Deseos difíciles de complacer

Anuncio
Deseos difíciles de complacer
Lic. Verónica Kenigstein
Facilitadora tántrica, terapeuta de parejas, sexóloga. Creadora de la escuela vincular Campo de conciencia
Estoy casado hace seis años y hay algunas cosas sexuales que me gustaría probar con mi mujer
como que ella me haga sexo oral, o practicar el sexo anal o incluso me gustaría probar con
juguetes como esposas, pero ella no quiere saber nada. ¿Cómo puedo convencerla?
Las consultas relacionadas con deseos sexuales son muy habituales. Uno pide algo que el otro no
está dispuesto a explorar porque no le resulta interesante, le da miedo o no desea llevar a cabo: una
conducta, juego, o fantasía. Esto puede ser motivo de conflictos.
No se debe hacer nada que uno no esté seguro/a de querer hacer. Aunque quizás nos estemos
cerrando a nuevas experiencias y placeres por miedo. Es interesante probar cosas nuevas con la
pareja siempre y cuando esas novedades se produzcan en un marco de contención y cuidado,
evitando la brusquedad o la fuerza, para prevenir daños o dolor, físico o emocional.
Es un tema de comunicación en la pareja: ponerse de acuerdo en aquellas cosas que ambos estén
dispuestos a probar y pedir al otro lo que necesitan para sentirse seguros y satisfechos. Cualquier
cosa que hagan debe ser de mutuo consentimiento.
Las propias necesidades
Nuestras necesidades se originan en aprendizajes que hicimos en diferentes momentos de la vida y
cada integrante de la pareja trae consigo una historia, experiencias que hacen que sea quien es hoy.
La sexualidad es el espacio en el cual se manifiesta, con más crudeza y verdad, quiénes somos. En
la cama, actuamos como lo hacemos en la vida cotidiana. Pero se nota más. Podemos coincidir con
quien nos resulte compatible o, por el contrario, encontrarnos con alguien con necesidades y deseos
muy distintos a los propios.
Ambos miembros de la pareja deben querer algo en común para que ésta funcione. Una relación
estimulada y arrastrada sólo por uno de los dos está prácticamente destinada al fracaso o, al menos,
a una gran frustración.
A menos que la otra persona quiera algo en una relación, es muy poco probable que puedas hacer
algo para cambiar esto. Pero es posible comunicarse para comprender qué hay debajo de los
sentimientos de ambos. Sólo con las propias ganas (sin las del otro) es difícil un vínculo
satisfactorio para ambos.
Diferencia entre lo que es y lo que me gustaría que fuera
El sufrimiento se produce por la diferencia entre lo que esperamos y lo que ocurre en la realidad. El
amor, entre otras cosas, se trata de aceptar sin forzar. De expresar necesidades (desde la verdad más
profunda) y escuchar con atención, sin juicios ni prejuicios, lo que el otro trae. La intimidad puede
realmente producirse cuando ambas personas pueden expresarse con confianza y libertad, sabiendo
que el otro no hará nada dañino con esa información.
En las relaciones de pareja muchas veces estamos enamorados o amamos –o creemos amar– no a la
persona con quien estamos, sino la imagen de quien creemos que tenemos enfrente. Que no es la
imagen perfecta del amante que yo quiero.
El sexo que nos contaron
Traemos, de experiencias y aprendizajes que tuvimos, creencias, condicionamientos, fantasías,
deseos, miedos que nos impulsan a, o nos impiden, actuar de una determinada manera. ¿De qué
manera estas actitudes enriquecen o empobrecen la relación? Hoy somos, como seres sexuales,
según los mensajes que recibimos de nuestros padres, de los medios de comunicación, de nuestros
maestros; pero si reflexionamos profundamente nos daremos cuenta de que no son nuestra plena
esencia.
Creamos lo que creemos
Creamos lo que creemos. Si tenemos una creencia determinada, por ejemplo, que “las mujeres que
disfrutan del sexo son poco respetables”, muy probablemente nuestra conducta responda a ella y
actuaremos para generar eso que creemos, y que la realidad se ajuste a lo que pensamos que es.
He escuchado el comentario de hombres que no llevan a cabo determinados comportamientos
sexuales con sus parejas “por respeto”. Esto parte de una creencia doble: por un lado, que el respeto
impide el disfrute y la libertad sexual con alguien a quien amamos y, por otro lado, que hay ciertas
conductas sexuales que son inaceptables per se.
El desafío es: ¿cómo escuchar las necesidades y la realidad de ambos miembros de la pareja y
encontrar un espacio de satisfacción mutua? Es posible que estemos dejando de escuchar nuestros
miedos. Al darles voz, podremos descubrir qué está impidiendo una parte de la satisfacción y
quizás, al poder atravesarlos, descubramos algo que no sabíamos que estaba en el otro, en mí, en la
relación. Y se pueda enriquecer el encuentro: la comunicación abierta y honesta puede ayudar a
descubrirnos.
¿Qué tipo de situaciones genera discordancias?
•
Aquellas que involucran áreas del cuerpo poco exploradas (sexo oral, sexo anal, usar los
dedos o la lengua)
•
Las que incluyen a otras personas (tríos, intercambio de parejas, personas del mismo sexo)
•
Juegos o conductas consideradas “extrañas” por uno de los dos (juguetes sexuales, fantasías
de rol, masturbación, juegos de dominación)
•
Situaciones distintas a los habituales (en lugares públicos, con la luz encendida, frente a
otras personas, hablar explícitamente de sexo)
•
Parafilias o conductas sexuales que requieren situaciones específicas para la excitación
sexual (ropa determinada, que uno de los dos esté haciendo algo en particular, ver una parte
determinada del cuerpo del otro)
Un juego de comunicación sexual: "Si me amas"
Por turnos, sin interrumpir, cada uno le cuenta a su pareja qué le gustaría que hiciera sexualmente
como muestra de su amor. La otra persona escucha atentamente, sin juzgar ni responder y cuando el
primero termina, dice lo suyo. Luego, cada uno cuenta sus miedos o creencias respecto al pedido
que recibió y buscan una solución en la cual ambos satisfagan sus necesidades y deseos.
Preguntas para hacerse y compartir con la pareja
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
¿Qué necesito realmente cuando pido lo que pido?
¿Qué pasaría si no lo encontrara?
¿Qué pierdo si lo hago? ¿Qué gano si lo hago?
¿Con quién estoy? ¿Quién fue y quién es hoy como ser sexual?
¿A qué tengo miedo? ¿Cuáles son tus temores?
¿Cuáles son mis creencias en cuanto al sexo? (se puede, como inspiración, usar la lista de
situaciones de arriba)
Las partes de mi/tu cuerpo que más me gustan
Mi cuerpo es / Tu cuerpo es
Qué decían mamá y papá sobre el sexo y las relaciones
Para mí el sexo es
Del sexo me gusta
Del sexo me da miedo
Del sexo necesito
Qué se repite en mi historia sexual
Qué me gustaría mejorar o aprender de mi sexualidad
Qué me gustaría que hasta ahora no pedí o no me permití
Algo que me gustaría que me hicieras
Algo que me gustaría hacerte
Una fantasía que quiero compartir con vos
Algo que me calienta
Algo que me calienta de vos
Algo que me gustaría que hicieras distinto
Algo que me deserotiza
Te propongo que...
Si me muriera mañana, no quisiera dejar de...
Descargar