CAPITULO 5: La policía y las comisarías del “menor

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La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
Silvia Guemureman- Alcira Daroqui
CAPITULO 5:
La policía y las comisarías del “menor”: aprehensiones y detenciones
La policía, como “auxiliar de la justicia” cuenta entre sus funciones y atribuciones la de
receptar denuncias, tanto cuando los niños, adolescentes y jóvenes son “víctimas de un
delito”, “abandono” o de “situaciones de alta conflictividad al interior de la familia”, o
cuando son autores de delitos o presuntos sospechosos de hechos delictivos. En el caso
de los “menores víctimas” de delito, estas denuncias también se pueden realizar en la
sede del juzgado. Sin embargo, la comisaría es el lugar de “elección inmediata”
teniendo en cuenta la “cercanía espacial y por la disponibilidad horaria”.
La policía no eleva todo lo que sucede al interior de sus dependencias a los tribunales.
En consecuencia, resultaría interesante realizar una investigación sobre cuales son las
denuncias que la policía “evalúa” que debe dar curso y remitir al juzgado y cuáles son
1
rechazadas como tales en la misma sede de la Comisaría.
En los casos en las comisarías son receptoras y “evaluadoras” de denuncias sobre
delitos contra los menores, actúa como un filtro de situaciones que consideran
pertinente o no derivar al Juzgado. Ello implica por tanto, asumir un rol nada
despreciable en la larga “cadena institucional” que determina cuáles sujetos se
judicializarán y cuáles no. También la policía “talla” en la orientación de los
tratamientos que han de merecer los sujetos que les llegan. Destacamos que en estos
casos, la demanda parte de los interesados (vecinos, padres, madre o padre, de
instituciones), es decir, la policía no interviene directamente en el proceso de detección
de la problemática y de los sujetos inmersos en ella. Son receptores y su papel pasa a
1
Hacemos esta mención, ya que esta información se nos ha presentado a lo largo de nuestras
investigaciones como un material que debería ser analizado. Es decir, la disparidad de criterios
contradictorios aún al interior de una misma dependencia policial en materia de evaluación de
problemáticas que acercan vecinos de la comunidad, a qué le dan prioridad, porqué y qué situaciones que
expresan conflictos, maltratos, etc. pueden ser rechazadas según el policía que esté de guardia al
momento de recibir la denuncia y cuáles derivar al Juzgado. Esto adquiere especial importancia cuando se
observan con regularidad la derivación a Juzgados(para su judicialización) situaciones que no requerirían
intervención alguna de un Juzgado de Menores o que corresponde a otra competencia judicial (civil,
penal, familia) y situaciones que habiendo llegado al Juzgado en forma directa son de suma gravedad
(víctimas de violaciones, maltratos físicos etc), reconocen uno o varios pasos previo durante algún tiempo
por Comisaría en donde no registraron la denuncia y por ende no realizaron derivación alguna sin
explicitar motivos que lo justifiquen. Al llegar al Juzgado, en este marco, estas situaciones suelen estar
agravadas exponencialmente.
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cumplir un lugar destacado, como ya expresáramos, en la evaluación de la situación
para la derivación al juzgado. La situaciones graves, aunque no hayan consideradas de
esta manera por el personal policial, por alguna otra instancia suelen llegar igualmente a
ser tratadas en algún momento en sede judicial.
Cuando el accionar policial está abocado a “sus tareas de prevención del delito”, la
situación es distinta. Cobra especial relevancia lo que hemos dado en llamar “las
2
aprehensiones y las detenciones policiales . La “aprehensión” de adolescentes y jóvenes
se produce cuando se encuentran imputados o sospechados de la comisión de un delito y
es la que dispara la maquinaria que desarrollará el doble proceso de “estigmatización” y
“judicialización” que se constituirán en los factores determinantes en la construcción del
“sujeto menor desviado-peligroso”.
La estigmatización y la judicialización son complementarios a la hora de “identificar a
sujetos menores” en el caso de ser marcados, señalados, etiquetados como “sospechosos
de.....” seguramente se los judicializará, y a partir de la judicialización el proceso de
etiquetamiento es irreversible. En otras palabras, el ingreso a la “maquinaria
judicial” por parte de un adolescente, joven o niño imputado de un delito, sólo es
posible a través de la instancia policial, es el accionar policial el que determina
quienes y qué delitos deberán ser tratados en sede judicial y quiénes y qué delitos
integrarán la “cifra oscura” de los N.N imputados y los hechos delictuosos jamás
esclarecidos.
Se suma en este contexto el hecho que las “aprehensiones policiales” son la que
engrosan las estadísticas que “definen” en un momento determinado qué tipo de delitos
se cometen con más frecuencia, cuántos “menores” han sido inculpados y “qué
políticas de seguridad” se pondrán en marcha para “sujetar a estos sujetos”.
En este capítulo pretendemos desentrañar la temática de las “aprehensiones y las
detenciones policiales” a través de los datos, análisis de documentos y normativas y a
través de las cifras proporcionadas por las agencias responsables de otorgar
información a las otras agencias del Estado que delinean las políticas de seguridad.
2
Por aprehensión entendemos el momento de la “captura” del “menor” sospechado de cometer un delito;
en cambio, la detención supone un segundo momento, y la entendemos como la “aprehensión
materializada” en el efectivo alojamiento en comisaría.
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Finalmente brindaremos algunas aproximaciones sobre la significación que adquieren
“las estadísticas” a la hora de ofrecer “cierta inteligibilidad” al fenómeno conocido
mas-mediáticamente de “la delincuencia juvenil”.
La información sobre la cantidad de aprehensiones policiales reconocen como fuente: la
reportada por el Registro Nacional de Reincidencia y Estadística Criminal, la del
módulo de Seguridad Pública que aparece publicado en el anuario del INDEC y las
estadísticas policiales procedentes del propio Sistema de Estadísticas Policiales (SEP),
obrante en sede de la Policía Federal Argentina, o en el Ministerio de Justicia y
Seguridad, Secretaría de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
El Registro Nacional de Reincidencia y Estadística Criminal es una dependencia del
Ministerio de Justicia, que ha tenido históricamente a su cargo la confección de las
estadísticas criminales, entre las que se encontraban la discriminación de hechos
delictuosos con intervención policial en todo el país, desagregadas por jurisdicción, por
sexo, grupos de edad y cantidad conocida y desconocida de inculpados, denuncias y
querellas y sentencias condenatorias.
Recientemente, se ha producido un cambio importante, ya que por resolución interna del
Ministerio de Justicia, gran parte de la labor de esta dirección fue traspasada a la
Dirección de Política Criminal.
3
La desagregación se confecciona para los “hechos delictuosos” con “cantidad conocida
de inculpados”, esto es solo un porcentaje del total de los hechos delictuosos
denunciados, y un porcentaje mucho menor de los hechos delictuosos ocurridos (la
“cifra oscura”).
Aún con estas limitaciones, esta información permite tener una aproximación de la
cantidad de hechos delictuosos en que están involucrados menores de 21 años, según la
desagregación de “menores de 16”, “menores comprendidos entre 16 y 18 años” y
jóvenes entre 18 y 21 años”, en virtud de qué delito, así como jurisdicción geográfica y
organismo de prevención interviniente (policía federal, gendarmería, policías
provinciales, prefectura o Superintendencia).
3
La actual función del Registro es la confección de estadísticas sobre sentencias condenatorias.
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Antes de pasar a los cuadros, cabe realizar comentarios sobre alguna de las otras fuentes
de datos.
El módulo de Seguridad Pública que publica el Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos (INDEC), en su anuario estadístico, contiene información reportada por el
Registro Nacional de Reincidencia y Estadística Criminal. Aparecen las cifras globales
junto a las tasas de delincuencia cada 100.000 habitantes discriminadas por jurisdicción.
El INDEC publica y posee esta información en virtud de la Ley Nacional N°17.622/68
de Actividades Estadísticas Oficiales y Realización de Censos, con sus modificatorias y
decretos reglamentarios. Según esta ley, los organismos oficiales deben reportar
periódicamente al INDEC sus estadísticas, quedando integrados al sistema estadístico
nacional, que es la entidad facultada para divulgar y dar conocimiento público a la
información.
Este argumento es esgrimido por la policía, tanto la Federal como la de la Provincia de
Buenos Aires, cuando se niega a proporcionar información en forma directa a la
demanda de la Universidad de Buenos Aires.
A sabiendas del recorrido de la información, se procedió a chequear la información de
Capital Federal obrante en el Registro Nacional de Reincidencia y Estadística Criminal
4
con la información procedente de la propia manufactura policial , y para realizar la
misma comprobación con la información otorgada por provincia de Buenos Aires, se
recurrió a la fuente original, es decir, la Secretaría de Seguridad dependiente del
Ministerio de Seguridad y Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
Realizadas estas aclaraciones nos proponemos analizar la información según las fuentes
citadas.
El Cuadro II del anexo estadístico confeccionado por el Registro Nacional de
Reincidencia para la Provincia de Buenos Aires informa sobre los Hechos Delictuosos
5
con intervención policial ocurridos en el año 1997. Se registraron 13.929 inculpados
menores de 18 años que representaron el 7,8% del total general de inculpados (sumando
4
Información que se consiguió por la vía indirecta, a través del CELS –Centro de Estudios Legales y
Sociales-, que en virtud de un Recurso de Amparo favorable, oportunamente presentado, es una de las
pocas instituciones a la cual la Policía Federal Argentina entrega información. Agradecemos a Sofía
Tiscornia, responsable del Programa de Violencia Institucional del CELS, el habernos proporcionado los
datos.
5
Cifra que resulta de la sumatoria de dos intervalos etáreos, el de menores de 16 años, y de los
comprendidos entre los 16 y 18.
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conocidos y desconocidos). Si, en cambio, agregáramos el segmento etáreo de 18 a 21
(jóvenes adultos) la cifra de los inculpados se duplicaría, ya que este segmento por sí
solo tiene una frecuencia de 13.809 casos. Finalmente, si añadimos el segmento de los
6
mayores de 21 años, arribaríamos a un total de inculpados conocidos de 57.514 .
La cifra resultante representaría el 32,6% del total general de inculpados sacando el
porcentaje sobre este total. Con estos totales, la representación de los jóvenes en la
distribución cambia, ya que ahora representan el 24,2% de los inculpados conocidos, es
decir que estos dos segmentos se llevan una cuarta parte de las aprehensiones, guarismo
que se eleva al doble si le añadimos a los jóvenes adultos.
Esto podría permitir decir que un 50% de los hechos delictuosos en los cuales se
identifica7 un inculpado con arreglo a edad y sexo, son jóvenes y adolescentes. La
diferencia con respecto a las dos primeras columnas se explica porque éstas suman
8
“hechos” y no “personas” y se sabe que un hecho delictuoso puede involucrar a más de
un autor.
Es evidente que esta planilla tiene problemas de confección como el de mezclar
unidades de análisis diferentes, amén de problemas aritméticos. Lo que de todos modos
se puede decir, conforme al desgrane que hemos hecho de los datos, es que los jóvenes
varones son a todas luces “blancos” más fáciles de aprehensión policial , al menos en
la Provincia de Buenos Aires.
Realizando una discriminación según hecho delictuoso, vemos que los “delitos contra la
propiedad” son los únicos que concentran mayor cantidad desconocida de inculpados
que cantidad conocida. El delito en sí concentra el 46,40% de los hechos delictuosos del
año con cantidad conocida y el 78, 45% de los hechos con cantidad desconocida de
inculpados, es decir, los casos en los cuales no se pudo identificar autor. De los hechos
con cantidad conocida, los jóvenes (sumando los tres segmentos etáreos) concentran el
49,52 % (16.052) del total de los aprehendidos (32.415) por el delito de robo. A su vez,
en la representación total de delitos cometidos por el segmento etáreo (27.738), los
robos representarían el 57,87%, siendo también importante el “delito contra las personas
6
Este dato sonaría irrelevante, pero no lo es, ya que si a esos 57.514 le sumamos los 114.946 inculpados
sin identificar sexo, ni edad, arribamos a un total de 172.460 como cifra total de inculpados, que difiere
de la sumatoria oficial de 176.323 (constatar en la planilla).
7
Identificación que conlleva la aprehensión y detención por parte de los efectivos policiales.
8
Esta es otra de las bondades de las estadísticas presentadas: mezclan en el mismo cuadro dos unidades
de análisis diferentes.
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culposos” que se llevan el 11,39% de los hechos delictuosos. Otra particularidad de la
categoría, es que los 3160 jóvenes clasificados según este delito, configuran el 71,94%
(4392) del tipo de “delito contra las personas culposos”, o sea, supera ampliamente a los
adultos.
También se podría decir que se dibuja una forma de persecución policial que
incrimina tipos de hechos delictuosos según de quien se trate, y en esta cuestión, la
edad y el sexo son atributos fundamentales.
En la planilla de la Ciudad de Buenos Aires (consultar Cuadro N°1 del Anexo),
también del registro nacional de puede verse que respecto a la entidad de los delitos
según los cuales son aprehendidos los jóvenes, los delitos contra la propiedad son los
que concentran mayor representación, con una peculiaridad: también son los delitos con
mayor cantidad desconocida de inculpados. Sin embargo a diferencia de la Provincia de
Buenos Aires (en donde era la única categoría en que la cantidad desconocida superaba
la cantidad conocida), en la Ciudad de Buenos Aires, también los “delitos contra las
personas dolosos” tiene la misma característica, y esta desproporción se replica en una
razón de 4 a 1 en los hechos delictuosos vinculados a leyes especiales o decretos leyes
(véase el Cuadro I) .
Pero volviendo a los delitos contra la propiedad, si sumamos los intervalos que
concentran “jóvenes”, tenemos 2950 inculpados que en el año 1998 representaron el
27,30% del total de inculpados conocidos (10.802).
Otro delito en que se destacan las aprehensiones de los jóvenes, es el de la infracción a
la ley de estupefacientes, que concentra el 32,75% (2013) de las aprehensiones según
ese delito con cantidad conocida de inculpados ( total: 6146).
Ahora, vale la pena revisar los datos proporcionados por la propia policía, que fueron
obtenidos, como ya dijéramos, a través del Programa de Violencia Institucional que
funciona en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Se presentan como
Cuadro N°3 del Anexo. En principio se puede observar, que los datos con
desagregaciones no tan precisas en términos de intervalos de edad, replican los
presentados en el Cuadro N° 1, o sea, que el cruce de información previsto como forma
de control de la misma, dio un resultado favorable. Sobrarían las interpretaciones
entonces, pero....: si se observa atentamente la columna final de ambos cuadros,
veremos que si bien el total general es el mismo, difieren los totales parciales por hecho
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delictuosos: en el caso de los delitos contra las personas (dolosos), en las leyes
especiales y/o decretos y en el caso de delitos vinculados a la ley 23.737 esto es
particularmente notable, sin perjuicio que connoten diferencias también los delitos
contra la libertad, contra la seguridad común, etcétera
Respecto a las distribuciones, creemos que tiene validez lo antedicho en ocasión de
analizar la representatividad de los jóvenes.
En la Provincia de Buenos Aires, tuvimos serios problemas, porque la información
remitida desde la misma Secretaría de Justicia del Ministerio de Seguridad y Justicia de
la Provincia, acusa dificultades evidentes.
Para todo 1998, se reportaron 1368 “menores” detenidos por delito (varones y mujeres)
9
y 400 detenidos por no delito, o sea un total de 1768 “menores” (ver datos el Anexo
Cuadro N°4).
Esta cifra no coincide ni con la proporcionada por el Registro Nacional de Reincidencia
y Estadística Criminal para el mismo período y jurisdicción, ni con la propias cifras de
la policía desagregadas por Unidad Regional interviniente, y menos aún con las
estadísticas judiciales de la Suprema Corte, que dan cuenta que para 1998 hubo un total
de causas penales de 19.195, que involucraron a 26827 menores.
Aquí hace falta abrevar en el conocimiento acumulado sobre la temática para
reconstruir el circuito más o menos lógico: los niños y adolescentes usualmente llegan
al Juzgado de la mano de la policía, órgano de prevención y aprehensión por
excelencia. De modo que cualquier especulación sensata, implica estimar la cantidad
de detenciones policiales como un número muchísimo mayor que los ingresos
judiciales, dado que la instancia judicial no llegan todos los menores, sino algunos. Sin
10
embargo, de acuerdo al primer dato presentado, nos faltan 25.059 chicos.
Si el entrecruzamiento lo hacemos con los propios datos de la policía discriminando las
detenciones por Unidades Regionales intervinientes, (Cuadro N° 5 Anexo) la diferencia
se reduce, ya que consta que durante 1998 se detuvieron 10.708 menores (ambos sexos).
Ahora sólo nos faltan 16.099 jóvenes. Si entrecruzamos la información con la
9
La misma policía bonaerense entiende por “no delito” a la fuga de Instituto, fuga de Instituto de
seguridad, y la razón asistencial.
10
Cifra resultante de la sustracción a las 26.827 “menores” incluidos en las 19195 causas penales
iniciadas en 1998, de los 1768 detenidos por la policía bonaerense.
178
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procedente del Registro Nacional de Reincidencia
11
(disponible para 1997, ver Cuadro
N°2), sabemos que hubo 13.921 niños y adolescentes comprendidos en los segmentos
etáreos menores de 16 años (4851) y comprendidos entre 16 y 18 años (9078) detenidos
por la policía por hechos delictuosos con intervención policial, que se convierten en
29.373 si le añadimos aquellos jóvenes aprehendidos con edad oscilante entre los 18 y
12
los 21 años. Esta simple demostración deja al descubierto lo burdo de los datos, y nos
exime de análisis más profundos con arreglo a la evaluación de su calidad.
Por último, destacamos, más allá de la inconsistencia de los datos en cada una de la
fuentes y las dificultades por tanto de hacerlos compatibles entre si, lo importante de
destacar es que la franja etárea “jóvenes” registra un alto porcentaje de aprehensiones
policiales que vinculado al porcentaje de judicialización (analizado en el capítulo de
Administración de justicia......) demuestra que la mayoría de las aprehensiones
“inauguran” el circuito de la desviación.
Las Comisarias del “menor”.
En marzo de 1997 se crea en Capital Federal la “División Unidad de Investigación de
Crímenes contra menores”, en reemplazo de la Comisaría del menor.
Como
veremos, la Comisaría del menor almacena y centraliza legajos e información
pertinente más que a los menores detenidos en la vía pública.
El análisis de las resoluciones de creación de las Comisarías del menor nos habilita a la
reflexión sobre dos lógicas bien diferenciadas en ambas jurisdicciones, operadas bajo
una supralógica común: la de instalar el tema de la “minoridad” dentro de la
estructura y funcionamiento administrativo de la policía.
En el caso de Capital Federal, la creación de la Comisaría del menor bajo un gobierno
de signo militar estuvo vinculada a una lógica estrictamente política: la “investigación”
y la “inteligencia” sobre los “menores” , su familia y su entorno social; es decir, los
menores como vehículo conducente hacia la detección de “focos problemáticos”. Eso
está claramente expresado en la resolución O.D.D. N° 181( ver infra).
11
Consúltese esta planilla en la descripción del Registro Nacional de Reincidencia (1b).
Se llamó para pedir ratificaciones, o rectificaciones, pero la respuesta está demorando como fueron
largas resto de las gestiones
12
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Esta lógica política se resume en un binomio conceptual que rinde exacto homenaje a la
13
ideología subyacente del Patronato de menores: “brigadas
tutelares”. La tutela y la
protección “militarizadas” a través de cuerpos especiales pertenecientes a las fuerzas
policiales.
En la Provincia de Buenos Aires la creación de la Comisaría del menor
estuvo
vinculada a reglamentar el alojamiento de los “menores” en conflicto con las ley penal
en comisarías, lo que supone que el número de los mismos se habría transformado en
una cifra significativa. La resolución de creación no refiere a atribuciones por parte de
la policía que excedan el “control” de los aprehendidos en su espacio de detención. En
efecto la Resolución 36.381/77 de la policía de la Provincia de Buenos Aires no prevee
ni equipos técnicos ni brigadas tutelares que patrullen los barrios de la provincia.
Mientras en la Provincia de Buenos Aires la comisaría es un espacio de detención
“material” de “menores” que no reporta a los efectos de sistematización de información
y confección de legajos, en la Capital Federal el “alojamiento” se concentra en la
14
“materialidad” de los legajos y no de las personas .
en Capital Federal y resoluciones de la Jefatura de la Policía de Buenos Aires para el
tratamiento de menores en Comisarías, nos alerta de que ambas normativas se producen
en un mismo período, aquel que en la historia reciente de la Argentina, estuvo signado
por la infamia y el avasallamiento de las garantías ciudadanas. Nos referimos al Proceso
de Reorganización Nacional que abarcó en términos de gobierno desde 1976 a 1983 y
en cuyo transcurso de sancionaron la Resolución 36.381/77 de la Policía de la Pcia. de
Buenos Aires, la Orden Interna 181/79 de la Policía Federal Argentina, así como el
Regimen Penal de la Minoridad, ley 22.277 y 22.278/80.
13
seg{un el Diccionario Salvat de la lengua castellana se define brigada a la “unidad orgánica de
infantería o caballería formada por dos regimientos.Antiguamente, agregación de tropas de n úmero
variable. Conjunto de personas reunidas para trabajos especiales”.
14
Valga como ejemplo, el dato ilustrativo de que mientras se abrían cerca de 700 legajos mensuales entre
primarios y reincidentes, la población estable nunca superaba los 15 “menores” alojados.
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La Comisaría del Menor en Capital Federal15
En Capital Federal, la Comisaría del menor fue inaugurada el 24 de noviembre
de
1980 por el General Jorge Rafael Videla, asistiendo también el General
Harguindeguy, el Jefe de la Policía Federal Argentina, Dr. Juan Bautista Sasiaín
(General de división), el Subjefe de la Policía Federal Argentina Martín Emilio Blottner
(Comisario General), el Director General de Asuntos Judiciales, Dr. Antonio Salvador
Musolino (comisario mayor), el Jefe del Departamento de Minoridad, Comisario
Inspector Dr. Enrique Luis Plescia. Se designa a cargo de la jefatura de la Comisaría del
Menor al Comisario José Antonio Ferraro, y como segundo jefe, al Subcomisario Juan
José Gadea.
La creación de la Comisaría del menor obedeció a ordenes internas de la
Policía Federal Argentina, es decir, no tuvo -ni tiene- el rango de ley nacional.
Efectivamente, la orden interna Nº 181 del 30 de agosto de 1979, modificó la estructura
entonces vigente e incluyó en el organigrama de la Dirección General de Asuntos
Judiciales, al Departamento de Minoridad. La orden del día interna del 14 de octubre de
1980, estableció los objetivos del Departamento de Minoridad y Asistencia (nivel de
División)
dependiente
de
la
Superintendencia
de
Asuntos
Judiciales.
De
estos
departamentos dependería la Comisaría del menor, también con nivel "División".
Presentamos
un detalle de la exposición de motivos de la orden del día 181/79
que llevaron a su creación:
Ø"Incremento constante que presenta el problema de menores en nuestro país,
particularmente en Capital Federal y Gran Buenos Aires y la necesidad de coordinar el
accionar judicial a nivel intra y extrainstitucional y desarrollar una atención coherente
en atención al menor con problemas de adecuación al medio social y que concluye en
actitudes delincuenciales, surgiendo la imprescindible necesidad de dotar a la institución
dentro de la estructura orgánica";
15
El desarrollo ampliado de este organismo en Silvia Guemureman “Atrapados y Sin salida:
Funcionamiento real de la Comisaría del Menor”, en Revista Delito Sociedad N°2, Buenos Aires,
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ØFunción: “La Comisaría del menor abarcará su intervención desde la prevención
primaria por delito o contravención cometida por menor de edad, o en aquellos en que
resulte víctima, o casos que motive su derivación a organismos especializados previa
intervención de profesionales con los que contará para tal fin”.
La premisa sustancial que guiará su accionar será la prevención.
Tendrá servicio permanente las 24 hs del día, actuando en coordinación con autoridades
judiciales o instituciones de otros organismos del Estado.
El espacio físico será suficiente para albergar 36 menores varones cuyo tiempo máximo
de estadía no podrá exceder los 3 días, pudiendo excepcionalmente prorrogarse por
idéntico lapso.
Cuando las detenidas sean mujeres de inmediato se comunicará al juez, que por lo
general
dispone el traslado a institutos o la restitución a la familia; no permanecerán
16
detenidas ni en el Centro de alojamiento de menores en transito (CAMET) , cuya
creación es posterior, ni en las comisarías.
En el ámbito externo contará con un servicio de Brigadas Tutelares, cuya misión será
una tarea preventiva en toda la Capital Federal, y otras de cooperación en lo
concerniente a los menores buscados por delitos o fugados del hogar procurando
además
17
detectar
lugares,
zonas,
horas,
modalidades
que
constituyan
factores
propiciadores de la delincuencia infanto-juvenil.
La creación de la Comisaría del menor también obedeció a otros factores, como
congresos, jornadas que propiciaban la creación de este tipo de servicios (nacionales e
internacionales).Merecen citarse:
Ø Trabajo del Instituto Interamericano del niño dependiente de la OEA. Policía de
Menores. Se recomienda su creación.
Ø Congreso Panamericano de Criminología - Año 1979, Bs.As.
Ø Reunión de Jefes de Policía y Fuerzas de Seguridad -1979
Ø III Jornadas Nacionales de Pastoral de Minoridad (Episcopado Argentino - 1980)
Ø Jornadas preparatorias del VI Congreso Mundial (ONU) para Prevención del Delito y
tratamiento del delincuente - 1980
Ø siguen los antecedentes (...)18
segundo semestre de 1992.
16
Sin embargo, en las Estadísticas del CAMET de 1991, daba cuenta del paso de mujeres.
17
Debe recordarse que las Brigadas Tutelares visten de civil.
Llama poderosamente la atención que entre los organismos que aparecen la creación de “policías de
menores”, destaquen el Instituto Interamericano del Niño de la OEA cuando fue la misma OEA que en
1979 enviara a la Argentina la famosa Comisión Interamericana de Derechos Humanos con el objetivo de
182
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La acción de la Comisaría del menor se ajustará al cumplimiento de las leyes
10903 y 14.394 (reglamentación de la 10.903); acordada año 1919 y Reglamento de
jurisdicción de la Excelentísima Cámara- Capítulo VIII, artículo 171 in fine.
ESTRUCTURA ORGANICA
ØFuncionaba en el predio cedido por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires,
19
situado en la avenida Diaz Velez 4633/41 .
ØSu capacidad será para 36 menores varones, separados por edad y estado de salud
físico.
MISION Y FUNCIONAMIENTO DE ACUERDO A LOS OBJETIVOS FIJADOS
Objetivos fijados:
1- Vigilancia con fines de prevención y protección en el
ámbito de la Capital Federal
2- Investigación de delitos en que resulten víctimas o
acusados los menores de edad.
3- Planeamiento de la prevención. Legajo del menor.
4- Alojamiento transitorio de menores varones
5- Recepción de denuncias
6- Servicio de Brigadas Tutelares
7- Coordinación con el Poder Judicial. Oficios. Capturas
8- Tratamiento inicial
9-Traslados (Excepcionalmente hasta 60 km. de Capital Federal)
10- Cooperación con todas las dependencias operativas
de la institución
Vale la pena transcribir el contenido de algunos de los objetivos, a saber:
1-Vigilancia con fines de prevención y protección: "(...)La policía desde el punto de
vista orgánico es el conjunto de servicios públicos, que asegura el mantenimiento del
orden social; previniendo el abandono y la comisión de hechos delictuosos y en
investigar y denunciar los crímenes por parte de la dictadura militar. Los funcionarios de organismos
internacionales como la OEA y la ONU no podían desconocer las flagrantes violaciones los derechos
humanos y otros países de América Latina de las cuales las fuerzas policiales eran partícipes necesarios.
Sin embargo, este conocimiento no les inhibió de suscribir recomendaciones como las presentadas.
19
En 1993 la sede se trasladó a Chacarita, en la calle Punta Arenas en intersección con Avalos. La
relocalización se produjo en un edificio cedido por Minoridad, en el cual funcionaba el Instituto San
Miguel. La refacción y acoplamiento del mismo a las nuevas funciones fueron abordados íntegramente en
sus costos por la Policía Federal Argentina. La nueva infraestructura tenía una capacidad de 60 plazas
para albergue y cuenta entre sus instalaciones con celdas de castigo.
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perjuicio de menores, y desde el punto de vista substancial es una actividad que tiene
por objeto proteger a los menores. En este aspecto la Comisaria del menor actuará como
una policía de costumbre que controla, detiene, evita la inclinación al delito en aquellos
menores que no tienen hogares o que estando desorganizados o miserables carecen o no
tienen los medios ni estímulos capaces de sustraerlos de los peligros que los acechan
(...)
La jurisdicción que abarcará la Comisaría será en el ámbito de la Capital Federal,
realizándose patrullajes en los lugares frecuentados por menores de edad o donde se
sospeche la existencia de condiciones desfavorables para su formación. En síntesis
actuará con misión preventiva y proteccional, y además como educadora de la
seguridad y el orden."
2-Investigación de delitos, víctimas y/o acusados: "(...)La asistencia de profesionales
para la investigación policial en la prevención permitirá a esta actividad procesal contar
con el valioso aporte de otros estudios socio-ambientales de la realidad circundante del
menor".
3(a)-Planeamiento de prevención: "Este objetivo busca realizar un estudio profundo y
real del problema minoridad en la Capital Federal, que además contenga una
permanente actualidad.
En este estudio surgirá una labor investigativa, analítica y pragmática, apreciándose a
través de ella, las dificultades de orden legal, técnico o de otra índole y que actualmente
las comisarías seccionales deben manejarlos con los elementos y recursos a su alcance
(....) Esta parte impone una acción propia a la Comisaría, y consistirá en el relevamiento
de todas las facetas y múltiples aspectos desencadenantes de la delincuencia infantojuvenil, y los elementos que serán necesarios para reducirla. Además contempla las
factibilidades existentes en la reeducación con instituciones o personas abocadas (en el
original) a ello".
3(b)-Legajos: “La habilitación del legajo, donde estará volcado en forma amplia no
solamente datos sobre la identidad, núcleo familiar, antecedentes policiales, sino que
contendrá el informe médico, legal, pediátrico, y psiquiátrico sobre las condiciones
psico-físicas en que fuera hecho comparecer, una evaluación psicopedagógica, y un
amplio estudio de su contexto socio-ambiental.
Toda la información que se pueda obtener del menor desde las diferentes facetas de su
personalidad y medio socio-ambiental o laboral, las que quedarán como elementos
indicativos, y de ilustración a los Tribunales intervinientes"
4- Alojamiento transitorio: "(...)Constituye un lugar adecuado para la permanencia del
menor hasta tanto se determine la entrega a los padres, tutores, etc., o derivación a
establecimientos que el tribunal disponga.(...) Pretende solucionar las dificultades que a
menudo se presentan en las Comisarías Seccionales, donde la entrega del menor se
dificulta por la ausencia de sus padres, o la distancia que demanda el trámite de
notificación para su entrega
la que se efectiviza en horas" -¿?!-(los signos son
nuestros).
5- Recepción de denuncias: "Siendo esta Comisaría instrumentada en forma similar a
las Comisarías Seccionales, será necesariamente receptora de denuncias donde resulten
involucrados menores de edad, tanto en sumarios de prevención, contravenciones,
exposiciones o intervenciones oficiosas(...)
La recepción de denuncias en los casos que corresponda se hará con intervención del
Tribunal(...)"
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La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
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6- Servicio de Brigadas Tutelares: (...)Su dotación estará integrada por personal
debidamente instruido en la problemática del menor, su trato y formas de actuación.
Este servicio brindará una imagen diferente del común de la actividad funcional, ya que
su accionar preventivo, pretende proteger al menor en la calle o lugares públicos, o a
través de establecimientos educacionales, o lugares de esparcimiento, y donde es
notoria la ausencia de padres o responsables, cumpliéndose de esta manera un servicio
de seguridad para el menor y la familia.
Las Brigadas Tutelares conocerán en todo lo atinente a la delincuencia infanto-juvenil,
previniéndose estas conductas que por su modalidad y características se circunscriben
a lugares delimitados, como asimismo en estados de abandono o fugas del hogar, para
lo que se llevará a cabo una tarea de investigación con personal y medios idóneos, ya
que este tipo de actitudes no solamente afecta al menor, sino a la familia toda, y por
ende, a la sociedad de la que es parte vital.
Estas Brigadas, una vez consolidadas podrán realizar campañas de prevención
en las áreas donde periódicamente acontecen hechos delictuosos en los que intervienen
menores. Este servicio será cumplido durante todo el día".
7-Coordinación con el Poder Judicial: “(...)La mayor coordinación estará brindada por
su infraestructura operativa"
8- Tratamiento inicial: "Se denominará tratamiento inicial" al que se le brindará al
menor que deba comparecer a la Comisaría por alguna causa que motive su intervención
policial, y que se pretende obtener una serie de conocimientos que pueda ser utilizado
para una reeducación o readaptación al medio en que se encuentra conflictuado.
Sintéticamente se considera como tratamiento inicial, la atención en los aspectos que a
continuación se indican:
1-Asistencia médica (legal, psiquiátrico, pediátrico); psicológica, psicopedagógica,
socio-ambiental y espiritual.
2- Higiene personal. Alimentación (estado de nutrición). Medicación que pudiera ser
necesaria.
3- Recreación. Despertar el interés por una formación educativa, cultural y cívica.
9-Traslados (no agrega nada a los fundamentos)
10-Cooperación con todas las dependencias operativas (no agrega nada nuevo).
Cabe consignar que estos objetivos guardan estrecha relación con las previsiones de la
ley 10.903 -Patronato de Menores- y los artículos 171 a 177 del Reglamento de la
Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.
Consideraciones Generales:
"La puesta en marcha de esta Comisaría del menor, que se encuentra dentro de los
logros institucionales del corriente año, refleja la profunda sensibilidad que existe ante
tan difícil problemática, y que impone la necesidad de una especialización acorde a los
adelantos técnicos y científicos al servicio del hombre.
El problema del menor en estado predelincuencial o delictual, no abarca solamente a
su conducta, sino incluye a su familia, su medio social, educativo, y por consiguiente el
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La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
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terreno más amplio, más complejo, y además con elevadas posibilidades de
reencauzamiento, por lo que se hace vital la actividad preventiva que pueda realzar la
institución a través de esta dependencia".
Es prudente aclarar que el “Suplemento del Orden del día Nº137 del 7 de julio de 1986,
deroga las ordenes del día precedentemente citadas, estableciendo simultáneamente las
"misiones, facultades y obligaciones del Jefe de la División Comisaría del menor", que
a los efectos reales de qué hacer con los menores no difiere demasiado de las funciones
previstas anteriormente, motivo por el cual nos parece ocioso transcribir su contenido.
Estructura y funcionamiento de la Comisaría del menor
20
A través de las entrevistas con personal de la Comisaría del menor , se puede
reconstruir el despliegue de este organismo una vez que los”menores” son
aprehendidos. Detalle:
1) Paso por guardia: Registro de datos; se da inmediata intervención al juez. Se
confecciona el expediente (legajo, para las estadísticas)
2) Se realiza a los menores un Psicodiagnóstico: Lo confecciona el equipo técnico de la
institución, que consta de tres
psicólogas, dos asistentes sociales, un médico y dos
enfermeras
3) Se confecciona un informe ambiental, con estas variantes: si el menor tiene domicilio
en Capital Federal, va la asistente social; si vive en la Provincia de Buenos Aires, se
toman los datos proporcionados por el menor, y eventualmente se entrevista a la familia.
21
Según el personal policial, los posibles desenlaces de la detención de los menores son :
Ø retorno a su casa con la familia (la mayoría)
Ø llevado a su casa desde la Comisaría
Ø remitido a Instituto (en todas sus variantes)
Ø Categoría "disposición y diligencia judicial"
Ø traslados (al interior u otras localidades)
20
Las entrevistas fueron realizadas durante 1992 y las estadísticas consultadas corresponden a los años
1988, 1989, 1990 y 1991. Debe tenerse en cuenta este señalamiento a la hora de leer los datos. Nunca más
pudieron ser actualizadas por la renuencia de los funcionarios policiales a cooperar con la Universidad de
Buenos Aires.
21
Correspondencias Destino en Juzgados: Si los menores entran por contravenciones, interviene el
juzgado correccional (el "I" y el "O"); si ingresan por delito, son derivados a juzgados de instrucción (el
1º, el 9º o el 16º); si caen por la ley 23.737, van a los juzgados federales (los 6 de entonces tenían
competencia). Dicho sea de paso, en nuestros registros, figura la ley 20.771 -antecesora de la 23.737 .
Esto se debe a que tomamos 1988, y la ley 20.771 aún era vigente. Ambas leyes remiten a
"estupefacientes", de modo que independiente de su notación son homologables como similares.
186
La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
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Una de las psicólogas profesionales entrevistadas, al ser consultada sobre la función de
la Comisaría del Menor, nos dijo: "La policía marca el límite social para los menores".
La población estable de la comisaría era -para el momento de la entrevista- de 10 a 12
menores.
Las comisarías zonales que más trabajaban eran las que se corresponden con
“Divisiones”
Ferroviarias:
Retiro,
Once,
Constitución.
Las
“divisiones”
tienen el
nombre de los ferrocarriles, (por ejemplo División Mitre, San Martín, Belgrano en
Retiro; Sarmiento en Once, etc.), habiéndose incorporado también la estación "Flores",
del Ferrocarril Sarmiento.
Una de las entrevistas realizadas al personal de la Comisaría del menor, arrojó el
siguiente perfil de los menores:
"Caracterización de los menores: menores desde 5 ó 6 años de nivel socioeconómico
muy bajo y familias generalmente desintegradas.
El nivel escolar rara vez pasa de 3º o 4º grado; el nivel intelectual y el de maduración es
bajo, debido al alcoholismo, desnutrición, a la falta de estimulación, etcétera..
Las familias son numerosas, y usualmente con hermanos de diferentes padres. Hay
también muchas familias provincianas (la migración trae sus conflictos).
De los menores residentes en Capital, la mayoría vive en casas tomadas."
Por mes, se habilitaban entre trescientos cincuenta y cuatrocientos cincuenta legajos
(primarios), e ingresaban entre ciento ochenta y doscientos cincuenta reincidentes.
Entre los 13 y los 17 años se concentran el 83% de los menores aprehendidos por la
Comisaría del menor. Se nos ocurrió que por estar frente a una distribución no normal
(esto es que no sigue las pautas de una curva normal) era más apropiado tomar la
mediana
22
a fin de tener una idea acabada de la distribución de este universo.
La mediana cayó entre los 15-16 años. Debemos recordar que la amplitud del intervalo
es 1, es decir, que nuestro intervalo 15 abarca desde el momento de cumplir esa edad
hasta los 15 años y 363 días (15,99) Pero volviendo, ¿qué significa que la mediana haya
caído en 15,63? Nos dice que el 50 % de nuestro universo se hallaba comprendido entre
la fracción de 15,63 abarcando los 16 y los 17 años, es decir, se concentra casi
solamente en dos edades, en tanto el 50 % restante se concentró en las otras quince.
22
- Definimos la mediana como un numero que posee la propiedad de tener el mismo numero de marcas
con valores menores que las que hay de valores mayores.(H. Blalock- Estadística Social, Buenos Aires,
Editorial Amorrortu, -1966).
187
La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
Silvia Guemureman- Alcira Daroqui
Según la investigación de la Defensoría de Niños, niñas y Adolescentes, la policía y la
Comisaría del menor son los eslabones más activos en la aprehensión de menores, toda
vez que se tenga en cuenta que el 81,86% de los menores que llegan a los juzgados de
menores de la Capital Federal, lo hacen de la mano de la Policía, que opera a través de
23
sus Comisarías.
División Unidad de Investigación de Crímenes contra menores (UDICM)
Fue creada en 1997 y se ocupa de la investigación de líneas específicas que
puedan implicar crímenes organizados en contra de menores, esto es, redes
internacionales de prostitución infantil, pornografía infantil, divulgación por internet –
vacío legal. Pedofilia, explotación laboral, delitos de instancia privada (abuso
deshonesto, acoso, abuso sexual).
La otrora función de la Comisaría del Menor de aprehensión de menores en curso de
comisión de delitos, contravenciones o situaciones de amparo, no fue absorbida por esta
dependencia, que no actúa como brigada de prevención, sino que fue absorbida por las
comisarías jurisdiccionales que detienen menores y de inmediato llaman al juzgado, que
les dice que hacer, no siendo en ningún caso la alternativa la de permanencia en
comisarías (recordemos que la Comisaría del Menor sí tenía plazas para albergues
temporarios, de 60 chicos en su última sede). Esta unidad es de investigación, tiene
jurisdicción en toda la Ciudad de Buenos Aires, y su intervención se da en las siguientes
situaciones:
1. Denuncia en la dependencia /directa
2. Derivación de casos de otras comisarías jurisdiccionales
3. Derivación de los juzgados que pide colaboración a la UDICM en carácter de
auxiliares
4. Investigaciones de oficio, ante suposición de delito
5. Tareas de inteligencia ordenadas por el poder judicial
23
Efectivamente, según la distribución por Agencia, (Cuadro N°3) de los 3268 menores que llegaron a los
5 Juzgados en los cuales la Defensoría realizó el relevo informativo, 2675 habían sido aprehendidos por la
agencia policial, a los que deben añadirse 45 aprehendidos por Divisiones Ferroviarias. A todas luces, la
Policía es la agencia más activa, habiendo diferencias sustanciales según la Comisaría de que se trate y la
188
La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
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En realidad, del accionar de esta dependencia, poco es lo que sirve a los efectos de
la problemática de los menores autores o imputados de delitos.
El material estadístico disponible proporcionado fueron estadísticas mensuales
correspondientes a los meses de junio, julio y primer quincena de agosto, sólo para
Capital Federal.
Su confección fue artesanal
La información no llegó desagregada de acuerdo a sexo, ni edad, ni comisaría que
realizó el procedimiento.
Llamó poderosamente la atención las cifras proporcionadas, ya que son muy bajas, y de
anualizarse, seguiríamos teniendo un promedio muy bajo de acciones delictivas que
involucren a menores de edad, por ejemplo un promedio de “robos” de entre 15 y 22
mensuales, que de anualizar, resultarían 240 robos mensuales, muy distantes de los
1216 que constan en la planilla anual de hechos delictuosos con intervención policial
que para 1998 confeccionó el Registro Nacional de Reincidencia y Estadística Criminal.
La Comisaría del Menor en Provincia de Buenos Aires
En el año 1977, la Resolución 36.381 de la Policía de la Provincia de Buenos
Aires llamada, “Reglamento de Detenidos” en el Título II, Capítulo único, artículos 71°
al 76°, hacía referencia “de los menores detenidos”. Esta Resolución se complementa
con otra fechada el 26 de junio de 1985 (la N° 51.249), en la cual, entre los
Considerandos, se hace especial referencia a necesidad de crear Comisarías del Menor,
a “requerimiento de la Subsecretaría del Menor, la Familia y la Tercera Edad”24 .
El Anexo de esta última Resolución, titulado “Reglamentación de Menores detenidos en
dependencias policiales” no es otro que aquel que por la Resolución 36.381 se pusiera
en vigencia en 1977. Consideramos importante transcribir dicho reglamento:
zona de competencia territorial específica (las más activas resultaron la N°33, enclavada en BelgranoNuñez, la N°38 de Flores, y la N°52, de Lugano).
24
Era la nominación del Organismo técnico –administrativo del Patronato de Menores en la Provincia de
Buenos Aires, hoy denominado Consejo Provincial del Menor.
189
La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
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1- ALOJAMIENTO
“1°) Los menores de 18 años alojados en dependencias policiales por delitos, faltas, o
cualquier otro motivo, serán ubicados en lugares adecuados sin contacto con detenidos
mayores
2°) Cuando se trate de menores imputados de delitos graves, o de marcada
peligrosidad, serán alojados en calabozos aislados del resto de la población al sólo
efecto de que pueda poner en peligro su propia vida, la de terceros o ola seguridad del
personal policial, situación esta que será comunicada al Juez de Menores de la causa,
quien ratificara o rectificara la medida dispuesta. El aislamiento no deberá alterar el
régimen de recreos, visitas y demás actividades comprendidas en el presente
reglamento.
3°) El uso de las esposas para con los menores varones estará condicionada a la
personalidad del mismo y solo por el tiempo estrictamente necesario, hasta adoptar el
temperamento establecido en el punto 2.
II- CONDUCTA DE MENORES
4°) La inconducta de los menores alojados será comunicada de inmediato al Juez de la
causa, sin perjuicio de las medidas que halla sido menester adoptar en forma inmediata
por el Titular de la Dependencia Policial, a los efectos de que las mismas sean
ratificadas. En este sentido el Titular podrá dispones sin perjuicio del aislamiento, las
restricción o supresión de algunos o todos los beneficios dispuestos en los artículos. 5,
6, 7, 10 y 11 del presente.
III- DEL ORDEN INTERNO Y ATENCION EN GENERAL
5°) Los alojados tendrán como mínimo cuatro horas diarias de recreo, divididas en el
turno de mañana y tarde. Dichos turnos podrán acumularse cuando razones de servicio
policial así lo aconsejen.
6°) Los menores podrán tener cualquier material de lectura, excepto aquellos
considerados pornográficos, o que seriamente hagan presumir que lesionan la moral.
7°) Se les permitirá practicar juegos de salón, incluido el juego de naipes. Podrán
consumir infusiones, mate, te, café, etc., suministrándosele el agua caliente y los
implementos, en la medida que ello no pueda ser utilizado para bañarse a si mismo o a
terceros. Podrán fumar solo en los recreos.
8°) El corte de cabello será a la “media americana”.
9°) Les esta prohibido la tenencia de encendedores, fósforos y todo otro elemento que
pueda ser utilizado para dañarse a si mismo a si mismo o a terceros.
10°) Podrán practicar juegos de recreación física siempre que exista un patio con las
seguridades necesarias y dentro del horario establecido para el recreo.
11°) El tiempo libre de los menores; cuando las condiciones de alojamiento si lo
permitan podrán ser utilizados según pautas que puedan proponer los equipos móviles
de la Subsecretaria del Menor( hoy Consejo Provincial del Menor), que incluirían:
utilización de material educativo o recreativo provisto por la Subsecretaria.
Clases de apoyo dictadas por personal competente.
Actividades receptivas(Radio, TV)
Promocion de la correspondencia escrita del menor.
Promoción de la expresión escrita y/o gráfica libre.
190
La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
Silvia Guemureman- Alcira Daroqui
12°) Todo menor debe ser examinado por el medico de policía al ingresar y al egresar,
sin perjuicio de otros reconocimientos que le pudiera efectuar.
13°) Del informe medico se obtendrá una copia carbónica que se le entregara al
Delegado Departamental de la Subsecretaria del Menores, quien formara el original
que se archiva en la Dependencia, como constancia de haberlo recibido. Igual
temperamento se adoptará cuando sea menester su internación en algún
establecimiento asistencial, sin perjuicio de las comunicaciones que corresponda hacer
al Juez de la causa.
Para el caso de prescribirse medicamentos, el Delegado de la Subsecretaria del Menor,
los proveerá hasta la finalización del tratamiento.
14°) Los alojados recibirán diariamente, desayuno, almuerzo, merienda y cena que
estará a cargo del la Subsecretaria del Menor pudiéndolo hacerlo por si o por convenio
celebrado con otros organismos.
15°) A la Subsecretaria del Menor corresponde la provisión de colchones, ropa de
cama, vestimenta, artículos de tocador, higiene y medicamentos.
El
Reglamento
continua
con
el
Capitulo
IV,
“De
las
visitas
y
correspondencias”, del cual sólo conviene rescatar el art. 19 que establece que los
Delegados Departamentales de la Subsecretaría del Menor pueden visitar las Comisarias
en cualquier momento.
A través de investigaciones y prácticas institucionales se puede afirmar que en
la realidad este Reglamento casi no tiene vigencia alguna, en particular en aquellos
artículos que refieren a la garantía, promoción de derechos y protección de los menores
alojados. El “sin perjuicio de ...” previsto para salvedades “razonables”, constituye la
norma y no la excecpción: siempre es “sin perjuicio de...”. Sin embargo, si se da
pleno
cumplimiento
a
la
articulación
institucional
con
las
Delegaciones
Departamentales ya que ello implica la asistencia de los menores en Comisaria.
En 1995 hay una nueva Resolución de la Policía bonaerense, la Resolución N°
102.360 por la cual en su artículo primero se expresa: “Sustituir el TITULO II de los
menores detenidos, capítulo único del Reglamento de Detenidos”, aprobado por
Resolución 36.381/77, el que quedará redactado de la siguiente manera:
“Art. 71°: Los menores de 18 años detenidos por delitos o faltas, no serán alojados en
sede policial, salvo por orden expresa del juez, a quien se le dará inmediata
invtervención y sólo en caso de no encontrar éste alojamiento más apropiado.
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La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
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Art. 72°: En el caso de que por circunstancias extraordinarias resultase indispensable
el alojamiento de menores en Comisarías, se deberá dar inmediata intervención a la
Autoridad Judicial Competente y se permitirá al menor realizar una llamada telefónica.
Art. 73°: En los casos previstos en el artículo 71 se dará inmediato aviso a la familia
del menor, y se otorgará un amplio régimen de visita a los mismos, excepto orden
contraria del juez que entiende en la causa.
Art. 74°: Salvo en casos excepcionales, en que la personalidad del menor
comprobadamente lo requiera, no se usarán esposas para los menores de ambos sexos.
Art. 75°: Se aplicará a los menores en sede policial en los casos previstos en el art. 71°,
el titulo I del presente reglamento, excepto lo establecido en los artículos 39°, 40°, 42°,
y 63°.
Art. 76°: en ningún caso se permitirá el contacto del menor alojado en sede policial con
los otros detenidos mayores, salvo orden judicial en contrario”
Del análisis de esta Resolución se desprende que lo que se connota como
“circunstancias
extraordinarias...
(art.
72°)
constituye
la
“normalidad”
en
el
comportamiento policial al momento de la detención, no es el juez que lo dispone, sino,
quien a falta de alternativas mejores de alojamiento, lo legitima de facto. Tampoco se
cumple la segunda parte de este artículo, ya que la llamada telefónica es una
excepcionalidad, y no un derecho.
Respecto a la “extraordinariedad” que entraña el alojamiento de los menores en
comisarías, son ilustrativas las mismas estadísticas policiales sobre el tema, que dan
cuenta que la “excepción”
alcanzó a 2886 menores ingresados por causas penales y
asistenciales el segundo semestre de 1995, a 3572 el primer semestre del ’96, a 3561 el
segundo semestre, para elevarse a 3787 el primer semestre de 1997.
En virtud del
despliegue de estas cifras cuesta creer en la expepcionalidad de la medida.
Desagreguemos más aún los datos:
Ingreso de Menores en Comisarías Según Casuística
2 °1995
C.A.
2 °1995
C.P.
1 °1996
C.A.
1 °1996
C.P.
2 °1996
C.A.
2 °1996
C.P.
1 °1997
C.A.
1 °1997
C.P
192
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Silvia Guemureman- Alcira Daroqui
970
Total ‘95
1916
2886
1084
Total’96
2488
3572
1119
Total’97
2442
3561
1167
Total’97
2620
3787
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Subsecretaría de Asistencia y Tutela del Menor para el Programa
Menores alojados en Comisarías
Como vemos la población alojada crece tanto para causas asistenciales como
para --causas penales, confirmando la afirmación de que la Comisaría más que lugar de
detención puntual es un lugar una instancia de alojamiento y permanencia real. Sería
interesante cruzar los datos de detención por motivos asistenciales con edad y sexo, a
fin de conocer que es aquello que la policía nomina “causas asistenciales”, y qué
justifica la retención de menores con causas asistenciales en Comisarías.
También hay datos que permiten inferir el tiempo –en días- de permanencia. La
información proporcionada se circunscribe a “casos puntuales” –otra vez abonando la
supuesta excepcionalidad- y dan cuenta de un pico alcanzado en términos de récord de
permanencia en el primer semestre de 1996
de 479 días, disminuyendo a partir de
entonces el promedio de días de detención. En el segundo semestre de 1997 el promedio
de días de detención descendió a 103 días. La argumentación proporcionada por los
diferentes jueces y funcionarios judiciales entrevistados para la permanencia prolongada
de menores en Comisarías es la espera de vacantes en Institutos de Máxima Seguridad25 .
La desagregación de menores alojados en Comisarías según Departamento
Judicial arroja otro indicador interesante, cual es el poder de contralor que ejercen los
jueces para promover o acotar el tiempo de detención. Así los Departamento Judiciales
que tuvieron menos chicos alojados en Comisarías por el término de 1 mes, resultaron
Tandil, Pergamino, Dolores, Bahía Blanca, que un promedio de ningún menor alojado
más de 30 días, Quilmes, que en el segundo semestre de 1997 sólo tuvo 1 menor con
tiempo por encima de ese promedio, en tanto en el otro extremo, Departamentos
Judiciales como San Martín y lomas de Zamora, tuvieron 45 y 36 chicos
respectivamente con un mas de 30 días de permanencia. Un comportamiento intermedio
25
El conocimiento de ciertas prácticas también reconoce “olvidos involuntarios”. Suponemos que esta es
otra de las modalidades que adquiere la “excepcionalidad”.
193
La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
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lo registraron los Departamentos de San Nicolás (con 10), San Isidro (8) y La Matanza
(19)26
Otro cuadro que resultó interesante para ser analizado, es el de desagregación de
los Egresos, en el cual se consigna, la proporción de menores que fueron reintegrados a
su familia y aquellos fueron derivados a Registro de Menores para su internación, y una
categoría “otros” que al igual que en la Comisaría de Menor de Capital no añade
información acerca de cuál fue el destino real del chico, si fue trasladado, incorporado a
un programa alternativo, dado en guarda a un familiar de su entorno ampliado, derivado
a otra jurisdicción, etc.
Egresos de Menores en Comisaría por tipo
2°95
Flia.
1925
Total
2°95
Reg.y
Ubic
494
2° ‘95
2°95
otros
1°96
Flia.
415
2834
2487
Total
1°96
Reg.y
Ubic
636
1°’96
1°96
otros
2°96
Flia.
441
3564
2436
Total
2°96
Reg.y
Ubic
682
2°’96
2°96
otros
1°97
Flia.
499
3617
2340
Total
1°97
Reg.y
Ubic
823
1°’97
1°97
otros
582
3745
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Subsecretaría de Asistencia y Tutela del Menor para el Programa
Menores alojados en Comisarías
Vemos que si bien es mayoritariamente la proporción de menores que son reintegrados
a su familia, la proporción de aquellos que van a Registro y Ubicación27 para su
internación va “in crescendo” año tras año, “achicando” las diferencias. Si el 2°
semestre del ’95 había una relación holgada de cuatro menores que volvían con sus
familias por cada uno que iba a un establecimiento de internación, y esta razón se
mantiene constante en 1996, en 1997 vemos que empieza a disminuir pasando a ser una
relación de 3 a 1, es decir, que alojados en Comisarías por causas penales cada vez se
“achica” más respecto a los menores alojados por motivos asistenciales: de constituir
una razón de 4 por 1 pasan a ser 3 menores reintegrados por cada internado. De la
categoría “otros” no podemos hacer interpretación alguna, más que consignar que
26
Estos datos proceden del Dossier que acompaña el Programa de Menores Alojados en Comisarías
dependiente de la Subsecretaría de Asistencia y Tutela del Consejo Provincial del Menor.
27
Esta cifra no debe ser confundida con la cifra total de menores internados en Insititutos cuya derivación
pasó por Registro de Ubicación de Menores. Esta Dirección recibe demandas de internación no
mediatizadas por las Comisarías de Menor, sino solicitadas en forma directa por los juzgados de menores
desde sus sedes. Esto explica que las estadísticas de Registro y Ubicación den cuenta de valores más altos
en materia de menores institucionalizados. (Para más info. consúltese apartado correspondiente)
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La niñez ajusticiada: la construcción del «sujeto menor»
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porcentualmente está equilibrada con la derivación a Registro y Ubicación, es decir,
porcentualmente, no es residual.
La permanencia de los jóvenes alojados en Comisaría generó no solamente la reacción
de la Suprema Corte de Provincia, que como viéramos sacara una Resolución reciente
que ratificaba los términos de una Acordada anterior, sino también la preocupación del
organismo técnico administrativo, el Consejo Provincial del Menor, el cual diseñara el
Programa específico de Menores Alojados en Comisarías28 , cuya pretensión era
normativizar y normalizar el funcionamiento de una práctica de hecho, habida cuenta
que la utilización de Comisarías en gran parte era –y es- atribuida a la falta de plazas en
Institutos de Seguridad. El Programa que fue girado a todos los Juzgados para el
conocimiento de los jueces y su sensibilización acerca de la problemática de los
menores alojados en Comisaría, no ha tenido hasta la fecha productos reales, ya que se
desconoce la implementación concreta del mismo.
Por último, se consigna que todos
los Departamentos Judiciales no cuentan con
Comisarías del Menor. Esto es especialmente visible en los departamentos judiciales del
interior de la provincia de Buenos Aires. En Gran Buenos Aires y La Plata todos los
departamentos judiciales cuentan con al menos una Comisaría del Menor, aunque hay
algunos departamentos como Lomas de Zamora que disponen de más de una. También
se detectaron departamentos judiciales que proceden según un criterio mixto, alojan
menores en distintas comisarías, con especificidad en menores y también comisarías
comunes.
Completa el cuadro la existencia de Comisarías de la Mujer. En 1989 se crean
bajo el gobierno del Gobernador Cafiero las Comisarias de la Mujer, que entre sus
funciones reciben denuncias vinculadas a causas asistenciales de menores a saber,
abusos sexuales, fugas de hogar, víctimas de violación, maltrato infantil y en algunos
casos, alojan a menores mujeres y varones menores de 12 años.
28
Referencia, Dossier del Programa Menores alojados en Comisarías, remitido a los Juzgados mediante
nota del Subsecretario de Asistencia y Tutela del Consejo Provincial del Menor, en enero de 1998.
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