"Intensidad constitucional de las pulsiones... Hiperpoder del factor

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"Intensidad constitucional
de las pulsiones... Hiperpoder
del factor cuantitativo ... "
* WiUy Perinot (APA)
l. Sigmund Freud: "Análisis terminable e interminable" (1937)
"[ ... ] Las represiones se comportan como unos diques contra el
esfuerzo de asalto de las aguas. Lo mismo que producen aquellos
dos refuerzos pulsionales [se refiere a la adolescencia y a la menopausia] puede sobrevenir de manera irregular en cualquier época de
la vida por obra de influjos accidentales. Se llega a refuerzos pulsionales en virtud de nuevos traumas, frustraciones impuestas, influjos colaterales recíprocos de las pulsiones. El resultado es en
todos los casos el mismo y confirma el poder incontrastable del factor cuantitativo en la causación de la enfermedad.
En este punto tengo la impresión de que debería avergonzarme por
todas estas trabajosas elucidaciones, ya que lo que ellas dicen es
.- Dirección: Sucre 2600, 1~"C", (1428) Capital Federal, R. Argentina.
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Willy Perinot
algo hace mucho consabido y evidente. Y, en efecto, siempre nos
hemos comportado como si lo supiéramos; sólo que en nuestras
representaciones teóricas las más de las veces hemos omitido tomar
en cuenta el punto de vista económico en la misma medida que el
dinámico y el tópico. Mi disculpa es pues advertir así sobre esa
omisión" (A.E., 23, 229; S.E., 23, 226; G.W., 16, 70; B.N. [1968], 3,
549; las bastardillas son mías).
" [ ... ] La rectificación, con posterioridad, del proceso represivo
originario, la cual pone término al hiperpoder del factor cuantitativo, sería entonces la operación genuina de la terapia analítica"
(A.E., 23, 230; S.E., 23, 227; G.W., 16, 73-4; B.N., 3, 550; las bastardillas son mías).
"[ ... ] El factor cuantitativo de la intensidad pulsional se había
contrapuesto en S11 momento a los empeños defensivos del yo; por
eso debimos recurrir al trabajo analítico, y ahora el mismo factor
pone límite a la influencia de este empeño" (A.E., 23, 232; S.E., 23,
229-30; G.W., 16, 86; B.N., 3, 552).
"I ... ] De nuevo nos sale al paso aquí la significatividad del factor
cuantitativo, de nuevo somos advertidos de que el análisis puede
costear sólo unos volúmenes determinados y limitados de energías
que han de medirse con las fuerzas hostiles" (A.E., 23, 241-2; S.E.,
23, 240; G.W., 16, 86; B.N., 3, 561).
Il. Críticas al punto de vista económico
realizadas por autores posfreudianos
"El punto de vista económico se considera a menudo como el aspecto más hipotético de la metapsicología freudiana."
"Si permitimos que nos inunden modelos derivados de la física,
estaremos en peligro de perder lo que es único en el psicoanálisis."
"El enfoque económico es un comodín que se emplea cuando faltan
las palabras o conceptos para entender lo que sucede."
"Una experiencia frecuente en la vida es que el recurso de la fuerza
surge cuando se atranca la dialéctica y se crea un callejón sin salida.
Asimismo necesitamos recurrir a la 'fuerza' en la experiencia analítica, cuando nos enfrentamos con dificultades teóricas y clínicas
insuperables."
Preud (1937) Y el factor cuantitativo
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"Tan pronto como uno aísla la economía de sus expresiones teóricas, la metapsicología sistematiza algo muy distinto de lo que
ocurre en el diálogo analítico. Ello engendra una demonología fantástica, o peor aun, una absurda hidráulica."
"Las metáforas económicas en su aparente sencillez nos llevan a
un empobrecimiento conceptual y a un alejamiento indebido de
nuestro campo de observaciones."
"La introducción del concepto de cantidad crea espinosos problemas que, si bien no impiden el trabajo clínico, dejan en el teórico
cierto malestar."
"El descubrimiento del instinto de muerte socava el fundamento del
enfoque económico. Las ideas de Freud a partir de 1920 hacen la
comprensión del punto de vista económico aun más complicada.
La unicidad que confería el principio de placer se vuelve caduca
luego de la introducción de la dualidad instintiva de vida y muerte."
"El intento de transcribir las teorías en forma de mecánica, de
cargas, de contracargas, descarga y sobrecarga de representaciones
o huellas mnémicas, constituye una verdadera mutilación para el
pensamiento psicoanalítico."
"Freud no era un geómetra, y el psicoanálisis no puede formularse
en términos matemáticos. Además este intento de formulación
choca contra una dificultad fundamental: ¿cómo puede representarse el cargar con energía una representación? El modelo subyacente en este tipo de pensamiento es eléctrico y no psicológico."
"Freud como teórico está tentado a veces a reducir la teoría analítica a una mecánica."
"Lo económico (o sea, la referencia a la intensidad) es un obstáculo contra el cual tropieza el sentido y también aquello con lo
que no podemos dejar de contar."
"Definir un fenómeno psíquico por la intensidad es un reduccionismo simplista. Pretender cuantificar lo psíquico es negar su
esencia. Lo que nos interesa es su significación y no la cuantificación. Decir que un sujeto tiene una pulsión de muerte demasiado
intensa, no sólo no aporta sino que nos aparta del psicoanálisis."
"La teoría de los afectos, reformulada en 1926 por Freud, desarticula el punto de vista económico."
"La hipótesis económica puede haber sido válida como sustento
de la hipótesis de la abreacción, pero no lo es a la luz de los desarrollos ulteriores del psicoanálisis."
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Willy Perinot
III. Algunos interrogantes
Freud, en "Análisis terminable e interminable", define tres factores
como decisivos para la evolución de una terapia: influjo de traumas,
intensidad constitucional de las pulsiones, alteración del yo. Al investigar la intensidad pulsional, para responder el interrogante de si es
posible tramitar de manera duradera y definitivamente una determinada exigencia pulsional, llega a la conclusión de que en todos los
casos se confirma el poder incontrastable del factor cuantitativo y
tiene que disculparse por haber omitido, en el nivel teórico, tomar
en cuenta el punto de vista económico en la misma medida que el
tópico y el dinámico.
En cambio, como pudimos observar en las citas del punto JI, son
muchos los autores ~.para los cuales la alusión a la energía psíquica,
a la cantidad, a la intensidad, o sea, al punto de vista económico, no
sólo no aporta a la penetración psicoanalítica sino aparta del psicoanálisis. Y en general se acude a dichas formulaciones cuando se
ha fracasado en el intento de comprender un determinado fenómeno
en términos psíquicos.
¿Por qué el descubridor del psicoanálisis, en el fin de su vida,
cuando estudia el factor intensidad pulsional, coloca el punto de
vista económico en el centro de la teoría y de la clínica? ¿Y cuáles
son los riesgos, si se descuida ese punto de vista, para definir si
el análisis es terminable o interminable? ¿Por qué cumple un papel
incontrastable el factor cuantitativo en la causación de la enfermedad? ¿Por qué hay que liquidar el proceso represivo originario para
poder terminar con el hiperpoder del factor cuantitativo? ¿Por qué,
frente a la intensidad de las pulsiones, tuvimos que acudir a la ayuda
del análisis, y por qué ese mismo factor pone límite a la labor del
análisis? ¿Por qué corregir el proceso represivo originario es la operación genuina del análisis? Por último, ¿cuál es el motivo de la contradicción tan tajante entre Freud y otros autores, en relación al
factor cuantitativo y el punto de vista económico?
Para abordar todos y cada uno de estos interrogantes es necesario
revisar las diferentes concepciones que pueden plantearse del punto
de vista económico. Presentaré entonces en el apartado siguiente una
apretada síntesis sobre el tema.
* El interesado en los autores de las citas puede detectarlos fácilmente en la
bibliografía.
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Freud (1937) Y el factor cuantitativo
IV. El punto de vista económico:
su revisión en Freud y otros autores
Apoyándome en Freud Concordance, hice un rastreo de todas y cada
una de las citas que sobre el tema haya lo largo de toda la obra freudiana. Cotejarlas con la opinión de otros autores me permitió llegar
a la conclusión de que la definición no es unívoca, de que los distintos
autores parten para dar su opinión de definiciones diferentes del concepto, y de que el punto de vista económico podía entenderse como:
a] concepto fisicalista, b] economicista, el metapsicológico.
a. El punto de vista económico
(comprendido) como concepto fisicalista
No son pocos los autores que consideran el concepto desde este ángulo. Entienden por punto de vista económico:
La referencia por grados de:
a. la intensidad de un impulso instintivo
b. la intensidad de una fijación pregenital
c. la intensidad de un determinado vínculo objetal
d. la intensidad de las exigencias de determinadas instancias psíquicas
e. la intensidad de la reacción del yo frente a determinadas exigencias
f. fortaleza o debilidad yoica
g. la intensidad de un sentimiento de culpa, angustia, odio, dolor,
pena.
Pero, además de la referencia a la intensidad, se incluye dentro de
las consideraciones económicas (o, mejor dicho, de ese modo de como
prender el concepto):
Toda alusión metafórica o concreta a:
a. Aumento, disminución, carga, descarga de una cantidad, cuantum, magnitud de energía psíquica, libidinal, tanática o pulsional.
b. Cuestiones relativas a la energía (psíquica) mediante la cual el
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Willy Perinot
aparato funciona y a cómo esa energía se mueve dentro de él (libre
o ligada).
Por estas referencias, los críticos (sin haber detectado la multivocidad del concepto) sostienen que deriva de la física, lo denominan
fisicista o fisicalista, y lo consideran un intento frustrado de cuantificar lo psíquico y un resabio positivista en el pensamiento freudiano.
b. El punto de vista económico
(comprendido) como concepto economicista
Creo que la mejor manera de sintetizar este punto es tomar textualmente una cita de Freud. No es la única, pero creo que es la más
clara al respecto. Y fue basándose en ella como se llegó a entender de
esa manera el punto de vista económico.
"En la teoría psicoanalítica adoptamos sin reservas el supuesto
de que el decurso de los procesos anímicos es regulado automáticamente por el principio de placer. Vale decir: creemos que en
todos los casos lo pone en marcha una tensión displacentera, y
después adopta tal orientación que su resultado final coincide con
una disminución de aquélla, esto es, con una evitación del displacer
o una producción de placer. Cuando consideramos con referencia a
ese decurso los procesos anímicos por nosotros estudiados (o sea,
cuando son regidos por el principio de placer), introducimos en
nuestro trabajo el punto de vista económico. A nuestro juicio, una
exposición que además de los aspectos tópico y dinámico intente
apreciar este otro aspecto, el económico, es la más completa que
podamos concebir por el momento y merece distinguirse con el
nombre de exposición metapsicológica" (A.E., 18, 7; S.E., 18, 7;
G.W., 13, 3; B.N., 1, 1097).
La cita explicita por sí misma por qué es posible pensar el concepto como derivando de la economía (del placer-displacer) y no de
la física.
c. El punto de vista económico (comprendido
desde una relectura) de la metapsicología
El psicoanálisis se ocupa de estudiar los actos psíquicos. Pero se
limita a aquellos que son de la naturaleza de una representación.
A través del mismo se llegó a la conclusión de que esa representación es un representante psíquico de una pulsión. Esa representación
posee otro elemento diverso, el afecto, que es capaz de desarrollar
y se denomina también investidura psíquica. Se le da el nombre
Freud (1937) Y el factor
cuantitativo
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de monto de afecto y corresponde a la pulsión en la medida en que
ésta se ha desasido de la representación y ha encontrado una expresión proporcionada a su cantidad en procesos que devienen registrables para la sensación como afectos. La pulsión nunca se hace presente por sí misma en lo psíquico. Tampoco puede ser la pulsión
objeto de conciencia. Sólo puede serlo su representación, que es su
representante. A este representante se lo denomina "agencia representante de pulsián" y está constituido por a] la representación
Ivorstellung] y b] el monto de afecto [affektbetrag].
La representación y el afecto que es capaz de desarrollar se presentan a la percepción sensorial como una unidad inseparable, pero
sometidos al análisis revelan estar unidos por una soldadura. Soldadura que el proceso represivo puede deshacer, en cuyo caso cada
una de las partes (la representación y el monto de afecto) tendrá un
destino diferente e independiente.
Cuando debe describirse un caso de represión de una agencia representante de pulsión, tendremos que rastrear por separado lo que,
por efecto del proceso represivo, ha sucedido con la representación por un lado y el monto de afecto por otro.
El estudio de los destinos del monto de afecto de la agencia representante de pulsián, durante el proceso represivo, es como creo que
debe entenderse aquello que Freud define como un nuevo punto de
vista. Lo llama económico y dice que viene a enriquecer el tópico
y el dinámico, para constituir con ello la metapsicología.
¿Por qué lo llama económico? Porque estudia transferencias, distribución, suma, resta, desplazamientos. ¿Pero de qué? De una cantidad (de energía psíquica). Pero no de cualquiera, sino que se trata
de la economía de la parte de la agencia representante de pulsión
que ha adquirido carta de ciudadanía bajo el nombre de monto de
afecto.
El monto de afecto es algo diverso de la representación, es su investidura energética y es algo que representa a la pulsión tanto o más
que la representación.
Los afectos que se perciben en la conciencia algo tienen que ver
con las pulsiones. De allí que en "Lo inconsciente" Freud se ocupe
de ellos. Estudiarlos es necesario, pues de su estudio se extraen conclusiones acerca de las pulsiones, de las investiduras, es decir genéricamente de la energía psíquica.
Pero es de tener en cuenta que la energía psíquica de la cual se
habla no es una energía neutra, que simplemente aporta cantidad,
sino que (a modo de ejemplo) como el exceso de dinero, que en
forma súbita aparece en manos de un menesteroso, llama la atención,
pues inmediatamente genera el interrogante acerca de su origen.
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Willy Perlnot
y es por ello que el proceso represivo debe continuar en la representación sustitutiva hacia donde fue transferido el monto de afecto.
La represión no consiste en hacer desaparecer a toda la agencia representante de pulsión, sino en impedir que la vorstellung devenga
consciente.
Decimos que la representación, cuando está reprimida, es inconsciente. Pero podemos ofrecer pruebas de que aún en ese estado
es capaz de producir efectos.
La representación de la agencia representante de pulsión posee un
monto de afecto, denominado también factor cuantitativo. A través
de él la representación, a pesar de permanecer inconsciente (desconocida), es capaz de desplegar efectos. El afecto que la representación es capaz de desplegar, una vez que ha alcanzado suficiente
intensidad la investidura (monto de afecto, factor cuantitativo),
siempre llega a la conciencia. No hay resistencias para su desarrollo.
¿Cómo lo consigue? Enlazándose a otra representación, que puede
burlar la censura y a la cual puede asociarse, pues en lo inconsciente
rigen las leyes del proceso primario. Y tenemos noticia de que ello
ha ocurrido así (por :reconstrucción a posteriori), porque al sumarse
el affektbetrag de la representación sustitutiva, cuando llega a ser
registrable para la sensación como afecto, el mismo no armoniza
con la naturaleza de la representación. Deviene en síntoma al resultar
irreductible por la lógica del proceso secundario la discordancia entre
afecto y representación.
Otros hablan de inconsciente antes (y después). Pero este inconsciente no puede dar cuenta concretamente del modo en que una idea
(inconsciente) es capaz de producir efectos, a pesar de no ser percibida por el sujeto conscientemente.
¿Cómo puede llegar a detectarse lo inconsciente? Por los afectos *.
Pero no por todos, sino sólo por aquellos que el propio sujeto percibe
como discordantes. A través de ellos nos llegan a la conciencia rastros de procesos como el de la represión, a raíz de que la intensidad
de los afectos que se perciben en la conciencia es expresión de una
cantidad, aunque no tengamos manera de medirla.
Una pulsión nunca puede llegar a ser objeto de conciencia. Sólo
puede serlo su representación, que es su representante. Ahora bien,
tampoco en el interior de lo inconsciente puede estar representada si
no lo es por una representación. Si la pulsión no adhiriera a una
representación, ni saliera a la luz como un estado afectivo, nada sabríamos de ella. Entonces, cuando hablamos de una moción pulsional
inconsciente o, lo que es lo mismo, de una moción pulsional reprimida, no es sino un inofensivo descuido en la expresión. No podemos
sino aludir a una moción pulsional cuya agencia representante-repre-
* Hay otras manifestaciones de lo inc.
Freud (1937) Y el factor
cuantitativo
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sentación (vorstellung) es inconsciente pues otra cosa no entra en
cuenta.
¿Podemos hablar de sentimientos inconscientes de odio, furia,
miedo, angustia, culpa, dolor, pena? Los sentimientos son relativos
a la sensación y por ende puede ocurrir (y de hecho ocurre) que
sean percibidos erróneamente por la conciencia. ¿De qué manera
ello puede ocurrir? La represión, al actuar sobre la agencia representante de pulsión conflictiva, disoció la representación del monto de
afecto y éste se enlazó entonces a una representación sustitutiva.
¿Cuándo llamamos inconsciente a la moción afectiva? Cuando restablecemos el enlace original y correcto entre la representación y el
monto de afecto. Pero estrictamente hablando nunca lo fue, ya que
el afecto siempre llegó a la conciencia.
El uso de expresiones como "afecto inconsciente" y "sentimiento
inconsciente" remite en general a los destinos del factor cuantitativo de la agencia representante de pulsión.
La represión generalmente fracasa, en el dominio del factor cuantitativo, que es el responsable de los efectos (que son afectos). El
factor cuantitativo consigue siempre el desarrollo de afecto (siempre
y cuando haya adquirido suficiente intensidad de investidura). Lo
consigue porque pulsa por surgir, por descargarse a través de cualquier representación que así lo permita. Es por ello que la represión
debe continuar en la representación sustitutiva, pues a ella se ha
transferido el monto de afecto. El objeto de la represión es en realidad impedir el desarrollo de afecto displacentero, y es justamente
en aquello que más fracasa. Quizá por ello José L. Etcheverry, en la
nueva edición castellana de Freud, tradujo "represión secundaria"
como "esfuerzo por dar caza", porque busca cazar, atrapar, impedir,
el desarrollo de afecto. Esto último es lo que la represión persigue,
pero no lo consigue más que en la representación. Y es por ello
que se dice que la represión fracasa en el dominio del factor cuantitativo.
.
Este es el mundo de los afectos de los que se ocupa el psicoanálisis.
Se ocupa de los afectos que son exteriorización de pulsión reprimida o, mejor dicho, de agencia representante de pulsión cuya representación ha sido reprimida y cuyo monto de afecto, al transferirse
a otra representación (sustitutiva) es percibido erróneamente por la
conciencia y a raíz de esa transferencia el monto de afecto adquiere
intensidad desproporcionada en relación con la representación y
deviene síntoma para el análisis. Estos síntomas son considerados
efectos (que son afectos) de una representación devenida inconsciente.
Como conclusión, podemos decir que el punto de vista económico
es parte de un todo indivisible y complementario. Junto con el tópico,
estudia el proceso represivo de la agencia representante de pulsión. Es
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Willy Perinot
por ello que el psicoanálisis no puede prescindir de este concepto.
Estudiar tan sólo los destinos de la representación sería como estudiar en lingüística sólo el significado, omitiendo o desestimando el
estudio del significante.
v.
Algunas conclusiones sobre
los tres puntos de vista económicos
Podemos definir, entonces, tres puntos de vista econormcos, Luego
de haberlos identificado y discriminado unos de otros, puede comprenderse que todos deben ser tenidos en cuenta. Cada uno de ellos
ha rescatado un aspecto del concepto. Podemos decir que el de la
metapsicología permite la integración de los tres, aunque, a mi entender, sea precisamente éste el que esté desdibujado y omitido en
la bibliografía. Pero se detecta algo de su presencia por la naturaleza
de las críticas.
El punto
de vista económico
tiene relación
con:
a. La intensidad de ciertas representaciones: aunque es de tener
en cuenta que no I~S el punto de vista económico, sino el resultado
del proceso que da cuenta del mismo.
b. La economía del placer-displacer en el decurso de los procesos
anímicos.
c. El estudio de los destinos de magnitudes de excitación-factor
cuantitativo-monto de afecto, del proceso represivo de la agencia
representante de pulsión.
d. La compulsión a la repetición tanática, que obliga a reformular
que los destinos del factor cuantitativo pueden estar determinados
por una economía que está más allá del principio de placer. Pero
debe tenerse en cuenta que no demuele ni el principio de placer,
ni el punto de vista económico, sino que amplía la comprensión
del mismo.
e. Que el mundo de los afectos sensibles está en relación directa
con las pulsiones y llegado el caso representan a la pulsión tanto
o más que las representaciones.
f. Que desestimar el punto de vista económico implica perder
algo fundamental del psicoanálisis, pues forma parte de un todo
no desarticulable.
Freud (1937) Y el factor cuantitativo
1127
y el objetivo del concepto es dar cuenta de:
a] el mecanismo mediante el cual se puede explicar cómo una
representación que se encuentra en estado inconsciente es aún
capaz de desplegar efectos; no olvidando que este punto es lo que
marca la diferencia entre el inconsciente de los preanalíticos (y
muchos pos) y el del psicoanálisis;
b] el origen de ciertas representaciones hiperintensas (o subintensas) o, mejor dicho, de representaciones cuyo desprendimiento
de afecto es discordante con la representación, pero a pesar de ello
son irreductibles por la lógica (representaciones obsesivas, conversiones, fobias y delirios);
c] la estrecha relación que existe entre el mundo de los afectos y
el mundo de las pulsiones, motores de todo lo psíquico. ¿Y cuál es
la naturaleza de la relación existente entre ellos?
VI. Hiperpoder del factor cuantitativo,
operación genuina del análisis
Desvío necesario para poder renfocar la cuestión acerca de la importancia del punto de vista económico. Sin una definición del mismo,
lo planteado en "Análisis terminable e interminable" podría ser (y
así lo fue) mal comprendido y atribuido a un intento infructuoso de
Freud de salvar a la metapsicología y no a razones de peso.
Retornemos entonces al párrafo de "Análisis terminable e interminable":
"Se llega a refuerzos pulsionales en virtud de nuevos traumas, frustraciones impuestas, influjos colaterales recíprocos de las pulsiones. El resultado es en todos los casos el mismo y confirma el
poder incontrastable del factor cuantitativo en la causación de la
enfermedad.
En este punto tengo la impresión de que debería avergonzarme
por todas estas trabajosas elucidaciones, ya que lo que ellas dicen
es algo hace mucho tiempo consabido y evidente. Y, en efecto,
siempre nos hemos comportado corno si lo supiéramos; sólo que
en nuestras representaciones teóricas las más de las veces hemos
omitido tornar en cuenta el punto de vista económico en la misma
medida que el tópico y el dinámico. Mi disculpa es pues advertir
sobre esa omisión" (A.E., 23, 229).
1128
Willy Perinot
Creo que no quedan dudas de que, si no incluimos el factor cuantitativo dentro de la definición que presentamos anteriormente, quedaría como referencia de difícil significación. Y tendríamos que dar
razón a quienes sostienen que se trata de un esfuerzo infructuoso
de salvar a la "metapsicología". Mas si el factor cuantitativo es la
parte visible de todo el desarrollo presentado del punto de vista
económico, se nos torna comprensible la cita e incluso adquiere
una profundidad que vale la pena destacar ",
El proceso represivo sólo puede operar sobre la representación,
pero deja en libertad (es incapaz de controlar) la carga, el monto
de afecto que corresponde al drang de la pulsión. A raíz de la libre
movilidad de las cargas y las leyes particulares de asociación que
rigen dentro del sistema inc. debido a los procesos de pensamiento
primario allí vigentes, dicho monto de afecto se transfiere sobre otra
representación que se denomina sustitutiva. Y mientras no se restablezca el enlace correcto entre la representación y el monto de afecto,
el factor cuantitativo, haciendo valer el hecho de que no se le oponen
resistencias a su despliegue, se presenta como hiperpoder incontrastable. Por ello es que mientras no se corrija la represión originaria
(fundante) no se corregirá el mismo, y ésta es la operación genuina
del análisis.
VII. La intensidad constitucional de las pulsiones
Cuando Freud estudia la intensidad de las pulsiones (dentro de los
tres factores decisivos para la terapia analítica):
" [ ... ] La más somera reflexión nos sugiere la duda sobre si es
indispensable la limitación que introduce el atributo constitucional
(o congénita). Por decisivo que sea desde todo comienzo el factor
constitucional, es empero concebible que un refuerzo pulsional
sobrevenido más tarde en la vida exteriorice los mismos efectos.
Habría, pues, qUE'modificar la fórmula: intensidad pulsional 'por
el momento', en lugar de 'constitucional''' (A.E., 23, 227; S.E., 23,
224-5; G.W., 16, 68-9; B.N., 3, 547).
* Por si quedan dudas acerca de la coincidencia entre factor cuantitativo
y
monto de afecto, ver A.E., 14, 148 Y 152 (S.E., 14, 153 Y 157-8; B.N., 1, 1048
Y 1050; G.W., 10, 256 Y 260).
Freud (1937) Y el factor cuantitativo
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La adolescencia y la menopausia son capaces, con el incremento pulsional que aportan, de transformar la pulsión en ingobernable para
el yo.
La intensidad de las pulsiones sufre de vicisitudes; su invariabilidad es aparente.
Debido a que la representación y el afecto que ésta es capaz de desarrollar se manifiestan como una unidad, la intensidad de la pulsión
se presenta a la percepción sensorial como lo más constitucional y
genéticamente determinado (inmutable).
Cuando se pone de manifiesto, mediante el análisis, que representación y afecto están unidos por una soldadura, que pueden ser separados y sufrir cada uno de ellos un destino independiente, se abre
un camino nuevo a la comprensión. La intensidad pulsional puede
recibir refuerzos por nuevos traumas, frustraciones impuestas e influjos colaterales por efecto de las transferencias de montos de afecto
de las representaciones reprimidas originariamente.
A modo de muy sintético ejemplo: Una pulsión de amor, que se
registraba como incestuosa, es reprimida, pero por regresión a la
etapa sádico-anal, se reinscribía como pulsión agresiva. Transmite
a la agresividad un plus. De ello resulta una intensidad inusitada
(hiperintensidad). Provoca que sea inhibida, coartada aparentemente para protección del objeto. Refuerza a nivel de la conciencia
la corriente reparatoria (formación reactiva). El sujeto es incapaz
de emplear su agresividad operativamente. La causa verdadera es la
libidinización de la corriente hostil.
De no tomar en cuenta el punto de vista económico, todo este proceso quedaría oculto. La intensidad pulsional sería interpretada como
exagerada y congénitamente determinada. Se presentaría como la
roca dura inmutable. Se olvidaría que la corrección del proceso represivo originario hace que lo que se presenta a priori como constitucional y unitario pueda ser el resultado del reforzamiento regresivo.
De allí que la corrección del proceso represivo originario sea la
operación genuina del análisis y, a la vez, la que pone término al hiperpoder del factor cuantitativo.
El punto de vista económico -que es para diferentes autores el
fracaso de la comprensión analítica y aquello que pone fin al análisis=-, en realidad, a la luz de estas observaciones, nos ofrece un
instrumento para continuar el análisis, allí justamente donde se nos
presenta como más inmutable, en la intensidad de las pulsiones.
1130
Wi1ly Perinot
Por ello creo que vale la pena decir que no debemos olvidar, en
nuestras representaciones teóricas, tomar en cuenta el punto de vista
económico en la misma medida que el tópico y el dinámico, si no
queremos definir de antemano un análisis como interminable (imposible) .
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