El Significado es el Uso, una respuesta pragmática al problema. El Significado de una palabra es el Uso -Una respuesta pragmática al problema“The conception of language as a mirror of reality is radically mistaken“ Max Black, Model and metaphors. Primera parte: “El Significado es el Uso” en Las Investigaciones Filosóficas. El concepto de significado es uno de los más importantes en “Las investigaciones filosóficas”, ya que de cierto modo, es uno de los ejes sobre los cuales gira su nueva concepción filosófica del lenguaje. De la perspectiva unilateral del lenguaje, rígida, objetivista1, ideal y lógica del Tractatus, pasa a una perspectiva multilateral del lenguaje, amplia, rica en posibilidades, de carácter cotidiano. Este giro, o mejor, esta ampliación de la perspectiva, sólo fue posible gracias a la elucidación o clarificación de ciertos términos. Uno de ellos fue: el significado. En un primer momento fue pensado como algo rígido, algo inamovible, algo cierto y uno; el significado fue pensado como algo unívoco que permitía asir el mundo y comprenderlo, algo que permitía -mediante la relación directa entre la palabra y el objeto2- elaborar un conocimiento totalmente verdadero del mundo3. Luego se vio que el significado, en el lenguaje, funcionaba de muchas otras maneras. Ahora se entiende que el significado de las palabras no funciona únicamente nombrando objetos –este es apenas uno de sus usos, un juego del lenguaje-, sino que funciona de tantas maneras como usos haya. Un aforismos del Tractatus lo dice claramente; §3.203: “Un nombre significa un objeto. El objeto es su significado”. En la conversación con Waismann en julio de 1932, Wittgenstein dice claramente: “Cuando escribí el Tractatus estaba incierto acerca del análisis lógico de la definición ostensiva. Pensé entonces que había un enlace del lenguaje con la realidad.” 2 “Los objetos en sentido usual, lo particular, lo que encontramos en el mundo, parece que son designados por palabras. Estas palabras tienen un significado, y, en efecto, parece como si el significado de esas palabras no fuera otra cosa que los objetos que designan. Si esto fuera así, podríamos encontrar en el análisis de la coordinación entre palabra y objeto cómo lo particular está unido al mundo y al lenguaje.” §171 Gerd Brand. Textos fundamentales de Wittgenstein. Alianza: Madrid, 1981. 3 “Esta es la teoría del significado-correspondencia (la concepción agustiniana), cuya esencia es: las palabras individuales en un lenguaje nombran objetos, el objeto que representa la palabra es su significado”. FANN, K.T. El concepto de filosofía en Wittgenstein. Cáp. 7, El significado. 1 Santiago Arango M. 1 El Significado es el Uso, una respuesta pragmática al problema. En los pasajes §11 y §12 Wittgenstein brinda algo así como una conclusión a lo que ha venido desarrollando en los pasajes anteriores; El problema de cómo funcionan las palabras del lenguaje. Mediante ejemplos imaginarios, metáforas y analogías, ha mostrado en los pasajes anteriores que todas las palabras –o por lo menos, grupos o géneros de palabras- tienen funciones distintas, y no todas denotan o “nombran” directamente objetos. Esta concepción, que él llamará la concepción agustiniana del significado, sólo es aplicable a un sistema primitivo de comunicación; un sistema que consistiría únicamente en nombrar objetos, es decir, en usar sustantivos concretos. “Las palabras del lenguaje nombran objetos –las oraciones son combinaciones de esas denominaciones. –En esta figura del lenguaje encontramos las raíces de la idea: cada palabra tiene un significado. Este significado está coordinado con la palabra. Es el objeto por el que está la palabra.”4 Esta es la misma concepción filosófica del significado. Desde Platón y pasando por Aristóteles y muchos otros, esta ha sido la forma de entender el modo como las palabras funcionan: A cada palabra le correspondería un objeto determinado. El problema de tal concepción es su simplismo5 (creer que el lenguaje y las palabras funcionan de una sola manera, que hay un solo juego de lenguaje: nombrar cosas) que le viene del ansía de generalización, como si el lenguaje fuera algo preciso y homogéneo. “Ese concepto filosófico del significado reside en una imagen primitiva del modo y manera en que funciona el lenguaje. Pero también puede decirse que es la imagen de un lenguaje más primitiva que el nuestro.” (§2 IF) 4 WITTGENSTEIN. Investigaciones Filosóficas. UNAM: Barcelona, 1988. §1, Pág 17. “Como si en el acto del nombrar ya viniera dado el resto de lo que hacemos. Como si sólo hubiera una cosa que hacer: “hablar de las cosas”. Mientras que con nuestras proposiciones, sin embargo, realizamos lo más heterogéneo. Pensemos únicamente en las exclamaciones. Con sus funciones totalmente diversas: ¡Agua!, ¡Fuera!, ¡Ay!, ¡Auxilio!, ¡Bien!, ¡No!” (IF §27) 5 Santiago Arango M. 2 El Significado es el Uso, una respuesta pragmática al problema. Wittgenstein dice que tal lenguaje, que consiste en un solo juego de lenguaje (nombrar), correspondería a una forma de vida más primitivo que el nuestro, en el que las palabras solamente designarían objetos y por lo tanto solamente se usarían los sustantivos concretos para dirigir las acciones (y en el dirigir mismo ya hay un uso, no es meramente un nombrar). Tal forma de vida y juego de lenguaje implican: una carencia de adjetivos calificativos, de palabras que expresen el número (“cinco”, “dos”) y de expresiones temporales (“ahora”, “después”) y espaciales (“aquí” y “allí”), y habría que imaginar que consecuencias prácticas para tal vida (por ejemplo: el tener en cuenta solamente el momento presente inmediato; el momento de nombrar las cosas). Nuestro lenguaje (si es que podemos hablar de uno solo) es más complejo: las palabras que usamos cumplen todas funciones o usos diferentes; unas nos sirven para numerar, otras para señalar algo: un tiempo, un espacio; otras para calificar, para expresar emociones, sentimientos, entre muchas otras posibilidades. “Piensa en las herramientas de una caja de herramientas: hay un martillo, unas tenazas, una sierra, un destornillador, una regla, una tarro de cola, cola, clavos y tornillos. –tan diversas como las funciones de estos son las funciones de las palabras.” (§11 IF) De esto podemos concluir lo siguiente: No existe algo así como una función o uso común para todas las palabras. La apariencia uniforme y homogénea del lenguaje, bien sea escrito (un conjunto signos gráficos) u oral (un conjunto de signos fónicos), nos llevan a pensar que las palabras tienen funciones iguales, pero esto no es más que una ilusión. “Es como cuando miramos la cabina de una locomotora: hay allí manubrios que parecen todos más o menos iguales (Esto es comprensible puesto que todos ellos Santiago Arango M. 3 El Significado es el Uso, una respuesta pragmática al problema. deben ser asidos con la mano) pero uno es el manubrio del cigüeñal que puede graduarse de modo continuo (Regula la apertura de una válvula); otro es el manubrio de un conmutador que sólo tiene dos posiciones efectivas: está abierto o cerrado; un tercero es el mango de una palanca de frenado: cuanto más fuerte se tira, más fuerte frena un cuarto es el manubrio de una bomba: sólo funciona mientras uno lo mueve de acá para allá.” (§12 IF) Todas estas elucidaciones desembocan en la siguiente definición: “El significado de una palabra es su uso en el lenguaje” (§43 IF), “El significado de una palabra es la forma de utilizarla”6, “El papel que desempeña en el lenguaje (...) El significado de una palabra se conoce cuando se sabe aplicarla.”7 Decir esto clarifica y disuelve los fantasmas del pensamiento. Se elimina el encantamiento lingüístico producido al decir: “el significado de una palabra”; “La concepción general del significado de la palabra circunda al lenguaje de un halo que hace imposible la visión clara” (§5 IF). Este encantamiento, como ya hemos dicho, surge del creer que a cada palabra corresponde un objeto8, o peor: un ente metafísico. Para comprender el error de esta concepción, Wittgenstein realiza varias elucidaciones y demuestra que el significado está en el uso. Palabras como “no”, “éste”, “este”, “la”, “lo”, “aun”, “aún”, “y”, “o”, “ayer”, “ciento-cien-mil”, “sobre”, “amarillo”, “si”, “sí”, entre otras, son palabras que carecen de un referente-objeto. Unas indican momentos temporales, otras números, otras lugares espaciales, otras cualidades, otras cuestiones gramaticales. Son palabras de difícil enseñanza, pues no son susceptibles de ser enseñadas mediante una definición ostensiva. Qué vamos a señalar para explicar “no” o “ayer” o “si”. Incluso topamos con un problema al tratar de dar una definición ostensiva de la palabra “amarillo”; ¿Qué vamos a señalar?, ¿Si señalamos una tarjeta amarilla, quien nos escuche no podrá creer que la palabra “amarilla” se refiere a la tarjeta y no a una cualidad de la tarjeta? ¿No 6 WITTGENSTEIN. Sobre la certeza. Gedisa, 1988. §61, Pág. 10. Waissmann. o.p.cit. Pág. 237. 8 “La palabra “significado” se usa ilícitamente cuando se designa con ella la cosa que corresponde a la palabra. Esto es confundir el significado con el nombre del portador del nombre” (§40 IF) 7 Santiago Arango M. 4 El Significado es el Uso, una respuesta pragmática al problema. pensará que nos referimos al número, y con “amarilla” decimos que es, numéricamente, una? La conclusión es que hay palabras que solo podemos aprender mediante el uso, son palabras que no tienen una correspondencia objetiva9. Analicemos la siguiente frase suponiendo que la encontramos escrita en un papel tirado en la calle: “Mañana te espero donde siempre”. ¿A qué se refiere? ¿A quién? ¿Cuándo? ¿En dónde? A partir de esta frase sola no podemos responder ninguna de estas preguntas, pues ninguna de sus palabras corresponde a un objeto determinado. Por lo tanto sólo puede tener sentido para quien las emplea, para quien maneja ciertos juegos de lenguaje. Las palabras de esta oración cobran significado diferente a partir de los factores extra-lingüísticos que las enmarquen, de acuerdo al uso que de ellas hacen ciertas personas, o comunidades: “Cómo se comprende una palabra, qué significado tiene, no lo dicen las palabras solas.”10 Y esto mismo sucede con todas las palabras que empleamos en nuestros juegos de lenguaje. Vemos así cómo Wittgenstein ha puesto luz sobre uno de los conceptos que más enredos y encantamientos lingüísticos había suscitado. Cumpliendo así a cabalidad con el objetivo de su nueva propuesta filosófica: disolver los problemas, terminar con ellos de una vez por todas11. No con una solución teórica ni con una gran tesis, sino mostrando que los problemas no son más que mal entendidos y confusiones conceptuales en los que se empecina la filosofía. Con su respuesta: el significado es el uso, no hay más vueltas que darle al asunto; hemos salido de la botella12. “El niño no aprende que hay libros, que hay sillas, etcétera, etcétera, sino a traer libros, a sentarse en la silla, etc (Gramática Filosófica §476). Así, pues, cuando interpretamos palabras como nombres, no describimos su empleo, sino que damos sólo instrucciones acartonadas para tal descripción.” 10 §189 Brad, Gerd. O.p.cit. Pág. 122. 11 Cfr: §133 IF. 12 Cfr: §309 IF. 9 Santiago Arango M. 5 El Significado es el Uso, una respuesta pragmática al problema. Segunda Parte: “El Significado es el Uso” en Sobre la Certeza. En Sobre la certeza Wittgenstein continúa con su reflexión del Significado en tanto que uso. Como se dijo en la primera parte tal concepción es pragmática pues pone el significado en relación con ciertos principios que regulan su empleo, con ciertas condiciones que determinan el uso de un enunciado concreto por parte de un hablante concreto, en una situación comunicativa determinada, tomando en cuenta factores extra-lingüísticos. §61. “...Un significado de una palabra es una forma de utilizarla. Porque es lo que aprendemos cuando la palabra se incorpora a nuestro lenguaje por primera vez.” Aprendemos los usos de una palabra, las reglas para emplearla. No aprendemos palabras-objetos, sino usos de palabras en relación con acciones13 –que no siempre implican una relación con los objetos-. No se aprende solamente a nombrar, se aprenden diferentes usos de las palabras (y el nombrar es sólo uno de los usos), diferentes funciones. “El significado de una palabra es su uso" quiere decir que el significado de una palabra es el lugar que ésta ocupa (el rol que juega) en el "juego de lenguaje" en que es utilizada. §62. “... Por ello existe una correspondencia entre los conceptos de “significado” y “regla”.” Pues emplear un significado, un uso de una palabra, significa seguir ciertas reglas del juego lingüístico que se juegue. Si jugamos el juego de gritar una palabra y reaccionar llevando un objeto,14 y decimos “silla”, el significado no es “silla”, el significado es algo así como “tráeme una silla”. Pues si jugamos este juego, seguimos las reglas del juego, y si las seguimos es porque, de hecho, jugamos. Es “El niño no aprende que hay libros, que hay sillas, etc., etc. , sino que aprende a tomar los libros, a sentarse en las sillas, etc., etc.” (§476, Sobre la certeza) 14 Ejemplo del parágrafo §2 de las Investigaciones Filosóficas. 13 Santiago Arango M. 6 El Significado es el Uso, una respuesta pragmática al problema. decir: la regla de uso, en este juego, es que luego del grito se lleve una silla. Si al escuchar el grito señalamos la silla queriendo mostrar el significado del grito, hemos dejado de jugar ese juego y hemos pasado a otro con otras reglas. “El significado de una palabra aislada viene definido, constituido, determinado o fijado por las “reglas gramaticales” con arreglo a las cuales se emplea en ese lenguaje”.15 (No le veo conexión con lo anterior, ¿?) §63. “Si imaginamos los hechos distintos de como son, ciertos juegos de lenguaje pierden su importancia mientras que otros se convierten en importantes. Así se transforma, poco a poco, el uso de los términos de un lenguaje.” La regla no es ningún tipo de objeto físico o mental. Seguir una regla no es interpretar la regla, sino que simplemente se la sigue. Seguir la regla es una práctica que nos remite a un hábito o costumbre, a una forma de vida. Si viajamos a un país lejano, a un país totalmente diferente al nuestro, veremos que manejan ciertos juegos diferentes a los nuestros. O que juegan juegos parecidos pero con reglas diferentes, y por tanto con significados diferentes. Por ejemplo: Nosotros saludamos dando un beso en la mejilla de la mujer, los franceses se saludan con un beso en cada mejilla, sin importar si son hombres o mujeres. Para ellos es una forma de vida, un hábito, una costumbre; para nosotros eso significa un comportamiento anormal, extraño, una forma de ser desviada16. §65. “Cuando cambian los juegos de lenguaje cambian los conceptos y con estos, los significados de las palabras.” Los cambios de significación también se dan por el tiempo;17 Dejamos de emplear ciertas palabras, o ciertos significados de ciertas palabras. Adoptamos nuevos usos para viejas expresiones. Una palabra significa según los usos que puedan MOORE, G.E. “Conferencias de Wittgenstein de 1930-33”. Defensa del sentido común y otros ensayos. Orbis: Barcelona, 1983. 16 “Nuestro hablar obtiene su sentido del resto de nuestra actuación.” (§229, Sobre la certeza) 17 “Nuevos tipos de lenguaje, nuevos juegos de lenguaje, como podemos decir, nacen y otros envejecen y se olvidan.” (§23 IF) 15 Santiago Arango M. 7 El Significado es el Uso, una respuesta pragmática al problema. hacerse de ella. Decir que sabemos qué significa una palabra concreta es lo mismo que decir qué usos la caracterizan, esto es, en qué juegos de lenguaje aparece y cómo lo hace. §64. “Compara el significado de una palabra con la “función” de una empleado. Y “significados diferentes” con “funciones diferentes”.” Cuando hablamos de diferentes significados, no nos referimos a diferentes objetos –como se podría pensar-, sino a usos diferentes a funciones diferentes. Pensemos, por ejemplo, en las fichas del ajedrez; unas se mueven derecho, otras de manera oblicua, otras en forma de ele, etcétera. Todas tienen funciones diferentes, a pesar de que todas son fichas de ajedrez. Las palabras funcionan de modo distinto a pesar de su aparente homogeneidad, a pesar de que todas son signos sonoros o escritos, a pesar de que todas son palabras. Y una palabra tiene tantos significados como usos tenga. §348. “Del mismo modo, las palabras “estoy aquí” sólo tienen sentido en ciertos contextos, pero no cuando se las digo a alguien que está sentado frente a mí y me ve claramente –y no porque sean superfluas, sino porque su sentido no está determinado en tal situación: Más bien le hace falta algo que lo determine.” El contexto también determina el significado de las palabras. No es lo mismo decir “estoy aquí” en presencia de quien me ve, que decirlo cuando en la oscuridad alguien me busca. En el primer caso la frase parece carente de sentido, no es clara cuál sea la intención de quien la pronuncia. Tal vez pueda ser un reproche por el descuido del otro, tal vez un llamado de atención. En cambio, en el segundo caso, el sentido es claro. Es una indicación espacial, dicha con el fin de ayudar a quien busca. Esto mismo sucede en multitud de casos: carece de sentido hablar en chino a un auditorio de españoles, saludar con la mano izquierda en Colombia, ciertas locuciones en ciertos lugares y en ciertos tiempos, etcétera. Santiago Arango M. 8 El Significado es el Uso, una respuesta pragmática al problema. De todo lo anterior podemos concluir: el significado no sólo depende de los códigos del lenguaje y de la codificación o decodificación, sino del juego de lenguaje que jueguen sus usuarios y de su contexto (espacio-temporalcircunstancial). Esta concepción del significado nos permite vislumbrar la riqueza y la complejidad de nuestros sistemas de comunicación, de nuestros juegos de lenguaje y su estrecha relación con nuestra actuación, es decir: con nuestras formas de vida. Bibliografía. WITTGENSTEIN. Investigaciones Filosóficas. UNAM: Barcelona, 1988. --------. Sobre la certeza. Gedisa. FANN, K.T. El concepto de filosofía en Wittgenstein. Cáp. 7, El significado. BOTERO Cadavid, Juan José. Esbozo del pensamiento de Wittgenstein. DUQUE, Nelson. Aproximaciones al aprendizaje del significado. Revista de la universidad del Quindío. Vol. 4, ene-jun. 1995. STRAWSON, Peter. Las Investigaciones Filosóficas de Wittgenstein. Libertad y resentimiento. Paidós: Barcelona, 1995. MOORE, G.E. Coferencias de Wittgenstein de 1930-33. En: Defensa del sentido común y otros ensayos. Orbis: Barcelona, 1983. BRAND, Gerd. Textos fundamentales de Wittgenstein. Alianza: Madrid, 1981. AYER, A.J. Wttgenstein. Barcelona, 1986 Santiago Arango M. 9