# Apuntes: esta vez sobre "cerámica"

Anuncio
# Apuntes: esta vez sobre "cerámica"
Volver
 En esta 2ª edición hemos elegido la cerámica
como técnica artística a desarrollar para que permita
conocer con más profundidad la reciente
inauguración de la colección de cerámica de la
Fundación Carranza que podemos admirar en el
museo toledano de Santa Cruz.
 La técnica más utilizada por el alfarero o ceramista
es el modelado con torno o torneado. Como premisa
diremos que no existe ningún modelo fijo de modelar
en el torno; cada persona desarrolla su propio estilo,
al tiempo que el tipo de rueda, la arcilla empleada y
el tamaño de la vasija pueden también exigir
variaciones en la técnica. Básicamente, la expresión
"modelado en torno" designa la técnica en que se
utilizan las manos para dar forma una bola de arcilla
blanda sobre una rueda giratoria. Las manos guían y
controlan la arcilla conforme el efecto del giro de la
rueda empuja a aquélla hacia arriba y hacia fuera. El
proceso se limita a realizar formas redondas o
simétricas (platos, jarras, ánforas, orzas...).
 La arcilla debe ser plástica y no estar demasiado
seca -o corta-, pues de lo contrario podría agrietarse.
Tiene que estar bien amasada y sin grumos. La
primera operación es tomar pequeños terrones de
arcilla y se aplastan juntos entre las manos para
formar unas bolas que no superen los 15 cm de
diámetro -salvo en amplias piezas-. El siguiente paso
o "centrado" consiste en apretar con fuerza la bola
de arcilla lo más cerca posible del centro del torno,
apretando con las dos manos de forma que suelte
agua suficiente para que actúe como lubricante entre
las manos y la arcilla. A continuación se realiza el
"aconado" rodeando la arcilla con los pulgares
enfrentados y con los brazos apoyados sobre la
mesa del torno hasta conseguir que la arcilla
adquiera la forma de cono. Se introduce lentamente
el pulgar en centro de la arcilla apretando hacia fuera
para formar la base de la vasija o el plato. Para
levantar las paredes de la pieza hay que añadir a la
base un grueso anillo de arcilla y, dejando el espesor
deseado, se va levantando las paredes con el pulgar
en la parte interior y los demás dedos en la exterior,
manteniendo una presión igual, interna y externa.
Hay que disminuir la presión de las manos cuando se
va llegando a la parte de arriba de la vasija, ya que la
acción del movimiento del torno tiende a abocardarla
y resquebrajarla. Se contrarresta este efecto
mediante el "apercollaramiento" de la arcilla juntando
las manos ahuecadas alrededor de la misma,
obligándole a volver a la forma deseada. Cuando la
pieza está terminada, se separa del torno pasando
un alambre tenso por debajo de la misma y de atrás
a delante, lo que debe permitir levantarla con
cuidado o con ayuda de una rasqueta.
 Otro procedimiento que permite la duplicidad de
piezas -necesario, por ejemplo, en la elaboración de
paneles de azulejos de igual dibujo- es la confección
de moldes, que se hacen a partir de un patrón o
modelo de arcilla o yeso, que es la forma finalmente
proyectada del vaciado. La técnica ha pasado de ser
artesanal a industrial; el procedimiento más común
es el moldeado a presión, que consiste en llenar el
molde con una plancha de arcilla aplanada con un
rodillo. Se recorta la arcilla que sobresalga del molde
con un cuchillo y cuando ésta ha alcanzado la
consistencia necesaria se saca del molde.
 Otros conocimientos necesarios para el ceramista
son los medios de aplicación de los barnices o
cubiertas con materiales vítreos para cubrir las
formas, ya sea para hacerlas impenetrables al agua
y a la suciedad, o para cambiar su apariencia con la
decoración. Los barnices y colores se funden sobre
las piezas o en interior de las mismas a través del
procedimiento de cocción o acción del calor. Los
barnices son una mezcla de minerales, óxidos y
compuestos químicos que contienen cantidades de
sílice. Se les añade fundentes para rebajar o
controlar mejor la temperatura a la que estos
materiales de vidriado se funden o temperaturas de
maduración o cocción. El termino "maduración"
significa que el barniz se ha fundido y fluye
uniformemente sobre la superficie de la pieza. La
cantidad es muy importante: demasiado poco
perjudicará a la pieza, mientras que el exceso hará
que el barniz se escurra y se pegue a los accesorios
del horno. Los métodos más prácticos son: la
inmersión: se sujeta la vasija con la mano o con unas
pinzas y se sumerge por completo en el barniz por
espacio de uno o dos segundos. Se saca y se deja
secar, limpiándole el exceso que tenga en la base; y
la aplicación a pincel: resulta muy difícil conseguir un
espesor uniforme; es útil para reparar zonas que no
hayan quedado bien y para fines decorativos.
 Los colores para cubiertas son metálicos en origen
y reaccionan de manera diferente en los distintos
barnices. Se pueden utilizar óxidos y carbonatos,
aunque hoy en día se venden los más apropiados
para aplicarlos a los diferentes tipos de cuerpos de
arcilla, con colorantes preparados para cuerpos y
barnices, y esmaltes coloreados para aplicar debajo
de los barnices o encima de los vidriados resultantes.
La aplicación se puede hacer directamente sobre la
pieza sin vidriar o ya vidriada, de forma que en la
cocción o recocción el color se funda realmente con
la cubierta.
Descargar