Aztecas. Mayas

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Introducción
El estudio de las civilizaciones precolombinas es muy importante para el hombre, ya que sin esta
información no sabríamos que o quienes estuvieron antes de nosotros y menos sabríamos que hubieron
civilizaciones gigantescas en nuestro continente.
El estudio de la civilizaciones nos revela la vida de nuestros antepasados.
En este caso las civilizaciones precolombinas más importantes son: La Maya, la Azteca y la Inca.
Estas tres civilizaciones tuvieron una gran relevancia, puesto que, lograron un avance, ya sea cultural,
tecnológico, político, etc., muy elevado y perfeccionado.
Pero este nivel de avance no fue lo suficiente, ya que todo esto se derrumbo en la llegada y conquista de
los españoles.
Objetivos
• Dar a conocer cada una de las culturas
• Mostrar la evolución histórica y cultural de cada cultura.
• Dar a conocer las características religiosas de cada cultura y sus diferencias.
• Mediante fotografías dar a conocer su escultura, pintura, escritura y sus construcciones.
Metodología
• Búsqueda de Información
• Análisis de Información
• Redacción
• Desarrollo del Trabajo
• Entrega del Trabajo
• Exposición del tema
Imperio Maya
En un territorio y zona geográfica muy variada, pero bien delimitada, se desarrolló una civilización y cultura
formidables, cuyos vestigios siguen causando gran admiración y asombro.
Esta extraordinaria civilización, en la cual se dieron lugar las más diversas manifestaciones culturales como
arquitectura, escultura, pintura, astronomía e importantes conocimientos matemáticos, se desenvolvió en
selvas tropicales, en escarpadas montañas, así como en planicies inmensas, y ha llegado hasta nuestros días a
través de sus ciudades, templos, palacios, estelas, altares, murales y códices, entre otros objetos. Dicha
civilización es la que ahora conocemos como Maya.
Esta grandiosa cultura tuvo avances impresionantes aún para nuestra época particularmente en matemáticas,
astrología y el calendario.
La civilización Maya se desarrolló en un territorio de aproximadamente 400,000 kilómetros cuadrados,
situado en la región denominada Mesoamérica, la cual abarca a la Península de Yucatán, el estado de
Quintana Roo, la Mayor parte de Tabasco y Chiapas y el istmo de Tehuantepec en México, toda Guatemala,
Belice, la parte occidental de El Salvador y Honduras, y una pequeña parte de Nicaragua
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Este territorio presenta una gran rica variedad geográfica: montañas, pantanos, planicies, selvas tropicales,
bosques de altura, etc., por lo que climas, suelos, lluvias y vegetaciones diferentes, albergaron diversos grupos
étnicos, lenguas y estilos de vida que integran la gran familia Maya, agrupada comúnmente bajo el nombre de
Mayense.
Los Mayas y sus descendientes han ocupado este territorio desde hace aproximadamente 5000 años; sin
embargo, la Civilización Maya probablemente se remonta a tiempos mucho más antiguos.
Desarrollo Historico−cultural del pueblo maya
El Periodo preclasico
(1600 a. C. al 300 d. C.)
Dio inicio con el primer asentamiento en las montañas del oeste de Guatemala por el año del 2 500 a. C. Los
primeros mayas que se establecieron en la península de Yucatán lo hicieron en el año 1 600 a. C y los
primeros que se establecieron en Tabasco lo hicieron para el año de 900 a. C.
En el preclasico inferior vivían en casas que tenían por paredes, palos unidos entre sí por barro y estaban
provistas de techo de paja. Estas casas siempre estaban alrededor de los cenotes. Sus actividades económicas
más importantes en la recolección de frutos, practicaban la caza y la pesca; tenían una agricultura de temporal.
En el preclasico medio, sus actividades económicas más importantes eran la agricultura, el comercio y la
cerámica. Mejoraron la agricultura, por lo cual se volvieron autosuficientes. En el preclasico superior, los
mayas tienen contacto con los olmecas, lo cual trae como consecuencia la introducción del calendario, la
cuenta larga y la escritura incipiente.
En este periodo destacaron las ciudades de Mani, Dzibilchaltún, Komchen, Izamal, Tikal, Copan, Chichen
Itza, Kabah, Loltun, entre otras.
Periodo Clásico
( 300 al 900 d. C.)
En este periodo, el proceso cultural de los mayas alcanzó su máximo desarrollo, tanto en el campo
tecnológico, como en el social, económico, político, religioso y artístico. Fue la denominada EPOCA DE
ORO de los mayas. La población había crecido y la agricultura se había desarrollado bastante. Se levantaron
terrazas en las zonas montañosas; en territorios con ríos, lagos o lagunas se construyeron canales de riego y
aumentaron de esta manera la superficie cultivable tanto para la producción de productos básicos como para el
consumo y el comercio. Los centros crecieron de manera esplendorosa. Con los nuevos adelantos se
diversifico mucho mas y surgieron los artesanos especializados en distintas manifestaciones culturales;
igualmente se incremento el comercio que, poco a poco, había facilitado el desarrollo económico y que ahora,
en el periodo clásico, permitía el intercambio no solo con pueblos del arrea maya, sino también con otros
pueblos de mesoamerica, consolidándose entre el peten y el valle de México un activo comercio.
La entrada de algunos pueblos de mesoamerica a poblaciones mayas llegaron durante un tiempo a
desestabilizar a la sociedad y paralizar la construcción de centros ceremoniales. Sin embargo, la elite
gobernante supero la crisis y el desarrollo continuo.
En los mejores tiempos de la actividad arquitectónica tuvo relevancia, pues se construyeron sitios con
centenares de edificios, algunos con numerosas habitaciones; pirámides monumentales de hasta 70 metros de
altura, numerosas estelas y monumentos con fechas de cuenta larga e inscripciones jeroglíficas en las que se
dan referencias a hechos históricos. Todas estas actividades se realizaron bajo la dirección y supervisión de la
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clase dirigente que había establecido un gobierno teocrático (gobierno ejercido directamente por dios o por los
sacerdotes como sus representantes) en el que residían los poderes civiles y religiosos, los cuales estaban
íntimamente ligados. La clase dirigente, una minoría, se sostenía de los tributos que le entregaban los
campesinos y los artesanos. Su poder se extendía por toda una región, y lo ejercían a través de un sistema
burocrático bien organizado que llegaba hasta los lugares mas alejados. Los funcionarios controlaban las
actividades productivas, la vida material y espiritual de las poblaciones, alcanzando las obras publicas y
santuarios ya referidos. En este periodo se da una decadencia, la cual tiene varias teorías, entre las que se
incluyen una posible guerra civil, alguna epidemia o conquista de pueblos bárbaros.
En este periodo, algunas de las ciudades que florecieron fueron: Coba, Uxmal, Izamal, Kabah, Loltun y
Acanceh entre otras.
Periodo Posclasico
(900 al 1542)
Se desarrollo en la Zona Norte, ya que los mayas que vivieron ahí, sobrevivieron a la catástrofe que provoco
el abandono de las ciudades de la zona Central y continuaron su desarrollo durante el periodo Posclasico
afectados por las influencias culturales de grupos extranjeros que irrumpieron en la región; uno de ellos, acaso
el principal, fue el de los mayas chontales o putunes que procedían del sur de Campeche y del delta de los ríos
Usumacinta y Grijalva. Por su ubicación en esta región del Golfo de México, los mayas chontales o putunes
estaban influenciados por sus vecinos de habla mexicana por lo que constituían una cultura híbrida
maya−nahua.
Una rama de estos, los Itzaes, navegaron desde su lugar de origen hasta la isla de Cozumel, en la costa oriental
de la península, de donde se establecieron por algún tiempo, pocos años después cruzaron a tierra firme y
ocuparon Pole, y de ese sitio caminaron hasta Chichen Itza, que en aquel tiempo se llamaba Uucil Abnal (siete
matorrales) lugar que conquistaron posiblemente en el año 918.
Una vez posesionados de Chichen Itza se extendieron por diversos rumbos de la costa oriental y de tierra
adentro, unos avanzaron al interior de Yucatán conquistando y sujetando a tributo a numerosos pueblos; otros
se establecieron en sitios como Bacalar, Chetumal, Coba (centro que estaba abandonado desde fines del
periodo clásico), o se instalaron en la costa norte.
Poco antes de los acontecimientos referidos, o al mismo tiempo que ellos, penetró a Yucatán otro
grupo de linaje mexicano, los xiu, y ocuparon Uxmal durante algún tiempo; desde este lugar desempeñaron el
poder sobre la extensa región del suroeste de Yucatán. Estos inmigrantes trajeron a la región nuevos
elementos ideológicos que se encuentran representados en algunas edificaciones de la región.
Hacia el año 987 ocupó Chichén ltzá el caudillo tolteca Quetzalcóatl−Kukulkán. La historia sintetiza la larga
travesía de este personaje desde su lugar de origen hasta Yucatán, y refiere que, fugitivo de sus enemigos de
Tula en el Antiplano de México, se dirigió, en unión de un grupo de sacerdotes, guerreros y servidores, a la
parte del Golfo de México que era la región natural de los chontales putunes, grupo bastante influido ya por la
cultura náhuatl; poco tiempo después, los putunes itzaes lo acompañaron en la última parte de su recorrido,
puesto que ya conocían bien la región y dominaban gran parte de ella desde el año 918; por eso se menciona
en las crónicas que hubo dos entradas de los itzaes a Chichén Itzá. Quetzalcóatl, que aparece en los relatos
nahuas como un personaje mítico, casi como un dios, es conocido en las crónicas mayas como un personaje
histórico con el nombre de Kukulkán, que significa: serpiente emplumada.
Una razón decisiva del asentamiento de los itzaes en el sitio que denominaron Chichén ltzá fue la existencia
de dos cenotes, uno de ellos, el Xtoloc, sirvió para el aprovisionamiento de agua; el otro, el Sagrado o de los
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Sacrificios, fue utilizado para el culto al dios de la lluvia, Chaac. Un sacbé conduce al Cenote de los
Sacrificios desde la plaza principal.
El pueblo maya de Chichén ltzá y el que habitaba en el área de influencia de este centro, quedó sujeto a jefes
no autóctonos, es decir, a los invasores extranjeros que aportaron elementos culturales nahuas, entre los que
predominaban los de Tula. El campesino siguió trabajando la tierra como en tiempos anteriores, pero el tributo
se canalizó hacia los gobernantes itzaes y la esclavitud se recrudeció, se incrementaron los sacrificios
humanos y se les impusieron cambios en las creencias así como la veneración de nuevas deidades.
En Chichén Itzá se concentró el poderío Itzá, razón por la que este centro militar, político, comercial y
religioso experimentó una transformación grandiosa que lo llevó a su florecimiento; las ideas que introdujeron
los grupos toltecas se reflejaron en el arte y en la arquitectura, como ejemplos se pueden señalar, la
construcción del imponente edificio de El Castillo, el grupo de las Mil Columnas y el Gran Juego de Pelota;
las representaciones de tigres caminando y almenas en forma de caracol como en Tula; columnas con
serpientes erguidas, bajorrelieves que representan guerreros toltecas, murales con escenas de guerreros
navegando frente a poblados costeros; tableros con figuras humanas enmascaradas y animales en actitud de
comer corazones humanos.
Se cree que el auge de Chichén ltzá se logró gracias al periodo de relativa paz que vivió por espacio de 200
años, hecho que fue posible por la organización hacia el año 1000 de la llamada "Liga de Mayapán", alianza
política que hicieron los gobernantes de Uxmal (Xiu), Chichén ltzá y Mayapán.
Dos siglos más tarde las discordias políticas, las rivalidades por intereses comerciales y la rebeldía del pueblo
cansado de tanta opresión, llevaron a la disolución de la 'Liga", a la caída de Uxmal y al término de la
preponderancia de Chichén ltzá, hechos contemporáneos ocurridos hacia el año 1200.
El final repentino de Chichén ltzá se debió, según algunos relatos históricos, a la guerra que le hizo Mayapán,
en la que un jefe importante de este lugar llamado Hunac Ceel Cahuic venció a los itzaes y los expulsó. Este
hecho se conoce en los textos mayas como la "Traición de Unac Cell". La salida de los itzaes no provocó el
total abandono del sitio, diversos grupos mayas continuaron durante más de tres siglos, haciendo
peregrinaciones al Cenote Sagrado para llevar ofrendas al dios de la lluvia, Chaac. El sitio había quedado en
poder de los Cupul Itzá. Después de la rebelión el poder quedó en manos de los vencedores, los Cocom, de
linaje Itzá, señores de Mayapán.
Desde entonces, este sitio se convirtió en el centro político y comercial más importante de toda la parte norte
de la península. La ciudad se transformó, se construyeron la muralla que la rodea y dentro del recinto más de 2
000 casas para uso habitacional, así como algunos edificios monumentales semejantes a los de Chichén ltzá.
La autoridad que ejercieron los Cocom desde sus inicios fue absoluta y su política para evitar una nueva
rebelión fue la de llevar a Mayapán como cautivos a los señores naturales de la tierra, a los principales jefes
mayas, y retenerlos como rehenes. Se les construyeron casas especiales dentro del recinto amurallado para que
vivieran en unión de un reducido séquito de sus parciales; desde allí, atendían los asuntos de sus gobernados y
recibían el tributo que éstos les enviaban desde sus pueblos, los cuales eran transferidos a los señores de
Mayapán. Gran parte de los intereses comerciales de los Cocom estaban ligados a la costa oriental y a otras
playas de la península, uno de los principales era el de la sal, que estuvo controlada por ellos durante mucho
tiempo. Al parecer, tuvieron importantes relaciones con los navegantes putunes con los que realizaron
valiosos intercambios. Como consecuencia de este comercio florecieron en ese territorio importantes centros
como Tulúm, Xelhá y Muyil. Conforme pasaron los años la tiranía de la casa Cocom se recrudeció, el tributo
exigido fue cada vez mayor y más frecuente, la esclavitud se extendió y los esclavos mayas adquirieron un
valor comercial en los florecientes mercados de la costa noroeste y oriental de la península, práctica que
permaneció aún después de que los Cocom perdieron el poder.
Ante tal sistema de explotación comenzó una serie de levantamientos de los pueblos afectados contra el grupo
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dominante, pero ellos eran aplacados por los partidarios de los Cocom, que contaban con la ayuda que le
prestaban los guerreros mexicanos, llamados por los mayas Ah Canul. A medida que los levantamientos se
hacían más frecuentes, un número mayor de guerreros llegaba a Mayapán, ya que los Cocom habían
establecido una alianza militar y comercial con los grupos mexicanos establecidos en Tabasco y Xicalango, en
la que se contemplaba el envío de los guerreros mercenarios. Se atribuye a éstos la introducción del arco y la
flecha en Yucatán.
Los Xiu, basados en que antes habían sido los señores de Uxmal, se sentían con los mismos derechos que los
Cocom por ser tan antiguos como ellos, y apoyados en el prestigio que como gobernantes les reconocían los
mayas de algunos pueblos de la región, se convirtieron en los principales conspiradores contra los Cocom.
Fueron en este tiempo los que mantuvieron viva la lucha contra la opresión y los abusos de los señores de
Mayapán.
La rebelión fructificó el año de 1441 cuando los Xiu llegaron a contar con el apoyo de la mayor parte de los
pueblos de la región; entonces, el pueblo maya atacó la ciudad amurallada de Mayapán, símbolo de los
privilegios y del dominio. El lugar fue completamente destruido, incendiado y abandonado para siempre, sólo
escombros quedaron de la antes poderosa Mayapán. Los vencedores concluyeron la guerra matando al Cocom
gobernante y a sus familiares; sólo un Cocom sobrevivió gracias a que se encontraba en Ulúa, en la costa
caribe de Honduras, realizando gestiones comerciales.
Pasada la revolución, el poder político y comercial, que durante más de doscientos años se ejerció de manera
centralizada desde Mayapán, se fragmentó en diecisiete cacicazgos (cuchcabal) o provincias independientes y
rivales, aunque con alianzas entre algunas de ellas. Los señores mayas que permanecían cautivos fueron
liberados y retornaron a sus lugares de origen. El Cocom que sobrevivió a su retorno se estableció en Tibolón,
sitio principal de la provincia de Sotuta.
Organización Social
Los mayas de Yucatán al comenzar el periodo preclasico tenían una organización social basada en el clan
como unidad social.
Todos los miembros creían descender de un antepasado común mítico, el tótem del clan, que en muchos casos
era un animal; se admite que por ello, varios apellidos yucatecos tenían nombres de animales como Pech
(garrapata) Chan (serpiente) May (venadillo) Uk (piojo) Pek (perro) Balam (tigre).
En el sentido estricto de una organización social y política estructuradas como tal, nunca existió un imperio
Maya, tal y como se solía creer.
La civilización Maya estaba organizada por un sistema ciudad−estado con influencia geográfica proporcional,
distribuidas en diferentes zonas geográficas y cronológicas, cuyo gobierno estaba baso en el compartir
religión, cultura, recursos, literatura y territorio con todas los grupos étnicos de la Familia Mayense, a la cual
se fueron integrando nuevos grupos emigrantes durante poco más de 4500 años, hasta que se estableció la
colonia de España.
Su organización social estaba constituida por clases perfectamente estructuradas de manera primordial, cada
una con funciones propias que desempeñaba para el bienestar del pueblo, pero ninguna con privilegios
especiales o ninguna que fuera inferior o superior a otra, que era lo que pensaban los antropólogos.
Sacerdotes: Encargados de los ritos sagrados.
Artesanos: Encargados de la construcción.
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Guerreros: Encargados de la defensa.
Agricultores: Encargados de los suministros básicos.
Comerciantes: Encargados del intercambio comercial y cultural.
Toda la población trabajaba masivamente en las enormes construcciones de todo género de templos, palacios,
centros comerciales, observatorios, etc., diferenciada sólo por el grado de especialización de cada integrante.
Arquitectura
Una de las manifestaciones Mayas más espectaculares fueron sus construcciones, muchas de las cuales han
llegado hasta nuestros días en forma más o menos completas, y de muchos otros que aun permanecen
sepultados; y podemos observar que sus características muy propiamente son aportaciones universales.
Como ejemplos tenemos el arco falso; el aprovechamiento mediante terrazas de los niveles naturales de los
terrenos, incorporando la edificación al entorno propiamente dicho.
La integración dentro de la construcción al entorno propiamente dicho. La integración dentro de la
construcción de estructuras, murales y ornamentales con fines determinados.
Además, se han encontrado por todo el territorio en todos los estilos y tamaños, impresionantes altares,
estelas, dinteles, etc. en los cuales han quedado esculpidos para la posteridad los grandes sucesos históricos de
éste pueblo.
Pero la contribución más importante es el hecho de que toda construcción esta minuciosamente fechada. El
palacio de Uxmal: una enorme construcción de tres niveles, el primero de los cuales está conformado por un
colosal basamento de casi 180 metros de largo, por 154 metros de ancho y más de 12 metros de alto, sobre el
cual se asienta una terraza de 120 metros de largo por 25 de ancho y 4 metros de altura, que a su vez soporta
el edificio que alcanza casi 100 metros de largo, 12 metros de fondo y 9 metros de alto.
Como ejemplo de construcciones elevadas esta la Pirámide Jaguar (El Templo 1 de Tikal para los
antropólogos; La Torre Mágica del Tiempo Oculto para los esoteristas), con más de 70 metros de altura, con
una base de 40 metros. Otro ejemplo es la Acrópolis de Copán, que abarca 5 hectáreas.
Los Mayas también lograron formidables adelantos en las construcciones de acueductos, cisternas, drenajes,
obras hidráulicas, fortalezas, murallas y calzadas.
Escultura y Cerámica
El pueblo Maya logró dominar prácticamente todas las técnicas de la escultura, ya que existen grabado en alto
y bajorrelieve y en bulto redondo; esculturas adosadas y especialmente injertadas en grandes monumentos,
que forman parte integrante de los mismo.
Hasta hoy sobreviven extraordinarias piezas en madera con tallados excelentes, como los dinteles de Tikal y
Yaxchilán, algunos de ellos incompletos, pero preservados milagrosamente.
En la alfarería se distinguieron por la difusión y gran variedad de estilos, en los cuales usaron: pastillaje,
grabado, en alto y bajo relieve, policromos, además de adornos especiales.
Escritura
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Existen pocos testimonio escritos, generalmente son transcripciones de libros antiguos de tradiciones. Estos
fueron grabados sobre papel Amate hecho de corteza de árbol. Se estima que existían 13 escritos principales
de la historia Maya, en nuestros días solo sobreviven 3.
En forma de libros escritos en maya pero con alfabeto castellano, se encuentran el Popol Vuh de
Chichicastenango, los anales de Cakchiqueles; y el Chilam Balam.
Religión
Al ser la religión el eje central de las actividades mayas, éstas se desarrollaban alrededor de los rituales, los
cuales eran el que hacer diario.
En las ceremonias dirigidas por los sacerdotes, participaba todo el pueblo, dentro de un mismo entendimiento
cosmogónico. Entre los rituales había ayuno, abstinencia, danzas, coros, música, escenografías, cantos, quema
de incienso, ingestión de bebidas preparadas, endulzadas o fermentadas y meditaciones. Como el pueblo maya
siempre ha creído en la inmortalidad de la conciencia, del alma, del espíritu y del supra−espiritu, veían a la
muerte con calma y naturalidad.
Generando también otra costumbre ritual que es el de las ofrendas y regalos para los antepasados muertos y
para los iniciados, que eran considerados como "los vivientes al otro lado de la muerte".
Astronomía
Debido a las necesidades propias de un pueblo totalmente agrícola, se vieron obligados a observar los astros o
cuerpos celestes que afectaban la siembra.
Se sabe que varias ciudades dispusieron edificios que fungieron como verdadero observatorios y nos han
legado cálculos asombrosos por su exactitud, como por ejemplo el ciclo solar que lo establecieron en
365.2420 días. y el ciclo lunar en 29.53086 días.
El año gregoriano actual mide 365.25 días; y algunos otros calendarios estableces un sistema de 27 o 28 días
para el ciclo lunar.
Hoy día los científicos por medio de satélites, computadoras, calculo de precesión e integración; e
intersección óptica láser, han calculado que el año solar es de 365.2422 días, y el ciclo lunar es de 29.54059
días lo que se traduce en que los mayas calcularon la precesión del año solar con 3900 % más exactitud que
las culturas europeas y la precesión lunar con 15833 % más exactitud que cualquier otra cultura del mundo.
Según el código Dresde, se sabe que calcularon el ciclo de Venus con relación al de la Tierra en 583.935 días.
(Hoy se esta estimando que es entre 583.920 y 583.940 días aproximadamente).
Su interés primordial, en contraste al de los astrónomos "occidentales", estaba en el paso Zenital, es decir
cuando el Sol atraviesa la actitud Maya. En una base anual el sol viaja a su solsticio del verano hasta la latitud
de 23 grados y 20 minutos norte.
La mayoría de las ciudades Mayas se localizan al sur de esta latitud, lo que significa que podrían observar el
sol directamente sobre la cabeza durante el tiempo que el sol pasaba encima de su latitud. Éste pasó dos veces
un año, aproximadamente con un espació de 34 días alrededor del día de solsticio. (Entre el 21 y 22 de junio)
Entre el 15 y 16 de Mayo. Entre el 25 y 26 de Julio.
Los Mayas podría determinar fácilmente estas fechas, porque durante el medio día local, los objetos no
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proyectaban ninguna sombra. Las observaciones del Paso Zenitale son posibles sólo en los Trópicos y esto era
totalmente desconocido para los conquistadores españoles quienes descendieron en la península de Yucatán
en el siglo XVI.
Venus
Venus era el objeto astronómico de mayor gran interés. Se piensa que los Mayas le daban tanta o más
importancia que al Sol. Lo observaban cuidadosamente cuando movió por su estaciones (toma 584 días para
que Venus y la Tierra se alineen en su posición previa con respecto al Sol). Toma aproximadamente 2922 días
para que la Tierra, Venus, el Sol, y las estrellas estar de alineadas otra vez.
Los Calendarios Mayas.
Los mayas eran grandes observadores del tiempo. Contaban con diversos sistemas calendarios, los cuales
suelen ser conocidos como: el calendario civil, el calendario ritual, el calendario lunar, el calendario de los
nueve señores, la cuenta larga, la cuenta corta, y la cuenta secreta Etimología.
Los Mayas cuentan los días con varios sistemas calendarios, que trabajan de modo coordinado, de los cuales
el más conocido es el Tzolkin o calendario ritual.
El T´zol (espiral/culebra) Kin (de los días/del Sol), que podríamos traducir como el camino serpentiante de los
días es la cuenta sagrada de 260 días conformado por 13 números llamados en nahuatl "tonallis"
(brillantes/luminosos) y 20 signos jeroglíficos llamados "nahuallis" (nocturnos/misteriosos) formando un
doble engranaje que al avanzar crean un ciclo perfecto de 260 días.
Otro de los sistemas calendarios de los Mayas es el Tun. Este calendario que se considera civil, esta
conformado por 18 UINALES (ciclos de 20 días) dando un total de 360 días; a los que se añade 5 días más
UAYEB para completar un ciclo solar de 365 días por año.
Interpretación común Jefe
Rana, Cacería, Murciélago/Pez, Cielo y Tierra ,Perro mitológico , Sol, Nube / Piedra ,
Pozo,Nuevo,Blanco,Cervatillo,Cubrir,Abarcar,Ave,Tambor,Tortuga,Cocodrilo,Días Duendes
El Tun se organizaba en periodos vigesimales, cada uno de ellos conocido como Katun (20 años o 7200 días)
y estos se organizan en el Baktun (400 años o 144,000 días).
La relación entre calendarios se da así:
18 ciclos de 260 días es equivalente a 13 ciclos de 360 días.
7 ciclos de 260 días es equivalente a 5 ciclos de 364 días.
73 tzolkines de 260 días forman 52 años de 265 días.
1461 tzokines días 1040 años tal como los manejamos hoy día.
El Haab o calendario lunar es uno de los sistemas de medición del tiempo más utilizados entre los pueblos
precolombinos de toda América, pero es también uno de los más desconocidos hoy día.
Este sistema se basa en el uso del mes lunar o YAIL (de la luna), cada uno formado por 28 días. De esta
forma, 13 meses de 28 días conforman 364 días, que más un día adicional dedicado a Hu´nab−Ku (el dador de
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la medida) forman un ciclo de 365 días por año.
Los símbolos que integran este calendario estaban basados en las figuras que veían los mayas en el cielo
Murciélago, alacrán, Venado, Búho, Pavo real, Lagartija, Mono, Halcón, Jaguar, Perro, Serpiente, Conejo,
Tortuga.
Imperio Azteca
Evolución histórica
Los Aztecas llegaron al Valle de México a principios del siglo Xll, procedentes del noroeste de México. Otros
pueblos de lengua Nahualt, habían llegado anteriormente a la región mesoamericana desde la llamada
América árida. Las siete tribus Aztecas, guiadas por varios sacerdotes y caudillos, se asentaron sucesivamente
en el lago Pátzcuaro y en Coatepec antes de llegar al Valle.
En 1272 los Aztecas se establecieron en Chapultepec donde se hicieron famosos por su agresividad y sus
sacrificios. En 1319 Fueron derrotados por otros pueblos y quedaron confinados en Tizapán. Posteriormente
se aliaron a los culhuas, pero tras el sacrificio de la hija del señor de Culhuacan tuvieron que huir por el
interior del lago Texcoco. En uno de los islotes del lago, la visión de un águila que comía a una serpiente
posada sobre un nopal les indico el lugar donde debían construir su nueva capital, Tenochtitlan fundada en
1325.
Durante los años siguientes, los Aztecas y los Tatelolcas rindieron tributo a los tepanecas de Azcapotzalco.
Los Aztecas ayudaron a los Tepanecas a conquistar la ciudad de Texcoco y dejaron de pagar tributo a
Azcapotzalco.
Esplendor del Imperio Azteca:
En 1473 tuvo una guerra con Moquíhulx, último soberano de Tlatelolco, quien había estado conspirando para
formar una coalición contra los Tenochcas integrado por varios señores de los valles de México y Toluca.
Denunció el complot a Axayácatl una hermana suya casada con Moquíhuix, ofendida por el abandono en que
éste la tenía a causa de la preferencia que daba a otras mujeres. Sabedor de lo que contra él se tramaba, el rey
tenochca atacó de improviso a los tlatelolcas, que se defendieron obstinadamente en su último reducto, el
templo mayor. Moquíhuix pereció en la lucha y los tlatelolca quedaron sin soberano propio, obedeciendo
desde entonces al de Tenochtitlan, hasta que se restauró la monarquía tlatelolca en 1515 con Cuauhtémoc,
quien, años después, gobernó también en Tenochtitlan.
Resentido Axayácatl, por haber conspirado con Moquíhuix algunos de los señoríos independientes
matlatzincas, otomíes y mazahuas del valle de Toluca, corno los de Toluca, Xocotitlan y Xiquipílco, los atacó
y conquisto tras ardua contienda en 1480. Enseguida se enfrentó a los tarascos en los confines de los Estados
de México y Michoacán, pero éstos acometieron con tal ímpetu desde las fortificaciones hechas de madera
que tenían en Tajimaroa (Ciudad Hidalgo), que derrotaron al ejército mexica. Por primera vez encontraban los
Tenochcas un enemigo irreductible. Para atajar la expansión de los tarascos en Guerrero, que ocupaban ya las
tierras bajas de Michoacán y de la cuenca del Balsas, se adueñó Axayácatl de Oztuma en el noroeste de dicho
Estado y estableció allí una guarnición. Realizó también otras conquistas de regiones situadas al norte del
Balsas, cuya subyugación, iniciada por ltzcóatl, había sido proseguida por Moteczuma.
Aunque alguna fuente histórica atribuye a Axayácatl la conquista de Oaxaca, en realidad esta codiciada
prenda cayó en poder de los mexicas bajo el reinado de Ahuízotl.
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En 1479 se dedicó la "Piedra del Sol" o "Calendario Azteca", porque en ese año, equivalente en la cuenta
indígena a 13 ácatl, se conmemoraba la creación del quinto sol, ocurrida en ese mismo signo.
Dos años después falleció Axayácatl y le sucedió su hermano Tizoc quien sólo gobernó cinco años, ya que
murió envenenado en 1486. A pesar de que se le ha pintado como un rey cobarde, emprendió conquistas
importantes, como la de la región de Nauhtla, Veracruz, efectuada coordinadamente con Nezahualpilli, hijo y
sucesor de Nezahualcóyotl y también la reconquista de Yanhuitlan, Oaxaca. Además, en la "Piedra de Tízoc"
aparecen otras victorias suyas, solo que en su lugar, como vencedor, figura el dios Tezcatlipoca.
Bajo Ahuízotl, sucesor y hermano de los anteriores, alcanzó el imperio mexica su máxima expansión. Como
después de la gran hambre de 1450−54 cada nuevo soberano tenochca, al ascender al trono, iniciaba una
campaña contra señoríos aún sin someter, para agregar más territorios al imperio y obtener suficientes
cautivos con qué propiciar a los dioses, y como se acercaba además la dedicación del Templo Mayor, erigido
en honor a Huitzillopochtli, se requerían numerosas víctimas. Para obtenerlas Ahuízotl hizo la guerra a los
huastecos de la provincia de Xiuhcóac o Tziuhcóac (llamado por los españoles "Cicoaque"), y después a los
zapotecas, logrando conquistar todo el valle de Oaxaca. De ambos sitios obtuvo innumerables prisioneros.
Con el holocausto de no menos de 20,000 se solemnizó en 1487 la dedicación del Templo Mayor de
Tenochtitlan. Aterrorizados ante el relato de esta hazaña inaudita, los habitantes de los más remotos confines
de Mesoamérica, temblaron ante la posibilidad de que de entre ellos se reclutasen las próximas víctimas y el
nombre del fiero monarca tenochca inspiró un pavor tal que todavía hoy se llama "ahuizote" a alguien a quien
se teme constantemente o que produce una molestia continua.
Ahuízotl se lanzó de nuevo sobre los paraísos veracruzanos arrasando y diezmando pueblos que se habían
rebelado. A las provincias asoladas se llevaron colonias mexicas que reforzaron el predominio de la lengua
nahua. Sojuzgó también este rey la mayor parte del Estado de Guerrero, extendiendo los dominios de su
imperio hasta la desembocadura del Balsas.
En 1486 las huestes mexicas se apoderaron del valle de Oaxaca y, siguiendo la ruta de la actual carretera,
sometieron a Tehuantépec en 1498. Continuaron su marcha victoriosa por la costa del Soconusco hasta
apoderarse de la actual población guatemalteco de Ayutla. La penetración de los "pochtecas" o comerciantes
por tierras centroamericanas es prueba de que preparaban una próxima agresión, y es seguro que el sucesor de
Ahuízotl se proponía conquistar a los quichés y cakohíqueles cuando llegaron los españoles. Un golpe en la
cabeza contra un dintel de piedra al tratar de escapar de una inundación que se produjo en Tenochtitlan en
1502 causó la muerte al más temible conquistador mexica. Con él terminó la etapa de los grandes caudillos
militares y se inició la de un monarca a punto de ser divinizado.
Le sucedió Moteczuma II Xocoyotzin, originalmente sacerdote modesto y humilde muy versado en su
religión, a quien el poder ensoberbeció pronto y convirtió en una especie de sátrapa oriental. A él tocó sofocar
serias rebeliones en La Míxteca y conquistar allí regiones que nunca antes habían sido sometidas. También
bajo su reinado disminuyó aún más el poder de Texcoco que había empezado a declinar a la muerte de
Nezahualcóyotl. El hijo de éste, Nezahualpilli, que heredó el trono a los ocho años de edad, quedó bajo la
tutela de Axayácatl, y desde entonces los Tenochcas se consideraron como tutores de los tetzcocanos. Cuando
llegó el momento de elegir sucesor, Moteczuma impuso a Cacamatzin, en 1516.
Moteczuma murió en 1520. Su imperio abarcó casi todo Veracruz, Puebla, Hidalgo, México, Morelos, gran
parte de Guerrero y Oaxaca y las costas de Chiapas. Todo este territorio −más el reino tarasco− constituyó el
núcleo de lo que fue la Nueva España y es hoy la República Mexicana. Dentro de aquél estaban enclavados,
como señoríos independientes, Tlaxcala, Meztítlan, Yopitzingo y Tututépc.
Sociedad y Política
La base de la sociedad Azteca era la familia, de carácter patriarcal y generalmente monogámica, aunque se
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permitía la poligamia. El grupo familiar podía reducirse a la pareja de cónyuges y la progenie , o construir
formas de familia extensa constituidas por los padres y las familias de los hijos.
Un grupo de varias familias componía el calpulli, unidad social compleja que se encargaba de funciones muy
diversas. Un consejo formado por los cabezas de familia elegía al jefe del calpulli, que debía pertenecer a un
linaje determinado. Cada familia perteneciente a un calpulli recibía un usufructo una parte de las tierras
comunales la cual volvía al calpulli si dejaba de cultivarse.
A veces varios calpulli se hallaban unidos en barrios y solían estar especializados en alguna actividad
artesanal o profesional.
Uno de los rasgos más característicos de la sociedad Azteca era su división en castas. La nobleza estaba
formada por los miembros de la familia real, los jefes de los calpulli , los jefes militares y los plebeyos, y era
el grupo que poseía los mayores privilegios.
Comerciantes, algunos vendían sus productos en la ciudad; otros comerciaban fuera de tenochtitlan y eran, a
la vez embajadores y espías. Gozaban de algunos privilegios, según sus riquezas y los servicios que brindaran.
Plebeyos, esta clase social estaba compuesta por campesinos y artesanos, los cuales debían pagar tributos al
estado.
También había esclavos, los cuales empleaban como fuerza de trabajo o se reservaban para los sacrificios
religiosos, que no gozaban de ningún tipo de privilegio.
La confederación estaba organizada al pago de tributos y la contribución militar por parte de los estados
sometidos.
No obstante, el imperio intento conseguir una mayor integración política entre sus 38 pcias.
Actividad económica
La civilización azteca se basó desde el punto de vista económico, en la agricultura y el comercio.
Uno de los sistemas de colonización agrícola más interesante fue la construcción de huertos flotantes, las
chinampas, hechas con cañas, ramas, barro y limo. Además, conocían las técnicas del barbecho y la irrigación
mediante diques y acequias y utilizaban abonos vegetales y animales.
La ganadería era pobre como el resto de la América precolombina, el pavo diversas razas de perros, una de
ellas criada para el consumo de su carne.
Otro recurso eran las aves acuáticas y el pescado, la sal del lago de Texcoco y el basalto con el que se
construían muelas de mano.
En los mercados se practicaba un activo comercio sustentado por el trueque, empleando las semillas de cacao
como cambio o para equiparar diferencias. El precio de las mercaderías variaba según la cantidad existente.
Religión azteca
En la religión azteca numerosos dioses regían la vida diaria. Entre ellos Huitzilopochtli (deidad del Sol),
Coyolxahuqui (la diosa de la Luna que, según la mitología azteca, era asesinada por su hermano el dios del
Sol), Tláloc (deidad de la lluvia) y Quetzalcóatl (inventor de la escritura y el calendario, asociado con el
planeta Venus y con la resurrección).
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Los sacrificios, humanos y de animales, eran parte integrante de la religión azteca. Para los guerreros el honor
máximo consistía en caer en la batalla u ofrecerse como voluntarios para el sacrificio en las ceremonias
importantes. Las mujeres que morían en el parto compartían el honor de los guerreros. También se realizaban
las llamadas guerras floridas con el fin de hacer prisioneros para el sacrificio. El sentido de la ofrenda de
sangre humana (y en menor medida de animales) era alimentar a las deidades solares para asegurarse la
continuidad de su aparición cada día y con ella la permanencia de la vida humana, animal y vegetal sobre la
Tierra.
Arte Azteca
Sus manifestaciones (1250−1521 d.C.) se encuentran entre las más importantes de Mesoamérica antes de la
llegada de los europeos. El término azteca, junto con los de mexica y tenochca, se utiliza hoy día para
designar a los siete pueblos que llegaron al valle de México procedentes de Aztlán, lugar mítico situado al
norte de Mesoamérica. El arte azteca es, fundamentalmente, un arte al servicio del Estado, un lenguaje
utilizado por la sociedad para transmitir su visión del mundo, reforzando su propia identidad frente a la de las
culturas foráneas. De marcado componente político−religioso, el arte azteca se expresa a través de la música y
la literatura, pero también de la arquitectura y la escultura, valiéndose para ello de soportes tan variados como
los instrumentos musicales, la piedra, la cerámica, el papel o las plumas. Lo primero que llama la atención es
la asimilación azteca de las tradiciones artísticas anteriores y la impronta personal que otorgaron a sus
manifestaciones. El arte azteca es violento y rudo pero deja entrever una complejidad intelectual y una
sensibilidad que nos hablan de su enorme riqueza simbólica.
Escultura
Era fundamentalmente monumental y aparecía asociada a las grandes construcciones arquitectónicas. Muy
realista en su concepción, contenía un componente simbólico y abstracto de gran importancia relacionado con
su universo religioso. Existen piezas de gran tamaño que representan a los dioses, los mitos, los reyes y sus
hazañas. De las obras que han llegado hasta nosotros y que se encuentran en el Museo de Antropología de
México destacaremos la imponente Coatlicue (diosa de la tierra), de relieve plano y repleta de símbolos; la
cabeza de Coyolxauhqui (diosa de la Luna e hija de Coatlicue); la Piedra del Sol o Calendario azteca, enorme
bloque circular trabajado en relieve y dedicado a la divinidad solar Tonatiuh que algunos investigadores
atribuyen al monstruo de la tierra Tlaltecuhtli y la Piedra de Tizoc, enorme disco que narra en un friso las
conquistas del que fuera famoso Tlatoani (emperador) de los aztecas entre 1481 y 1486. Existen obras
escultóricas de menor envergadura entre las que destacaremos el llamado Caballero Águila en la que se
representa el rostro de un guerrero surgiendo del pico de un águila y algunas imágenes del dios Tláloc y de la
diosa Chalchiuhtlicue. La más conocida es la imagen de la diosa de las flores Xochipilli, sentada sobre un
gran taburete, con todo el cuerpo cubierto por flores tatuadas. La escultura de pequeño tamaño en piedra tuvo
también una gran importancia. Suele pertenecer más al ámbito de lo cotidiano, reproduciendo, generalmente,
animales y objetos comunes. Algunas piezas conservan restos de pintura e incrustaciones realizadas con
piedras diferentes. La técnica mexica creó obras extraordinarias con materiales muy difíciles de labrar. Entre
ellas debemos destacar una vasija de obsidiana que representa a un mono, o una excepcional calavera de
cristal de roca que se encuentra en el Mankind Museum de Londres, donde se percibe el detallado
conocimiento anatómico que poseían los mexicas, así como su pericia con el trabajo de la piedra, presentando
una pieza casi transparente de un pulido perfecto. Los trabajos escultóricos en madera y turquesa, aun siendo
mucho menos numerosos, supusieron un aporte interesante. Encontramos tambores con relieves muy
complejos, marcos para espejos de obsidiana y los llamados mosaicos de turquesas (esculturas en madera
cubiertas con mosaicos de piedras) que continúan la antigua tradición mesoamericana y de los que sólo se
conservan algunas cabezas zoomorfas y máscaras.
Imperio Inca
Sobre los cimientos de las antiguas culturas andinas (de Chavín, Paracas, Huari, Tihuanaco, Chimú, etc.), el
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imperio inca desarrollo una civilización agraria y teocrática que, pese a su poderío y extensión, no pudo
resistir el avance de los españoles.
El imperio inca también denominado Tahuantisuyo (las cuatro direcciones), cuyos orígenes legendarios
remontan del siglo XII, inicio su época de esplendor en el siglo XV y, en poco menos de cien años, ocupo une
extenso territorio que incluía los posteriores estados de Perú, Ecuador y parte de Chile.
Evolución Histórica
Como los incas carecían de escritura, su escritura se reconstruyó, mediante las leyendas transmitidas por la
tradición oral. Los hechos más remotos se dirigen a Manco Cápac I, se estableció con su familia en el Valle
del Cuzco y dominó a los pueblos que lo habitaban.
El cuarto emperador, Mayta Cápac, quien en el siglo XIV, empujado por la sequía que azotaba a la región e
los Andes centrales, inicio la expansión del pueblo inca para asegurarse el abastecimiento en los valles
cercanos.
Los sucesivos emperadores Cápac Yupanqui, Inca Roca, Yahuar Guacac, y sobre todo, Viracocha,
consolidaron las conquistas al establecer guarniciones militares y funcionarios incas en los territorios
conquistados.
El denominado imperio histórico con Pachacutec Inca Yupanqui, que ocupó el trono hacia 1438. Fue un gran
conquistador y organizador del imperio, y a él se atribuyen los planos de Cuzco, la construcción del Templo
del Sol y la adopción del sistema de cultivo a base de terrazas. La expansión alcanzo por el sur del lago
Titicaca y por el norte llegó a la región de Huanuco. Intento además la unificación de las tribus vecinas y
sometió por la fuerza a las que no accedían pacíficamente.
Sus ejércitos estaban compuestos, en su mayor parte por guerreros reclutados entre los pueblos sometidos.
Parece que Pachacutec fue también el iniciador de la practica de la mitima, mediante los grupos numerosos de
los pobladores de las regiones conquista eran deportados forzosamente a otras zonas para evitar rebeliones.
Con su hijo, Tupac Inca Yupanqui, el imperio consiguió su máximo esplendor. Esto ocurría entre 1471 y
1493, época en que se conquistó todo el altiplano andino e incluso parte de los territorios que luego pasarían
ha ser Chile y Argentina.
Su sucesor fue Huayna Capac, cuyo gobierno se caracterizó por una serie de levantamientos, sofocados con
dificultad. Con él se alcanzó la mayor extensión geográfica: cerca de 1 millón de Km2. A su muerte, ocurrido
por una epidemia de origen europeo, el imperio quedó dividido entre 2 de sus hijos: a Huascar se le otorgó la
región del Cuzco y a Atahualpa, su hermanastro, la de Quito. Ambos acabaron enfrentándose en una guerra
civil en el momento de la llegada de los españoles, cuya conquista se vio favorecida por el debilitamiento y
disgregación de Tihuantisuyo.
En 1531, Francisco Pizarro penetró en el territorio inca. Al año siguiente tras una emboscada logró atrapar a
Atahualpa. Éste desde su cautiverio ordeno matar a Huascar para que no pudieran ocupar el trono, y ofreció
una gran cantidad de oro por su libertad. Pizarro, en lugar de liberarlo, lo condenó a muerte por haber matado
a su hermano. En 1533, Atahualpa era ajusticiado al garrote vil (por estrangulamiento). Ese mismo año los
españoles ocuparon el Cuzco y reconocieron a Manco Cápac II como emperador. Poco a poco se destruyeron
los palacios y ciudades y se esclavizó a la población. La cultura inca desapareció paulatinamente, aunque
todavía había núcleos de resistencia, como el del último emperador, Manco Inca, decapitado en 1572.
Organización política y social
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El núcleo esencial de la estructura social y política era el Ayllu o Clan, agrupación tribal dirigido por el
familiar mas anciano. Cada Ayllu proporcionaba 10 hombres para el cultivo de las tierras del emperador,
trabajar en minas, obras publicas e intervenir en la guerra.
El imperio estaba divido en 4 regiones, gobernadas por un apo, perteneciente a la nobleza. Estas regiones
constaban con varias provincias, las cuales a su vez, se componían de varios distritos. Éstos, por último, se
formaban por la reunión de varios Ayllus.
La sociedad estaba fuertemente jerarquizada. La máxima autoridad era el inca (emperador), monarca que
poseía el poder absoluto y además era el hijo del dios sol, por lo cual debía ser venerado por sus súbditos.
Vivía en un palacio en el Cuzco, la capital, y solía contraer matrimonio con su hermana mayor, aunque podía
tener múltiples concubinas. Era sucedido por un hijo legitimo, que no tenía por que ser el primogénito.
La aristocracia, compuesta por la familia del emperador, ocupaba las altas jerarquías del imperio y poseía las
mejores tierras. Los curacas, nobles del carácter local, ocupaban el siguiente estrato. Los hatunruna
(agricultores y artesanos) cultivaban sus propias tierras y cultivaban gratuitamente las de la nobleza, en
concepto de tributo.
Mas abajo estaban los yanaconas (sirvientes) y los mitimaes (prisioneros de guerra).
Economía
La economía inca, dirigida por el estado, era sobre todo agraria, y se basaba en el cultivo de papas y maíz. Las
técnicas eran bastantes rudimentarias, ya que no se conocía el arado y se utilizaba como instrumento principal
el palo cavador o Paclla. Sin embargo los incas desarrollaron todo un sistema de irrigación con canales y
acueductos.
Las tierras eran del estado y se repartían cada año entre los diversos estamentos sociales. No existía la
propiedad privada. A la aristocracia se le asignaban las mejores tierras, que eran cultivadas por las clases
bajas.
La ganadería era también muy importante, destacaban los rebaños de llamas, alpacas y vicuñas, que
proporcionaban leche y carne, además de un medio de transporte. El comercio no tuvo un gran desarrollo,
pese a la construcción de una extensa red de caminos, debido a que se desconocía el uso de la rueda. Tampoco
se conocía la moneda, por lo que se pagaba mediante trueque o trabajo.
Cultura
Los incas desconocían la escritura, pero mantuvieron una importante tradición oral, recogida en textos por los
españoles. Utilizaron un curioso método de cuerdas de colores anudadas, llamadas quipus, que les permitió
llevar la contabilidad. Su idioma, el Quechua, fue un instrumento destacado para la unidad nacional.
En la arquitectura, emplearon la piedra para levantar construcciones monumentales de gran sencillez y
belleza, aunque no conocían el arco, la columna ni la bóveda. Sus mejores ejemplos son el templo de
Coricancha, en Cuzco, y las Ruinas del Machu−Picchu. Como ingenieros, construyeron acueductos y canales
para el riego, numerosas calzadas y terrazas escalonadas para el cultivo.
Los artesanos sobresalieron en el trabajo del oro y la plata, en la confección de tejidos de vicuña y algodón y,
sobre todo, en la elaboración de ornamentos con vistosas plumas de colores.
Toda esta cultura desapareció con la llegada de los españoles los cuales no respetaron la cultura autóctona e
impusieron la de ellos.
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Religión
La religión inca fue ante todo una religión estatal y teocrática que presentaba al hijo del emperador como el
hijo del sol, pero que, con sagaz visión política, supo incorporar los dioses y las creencias de o pueblo
conquistados.
Este sincretismo religioso explica por otra parte que, junto a la religión oficial, coexistieran entre el pueblo
numerosos cultos y rituales de origen mágico y centrados en el ciclo agrícola.
Panteón Inca
El dios Sol, Inti, estaba considerado como el progenitor de la nobleza inca, que lo llamaba padre. Se le
representaba con rostro humano y rodeado de rayos solares. En torno a Inti se ordenaban los cultos rituales y a
él se le dedicaron los principales pueblos. El emperador Pachacútec, muerto en 1471, nombró, deidad suprema
del imperio a Viracocha, que reemplazó así al dios Sol. Viracocha, que según los historiadores habría sido ya
el dios supremo de civilizaciones preincaicas como la de Tihuanaco, estaba considerado en los mitos y
leyendas como el creador de la Tierra, de los hombres y de los animales, también como héroe civilizador. De
él se decía que era El anciano del cielo y el maestro del mundo.
La reforma de Pachacútec fue justificada por éste en virtud de una aparición de Viracocha que condujo al
emperador a la victoria en la lucha contra los chancas.
Lo probable es que en su celo reformador, influyera, por un lado, el deseo de unificar las creencias del
imperio, y por el otro, una creciente tendencia hacia a la abstracción en la teología inca.
Otro Dios de gran importancia era Apu Illapu, señor del trueno, el rayo y la lluvia, dios al tiempo de los
guerreros y de los campesinos. A él se dirigían peregrinaciones y sacrificios, que a veces eran humanos, en
época de sequía.
Entre las deidades femeninas, Mamaquilla era la Luna, hermana y esposa del Sol, que regulaba el ciclo
menstrual femenino y el calendario de las fiestas agrícolas y religiosas. Pacha Mama era la designación de la
madre Tierra, protectora de los rebaños de llamas. Su pareja masculina, Pachacamác, era adorado sobre todo
en la costa. También el mar y las estrellas constituían otras manifestaciones divinas.
Culto religioso
Diseminados por todo el imperio inca se levantaban templos o capillas que cobijaban estatuas y fetiches. Las
ceremonias se celebraban al aire libre, y por ello la mayoría de los templos sólo comprendía la celda del dios y
unas habitaciones anexas para los sacerdotes que ofrecían el culto.
Templos y Casta sacerdotal: Grandes templos se levantaron en puntos clave como en Cuzco y en
Vilcas−Huaman, que era considerado el punto geográfico del imperio. Junto al templo de Cuzco, dedicado a
Inti (Sol), estaban situadas la casa del saber, donde se formaban los contables, los cronistas y otros sabios, y la
casa de las doncellas escogidas o vírgenes del sol, que permanecían castas y dedicadas al culto a no ser que
fueran elegidas como concubinas por el emperador o regaladas por éste a sus favoritos.
La casta sacerdotal, muy vinculada a la nobleza, detentaba un enorme poder y poseía numerosas tierras. Los
sacerdotes eran reconocidos como funcionarios imperiales y estaban reconocidos por el sacerdote principal, el
Huillac Humu, de noble linaje, radicado en el templo del Cuzco.
Practicas religiosas
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Los sacrificios eran parte esencial de las practicas religiosas incaicas. Las grandes ocasiones requerían
sacrificios animales o humanos, pero lo más usual consistía en ofrendas de flores, bebidas, coca o vestidos,
que eran arrojados al fuego sagrado. En las diversas festividades, que seguían ciclos agrícolas, se celebraban
procesiones y danzas rituales. Los sacerdotes llevaban a cabo también exorcismos, curaciones y, sobre todo,
augurios. Estos eran de suma importancia y se practicaban antes de cualquier acontecimiento público o
privado de alguna relevancia. Lo oráculos podían ser pronunciados a través de la imagen de cualquier dios, o
por la observación de las hojas de coca en un plato, de las entrañas de las víctimas sacrificadas, o del vuelo de
las aves.
El pueblo veneraba también sus huacas, que eran lugares sagrados, como fuentes, montañas, rocas o
construcciones que se convertían en fetiches por haberlas tocado el emperador o uno de sus antepasados.
Los ritos funerarios eran también muy importantes, y se levantaban grandes tumbas, pues los incas creían que
había otra vida después de la muerte
Apéndice
Maya
Esta estatuilla es de un gobernante con su vestimenta.
Este guerrero lleva un complicado maquillaje en la frente. En la mano izquierda lleva un escudo decorado con
plumas copetudas. En una ocasión, portó una lanza en la mano derecha.
Su casco nos dice que es un soldado común, no un noble. Durante la batalla, ayudaba al gobernante y ahora le
sirve en el Mundo Inferior. Probablemente, está aquí para luchar contra los Señores de la Muerte junto al
gobernante.
Este templo está en el lado oeste de la plaza. Es el edificio de menor altura del grupo. Representa al sol
poniente.
En cada edificio hay un panel con la imagen de Pakal, el antiguo gobernante, frente a su hijo Kan−Balam,
quien gobernaba en ese entonces la ciudad. En los paneles, Pakal y Kan−Balam están en el Mundo Inferior,
donde vive Pakal.
En cada panel, Pakal da a Kan−Balam algo de valor para gobernar y justificar su derecho al trono.
Estas escalinatas están formadas por 2.200 glifos, el texto más largo de las culturas precolombinas. El texto
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sale de la boca de una Serpiente de las Visiones y cuenta la historia de Copán. Comienza con el fundador de la
casa real y habla sobre el ascenso y muerte de cada gobernante.
Azteca
Vasija Azteca
Pintura azteca
Preparativos para la guerra.
Conclusión
Las civilizaciones Maya, Inca y Azteca fueron unas grandes y perfectas culturas precolombinas. Aunque no
pudieron impedir el avance de los españoles, lograron una arquitectura impresionante, además de su estructura
social, política y cultural. Estos avances los llevaron a formar su civilizaciones las cuales hasta el día son
reconocidas con relevancia.
Al final las tres culturas, son muy parecidas ya en la parte religiosa como en la parte social y cultural.
Sus forma de vida y sus costumbres todavía son recordadas por el hombre actual, quien las interpreta de
diferentes manera dándole un toque de misterio.
Bibliografia
• Recursos multimedia: − Encarta 98
• Libros: − Enciclopedia Hispánica − britannica
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