"Intensidad constitucional de las pulsiones... Hiperpoder del factor cuantitativo ... " * WiUy Perinot (APA) l. Sigmund Freud: "Análisis terminable e interminable" (1937) "[ ... ] Las represiones se comportan como unos diques contra el esfuerzo de asalto de las aguas. Lo mismo que producen aquellos dos refuerzos pulsionales [se refiere a la adolescencia y a la menopausia] puede sobrevenir de manera irregular en cualquier época de la vida por obra de influjos accidentales. Se llega a refuerzos pulsionales en virtud de nuevos traumas, frustraciones impuestas, influjos colaterales recíprocos de las pulsiones. El resultado es en todos los casos el mismo y confirma el poder incontrastable del factor cuantitativo en la causación de la enfermedad. En este punto tengo la impresión de que debería avergonzarme por todas estas trabajosas elucidaciones, ya que lo que ellas dicen es .- Dirección: Sucre 2600, 1~"C", (1428) Capital Federal, R. Argentina. 1118 Willy Perinot algo hace mucho consabido y evidente. Y, en efecto, siempre nos hemos comportado como si lo supiéramos; sólo que en nuestras representaciones teóricas las más de las veces hemos omitido tomar en cuenta el punto de vista económico en la misma medida que el dinámico y el tópico. Mi disculpa es pues advertir así sobre esa omisión" (A.E., 23, 229; S.E., 23, 226; G.W., 16, 70; B.N. [1968], 3, 549; las bastardillas son mías). " [ ... ] La rectificación, con posterioridad, del proceso represivo originario, la cual pone término al hiperpoder del factor cuantitativo, sería entonces la operación genuina de la terapia analítica" (A.E., 23, 230; S.E., 23, 227; G.W., 16, 73-4; B.N., 3, 550; las bastardillas son mías). "[ ... ] El factor cuantitativo de la intensidad pulsional se había contrapuesto en S11 momento a los empeños defensivos del yo; por eso debimos recurrir al trabajo analítico, y ahora el mismo factor pone límite a la influencia de este empeño" (A.E., 23, 232; S.E., 23, 229-30; G.W., 16, 86; B.N., 3, 552). "I ... ] De nuevo nos sale al paso aquí la significatividad del factor cuantitativo, de nuevo somos advertidos de que el análisis puede costear sólo unos volúmenes determinados y limitados de energías que han de medirse con las fuerzas hostiles" (A.E., 23, 241-2; S.E., 23, 240; G.W., 16, 86; B.N., 3, 561). Il. Críticas al punto de vista económico realizadas por autores posfreudianos "El punto de vista económico se considera a menudo como el aspecto más hipotético de la metapsicología freudiana." "Si permitimos que nos inunden modelos derivados de la física, estaremos en peligro de perder lo que es único en el psicoanálisis." "El enfoque económico es un comodín que se emplea cuando faltan las palabras o conceptos para entender lo que sucede." "Una experiencia frecuente en la vida es que el recurso de la fuerza surge cuando se atranca la dialéctica y se crea un callejón sin salida. Asimismo necesitamos recurrir a la 'fuerza' en la experiencia analítica, cuando nos enfrentamos con dificultades teóricas y clínicas insuperables." Preud (1937) Y el factor cuantitativo 1119 "Tan pronto como uno aísla la economía de sus expresiones teóricas, la metapsicología sistematiza algo muy distinto de lo que ocurre en el diálogo analítico. Ello engendra una demonología fantástica, o peor aun, una absurda hidráulica." "Las metáforas económicas en su aparente sencillez nos llevan a un empobrecimiento conceptual y a un alejamiento indebido de nuestro campo de observaciones." "La introducción del concepto de cantidad crea espinosos problemas que, si bien no impiden el trabajo clínico, dejan en el teórico cierto malestar." "El descubrimiento del instinto de muerte socava el fundamento del enfoque económico. Las ideas de Freud a partir de 1920 hacen la comprensión del punto de vista económico aun más complicada. La unicidad que confería el principio de placer se vuelve caduca luego de la introducción de la dualidad instintiva de vida y muerte." "El intento de transcribir las teorías en forma de mecánica, de cargas, de contracargas, descarga y sobrecarga de representaciones o huellas mnémicas, constituye una verdadera mutilación para el pensamiento psicoanalítico." "Freud no era un geómetra, y el psicoanálisis no puede formularse en términos matemáticos. Además este intento de formulación choca contra una dificultad fundamental: ¿cómo puede representarse el cargar con energía una representación? El modelo subyacente en este tipo de pensamiento es eléctrico y no psicológico." "Freud como teórico está tentado a veces a reducir la teoría analítica a una mecánica." "Lo económico (o sea, la referencia a la intensidad) es un obstáculo contra el cual tropieza el sentido y también aquello con lo que no podemos dejar de contar." "Definir un fenómeno psíquico por la intensidad es un reduccionismo simplista. Pretender cuantificar lo psíquico es negar su esencia. Lo que nos interesa es su significación y no la cuantificación. Decir que un sujeto tiene una pulsión de muerte demasiado intensa, no sólo no aporta sino que nos aparta del psicoanálisis." "La teoría de los afectos, reformulada en 1926 por Freud, desarticula el punto de vista económico." "La hipótesis económica puede haber sido válida como sustento de la hipótesis de la abreacción, pero no lo es a la luz de los desarrollos ulteriores del psicoanálisis." 1120 Willy Perinot III. Algunos interrogantes Freud, en "Análisis terminable e interminable", define tres factores como decisivos para la evolución de una terapia: influjo de traumas, intensidad constitucional de las pulsiones, alteración del yo. Al investigar la intensidad pulsional, para responder el interrogante de si es posible tramitar de manera duradera y definitivamente una determinada exigencia pulsional, llega a la conclusión de que en todos los casos se confirma el poder incontrastable del factor cuantitativo y tiene que disculparse por haber omitido, en el nivel teórico, tomar en cuenta el punto de vista económico en la misma medida que el tópico y el dinámico. En cambio, como pudimos observar en las citas del punto JI, son muchos los autores ~.para los cuales la alusión a la energía psíquica, a la cantidad, a la intensidad, o sea, al punto de vista económico, no sólo no aporta a la penetración psicoanalítica sino aparta del psicoanálisis. Y en general se acude a dichas formulaciones cuando se ha fracasado en el intento de comprender un determinado fenómeno en términos psíquicos. ¿Por qué el descubridor del psicoanálisis, en el fin de su vida, cuando estudia el factor intensidad pulsional, coloca el punto de vista económico en el centro de la teoría y de la clínica? ¿Y cuáles son los riesgos, si se descuida ese punto de vista, para definir si el análisis es terminable o interminable? ¿Por qué cumple un papel incontrastable el factor cuantitativo en la causación de la enfermedad? ¿Por qué hay que liquidar el proceso represivo originario para poder terminar con el hiperpoder del factor cuantitativo? ¿Por qué, frente a la intensidad de las pulsiones, tuvimos que acudir a la ayuda del análisis, y por qué ese mismo factor pone límite a la labor del análisis? ¿Por qué corregir el proceso represivo originario es la operación genuina del análisis? Por último, ¿cuál es el motivo de la contradicción tan tajante entre Freud y otros autores, en relación al factor cuantitativo y el punto de vista económico? Para abordar todos y cada uno de estos interrogantes es necesario revisar las diferentes concepciones que pueden plantearse del punto de vista económico. Presentaré entonces en el apartado siguiente una apretada síntesis sobre el tema. * El interesado en los autores de las citas puede detectarlos fácilmente en la bibliografía. 1121 Freud (1937) Y el factor cuantitativo IV. El punto de vista económico: su revisión en Freud y otros autores Apoyándome en Freud Concordance, hice un rastreo de todas y cada una de las citas que sobre el tema haya lo largo de toda la obra freudiana. Cotejarlas con la opinión de otros autores me permitió llegar a la conclusión de que la definición no es unívoca, de que los distintos autores parten para dar su opinión de definiciones diferentes del concepto, y de que el punto de vista económico podía entenderse como: a] concepto fisicalista, b] economicista, el metapsicológico. a. El punto de vista económico (comprendido) como concepto fisicalista No son pocos los autores que consideran el concepto desde este ángulo. Entienden por punto de vista económico: La referencia por grados de: a. la intensidad de un impulso instintivo b. la intensidad de una fijación pregenital c. la intensidad de un determinado vínculo objetal d. la intensidad de las exigencias de determinadas instancias psíquicas e. la intensidad de la reacción del yo frente a determinadas exigencias f. fortaleza o debilidad yoica g. la intensidad de un sentimiento de culpa, angustia, odio, dolor, pena. Pero, además de la referencia a la intensidad, se incluye dentro de las consideraciones económicas (o, mejor dicho, de ese modo de como prender el concepto): Toda alusión metafórica o concreta a: a. Aumento, disminución, carga, descarga de una cantidad, cuantum, magnitud de energía psíquica, libidinal, tanática o pulsional. b. Cuestiones relativas a la energía (psíquica) mediante la cual el 1122 Willy Perinot aparato funciona y a cómo esa energía se mueve dentro de él (libre o ligada). Por estas referencias, los críticos (sin haber detectado la multivocidad del concepto) sostienen que deriva de la física, lo denominan fisicista o fisicalista, y lo consideran un intento frustrado de cuantificar lo psíquico y un resabio positivista en el pensamiento freudiano. b. El punto de vista económico (comprendido) como concepto economicista Creo que la mejor manera de sintetizar este punto es tomar textualmente una cita de Freud. No es la única, pero creo que es la más clara al respecto. Y fue basándose en ella como se llegó a entender de esa manera el punto de vista económico. "En la teoría psicoanalítica adoptamos sin reservas el supuesto de que el decurso de los procesos anímicos es regulado automáticamente por el principio de placer. Vale decir: creemos que en todos los casos lo pone en marcha una tensión displacentera, y después adopta tal orientación que su resultado final coincide con una disminución de aquélla, esto es, con una evitación del displacer o una producción de placer. Cuando consideramos con referencia a ese decurso los procesos anímicos por nosotros estudiados (o sea, cuando son regidos por el principio de placer), introducimos en nuestro trabajo el punto de vista económico. A nuestro juicio, una exposición que además de los aspectos tópico y dinámico intente apreciar este otro aspecto, el económico, es la más completa que podamos concebir por el momento y merece distinguirse con el nombre de exposición metapsicológica" (A.E., 18, 7; S.E., 18, 7; G.W., 13, 3; B.N., 1, 1097). La cita explicita por sí misma por qué es posible pensar el concepto como derivando de la economía (del placer-displacer) y no de la física. c. El punto de vista económico (comprendido desde una relectura) de la metapsicología El psicoanálisis se ocupa de estudiar los actos psíquicos. Pero se limita a aquellos que son de la naturaleza de una representación. A través del mismo se llegó a la conclusión de que esa representación es un representante psíquico de una pulsión. Esa representación posee otro elemento diverso, el afecto, que es capaz de desarrollar y se denomina también investidura psíquica. Se le da el nombre Freud (1937) Y el factor cuantitativo 1123 de monto de afecto y corresponde a la pulsión en la medida en que ésta se ha desasido de la representación y ha encontrado una expresión proporcionada a su cantidad en procesos que devienen registrables para la sensación como afectos. La pulsión nunca se hace presente por sí misma en lo psíquico. Tampoco puede ser la pulsión objeto de conciencia. Sólo puede serlo su representación, que es su representante. A este representante se lo denomina "agencia representante de pulsián" y está constituido por a] la representación Ivorstellung] y b] el monto de afecto [affektbetrag]. La representación y el afecto que es capaz de desarrollar se presentan a la percepción sensorial como una unidad inseparable, pero sometidos al análisis revelan estar unidos por una soldadura. Soldadura que el proceso represivo puede deshacer, en cuyo caso cada una de las partes (la representación y el monto de afecto) tendrá un destino diferente e independiente. Cuando debe describirse un caso de represión de una agencia representante de pulsión, tendremos que rastrear por separado lo que, por efecto del proceso represivo, ha sucedido con la representación por un lado y el monto de afecto por otro. El estudio de los destinos del monto de afecto de la agencia representante de pulsián, durante el proceso represivo, es como creo que debe entenderse aquello que Freud define como un nuevo punto de vista. Lo llama económico y dice que viene a enriquecer el tópico y el dinámico, para constituir con ello la metapsicología. ¿Por qué lo llama económico? Porque estudia transferencias, distribución, suma, resta, desplazamientos. ¿Pero de qué? De una cantidad (de energía psíquica). Pero no de cualquiera, sino que se trata de la economía de la parte de la agencia representante de pulsión que ha adquirido carta de ciudadanía bajo el nombre de monto de afecto. El monto de afecto es algo diverso de la representación, es su investidura energética y es algo que representa a la pulsión tanto o más que la representación. Los afectos que se perciben en la conciencia algo tienen que ver con las pulsiones. De allí que en "Lo inconsciente" Freud se ocupe de ellos. Estudiarlos es necesario, pues de su estudio se extraen conclusiones acerca de las pulsiones, de las investiduras, es decir genéricamente de la energía psíquica. Pero es de tener en cuenta que la energía psíquica de la cual se habla no es una energía neutra, que simplemente aporta cantidad, sino que (a modo de ejemplo) como el exceso de dinero, que en forma súbita aparece en manos de un menesteroso, llama la atención, pues inmediatamente genera el interrogante acerca de su origen. 1124 Willy Perlnot y es por ello que el proceso represivo debe continuar en la representación sustitutiva hacia donde fue transferido el monto de afecto. La represión no consiste en hacer desaparecer a toda la agencia representante de pulsión, sino en impedir que la vorstellung devenga consciente. Decimos que la representación, cuando está reprimida, es inconsciente. Pero podemos ofrecer pruebas de que aún en ese estado es capaz de producir efectos. La representación de la agencia representante de pulsión posee un monto de afecto, denominado también factor cuantitativo. A través de él la representación, a pesar de permanecer inconsciente (desconocida), es capaz de desplegar efectos. El afecto que la representación es capaz de desplegar, una vez que ha alcanzado suficiente intensidad la investidura (monto de afecto, factor cuantitativo), siempre llega a la conciencia. No hay resistencias para su desarrollo. ¿Cómo lo consigue? Enlazándose a otra representación, que puede burlar la censura y a la cual puede asociarse, pues en lo inconsciente rigen las leyes del proceso primario. Y tenemos noticia de que ello ha ocurrido así (por :reconstrucción a posteriori), porque al sumarse el affektbetrag de la representación sustitutiva, cuando llega a ser registrable para la sensación como afecto, el mismo no armoniza con la naturaleza de la representación. Deviene en síntoma al resultar irreductible por la lógica del proceso secundario la discordancia entre afecto y representación. Otros hablan de inconsciente antes (y después). Pero este inconsciente no puede dar cuenta concretamente del modo en que una idea (inconsciente) es capaz de producir efectos, a pesar de no ser percibida por el sujeto conscientemente. ¿Cómo puede llegar a detectarse lo inconsciente? Por los afectos *. Pero no por todos, sino sólo por aquellos que el propio sujeto percibe como discordantes. A través de ellos nos llegan a la conciencia rastros de procesos como el de la represión, a raíz de que la intensidad de los afectos que se perciben en la conciencia es expresión de una cantidad, aunque no tengamos manera de medirla. Una pulsión nunca puede llegar a ser objeto de conciencia. Sólo puede serlo su representación, que es su representante. Ahora bien, tampoco en el interior de lo inconsciente puede estar representada si no lo es por una representación. Si la pulsión no adhiriera a una representación, ni saliera a la luz como un estado afectivo, nada sabríamos de ella. Entonces, cuando hablamos de una moción pulsional inconsciente o, lo que es lo mismo, de una moción pulsional reprimida, no es sino un inofensivo descuido en la expresión. No podemos sino aludir a una moción pulsional cuya agencia representante-repre- * Hay otras manifestaciones de lo inc. Freud (1937) Y el factor cuantitativo 1125 sentación (vorstellung) es inconsciente pues otra cosa no entra en cuenta. ¿Podemos hablar de sentimientos inconscientes de odio, furia, miedo, angustia, culpa, dolor, pena? Los sentimientos son relativos a la sensación y por ende puede ocurrir (y de hecho ocurre) que sean percibidos erróneamente por la conciencia. ¿De qué manera ello puede ocurrir? La represión, al actuar sobre la agencia representante de pulsión conflictiva, disoció la representación del monto de afecto y éste se enlazó entonces a una representación sustitutiva. ¿Cuándo llamamos inconsciente a la moción afectiva? Cuando restablecemos el enlace original y correcto entre la representación y el monto de afecto. Pero estrictamente hablando nunca lo fue, ya que el afecto siempre llegó a la conciencia. El uso de expresiones como "afecto inconsciente" y "sentimiento inconsciente" remite en general a los destinos del factor cuantitativo de la agencia representante de pulsión. La represión generalmente fracasa, en el dominio del factor cuantitativo, que es el responsable de los efectos (que son afectos). El factor cuantitativo consigue siempre el desarrollo de afecto (siempre y cuando haya adquirido suficiente intensidad de investidura). Lo consigue porque pulsa por surgir, por descargarse a través de cualquier representación que así lo permita. Es por ello que la represión debe continuar en la representación sustitutiva, pues a ella se ha transferido el monto de afecto. El objeto de la represión es en realidad impedir el desarrollo de afecto displacentero, y es justamente en aquello que más fracasa. Quizá por ello José L. Etcheverry, en la nueva edición castellana de Freud, tradujo "represión secundaria" como "esfuerzo por dar caza", porque busca cazar, atrapar, impedir, el desarrollo de afecto. Esto último es lo que la represión persigue, pero no lo consigue más que en la representación. Y es por ello que se dice que la represión fracasa en el dominio del factor cuantitativo. . Este es el mundo de los afectos de los que se ocupa el psicoanálisis. Se ocupa de los afectos que son exteriorización de pulsión reprimida o, mejor dicho, de agencia representante de pulsión cuya representación ha sido reprimida y cuyo monto de afecto, al transferirse a otra representación (sustitutiva) es percibido erróneamente por la conciencia y a raíz de esa transferencia el monto de afecto adquiere intensidad desproporcionada en relación con la representación y deviene síntoma para el análisis. Estos síntomas son considerados efectos (que son afectos) de una representación devenida inconsciente. Como conclusión, podemos decir que el punto de vista económico es parte de un todo indivisible y complementario. Junto con el tópico, estudia el proceso represivo de la agencia representante de pulsión. Es 1126 Willy Perinot por ello que el psicoanálisis no puede prescindir de este concepto. Estudiar tan sólo los destinos de la representación sería como estudiar en lingüística sólo el significado, omitiendo o desestimando el estudio del significante. v. Algunas conclusiones sobre los tres puntos de vista económicos Podemos definir, entonces, tres puntos de vista econormcos, Luego de haberlos identificado y discriminado unos de otros, puede comprenderse que todos deben ser tenidos en cuenta. Cada uno de ellos ha rescatado un aspecto del concepto. Podemos decir que el de la metapsicología permite la integración de los tres, aunque, a mi entender, sea precisamente éste el que esté desdibujado y omitido en la bibliografía. Pero se detecta algo de su presencia por la naturaleza de las críticas. El punto de vista económico tiene relación con: a. La intensidad de ciertas representaciones: aunque es de tener en cuenta que no I~S el punto de vista económico, sino el resultado del proceso que da cuenta del mismo. b. La economía del placer-displacer en el decurso de los procesos anímicos. c. El estudio de los destinos de magnitudes de excitación-factor cuantitativo-monto de afecto, del proceso represivo de la agencia representante de pulsión. d. La compulsión a la repetición tanática, que obliga a reformular que los destinos del factor cuantitativo pueden estar determinados por una economía que está más allá del principio de placer. Pero debe tenerse en cuenta que no demuele ni el principio de placer, ni el punto de vista económico, sino que amplía la comprensión del mismo. e. Que el mundo de los afectos sensibles está en relación directa con las pulsiones y llegado el caso representan a la pulsión tanto o más que las representaciones. f. Que desestimar el punto de vista económico implica perder algo fundamental del psicoanálisis, pues forma parte de un todo no desarticulable. Freud (1937) Y el factor cuantitativo 1127 y el objetivo del concepto es dar cuenta de: a] el mecanismo mediante el cual se puede explicar cómo una representación que se encuentra en estado inconsciente es aún capaz de desplegar efectos; no olvidando que este punto es lo que marca la diferencia entre el inconsciente de los preanalíticos (y muchos pos) y el del psicoanálisis; b] el origen de ciertas representaciones hiperintensas (o subintensas) o, mejor dicho, de representaciones cuyo desprendimiento de afecto es discordante con la representación, pero a pesar de ello son irreductibles por la lógica (representaciones obsesivas, conversiones, fobias y delirios); c] la estrecha relación que existe entre el mundo de los afectos y el mundo de las pulsiones, motores de todo lo psíquico. ¿Y cuál es la naturaleza de la relación existente entre ellos? VI. Hiperpoder del factor cuantitativo, operación genuina del análisis Desvío necesario para poder renfocar la cuestión acerca de la importancia del punto de vista económico. Sin una definición del mismo, lo planteado en "Análisis terminable e interminable" podría ser (y así lo fue) mal comprendido y atribuido a un intento infructuoso de Freud de salvar a la metapsicología y no a razones de peso. Retornemos entonces al párrafo de "Análisis terminable e interminable": "Se llega a refuerzos pulsionales en virtud de nuevos traumas, frustraciones impuestas, influjos colaterales recíprocos de las pulsiones. El resultado es en todos los casos el mismo y confirma el poder incontrastable del factor cuantitativo en la causación de la enfermedad. En este punto tengo la impresión de que debería avergonzarme por todas estas trabajosas elucidaciones, ya que lo que ellas dicen es algo hace mucho tiempo consabido y evidente. Y, en efecto, siempre nos hemos comportado corno si lo supiéramos; sólo que en nuestras representaciones teóricas las más de las veces hemos omitido tornar en cuenta el punto de vista económico en la misma medida que el tópico y el dinámico. Mi disculpa es pues advertir sobre esa omisión" (A.E., 23, 229). 1128 Willy Perinot Creo que no quedan dudas de que, si no incluimos el factor cuantitativo dentro de la definición que presentamos anteriormente, quedaría como referencia de difícil significación. Y tendríamos que dar razón a quienes sostienen que se trata de un esfuerzo infructuoso de salvar a la "metapsicología". Mas si el factor cuantitativo es la parte visible de todo el desarrollo presentado del punto de vista económico, se nos torna comprensible la cita e incluso adquiere una profundidad que vale la pena destacar ", El proceso represivo sólo puede operar sobre la representación, pero deja en libertad (es incapaz de controlar) la carga, el monto de afecto que corresponde al drang de la pulsión. A raíz de la libre movilidad de las cargas y las leyes particulares de asociación que rigen dentro del sistema inc. debido a los procesos de pensamiento primario allí vigentes, dicho monto de afecto se transfiere sobre otra representación que se denomina sustitutiva. Y mientras no se restablezca el enlace correcto entre la representación y el monto de afecto, el factor cuantitativo, haciendo valer el hecho de que no se le oponen resistencias a su despliegue, se presenta como hiperpoder incontrastable. Por ello es que mientras no se corrija la represión originaria (fundante) no se corregirá el mismo, y ésta es la operación genuina del análisis. VII. La intensidad constitucional de las pulsiones Cuando Freud estudia la intensidad de las pulsiones (dentro de los tres factores decisivos para la terapia analítica): " [ ... ] La más somera reflexión nos sugiere la duda sobre si es indispensable la limitación que introduce el atributo constitucional (o congénita). Por decisivo que sea desde todo comienzo el factor constitucional, es empero concebible que un refuerzo pulsional sobrevenido más tarde en la vida exteriorice los mismos efectos. Habría, pues, qUE'modificar la fórmula: intensidad pulsional 'por el momento', en lugar de 'constitucional''' (A.E., 23, 227; S.E., 23, 224-5; G.W., 16, 68-9; B.N., 3, 547). * Por si quedan dudas acerca de la coincidencia entre factor cuantitativo y monto de afecto, ver A.E., 14, 148 Y 152 (S.E., 14, 153 Y 157-8; B.N., 1, 1048 Y 1050; G.W., 10, 256 Y 260). Freud (1937) Y el factor cuantitativo 1129 La adolescencia y la menopausia son capaces, con el incremento pulsional que aportan, de transformar la pulsión en ingobernable para el yo. La intensidad de las pulsiones sufre de vicisitudes; su invariabilidad es aparente. Debido a que la representación y el afecto que ésta es capaz de desarrollar se manifiestan como una unidad, la intensidad de la pulsión se presenta a la percepción sensorial como lo más constitucional y genéticamente determinado (inmutable). Cuando se pone de manifiesto, mediante el análisis, que representación y afecto están unidos por una soldadura, que pueden ser separados y sufrir cada uno de ellos un destino independiente, se abre un camino nuevo a la comprensión. La intensidad pulsional puede recibir refuerzos por nuevos traumas, frustraciones impuestas e influjos colaterales por efecto de las transferencias de montos de afecto de las representaciones reprimidas originariamente. A modo de muy sintético ejemplo: Una pulsión de amor, que se registraba como incestuosa, es reprimida, pero por regresión a la etapa sádico-anal, se reinscribía como pulsión agresiva. Transmite a la agresividad un plus. De ello resulta una intensidad inusitada (hiperintensidad). Provoca que sea inhibida, coartada aparentemente para protección del objeto. Refuerza a nivel de la conciencia la corriente reparatoria (formación reactiva). El sujeto es incapaz de emplear su agresividad operativamente. La causa verdadera es la libidinización de la corriente hostil. De no tomar en cuenta el punto de vista económico, todo este proceso quedaría oculto. La intensidad pulsional sería interpretada como exagerada y congénitamente determinada. Se presentaría como la roca dura inmutable. Se olvidaría que la corrección del proceso represivo originario hace que lo que se presenta a priori como constitucional y unitario pueda ser el resultado del reforzamiento regresivo. De allí que la corrección del proceso represivo originario sea la operación genuina del análisis y, a la vez, la que pone término al hiperpoder del factor cuantitativo. El punto de vista económico -que es para diferentes autores el fracaso de la comprensión analítica y aquello que pone fin al análisis=-, en realidad, a la luz de estas observaciones, nos ofrece un instrumento para continuar el análisis, allí justamente donde se nos presenta como más inmutable, en la intensidad de las pulsiones. 1130 Wi1ly Perinot Por ello creo que vale la pena decir que no debemos olvidar, en nuestras representaciones teóricas, tomar en cuenta el punto de vista económico en la misma medida que el tópico y el dinámico, si no queremos definir de antemano un análisis como interminable (imposible) . Bibliograffa Abbagnano, N. (1973), Historia de la filosofía. Montaner, Barcelona, 1978, 3 tomos. Baranger, Willy (1967), "Polémicas actuales acerca del enfoque económico". Revista Uruguaya de Psicoanálisis, IX, 2, 107. (1968), "El enfoque económico de Freud a Melanie Klein", REv. DE PSICOANÁLISIS, XXV, 2, 297. Espartaco, C., y otros (1977), Lo económico en Freud. 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