La política de empleo autónomo BEATRIZ GUTIÉRREZ-SOLAR CALVO * 1. INTRODUCCIÓN P or política de empleo entendemos el conjunto de medidas dirigidas de manera directa a la creación o mantenimiento de la ocupación laboral desarrolladas por los poderes públicos 1, y por los sindicatos y asociaciones empresariales 2, fruto del cumplimiento del mandato constitucional que el art. 40.1 CE impone a los primeros, y consecuencia del ejercicio de la función de promoción de los intereses económicos y sociales que le son propios (art. 7 CE) y de colaboración en la política de económica (art. 131.2 CE) en la que se integra la política de empleo (art. 40.1 CE, art. 1.2 de la Ley 51/1980, * Doctora en Derecho. Profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Facultad de Derecho de la U.C.M. 1 A.V. MARTÍN VALVERDE: «La política de empleo: caracterización general y relaciones con el Derecho del Trabajo», en D.L., nº 9, 1983, pág. 63. Dejamos al margen por tanto las medidas previstas para paliar las consecuencias principalmente económicas derivadas de la pérdida del empleo, básicamente, la protección por desempleo de la Seguridad Social. Estas medidas, que se han identificado con frecuencia como medidas pasivas de política de empleo, en realidad constituyen una red de protección que se activa precisamente cuando fracasan las medidas de política de empleo, sin perjuicio de que por su estrecha conexión a esta problemática se estudien de manera conjunta. Prueba de ello es su inclusión dentro del art. 1 de la Ley Básica de Empleo. 2 Un ejemplo claro es encuentra en el papel protagonista que estos desempeñan en relación a las medidas de política de facilitación del acceso y mantenimiento del puesto de trabajo consistentes en la formación profesional. de 8 de octubre, Básica de Empleo) por parte de los segundos. El término empleo tiene diversas acepciones. En un sentido amplio significa, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, ocupación u oficio, sin mayores especificaciones. En un sentido restringido significa la acción o efecto de emplear. En esta última lectura por tanto la ocupación presupone la existencia de un sujeto que ofrece la misma. La elección de una acepción u otra de la noción de empleo, y, por lo tanto, de un concepto más o menos amplio de política de empleo, va a ser determinante para el encuadramiento, enfoque y tratamiento del objeto de este trabajo, el fomento del trabajo autónomo. Sólo si se adopta una interpretación amplia de la política de empleo podemos estudiar el conjunto de medidas de creación de puestos y oportunidades de trabajo por cuenta propia en su globalidad como una modalidad de la misma. Sólo desde dicha lectura se puede considerar medida de política de empleo los instrumentos de promoción de la iniciativa empresarial de creación y desarrollo de un negocio independiente, que más tarde se expondrán. En el concepto restringido de dicha política sólo se podrían incluir ciertas medidas de fomento de la contratación estable mercantil y civil, comúnmente conocidas como el trabajo parasubordinado en extrapolación de la denominación italiana, respecto de las que se han previsto muy pocas medidas de incentivación en nuestro sistema, que serán estudiadas posteriormente. La política de empleo en sentido amplio, acepción que se acoge en este estudio, tiene REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 263 ESTUDIOS por consiguiente una doble proyección: sobre el trabajo por cuenta ajena y sobre el trabajo por cuenta propia. No nos ceñimos por tanto al concepto legal de política de empleo adoptado en la Ley 51/1980, de 8 de octubre, Básico de Empleo, donde ésta se define como «el conjunto de decisiones que tienen como finalidad esencial la consecución del equilibrio a corto, medio o largo plazo, entre la oferta y a demanda de trabajo, en sus aspectos cuantitativos y cualitativos». De hecho, en esta misma Ley se produce una fuerte contradicción cuando, inaugurando su articulado con dicha definición de la política de empleo, en su Título I «Del Fomento del Empleo», establece ayudas para constituir o ampliar con carácter general sociedades o cooperativas (art. 7) o créditos para el establecimiento de trabajadores autónomos (art. 8). La normativa sobre política de empleo da contenido a un sector del ordenamiento jurídico independiente del Derecho del Trabajo, sin perjuicio de las fuertes conexiones que existen entre uno y otro. No obstante, quienes se han acercado a la misma desde la perspectiva del ordenamiento laboral, como es ahora el caso, han centrado su interés, como es lógico, en aquellas medidas de política de empleo que se proyectan sobre el trabajo por cuenta ajena. Los estudios sobre política de empleo abordados desde la perspectiva del Derecho del Trabajo se han centrado en la modalidad de ocupación profesional destinada a ser regulada por el ordenamiento laboral. Sin embargo sobre este planteamiento, que todavía podríamos considerar predominante, se puede vislumbrar la influencia del debate actual y creciente acerca de la extensión del campo subjetivo de aplicación del Derecho del Trabajo. En la medida en que se admita o vaya admitiendo el trabajo por cuenta propia como objeto del Derecho del Trabajo será posible, no solo que crezca el interés por los medios de política de empleo autónomo por parte de los laboralistas, sino la extensión al mismo de técnicas de política de empleo como medidas de reparto o de mantenimiento de la ocu- 264 pación hasta ahora sólo aplicadas a la modalidad de empleo por cuenta ajena. Este fenómeno se ve apoyado además por otras circunstancias: la asunción cada vez más extendida de la idea de la imposibilidad de alcanzar el pleno empleo por cuenta ajena 3. Este grave problema social ha provocado el interés creciente por fórmulas de ocupación profesional alternativas al mismo. Este interés se ha concretado incluso, ante el fracaso de la pérdida del empleo por cuenta ajena, en medidas de fomento de la «reconducción de la carrera profesional» hacia el trabajo por cuenta propia, que se estudiarán posteriormente. En definitiva, la política de empleo autónomo, además de la importancia que ha tenido siempre en si misma, ha incrementado su interés desde la perspectiva del Derecho del Trabajo por dos razones: a) por su conexión con el debate acerca de las ampliaciones del campo subjetivo de aplicación de este sector del ordenamiento para acoger a esta modalidad de ocupación profesional; b) por la conveniencia de la movilidad y alternancia entre el trabajo por cuenta ajena y el trabajo por cuenta propia de un mismo sujeto, lo que pone de manifiesto la relegación de valores que han inspirado tradicionalmente numerosas instituciones del Derecho del Trabajo, ancladas en el modelo fordista de producción 4, entre los que destaca un fuerte nivel de esta3 Cfr. M.C. PALOMEQUE LÓPEZ: «Política de empleo y protección social en el sistema constitucional de relaciones laborales», en Política de empleo y protección social, II Jornadas Universitarias Tarraconenses de Derecho Social, coordinador Martínez Abascal, Universidad Rovira i Virgili, Facultad de Ciencias Jurídicas, Tarragona, 1995, pág. 24 y ss. 4 En AA.VV.: Trabajo y empleo. Transformaciones del trabajo y futuro del Derecho del Trabajo en Europa, coordinado por A. Supiot, Tirant lo Blanch, Valencia, 1999, pág. 36, habla de un modelo basado en los «contrato de trabajo por cuenta ajena, a jornada completa, no temporales y estandarizados o típicos (..), basado en un intercambio entre un elevado nivel de subordinación y de control disciplinario por parte del empresario y un elevado nivel de estabilidad y de compensaciones en prestaciones sociales y garantías para el trabajadores». REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 BEATRIZ GUTIÉRREZ-SOLAR CALVO bilidad en el empleo. En definitiva, progresivamente va calando la idea de la necesidad de que el trabajo por cuenta ajena y por cuenta propia no sean considerados departamentos estancos dentro del terreno de la ocupación profesional sino ámbitos comunicados, lo que sólo puede construirse de manera sólida si se garantiza cierta comunicación y continuidad de la protección social en los diferentes estatutos jurídicos sucesivos 5. 2. CLASIFICACIÓN Y ANÁLISIS DE LAS MEDIDAS ESTATALES DE POLÍTICA DE EMPLEO AUTÓNOMO Una vez que se ha constatado, no solo la posibilidad de incluir el trabajo autónomo como objeto de medidas de política de empleo, sino de conveniencia de ello, se va a analizar hasta qué punto los poderes públicos españoles son conscientes de esta necesidad y han adoptado una postura activa al respecto, estableciendo diferentes medidas de apoyo de esta modalidad de ocupación profesional, que tengan eficacia directa sobre el nivel cuantitativo y cualitativo de la misma 6. Para ello va a ser esencial el análisis del «Plan de acción para el empleo del Reino de España-2001» (abril 2001), que nos permite estudiar la valoración que los poderes públi5 Así AA.VV.: Trabajo y empleo. Transformaciones del trabajo y futuro del Derecho del Trabajo en Europa, coordinado por A. Supiot, Tirant lo Blanch, Valencia, 1999, pág.46. 6 Como dice A.V. MARTÍN VALVERDE: «La política de empleo: caracterización general y relaciones con el Derecho del Trabajo», op. cit., pág. 65, por «mucha trascendencia que tengan determinados ámbitos de la actividad de los poderes públicos sobre la producción y sobre los recursos humanos, no podrán considerarse dentro de la política de empleo si su repercusión sobre éste y sobre el mercado de trabajo se produce a través de elementos intermedios; tales parcelas de la política económica y social habrán de considerarse, en su caso, en estrecha conexión con la política de empleo, pero en un espacio diferenciado de la misma». cos hacen de las medidas de política de empleo adoptadas en el año 2000 y conocer las medidas a desarrollar durante el año 2001. Se debe recordar además el contexto en el que se realizan estos planes. Su presentación es una obligación de todos los Estados Miembros con el fin de concretar su compromiso de cumplir los objetivos y directrices sobre empleo comunitarias y la forma de desarrollarlo (art. 128. 3 TCE en su versión consolidada tras el Tratado de Amsterdam). A partir de la recopilación de estos informes de todos los Estados Miembros de la Unión Europea, el «Consejo, (..) tras recibir las opiniones del Comité de Empleo, efectuará anualmente un examen de la aplicación de las políticas de empleo de los Estados miembros a la vista de las orientaciones referentes al empleo», a raíz del cual se «podrá formular recomendaciones a los Estados miembros, si lo considera pertinente» (art. 128.4 TCE en su versión consolidada tras el Tratado de Amsterdam). Estas líneas de actuación comunitarias, cuyo desarrollo se ha de concretar en estos planes, se han ordenado en cuatro pilares básicos, entre los que se encuentra el de «Desarrollo del espíritu de empresa», que se concreta a su vez en varias directrices entre las que a efectos de nuestro estudio destacan la 9 y la 10 7, sobre el fomento de trabajo por cuenta propia y la creación de empleo en la economía social. Por lo tanto, el análisis que a continuación se realiza prestará especial atención al contenido del Plan de empleo del Reino de España que hace referencia a las mismas. En todo caso, se comprueba el interés que por el trabajo por cuenta propia o autónomo existe en el ámbito comunitario y que viene a sumarse al demostrado en otros ámbitos y foros el supranacional (OIT), co- 7 Este pilar agrupa las acciones de desarrollo de las directrices de «reducción de gastos y cargas administrativas de las empresas (Directriz 8), el fomento del trabajo por cuenta propia y la creación de empleo en la economía social (Directrices 9 y 10), la reducción de las carga fiscal sobre el trabajo (Directriz 11) y la reducción del IVA en ciertos sectores con un alto nivel de utilización de mano de obra (Directriz 12). REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 265 ESTUDIOS munitario, nacional y de Comunidad Autónoma y local, sin perjuicio de que por cuestiones metodológicas nosotros nos vayamos a centrar únicamente en el nacional 8. Se debe realizar además una última precisión acerca del objeto de estudio. No se debe olvidar que, en la definición que se ha acogido de política de empleo, sólo tienen cabida las medidas de eficacia directa instauradas con la finalidad de crear o mantener el empleo. Por ello no se van a analizar medidas adoptadas por el legislador laboral que, aunque estén conectadas directamente con el proceso de revalorización del trabajo autónomo, responden más a una lógica de normalización del mismo que a un intento de creación directa de puestos de ocupación por cuenta propia. Por lo tanto, dejamos fuera de este estudio, a pesar de su gran interés, medidas como, por ejemplo, la neutralización de la cuestionada presunción de laboralidad de la relación contractual de servicios, la exclusión del campo de aplicación del Derecho del Trabajo de las relaciones de los representantes de comercio, agentes y subagentes de seguros, la presunción de no laboralidad de ciertos transportistas o el favorecimiento de la contratación o subcontratación de la actividad productiva con autónomos sin trabajadores a su servicio, que puede derivarse del art. 42 ET 9. En un primer lugar vamos a realizar una clasificación de las diferentes modalidades de 8 Un análisis sobre las medidas de fomento del empleo en estos diferentes ámbitos, también el de Comunidad Autónoma y municipal, en J. LUJÁN ALCARAZ: «Los incentivos al autoempleo», AS nº 8, 2000, págs. 10 y ss. Cfr. también, desde el punto de vista del Derecho Comparado, E. ROJO TORRECILLA, I. VIDAL MARTÍNEZ: «Mercado de trabajo y política de fomento del empleo autónomo en los países miembros de la UE», en Información Comercial Española. Revista de Economía, nº 729, 1994, págs. 61 y ss. 9 Cfr. al respecto S. REY GUANTER, C. GALA DURÁN: «Trabajo autónomo y descentralización productiva: nuevas perspectivas de una relación en progresivo desarrollo y dependencia», R.L., 2000, I, pág. 445 y ss., especialmente en pág. 464. 266 medidas de política de empleo autónomo desarrolladas y a desarrollar por nuestros poderes públicos (1), y, en segundo lugar, vamos a analizar brevemente en qué tipo de medidas se concretan dichas líneas de actuación (2). 2.1. Clasificación de las modalidades de medidas de fomento del empleo autónomo en función del objetivo perseguido 2.1.1. Medidas de facilitación del acceso a una ocupación autónoma y de su creación. a) Medidas de información. b) Medidas de compensación de dificultades. a) Formación ocupacional. b) Asesoramiento y asistencia técnica. c) Facilitación de los trámites para la creación de empresas. c) Medidas de motivación. a) Ayudas económicas para la creación de un negocio, que varían a su vez en función: De la condición del destinatario: mujeres, minusválidos, emigrantes retornados, sujetos afectados por el síndrome tóxico. Del tipo de actividad autónoma: cooperativas, en empresas calificadas como I+E. De criterios espaciales: empleo en el entorno local, por ejemplo. 2.1.2. Medidas de ayuda al desarrollo y mantenimiento de una ocupación autónoma. a) Formación continua. b) Asesoramiento técnico. c) Incentivación de la colaboración entre trabajadores autónomos. d) Bonificaciones en la contratación de trabajadores por cuenta ajena. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 BEATRIZ GUTIÉRREZ-SOLAR CALVO 2.1.3. Medidas de fomento de empleo que en otros ordenamientos europeos sería calificado de «cuasiasalariado» a) Cumplimiento de la cuota de reserva a favor de minusválidos a través de la contratación civil o mercantil. b) Incentivación del «teletrabajo autónomo» en supuestos en los que se presupone una dependencia económica de los destinatarios. 2.1.4. Medidas de fomento de la movilidad dentro de la carrera profesional entre trabajo por cuenta ajena y trabajo autónomo. a) Capitalización de las prestaciones por desempleo. b) Sustitución de la pensión de incapacidad permanente total por una indemnización a tanto alzado. c) Asesoramiento indiferenciado sobre trabajo por cuenta propia o ajena y ayudas económicas para la realización de una actividad autónoma a los perceptores de una prestación por desempleo. d) Incentivación y facilitación del trabajo autónomo como contenido del plan social ante un despido colectivo. e) Fondos de promoción de empleo conectados con un plan de reconversión. 2.2. Análisis de las medidas de política de empleo autónomo estatales. 2.2.1. Medidas de facilitación del acceso a una ocupación autónoma y de su creación A) Medidas de información Según la Exposición de Motivos del RD 735/1995, de 5 de mayo de 1995, por el que se regulan las agencias de colocación sin fines lucrativos y los servicios integrados para el empleo, «desde el convencimiento de que los servicios públicos de empleo no pueden abarcar la totalidad de las cada vez más comple- jas y diversificadas ofertas de empleo», se regula la colaboración «con el Instituto Nacional de empleo en la intermediación en el mercado de trabajo». Esta colaboración mediante la que se participa en «las actuaciones tendentes al incremento de la capacidad de ocupación de los demandantes de empleo» (art. 19 del RD 735/1995, de 5 de mayo de 1995), se desarrollará por entidades públicas o privadas, sin ánimo de lucro, que suscriban con el mismo el oportuno convenio. Entre las acciones a desarrollar para la consecución de dichos objetivos está la «información y asesoramiento para el autoempleo u otro tipo de iniciativas empresariales» (art. 20.2.B.i) del RD 735/1995, de 5 de mayo de 1995). Por lo tanto, una misma entidad, que actúa en colaboración con el INEM identificándose o confundiéndose por tanto su actuación con la de dicho organismo público, incluye, sin establecer orden de prioridad alguno, la promoción del acceso a un puesto de trabajo por cuenta ajena o por cuenta propia. Además estas entidades van a obtener subvenciones otorgadas por el INEM (art. 11 y ss. de la Orden de 21 de junio de 1996). Por lo tanto, se incentiva a su vez la realización de esta actividad de fomento del acceso a una ocupación profesional por cuenta propia o autónoma, por parte de entidades públicas o privadas sin ánimo de lucro (art. 19 RD 735/1995, de 5 de mayo de 1995). En todo caso, se comprueba como estas actuaciones del INEM-Entidad Colaboradora dirigidas al trabajo autónomo no consisten en una actividad de mediación entre la oferta y demanda de trabajo, como ocurre en relación a los demandantes por cuenta ajena. No existe respuesta a una oferta de trabajo existente con carácter previo, sino la creación del mismo a iniciativa del sujeto autónomo. A una parte importante del trabajo autónomo no se puede trasladar el esquema bilateral que fundamenta la intermediación en el mercado de trabajo. No obstante, otra notoria parcela REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 267 ESTUDIOS del trabajo autónomo sí responde a esta estructura de relación contractual bilateral, como es el caso frecuente, por ejemplo, de la contratación y subcontratación de bienes y servicios con un trabajador por cuenta propia. En estas relaciones extralaborales concurren con frecuencia uno de los criterios fundamentales que han dado lugar en a la figura de la parasubordinación italiana o, en la misma línea, al estatus de Arbeitnehmerähliche Personen en Alemania: el de la estabilidad de la relación civil o mercantil entre trabajador por cuenta propia y empresario. Por lo tanto, en el contexto de revalorización y fomento del trabajo autónomo, se podrían explorar nuevas fórmulas de extensión de actuaciones de intermediación en este mercado de trabajo por cuenta propia. B) Medidas de compensación de dificultades a) Medidas de formación ocupacional Según el Plan de empleo para el Reino de España (p. 26 y ss.) se han de desarrollar diferentes programas de formación de empresarios. Se incrementará el número de jóvenes y adultos en formación relacionada con la administración, gestión y comercialización de la pequeña empresa. También se prevén acciones concretas de formación ocupacional para colectivos con especiales dificultades de inserción en la actividad profesional: mujeres o emigrantes retornados. Asimismo se intentará promover «la formación de empresarios y emprendedores potenciales, incorporando el espíritu de empresa en el Sistema Educativo». Se promoverá el adelantamiento del momento de la formación e incentivación de la iniciativa del trabajo por cuenta propia, a través del desarrollo de las relaciones «escuela-empresa» y el incremento de los centros de enseñanzas empresariales. Se demuestra así que el trabajo por cuenta propia o autónomo no se considera una solución coyuntural «subsidiaria» ante la imposibilidad de alcanzar el pleno empleo por cuenta ajena. 268 Se trata de un proyecto mucho más ambicioso destinado a cambiar la cultura profesional, en coherencia con la tendencia a la revalorización del trabajo autónomo, como canalizador de la «capacidad de innovación y de adaptación de los trabajadores realmente autónomos y en general con elevado nivel de cualificación» 10. b) Asesoramiento y asistencia 1) Según la O.M. de 4 de febrero de 2000 el Instituto Nacional de Empleo o entidades colaboradoras con el mismo desarrollarán tareas de orientación profesional y asistencia para el autoempleo 11 para jóvenes y adultos que hayan permanecido respectivamente seis o doce meses como demandantes de empleo 12. 2) Se proyecta la creación del Centro de Información y Red de Creación de Empresas (CIRCE), (Plan de empleo del Reino de España, p. 26), que proporcionará a través de Internet información sobre la creación y puesta en marcha de empresa o asesoramiento electrónico sobre la creación de la misma. 10 AA.VV.: Trabajo y empleo. Transformaciones del trabajo y futuro del Derecho del Trabajo en Europa, op. cit., pág. 40, en el que se afirma que esta es la «cara alegre del autoempleo» identificada con un trabajo «flexible en términos de tiempo, de lugar, de tipo de servicios y de coste, (que) responde a las necesidades de los sectores económicos más avanzados, en los que la exigencia de innovación y de calidad obliga a contar, en primer lugar, con la calidad y la creatividad de los hombres». 11 Dentro de la acción de orientación profesional (tutoría individualizada, acción colectiva de desarrollo de los aspectos personales para la ocupación, grupo de búsqueda de empleo, taller de entrevista), en la acción concreta de «grupo de búsqueda de empleo» se ofrecerá información sobre el autoempleo. Por otro lado, la asistencia para el autoempleo consiste, de manera alternativa, en unas sesiones colectivas de información y motivación para el autoempleo o una acción individual de asesoramiento de proyectos empresariales planteados por el emprendedor (estudio de mercado, plan de marketing, plan de producción, plan económico, elección de la forma jurídica de la empresa). 12 En el año 2000 se han beneficiado se estas actividades 516.196 personas y se calcula que para el año 2001 vayan a hacerlo 575.093 (datos del Plan Nacional para el Reino de España págs. 10-11). REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 BEATRIZ GUTIÉRREZ-SOLAR CALVO 3) Se ha venido desarrollando el Convenio de Colaboración SECOT (Asociación de Seniors), en virtud del cual se ofrece asesoramiento de «seniors» a proyectos empresariales de jóvenes 13. 4) Dentro del Programa de fomento de empleo agrario para Andalucía y Extramadura y en las zonas rurales deprimidas, se establecen subvenciones a los planes de servicios integrados para el empleo, entre cuyas acciones se encuentra la de proporcionar asesoramiento para el autoempleo dirigidas a trabajadores eventuales agrarios desempleados, preferentemente menores de cincuenta y dos años. c) Facilitación de los trámites para la creación de empresas En el Plan de empleo para el Reino de España destacan en este sentido las siguientes medidas (p. 26): 1) Tramitación electrónica de la creación de empresas dentro del Centro de Información y Red de Creación de Empresas (CIRCE). 2) Creación del modelo único de creación de empresa. 3) Plan de contabilidad simplificado para las PYMES. 4) Organización del I Salón Emprende como foro de encuentro del emprendedor, los inversores y las distintas administraciones e instituciones, para proporcionar un servicio integral de información, asesoramiento sobre todas las fases de la creación de una empresa. C) Medidas de motivación a) Ayudas económicas para la creación de un negocio 13 Según el Plan de Empleo del Reino de España (pág. 25), durante el año 2000 ha beneficiado a 629 emprendedores. Según se expone en el Plan de Empleo para el Reino de España, en los últimos años las ayudas financieras han sido una constante en los programas de política de empleo, también del autónomo: dotaciones económicas, bonificaciones fiscales, créditos en condiciones muy beneficiosas... . Además de las distinciones que se pueden realizar en función de la naturaleza de las distintas medidas, también se pueden clasificar éstas en virtud de la condición de los sujetos a los que van destinadas: 1) Trabajadores desempleados en general (O.M. de 21 de marzo de 1986; O.M. de 22 de marzo de 1994), a los que se financia un porcentaje considerable del coste de los estudios de viabilidad, auditoría y asesoramiento por creación de un negocio y se otorga unos ingresos mínimos o rentas de subsistencia durante el inicio de la actividad. 2) Trabajadores minusválidos, a través de una subvención parcial de los intereses de los préstamos obtenidos para la creación de su negocio y una dotación para la financiación de inversiones en capital fijo (Ley 13/1982, de 7 de abirl, de integración social de los minusválidos, O.Ml de 16 de octubre de 1998, O.M. de 29 de marzo de 2000). 3) Mujeres trabajadoras, destacando durante el año 2000 entre las ayudas dirigidas a las mismas, las otorgadas dentro del Programa «Emprender en femenino» (O.M. de 15 de junio de 2000) del Instituto Nacional de la Mujer, para fomentar la inserción laboral por cuenta propia de la mujeres en regiones españolas, objetivo 1 y fuera del objetivo 1, a través de su constitución como trabajadoras autónomas. Durante el año 2001 se fomentará la incorporación de mujeres desempleadas como socias trabajadores en cooperativas y sociedades laborales, empresas de inserción y otros entes de la economía social, y la creación de dichos entes para el empleo femenino rural (Plan de Empleo del Reino de España pp. 40-41). REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 269 ESTUDIOS 4) Emigrantes retornados que hayan trabajado al menos doce meses en el extranjero y lleven al menos seis meses inscritos como demandantes de empleo (O.M. de 30 de diciembre de 1997). Esta última previsión permite considerar que se trata de una medida de política de empleo que se activa ante la dificultad concreta y «comprobada» de encontrar un trabajo por cuenta ajena. Se trata por tanto de una medida subsidiaria al «fracaso» de las medidas de fomento del trabajo por cuenta ajena. Por ello podría considerarse que responde a una lógica, actualmente superada, de prioridad del trabajo por cuenta ajena. cuenta ajena (préstamos para inversiones en la creación y mantenimiento de empleo). Estas últimas medidas pueden merecer diferentes valoraciones: a) se pueden considerar una manera indirecta de facilitar la expansión de estas entidades, y por lo tanto de fomento de esta primera modalidad autónoma de ocupación profesional; b) o, desde otro ángulo, se puede ver en ellas el reconocimiento de un valor añadido del fomento de estas entidades de la economía social, como fuente de puestos de trabajo por cuenta ajena, y, por lo tanto, como medida indirecta de promoción de esta otra modalidad de ocupación profesional. 5) Sujetos afectados por el síndrome tóxico (O.M. de 5 de mayo de 1986, R.D. 1519/86, O.M. de 14 de noviembre de 1988). Estos sujetos disfrutan de una serie de ayudas económicas a fondo perdidos para: a) emprender una actividad de nueva creación; b) desarrollar una actividad ya creada, que implique cambio de titularidad a favor del afectado; c) reanudar la actividad suspendida a causa de la afectación. Las ayudas y subvenciones para el fomento el trabajo autónomo se destinarán a la contratación de los sujetos que reúnan las siguientes condiciones: a) ser menores de veinticinco años, o de treinta en el caso de que no tengan una experiencia laboral acumulada, excluidos los contratos de formación; b) ser mayores de cuarenta y cinco años; c) acreditar al menos un año ininterrumpido de permanencia como demandantes de empleo o seis cuando se trate de mujeres que se reincorporen al mercado de trabajo después de un período de ausencia de al menos tres años; d) tener reconocido el abono de las prestación por desempleo en su modalidad de pago único; e) haber sido trabajadores vinculados a la empresa por contrato laboral temporal vigente el 14 de enero de 1999; f) tener reconocida la condición de desempleado minusválido; g) ser emigrante retornado, tras una estancia de al menos doce meses en el extranjero; h) estar afectado por el síndrome tóxico. En otras ocasiones la normativa reguladora de estas ayudas establece distinciones en función de la naturaleza de la actividad autónoma a desarrollar, incentivando sólo algunas de ellas. Así se comprueba si se analiza las especiales ayudas que se otorgan para la creación de empresas de la llamada economía social, en concreto, de las cooperativas de trabajo asociado, de sociedades laborales y las empresas que se califiquen como I-E. 1) Dentro de un objetivo global de fomento de la economía social que, como se manifiesta en el Plan de Empleo para el Reino de España (p. 26), abarca todo una serie de actividades de difusión y formación sobre cooperativas, sociedades laborales, entidades mutualistas, empresas de inserción y otros entes de este sector se fomenta el empleo en cooperativas y sociedades laborales. Se prevén medidas de política de empleo por cuenta propia socios de trabajo de cooperativas de trabajo asociado, otras cooperativas o sociedades laborales y por 270 2) Los proyectos empresariales y empresas promocionados y apoyados por una corporación local o Comunidad Autónoma que tenga la consideración de I+E recibirán suvenciones para financiar diversos costes (préstamos para inversiones, asistencia técnica...) (O.M. de 1 de abril de 1995, O.M. de 15 de julio de 1999, O.M. de 27 de diciembre de 1999). En otras ocasiones el criterio determinante para delimitar el campo de destinatarios REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 BEATRIZ GUTIÉRREZ-SOLAR CALVO de las ayudas económicas al autoempleo es el espacial(O.M. de 1 de abril de 1995, O.M. de 15 de julio de 1999, O.M. de 27 de diciembre de 1999). Un ejemplo de ello son las ayudas que se establecen con el fin de promover la generación de empleo en el entorno local. Para ello se han adoptado las siguientes medidas: a) medidas indirectas de subvención de estudios sobre las posibilidades de implantación de empresas, campañas de atracción de inversiones, costes laborales y de seguridad social de los agentes de empleo; b) medidas directas de subvención, cuya cuantía depende además del tipo de actividad desarrollada (se prevén incrementos del 10% para actividades de medio ambiente, turismo rural y cultural, servicios de proximidad...) para reducir los costes derivados de los intereses en los préstamos, del apoyo contratado en la función gerencial, de la asistencia técnica que se contrate... . 2.2.2. Medidas de ayuda al desarrollo y mantenimiento de una ocupación autónoma A) Formación continua Como manifiesta el Plan de Empleo para el Reino de España (p. 6), el III Acuerdo Tripartito Nacional de Formación Continua, firmado el 19 de diciembre 2000, con una vigencia de cuatro años, establece las siguientes líneas de actuación: apertura de ayudas a la formación a todas las empresas, incluidas las cooperativas de economía social y a todos los trabajadores por cuenta propia y potenciación de la formación adaptada a las necesidades de las empresas. No se puede olvidar además que este Acuerdo está íntimamente conectado con el Acuerdo Nacional de Formación Continua firmado por los interlocutores sociales al amparo del art. 83.3 del Título III del Estatuto de los Trabajadores, que reconoce el acceso de los autónomos a las iniciativas de formación profesional. El ámbito de la formación es por tanto uno de los pioneros en extender el ámbito de aplicación de convenios colectivos estatutarios a trabajadores por cuenta propia o autónomos. Se produce así una participación inmediata de sindicatos y asociaciones empresariales más representativos en la política de empleo. B) Asesoramiento técnico Las medidas de asesoramiento técnico sobre mejoras del proyecto empresarial que se desarrolla y las condiciones óptimas para el mismo suelen ir dirigidas a colectivos específicos de sujetos, entre los que se pueden destacar, a título ejemplificativo, los siguientes: 1) En relación a los jóvenes, dentro del Programa en colaboración con la Asociación de Seniors Españoles, se ofrece dicho asesoramiento técnico, industrial, agrícola, de servicios, económico, financiero empresarial y jurídico. 2) En relación a las mujeres destaca la actividad desarrollada por el Instituto de la Mujer que ha llevado a cabo diferentes iniciativas en colaboración frecuentemente con otros organismos 14. C) Iniciativas de colaboración entre trabajadores autónomos Son estas medidas interesantes, en las que se podría vislumbrar cierta promoción del asociacionismo entre trabajadores autónomos y de creación de nuevas formas de or14 En colaboración con el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, desarrolla el Programa de Apoyo Empresarial a Mujeres, estableciendo una Red de Gabinetes de Asistencia Técnica sobre el desarrollo del trabajo por cuenta ajena. En colaboración con la Dirección General de la Pequeña y Mediana Empresa y el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España, desarrolla el Programa de Apoyo a las Mujeres Empresarias, con el objeto de establecer planes de mejora y desarrollo de sus empresas, en virtud de los cuales las mujeres que estén desarrollando un proyecto empresarial recibirán tutorización individualizada, asesoramiento personalizado y la realización de planes estratégicos de mejora empresarial. En el marco del «Proyecto GEA: Red de Iniciativas Empresariales de Mujeres en el medio rural», se ofrece asistencia técnica individualizadas para la gestión de empresas de todos los sectores potenciales del medio rural. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 271 ESTUDIOS ganización productiva, a modo de «grupos de pequeños autónomos». Un ejemplo lo encontramos en el «Proyecto GEA: Red de Iniciativas Empresariales de Mujeres en el medio rural», en virtud del cual se crea un sistema informático para facilitar la cooperación entre empresas de mujeres, el intercambio de información y la creación de una red de optimización para la distribución de sus productos y servicios. D) Bonificaciones en la contratación de trabajadores Los trabajadores autónomos van a encontrar importantes facilidades e incentivos a la hora de contratar a un primer trabajador por tiempo indefinido a tiempo completo o parcial, cuando el trabajador contratado reúna una de las siguientes características: a) ser mujer desempleada, entre dieciséis y cuarenta y cinco años; b) ser mujer desempleada cuando se la contrate para prestar servicios en profesiones u ocupaciones con menor índice de empleo femenino; c) ser mujer desempleada inscrita durante un período de doce o más meses en la oficina de empleo que sea contratada en los veinticuatro meses siguientes a la fecha del parto; d) ser desempleado inscrito ininterrumplidamente en la oficina de empleo durante seis o más meses; e) ser desempleado mayor de cuarenta y cinco años y hasta los sesenta y cinco; f) ser desempleado perceptor de prestación o subsidio por desempleo, al que reste un año o más de percepción en el momento de la contratación; g) ser desempleado perceptor del subsidio por desempleo a favor de los trabajadores incluidos en el Régimen especial agrario de la Seguridad Social; h) ser desempleado admitido en el programa que contempla la ayuda específica denominada renta activa de inserción (art. 4.1 de la Ley 12/2001, de 9 de julio, de medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para el incremento del empleo y la mejora de su calidad). Estas ayudas consisten en importantes bonificaciones a las cuota empresarial a la Seguridad Social por contingencias comunes, 272 cuya cuantía variará en función de las condiciones del sujeto empleado. Se comprueba así que esta medida de política de empleo tiene una doble proyección en el campo del empleo por cuenta ajena y en el campo del trabajo por cuenta propia. Es más, se podría considerar, que esta medida destinada a favorecer en primera instancia el desarrollo y expansión de la actividad autónoma desarrollada por un sujeto, se contempla a su vez como un medio para fomentar el trabajo por cuenta ajena. 2.2.3. Medidas de fomento de empleo que en otros ordenamientos europeos sería calificado de «cuasiasalariado» Uno de los elementos importantes del debate doctrinal actual acerca de la delimitación del campo de aplicación del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social es la necesidad de otorgar protección socio-laboral a una serie de sujetos que, si bien formalmente no se encuentran vinculados por un contrato de trabajo, se encuentran en una relación de dependencia económica respecto de un empresario, para el cual realizan una prestación con carácter continuado y coordinado. Como es conocido, en ciertos países de nuestro entorno jurídico, en concreto Italia y Alemania, esta realidad ha sido regulada por el legislador, reconociendo una situación jurídica contractual nueva que en nuestro ordenamiento podría denominarse como de «cuasiasalariado» y a la que va a extender de manera parcial la protección laboral. Nuestro ordenamiento jurídico no reconoce esta categoría jurídica, por lo tanto, los puestos de trabajo promovidos por las medidas de política de empleo que se van a estudiar a continuación tienen que ser calificados como trabajo por cuenta ajena o trabajo por cuenta propia. No obstante, al comprobar que el legislador otorga un tratamiento específico a unas especiales modalidades de ocupación profesional, que desde la óptica de los ordenamientos italiano y alemán serían considerados de «cuasiasalariados» y, aunque ello sólo ocurra en el terreno REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 BEATRIZ GUTIÉRREZ-SOLAR CALVO de la política de empleo, se podría afirmar cierta conciencia por parte del mismo de su especialidad. Es cierto que la autonomía entre Derecho del Trabajo y la Política de Empleo no permite considerar que la previsión de especiales medidas de promoción de estas clases de prestaciones de servicios sea un comienzo en orden a la regulación laboral como figura autónoma de los «cuasiasalariados». No obstante, aunque sólo sea para, desde un plano académico, subrayar las conexiones entre el crecimiento de la política de empleo autónomo y la cuestión de las fronteras del Derecho del Trabajo, destacamos en un apartado diferente estas medidas de política de empleo, que en otros ordenamientos sería calificado como «cuasiasalariado», y en el nuestro, de empleo autónomo. a) El primer ejemplo ha sido introducido por el RD 27/2000, de 14 de enero, por el que se establecen medidas alternativas de carácter excepcional a la cuota de reserva prevista en el art. 38.1 Ley 13/1982, de 7 de abril, de Integración Social de los Minusválidos. Según este último precepto, las empresas públicas o privadas que empleen a un número de cincuenta o más trabajadores tendrán que reservar a favor del colectivo de minusválidos un mínimo del dos por ciento de los puestos de trabajo por cuenta ajena. No obstante, el RD 27/2000, al concretar las medias alternativas de carácter excepcional que permite esta Ley, ha previsto que el objetivo de integración laboral de estos colectivos se logre también mediante la «ocupación autónoma» de estos sujetos. La opción de la Ley 13/1982 por la reserva de puestos de trabajo por cuenta ajena ha sido modificada por el RD 27/2000 a favor de la admisión de puestos de trabajo por cuenta propia, sin perjuicio de las limitaciones que al respecto se establecen. La permisión de que el objetivo de integración laboral de los minusválidos que justifica la cuota de reserva se realice a través de la creación de trabajo por cuenta propia, demuestra la asunción por parte del legislador de la conveniencia de fomentar relaciones de carácter estable entre un empresario y un autónomo, cuya discapacidad hace pensar en la dependencia económica que puede derivarse de esta relación, al ser esta contratación civil o mercantil una solución a su situación de exclusión del mercado de trabajo, a la que se podría volver en caso de extinción de dicha relación jurídica. b) Se promociona el teletrabajo en general, por tanto también en régimen de autonomía, para ciertos colectivos, en concreto para las mujeres (Programa C-Test). Esta modalidad de ejecutar la prestación de servicios, no predetermina la calificación jurídica de la relación jurídica a la que da contenido. El teletrabajo puede dar lugar a una prestación por cuenta ajena o por cuenta propia, según las circunstancias del caso. Si se entiende que, a partir de la clave de la especialidad de los medios de realización de la prestación laboral, el teletrabajo puede dar lugar con frecuencia a relaciones de trabajo por cuenta propia, en algunos casos, con mediación de dependencia económica, existe justificación para ubicar esta medida en el presente apartado. Es más, si atendemos a las peculiaridades del colectivo al que va destinado el Programa C-Test de promoción del teletrabajo, mujeres desempleadas, podemos suponer que con frecuencia se dará la dependencia económica que configura la figura del «cuasiasalariado». 2.2.4. Medidas de fomento de la movilidad dentro de la carrera profesional entre trabajo por cuenta ajena y trabajo autónomo Nuestro sistema prevé otra serie de medidas de fomento del trabajo por cuenta propia o autónomo destinadas a incrementar dicha vía de ocupación profesional a través de un transvase hacia la misma desde la modalidad de trabajo por cuenta ajena. Son medidas que van destinadas a sujetos cuya anterior carrera profesional se ha desarrollado dentro de los cauces del trabajo por cuenta ajena, o in- REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 273 ESTUDIOS cluso ésta última es la modalidad profesional que se ha venido desarrollando el destinatario hasta el mismo momento de responder a los incentivos de cambio a la modalidad de trabajo por cuenta propia o autónomo. Es decir, que estas medidas de cambio a este último de tipo de ocupación profesional no responden siempre a un fracaso en el acceso al trabajo por cuenta ajena. Se comprueba así cómo, a través de las distintas medidas que a continuación se exponen, se da lugar a la ya mencionada revalorización del trabajo autónomo, que responde a las directrices más avanzadas en el plano comunitario. A) Capitalización de las prestaciones por desempleo. El art. 228.3 LGSS establece que, cuando «así lo establezca algún programa de fomento de empleo, la entidad gestora podrá abonar de una sola vez el valor actual del importe de la prestación de nivel contributivo, correspondiente al período a que tenga derecho el trabajador en función de las cotizaciones efectuadas». Según el R.D. 1044/1985, de 19 de junio, este pago único podrá tener lugar cuando el desempleado acredite que dicha prestación se va a destinar a la financiación de la realización de una actividad profesional como socio trabajador de una cooperativa de trabajo asociado o una sociedad laboral (art. 1.1). El art. 31 de la Ley 50/1998, de 30 de diciembre extiende esta medida a los beneficiarios minusválidos que vayan a establecerse como trabajadores por cuenta propia o autónomos sin mayores especificaciones. El INEM abonará además «el 50 por 100 de la cuota al régimen correspondiente de la Seguridad Social como trabajador autónomo, calculada sobre la base mínima de cotización o el 100 por 100 de la aportación del trabajador en las cotizaciones del correspondiente régimen de la Seguridad Social, durante el tiempo que se hubiera percibido la prestación por desempleo de no haberse percibido en su modalidad de pago único». 274 B) Sustitución de la pensión de incapacidad permanente total por una indemnización a tanto alzado. Según el art. 5.1 3º de la Orden 31 de julio de 1972, en conexión con el art. 139.2 LGSS, a petición del beneficiario menor de sesenta años, se podrá sustituir la pensión vitalicia de incapacidad permanente total por una indemnización a tanto alzado cuando se den las siguientes circunstancias: Que se presuma que las lesiones determinantes de la incapacidad no son susceptibles de una modificación, que pueda dar lugar a una revisión de la incapacidad declarada. Que se acredite por el beneficiario bien que se encuentra realizando trabajos por cuenta propia, bien que el importe de la indemnización se invertirá en la preparación o desarrollo de nuevas fuentes de ingreso como trabajador autónomo. C) Asesoramiento indiferenciado sobre trabajo por cuenta propia o ajena y ayudas económicas para la realización de una actividad autónoma a los perceptores de una prestación por desempleo. La prestación por desempleo, en su nivel contributivo y en el nivel asistencial para los desempleados que hayan agotado la prestación por desempleo o que no tengan derecho a prestación por desempleo por no tener el período mínimo de cotización exigido, proviene con menor o mayor inmediatez de la previa extinción de una relación de trabajo por cuenta ajena. De hecho el art. 205 LGSS establece que los beneficiarios de la protección por desempleo serán los trabajadores por cuenta ajena incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social (apartado 1) y los trabajadores por cuenta ajena incluidos en los Regímenes Especiales de la Seguridad Social que protegen dicha contingencia (Régimen agrario) (apartado 2). Se comprueba entonces que estos sujetos son incentivados para que realicen un giro en su carrera profe- REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 BEATRIZ GUTIÉRREZ-SOLAR CALVO sional, y que, de haber desarrollado con anterioridad un trabajo por cuenta ajena, pasen a desarrollar un trabajo por cuenta propia. D) Incentivación y facilitación del trabajo autónomo como contenido del plan social ante un despido colectivo. Según el art. 51.4 ET, en caso de despido colectivo las empresas con cincuenta o más trabajadores deberán acompañar a la documentación con la que se inicia el expediente de regulación de empleo un plan que contemple medidas para atenuar las consecuencias para los trabajadores afectados. En los casos en los que el despido colectivo se deba a la cesación total de la actividad empresarial y no exista por tanto la posibilidad de arbitrar medidas de mantenimiento del puesto de trabajo en la empresa, incluso cuando no sea posible la alternativa de recolocar a trabajadores en empresas conectadas a la misma por pertenecer al mismo grupo empresarial, por ejemplo una medida sugerente a incluir en dichos planes es la información a los trabajadores despedidos sobre las posibilidades y facilidades para constituirse como autónomos, o incluso el ofrecimiento de medidas de incentivación directa de dicha la opción. El ordenamiento francés destaca, como es por todos conocido, por su carácter innovador en estas líneas de política jurídica. Además de haber sido el que ha impulsado la institución del «plan social» que se ha ido extrapolando a otros ordenamientos jurídicos, como el nuestro ha creado, para supuestos de reestructuraciones de empresa, la «técnica del essaimage: ayuda fiscal para que una empresa instale por cuenta propia a sus asalariados» 15. Esta experiencia francesa podría servir para informar el contenido de los planes previstos en el art. 51.4 ET. 15 AA.VV.: Trabajo y empleo. Transformaciones del trabajo y futuro del Derecho del Trabajo en Europa, op. cit., pág. 46. E) Fondos de promoción de empleo conectados con un plan de reconversión. La Ley 24/1984, de 26 de julio de Reconversión y Reindustrialización prevé la constitución de los Fondos de Promoción de Empleo, regulados por el RD 335/1984, de 8 de febrero. Éstos son asociaciones sin ánimo de lucro con personalidad jurídica propia, constituidas por empresas de un sector declarado en reconversión, sociedades en reconversión u organizaciones empresariales o sindicatos que hayan negociado o prestado su conformidad a un plan de reconversión. Estos tienen tanto la finalidad de colaborar en la protección social de los trabajadores afectados mejora de la protección por desempleo aumentado la cuantía de la prestación o ampliando su duración, ofreciendo ayudas equivalentes a la jubilación anticipada, o de cotización adicional a la Seguridad Social como de creación y canalización de medidas de recolocación. Estos fondos asumen, como obligación derivada de la incorporación del trabajador a los mismos 16, la función de colaborar en la recolocación de los trabajadores en nuevos empleos, incentivándose la creación de empleos estables. En virtud de lo establecido en el RD 341/1987, de 6 de marzo, por el que se modifica el RD 335/1984, se cambia y concreta esta acción, eliminando límites geográficos a la colocación, exigiendo ya necesariamente que sean puestos de trabajo estable, limitándose la movilidad funcional en la recolocación... . Pero lo que más nos interesa a efectos de nuestro estudio es que esta norma añade la posibilidad de que la recolocación se produzca en empleos de trabajo autónomo. De hecho se incentiva dicha medida permitiendo que el trabajador que opte por desvincularse del Fondo para establecerse por cuenta propia perciba una indemnización por extinción del contrato de adhesión y una cantidad equi16 Como explica F. PÉREZ DE LOS COBOS: «La incorporación a los Fondos de Empleo: historia de una medida laboral de reconversión», T.L., nº 22, 1991, págs. 10 y ss., los trabajadores «excedentes» se incorporan al fondo a través de un contrato de adhesión, con un contenido mínimo. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 275 ESTUDIOS valente a la capitalización de la prestación económica que habría recibido hasta la extinción del período de vinculación del Fondo de haber continuado en el mismo. En el caso de que el sujeto hubiese obtenido la capitalización de la prestación por desempleo, el beneficiario recibiría del Fondo la diferencia entre la cuantía de una capitalización u otra. 3. VALORACIÓN DE LAS MEDIDAS DE POLÍTICA DE EMPLEO AUTONOMO: NECESIDAD DE DESARROLLAR MEDIDAS CUALITATIVAS DE EMPLEO AUTÓNOMO El panorama expuesto de medidas de política de empleo autónomo tiene el valor de justificar las conclusiones que a continuación se realizan. Dada la amplitud del abanico de medidas directas de promoción del trabajo autónomo desarrolladas y su diversidad, se puede considerar que existe una fuerte concienciación por parte de los poderes públicos españoles sobre la importancia de esta vía de ocupación profesional. En este sentido parece que se está respondiendo al compromiso comunitario adquirido de desarrollar las directrices del Consejo dictadas al respecto, en concreto la de «Desarrollo del espíritu empresarial». No obstante, esta política jurídica adolece, a nuestro modo de ver, de importantes deficiencias, por lo que a continuación se explica. Se debe diferenciar entre medidas cuantitativas y cualitativas de empleo. En el mismo art. 1.1 de la Ley Básica de Empleo se hace alusión a esta distinción. Se encuentra aquí una conexión más entre el sector jurídico de la política de empleo que regularía la «cantidad del mismo» y el derecho material que regula la «calidad» de las relaciones jurídicas creadas al amparo de dicha política hoy por hoy, el Derecho del Trabajo en relación al empleo por cuenta ajena y el Derecho Civil o De- 276 recho Mercantil, y de manera excepcional el Derecho del Trabajo (cierta normativa sobre prevención de riesgos laborales, por ejemplo) en relación al trabajo por cuenta propia. El problema que se detecta en la actualidad es que la regulación de la «cantidad» y la «calidad» del empleo por cuenta propia o autónomo no evolucionan de manera paralela, permitiendo un desarrollo sólido del mismo. Prueba de ello son las contradicciones que se detectan en las valoraciones que se realizan sobre el crecimiento del número de puestos de trabajo autónomo en función del prisma con que se este analizando el mismo. Desde la perspectiva de los niveles de creación de empleo, donde priman las cifras de ocupación y afiliación al Régimen correspondiente de la Seguridad Social, se realiza una valoración positiva. Por el contrario, cuando se analiza desde la perspectiva del Derecho del Trabajo, y aunque se hacen esfuerzos por distinguir el debate sobre los «falsos autónomos» 17 del de la revalorización de este sector de la ocupación profesional, el trabajo autónomo se analiza con intranquilidad y cautela. La proliferación del recurso al trabajo autónomo lícito, animada, no ya por las medidas directas de promoción del mismo, sino por satisfacer las necesidades de flexibilidad y versatilidad de las nuevas formas productivas y su organización, provoca un juicio ambivalente. Por un lado se reconoce no solo su admisibilidad, sino su conveniencia. Por otro lado se considera una «vía de escape lícita» de la regulación laboral, que por legítima no puede ser rechazada o impedida, pero que interpela sobre la necesidad de afrontar los nuevos retos que estos cambios productivos plantean al ordenamiento laboral. Esta interpelación se produce por la comunicación de necesidades de protección socio-laboral que existe entre el trabajo por cuenta ajena, construido sobre el elemento de la dependencia jurídica, y un sector muy amplio del trabajo por cuenta propia, en el que concurre el ele17 Cfr. al respecto, entre otros, A. VALDÉS ALONSO: «El trabajo autónomo en España: evolución, concepto y regulación», RMTAS, nº 26, 2000, pág. 30. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 BEATRIZ GUTIÉRREZ-SOLAR CALVO mento de la dependencia económica. Esta comunicación deja patente la necesidad de extender cierto margen de protección laboral a este último ámbito, con el fin de hacer coincidir el ámbito de aplicación 18 del Derecho del Trabajo con el conjunto de relaciones de prestación de servicios que necesitan de la protección que este ordenamiento otorga 19. Esta coincidencia daría satisfacción tanto las exigencias dogmáticas contrarias a la arbitrariedad que se podría desprender de dicha descoordinación 20, como las preocupaciones prácticas por el fenómeno conocido como la «huida del Derecho del Trabajo». En definitiva, la incentivación del trabajo por cuenta propia o autónomo debe ir unida a la creación de medidas que garanticen la pro- 18 Sería necesaria, como se resalta en el conocido como «Informe Supiot» antes citado, y como explican M. RODRÍGUEZ-PIÑERO, M.E. CASAS BAAMONDE: «El trabajo autónomo y el Derecho del Trabajo», R.L., 2000, I, pág. 86, una «aplicación parcial o diversificada» del ordenamiento laboral que daría lugar a un «Derecho común del Trabajo, adaptado a las diversidad de situaciones de trabajo y su cambio sucesivo». 19 Dice M. PALOMEQUE LÓPEZ: «El trabajo autónomo y las propuestas de refundación del Derecho del Trabajo», 2000, I, pág. 442, que la «defensa de una extensión (..) de las normas laborales a los trabajadores autónomos tiene su plena justificación, a fin de cuentas, lejos de drásticas exigencias dogmáticas de renovación institucional, en el despliegue de la propia función integradora (y de legitimación social) del Derecho del Trabajo, esta vez en relación con personas y actividades que, no siendo aquellas que siguen definiendo el supuesto tipo de regulación (..), son, sin embargo, perfectamente asimilables a estos propósitos al ámbito institucional del trabajo asalariado». 20 Con acierto afirma J. CRUZ VILLALÓN: «El proceso evolutivo de delimitación del trabajo subordinado», en Trabajo subordinado y trabajo autónomo en la delimitación de fronteras del Derecho del Trabajo. Estudios en Homenaje al Profesor José Cabrera Bazán, ed. preparada por J. Cruz Villalón, Tecnos, Madrid, 1999, pág. 190, que si «el grado de proteccionismo legal no es uniforme para todos los grupos sociales o colectivos profesionales, ello debe motivarse en una distinta necesidad de protección, en base a que son supuestos diferenciados en cuanto a la fuerza contractual de cada uno de estos grupos». tección jurídica del sujeto que lo desempeña. Esto implica la aceptación de un Derecho del Trabajo referido, al menos en cierta medida, tanto al trabajo por cuenta ajena como al trabajo por cuenta propia. Se comprueba así cómo desde la óptica de la política de empleo se desemboca en el debate sobre el campo de aplicación subjetivo del Derecho del Trabajo. Esto es así porque las medidas de empleo de «calidad» son un condicionante de la eficacia de las medidas de empleo de «cantidad». Un régimen jurídico de trabajo autónomo poco protector desincentiva el acceso, o al menos, la permanencia en esta vía de ocupación profesional. Sólo si se garantiza un mínimo de protección laboral en las condiciones de desarrollo de ese trabajo puede alcanzarse el objetivo de que el trabajo autónomo sea una vía normalizada de ocupación profesional, y no simplemente un «ultimo recurso» o una medida provisional ante las dificultades a la hora de alcanzar una ocupación por cuenta ajena a la que se aspire con carácter prioritario. La extensión de dicha protección laboral es por lo tanto un presupuesto de la eficacia de las medidas de política de empleo autónomo y, lo que tiene mayor calado jurídico, de la realización de la deseada «libertad de trabajo» en su manifestación principal de poder elegir y alternar entre el trabajo por cuenta ajena o por cuenta propia a lo largo de la vida profesional 21 . Libertad esta cuyo estudio ha de ser puesto en diálogo con el poco explorado derecho constitucional a la «libre elección de profesión u oficio» (art. 35.1 CE), en conexión con el importante debate previo acerca de la existencia de un concepto constitucional de trabajador. 21 AA.VV.: Trabajo y empleo. Transformaciones del trabajo y futuro del Derecho del Trabajo en Europa, op. cit., pág.46. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33 277 ESTUDIOS RESUMEN Desde la premisa de una interpretación amplia de la noción de empleo, se considera que las medidas de creación y mantenimiento de puestos de trabajo autónomo constituye una importante poyección de la política de empleo de nuestro ordenamiento. En este estudio se recoge tanto una exposición de las diferentes medidas que se han adoptado en nuestro sistema, clasificándolas en virtud de su morfología y funciones, como una reflexión más amplia y profunda sobre el significado que tiene la proliferación de este tipo de medidas en nuestro ordenamiento. De esta forma se conectan las medidas de política de empleo autónomo con el problema de la necesidad de buscar alternativas al objeto «utópico» del pleno empleo por cuenta ajena, con el debate acerca de las ampliaciones del campo subjetivo de aplicación del Derecho del Trabajo y con la necesidad de promocionar la movilidad y alternancia entre el trabajo por cuenta ajena y el trabajo por cuenta propia dentro de la carrera profesional de un mismo sujeto, con el fin de que ambas modalidades laborales no se consideren compartimentos estancos. 278 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 33