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Senado de la Nación
Secretaria Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-0711/12)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación
Vería con agrado que el Poder Ejecutivo nacional tome medidas
relacionadas con el tránsito internacional entre la localidad de Aguas
Blancas (provincia de Salta) y la localidad de Bermejo (Estado
Plurinacional de Bolivia), a fin de proveer a la integración entre los
pueblos de ambas naciones hermanas y evitar mayores perjuicios
educativos, sanitarios y comerciales a los habitantes de ambas
localidades, a saber:
1. a través de la Dirección de Asuntos Técnicos de Frontera del
Ministerio del Interior y demás organismos gubernamentales que
correspondan, disponga la revisión de las restricciones horarias
impuestas al transporte de pasajeros por medio de embarcaciones
ligeras (“chalanas”) entre ambas localidades, permitiendo su utilización
al menos en el horario diurno de 7:00 a 19:00 horas;
2. a través de los organismos competentes del Ministerio del
Interior, del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio
Internacional y Culto y del Ministerio de Planificación Federal,
Inversión Pública y Servicios, realice las gestiones para la instalación y
habilitación de un puente peatonal entre la zona céntrica de Aguas
Blancas y de Bermejo, de forma de evitar a los ciudadanos argentinos
y bolivianos que cruzan a diario la frontera la realización del largo
rodeo hasta el puente internacional; y
3. a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio
Internacional y Culto, realice las gestiones conducentes a la
instalación por parte del Estado Plurinacional de Bolivia de oficinas
migratorias y aduaneras en el muelle de chalanas de la localidad de
Bermejo.
Sonia Escudero.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Motiva la presente iniciativa parlamentaria la imperiosa necesidad de
restaurar las condiciones históricas del tránsito fluvial entre la localidad
salteña de Aguas Blancas y la vecina ciudad boliviana de Bermejo o,
al menos, permitir su reapertura durante todo el horario diurno.
Aguas Blancas es una localidad del departamento de Orán, ubicada al
noreste de la provincia de Salta en las márgenes del río Bermejo, que
funge de límite natural entre la Argentina y Bolivia. En sus cercanías
se encuentran dos de los cinco pasos fronterizos habilitados entre
nuestro país y la nación vecina. Su importancia es, por tanto, superior
a lo que sus casi 2.000 habitantes parecen indicar, en tanto por su
ubicación geográfica configura un destacado núcleo regional
comercial, educativo y de servicios.
Desde hace décadas el tránsito fronterizo se realizó por medio de
pequeñas embarcaciones denominadas “chalanas”, que por sumas
módicas cruzan a los vecinos atravesando el río Bermejo en línea
recta, uniendo el centro de la localidad boliviana de Bermejo con el de
Aguas Blancas.
La inauguración del puente internacional de Aguas Blancas no ha
cambiado esta situación, dado que el paso de chalanas permite evitar
el rodeo que implica la utilización del puente internacional. La distancia
entre el muelle de chalanas y el puente es de 2,5 km, a los que deben
sumársele casi 3 km del lado boliviano. Este rodeo de más de 5,5 km
importa naturalmente una gran pérdida de tiempo y un significativo
costo económico para quienes carecen de automóvil, que son quienes
utilizaban mayoritariamente el paso de chalanas.
Por ello, el Subsecretario de Puertos y Vías Navegables del Ministerio
de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y el Sr.
Embajador de Bolivia en la Argentina suscribieron, con fecha 1° de
noviembre de 2004, un convenio de “Régimen provisorio de prestación
de servicios de chalanas en el transporte fluvial fronterizo entre Aguas
Blancas (República Argentina) y Pozo del Bermejo (República de
Bolivia)”. Este convenio, que no define el horario de apertura del paso,
regirá hasta tanto se apruebe un Convenio Bilateral en la materia.
Así las cosas, el paso de chalanas es uno de los cinco pasos
fronterizos habilitados con el Estado Plurinacional de Bolivia, junto con
el mencionado puente internacional entre Aguas Blancas y Bermejo, el
puente entre El Condado y La Mora, y los pasos La Quiaca – Villazón
y Salvador Mazza – Yacuiba.
No obstante lo expuesto, el Ministerio del Interior de la Nación ha
procedido en mayo de 2011 a limitar el horario de apertura del paso de
chalanas, que por más de 15 años estuvo operativo las 24 horas del
día, a la insuficiente franja horaria de 10:00 a 17:00 horas. La
desactualizada página de internet de la Gendarmería Nacional informa
aún que el paso de chalanas se encontraría abierto las 24 horas para
Migraciones y de 7.00 a 24.00 Horas en lo atinente a la Aduana.
Esta medida afecta enormemente las condiciones de vida de ambas
poblaciones, en tanto la reducción del horario del paso de chalanas y
la obligatoria utilización del puente internacional durante la mayor
parte del día proyecta sus consecuencias en la actividad educativa,
cultural, deportiva, sanitaria y comercial.
Es imprescindible considerar que una carrera de taxi entre Aguas
Blancas y Bermejo cuesta actualmente veinticuatro pesos argentinos
($ 24) ida y vuelta. Por el contrario, el paso por medio de chalanas
tiene un costo de cuatro pesos argentinos ($ 4), y se ofrece además
una tarifa diferencial para escolares. No es difícil advertir la incidencia
que este gasto extra tiene para los pobladores de la zona.
En primer término, se afecta la educación. Aguas Blancas configura un
polo educativo de gran relevancia regional, al que acuden niños y
adolescentes radicados en ambas márgenes de la frontera, incluyendo
muchos niños que residen en Bolivia, en su mayor parte argentinos o
hijos de ciudadanos argentinos que por motivos laborales, personales
o familiares se han mudado a Bermejo, pero desean –y tienen derecho
a– recibir educación en su patria.
Ante el planteo formulado por la Comisión de Padres de las Escuelas
Libertador San Martín y el Colegio Secundario de Aguas Blancas, el
Comandante Principal Guillermo Basso comunicó la propuesta del Sr.
Director de Asuntos Técnicos de Frontera del Ministerio del Interior, Dr.
Federico Gómez Aubone, de ampliar el horario de uso de las chalanas
de lunes a viernes sumando las franjas horarias de 7:30 a 8:30 hs y de
18:30 a 19:30 hs, e hizo mención a que el puente internacional “se
halla a menos de mil metros” del paso de chalanas, afirmación cuya
falsedad puede ser fácilmente constatada con recurrir al programa
“Google Earth”. El uso de las chalanas permanecería restringido,
durante esos horarios, para todo otro tipo de actividad no relacionada
con los estudiantes. Esta propuesta, absolutamente insuficiente a la
vista de que los niños y adolescentes disponen de distintos horarios de
ingreso y salida de los establecimientos educativos, de todas formas
no fue puesta en práctica.
No es menor la incidencia de este rodeo tanto en los horarios en los
que los niños llegan a clases, con retrasos de hasta 30 minutos
diarios, como respecto del regreso a sus hogares del otro lado del río,
lo que según la Comisión de Padres citada sucede entre las 20:00 y
21:00 horas. Además, debe considerarse la incidencia económica que
tiene el pago de taxi o remise en una zona pauperizada, donde la
remuneración habitual por un día de trabajo en las fincas ronda los
cincuenta pesos ($ 50) diarios (“Un negocio para los más ricos y una
salida para los más pobres”, El Tribuno, Salta, 7 de febrero de 2012).
Un mes después del establecimiento de la restricción horaria referida,
y de elevar la petición mencionada, la Comisión de Padres se disolvió,
“por la situación irregular que padecen con respecto a la restricción del
horario de paso de chalana…” (acta de 21 de junio de 2011).
Además de lo expuesto, el paso de chalanas cumple una importante
función en la integración cultural y deportiva de la localidad, y brinda
un marco apropiado para el comercio legal.
La integración entre ambas localidades es, además, sumamente
beneficiosa para los ciudadanos argentinos desde un punto de vista
sanitario, en tanto en Aguas Blancas, que dista 50 km de Orán, hay
actualmente un único médico y una farmacia precaria. Ello obliga a
recurrir necesariamente a la localidad de Bermejo, que con alrededor
de 40.000 habitantes (20 veces la población de Aguas Blancas)
multiplica esta oferta.
El argumento esgrimido por la Dirección de Asuntos Técnicos de
Frontera del Ministerio del Interior, según la cual la restricción tendría
por causa la inexistencia de controles suficientes del lado boliviano,
cae de suyo ante la realidad, habida cuenta de que el paso de
chalanas permanece abierto de 10:00 a 17:00 horas.
Por el contrario, tanto los habitantes de Aguas Blancas como distintos
medios periodísticos nacionales y regionales manifiestan que el
contrabando ilegal de “bagayos” se lleva a cabo en forma masiva por
medio de gomones o precarias balsas, que descargan su mercadería
en un puerto clandestino situado apenas a 300 metros de la aduana
argentina, durante las 24 horas del día, a plena luz del sol. Si bien el
tráfico ilegal es permanente, afirman fuentes periodísticas que “cuando
reina la oscuridad se torna imparable. Caravanas de autos,
camionetas, colectivos y utilitarios repletos de bolsas y cajas circulan a
veces hasta con luces apagadas para evitar los controles de los
gendarmes (“La ruta de los ‘bagayeros’”, La voz del interior, Córdoba,
30 de enero de 2011).
Manifiestan los lugareños que esta actividad no es controlada por las
autoridades de la Aduana, Migraciones o Gendarmería, a diferencia
del control estricto que reciben a diario los chalaneros (“El circuito
ilegal desde Bermejo hasta Orán”, El Tribuno, Salta, 7 de febrero
2012).
De acuerdo con otra nota publicada en el mismo periódico, “más de
3.000 oranenses llevan el pan a su casa contrabandeando mercadería
desde Bermejo, en Bolivia; además, 800 comerciantes de Salta capital
llegan todos los días para comprar lo que venden en sus negocios”.
Sobre las arenas del río Bermejo se forman dos hileras humanas
separadas por 300 metros. En la primera se realizan los controles de
la Aduana a todos los que ingresan al país. En la segunda, unos
hombres cargan bultos más grandes que ellos y avanzan a toda
marcha (“Un negocio para los más ricos y una salida para los más
pobres”, El Tribuno, Salta, 7 de febrero de 2012). Solo en la zona de
Orán, Gendarmería Nacional secuestró durante 2010 ropa y zapatillas
por más de 40 millones de pesos.
Este contrabando, además, genera un gran peligro a los propios
contrabandistas, “debido a que el medio de transporte arrastra
productos y también personas, y quienes maniobran las balsas son
dos o cuatro jóvenes que tienen que nadar por las caudalosas
corrientes del río Bermejo”. Así, periodistas jujeños han observado en
Aguas Blancas “a un niño de 12 años cruzar el río nadando, llevando
en manos una pequeña bolsa negra” (“Gomeros, los mimados del
contrabando en Bermejo”, periódico Lea, Jujuy, 17 de enero de 2012,
www.periodicolea.com).
Estas prácticas incluirían el contrabando de drogas. “En Aguas
Blancas, a escondidas o a la vista de gendarmes y funcionarios de la
Aduana, los contrabandistas cruzan el río Bermejo con bultos que
contienen todo tipo de mercadería, incluída la cocaína”. Siempre
según la misma fuente, "Por el paso de Aguas Blancas los narcos
trasladan el 20 por ciento de la cocaína que llega al país”
(“Contrabando sin control en la frontera con Bolivia”, La Nación,
Buenos Aires, 26 de diciembre de 2011). Esto sucede “a 600 metros
de uno de los puestos que la Gendarmería y la Aduana tienen en la
zona. A no más de cinco kilómetros del pueblo, sobre la ruta nacional
50, está el segundo puesto de control” (“Aguas Blancas, casi un
agujero negro”, La Nación, Buenos Aires, 26 de diciembre de 2011).
La limitación del horario de operación del paso de chalanas de Aguas
Blancas tiene por consecuencia directa la generación de diversos
perjuicios para la vida diaria de los habitantes de Aguas Blancas,
dificultando la asistencia de los niños y adolescentes argentinos y
bolivianos a las escuelas de la localidad, y agravando sensiblemente
las condiciones para el cruce comercial y recreativo de la frontera, sin
que ello contribuya a limitar el accionar de los gomones que constante
y continuamente infringen la ley, contrabandeando bultos y
transportando pasajeros, con grave riesgo para la integridad física de
estos últimos.
Por consiguiente, no existen razones reales que impidan la ampliación
de la operación del paso de chalanas, al menos durante horario
diurno, al tiempo que se combate el contrabando efectuado por balsas
y gomones durante toda la jornada.
Y esta debe ser, por otra parte, una medida transitoria, ya que es
preciso comenzar la construcción de un puente peatonal que una el
centro de Aguas Blancas con el de Bermejo, de forma de canalizar en
forma segura y expedita el tránsito local. Una vez este proyecto varias
veces postergado se haga realidad, la fiscalización migratoria y
aduanera se simplificará sensiblemente, se dificultará enormemente el
tránsito ilegal de mercancías a través del río Bermejo, ya que no habrá
“excusas” para su cruce mediante embarcaciones, y los ciudadanos de
ambas márgenes podrán acudir a pie a sus actividades escolares,
culturales, laborales y comerciales.
Se trata de una medida que debe ir acompañada por las
correspondientes gestiones ante el hermano Estado Plurinacional de
Bolivia para la instalación de oficinas migratorias y aduaneras en el
puerto de chalanas de ese país, que una vez instalado el puente
peatonal podría continuar siendo utilizadas por quienes lo transiten a
pie. La ausencia o insuficiencia de tales servicios en el muelle de
chalanas boliviano (unificado desde el 7 de marzo de 2012) no puede
ser esgrimida como argumento suficiente para justificar el cierre o la
limitación del paso de chalanas, que, aún con las actuales limitaciones
horarias, lleva varios lustros funcionando ininterrumpidamente.
En suma, esta iniciativa procura la revisión de las medidas restrictivas
adoptadas por el Ministerio del Interior y la Gendarmería Nacional,
dependiente de dicha cartera, que han tenido por consecuencias
indeseadas la vulneración del ejercicio del derecho a la educación de
los lugareños, el agravamiento de las condiciones de acceso a
instituciones farmacéuticas y sanitarias, la afectación de la libertad de
trabajo de chalaneros y demás trabajadores que cruzan la frontera
frecuentemente y la reducción sustancial de la actividad económica de
Aguas Blancas, sin que ello haya detenido –sino más bien todo lo
contrario– el transporte clandestino de mercadería a través de medios
precarios.
Por lo señalado, señor Presidente, es que solicito a mis pares la
aprobación del presente proyecto.
Sonia Escudero.
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