LA ESFERA. ASTURIAS El grupo de teatro “LA ESFERA” de Asturias, comenzó en 1994 como taller y, ya confirmado como grupo teatral, estrenó “A los Hombres Futuros”, de B. Bretch. En 1999 inicia un giro en las temáticas de sus obras, siendo la comedia con fondo de crítica social la mejor expresión de los intereses del grupo. Así, montan “La cosa tiene su lógica”, con textos de Zanguango, estrenada en el año 2000, “Annus horribilis”, de F. Luccetti, en 2002, y “Café Moliere”, en 2004, adaptación libre sobre “El Avaro”, de Moliere, dirigida por Ave Hernández. Han participado en la X Muestra Estatal de Agrupaciones Artísticas en Cádiz, y en el Festival Internacional de Teatro para Ciegos celebrado en Croacia, en octubre de 2005. Desde marzo de 2006, la dirección de “La Esfera” corre a cargo de Jorge L. Moreno, reconocido actor, director y dramaturgo, con el que han realizado varios montajes que han llevado por la geografía asturiana, fundamentalmente: “Croissant”, en 2006, “La maté porque era tuya”, en 2007 y “Ensayo generalísimo”, en 2008 con la que participa en la XI muestra estatal de agrupaciones artísticas en Alcoy. Desde 2009 ha cambiado la dirección del grupo ahora corre a cargo de Sergio Gayol con quien en 2010 estrenan una versión de “Madrugada” de Buero Vallejo y en 2011 con la ayudantía de dirección de Leila Osman “ Te estamos buscando…” versión libre de la obra Casting de Robert Justafré. EL espectáculo… CRISIS Un poco de historia de la creación colectiva… La creación colectiva surgió como el espíritu de una época, donde se impulsó la creatividad del individuo y como un modo de hacer teatro que intentaba dar respuesta a la situación social. Las temáticas abordadas se acercaban más al teatro de denuncia, de protesta, contestatario (muchas creaciones partían de documentaciones, problemas sociales o de convivencia con el conflicto). Es el comienzo de la utilización de los espacios no convencionales para la actividad teatral y un fuerte rechazo a las salas teatrales (esto permitió un nuevo tipo de espectáculos, de relación entre el actor y el espectador). Se buscó romper con el modo de actuación, con los contenidos, desacralizar leyendas, historias y las convenciones. Los textos surgían del mismo trabajo colectivo, lo cual anulaba la figura del autor. Todo surgió como una utopía opuesta al discurso de la represión. Ya a mediados de los 80´ con la democracia, los grupos dejaron de lado la militancia política y tomaron a la creación colectiva como parte de una metodología de trabajo en un contexto de desintegración y sin recursos. Lo ideológico ahora se encontraba en las prácticas que parecían surgir del caos. La preocupación pasó a ser otra, había un sentido de lucha social, un estado en el que cada sujeto necesitaba desarrollar su expresividad, estaba el deseo de ser libre. Así como antes se pretendía cambiar el mundo a través del arte, ahora se buscaba hacer más que decir, de esta manera emergían las histerias, la locura, los contenidos personales. El lenguaje que se generó fue el eclecticismo, la fragmentación y los cruces de diferentes artes. La creación colectiva hoy solo conserva algunos aspectos de sus orígenes que han sido transmitidos por la memoria colectiva. Se utiliza la dinámica de la improvisación para construir los espectáculos. A la vez, se conserva la idea de la creación colectiva donde cada actor trae su propio material, su historia, su manera de ver y el director va estimulando, provocando y así cada vez es distinto el camino. Básicamente se trabaja sobre la dramaturgia del actor, la figura del director y del autor que ya no molesta. Como parte de la nueva forma que ha adquirido la práctica teatral, lo político emerge desde el interior de esas estéticas que siguen rompiendo con el canon, es un teatro hecho desde la marginalidad y desde la resistencia. Es importante destacar que esta metodología de hacer teatro, es la parte de la impronta del teatro latinoamericano que se expandió por muchas partes del continente y del mundo.