TRABAJO FINAL MEMORIA DOCENTE LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFIA EN LA UNIVERSIDAD Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 1 2 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS Carrera de Posgrado Interfacultades ESPECIALIZACIÓN EN DOCENCIA SUPERIOR TRABAJO FINAL MEMORIA DOCENTE LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFIA EN LA UNIVERSIDAD Alumno: Lic. ALEJANDRO DI PIETRO Tutora: Lic. MARÍA LUISA RUBINELLI Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 3 Prohibida la reproducción total o parcial del material contenido en esta publicación por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, sin permiso expreso del autor. © 2008 INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS © 2008 Carrera de Posgrado Interfacultades - Especialización en Docencia Superior Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Jujuy Otero 262 - CP 4600 - San Salvador de Jujuy - Jujuy - Argentina © 2008 Editorial Universidad Nacional de Jujuy Avda. Bolivia 1239 - CP 4600 - San Salvador de Jujuy - Jujuy - Argentina Tel. 54-388-4221521 / Correo Electrónico: [email protected] “La enseñanza de la Filosofía en la Universidad” fue evaluado y aprobado el día 27 de junio de 2003. Queda hecho el depósito que previene la Ley 11.723 Impreso en Argentina - Printed in Argentina ISBN Nº 978-950-721-298-7 4 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro A mis hijos: Gastón, Diego, Guillermo y Mariana, lo mejor que Dios me dio. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 5 6 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro AGRADECIMIENTOS “A mi directora de memoria docente y a mis colegas en la cátedra por su colaboración y apoyo en esta tarea”. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 7 8 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro “A los hombres fuertes les pasa lo que a los barriletes; se elevan cuando es mayor el viento que se opone a su ascenso” José Ingenieros Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 9 10 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro ÍNDICE Dedicatoria .......................................................................................................... 5 Agradecimientos ................................................................................................ 7 Epígrafe ................................................................................................................9 INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 13 CAPÍTULO 1: DESCRIPCIÓN DE LA CÁTEDRA ............................................. 1.1. UBICACIÓN EN LA UCSE .............................................................. 1.2. CONFORMACIÓN ACTUAL DE LA CÁTEDRA .............................. 1.3. METODOLOGÍA ACTUAL .............................................................. 21 23 24 25 CAPÍTULO 2: REGISTRO DE LA HISTORIA DOCENTE ................................ 27 2.1. REGISTRO DE LA HISTORIA DOCENTE ..................................... 29 CAPÍTULO 3: CATEGORÍAS DE ANÁLISIS .................................................... 33 3.1. ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA EN LA UNIVERSIDAD .............. 35 3.2. ¿QUÉ ENSEÑAR? .......................................................................... 39 3.2.1. Los contenidos y las estrategias didácticas ..........................39 3.2.2. La enseñanza de la filosofía ................................................ 44 3.2.3. Los temas que debemos enseñar ....................................... 46 3.3. ¿CÓMO ENSEÑAR? ...................................................................... 48 3.3.1. Algo sobre los métodos.........................................................51 3.4. ¿QUÉ Y COMO EVALUAR? ............................................................56 3.4.1. Un enfoque de la evaluación.................................................56 3.4.2. Modelos de enseñanza y evaluación ................................... 56 CAPÍTULO 4: PROPUESTA INNOVADORA .................................................... 73 4.1. Clases Teórico - Prácticas .......................................................75 4.2. Comisiones ............................................................................. 76 4.3. Guía de Estudio ...................................................................... 78 CONCLUSIÓN ........ ........................................................................................... 85 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................. 91 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 11 12 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro INTRODUCCIÓN Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 13 14 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro INTRODUCCIÓN En el artículo “La Filosofía en la Universidad: una experiencia”. Publicado en el libro “Pensando la Universidad” [Guerci de Siufi, 2000], de la Universidad Nacional de Jujuy, señalábamos: “El nivel Superior de la Educación se ha convertido en los últimos tiempos, en atenta preocupación de los estudiosos de estos temas y quizás se deba a la pérdida de la vigencia del modelo universitario clásico, cuya estructura se conformaba alrededor de las distintas disciplinas científicas, estableciéndose desde allí las condiciones de su crecimiento y su docencia”. Más allá de las singularidades que cada época fue poniendo en el ejercicio de la docencia universitaria – organización curricular, condiciones presupuestarias, asignación de alumnos- los procesos de cambios han sido muy lentos, y podría hablarse del paso de cuatrocientos años de vida universitaria para que se empezara a reconocer, con cierta generalidad, su complejidad. En la actualidad las Universidades son objeto de fuertes demandas emergentes de la realidad histórica, social y cultural que participa en una estrecha relación con la producción, la ciencia y la tecnología, mandatos sociales que en muchos casos estas instituciones no satisfacen plenamente. La función asignada por las sociedades industrializadas a la institución universitaria, tiene que ver, fundamentalmente, con la oferta de conocimientos especializados y de formación tecnológica, con fuerte impacto en las actividades profesionales y en el mundo del empleo. Las transformaciones registradas obligaron a revisar, con radicalidad, el tema de los fines de la institución universitaria. El mexicano Hugo Casanova Cardiel (1998) en un trabajo titulado “Universidad: idea y racionalidad contemporánea” sostiene que “la universidad está siendo obligada a adaptarse a las demandas de su entorno sin detenerse demasiado a reflexionar sobre la función que tradicionalmente vino desempeñando y el alcance de los cambios producidos. Resultó por ello espectadora- y protagonista a la vezde un corrimiento desde una universidad elitista y acomodada a las seguridades Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 15 científicas del Siglo XIX, a otra caracterizada por la expansión y diversificación” [Casanova Cardiel, 1998]. La creciente masificación que experimentaron las universidades a partir de la década del cuarenta fue introduciendo en sus mismas raíces organizacionales, distintas expectativas sociales acerca de la educación superior, gestando transformaciones, que no por resistidas pueden ser ignoradas. Será necesario reconocer que el perfil institucional se da a partir de su concreción ante la sociedad y entender la complejidad de los procesos sociales como una “multidiversidad” que en el caso de las universidades significa un conjunto de comunidades y actividades unidas por nombre común, un gobierno común y propósitos relacionados. El concepto de universidad en crisis no introduce novedad en el tratamiento de este tema, como lo muestran innumerables diagnósticos, balances e informes realizados en los últimos tiempos. La cuestión es cómo superarla, atendiendo particularmente las características que cada una de ellas sostienen según cada nación, región o localidad donde también tengan o hayan tenido presencia [Touraine, 1995]. Una de las líneas a trabajar muestra a la universidad en la exigencia de restablecer ciertos vínculos entre la enseñanza, la investigación y la formación profesional y por supuesto su extensión a la comunidad. Definir estas funciones básicas viene en estrecha relación con los saberes, con su disposición por parte de los grupos dominantes y las modalidades en que éstos permiten su circulación. A partir de allí le corresponde a la universidad y a toda su comunidad demostrar para qué sirve, comprendiendo con ello la especificación del “qué podría enseñarse, cómo debería enseñarse, qué debe ser investigado o qué se puede entender por la prestación de un servicio”. Durante siglos, la enseñanza de la filosofía ocupó un lugar definido en los estudios formales. Como bien se sabe, Kant consideraba que no se puede enseñar filosofía sino a filosofar, no obstante, tradicionalmente la cultura occidental ha reservado un lugar a la enseñanza filosófica ya como recuento histórico del pensamiento de los filósofos (filosofía) ya en la realización de variados ejercicios filosóficos con distinto propósito y de diverso nivel que abarcan ¿abarquen? todas las áreas del saber filosófico (filosofar). 16 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro La enseñanza filosófica gravita entonces en torno a dos tipos de tareas, a saber: las que proporcionan fundamentalmente cultura filosófica y aquellas que, básicamente, introducen en la reflexión filosófica misma. Considero que ambos tipos de formación se complementan ya que no es posible introducirse en los pormenores de la argumentación filosófica con total desconocimiento del contexto que genera una problemática en torno a la cual se dan las distintas propuestas teóricas, las diversas explicaciones, las controversias, las argumentaciones más finas y complejas. A estas alturas bien puede surgir la pregunta ¿qué es mejor transmitir a los estudiantes, la cultura filosófica o el ejercicio de la reflexión filosófica? En nuestra opinión es indispensable desarrollar ambos aspectos ya que no son fáciles de deslindar, y por qué son complementarios. La cultura filosófica nos hace patente la peculiaridad, radicalidad y generalidad de los problemas filosóficos, cómo aparecen bajo nuevas perspectivas con interesantes matices y cómo los más complejos no se presentan ni plenamente resueltos ni totalmente cancelados. Por otra parte, la cultura filosófica nos sustrae de la especialización extrema y de cierta rigidez dogmática que acompaña a una especialización temprana. En cuanto a la reflexión filosófica lo primero será enseñar a reconocer la peculiaridad del discurso filosófico, sus estructuras básicas y las operaciones lógicas en las que se origina. Los alumnos habrán de familiarizarse con alguna forma de discurso filosófico que les haga sentir la diferencia entre las formas de razonamiento del sentido común y el esfuerzo de clarificación, ordenación y rigor que exige el pensamiento filosófico. Así la carga formativa de la enseñanza filosófica está justo en el intento de promover en los jóvenes una experiencia reflexiva distinta. Lograr que den coherencia a su pensamiento, que sean consecuentes con lo que afirman, que no olviden los pasos de su propia reflexión, que se centren en una temática dada, que no dejen los temas inconclusos y que fundamenten argumentativamente sus propuestas. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 17 Como enseñar filosofía es proporcionar cultura filosófica, por un lado, y por otro, formar hábitos reflexivos, es fácil comprender que no se puede enseñar ninguna disciplina filosófica que no cumpla con ambos cometidos aunque, sin duda, puede hacerse más énfasis en la información o en la formación, de acuerdo con los objetivos que nos hayamos propuesto para un curso en particular. Con todo hay disciplinas que han planteado serios cuestionamientos acerca de su idoneidad para enseñar a reflexionar filosóficamente, modelo de éstas son, por ejemplo, las historias de la filosofía. Para finalizar esta introducción quiero agregar que muchos de los aportes señalados en esta memoria, son producto del trabajo fecundo de docencia e investigación universitaria en la cátedra de Problemática Filosófica, en la Facultad de Humanidades Y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy. La Cátedra en la UCSE: “Introducción a la Filosofía” Nuestra realidad nos muestra que la Cátedra forma parte de los planes de estudio de las Carreras de Abogacía, Escribanía, Ingeniería en Informática, Licenciatura en Comercialización, y este año se agrega Administración Hospitalaria. Por ser una materia de ingreso, la población destinataria suele variar entre 500 a 600 alumnos. En los últimos cuatro años se incrementó aún más la matrícula por las condiciones económicas, políticas y sociales (lo que provocó que muchos alumnos que en otras épocas emigraban de la Provincia, hacia Córdoba, Tucumán, La Plata, Buenos Aires, etc, hoy estudien en nuestra Provincia y muchos elijan Universidades Privadas, tendencia en incremento debido a la variedad de ofertas académicas, que antes no existían). Dicho incremento de educandos, se produce pese a que se toma un examen de admisión, en algunas carreras eliminatorio por cupo, y en otras con nivel de aprobación no menor a 50% de los problemas planteados. Los alumnos ingresantes pasan por un proceso de capacitación y evaluación que responde al siguiente esquema del ingreso a la UCSE: 18 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro CURSO DE APOYO PARA EL INGRESO A PRIMER AÑO Brindar las herramientas básicas en las Áreas de Estudio definidas para lograr un nivel de com-petencias óptimas p/ el ingreso a la UCSE Objetivo Estructura AREA Ambientación Y Orientación AREA Introducción a los Estudios Superiores MÓDULO 1 Pensamientos: *Complejo *Sistémico MÓDULO 2 Pensamientos: *Crítico *Abstracto Met. de Estudio y Expresión Oral y Escrita Diagnóstico Psicopedagógico Octubre Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro Noviembre/Diciembre 19 Este ingreso mejora de alguna manera el nivel de los educandos, no en la magnitud de lo deseado, lo que provoca que los docentes de primer año deban hacerse cargo de muchas de las falencias con las que recibimos a nuestros alumnos. Tales como: falta de comprensión de textos, de lectura y escritura, y esto se torna más complejo aún en asignaturas como filosofía donde los textos muchas veces no son de fácil abordaje. Lo expresado precedentemente, obviamente demandó que se incrementaran las comisiones para atender la demanda, por lo que se aumentó la planta docente, hubo que ampliar el equipo de cátedra que en el año 1994, cuando se abre la (UCSE) DASS, estaba constituido por una sola persona, y hoy tenemos en la cátedra seis docentes, para poder atender esta demanda, con un promedio de un docente cada tres comisiones, constituidas por cuarenta a sesenta alumnos. Organigrama de cátedra: Introducción a la filosofía Abogacía Escribanía 5 comisiones. Lic. Di Pietro Prof. Jiménez G. Lic. Quintana M.B Lic. Comercialización 4 comisiones. Lic. Di Pietro Prof. Carabajal Prof. Jiménez G Ing. en Computación 1 comisión. Lic. M.B. Quintana 2 comisiones. Lic. Di Pietro Admnist. Hospital. Cs. de la Salud 1 Comisión Lic. Vilca Esta situación: una gran población de educandos, las diferentes comisiones y en muchos casos el bajo nivel académico de nuestros alumnos nos llevó a replantearnos como cátedra diversos aspectos que trataré de desarrollar en esta Memoria partiendo del siguiente esquema: 20 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro CAPÍTULO 1. DESCRIPCIÓN DE LA CÁTEDRA Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 21 22 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro UNIVERSIDAD UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTIAGO DEL ESTERO (UCSE) LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA Descripción de la Cátedra. - Conformación - Metodología de Trabajo y Evaluación. Registro de la Historia Docente. - Formas de trabajo en la historia docente Categorías de Análisis. -Enseñanza de la Filosofía en la Universidad. -¿Qué enseñar? -¿Cómo enseñar? -¿Qué y cómo evaluar? Propuesta Innovadora. Cambios propuestos en la enseñanza y en la evaluación. 1.1. UBICACIÓN EN LA UCSE: La UCSE (DASS) inició sus tareas académicas en Jujuy en el año 1993 con una carrera de articulación con el Instituto Populorum Progressio hoy IFD Nº 7, destinada a egresados de la carrera Profesorado en Ciencias Jurídicas y Políticas de nivel Superior no Universitario: la Licenciatura en Ciencias Política. Ello fue planteado de acuerdo a la Ley Federal de Educación. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 23 Nuestra cátedra comenzó la tarea en la UCSE (DASS) ese mismo año con un solo miembro y en esa carrera, cambiando el nombre de la asignatura: “Filosofía Política y Social”. Asignatura que se dictó a dos promociones por ser una carrera a término. El dictado de esta Licenciatura comenzó en el instituto ya mencionado y posteriormente la sede se trasladó al colegio “El Salvador”, por la apertura de una nueva carrera: Ingeniería en Informática. En esa nueva carrera ya tiene el nombre que hoy lleva “Introducción a la Filosofía” y se la dictaba a una sola comisión por lo que el número de integrantes de la cátedra seguía siendo el mismo. Al año siguiente se creó la carrera de Escribanía y al otro año Abogacía con lo que se incrementó notoriamente el número de alumnos y se aumentaron las comisiones de dictado a cinco. Esto exigió el ingreso de un docente nuevo a la cátedra. Posteriormente la sede se traslada a su actual emplazamiento en la calle Lavalle 333, y se crean nuevas carreras, lo que implica un incremento de matrícula, mayor cantidad de comisiones, permitiendo nuevamente la incorporación de más docentes a nuestra cátedra. 1.2. CONFORMACIÓN ACTUAL DE LA CÁTEDRA Actualmente la cátedra está integrada de la siguiente manera: Un Profesor Asociado y cinco Profesores Jefes de Trabajo Prácticos. La conformación actual nos permite atender: Dos comisiones de Ingeniería en Informática. Una comisión de Licenciatura en Comercialización Dos comisiones de Escribanía. 24 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro Seis comisiones de Abogacía. Una comisión de Administración Hospitalaria Se debe destacar que el número de alumnos por comisión al inicio del ciclo lectivo oscila entre cuarenta y sesenta, sufriendo un desgranamiento del orden de un 20 % a fin de año. Si bien no es un número ideal para el dictado de una cátedra (25 alumnos marcan las teorías didácticas), se mantienen dentro de los parámetros aceptables para una clase. 1.3. METODOLOGÍA ACTUAL Ver Planificación de Cátedra 2003 en “Anexo A” Esta planificación denota una manera de encarar la asignatura, que nos lleva a plantearnos una cantidad de interrogantes, que nos movilizaron para intentar corregir a partir del próximo año, en función de una propuesta innovadora, mejorar su dictado. Dicho de otra manera de lo que tenemos a lo que queremos. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 25 26 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro CAPÍTULO 2. REGISTRO DE LA HISTORIA DOCENTE Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 27 28 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 2.1. REGISTRO DE LA HISTORIA DOCENTE Como he expresado anteriormente, la historia de la cátedra comienza en el año 1993, cuando se funda en Salvador de Jujuy la sede de la Universidad Católica de Santiago del Estero. Esta sede tiene como carrera fundacional la Licenciatura en Ciencias Políticas que es una carrera de articulación de acuerdo a la Ley Federal de Educación, con los alumnos del Instituto Populorum Progressio, hoy IFD Nº 7. Para ese dictado la cátedra se denominó “Filosofía Social”. Dictándose en dos oportunidades a una sola comisión y con un profesor adjunto a cargo de la misma. Evidentemente los contenidos de la asignatura eran diferentes a los actuales, dado que era una asignatura específica para una carrera que así lo requería. Desde lo metodológico podemos destacar que se dictaban clases expositivas a cargo del responsable de la cátedra y luego se profundizaba algún tema teórico con la realización de trabajos prácticos pertinentes a los mismos. Por tratarse de una asignatura cuatrimestral, era evaluada por medio de parciales: uno promediando el cuatrimestre y otro al término del mismo, cada parcial tenía su recuperatorio y en función de la calificación alcanzada, los cursantes estaban en condiciones de promocionar o regularizar la materia. La cátedra cambia de nombre y pasa a llamarse: “Introducción a la Filosofía”, nombre que actualmente lleva- en el año 1994, con la creación de la carrera en la sede de “Ingeniería en Informática “, que contaba con una sola comisión de aproximadamente cuarenta alumnos y era dictada por un docente con categoría de Profesor Adjunto a cargo de la cátedra. Evidentemente, al cambiar el nombre de la asignatura se modifican los contenidos y se pasa de un cursado cuatrimestral a uno anual, a propuesta del Responsable la cátedra, entendiendo que durante el transcurso de un año los Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 29 conocimientos se pueden impartir con mayor extensión y los educandos tienen más tiempo para su asimilación. A pesar de la propuesta de la cátedra, durante el primer año el cursado fue cuatrimestral en la carrera de Informática. Al año siguiente se convirtió en anual. En los primeros años del dictado de esta asignatura intentamos organizar el programa dándole un enfoque histórico, tratando de abordar en ocho unidades temáticas un panorama amplio sobre la Historia de la Filosofía. Metodológicamente trabajábamos por comisiones - en ese momento había sólo dos -haciendo clases teórico-prácticas, tratando de cumplir con los objetivos fijados. Iniciábamos la clase con una explicación teórica sobre el tema y luego los alumnos trabajaban en grupos - de cinco aproximadamente- los temas abordados, para finalmente luego exponerlos. Terminaba la clase con una puesta en común entre los alumnos y el docente. La evaluación consistía en un parcial por cuatrimestre con su recuperatorio, y de acuerdo a la calificación podía promocionar o regularizar la materia. En el año 1996 se crea en el DASS (Delegación San Salvador) la carrera de Escribanía, agregando dos comisiones más al dictado de la materia lo que permite que se agregue un integrante más a la cátedra, con la categoría de Jefe de Trabajos Prácticos. Un año después se crea la carrera de Abogacía aumentando el número de comisiones y permitiendo, por eso el ingreso de más auxiliares docentes a la cátedra. Hasta el año 1998 se siguió trabajando de la misma manera. A partir del año 1999, en función de un aumento considerable en la matrícula, y notando algunas falencias en el dictado de la cátedra, luego de un análisis detallado de nuestro trabajo, se resolvió modificar el dictado de la misma. Básicamente se cambió la totalidad de los contenidos, pasando de un enfoque histórico a uno enfoque problemático, tratando de compatibilizar ambos aspectos. 30 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro Metodológicamente elegimos trabajar con seminarios que abordaran las problemáticas diferentes y nos rotábamos por las comisiones, lo que permitía que una misma comisión tuviera ocho seminarios diferentes. Lo docentes que los dictaban también rotaban por las comisiones, buscando de esa manera una mayor retención de alumnos y una alternancia por comisiones de los docentes que impartían los seminarios. La evaluación era similar a la de los años anteriores. A partir del año 2000 la sede se muda a su actual emplazamiento en el Histórico Colegio San Francisco y por supuesto se crean nuevas carreras. Hoy, año 2003 la materia “Introducción a la Filosofía” se dicta en cinco carreras diferentes, lo que ha provocado que los diferentes miembros de la cátedra se distribuyan por carreras como lo marca el gráfico que indica nuestro organigrama. En cuanto a los contenidos, hemos tratado en esta última parte del dictado de nuestra asignatura, de seguirlo un poco a Francisco Romero cuando nos menciona que para enseñar filosofía a alumnos ingresantes y de carreras no filosóficas, es conveniente trabajar desde la Historia de la Filosofía, La Problemática Filosófica y tomando puntualmente algún filósofo. Hoy metodológicamente trabajamos como cátedra pero con algunos contenidos diferenciados por carreras, tanto para los teóricos como para los trabajos prácticos. El procedimiento para evaluar sigue siendo el que de alguna manera impone el reglamento de la UCSE. Dos o tres parciales con su respectivo recuperatorio, en el caso que algún alumno no apruebe un parcial o su recuperatorio a fin de año tiene la posibilidad de rendir un parcial flotante para recuperarlo. Es tal vez el desafío de esta Memoria docente, tratar de cambiar algunos aspectos de la cátedra ya mencionados, que nos preocupan básicamente desde lo metodológico y desde la evaluación. Esa preocupación engloba los contenidos a impartir. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 31 32 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro CAPÍTULO 3. CATEGORÍAS DE ANÁLISIS Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 33 34 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 3.1. ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA EN LA UNIVERSIDAD Según Francisco Romero, para la iniciación en la filosofía se puede recurrir a los libros redactados con ese fin (las llamadas Introducciones a la filosofía) a la lectura de la historia de la filosofía y a la de un determinado filósofo. Las introducciones a la filosofía son abundantes; varias de ellas se destacan por sus méritos. Algunas pueden ser dejadas de lado, dado que se limitan al problema metafísico y al del conocimiento, y no dan por lo tanto una idea adecuada del panorama filosófico. Cada filósofo tiene una visión personal de la filosofía. El inconveniente de las Introducciones para los estudiantes es ofrecerles el complejo filosófico desde un ángulo determinado, en un momento en que no se hallan en condiciones de confrontarlo con otros; la mejor manera de superar tal inconveniente es consultar alternativamente dos o más libros de este género. Debe advertirse que, en rigor, ninguna de estas obras (Introducciones a la Filosofía) son elementales; si lo fueran, acaso ni como introducciones en sentido estricto servirían. Todos son libros filosóficos y en cierto modo requieren la actitud filosófica en el lector. Pero la dificultad que de aquí deriva no puede ser eliminada; si el libro no es filosófico, mal puede ostentar ante el lector el genuino cariz de la filosofía. Cualquier interesado en filosofía puede aprender mucho de estos libros, y en cuanto al que por primera vez se acerca a estos asuntos, debe manejarlos y extraer de ellos los elementos que lo ayuden en su iniciación, sin esperar que un libro determinado le abra de par en par las puertas de la ciudadela filosófica; deberá rondar alrededor de ella, y un día después de la lectura y meditación sobre éste u otro género de obras, se encontrará inesperadamente dentro. Esto no vale para quienes llevan ya en sí un sentido o vocación innata para reflexionar sobre estos problemas, y que en realidad no necesitan ser iniciados, sino más bien informados. Otro de los acostumbrados recursos para la iniciación es la lectura de la historia de la filosofía. Con esto se obtiene sin duda el panorama filosófico más general, si el examen se prolonga hasta el presente, pero con una visión en amplitud, no en Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 35 profundidad; y precisamente una nota peculiar de la filosofía es su profundidad. Lo que anima y justifica las tesis filosóficas es su fundamentación, su honda raigambre en la investigación, que no pueden ser abordadas en las exposiciones históricas. Es fatal que en el libro histórico la filosofía sea narrada, descripta; la mejor exposición de este orden es incapaz de reproducir el ímpetu propio, el soplo interno que posee la creación de un filósofo digno de este nombre. Otra vía para introducirse en la filosofía, muchas veces recomendada, es el estudio a fondo de un gran filósofo. Nada más peligroso para el principiante. Si topa con un filósofo verdaderamente grande y lo entiende, tal vez le cueste mucho salir de él, y la filosofía se le convertirá en una bruma en la cual sólo se destaca un claro perfil: el del filósofo elegido. El poder de seducción de un pensador eminente es extraordinario. Son muchos los que han adherido incondicionalmente y de por vida a una determinada filosofía, sólo por el hecho accidental de que tropezaron con ella en el primer momento. Es menester destacar que Francisco Romero señala que ninguna de las formas puras son válidas para los alumnos ingresantes a la filosofía, lo más conveniente sería una combinación de los tres aspectos y de esa manera se tendría una visión más acabada de esta asignatura. La forma y la manera de enseñar filosofía en nuestras Universidades, nos llega a estas playas a través de la tradición europea. En nuestro país existen diferentes posiciones al respecto; nosotros convenimos con la siguiente posición, quedando abiertos a discernir académicamente con otras posiciones en la Argentina y en Latinoamérica. A lo largo del siglo XIX las ideas filosóficas en la Argentina están impregnadas de una fuerte sustancia práctica: se trata de ideas filosóficas europeas, principalmente de origen francés, que adquieren entre nosotros un acentuado tono político, por ejemplo, en Mariano Moreno, Esteban Echeverría, Domingo F. Sarmiento o Juan B. Alberdi. En consecuencia, se prefiere la expresión más amplia y vaga de "pensamiento argentino" o "ideas argentinas" frente a la más estricta de "filosofía argentina", para designar a un conjunto de autores y obras que aunque no constituyan filosofía en el sentido restringido 36 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro del término, plantearon y desarrollaron con profundidad temas importantes que hacen a nuestra realidad nacional y americana [Ortiz Gutiérrez, 1998]. Aunque el "pensamiento argentino" se prolonga en el siglo XX en hombres como José Ingenieros, Ezequiel Martínez Estrada, Raúl Scalabrini Ortiz y otros muchos intelectuales-políticos, los estudios de filosofía adquieren un carácter más académico con la fundación de las Facultades de Filosofía y Letras o Humanidades desde finales del siglo XIX, la creación de departamentos de filosofía en dichas facultades y la organización de estudios de filosofía sistemáticos en forma de "carreras de filosofía". Actualmente, los estudios de filosofía, de nivel superior, se cursan en los Institutos del Profesorado, Institutos de Formación Docente, donde se preparan los profesores para los colegios secundarios y en varias universidades nacionales y privadas en las mencionadas facultades de "Filosofía y Letras" o "Humanidades". La universidad suele dar dos títulos de grado: "Profesor en filosofía" y "Licenciado en Filosofía", el primero está orientado hacia la actividad docente y el segundo hacia la investigación y la producción filosófica; se trata en ambos casos de títulos correspondientes a carreras de cinco años de duración. El Ministerio de Educación y Ciencia de España, por ejemplo, homologa ambos títulos universitarios al de "Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación. Sección Filosofía". Tanto el profesorado como la licenciatura tienen un gran tronco de asignaturas comunes diferenciándose hacia el final de la carrera por incluir, el primero un ciclo de asignaturas pedagógicas y la segunda una tesis de licenciatura. Aunque los planes de estudio presentan diferencias según las distintas facultades, suelen constar de un ciclo introductorio; un grupo de asignaturas históricas, como: filosofía antigua, medieval, moderna y contemporánea; un grupo de materias problemáticas como: gnoseología, ética, metafísica, estética, lógica, filosofía de las ciencias, antropología filosófica, etc.; un grupo de materias auxiliares, como: lengua y cultura griegas, lengua y cultura latinas, inglés, francés y/o alemán; algunas asignaturas optativas para que el alumno oriente su formación hacia alguna rama de la filosofía; y algunos seminarios sobre temas puntuales en los que el alumno se inicia en la investigación filosófica. Entre asignaturas y seminarios, las carreras de filosofía comprenden cerca de 30 cursos que están pensados para que un estudiante los realice a lo largo de cinco años de estudios, aunque a la mayoría les lleva bastante más. Se estudia filosofía, como carrera específica, Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 37 en 14 universidades nacionales de la Argentina y en 7 universidades privadas, la mayoría de estas últimas son universidades católicas; a lo que debe añadirse varias decenas de institutos de profesorado que expiden título de "Profesor en Filosofía" o "Profesor en Filosofía y Pedagogía". Algunos consideran que hay un excesivo número de carreras de filosofía en el país, y en general, hay acuerdo en considerar que todas estas instituciones cuentan con pocos alumnos. En todos los casos, hay menos de los que razonablemente la institución podría formar y menos de los que hay en otras carreras terciarias o universitarias en las que los estudiantes se apiñan. Más allá de los títulos de grado, la universidad otorga el de "Doctor en filosofía" a aquellos licenciados o profesores que además de cursar varios seminarios, aprueban una tesis de doctorado específica. El título de "Doctor" tiene prestigio académico, pero no incumbencias profesionales. Fuera ya de la carrera de filosofía, se enseña filosofía, en el nivel universitario en muchas otras carreras. Al respecto vale la pena hacer notar que la filosofía, lejos de jugar un rol estructural en la universidad, se halla más bien confinada en el departamento de filosofía de las facultades llamadas de "Filosofía y Letras" o de "Humanidades", reduciéndose su presencia en las otras carreras a unas pocas asignaturas aisladas que suelen ser de dos tipos. En primer lugar hay algunas asignaturas de "Introducción a la Filosofía", fundamentalmente en las carreras humanísticas, con el objetivo, aparentemente, de proporcionar una formación cultural general a alumnos que, en muchos casos, proceden de estudios secundarios profesionales y que no han tenido ninguna formación filosófica previa. En segundo lugar hay cursos de "Lógica y metodología de las ciencias" en distintas facultades, los que se hallarían con propósitos marcadamente instrumentales. Ambos tipos de cursos, ubicados en los primeros años de las distintas carreras, no guardan relación alguna con los correspondientes departamentos de filosofía y desarrollan, en general, una labor de bajo impacto en la formación de los futuros egresados [Obiols, G. y Frassinetti de Gallo, 1991]. Este aspecto me permito remarcarlo con mayor énfasis dado que puede ser el caso de la universidad Católica de Santiago del Estero. En nuestra Universidad por las características particulares de la misma, se está trabajando en un proyecto generado en la sede central donde se trata de articular: Filosofía, Doctrina Social de la Iglesia y Teología, con un objetivo muy interesante y es 38 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro que la materia “Introducción a la Filosofía” se dicte solamente en 1º año, y que se dicten seminarios filosóficos sobres diversos temas pertinentes a cada carrera a lo largo del desarrollo de la misma. Finalmente Ética y Deontología Profesional en el último curso, de esa manera los alumnos de nuestra universidad siguen en contacto y relacionados con la Filosofía, durante el transcurso de toda su carrera y les permita recibir un conocimiento más completo e integral del hacer filosófico. 3.2. ¿QUÉ ENSEÑAR? 3.2.1. Los contenidos y las estrategias didácticas. El análisis de los distintos tipos de contenidos (conceptuales-procedimentalesactitudinales) remite a la problemática del conocimiento, en la medida en que según entendamos al mismo, seleccionamos y priorizamos los contenidos. Pero, ¿qué entendemos por “conocimiento”, por “saber”? Es el cuerpo o conjunto de conceptos, hechos, procedimientos, habilidades, capacidades y valoraciones legitimados científica y socialmente; que surge de distintas fuentes y responde a un marco de referencia sustentado en determinados principios, por ejemplo el positivista, el hermenéutico, el materialismo, el socio-crítico, etc.. Cuando se habla de modos nos referimos a las distintas formas que adoptamos en relación con el conocimiento, la forma en que ese proceso individual e interno se adquiere, se construye y se significa. Cada estudiante se relaciona con el saber de distinta manera, su formación previa, su escolarización, han influido fuertemente en esos modos. No se trata de que el docente quiera homogeneizar y unificar dichas diferencias, sino que debe estar preparado para esa diversidad y atenderla en la medida de sus posibilidades y de su formación. Por ello es importante la pregunta que analizamos en clase ¿es relevante para ellos lo que seleccionamos como contenidos a aprender?, ¿cómo construyen sus conocimientos a partir de los contenidos que seleccionamos? Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 39 Hablar de “construcción” ya nos instala en un modelo de conocimiento que reconoce las condiciones históricas, políticas, biológicas, psicológicas e ideológicas del saber; no como una entidad cerrada, sino abierto a las condiciones contextuales que lo constituyen. En el ámbito educativo y cultural la adopción del modelo constructivista implica un proceso de naturaleza individual durante el aprendizaje, donde el estudiante construye nuevos significados sobre contenidos enseñados y les atribuye un sentido. Nadie puede sustituirles en este proceso. Pero, esta noción de aprendizaje (relación sujetoconocimiento) como un proceso de construcción esencialmente individual e interno, no implica que deba ser un proceso solitario. Al contrario, es al mismo tiempo un proceso social y cultural: los significados construidos remiten a formas y saberes culturales y las situaciones educativas son fundamentalmente comunicativas. Los contenidos educativos y culturales son una selección de los significados que, sobre distintos ámbitos o parcelas de la realidad, han ido construyendo los seres humanos a lo largo de la historia. Hablamos de una selección de saberes históricamente construidos y culturalmente organizados (currículum). El proceso de construcción de significados es individual en la medida en que cada estudiante debe llevarlo a cabo de forma autónoma, pero es también cultural en la medida en que los significados construidos remiten a formas y saberes culturales. En este sentido la percepción que genera este proceso, al menos en mi caso, es una tensión permanente entre el estudiante, el docente y el hecho educativo. Por una parte, los estudiantes parecen aprender los contenidos temáticos sólo en la medida en que los mismos despliegan ante ellos una actividad mental constructiva generadora de significados y sentidos. Por otro lado, el desencadenamiento de dicha actividad mental no es suficiente para que la educación superior alcance los objetivos propuestos: que el sentido y los significados que construyen los estudiantes sean acordes y compatibles como saberes culturales ya elaborados. Y por último, como consecuencia de lo anterior, es fundamental el papel del profesor en el proceso de construcción del conocimiento de los estudiantes. El profesor debe favorecer en sus alumnos la aparición y el despliegue de una actividad mental constructiva, tiene la “misión” y responsabilidad de orientarla y guiarla en la dirección que marcan los saberes y formas culturales incluidos en el currículum como contenidos de aprendizaje. 40 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro Otro modo de construcción del conocimiento es el cambio conceptual [POSNER G., STRIKE K., HEWSON P., GERTZOG W., 1999] que en los modelos constructivistas viene determinado por los procesos que permiten la integración de las características de un concepto nuevo a través de concepciones previas o la reestructuración de los esquemas conceptuales existentes cuando la nueva información es irreconciliable con los esquemas que poseen. También existen otros modelos de cambio conceptual derivados de distintos fundamentos filosóficos y puntos de vista psicológicos. A pesar de esta diversidad interesa destacar aquellos rasgos comunes que como docente comparto: - el aprendizaje es un producto de la interacción entre las concepciones previas de los estudiantes y la nueva información recibida en las diversas situaciones didácticas; - para que se produzca un cambio, los estudiantes tienen que experimentar algún tipo de conflicto cognitivo que manifieste las diferencias entre sus ideas y las nuevas; - para que los nuevos datos se incorporen o se cambien por las concepciones existentes es necesario que las nuevas ideas sean significativas o que tengan más poder explicativo que las anteriores. Teniendo en cuenta estos aspectos teóricos del ¿Qué enseñar?, nos podemos hacer las siguientes preguntas: ¿Es posible la enseñanza de la filosofía? y, de ser posible, ¿cuál o cuáles son sus vías más plausibles? Aun cuando tenía vagos indicios de cuáles serían mis estudios superiores y en qué dirección se orientarían, ya sospechaba que la filosofía era una disciplina muy distante de poder estudiarse encapsulada en un gabinete solitario, por el contrario ya advertía desde entonces que era una disciplina que como punto de partida implicaba una discursividad compartida, y por tanto requería, en pocas palabras, de los actores profesor y alumno, así como del binomio enseñanza- aprendizaje. Partiendo pues de esta afirmación, quiero dejar sentadas aquí algunas reflexiones que me han ocupado desde que trabajo en la enseñanza de la filosofía en diferentes instituciones educativas, sobre todo en el nivel Universitario, tanto en el ámbito privado como público Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 41 Podemos entonces colegir que el aprendizaje de la filosofía sólo puede ser apuntalado desde el arte de su enseñanza. El saber filosófico e incluso sus particulares léxicos sólo tienen lugar en el atletismo del agon. Siempre se necesita un estadio de discusión donde podamos exponer nuestras posiciones y contraposiciones, nuestras dudas y nuestros conflictos frente a las filosofías que estudiamos. Si como afirman Gilles Deleuze y Félix Guattari, “el filósofo es el amigo del concepto”, hemos de reconocer que el concepto no se da aislado, ni de una vez y para siempre. Los conceptos son creaciones sociales, producto del diálogo contradictorio, el elenchos. “Los conceptos no nos están esperando hechos y acabados, como cuerpos celestes” -- nos advierten estos dos representantes de la filosofía contemporánea [Deleuze y Guattari, 1991]. De modo que no podemos prescindir del aula, o en su defecto, del espacio virtual del aula; es en ésta donde las ideas fructifican y la reflexión crece. De aquí que, en la perspectiva de una enseñanza de la filosofía ya no sólo en su modalidad abierta, sino a distancia, sería recomendable considerar, a la hora de diseñar estos planes de estudio, el peso que cobra la modalidad presencial en la particularmente rigurosa transmisión de la filosofía. Si bien el aula no es necesariamente el único lugar de “encuentro”, “contacto” y “comunicación” para las dos personalidades que intervienen en el complejo proceso educativo, esta relación es imprescindible, ya que ella se convierte, por así decirlo, en el alma misma del proceso enseñanza-aprendizaje. A través de esta interrelación se transmite información como vehículo de cultura y como proceso de maduración en su sentido más amplio. Mas sin menoscabo del argumento contra el autodidactismo, no podemos negar que el estudioso de la filosofía, en la modalidad que sea, lo es desde el plano de su existencia autónoma. Lo único que se requiere es de un ámbito, un suelo, que no se confunda con uno, pero en donde se alberguen los gérmenes de la filosofía y los personajes que los cultivan. El caso es que haya un espacio donde el constructivismo conceptual de la filosofía tenga lugar. En esta perspectiva, por tanto, me gustaría agregar a mi inquietud inicial otra cuestión más que me parece estar apuntando a que el proceso de enseñanza aprendizaje, particularmente en la interrelación docente-alumno, cobre resultados más gratificantes, 42 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro estimulantes y positivos. Considero en primer lugar, que en el centro de una auténtica reforma, o reorientación del sistema educativo en la Universidad, sería imprescindible someter a estudio, diagnóstico y tratamiento, las relaciones interpersonales que se tejen a través de las clases. Esto quiere decir ir a lo importante, a lo vivo, a lo que está ahí a la hora de dar clase, en suma, ir a lo humano. Esto lo estimo esencial porque permitiría conocer el entresijo de la dinámica relacional que se estructura en el interior de las clases, y reforzaría lo que he venido sosteniendo: la imprescindible actuación de un profesor para conducir la marcha de los estudios filosóficos. Para concluir este aspecto en esta memoria me permito sugerir la importancia de dos cuestiones que pienso ayudarían a esclarecer el perfil del profesor de filosofía y que tienen que ver con lo que yo llamaría la trama afectiva entre docente -alumno. Estas son la filia y la paresia. Pienso que el papel del profesor depende de algo más que de una notable personalidad y de la erudición, pienso que esencialmente la figura del docente es la de un trabajador de grupo, cuyo afecto hacia éste debe tener un método. La filia del profesor marcha más por el camino de quien más que enseñar, pone enseñas, es decir, insignias que los educandos podrán atender como parte de la orientación que requiere la lectura de los sesudos textos filosóficos; la creación gradual de estas enseñas proporciona una ayuda precisa, liberando al alumno del conflicto constante e incluso endémico que prevalece entre profesor-alumno. La filia del asesor permite y hace posible entonces el aprendizaje personal, ya que permite en mayor medida que la interrelación sea más cordial y amistosa. No olvidemos que por principio la filosofía es filia, amistad hacia el saber. Aunque el sólo afecto no puede garantizar el éxito, es necesaria una constante, y equilibrada afectividad. En cuanto a la paresia, me permito citar a Michel Foucault: “Paresia etimológicamente significa decirlo todo. La paresia lo dice todo, no obstante, no significa exactamente decirlo todo, sino más bien la franqueza, la libertad, la apertura que hacen que se diga lo que hay que decir, como se quiere decir [...] Este término [...] Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 43 está ligado de tal forma a la elección, a la decisión, a la actitud del que habla, que los latinos lo han traducido justamente por libertas para referirse a la libertad de aquel que habla." [Foucault, 1987] En la medida que el profesor es un mediador en la transmisión, debe permitir la acción individual de los alumnos, sobre la base de una nueva ética fundada en la sinceridad. Si el maestro es un mediador en la constitución del discípulo como sujeto, como lo afirma Foucault, la tarea del docente no se halla muy lejos de ello, por el contrario, éste debe permitir que los asesorados sean locutores de su propia discursividad, que expresen sin ambages no sólo sus dudas, sino todos los estados que recorren en su adquisición de los saberes filosóficos. Podemos resaltar que es de radical importancia como ya lo he dicho, que sean consideradas, con antelación a la reforma de programas, reestructuración de contenidos y modificación de planes, todas estas variables del proceso de enseñanza aprendizaje de la filosofía en la Universidad, con la esperanza de que por lo menos aquí y ahora sirva su señalamiento como estímulo a la verdadera educación que perseguimos. 3.2.2. La enseñanza de la filosofía Según Obiols 1 podemos partir de los siguientes interrogantes: ¿Cuál es el objeto de que haya una carrera específica de filosofía en las universidades? Aquí creo que pueden distinguirse dos respuestas a las que podríamos llamar "vocacionalistas" y "profesionalistas". Llamamos vocacionalistas a los que afirman que su sentido, objeto o finalidad reside en "cultivar la filosofía", es decir, en estudiarla con seriedad y rigor, pero sin pretender lograr un producto específico, más allá de la formación de profesores para el nivel secundario. Así, por ejemplo, el argentino Juan A. Vázquez decía en 1969: 1 Guillermo Obiols se ha desempeñado como profesor de Filosofía en el secundario y en la universidad. En este último nivel tuvo a su cargo la asignatura de "Didáctica Especial y Prácticas de la Enseñanza en Filosofía" en la Universidad de Buenos Aires, obligatoria en la formación de los profesores de Filosofía. Ha sido miembro fundador y primer Presidente de la Asociación Argentina de Profesores de Filosofía, entidad que agrupa a varios cientos de profesores de Filosofía del nivel secundario, principalmente. Fue Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, la institución de formación docente más grande de Argentina por la variedad de carreras de profesorado y por la cantidad de sus estudiantes. 44 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro “No existe abracadabra que pueda producir filosofía; hay que aguardar que nazca el filósofo. Entre tanto la misión de la filosofía universitaria no puede ser otra que la de mantener las lámparas bien encendidas para alumbrarle el camino y para reconocerlo. Para ello las universidades e institutos privados, que acaso resulten más aptos albergues del pensamiento libre, tienen larga tarea propia si se aplican a estudiar profundamente a los grandes maestros de cualquier tiempo y lugar repensándolos desde la experiencia inédita de nuestro intransferible drama [Vásquez, 1970]. Los profesionalistas en cambio, piensan que se puede y se debe definir un más claro perfil del egresado como alguien con ciertas competencias específicas que le permitan realizar determinadas tareas. Así, por ejemplo, Eduardo Rabossi decía en 1985, época en la que se desempeñaba como director del Departamento de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires: ...una facultad de filosofía se debe proponer básicamente enseñar a filosofar. Con otras palabras: los alumnos deben comprender en todo momento que se les pretende preparar para un arte, para una actividad específica, para filosofar, y que esa preparación exige la internalización de una práctica y el dominio de técnicas [Rabossi, 1987]. La línea profesionalista parece seguir la orientación que defendiera el español José Gaos, en México, en 1956, cuando señalaba que el propósito de la carrera de filosofía era: “...asegurar lo más posible la formación de personas capacitadas para participar en la vida filosófica internacional incluso creadoramente” [Gaos, 1986]. Tal vez se pueda señalar la presencia de una tercera posición que por una parte repudia a los vocacionalistas acusándolos de desentenderse del entorno social y desarrollar prácticas "academicistas" y rechaza en los profesionalistas una supuesta integración o subordinación de la filosofía a la estructura social. Para esta tercera corriente la filosofía debe ser conciencia crítica del entorno social ya que el filósofo es un cuestionador de la realidad, comprometido con un proyecto de liberación nacional o social, nos referimos a Althusser, Foucault, Bourdieu, y otros en la misma línea. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 45 3.2.3. Los temas que debemos enseñar Los planteos más tradicionales dicen que los temas a enseñar deben ser los clásicos de la filosofía occidental, los grandes problemas como el del ser, el conocer, la verdad, el obrar, etc., los conceptos acuñados en el tratamiento de los mismos y los grandes autores desde los presocráticos hasta los contemporáneos que han dado distintas respuestas a estos problemas. Naturalmente, dentro de este esquema hay variantes que, sobre todo al acercarnos a la filosofía contemporánea destacan una u otra orientación: la Filosofía de la existencia de Heidegger o la Escuela de Frankfurt, la Filosofía analítica anglosajona o el Estructuralismo y posestructuralismo francés, el Neotomismo o el Neomarxismo, etc. Pareciera que se establecen relaciones entre pares, ¿es así o es la forma de redacción elegida? En cuanto a la estructuración de estos temas, en la escuela secundaria argentina se ha seguido más bien la tradición francesa de una organización a través de problemas o nociones, más que la italiana desde la reforma Gentile, de realizar un tratamiento histórico. Sin embargo, periódicamente algunas voces se levantan para defender una organización histórica de los contenidos filosóficos, pero sin cuestionar que el objeto de estudio debe estar conformado por los temas clásicos. En los planteos más tradicionales el criterio de significatividad de los contenidos pasa por el valor que éstos tienen en la cultura occidental y su presunto carácter formativo de la personalidad. En algunos casos, sin dejar de reconocer la necesidad de estudiar en forma histórica o problemática buena parte de esta tradición occidental, se afirma que es necesario darle mayor importancia al pensamiento argentino, latinoamericano, iberoamericano y/o americano tal como lo definimos antes, es decir, un conjunto de autores y obras que aunque no constituyan filosofía en un sentido restringido del término (para algunos autores), plantearon y desarrollaron con profundidad temas importantes que hacen a nuestra realidad nacional, regional o continental. En este planteo, el criterio de significatividad de los contenidos pasa por el valor social de los mismos que presuntamente permiten comprender el entorno en el que se vive y definir una "identidad cultural" [Coll et al, 1994]. A esta altura, hay filósofos propiamente dichos, con formación académica y producción específicas, que se han dedicado a desarrollar temáticas argentinas y latinoamericanas, además de los antes mencionados. 46 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro Otro punto de vista sobre la cuestión de la selección de los temas pone más bien el énfasis en que los mismos deben ser significativos para el alumno de carreras no filosóficas, que es precisamente el caso de nuestra Universidad. En estos planteos se toman como fundamentos, por una parte, un diagnóstico de la enseñanza secundaria que advierte el bajo nivel de integración de temas y problemas que los alumnos estudian correspondiéndole a la filosofía llevar adelante dicha integración; por otra parte, se consideran ciertos estudios sobre el desarrollo intelectual y socioafectivo del adolescente y, a partir de ellos, se postula el tratamiento de temas que presuntamente podrían vincularse con problemáticas operantes en esa etapa del desarrollo. Por lo que se refiere al primer fundamento, es cierto el diagnóstico de la fragmentación de contenidos y temáticas en la escuela secundaria, pero asignarle a la filosofía el papel integrador, tal vez sea ir demasiado lejos en sus posibilidades; por otra parte, como contrapartida, este papel supremo puede hacerle perder el estudio de contenidos menos ambiciosos, pero específicos. En lo que hace a los estudios sobre la adolescencia, harto difíciles por otra parte por la necesidad de considerar múltiples variables y perspectivas en ellos, más bien deberían incidir en los métodos de enseñanza y no en los contenidos de dicha enseñanza. Sin embargo, estos estudios son relevantes en lo que hace a la estructuración u organización de los contenidos, avalando más bien los enfoques problemáticos a los históricos que resultarían demasiado abstractos. Así, por ejemplo, la española Ana Pérez Figueras, apoyándose en estudios que han corregido los aportes piagetianos acerca del desarrollo intelectual del adolescente, dice: “La enseñanza tradicional suponía que el joven entre 17-20 años tenía capacidad para asimilar la historia de la filosofía y los demás elementos de la cultura que se le transmitían. Los problemas del fracaso escolar se interpretaban como deficiencias estructurales debidas a la masificación y como fracasos del alumno poco motivado y poco estudioso. Sin embargo, si tenemos en cuenta que nuestros jóvenes no tienen consolidado un pensamiento formal y que su manera de resolver problemas está muy condicionada por sus ideas previas, por variables de intereses y motivación personales y por la complejidad y abstracción de los contenidos, podríamos concluir que si nos empeñamos en enseñarles historia de la filosofía les abocamos al fracaso y a la memorización” [Pérez Figueras, 1987]. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 47 Un enfoque de tipo problemático, en cambio, permitiría una mejor conexión de la temática filosófica con las motivaciones y problemas del alumno adolescente, posibilitando que la reflexión se dispare a partir de las preocupaciones operantes en el mismo. Al respecto decía en 1952 el italiano Rodolfo Mondolfo, de larga residencia en la Argentina, cuestionando la orientación historicista seguida por Italia: ...el secreto para despertar la necesidad de la filosofía -sin la cual su enseñanza sería, más que vana dañina, porque engendraría la aversión o el escarnio que acompañan siempre a la incomprensión- está precisamente en establecer un punto de apoyo sobre intereses ya operantes y vivos para mover al espíritu hacia el camino que desemboca en los problemas filosóficos. La filosofía no debe presentarse como una región nueva y separada de aquellas en que suele detenerse la mente del joven; debe presentarse como el desemboque natural de muchos caminos que suele recorrer. El interés debe nacer de la realidad concreta de la vida espiritual vivida por el mismo joven [Mondolfo, 1992]. Aunque la cuestión de la selección y estructuración de contenidos sigue siendo teatro de disputas, tal vez hoy la mayoría de los planteos tiende a reconocer la necesidad de tomar como punto de partida el tratamiento de los clásicos problemas filosóficos, que pueden vincularse con las preocupaciones adolescentes, enriquecidos por las consideraciones de filósofos contemporáneos y filósofos argentinos y americanos. En nuestro caso particular sería muy bueno tener en cuenta- con aportes de desde la antropología. los sujetos de aprendizaje de la Universidad Católica de Santiago del Estero, sus particularidades, peculiaridades, la zona, la región y sobre todo respetar y atender sus culturas. 3.3. ¿CÓMO ENSEÑAR? Antes de hablar puntualmente del cómo enseñar, me parece pertinente en esta Memoria enunciar algunos principios de una buena enseñanza, publicados por Richard Leblanc en la revista: “The Teaching Profesor”, luego de que ganara el premio” Seymous Schulich” por la excelencia en la enseñanza. 48 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro Es tal vez una obviedad señalar que a mi criterio todos y cada uno de estos principios son de total aplicación en la enseñanza de la filosofía en la Universidad. Primero. La buena enseñanza tiene que ver tanto con la pasión como con la razón. No se trata solamente de motivar a los estudiantes a que aprendan, sino de enseñarles cómo aprender, y hacerlo de manera que sea relevante, llena de significado y memorable para ellos. Consiste en saber cuidar el arte de enseñar, en apasionarse por él y en trasmitir esa pasión a los demás, sobre todo a los alumnos. Segundo. La buena enseñanza es considerar a los estudiantes consumidores de conocimiento. Consiste en hacer el mayor esfuerzo por mantenerse actualizado en su campo, leyendo las fuentes directa e indirectamente relevantes, y frecuentando el grupo líder tan a menudo como sea posible. Pero el conocimiento no se circunscribe a las revistas especializadas. La buena enseñanza consiste en saber tender puentes entre la teoría y la práctica. Consiste en dejar la torre de marfil y sumergirse en el campo de trabajo, conversando con la gente que pone en práctica la teoría, consultándoles y asistiéndoles, y también establecer relaciones con sus comunidades. Tercero. La buena enseñanza consiste en escuchar, preguntar, ser sensible, y recordar que cada estudiante es diferente. Consiste en provocar las respuestas y en desarrollar las habilidades de comunicación de los estudiantes. Consiste en alentarlos a excederse, y al mismo tiempo, consiste en ser humano, respetuoso de los demás, y en ser un profesional todo el tiempo. Cuarto. La buena enseñanza no consiste en tener siempre una agenda fija y en ser rígido, sino en ser flexible, de ánimo experimentador, y en tener la confianza necesaria para reaccionar y ajustarse a las circunstancias. Consiste en obtener sólo diez por ciento de lo que esperaba alcanzar en clase y aún así sentirse satisfecho. Consiste en saber desviarse del programa de clase o de la lección programada cuando hay mejores oportunidades de aprendizaje en otra parte. La buena enseñanza consiste en el balance creativo entre ser un dictador y ser un condescendiente. Quinto. La buena enseñanza es cuestión de estilo. ¿Debería ser divertido enseñar? Seguro que sí. ¿Significa esto que carezca de sustancia? De ninguna manera. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 49 La enseñanza efectiva no consiste en clavar las manos en el podio, o en tener los ojos fijos en lo que proyecta a la pantalla o al pizarrón. Los buenos maestros trabajan el espacio en el aula y saben dónde está cada estudiante. Se dan cuenta de que ellos son los directores y los alumnos la orquesta. Cada estudiante toca un instrumento diferente y con diferentes grados de habilidad. Sexto. Esto es muy importante: la buena enseñanza es asunto de buen humor. Consiste en no tomarse a usted mismo demasiado en serio. A menudo consiste en hacer bromas inocuas, la mayoría sobre usted mismo, de manera que el hielo se rompa y los estudiantes aprendan en una atmósfera relajada donde usted, como ellos, se vean como seres humanos con debilidades y carencias. Séptimo. La buena enseñanza consiste en cuidar, nutrir y desarrollar mentes y talentos. Consiste en dedicar tiempo a cada alumno, a menudo sin que el interesado se dé cuenta. Consiste también en aquellas horas desagradecidas que dedicamos a calificar, a diseñar o rediseñar cursos y a preparar materiales para mejorar la enseñanza. Octavo. La buena enseñanza se apoya en un liderazgo fuerte y visionario, y en un soporte institucional muy tangible (recursos, personal y fondos). La buena enseñanza se refuerza continuamente con una visión global que trasciende toda la organización -desde los profesores hasta los auxiliares--, la cual queda reflejada en lo que se dice, pero más importante, en lo que se hace. Noveno. La buena enseñanza consiste en ser intermediarios entre los profesores antiguos y los nuevos, entre los compañeros de trabajo, y en ser reconocido y promocionado por los colegas. La enseñanza eficaz debiera ser recompensada, y la enseñanza pobre debiera ser mejorada a través de programas de capacitación. Décimo. Al final, la buena enseñanza consiste en saber divertirse, en saber experimentar las recompensas propias de la profesión, como cuando uno fija la mirada en un estudiante al final de la fila y puede ver cómo funcionan sus neuronas, cómo se forman sus pensamientos, y cómo ese alumno se convierte en una mejor persona. Los buenos maestros practican su arte no por amor al dinero o porque tienen que hacerlo, 50 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro sino porque verdaderamente disfrutan haciéndolo y quieren hacerlo. Los buenos profesores no se pueden imaginar haciendo otra cosa. 3.3.1. Algo sobre los métodos Los métodos de enseñanza, incluyendo las formas de evaluación, están en directa relación con los objetivos de aprendizaje. Una de las respuestas implica a las estrategias de aprendizaje, ese conjunto de procedimientos, acciones y técnicas que debemos distinguir de las habilidades en función de los fines, del conocimiento y del contexto. Al trabajar las estrategias debemos focalizar sus dimensiones a efectos de hacerlas más efectivas: - una dimensión pedagógica, que supone prever la capacidad innovadora de la docencia, su flexibilidad y originalidad. En el marco de una propuesta innovadora se impulsa la actitud interrogativa del joven estudiante frente a la realidad cambiante que le toca vivir, facilitándoles herramientas más flexibles. - una dimensión crítica, que supone considerar todo proyecto educativo como una acción abierta al futuro, sujeta a revisión crítica constante. - una dimensión sociopolítica, que implica el compromiso con la realidad circundante, local y mundial. - una dimensión prospectiva, que permita al joven estudiante manejar con seguridad y rigurosidad conceptos y procedimientos diversos empleando la información y su formación en la sociedad actual. En las formas más tradicionales que sólo se plantean la asimilación y comprensión de contenidos conceptuales, la metodología preponderante es la exposición del profesor y la toma de notas por parte de los alumnos. La evaluación se realiza generalmente a través de parciales escritos u orales estructurados o semiestructurados adecuados para medir el grado de comprensión de conceptos, problemas, teorías, etc. Cuando se busca una comprensión crítica suele pedirse en trabajos prácticos o pruebas escritas un punto de vista personal más o menos fundamentado. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 51 Entre quienes han preconizado como objetivo el "enseñar a pensar", el método preferido ha sido el diálogo más o menos espontáneo a partir del planteo de alguna situación problemática susceptible de requerir varias aclaraciones terminológicas y capaz de dar lugar a distintos puntos de vista, con preguntas como "¿Qué es la felicidad?" o "¿Cuál es el fundamento del conocimiento?" En el desarrollo del diálogo, el profesor puede traer a colación juicios de los filósofos sobre las cuestiones que se incorporan al debate. La evaluación del alumnado suele hacerse sobre la base de su mayor o menor participación cuantitativa y cualitativa en el diálogo. Para el enfoque que defiende como propósitos de la enseñanza filosófica en el nivel universitario la asimilación de contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales, los procesos de enseñanza y aprendizaje de la filosofía dirigidos a adolescentes y jóvenes deberían comprender tres momentos: el inicio, el desarrollo y el cierre que se corresponden con la secuencia concreto, abstracto y concreto, respectivamente. En el inicio se trata de plantear un problema filosófico, a partir de elementos familiares al alumno, haciendo uso de recursos no tradicionales como historietas, films, textos literarios, material periodístico, capaces de despertar el interés de los alumnos y sensibilizarlos para el tratamiento del problema. En el desarrollo, momento en el que se acude a la abstracción filosófica, lo esencial es analizar soluciones, lo que supone acudir a las fuentes filosóficas (los textos de los filósofos en forma de lecturas de antologías o de obras breves) y la historia de la filosofía, como elementos necesarios para aclarar el problema. Aquí se trata de destacar el significado y la actualidad de las ideas filosóficas y en el proceso de análisis estimular la capacidad de pensar de los alumnos: comparar tesis, explicitar criterios o supuestos, tomar posición de modo fundamentado, etc. El cierre es el momento en el que se vuelve a lo concreto, se trata aquí de sintetizar, aplicar y evaluar lo aprendido en buena medida a través de la producción oral y escrita de los alumnos en el proceso. Para nosotros el camino a seguir cuenta con los siguientes pasos: El primer momento supone, por parte del profesor, la selección de un problema que sea tal para sí mismo, un problema objeto de su interés y sobre el cual ha 52 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro reflexionado personalmente con mayor o menor originalidad. Tratando que también sea significativo para los alumnos, en este primer momento, la labor del profesor será, antes que nada, comprender cómo se presenta o enmascara el problema en la etapa evolutiva y en el contexto social en que se halla su grupo de alumnos, advertir de qué modo el problema puede constituir un aprendizaje significativo para sus alumnos, mostrar las diversas "soluciones" del sentido común, sus logros e insuficiencias, presentar el problema como algo que los involucra, advertir que el problema puede hallarse subyacente ante la necesidad de tomar una posición, que el problema puede hallarse presente en una nota de periódico, un film, una poesía, un cuento, una pintura, una viñeta humorística, etc. Las técnicas de conducción de clases pueden ser la exposición breve, el interrogatorio a los alumnos con pedido de opinión, el torbellino de ideas, la presentación del fragmento de un film, una poesía, etc. El objetivo será llegar a que la clase formule una serie de preguntas significativas, que las haga suyas, que las ordene tentativamente, etc. El segundo momento supone la exploración de estas preguntas, la aclaración de los términos en los que están formuladas, lo que por sí mismo puede llevar a los textos filosóficos y a la historia de la filosofía, las dos fuentes fundamentales que deberán ser objeto de estudio. En este momento la labor preparatoria del profesor consistirá en una selección bibliográfica y en la confección de guías de estudio para abordar la bibliografía por parte de los alumnos. En clase el profesor podrá realizar breves exposiciones con el objeto de ayudar a comprender la bibliografía que los alumnos podrán abordar individualmente o en pequeños grupos en clase y extra clase, ayudar a los alumnos en el trabajo individual o grupal, suministrar alguna bibliografía adicional, etc. La lectura de la bibliografía y el trabajo con las guías de estudio suponen un alumno que realiza una serie de actividades intelectuales variadas y de distinta complejidad que le permitirán comprender críticamente un texto (comprensión del vocabulario, ubicación en el contexto de su redacción, ideas principales que se sostienen, argumentos a favor de las mismas, supuestos de los que se parte, inconsistencias, falacias, ambigüedades, vaguedades, etc.), comparar un texto con otro (coincidencias, diferencias, supuestos y argumentos de uno y otro, etc.), emitir un juicio personal fundamentado, confrontarlo en el grupo, etc. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 53 El tercer momento supone actividades de síntesis, de intercambio y puesta en común de lo elaborado individualmente o en pequeños grupos. Se trata de exponer y contraponer resultados, de volver sobre nuestras preguntas del primer momento, de presentar las respuestas halladas y lo que hemos elaborado, pero también de replantear las preguntas, de reformularlas, de apreciar hasta dónde llegamos y de plantearnos nuevas preguntas que quedarán abiertas. También es el momento de advertir las implicancias que pueden tener las posiciones que se adopten sobre el problema en otros campos, como el arte, la política, las ciencias, etc. Se trata también de evaluar la enseñanza del profesor y los aprendizajes de los alumnos a través de su desempeño y sus producciones parciales, y de los instrumentos ad hoc necesarios. Pero, también, si el proceso ha significado la consideración auténtica de una cuestión filosófica, el profesor podrá evaluar su propio aprendizaje en la consideración de la cuestión. Vale la pena aclarar que los tres momentos que diferenciamos no deberían separarse tajantemente como etapas perfectamente aisladas una de otra, más bien, se trata de lo contrario, de comprender que son tres momentos de un proceso continuo. Por otra parte, los tres momentos pueden diferenciarse en el tratamiento de un problema o cuestión determinada como lo presentamos acá, pero también es posible pensarlos en relación al curso en toda su integridad y considerar los tres momentos en una clase determinada en la que, a escala, podría haber un inicio problemático, un desarrollo analítico y un cierre sintético. El modelo de enseñanza filosófica que defendemos supone un número ideal de alumnos en torno a la veintena, puede sostenerse con un mayor esfuerzo del profesor con un curso de cerca de treinta alumnos y probablemente resulte inviable con cifras superiores a cuarenta, pues las posibilidades de diálogo, interacción y apoyo del profesor a la labor de los alumnos disminuyen sensiblemente. El modelo intenta favorecer el trabajo autónomo de los alumnos (individual y grupal), su dedicación a la tarea, la consideración racional de las cuestiones, recuperar aprendizajes efectuados en otras instancias escolares y extraescolares, el escucharse y respetarse mutuamente entre ellos, cultivar la imagen de un profesor que se involucra en la cuestión tratada, orienta y guía el aprendizaje, que está informado pero que no lo sabe todo sino más bien que piensa junto 54 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro con sus alumnos. Este tipo de prácticas no son demasiado corrientes en nuestras escuelas y su introducción y desarrollo debería ser paulatino y acompañado institucionalmente. Finalmente, el modelo que propugnamos es compatible con cualquier posición filosófica del profesor que se plantee con honestidad y que se halle abierta a la crítica. Dicho de otro modo, sólo es incompatible con el dogmatismo cerrado que sostiene tesis sin argumentaciones que las sustenten o con argumentaciones cuya discusión no se acepta. El modelo puede aplicarse a un curso que se organice en torno a cualquier selección de problemas filosóficos a considerar, escogiendo los textos filosóficos que serán objeto de estudio, la bibliografía accesoria de la que hará o no uso (historias de la filosofía, manuales, etc.) y los recursos auxiliares que se emplearán (filmes, poesías, viñetas, etc.). La enseñanza de la Filosofía en carreras no filosóficas constituye una problemática que exige ser analizada desde varias dimensiones, todas complementarias y que por lo tanto no pueden estudiarse por separado si lo que se intenta es superar los planteamientos unilaterales para proponer soluciones integrales y realistas. Quienes estamos trabajando en filosofía y comprometidos en esta tarea, como investigación y práctica, debemos dar respuestas a problemáticas diversas. A la complejidad de la Filosofía misma como campo del conocimiento, debe sumársele la dificultad de su comunicación. Nuestros colegas de otras cátedras muchas veces nos cuestionan acerca de por qué si quienes nos dedicamos a la actividad filosófica preguntándonos por el arte, el conocimiento, las ciencias, los métodos, los actos humanos, la sociedad, la política, el hombre, el lenguaje, el ser, la nada, y cuanto cosa exista o se inventa, el Profesor de Filosofía en la Universidad es tan reacio a reflexionar sobre su propia práctica docente. Elena José [Guerci de Siufi, 2.000] coincide en su asombrado interrogar, cuando convoca a volver sobre la pregunta de por qué los profesores universitarios son en general reacios a reflexionar sobre su propia práctica docente si la filosofía nació en Grecia como paideia. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 55 Podríamos arriesgar respuestas sobre la base de experiencias concretas: Si de hecho somos profesores, que ejercemos bien y sin dificultad la docencia, para qué ocuparnos de temas que por pedagógicos, no son específicamente filosóficos. Son cuestiones menores, cómo enseñar es para el secundario... en la universidad la cuestión está superada... Podría tratarse también, de ciertos reparos que tenemos la mayoría de los docentes de otras disciplinas con las llamadas Ciencias de la Educación, por ejemplo: desconfianza en sus profesionales, malas experiencias en diferentes instituciones educativas, lo que nos lleva muchas veces a tener alguna resistencia a analizar nuestra propia práctica. De igual modo, debe reconocerse por lo menos un estado de indiferencia instalado con respecto a la enseñanza de nuestra asignatura, herencia del prestigio disciplinar, de los contenidos científicos, y la falta -en términos generales, en nuestro país- de una cultura de la autoevaluación. 3.4. ¿QUÉ Y CÓMO EVALUAR? 3.4.1. Un enfoque de la Evaluación Entre los propósitos de este trabajo está el diseño de un modelo de evaluación para el área de filosofía. Dichos temas al transformarse en categorías de análisis nos orientarán en las reflexiones sobre nuestras prácticas evaluativas, propiciando criterios básicos de excelencia para el diseño de nuestro modelo de evaluación. 3.4.2. Modelos de enseñanza y evaluación Los docentes no siempre tenemos en claro los supuestos y principios que determinan nuestros estilos de enseñanza y nuestras concepciones de aprendizaje. Menos aún el impacto de las formas de evaluar en los mencionados procesos. Todos estos estilos de pensar la acción docente remiten a una concepción de modelo. 56 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro Sabemos que los modelos de evaluación no son opciones radicales, sino que varían entre lo dogmático y lo comprensible. Por ello, es importante la reflexión y el análisis de los distintos dilemas respecto a la evaluación2. La evaluación según su temporalidad responde a la cuestión de: ¿cuándo evaluar? Es inicial cuando se realiza al comenzar un proceso evaluador y consiste en la recogida de datos sobre la situación de partida, por ejemplo al comienzo del año escolar. Este “Sondeo evaluativo” implica saber qué nivel de conocimientos, actitudes, habilidades, etc, traen los alumnos. En general los docentes hablamos de un “diagnóstico”. Es procesual, porque se hace durante los procesos de enseñanza y aprendizaje. Hay un acompañamiento y seguimiento a lo largo de los procesos y proporciona permanentemente información de logros y dificultades de los alumnos, por ejemplo. En este caso le permite al docente ajustar y reorientar sus enseñanzas. Es formativa. La final, es la que se realiza en las etapas finales del proceso. Apunta al análisis de resultados obtenidos, por ejemplo, en cuanto al grado de aprendizaje de los alumnos. Es sumativa. La Evaluación según los agentes responde a la cuestión de: ¿quién evalúa?, según la procedencia de la evaluación podemos hablar de: ¾ Autoevaluación: se da cuando es el propio sujeto el que evalúa sus logros y dificultades. ¾ Heteroevaluación: es aquella que realizan evaluadores externos, que no están implicados en el proceso o institución a evaluar con el objeto de lograr mayor objetividad. ¾ Coevaluación: aquella que implica a los pares en el proceso. 2 Para ellos hicimos una selección con los aportes de los tres módulos sobre evaluación que tuvimos a lo largo de la Especialización y que luego retomaremos con mayor precisión al diseñar el modelo. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 57 Todo proceso de evaluación educativa debe conducir a la auto-evaluación: * Desde el alumno: es el proceso de evaluación por medio del cual el sujeto juzga sus propios conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas. * Desde el docente: la autoevaluación ayuda a mejorar la comunicación y sobre todo promueve el desarrollo de autonomía, responsabilidad y reflexión. La evaluación debe transformarse en una actividad compartida por el conjunto de la comunidad educativa. Siguiendo la temática de ¿quién evalúa?, es imprescindible hacer referencia a la evaluación interna y externa. La interna surge de la inquietud de los docentes por comprender y transformar sus actividades, ésta es una necesidad no suficientemente sentida y ejercitada. Cada docente actúa en su aula y sólo se ocupa de la evaluación de sus alumnos. La evaluación externa nace generalmente de la preocupación de responsables públicos de la educación o de los destinatarios de los servicios que presta la institución educativa. Debe realizarse en equipo: tiene más rigor y fuerza social la tarea. Además, es necesario un tiempo de “convivencia pedagógica” en la institución para que los evaluadores “externos” e “internos” lleguen a disponer del marco conceptual e instrumental que permita complementar las transformaciones que cada uno aporta al sistema global. La evaluación según su funcionalidad apunta a las funciones que debe cumplir un proceso de evaluación; que fundamentalmente hace referencia a los aspectos formativos y sumativo. Ambos son importantes a la hora de instalar una evaluación integral en determinada institución, pues además de considerar los resultados (sumativo) está atenta a los procesos (cualitativo), usa métodos diversos y flexibles, facilita la participación, el diálogo y la reflexión de todos los actores y considera las diferentes dimensiones pedagógicas (administrativa, curricular, institucional e interinstitucional). Un papel importante en este proceso es el que juega el equipo de conducción de la institución (Decano, director de Departamento en el caso del DASS, Secretario Académico, Jefe de área, Coordinador, etc), que debe generar procesos de intercambios y 58 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro participación actuando como evaluadores de las prácticas áulicas e institucionales, asesorando y acompañando a todos los actores que actúan en distintos espacios, en: * El recogimiento de datos de manera precisa y permanente que permitan evaluar los procesos de enseñanza y aprendizaje, * Utilizar métodos apropiados en cada caso, como: diversas estrategias, adaptando interactivamente los registros, documentos, entrevistas, encuestas, boletines, etc. * Someter los datos a interpretación y análisis, para luego discutirlas en reuniones colectivas a efectos de lograr acuerdos. * Tomar decisiones para mejorar la acción, las prácticas educativas. De esta manera los procesos de evaluación institucionales, áulicos y de las propias prácticas promueven procesos que facilitan la reflexión, compresión y mejora sobre el propio hacer para integrarlo en el aprendizaje institucional que permite resignificar críticamente la experiencia y la acción, permitiendo la toma de decisiones pertinentes a los objetivos institucionales y dar repuesta a demandas de la sociedad actual. Por todo esto, sería conveniente que los docentes incorporemos a nuestras prácticas una herramienta fundamental: la investigación en la acción, lo cual implica un proceso de reflexión sobre la propia práctica con el fin de entenderla, mejorarla y operativizarla. Algunos de los planteos realizados en relación a los aspectos institucionales de la evaluación, parecen más factibles en relación a otros niveles del sistema educativo. Para que sean aplicables a la universidad, tal vez habría que realizar algunas consideraciones respecto a temas como, por ejemplo: libertad y autonomía de las cátedras, los mecanismos existentes de evaluación institucional y también de evaluaciones externas, relación de investigación acción con cambios institucionales. ¿Qué y cómo evaluar en los procesos de enseñanza y aprendizaje? En el marco de lo curricular la preocupación de ¿qué evaluamos?, es recurrente, sobre todo porque ya no hablamos de evaluar sólo contenidos y procesos sino que Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 59 debemos considerar las “competencias” que mediante la selección, organización y secuenciación de contenidos (conceptuales, procedimientos y actitudinales), permiten: * Aprender a conocer, a través de hechos y conceptos * Aprender a hacer, a través de métodos, técnicas y procedimientos * Aprender a ser: a través, de valores actitudes y normas. Y serán estas competencias las que se considerarán en la evaluación para alcanzar las expectativas de logro propuestas en el proyecto áulico e institucional. Las competencias permiten atender más a los sujetos en su contexto (con sus diferencias y saberes previos) y, permiten plantear la evaluación del aprendizaje con otros parámetros que contemplen su transversalidad. La adquisición de dichas capacidades exige un entramado de operaciones mentales y funciones cognitivas que habiliten al alumno para comprender la información, organizarla, clasificarla y analizarla por medio del diálogo racional argumentativo, y comunicarla a través de una síntesis lógica. Esta complejidad, inmediatamente nos remite a las preguntas ¿cómo evaluar? ¿cómo evaluar capacidades?. Respecto a las respuestas el abanico de posibilidades es muy amplio y variado tanto como situaciones de aprendizaje haya. Debemos tener presente que una concepción integral de evaluación requiere instrumentos que trasciendan el verificar si el alumno posee o no determinada información, se trata en realidad de comprobar qué puede hacer el alumno con lo que aprende, cómo podrá usar el aprendizaje logrado en situaciones diferentes, es decir apelar a la importancia del aprendizaje significativo de una destreza, la compresión de un fenómeno o una manifestación solidaria. Los instrumentos deben ser sensibles a la complejidad de la actividad que se desea evaluar, instrumentos abiertos y flexibles. Así, cuando se trata de evaluar capacidades es importante considerar el espacio áulico como espacio de aprendizaje, en sentido amplio y evaluar al alumno puesto en situación, pues a veces es más valioso saber 60 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro de qué habla un chico cuando está frente al televisor, que una prueba escrita en el aula, ya que una capacidad está adquirida cuando se transforma en una forma de mirar el mundo. En la teoría tripartita sobre el ingenio (Davidson y Sterenberg, 1984) se destacan las habilidades del razonamiento que un ser humano puede desarrollar, y que por supuesto desde la educación debemos fomentar: el razonamiento análisis, el razonamiento creativo y el razonamiento práctico. Estos se aplican en la adquisición de cualquier tipo de conocimiento, son los procesos cognoscitivos habituales, que ponemos en juego en forma permanente: la codificación selectiva, la combinación selectiva y a comparación selectiva. Son muchos los autores3 que pusieron el acento en que razonar bien consiste en un conjunto de habilidades de razonamiento y aprendizaje desarrolladas utilizado para resolver los problemas académicos y cotidianos. Entre las capacidades de orden superior que pueden considerarse óptimas para facilitar aprendizajes significativos, tenemos la identificación del problema, el proceso de selección, la representación de la información, la formulación de la estrategia, la asignación de recursos, observar la solución, la evaluación de soluciones. Estos procesos subyacen a los mencionados en el enfoque tripartito, y el docente debe aprovechar, a los efectos de intensificar el acto de razonar en los jóvenes estudiantes, no sólo a través de las distintas estrategias metodológicas sino también a la hora de diseñar los criterios e instrumentos de evaluación. En el ámbito de este análisis, surge la pregunta por el error ¿el desarrollo de estas capacidades implica evitar el error por parte de los que aprenden? No necesariamente, el error es una instancia más de aprendizaje que no debe provocar frustraciones, debe permitir los reajustes a partir de la orientación del docente en el ámbito de la evaluación. El error informa positivamente que se ha fallado en la realización de una tarea o solución de un problema, esto permite cambiar de enfoques o estrategias para abordarlo, revisar sus funcionamientos. Así, el joven estudiante tiene un papel activo en el proceso de evaluación y aprendizaje; lo cual nos acerca a los modelos de tipo heurístico. ¿Para qué y por qué evaluamos? Se evalúa para apreciar, para determinar el valor de un objeto o realidad dada, con ciertos criterios preexistentes. En la institución Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 61 educativa, evaluar el funcionamiento de una clase o de ella misma implica “construir” el referente apropiado para aprender su singularidad. Se apunta a comprender el objeto, se orienta hacia la función pedagógico-formativa. Evaluar las realizaciones de los alumnos significa comprender sus maneras de resolver las situaciones planteadas; no ha de ser sujeto pasivo en el proceso de evaluación, sino que debemos promover su participación activa mediante la autoevaluación del aprendizaje y el análisis del trabajo realizado. Más que evaluar el cumplimiento de los objetivos, interesa comprender las razones, por las cuales éstos son o no alcanzados y entender qué representa esta situación en términos didácticos. La Universidad constituye un todo integrado y no una sumatoria de partes. Se trata de acercase a él, desde múltiples perspectivas: lo institucional, lo curricular y lo administrativo. En otras palabras, se trata de enriquecer la mirada y no de compartimentarla. Como dice Santos Guerra: “la evaluación... se apoya en el diálogo, comprensión y mejora” [Santos Guerra, 1998]. La evaluación de la propia práctica es una parte sustancial de la acción emprendida que permite reflexionar y actuar sobre lo que se hace, facilita la coordinación vertical y horizontal, ayuda a comprender lo que sucede a través del diálogo y la participación, permite -a partir de la corrección de errores y aprendizajes aspectos nuevos, tomar decisiones racionales en beneficio de la institución y sus actores. El hecho de que el proceso de evaluación implica un grado importante de intersubjetividad, a través de la participación y el diálogo argumentativo, también posibilita el ingreso de un fuerte componente ético, porque tiene mucho que ver con el valor de las propuestas y con el servicio a la comunidad social. En la década del ’60, se inicia un período de eclosión en modelos evaluativos a partir de los trabajos de Cronbach (1963) y de Scriven (1967). Proliferan los modelos que tratan de sistematizar la acción evaluadora y que resultan de un gran valor heurístico y 3 Sterenberg, 1977, 1979, 1980, 1981, 1985; Butterfield y Belmont, 1977; Carroll, 1981; Snow, 1979; y otros. 62 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro orientativo. Otros modelos siguieron distintas líneas; algunos focalizaron el proceso para la toma de decisiones, otros centralizaron el análisis de sistemas y otros modelos de base racional – positivista. En el marco de esta variedad, para diseñar nuestro modelo de evaluación hemos seleccionado como base dos modelos elaborados entre las décadas del ’60 y del ‘704; ellos son el modelo de evaluación moderna (de corte más cuantitativo) cuyos principales rasgos fueron la preocupación social por la evaluación, favoreciendo en las nuevas exigencias sociales y legales, su espectacular crecimiento en los programas educativos y la toma de conciencia de la ausencia de modelos de actuación evaluativa. Aparece la necesidad de desarrollar bases formales y técnicas que guíen la evaluación. Asociar el proceso evaluativo a la toma de decisiones es una conexión absolutamente necesaria en esta perspectiva. Plantear alternativas de acción justificadas a partir de la reflexión sobre la evaluación constituye la razón de fondo de la actividad evaluativa, ya que abre el camino a la operatividad para la mejora de la realidad educativa evaluada. El otro modelo seleccionado es de corte interpretativo y crítico, y se cruzan dos aspectos: la respuesta a los problemas y a las cuestiones reales que afectan a los alumnos y a la docencia cuando desarrollan un programa educativo determinado (R. Satke, 1976); y el aspecto democrático y político de la misma (B. McDonald, Elliot y Stenhouse), centra la tarea del evaluador en la búsqueda de caminos para resolver situaciones problemáticas. Así, nuestro modelo tiene como base los siguientes criterios: ¾ Comprensión del contexto y sus interrelaciones. ¾ Análisis de procesos de negociación y acuerdo ante los actores involucrados. ¾ Apertura y flexibilidad metodológica. ¾ Centralidad del sujeto de aprendizaje. 4 A mediados de 1970 la crisis entre paradigmas se extendió a los planteamientos evaluativos. Aparecieron las llamadas alternativas cualitativas que utilizaron procedimientos de corte antropológico y periodístico. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 63 ¾ Mejora personal y colectiva, a partir de la toma de decisiones en la resolución de conflictos educativos. ¾ Construcción de valores que generen la cultura evaluativa. A estos criterios debemos sumar posiciones respecto a: 1. Funciones y tipo de evaluación: lo que requiere un conocimiento diagnóstico de la situación y el contexto para adecuar la intervención educativa y así dirigir la evaluación en forma coherente, con el grupo de alumnos y la metodología de intervención. 2. Componentes del modelo: seleccionar aquellos que consideramos básicos, según el tipo de ciencia en la que estamos (Introducción a la Filosofía) y así estimar la forma en que se concretará la participación y sus características: - objeto y fuentes de información: cualquier componente del sistema educativo puede ser objeto de evaluación; el mismo debe someterse a un proceso de contextualización y operativización; además de delimitar las fuentes que nos facilitan datos significativos para la evaluación. - estrategias e instrumentos: la elección dependerá de la finalidad y el contexto, siempre la variedad es preferible a efectos de evitar limitaciones. - agentes o momentos de la evaluación: se refiere a la acción del sujeto y su posicionamiento respecto al paradigma evaluativo; el momento tiene directa relación con todo el proceso: desde que se inicia, en el transcurso del proceso y al final del mismo. - criterios de valoración: los referentes de valor facilitan la emisión de un juicio valorativo y las sugerencias pertinentes a la toma de decisiones. - tutorías e informes: nos aportan datos del proceso y nos permiten reajustar sobre la marcha del proceso. - metaevaluación: la reflexión sobre nuestra práctica evaluativa nos muestra la calidad de la misma, y la necesidad de modificación o no de la misma. 64 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro - categorías básicas de la evaluación: utilidad – factibilidad – legitimidad – precisión. La evaluación supone una forma específica de conocer y relacionarse con la realidad, en este caso educativa, para tratar de favorecer cambios optimizadores. Se trata de una praxis transformadora que incentiva los resortes culturales, sociales y políticos más relevantes del contexto en el que actúa. Aproximarse al conocimiento y a la práctica evaluativa en el mundo de la educación es hacerlo sobre una realidad que participa de las mismas incertidumbres, cambios y escisiones que se han registrado en la investigación educativa. Sin embargo, y a pesar de la dificultad que ello implica, se puede intentar superar los interrogantes que van apareciendo y establecer pautas de reflexión y acción. Finalmente, estamos convencidos que los dos grandes propósitos que justifican la evaluación son la mejora de la calidad de la enseñanza y el desarrollo profesional del docente. Entendemos que ambos están íntimamente unidos, y su consecución en la práctica se consigue a partir de la actividad conjunta de una plataforma asentada en un triángulo cuyos vértices son la evaluación, la formación y el desarrollo profesional. Antes de hacer referencia a la evaluación de la enseñanza y la estructura del sistema de evaluación es necesario resaltar entre otros, algunos principios básicos para sustentar nuestra propuesta y que fueron hilos conductores de la misma como: - Un sistema de educación constructiva, basado en relaciones sociales más abiertas (flexibles) y que entienda a los destinatarios del proyecto como partes activas del proceso. - Educación como un proceso inacabado, continuo y permanente, toda vez que el hombre se educa durante toda la vida. La carrera universitaria no representa la culminación de un esfuerzo, sino el inicio de una nueva etapa de un aprendizaje de por vida. Este principio está en estricta relación con el hacer filosófico. - Una nueva concepción de lo que es enseñar y aprender, toda vez que la competencia en cuanto al conocimiento es algo a crear “entre los que enseñan y los que aprenden”, y considerando, como dice Barco que “el aprendizaje es un proceso de Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 65 sucesivas reestructuraciones de los esquemas internos del sujeto, en interacción con los sujetos del conocimiento, y es en esa interacción sujeto-objeto donde se efectúa una modificación recíproca [Barco, 1997]” (asimilación-acomodación). - Una concepción de “aprender”, desarrollando la estructura intelectual, la capacidad creativa y crítica del estudiante, como un objetivo educativo más trascendente que “enseñar”. - Diseño de un currículum flexible, que además permita una visión crítica y problematizadora de la realidad, para poder adaptarla y transformarla. - El profesor debe asumir también un rol de tutor, toda vez que debe introducir en su labor de mediación pedagógica, además de su clásica función de ser portador de contenidos, la de guiar, aconsejar y velar por el desarrollo integral del alumno en relación con el perfil a alcanzar. - La estimulación del estudiante a través del cambio de ambiente de estudio por uno más receptivo y menos autoritario. Para ello se debe incluir lo afectivo en la tarea, haciendo más humanizado el aprendizaje, tratamos de promover un vínculo sano con el alumno, dejando de lado la concepción de que “el saber es poder”. - Involucrar al estudiante emocional y profesionalmente en el proceso educativo. - Selección de los contenidos a enseñar (a partir de los contenidos mínimos establecidos en el plan de estudios, señalados en el apartado 2) b) de esta memoria), y su conveniente adecuación para el mejor aprendizaje de los alumnos [Chevallard, 1997]. - Promover aprendizajes significativos, a partir de los conocimientos previos de los alumnos. - Adecuación de las clases prácticas a la teoría y a la realidad, incorporando, entre otros, el análisis profundo de casos reales durante el dictado de la materia. - Integración horizontal y vertical con las demás asignaturas. - Importancia del trabajo de grupo interdisciplinario y articulado. 66 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro - Revisión y evaluación permanente de la propia práctica docente y de las necesidades de capacitación continua. - Cambio en la concepción del sistema de evaluación, que implique reemplazar su significado de “simple acreditación” por el de “proceso continuo, que genera información para tomar decisiones, para ratificar - rectificar comportamientos, acciones o estrategias; como juicio de valor sobre la eficacia y bondad de lo que se aprende, pero también de lo que se enseña” [Camillioni, 1984]. - La realidad en permanente cambio a la que debemos enfrentarnos como docentes, nos obliga a revisar y modificar sistemáticamente la metodología de enseñanza para satisfacer las demandas que año a año aparecen en el escenario académico. - Diagnóstica o inicial: para poder conocer el nivel de conocimiento de los alumnos antes de comenzar el proceso de programación de la enseñanza. - Formativa - continua: es decir, debe ser realizada al proceso educativo en su conjunto, de manera que se conozca en todo momento el estado de situación del mismo. - Sumativa - final: para evaluar el producto, el resultado del proceso. A través de ella se debe emitir un juicio sobre los resultados del proceso de aprendizaje, el cual se reflejará en la calificación final para su correspondiente acreditación. Para una mejor organización de la actividad evaluativa, consideramos conveniente realizarla en seis niveles. A continuación hacemos referencia a cada uno de ellos: 1º. Evaluación de los contenidos disciplinares: en este aspecto, consideramos conveniente realizar un continuo y permanente replanteo de los contenidos disciplinares a enseñar evaluando si los mismos resultan ser: - De interés de los alumnos. - Relevantes, representativos de las problemáticas y núcleos centrales que componen en la actualidad el saber. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 67 - Representativos de la estructura conceptual. - Funcionales, es decir, pasibles de ser desarrollados, explicados y comprendidos. - Accesibles para los alumnos y pertinentes a cada una de las carreras en que se dicta Introducción a la Filosofía en el DASS. - Equilibrados con relación a su extensión dentro de la asignatura y a la profundidad con que se abordan los temas. 2º. Evaluación del proceso educativo: en este nivel, se evaluará el grado de cumplimiento de los propósitos de aprendizaje planteados en la propuesta, en cuanto a los conocimientos, capacidades intelectuales generales y específicas, habilidades y destrezas logradas por el alumno; de acuerdo al perfil del profesional definido en el plan de estudios. A los efectos de realizar una adecuada evaluación del proceso educativo, se considera necesario contar con: - Descripción inicial del aula: para hacer un diagnóstica de la realidad del aula e identificar el estado del conocimiento previos con los que llegan los alumnos, se propone que los mismos realicen una Prueba Diagnóstico el primer día de clase. La misma también debe ser autoevaluada por los alumnos, a los efectos de que por sí mismos puedan conocer su estado de situación, detectando sus errores y carencias. Para lograr esta autoevaluación el alumno deberá comparar su trabajo con las respuestas correctas, o mediante una devolución del docente. - Seguimiento grupal de los alumnos: se propone el seguimiento grupal de los alumnos para detectar las dificultades y aciertos, a fin de proceder oportunamente a las ratificaciones o correcciones necesarias que posibiliten favorecer el proceso de aprendizaje. Los alumnos, después de haber realizado una lectura y análisis de los materiales, conjuntamente con la bibliografía recomendada en ellos, deberán realizar con el asesoramiento de los profesores, las producciones grupales propuestas en los materiales y en las clases. Las mismas serán analizadas y discutidas por el resto de la clase y tanto se evaluará la producción grupal como los juicios que se emitan a partir de ellas. Para la 68 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro correspondiente acreditación se exigirá aprobar como mínimo el 80 % de los mismos. A partir de estas actividades, el profesor deberá hacer un informe detallando los puntos más sobresalientes, además de las Planillas con las valoraciones de las producciones grupales. - Evaluación individual de los alumnos: como es necesario contar con una evaluación individual e integral del alumno, no sólo para poder dar la acreditación correspondiente, sino también para abarcar todos los objetivos generales de la educación que son: formar al alumno para que "aprenda a hacer", "aprenda a aprender" y "aprenda a ser"; se implementarán: Actividades individuales optativas (en cada una de las unidades temáticas que pueden ser o no entregadas por el alumno para su correspondiente corrección), dos (2) exámenes parciales individuales a libro abierto o cerrado (con exigencia de aprobación del cien por cien de ellos; con un recuperatorio por cada uno y un parcial flotante si el alumno no hubiera aprobado uno de ellos. Se les presentarán situaciones sobre temas actuales, a los efectos de que con los conocimientos que hayan ido incorporando y desarrollando durante el curso y con toda la bibliografía disponible, puedan resolverlos. Con cada uno de los exámenes se irá evaluando el proceso de aprendizaje de los contenidos uno a uno), un examen final individual (sobre temas integrales propuestos por la cátedra en que demuestren que "han aprendido a hacer" aplicando los conocimientos adquiridos, poniendo de manifiesto las habilidades y destrezas generadas y plasmadas en el planteamiento de un problema filosófico y en la utilización eficiente de las herramientas adecuadas para abordarlo. En esta instancia se evaluarán no sólo los conocimientos teóricos sino también la reacción ante situaciones alternativas y el grado de compromiso que han desarrollado ante problemas específicos de la filosofía. Con esta propuesta, la evaluación es un instrumento que forma parte de un conjunto de acciones académicas en un procedimiento que incluye otras actividades, que en forma conjunta, dan evidencias de un nivel de aprendizaje para su correspondiente acreditación. 3º. Evaluación de los materiales - Guía de Estudio -: la misma cumple el rol de guiar el aprendizaje y orientar al alumno para que realice un estudio más independiente y de Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 69 acuerdo a sus posibilidades, capacidades y disponibilidad de tiempo. Así definidas sus funciones, comprobar la calidad del mismo es una tarea imprescindible de realizar dada la necesidad de reunir datos que permitan conocer cómo se van desarrollando las acciones planificadas, las grabaciones de películas, videos, conferencias, programas radiales y televisivos (se debe evaluar la calidad y la vigencia de estos materiales seleccionados para garantizar la utilización de los mismos como elementos motivadores y esclarecedores de los contenidos que apuntan a fortalecer). Esta selección sin duda debe estar a cargo del docente y debe ser permanente. 4º. Los recursos didácticos: los recursos empleados, tanto los de uso tradicional como es la pizarra, así como los soportes tecnológicos actuales: retroproyectores, cañón de computadora, rotafolios, etc, deben ser evaluados teniendo en cuenta que su principal finalidad es apoyar, complementar y enriquecer la información, así como la de despertar la curiosidad científica, aplicando un discurso pedagógico y creando un ambiente favorable para su análisis y estudio. Debemos destacar que estos instrumentos o soportes tecnológicos, deben ser facilitadores del proceso enseñanza-aprendizaje, dado que muchas veces paradójicamente se convierten en elementos perturbadores o de bloqueo de dicho proceso, sobre todo si son aplicados de manera inadecuada o inoportuna. 5º. Evaluación de la organización de la cátedra: para dar una adecuada consistencia al sistema, es necesario además, evaluar en forma continua la organización de la cátedra a los efectos de ratificar o rectificar acciones, modos, formas, etc., en la relación profesor alumno, para mejorarla, asumiendo la responsabilidad respecto a si estamos propiciando aprendizajes significativos; si la calidad de la atención es la adecuada para el grupo y si el rendimiento de los profesores es el esperado. Para ello se propone: Evaluación de los profesores y auxiliares docentes, la que comprende la autoevaluación permanente de cada uno de ellos y los juicios de valor que emite el alumno de los mismos, por medio de encuestas que propone la cátedra. en definitiva la evaluación del sistema educativo en su conjunto (para ello se realizarán reuniones semanales y mensuales de los docentes integrantes de la cátedra, para que en conjunto elaboren un informe de avance en relación a los aspectos que se hayan acordado como prioritarios, en la observación objetiva de los hechos educativos y a partir de los cuales puedan formular hipótesis para interpretarlos y 70 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro formular juicios de valor y propuestas para mejorar la situación, que permitan luego realizar un adecuado control de gestión). 6º. Evaluación del sistema administrativo: sin un buen soporte administrativo, se corre el riesgo que el proceso educativo no pueda alcanzar los objetivos propuestos. Para su correcto funcionamiento, es necesario contar con una adecuada organización y coordinación de las distintas actividades que cada uno de los docentes debe realizar, como así también cumplir con todas las gestiones administrativas exigidas por la institución Otras evaluaciones: En relación con el Plan de Estudios de las carreras (la coherencia en el desarrollo de sus contenidos con los objetivos generales del Plan de Estudios; es decir, la adecuación del modelo definido en función de los condicionamientos propios de la institución y en el que se plantean las orientaciones del perfil y competencias del profesional de la carrera de la cual se trate. El grado de inserción de la asignatura en las respectivas carreras. La actualización de los contenidos a la luz de los principales avances científicos de la disciplina, verificando en qué medida estos contenidos son congruentes con los objetivos propuestos en el Plan de Estudios), este aspecto es básico dado que nuestra cátedra se dicta en diferentes carreras de la Universidad. En relación con la distribución de horas de clase y de estudio independiente acordes con las posibilidades de los estudiantes, en relación con la asignación de recursos humanos, de infraestructura, etc, necesarios para el funcionamiento del sistema de enseñanza, en relación al rendimiento futuro del alumno que continúa su trayecto curricular, verificando si se ha contribuido a una mejor formación integral Luego, una vez obtenidos los resultados de las evaluaciones del proceso educativo, de los materiales, de la organización, del sistema de administración, etc., será importante analizarlos en forma individual y conjunta, haciendo una valoración objetiva y crítica de los mismos, siendo conveniente difundir las conclusiones para conocimiento del resto de la comunidad universitaria. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 71 72 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro CAPÍTULO 4. PROPUESTA INNOVADORA Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 73 74 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro En la búsqueda de intentar superación de algunos aspectos relacionados con la metodología empleada en la cátedra, con el fin de lograr aprendizajes significativos en todos los actores implicados en el proceso educativo, adhiriendo a los principios enunciados, y habiendo analizado la estructura de cátedra, el grupo de alumnos que cada año recibimos y los resultados obtenidos en años anteriores, elaboramos una nueva propuesta que contempla los siguientes ítems: - Las clases - Las comisiones - La Guía de Estudio A continuación desarrollamos las propuestas de cada elemento analizado, con el convencimiento de que serán superadoras y nos llevarán a mejorar aún más los resultados obtenidos hasta la fecha. 4.1. CLASES TEÓRICO - PRÁCTICAS Todas las clases serán teórico – prácticas, entendiendo que los modelos teóricos se construyen a partir de la sistematización de la información brindada por los hechos de la realidad y una vez construida la teoría, ésta se aplica para explicar los casos reales. Es decir que el conocimiento es una construcción dialéctica entre teoría y práctica. En el transcurso de cada una da las clases teórico – práctica se distinguen tres momentos: - Instancia de presentación: en ella el docente presenta los contenidos fundamentales de la asignatura, los propósitos que se persiguen con su estudio, la guía y orientación para el aprendizaje y mediante textos adecuados, colabora con la construcción del conocimiento del objeto de estudio del momento. Explica la organización, características y aplicaciones de la guía de estudio, aportando un enfoque y estado de situación de cada tema en relación al conjunto de la asignatura, resaltando los ejes alrededor de los cuales giran las temáticas a recorrer. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 75 - Instancia de profundización: a partir de la lectura guiada del material de estudio y de la bibliografía apropiada para el abordaje de cada tema, los alumnos elaboran trabajos grupales de análisis, síntesis e integración de los conocimientos, con una puesta en común de las conclusiones arribadas. Se pretende que los equipos de trabajo se aproximen a grupos operativos donde la tarea se la convocante, estimulándose la interrelación activa entre los participantes para favorecer el enriquecimiento del aprendizaje mediante una concepción dialógica del trabajo; propendiéndose – además- a generar espacios que estimulen una actividad cooperativa e interdisciplinaria, a partir de consignas propuestas, exposiciones de videos, grabaciones de conferencias, reportajes, programas y recortes periodísticos, y películas que permitan vincular lo aprendido con la realidad. - Instancia de producción individual: cada alumno realiza actividades de lectura y reflexión personal de la guía de estudio, y la bibliografía recomendada, con el objeto de realizar las actividades de integración, autoevaluación y elaboración de un trabajo de aplicación concreto. En la puesta en común, se construirá la síntesis final con los nuevos aportes y bajo la coordinación de los docentes. Además, las instancias de consulta (optativas) complementan la orientación para la continuidad del proceso. En ellas se responde a dudas e inquietudes que presenten los alumnos durante el desarrollo del curso. 4.2. COMISIONES En virtud de lo numeroso del grupo que se inscribe en la materia, el número de comisiones se eleva aproximadamente a diez. Estas comisiones operan en forma independiente entre sí, pero bajo un hilo conductor de la tarea acordado en las reuniones de cátedra, y en cada una se reiteran las instancias antes mencionadas. Todo lo anterior se inscribe en la búsqueda de contribuir a mejorar la calidad del proceso educativo, brindando una mejor atención al alumno, favoreciendo una relación más individualizada y más adecuada a las condiciones, necesidades y aspiraciones de los 76 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro docentes y alumnos, propiciando el diálogo más personalizado, estimulando sus capacidades hacia la creatividad y el pensamiento crítico. El docente, en cada comisión debe ser simultáneamente consejero, facilitador, orientador y evaluador del proceso de enseñar y aprender; preocupándose no sólo por los contenidos curriculares y los aspectos metodológicos, sino también por el desarrollo integral de los alumnos. Las funciones del docente serán, entonces: - Mediador entre la coordinación del programa y los alumnos. - Planificador. - Guía, orientador, consejero y asesor del alumno en el proceso de aprendizaje, en un seguimiento continuo que atienda a sus dudas y dificultades y aportando ejemplos clarificadores que lo ayuden a mejorar la comprensión de los contenidos. - Motivador del alumno y promotor de su interés, planteando situaciones reales. - Complementador de la información suministrada en los materiales y en la bibliografía, especialmente en los temas más complejos. - Generador de actividades dinámicas que incentiven la reflexión y la discusión. - Asesor en la realización de trabajos, en la búsqueda de recursos de aprendizaje complementarios, en la presentación y redacción de los trabajos, en la planificación del tiempo. - Evaluador del proceso de aprendizaje, haciendo el seguimiento del proceso por alumno, por grupo y por comisión. - Supervisor y corrector de las actividades individuales y grupales que realicen los alumnos, dando las correspondientes devoluciones en cada caso. - Evaluador del progreso en el trabajo con los materiales y la calidad de los mismos; la pertinencia de los medios y estrategias seleccionados; la eficacia del soporte administrativo, a los efectos de hacer modificaciones y/o correcciones necesarias. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 77 - Participante en el diseño de las evaluaciones. - Colaborador en algunas tareas administrativas, tales como recepción y devolución de las evaluaciones con la correspondiente correcciones, con la elaboración de los informes estadísticos; la presentación de las acreditaciones ante las dependencias correspondientes. Así también, cada docente debe planificar sus clases entendiendo la planificación como un elemento variante, orientador de la tarea y que se debe revisar permanentemente. Esta planificación y su correspondiente evaluación se enriquecen mutuamente generando una retroalimentación permanente en la búsqueda de la excelencia. La planificación no sólo depende de los contenidos a cubrir en cada clase, sino también del grupo de alumnos, de sus tiempos e inquietudes como así también de los tiempos e inquietudes del docente. Es decir que debe hacerse en el convencimiento de que se tratará de compatibilizar intereses, tal vez contrapuestos, de diferentes actores. Encontraremos en el abordaje de la elaboración de un plan de clases muchos de los conceptos y procesos considerados a cuenta de la elaboración de una unidad de un programa. Este hecho no constituye una reiteración innecesaria, sino una conveniente unidad de criterio que permite articular el programa con cada una de las circunstancias en que se pone en acción, en que abandona su condición de relatos sobre el papel para convertirse en una racionalidad práctica que organiza las acciones. La multiplicidad de las funciones enunciadas dan cuenta de la complejidad de la tarea docente, como refiere Gimeno Sacristán [Sacristán y Pérez Gómez, 1993], y de las implicancias que cada actitud tomada en el aula por el docente, tiene sobre los alumnos. 4.3. GUÍAS DE ESTUDIO Estos materiales no sólo son una guía en el proceso de aprender, sino que orientan al alumno en la instancia de estudio personal e individual o grupal; sirven, también, como medio de acercamiento alumno – docente, toda vez que constituye una nueva forma de 78 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro comunicación, de instancia provocadora y movilizadora. Además, deben ser el medio idóneo que posibilite la aplicación de los conceptos teóricos a la resolución de situaciones problemáticas de la realidad, así como para propiciar la integración de los aportes de cada participante, socializándolos, para que todos puedan enriquecerse con las producciones de los otros participantes del curso. Estas pautas sólo se llevan a cabo en las comisiones de trabajos prácticos. Siguiendo a Barco [Barco, 2001] se pretende “que las guías activen operaciones de pensamiento que permitan la resignificación del texto para el alumno”. Al entregarse con antelación, se favorece la relación dialógica entre los alumnos y los docentes. La estructura de los materiales impresos contempla las siguientes franjas: - Información: en esta franja se explicitan los ejes fundamentales a partir de los cuales se construye el conocimiento, el que se complementa con la lectura de bibliografía pertinente que se recomienda. - Análisis y reflexión: se proponen instancias que motiven a desarrollar, con fundamentos teóricos: capacidad de análisis, reflexión y decisión ante situaciones reales. - Intercambio y discusión: se busca favorecer el análisis de problemas concretos, para su discusión en relación a la teoría formulada y la socialización de los conocimientos adquiridos para su mejor integración. - Búsqueda de información: franja que motiva al alumno a desarrollar habilidades y destrezas para recabar información adecuada a la problemática planteada. - Producción: aquí se intenta capacitar al alumno para plantear, analizar e interpretar un problema real acorde al eje tratado, y que con criterio fundamentado, proponga soluciones alternativas a partir de las cuales se puedan tomar decisiones. - Evaluación: se proponen instancias de evaluación individuales y grupales tendientes a que el alumno compruebe el estado de avance de su proceso de aprendizaje y la aprehensión de los fundamentos teóricos, además de haber aprendido a hacer, Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 79 utilizando con eficiencia los conocimientos y herramientas adquiridos y poniendo de manifiesto las habilidades y destrezas generadas. Los materiales se estructuran de la siguiente manera: - Introducción a la temática específica: glosarios, definiciones, ubicación en el programa, relación con otros temas. - Propósitos: explicitación de lo que se pretende lograr enseñando y aprendiendo los temas propuestos. - Contenidos: listado de los mismos y de los temas que de ellos se desprenden. - Desarrollo de los ejes temáticos: texto que brinda explicación precisa de la visión de los distintos autores sobre los modelos teóricos que la disciplina presenta en la actualidad, adaptados a los alumnos que cursan la materia. - Actividades individuales, grupales e integradoras: situaciones problemáticas a resolver por los alumnos. - Bibliografía: listado de textos complementarios a la información brindada en el desarrollo de los ejes temáticos, en algunos casos de lectura obligatoria y en otros de consulta optativa. Para seleccionar las actividades a desarrollar presentadas en la guía, respetando siempre el grupo-clase con que trabajamos, nos basamos en los siguientes principios: 1. Que la actividad permita al alumno tomar decisiones razonables respecto a cómo desarrollarla y ver las consecuencias de su elección. 2. Una actividad es más sustancial que otra si permite desempeñar un papel activo al alumno. 3. Una actividad que permita al alumno o le estimule a comprometerse en la investigación de las ideas, en la aparición de procesos intelectuales o en problemas personales y sociales, es más importante que otra que no lo haga. 80 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 4. Una actividad tendrá más valor pedagógico que otra si implica al alumno con la realidad. 5. Una actividad es más importante que otra si puede ser cumplida por los alumnos de diversos niveles de capacidad y con intereses distintos. 6. Las actividades que estimulan a los estudiantes a examinar ideas o la aplicación de procesos intelectuales en nuevas situaciones, contextos o materias, son más valiosas que las que no establecen continuidad entre lo estudiado previamente y lo nuevo. 7. Las actividades tendrán más valor educativo si exigen que los estudiantes examinen temas o aspectos en los que no se detiene un ciudadano normalmente. 8. Las actividades que obligan a aceptar un cierto riesgo de éxito, fracaso y crítica tienen mayor potencialidad que las que no entrañan riesgo. 9. Una actividad es mejor que otra si exige que los estudiantes escriban de nuevo, revisen y perfeccionen sus esfuerzos iniciales. 10. Las actividades que comprometen a los estudiantes en la aplicación y dominio de reglas significativas, normas o disciplinas, controlando lo hecho, sometiéndolo a análisis de estilo y sintaxis, son más importantes que las que ignoran la necesidad de esa regulación. 11. Las actividades que dan la oportunidad a los estudiantes de planificar con otros y participar en su desarrollo y resultados son más adecuadas que las que no se preocupan de ofrecer tales oportunidades. 12. Una actividad es más importante si permite la acogida de los intereses de los alumnos para que se comprometan de forma personal. El Sistema de Evaluación del proceso educativo, surge a partir del marco teórico al que hicimos referencia y a la concepción de evaluación a la que adherimos, asumiendo a la misma como un proceso que genera información para tomar decisiones en diferentes niveles; para ratificar, rectificar o abandonar comportamientos, acciones o estrategias; Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 81 como juicio de valor sobre la eficacia y bondad de lo que se aprende, pero también de lo que se enseña y de la manera en que se lo hace. Estamos conscientes de que “cuando se habla de evaluación surge una casi espontánea reacción contraria a lo que se pretende y que comúnmente llamamos resistencia al cambio. Y si además los cambios no son comprendidos o compartidos, naturalmente producirán actitudes de rechazo y hasta agresividades. Al respecto, tal resistencia al cambio se genera, muchas veces, debido a un mal desarrollo del proceso. Luego debemos involucrar a docentes y alumnos en este proyecto de innovación a los efectos de disolver o reducir tal resistencia.” (Miguel Ángel Escote) Además debemos abandonar definitivamente la idea tradicional de evaluación en la fase pos activa, para dar paso a una nueva forma constructiva de evaluación autorregulada y permanente, basada en el ejercicio de la responsabilidad. Luego la dimensión de la evaluación debe comprender las fases pre activa, interactiva y pos activa. De esta manera la evaluación será una herramienta adecuada que colaborará en la definición de una planificación, que si bien debe ser realizada antes de comenzar el desarrollo del dictado de la asignatura, debe ser además inacabada y lo suficientemente flexible para su adaptación a las características del grupo alumno, a sus inquietudes, necesidades y capacidades, siempre dentro del marco de los objetivos y contenidos establecidos en la asignatura. La evaluación no puede ser un proceso lineal, toda vez que los procesos epistemológicos del conjunto humano implican esquemas de complejidad o no lineales. El mundo del conocimiento, como otros mundos, está configurado por esquemas de bifurcaciones, fluctuaciones y sistemas caóticos, al mismo tiempo que existen procesos lineales. Finalmente, el proceso evaluador debe tener consecuencias, es decir debe configurarse en un cambio real. Pensar en que esta propuesta constituye la solución a todos los conflictos originados en el perfil de la población destinataria (inscripción masiva, deficiente 82 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro formación de base, heterogeneidad de estudios previos, edad, falta de recursos económicos, compromisos, horarios externos por obligaciones laborales) y de la constitución del equipo docente, sería demasiado pretencioso, pero los resultados obtenidos nos permiten cierto optimismo con respecto a su validez (en función a la encuesta hecha a fin de año a los alumnos cursantes pudimos colegir una actitud más positiva hacia la asignatura) y de las evaluaciones un mayor nivel de aprobación en parciales y exámenes finales. Lo que no deja de implicar nuevos reajuste para el nuevo dictado, básicamente en la metodología de trabajo. El sentido que puede tener una cátedra con estas características nos lleva a pensar en el modo en que se desarrollan las clases. Es muy conocida la modalidad universitaria de separar los modos de trabajo en dos: por un lado clases Teóricas (expositivas, a cargo del Titular o el responsable de la Cátedra) y por otro, las clases de Trabajos Prácticos, tratándose de dos instancias que en la intención se plantean como complementarias, aunque difícilmente se alcance el objetivo en este sentido. Esta modalidad, si bien consagrada por la tradición universitaria, no es mala en sí misma, sino en nuestro caso, nos resulta poco adecuada al proceder actual de la ciencia y de los científicos. Los científicos, puestos a producir intelectualmente, elaboran sus teorías a partir del diálogo permanente entre el plano especulativo y el empírico, como dos instancias perfectamente separables pero no separadas en el plano real. Con la Filosofía pasa lo mismo. Si el objetivo es transformar las clases de filosofía en un espacio para un pensar riguroso, resulta indispensable tratar con problemas filosóficos. Y entendemos como problemática a una cuestión que exige una investigación para su solución y que puede adoptar la forma de una pregunta. En el problema hay una tensión entre el saber y el no saber, un desafío que impele a una resolución, una especie de ignorancia consciente. Centrarse en el carácter problemático supone una actitud teórica diferente de aquella que persigue sólo soluciones a los problemas filosóficos. Y aquí está la justificación del cambio en el planteamiento metodológico de la clase, donde tradicionalmente la enseñanza de la Filosofía se ha ordenado a transmitir contenidos Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 83 filosóficos, podríamos hablar de empezar por las respuestas – las dadas por los Filósofos-, como un saber terminado, acabado. Nuestra opción propone una aproximación a los problemas mismos que los Filósofos se han planteado, a la información de que disponían para elaborar las preguntas, para proponer las respuestas que propusieron y sobre todo a la vinculación de los problemas con los interrogantes que todos los hombres y mujeres se plantean. Esto es lo que se conoce como aquellos problemas que deben ser significativos para el alumno, y dicha significatividad surge de las relaciones que se pueden establecer entre él y su contexto, desde la experiencia propia del alumno mismo. De este modo, trabajar con problemas es investigar, y para hacerlo es importante que el alumno aprenda a formular preguntas, a procesar sus propios cuestionamientos y avanzar en su propio nivel de conceptualización. 84 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro CONCLUSIÓN Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 85 86 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro La cuestión que nos preocupa es cómo poder cumplir con nuestras expectativas, ¿somos los docentes de nuestra cátedra: idóneos, amplios, informados, competentes, didácticos, equitativos, investigadores de nuestra propia práctica, permanentemente nos cuestionamos estos aspectos?, ¿tendrá eso que ver con nuestro perfil? O nuestra única preocupación deberá ser el hacer filosófico. Manejarse con preguntas precisas y fecundas no significa que se pueda trabajar sin información, sino todo lo contrario; exige un elevado conocimiento sobre el ámbito que se está investigando, para no caer en la trivialización, en una mera especie de charla de café, corriendo el riesgo de plantear cuestiones carentes de sentido y menos aún soluciones coherentes y consistentes. En el ámbito filosófico la información va estrechamente unida a la formación y ésta a la lectura crítica de textos filosóficos originales, de allí que sea importante relacionar la capacidad de preguntar con el conocimiento previo que se posee. Cuanto más se conoce y más formación técnica se posee, pueden plantearse preguntas mejor construidas y creativas, que apuntan a la construcción del conocimiento. Por ello es importante, en nuestra Universidad superar los vacíos que se producen entre la formación teórica y las exigencias de una práctica profesional compleja; esto significa formar profesionales desde la integración, en sentido profundo; pero exige de parte nuestra un nuevo “modo de ser docentes”. Que podamos favorecer (sobre todo desde la Filosofía) competencias en todos los estudiantes hacia la mayor autonomía social y personal posible. Todos estos aportes teóricos analizados conducen a la valoración de los factores culturales, políticos y sociales en el aprendizaje y a la importancia de la noción de autoconstrucción del conocimiento, así como la introducción de conceptos como significativos en el aprendizaje. Vemos en este sentido que el docente de Filosofía no puede omitir la tarea de suministrar información, cuidándose bien de que el afán comunicador no le haga caer en vulgaridades, según la advertencia del filósofo argentino Francisco Romero (1990). Cabe detenerse brevemente en este planteo, porque la relevancia de los contenidos a transmitir radica precisamente en la resistencia que ejerzan a los movimientos cotidianos, a todo aquello que parece caracterizar al mundo de hoy. Y demanda no poco esfuerzo, trabajar Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 87 con problemas cambia la situación convencional en que se encuentran el docente y los alumnos. Por ello uno de los objetivos de la enseñanza de la filosofía es formar individuos auténticamente libres, comprendiendo que la libertad no es entendida como un apriori ontológico de la condición humana, sino un logro de nuestra integración social. Es así que Hegel dice: “ser libre no es nada, devenir libre lo es todo” [Abbagnano, 1982]. Llegamos a ser libres “reflexionando” (tarea de la filosofía) sobre nosotros mismos y sobre nuestro entorno natural y social. La tarea docente provoca que el mismo exponga y por ende se expone, actúa como mediador y ayuda a contextualizar los problemas, patrocina el establecimiento de nuevas relaciones, dispone la oportunidad de la información. El alumno es el que busca un precario investigador-, el que debe aprender filosofía filosofando, el que lee y critica los textos, el que llega a soluciones propias. No se trata del conocido protagonismo, mal entendido, del alumno. Acá ambos – docentes y alumnos- resultan igualmente protagonistas teniendo en cuenta el contexto y el tema objeto de la investigación. Abordar problemas supone adoptar una perspectiva interdisciplinaria, no sólo porque los problemas exigen resolverse desde distintas dimensiones, sino porque los más fecundos problemas filosóficos han surgido de espacios compartidos. La universidad es un espacio de lo público, es la institucionalización social de los saberes socialmente legitimados, lo público se instala como criterio de legitimación de los saberes, y del espacio social construido en los procesos de apropiación y construcción del conocimiento. La mirada pluridisciplinar revela al alumno la unidad básica y la complejidad del saber, contrarrestando la imagen fragmentada y compartimentada de la investigación trasmitida desde la estructura curricular por asignaturas independientes. Además, y lo reiteramos, este enfoque coincide con el auténtico proceder filosófico, esto es, con el planteo riguroso de entender que enseñar filosofía es a la vez enseñar a filosofar. El filosofar y la filosofía van de la mano tal como ocurre en la práctica real. Por ello, lo público, en el mundo globalizado de hoy, no puede sino ser justicia como equidad; en la aldea global deben ser la igualdad de oportunidades y la libertad en la comunicación; en las redes de la información debe ser la producción autónoma y crítica de sentidos. Así la Universidad debe fortalecer lo público y públicamente; desde lo ético por supuesto. 88 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro Según Edgar Morin: “La universidad conserva, memoriza, integra, ritualiza una herencia cultural de saberes, ideas y valores; la regenera al volver a examinar, al actualizarla; genera saber, ideas y valores que, entonces, van a entrar dentro de la herencia. De esta manera, es conservadora, regeneradora, generadora” [Morín, 1999]. La filosofía tiene un rol protagónico en este devenir y su enseñanza también. Como puede observarse la enseñanza de la filosofía se trataría de un conjunto de procedimientos que intenten favorecer un pensamiento más abstracto, deductivo e independiente en el estudiante, para que sea capaz de planificar sus acciones, llevarlas a la práctica y evaluar constantemente las decisiones adoptadas y los resultados obtenidos. La finalidad fundamental ya no es que el alumno esté en condiciones de enfrentarse a ejercicios que puedan resolverse con la aplicación automática de un algoritmo, sino que pueda resolver verdaderos problemas que le obliguen a “pararse y pensar” e iniciar un proceso consciente de toma decisiones eligiendo entre diferentes cursos de acción y coordinando los procedimientos (y también conceptos y actitudes) que sean más apropiados en cada caso. En definitiva enseñar y aprender para la vida. Esta memoria tuvo como objetivo fundamental relatar la realidad de nuestra cátedra y brindar un aporte objetivo para la posibilidad de cambio en todos y cada uno de sus aspectos, en especial en la evaluación, que entendemos sigue siendo una asignatura pendiente en educación. En el marco de la Universidad Católica de Santiago del Estero (DASS), y en el contexto de la Provincia de Jujuy con todas su peculiaridades y particularidades. Para finalizar me permito citar a José Manuel Estévez Zarazaga en su artículo: “El magisterio en la Universidad”, cuando nos dice: “encontré la mejor definición de magisterio: dedicar la propia vida a pensar y sentir, y hacer pensar y sentir ambas cosas juntas” [Estévez Zarazaga, 2000]. San Salvador de Jujuy, 02 de Junio de 2003. ALEJANDRO DI PIETRO DNI 11.813.434 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 89 90 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. 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Alejandro Di Pietro 99 100 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTIAGO DEL ESTERO D.A.S.S. CARRERA: ABOGACÍA – ESCRIBANÍA CÁTEDRA INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA PROFESOR RESPONSABLE: DI PIETRO ALEJANDRO Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 101 PLANIFICACIÓN DE CÁTEDRA AÑO 2003 CARRERA: ABOGACÍA- ESCRIBANÍA ASIGNATURA: INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA CÁTEDRA PROF. RESPONSABLE: DI PIETRO ALEJANDRO EQUIPO DOCENTE PROF. TITULAR: PROF. ASOCIADO: DI PIETRO ALEJANDRO PROF. ADJUNTO: JEFE DE TRABAJOS PRÁCTICOS: Quintana, María Beatriz; Giménez Rossi, Graciela; Vilca, Mario; Carvajal, Leonardo. AUXILIAR DOCENTE: 102 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 1. DATOS DE LA ASIGNATURA ASIGNATURA INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA REGIMEN: PLAN: 95/96 CARGA HORARIA SEMANAL: TRES PROMOCIONAL PROMOCIÒN: CON EXAMEN FINAL: AÑO CORRESPONDIENTE AL PLAN DE ESTUDIO 95/96 PROGRAMACIÓN 1.1. Ubicación de la Asignatura en el Plan de Estudios: PRIMER AÑO 1.2. Fundamentación de la Asignatura: -¿QUÉ ES LA VIDA? ¿EN QUÉ CONSISTE LA LIBERTAD? ¿CÓMO PODEMOS SER FELICES? ¿QUIENES DEBEN GOBERNAR? ¿LA REALIDAD ES UNA ILUSIÓN DE LOS SENTIDOS? ¿Y LAS CERTEZAS? ¿QUÉ ES LA ANGUSTIA? ¿PARA QUÉ SIRVE LA MORAL? ¿LA SABIDURÍA ES EL ÚNICO BIEN? ¿CUÁL ES NUESTRO LUGAR EN EL MUNDO? ¿POR QUÉ DEBEMOS MORIR? RECORRIDO APASIONANTE DEL QUE SE OCUPA LA FILOSOFÍA, SU HISTORIA. ELLA INVITA A PENSAR Y REFLEXIONAR DESDE DISTINTAS MIRADAS FILOSÓFICAS. PENSAMOS QUE LO FUNDAMENTAL PARA QUIEN ESTUDIA ESTA DISCIPLINA ES TENER VIVENCIAS FILOSÓFICAS A TRAVÉS DE LA REFLEXIÓN; PARA ELLO NO DEBERÁ LIMITARSE SÓLO A REPETIR LO QUE LOS "OTROS" DIJERON SINO QUE TENDRÁ QUE SER CAPAZ DE PLANTEARSE PROBLEMAS Y, A PARTIR DEL CONOCIMIENTO DE RESPUESTAS YA DADAS, PENSAR LAS PROPIAS Y FUNDAMENTARLAS ADECUADAMENTE. SER TRATA DE UNA DISCIPLINA EMINENTEMENTE FORMATIVA QUE POCOS ELEGIRÁN PARA DEDICARSE A ELLA Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 103 COMO CARRERA, PERO QUE CREEMOS INDISPENSABLE PARA LA FORMACIÓN DEL ESPÍRITU CRÍTICO QUE NUESTRA ACTUAL SOCIEDAD REQUIERE. 1.3. Objetivos, Propósitos o Metas: - DESARROLLAR EL PROPIO JUICIO, RESPETANDO LAS DIFERENTES POSTURAS EN UN MARCO SOLIDARIO. - UTILIZAR CORRECTAMENTE EL LENGUAJE Y LOS CONCEPTOS PROPIOS DE LA FILOSOFÍA. - UBICAR HISTÓRICAMENTE LOS GRANDES MOVIMIENTOS FILOSÓFICOS Y SUS REPRESENTANTES MÁS IMPORTANTES. - MANEJAR ALGUNAS PREGUNTAS BÁSICAS DE LA DISCIPLINA. - RELACIONAR LOS CONOCIMIENTOS OBTENIDOS. - ADQUIRIR HÁBITOS DE LECTURA E INTERPRETACIÓN DE LOS AUTORES PROPUESTOS. - EXPONER IDEAS FUNDAMENTADAS DE LOS DIFERENTES TEMAS ABORDADOS. - DESARROLLAR EL ESPÍRITU CRÍTICO Y REFLEXIVO PARA UN MEJOR DESEMPEÑO EN SU FUTURO PROFESIONAL. 1.4. Contenidos (Organizados por Unidades Temáticas): UNIDAD Nº 1 – INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA. 1.1 EL HOMBRE Y EL SABER INGENUO Y SABER CRÍTICO. LA CONTINUIDAD DEL SABER. LA FILOSOFÍA EN GENERAL. ALGUNAS CONCEPCIONES DE LA FILOSOFÍA. PRIMACÍA DEL SER O DEL CONOCER. SER Y VALER. FILOSOFÍA ORIENTA U OCCIDENTAL. LAS CLASIFICACIONES DE LAS CIENCIAS. LAS DISCIPLINAS FILOSÓFICAS: LA LÓGICA, LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO, LA METAFÍSICA, LA ÉTICA, LA ESTÉTICA, LA TEORÍA DE LOS VALORES, LA FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN,, LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA, FILOSOFÍA DEL DERECHO, DEL ESTADO, DE LA SOCIEDAD Y DEL LENGUAJE LA FILOSOFÍA DE 104 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro LA HISTORIA, Y LA FILOSOFÍA DE LA CULTURA. LA FILOSOFÍA DE LA CULTURA. LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA SU OBJETO DE ESTUDIO. 1.2 LA FILOSOFÍA Y SU VIVENCIA. SENTIDO DE LA VOZ FILOSOFÍA.. LA FILOSOFÍA ANTIGUA, MEDIA, MODERNA, CONTEMPORÁNEA Y POSMODERNA. UBICACIÓN DE AUTORES EN LOS DIFERENTES PERÍODOS. IDEAS CENTRALES DE CADA ÉPOCA. ¿QUÉ PASA CON LA FILOSOFÍA HOY? 1.3 LOS ORIGENES DE LA FILOSOFÍA. 1.4 ¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?. DISTINTAS DEFINICIONES. SEGÚN: COMTE, DILTHEY, KORN, JASPERS, ABBAGNNANO, MARIAS. 1.5 DIFERENTES MANERAS DE INTERROGAR LA REALIDAD. TP Nº 1: RESOLUCIÓN DE LA GUÍA PROPUESTA POR LA CÁTEDRA. LECTURA Y COMENTARIO DEL TEXTO DE SARTRE: EL EXISTENCIALISMO ES UN HUMANISMO. UNIDAD Nº 2 – ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA. EL PROBLEMA DEL HOMBRE ¿QUÉ ES EL HOMBRE? EL HOMBRE: PARA LOS GRIEGOS, EN EL PENSAMIENTO CRISTIANO: EN LA EDAD MEDIA, EN LA EDAD MODERNA. EL GIRO ANTROPOLÓGICO: MATERIALISMO Y EVOLUCIONISMO, PERSONALISMO Y EXISTENCIALISMO. TP Nº 2: RESOLUCIÓN DE LA GUÍA PROPUESTA POR LA CÁTEDRA. BUSCAR EN UN MEDIO GRÁFICO, ALGÚN TEMA RELACIONADO CON LA UNIDAD. UNIDAD Nº 3 – EL MÉTODO. LOS MÉTODOS A TRAVÉS DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA: SÓCRATES, LA MAYÉUTICA. PLATÓN, LA DIALÉCTICA. ARISTÓTELES, LA LÓGICA. LA EDAD MEDIA, LA DISPUTA. LA EDAD MODERNA, DESCARTES Y SU MÉTODO. TRASCENDENCIA E INMANENCIA. LA INTUICIÓN. MÉTODO DISCURSIVO Y MÉTODO INTUITIVO. LA INTUICIÓN SENSIBLE, ESPIRITUAL, INTELECTUAL, EMOTIVA Y VOLITIVA. REPRESENTANTES. BERGSON, DILTHEY, HUSSERL. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 105 TP Nº 3: RESOLUCIÓN DE LA GUÍA PROPUESTA POR LA CÁTEDRA. LECTURA Y COMENTARIO DEL “DISCURSO DEL MÉTODO” DE DESCARTES. UNIDAD Nº 4 –METAFISICA. 4.1 INTRODUCCIÓN A LA METAFÍSICA: CONCEPTO DE METAFÍSICA. DISTINCIÓN ENTRE EL SER Y LOS ENTES. IMPOSIBILIDAD DE DEFINIR AL SER. ALGUNAS CONCEPCIONES METAFÍSICAS: TALES, ANAXIMANDRO, ANAXÍMENES, EMPÉDOCLES, HERÁCLITO Y PARMÉNIDES. PLATÓN: LA ALEGORÍA DE LA CABERNA, LA IDEA DEL BIEN, EL PARADIGMA DE LA LÍNEA, RELACIÓN ENTRE LOS DOS PLANOS. ARISTÓTELES: DISTINCIÓN ENTRE ESENCIA Y ESENCIA Y EXISTENCIA. ACTO Y POTENCIA. LAS CUATRO CAUSAS. SANTO TOMÁS DE AQUINO: RAZÓN Y FE, DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE DIOS (LAS 5 VÍAS). TP Nº 4: RESOLUCIÓN DE LA GUÍA PROPUESTA POR LA CÁTEDRA. LECTURA Y COMENTARIO DE UN FRAGMENTO DEL BANQUETE DE PLATÓN. UNIDAD Nº 5 – EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO. DESCRIPCIÓN FENOMENOLÓGICA DEL CONOCIMIENTO. LOS PROBLEMAS DEL CONOCIMIENTO Y SUS RESPUESTAS. POSIBILIDAD: DOGMATISMO, ESCEPTICISMO Y CRITICISMO. ORIGEN: RACIONALISMO, EMPIRISMO, INTELECTUALISMO, APRIORISMO. ESENCIA: REALISMO, IDEALISMO, FENOMENALISMO. FORMAS DEL CONOCIMIENTO: INTUICIÓN FENOMENOLÓGICA, INTELECTUAL, EMOTIVA, VOLITIVA. CONCEPTO Y CRITERIOS DE VERDAD. TP Nº 5: RESOLUCIÓN DE LA GUÍA PROPUESTA POR LA CÁTEDRA. RESOLVER EL CRUCIGRAMA PRESENTADO EN CLASE. UNIDAD Nº 6 – LA CUESTIÓN ÉTICA. 106 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro ÉTICA E HISTORIA. LAS GRANDES RESPUESTAS TEÓRICAS A LOS INTERROGANTES ÉTICOS: LA ÉTICA GRIEGA: LOS SOFISTAS. SÓCRATES. PLATÓN. ARISTÓTELES. ESTOICOS Y EPICÚREOS. LA ÉTICA CRISTIANA MEDIEVAL: LA ÉTICA RELIGIOSA. LA ÉTICA MODERNA: DESCARTES Y KANT. LA ÉTICA CONTEMPORÁNEA: DE KIERKEGAARD AL EXISTENCIALISMO, EL PRAGMATISMO, PSICOANÁLISIS, MARXISMO, NEOPOSITIVISMO. ÉTICA Y CIENCIA ACTUAL. TP Nº 6: RESOLUCIÓN DE LA GUÍA PROPUESTA POR LA CÁTEDRA. RESÚMEN DEL LIBRO: "EL PRÍNCIPE" DE MAQUIAVELO. UNIDAD Nº 7 - EPISTEMOLOGÍA 7.1 ¿QUÉ ES LA CIENCIA?. LA CIENCIA Y LA CRISIS DE NUESTRA ÉPOCA. CIENCIA PURA Y CIENCIA APLICADA, TÉCNICA Y TECNOLOGÍA. CARACTERÍSTICAS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. CLASIFICACIÓN DE LA CIENCIA. 7.2 LOS ORÍGENES DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. EL FLORECIMIENTO DE LAS CIENCIAS. LA CIENCIA CONGELADA. LA REVOLUCIÓN EMPÍRICA. TODO ES RELATIVO. LOS PARADIGMAS. EL PROBLEMA DEL PROGRESO EN LA CIENCIA. 7.3 LA IRRUPCIÓN DEL CAOS EN LA CIENCIA. CAOS Y ORDEN. TP Nº 7 RESOLUCIÓN DE LA GUÍA PROPUESTA POR LA CÁTEDRA. TRABAJO MOOGRÁFICO RELACIONADO CON LA UNIDAD 6 Y 7. UNIDAD Nº 8 – LA POSMODERNIDAD EN LATINOAMÉRICA. INTRODUCCIÓN A LA POSMODERNIDAD: MODERNIDAD Y POSMODERNIDAD. LOS NUEVOS CONTEXTOS HISTÓRICOS: PANORAMAS Y TENDENCIAS DOMINANTES. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 107 MAPA DEL CAMBIO DEL MUNDO. LAS TENDENCIAS DOMINANTES. ESCENARIOS OPTIMISTAS, ESCENARIOS CATASTRÓFICOS, ESCENARIOS AMBIGUOS. TP Nº 8: RESOLUCIÓN DE LA GUÍA PROPUESTA POR LA CÁTEDRA. LECTURA Y COMENTARIO DEL TEXTO: "MUTACIONES" DE PÉREZ LINDO. 1.5. Cronograma de Desarrollo de las Unidades Temáticas: Fecha estimadas UNIDADES para el desarrollo de las TEMÀTICAS unidades I II III IV 108 Desde Hasta 31/03 22/04 13/05 27/05 19/09 10/05 24/05 07/06 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro Fecha estimadas UNIDADES para el desarrollo de las TEMÀTICAS unidades V VI VII VIII Desde Hasta 04/08 26/08 16/09 30/09 23/08 13/09 27/09 11/10 Número Total de Horas Cátedras Programadas por Comisión, Conforme al Calendario Académico 2003): Hs. Cátedra Hs. Cátedra Destinadas al Destinadas a Trabajos Desarrollo de Clases Prácticos y Parciales 1er. Cuatrimestre 30 9 39 2do. Cuatrimestre 30 9 39 Total Anual 60 18 78 Hs. Cátedra Período Total EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN 1.6. Requisitos para PROMOCIONAR la Asignatura 1.- Porcentaje de trabajos prácticos aprobados: 100 %. 4.- Porcentaje de asistencia a clases: 70 % 5.- Sistema de parciales (Descripción). Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 109 APROBACIÓN DEL 70% DE LAS CUESTIONES PLANTEADAS EN LOS SIGUIENTES EXÁMENES PARCIALES: 1- UNIDAD 1 A 4 (2º SEMANA JUNIO) TENTATIVO. 2- RECUPERATORIO (4º SEMANA JUNIO) TENTATIVO 3- UNIDAD 5 A 8 (2º SEMANA OCTUBRE) TENTATIVO. 4- RECUPERATORIO (4º SEMANA OCTUBRE) TENTATIVO. Requisitos para REGULARIZAR la Asignatura 1.- Porcentaje de trabajos prácticos aprobados: 50 %. 4.- Porcentaje de asistencia a clases: 50 % 5.- Sistema de parciales (Descripción). RENDIR TODOS LOS EXÁMENES PARCIALES. SE TOMARÁN 2 PARCIALES CON SUS RESPECTIVOS RECUPERATORIO, SÓLO TIENEN DERECHO A RENDIR RECUPERATORIO LOS ALUMNOS QUE FUERON EVALUADOS EN EL PARCIAL CORRESPONDIENTE. Evaluaciones (por comisión): Tipo de Evaluación Fechas Previstas Parciales Comisión Comisión Nro. Nro. Comisión Nro. Comisión Nro. Comisión Nro. Escrita Oral Primero Recuperatorio Segundo Recuperatorio Tercero Recuperatorio Nota: La fecha de recuperación de parciales deberá establecerse siete días posteriores a la comunicación de los resultados de dichos parciales. 1.7. 110 Requisitos para Rendir Examen Final LIBRE: Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro Detalle del proceso y Modalidad de Evaluación: - PRESENTARSE A LA CÁTEDRA Y SOLICITAR DICHA CONDICIÓN. - EN CASO DE HABER CURSADO LA MATERIA Y NO HABER ALCANZADO LA REGULARIDAD. - LA EVALUACIÓN SE HARÁ EN FORMA ESCRITA Y ORAL DE LOS CONTENIDOS DE LA TOTALIDAD DE LA MATERIA. BIBLIOGRAFÍA: 5.1. Bibliografía Obligatoria Según Unidad Temática: SE ENCUENTRA DETALLADA EN LA CARTILLA QUE LA CÁTEDRA PROPONE PARA EL CURSADO DE LA MISMA. 5.12 Bibliografía de Consulta: A) OBRAS DE LECTURA OBLIGATORIA: - ABBAGNANO, NICOLÁS. (1978). HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. BARCELONA, MONTANER Y SIMON. - BUBER, MARTÍN. (1990) ¿QUÉ ES EL HOMBRE?. ED SIGLO XX. BS. AS. - BUNGE, MARIO. (1980). LA CIENCIA, SU MÉTODO Y SU FILOSOFÍA. SIGLO XX. BS. AS. - BUNGE, MARIO. (1986). ÉTICA Y CIENCIA. SIGLO XX. BS. AS. - CARPIO, ADOLFO. (1988). PRINCIPIOS DE FILOSOFÍA. GLAUCO. BS. AS. - CHALMERS, ALAN. (1996). ¿QUÉ ES ESA COSA LLAMADA CIENCIA? SIGLO XX. BS. AS. - CORETH, EMERICH. (1985). ¿QUÉ ES EL HOMBRE? ED. HERDER. BARCELONA. - DESCARTES, RENÉ. (1986). DISCURSO DEL MÉTODO. ESPASA CALPE. MADRID. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 111 - DÍAZ, E. Y SÉLLER M. (1999). EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. ED. EUDEBA. LA PLATA. - FRASSINETTI DE GALLO, M. Y FERNÁNDEZ DE MARTÍNEZ, E. (1991). ANTOLOGÍA DE TEXTOS FILOSÓFICOS. ED. A-Z. BS. AS. - FULLAT, O. Y MELICH, JC. (1984). LOS SISTEMAS MORALES. ED. VICENSVIVES.BARCELONA. - GARCÍA MORENTE, M. (1979). LECCIONES PRELIMINARES DE FILOSOFÍA. ED. LOSADA. BS.AS. - GUIBORG,R. GHIGLIANI, A. Y GUARINI, R. (1988). INTRODUCCIÓN AL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. ED. EUDEBA. BS. AS. - HESSEN, JUAN. (1979). TEORÍA DEL CONOCIMIENTO. ESPASA CALPE. BS. AS. - MAQUIAVELO, N. (1984). EL PRÍNCIPE. ED. HELIASTA. BS. AS. - MASSUH, VÍCTOR. (1990). LA FLECHA DEL TIEMPO. ED. SUDAMERICANA. BS. AS. - PÉREZ LINDO. (1996). MUTACIONES. ED. BIBLOS. BS. AS. - ROMERO, FRANCISCO. (1971) ¿QUÉ ES FILOSOFÍA? ED. COLUMBIA. BS. AS. - SÁNCHEZ VÁZQUEZ (1969). ÉTICA. ED. GRIJALBO. BARCELONA. - SARLO, BEATRIZ. (1992). ESCENAS DE LA VIDA POSMODERNA. ED. ARIEL. BS. AS. - SARTRE, J. P. (1986). EL EXISTENCIALISMO ES UN HUMANISMO. ED. DEL 80. BS.AS. - SAVATER, F. (1990). ÉTICA PARA AMADOR. ED. TAURUS. MADRID. - SAVATER, F. (1992). POLÍTICA PARA AMADOR. ED. TAURUS. MADRID. B) OBRAS DE CONSULTA FACULTATIVAS: 112 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro *ÍDEM A LA DE LOS ALUMNO, COMPLEMENTADA CON: - FERRATER MORA, JOSÉ. (1980) DICCIONARIO DE FILOSOFÍA. ALIANZA. MADRID. - JASPERS, CARLOS. (1981) LA FILOSOFÍA. FCE. BS. AS. - LAMANNA, PABLO.(1973) HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. HACHETTE. BS. AS. 6. PROPUESTA DE ACTIVIDADES DE EXTENSIÓN DE CÁTEDRA: -PARTICIPANTES DE LAS JORNADAS SOBRE BORDEAU EN ABRIL 2003 _PARTICIPANTES DEL CONGRESO "CULTURA DE LAS CULTURAS EN EL MERCOSUR".UNSA. MAYO 2003. -TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN: "LA ÉTICA EN LA INTERCULTURALIDAD". -TRABAJO DE INVESTIGACIÓN: “LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA EN LA UNIVERSIDAD". -TRABAJO DE INVESTIGACIÓN: “EPISTEMOLOGÍA EN LAS CS ECONÓMICAS". San Salvador de Jujuy, 25 de FEBRERO de 2003 Firma del docente responsable de la cátedra: ………………………………. Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 113 114 Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE JUJUY RECTOR Dr. Ing. Qco. ENRIQUE MATEO ARNAU VICERRECTOR Ing. Agr. CARLOS GREGORIO TORRES Secretaria de Administración C.P.N. PATRICIA EUGENIA CUELLAR DE COMAS Secretaria de Asuntos Académicos Lic. MERCEDES GARAY DE FUMAGALLI Secretaria de Extensión Universitaria C.P.N. LILIAN DEL CARMEN ABRAHAM DE MÉNDEZ Secretario de Bienestar Estudiantil Sr. MARIO RICARDO VEGA Secretario de Ciencia y Técnica y Estudios Regionales Ing. Agr. M Sc. LUIS GUILLERMO BUITRAGO Director de Cultura Lic. REYNALDO CASTRO Especialización en Docencia Superior Memoria Docente – Lic. Alejandro Di Pietro 115