HERMOSILLO Jueves 23 de Diciembre de 2010 Luis Gutiérrez / EXPRESO 8B E X P R E S O Marco Rodrigo se divierte con su hermanita Bárbara, con los cientos de origamis. MARCO RODRIGO DISFRUTA SU GUSTO POR LA PINTURA Y LAS MATEMÁTICAS ‘Me gusta lo difícil’ A sus seis años, el pequeño ya tiene en su haber un vocho que ‘tuneará’ de la mano de su abuelo Por Julio Gutiérrez Galaviz Luis Gutiérrez / EXPRESO Hacer un colorido origami en forma de paloma voladora podría signifcar una habilidad común si no se tratara de un niño. Marco Antonio, de apenas seis años de edad, es todo un experto y aunque al aprender se tardaba hasta un día completo, ahora para desarrollar su destreza y creatividad solo le bastan tres minutos. “En la escuela quieren abrir un taller para que el niño imparta las clases a los demás compañeritos, junto con una niña a la que también le gustan estas figuras de papel”, comenta Patricia Kossio Valenzuela. “La maestra está buscando los espacios del programa académico para iniciarlo el próximo año”, agrega la orgullosa abuela. “Mi tata me enseñó a hacerlos, pero vi en Internet y ahora sé dibujar aviones pero también me gustan mucho los pájaros o los cisnes”, dice Marco Rodrigo. Esta habilidad la ha desarrollado en la escuela y mientras los compañeros juegan, él se diverte haciendo decenas y más decenas de orogamis en todos los tamaños, colores y figuras, aunque sus favoritos son los dinosaurios a los que por si fuera poco, les pone su propio nombre. Luis Gutiérrez / EXPRESO [email protected] El niño muestra emocionado el diseño de cómo quiere ver a su automóvil. La concentración al hacer cada origami lo caracteriza. ◗ Marco Rodrigo Castro Valenzuela nació un 17 de abril hace más de 6 años. ◗ Su mamá es Patricia Valenzuela Kossio. ◗ Tiene una hermanita de nombre Bárbara, de 4 años. ◗ Sus abuelos son Rodrigo Valenzuela y Patricia Kossio de Valenzuela Luis Gutiérrez / EXPRESO 6 AÑOS TIENE MARCO RODRIGO DE EDAD ¿SABÍAS QUE... Marco Rodrigo se aprendió las consonantes y los números del 1 al 20 en el kínder? “ Marco Rodrigo realizó este origami para EXPRESO. Un día regresé de la escuela, vi algo que estaba abajo de una cobija, lo destaparon y ‘boom’ vi que era un vocho, cuando lo vi, casi me desmayaba por verlo” Marco Rodrigo Castro Valenzuela Estudiante de Colegio Muñoz Los Arcos El colmo ¿Cuál es el colmo de un meteorólogo? No tener tiempo para nada. “Estábamos en mi casa un día y veíamos que le llamaban la atención los carros, especialmente los vochos, a los tres años se aprendió todas las marcas de los carros y los identificaba fácilmente”, comenta Patricia, sobre la principal afición del niño. “Un día regresé de la escuela, vi algo que estaba abajo de una cobija, lo destaparon y ‘boom’ vi que era un vocho, cuando lo vi, casi me desmayaba por verlo”, dice emocionado el pequeño Marco Rodrigo Castro Valenzuela. A dos días de que le obsequiaran un vocho de tamaño normal ya tenía dibujadas las modificaciones con las que un día le gustaría ver a su auto, y aunque por obvias razones aún no sabe manejar, le gustaría que le fueran a recoger en él. “Me gustan mucho los vochos. Ya hasta he dibujado un vocho pick up. Me gusta dibujarlos también en forma de transformers”, se adelanta a comentar. Aunque todavía no alcanza los pedales, se siente emocionado por el auto. Luis Gutiérrez / EXPRESO DETALLES Luis Gutiérrez / EXPRESO Aficionado a los vochos Ideas fuera de lo normal Pero los vochos y los origamis son poco para Marco Rodrigo. Su gusto por las matemáticas y la pintura es otro de sus atributos, a pesar de su corta edad. “Lo metimos a clases de pintura pero no le gusta que le pongan reglas y lo monótono, y no le gustaron las clases por lo que no quiso regresar. Lo mismo su- El simpático niño disfruta del auto aún sin saber manejar. cedió con las clases de Matemáticas que tomaba por las tardes, el método le parecía muy lento y tampoco quiso volver”, detalla asombrada la cariñosa abuela. Dentro de su combinación interesante de aficiones hacia las matemáticas, los origamis y la pintura, el estudiante del primer grado en el Colegio Muñoz Los Arcos, piensa un día dedicarse a ser y maestro de origami, al tiempo que dibuja decenas de vochos.