meses del auo ;
la
división
del tiempo ; un resumen en verso de las Geslas del •
año;
y una escelente colección de máximas m o r a -
les aplicadas á las principales festividades
y
religiosas. A
pequeño volilmen. Felicitamos al
editor
acertado á introducir en nuestra patria
mas rltiles
prácticas del
mas felicitamos
que con
políticas
tanto se estiende el mérito de este
que
una
estrangero ; pero
á los padres de familia y
mucho
maestros
la corta cantidad de cuatro rs. vn.
den regalar á sus hijos y
ha
de las
pue-
discípulos un libro
de
tanta importancia.
Este libro está impreso en buen
papel, a d o r -
nado con 12 láminas dibujadas por V i l l a m i l y g r a badas por Castelló. Véndese al precio
indicado
ea
las librerías de P a z y de Cuesta, calle mayor f r e n - _
t e al derribo de san Felipe.
81ADRID.—ESTABLECIMIENTO
CALLE DEL SoaDO ,
TIPOGRÁFICO,
KCJIERO 11.
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