El decálogo de Julio Anguita, ¿para quién tiene sentido? José Iglesias Fernández Economista Quizás mi discurso sea socialdemócrata en el diapasón, pero yo soy un radical. Julio Anguita El pasado militante de Julio Anguita Somos muchos los que recordamos con cierto respeto los difíciles años de Julio Anguita como coordinador general de Izquierda Unida a lo largo del período que va de 1989 al 2000. Durante su mandato tuvo que hacer la oposición y lidiar con personajes políticos tan tenebrosos como el compuesto por el dúo Felipe González y Alfonso Guerra, una pareja que justificaba la defensa del Estado capitalista desde las alcantarillas; después llegaría JM Aznar a la presidencia del gobierno (1996-2004), un señor de lamentable recuerdo, que afirmaba que en Irak había armas de destrucción masiva en apoyo del todavía más macabro GW Bush, o padecer las críticas de algunos líderes de sus mismas filas, entre otros, como Rafael Ribó, Diego López Garrido y Cristina Almeida, estos dos últimos topos del PSOE en las filas de la coalición izquierdista. Su periodo al frente del Izquierda Unida se distinguió por la exigencia de concretar acuerdos programáticos para establecer alianzas, así como reclamar a los gobiernos el cumplimiento de los derechos constitucionales como referente fundamental de su programa político. Es decir, para la alianza con cualquier fuerza política, Anguita exigía la elaboración de un programa común, programa, programa, programa, y cuya filosofía de base alguien la establecía de esta manera: “saber si, en el terreno no muy amplio que media entre el conformismo y la utopía, queda sitio para dos izquierdas; para encontrarlo no es preciso anclarse en la realidad de lo fáctico, pero sí en la lógica de lo posible. Y lo posible tras el fracaso económico del "socialismo real" es una mayor o menor redistribución social por medio de la fiscalidad y del gasto público, es decir, lo posible no es la condena global del capitalismo en el sector productivo, sino la rectificación de sus desequilibrios sociales por medio de la redistribución del Estado”.1 Así mismo, los derechos constitucionales a la salud, la educación, la vivienda, el transporte, las pensiones, etc., constituían su permanente grueso de reivindicaciones: cumplir las garantías ciudadanas establecidas en la Constitución de 1978. De alguna manera, no se trataba de transformar el capitalismo, al menos en el corto plazo, sino de garantizar a la ciudadanía el disfrute de todos los derechos reconocidos en la carta social de 1978. Lo que llamaríamos conseguir para la población un mayor aumento en la participación de la tarta que anualmente se produce. El ofrecimiento de liderazgo de Julio Anguita Tampoco en esta ocasión viene con la idea de transformar el capitalismo, con una propuesta para que sus enemigos ancestrales puedan tacharle de anticapitalista, de antisistema. Es decir, su decálogo no contiene ninguno de los dos elementos mínimos que un proyecto anticapitalista ha de tener: 1) Eliminación de la propiedad privada. 2) Destitución de la clase empresarial de la gestión, producción y apropiación de la riqueza productiva. Con un lema claro, Somos mayoría, Anguita vuelve a la arena política ofreciéndose a liderar un frente 2 cívico y, como en el pasado, contar con un programa para la acción. Un proyecto de construcción de un contrapoder capaz de enfrentarse a los poderes responsables de la situación política y económica actual, que él cualifica de “estado de emergencia económica, social, política, ética y cultural, panorama que reclama una solución que pase porque la inmensa mayoría de la ciudadanía asuma su parte de responsabilidad”.3 Este programa o decálogo se centra en una redistribución muy tímida de la renta, así como propone restablecer un control que el Estado capitalista keynesiano (y socialdemócrata) tenía en 1 Juan Olabarria Agra. Izquierda Unida y la ética de la responsabilidad. En http://elpais.com/diario/1997/09/11/espana/873928803_850215.html 2 Iniciativa Debate. Empezamos a caminar (Somos mayoría). En http://iniciativadebate.org/2012/07/04/empezamos-a-caminar-somos-mayoria/comment-page-1/ 3 Julia Camacho. “El califa rojo va al grano”. El Periódico de Cataluña, 30 septiembre del 2012. 1 algunas de sus instituciones políticas y administrativas. Nada nuevo que no exista en muchos países capitalistas, o que no hayan existido antes de esta debacle por parte del neoliberalismo. Suena a una refundición del neoliberalismo dentro del capitalismo. Presentamos y comentamos cada una de las propuestas del decálogo: 1. Asalario mínimo interprofesional (SMI) de 1.000 euros. Nadie cuestiona el aspecto positivo de un incremento del SMI a 1.000 euros, 4 cuando el actual SMI está en 641,4 euros mensuales, una cantidad que podemos asociar al de umbral de pobreza severa. Este aumento situaría el SMI español a niveles de países europeos como el UK (1,200 euros), Francia (1.398,4), Irlanda (1.461,9), Bélgica y Holanda (1.443,5 y 1.446,6), pero todavía lejos del de Luxemburgo (1.891,5).5 Tampoco hace falta recordar que estos son países con economías fuertemente capitalistas, precisamente los que dominan y condicionan las directrices que obligan a los países pobres europeos a tomar los recortes sociales, las reformas y las medidas privatizadoras que desmantelan el estado del bienestar. Que el SMI sea mayor o menor no pone en cuestión los dos pilares del capitalismo ante mencionados. Por otro lado, esta medida no toca las retribuciones de los directores que gestionan el capital. La retribución media de un consejero del BBVA era de 382.214 euros anuales en el 2008 y de 380.455 euros de uno de Iberdrola, para poder contrastar con los 14.000 euros que cobraría el trabajador. 2. Ninguna pensión por debajo del SMI. 3. Extensión de la prestación por desempleo Otras dos medidas positivas, pero que podemos enmarcarlas dentro de las observaciones relacionadas con el SMI. Son mejoras económicas que reciben los ciudadanos a título individual, pero que no suponen ningún recorte de los poderes que ejercen los empresarios capitalistas, y menos modificaciones estructurales significativas en el sistema. 4. Reforma fiscal, persecución del fraude, la economía sumergida y los paraísos fiscales Volvemos a encontrarnos con medidas positivas en si mismas, pero que no cuestionan el sistema. Podemos citar a países a muchos países europeos con sistemas fiscales fuertemente progresistas, pero en los que el capital se siente cómodo. Por ejemplo, Dinamarca soporta una presión fiscal agregada 6 en torno al 47,6% del PIB, Suecia el 45,8%, Bélgica el 43,9%, Francia el 42,5%. Países y empresarios capitalistas que se sienten cómodos, y las inversiones extranjeras no dejan de acudir por esta fuerte imposición fiscal. La media de la Unión Europea se mantiene en torno al 39%, mientras que la española no llega al 32% del PIB, ocupando el puesto 25 de los 27 que la componen.7 Dentro del capitalismo, la fiscalidad progresiva tiene sentido en la medida que el Estado capitalista recauda más de quien tiene, pero siempre que estos impuestos los dedique a quien más necesita. Fiscalidad progresiva, fraude, paraísos fiscales y economia sumergida son temas que van muy unidos. No me parece que mientras no acabemos con el sistema capitalista estos temas puedan ser abordados desde un Estado cuya naturaleza es el apoyo a la acumulación del sistema. Pero en cualquier caso poco tienen que ver con el pilar de la propiedad y la eliminación de clase de la apropiación de riqueza en el sistema. 5. Banca publica. Nacionalización de la banca privada. 6. Nacionalización de los sectores estratégicos de la economía A la salida de la Segunda Guerra Mundial, países como Gran Bretaña, Francia, y Alemania, tenían nacionalizado mías de un 60% del PIB. Sectores estratégicos de la economía como las energías (carbón, gas, electricidad, agua); transporte (aéreo, fluvial y marítimo, de superficie), la sanidad y la educación, la vivienda a nivel municipal, eran de propiedad directa y estaban bajo la gestión de la administración central y local. Había y sigue existiendo una fuerte banca central del Estado sometida al gobierno británico lo que le permite utilizar la política monetaria. Existen otros estados donde existe una banca central y la política monetaria continúa en manos de sus gobiernos como es el BNS que funciona como el 4 En el 2011, el umbral de pobreza a nivel nacional era de 971 euros anuales. Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Chipre no tienen regulado un salario mínimo interprofesional por ley. 6 Suma total de los impuestos directos, los indirectos, más las cotizaciones a la seguridad social en porcentaje con respecto al PIB. 7 En http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/27930/1/Fiscalmania33.pdf 5 2 banco central de Suiza. La llegada e implantación del neoliberalismo iría privatizando estos sectores tan significativos para la economía. Ahora bien, cuando Anguita propone una banca pública y de los sectores estratégicos de la economía, ¿está diciendo que hay que nacionalizar el sistema bancario y estos sectores, pagando un justiprecio a sus propietarios, o simplemente que estas se hagan mediante la confiscación de los mismos, reconvirtiendo en estatal la propiedad privada de todos estos recursos productivos y financieros? Porque no es lo mismo confiscar que comprar. Si tenemos fuerza política para confiscar quiere decir que nos encontramos con el palacio de invierno tomado y sólo falta que la burocracia de turno ordene sus programas de planificación imperativa para la producción y el consumo establecido. Sin embargo, si solo se trata de nacionalizar, hemos de saber y recordar que las nacionalizaciones siempre suponen deuda pública y esta sale del costo u oportunidad de no poder realizar otras compras de bienes sociales, como volver abrir quirófanos, escuelas y guarderías, aumentar el personal (médicos, maestros, bomberos, etc.). Personalmente, un sistema bancario, o un banco central, gobernado por personajes tan funestos como los habidos hasta ahora, así como los gobiernos ocupados por los ministros del PSOE-PP, no pueden inspirar confianza, ni creo que la sociedad se beneficie con el cambio de estatus. Hasta ahora, la política de los gobernadores 8 del Banco de España ha sido de lo más nocivo para la población, no hablemos ya de la de los diversos gobiernos centrales, autonómicos y locales. 7. Desarrollo de los títulos preliminar y 7º de la Constitución Título preliminar. Artículos 1 a 9. Coincidimos en la propuesta de desarrollar este título, pero añado por mí cuenta lo que suprimiría o introduciría: La supresión de la monarquía. Que las autonomías puedan ejercer el derecho de autodeterminación. La desintegración del Estado español en comunidades predeterminadas por grupos de ciudadanos afines, lugar y organización social donde se hablen las lenguas que sus comuneros sepan y decidan. Las banderas u otros símbolos no han de ser una obligación. Donde no haya Estado no tiene porque haber la capital del mismo. Los partidos (o los sindicatos y patronales) no tienen porque ser los que ejerzan la representatividad política de la voluntad de los ciudadanos. Disolución de las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad del Estado. Los valores éticos, políticos, económicos, sociales y culturales serán aquellos que cada comunidad crea 9 conveniente establecer y desarrollar, así como dotarse de las instituciones pertinentes para este menester. Pero, cuidado, la mayoría de estos cambios no necesariamente modifican la naturaleza capitalista de esta sociedad; sólo el título preliminar. 7º. Debo entender que Anguita se refiere al Título VII, que trata de Economía y Hacienda, con artículos que van del 128 al 136. Es obvio que contienen mucha materia para poder opinar sin que él sea más preciso que desea modificar. 8. Control y democratización de los canales de distribución y comercialización del sector primario para evitar los oligopolios que inciden en los precios Este control democrático, tan necesario de esta parte de la economía, en el que se juntan tres elementos estructurales del capitalismo, poder, estado y mercado, hay que situarlo en los cambios ya mencionados en los puntos 4, 5 y 6. Seguramente que si se lograran las modificaciones en ellos, este quedaba bastante diluido. 9. Separación efectiva de las iglesias del Estado Poco que decir sobre la laicidad del Estado en la que estamos muy de acuerdo. Quien quiera iglesias que las pague, igual que quien quiera ejércitos, policías, políticos con sueldo público, y otros cuerpos al 8 M Navarro Rubio (1965-1970), L Coronel de Palma (1970-1976), JM López de Letona (1976-1978), JR Álvarez Rendueles (1978-1984), M. Rubio (1984-1992), LA Rojo (1992-2000), J. Caruana (2000-2006), MA Fernández Ordóñez (2006-2012), LM Linde (2012-¿) 9 La Constitución Española de 1978. En http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/constitucion.t7.html 3 servicio del sistema. De todas formas, conviene recordar que un capitalismo laico tampoco hace mucha diferencia. 10. Invalidar, o dejar sin efecto, los procedimientos judiciales contra las personas que, de manera fehaciente, puedan demostrar la imposibilidad de pagar la hipoteca y no tengan segunda residencia El derecho a la vivienda está en la Constitución. Su garantía, no. Como ocurre con muchos de los otros derechos; por ejemplo, el derecho que tiene el empresario a explotarnos (derecho al trabajo) no lo cumple, ni los poderes del Estado se lo exigen. Sería más sencillo exigir que todo ciudadano, cuando se encuentre sin medios económicos, la Administración asuma el pago del alquiler, o la negociación del pago de la hipoteca. La vía administrativa es más directa que la judicial. Pero, en ninguna de los das soluciones se pone en cuestión el porque unos son propietarios de viviendas y los otros compradores. Las dos son propuestas dentro y no contra el capitalismo. Hay otros elementos que aparecen desperdigados en sus declaraciones y entrevistas y que están relacionados con los derechos políticos en las democracias burguesas, y que parecen que no han de cuestionarse, tales como mantener el sistema de partidos, 10 “exigiéndoles que recojan nuestras reivindicaciones”; la democracia representativa, “con la posibilidad de votar en blanco”; la presencia de vanguardias, “las ideas necesitan organización”; etc. Para muchos colectivos y movimientos sociales estos elementos tienen poco o ningún sentido. Es decir, de hecho, han optado por nuevas formas de organización y lucha, en parte como rechazo a los resultados históricos que presentan los mismos. Resumiendo el decálogo, debemos recordar que muchos de estos puntos o reivindicaciones que lo componen forman parte desde hace mucho tiempo de las reivindicaciones diarias de bastantes colectivos y movimientos sociales que los combinan con sus acciones a medio y largo plazo. Si estos colectivos existen, si muchos de ellos ya están trabajando conjuntamente en espacios o ámbitos sociales y políticos, me cuesta entender a quien va dirigida esta llamada, y menos la de que alguien aparezca ofreciéndose como referente, dos aspectos sobre los que abundaré más abajo. ¿Qué podemos esperar de la izquierda del mendrugo? ¿Qué hacer? No es la primera, ni será la última vez, que tengamos que hacer esta vieja pregunta. Observo la existencia de una inflación de propuestas todas llamando a las ovejas a su corral particular: “Assemblea constituent del Front ciutadà contra el poder financer a Catalunya”,11 “Crida a la desobediència civil pels drets ciutadans i contra la dictadura financera”,12 “Por una asamblea constituyente. Una solución democrática a la crisis”,13 etc. La mayoría de estos programas son similares, por no decir iguales, y todos reclamando más o menos que el capitalismo respete el humanismo que dice asumir en las respectivas 14 cartas constitucionales. Sin duda hay que admitir que nos hemos hecho viejos, e ilusos, al pedirle a una izquierda que asumió la cooptación con los opresores, y el mendrugo como recompensa, que se enfrente al sistema, que se organice en función de una transformación del capitalismo. En el caso de Anguita, él vuelve a proponer lo que mencionábamos anteriormente: “una mayor o menor redistribución social por medio de la fiscalidad y del gasto público, es decir, lo posible no es la condena global del capitalismo en el sector productivo, sino la rectificación de sus desequilibrios sociales por medio de la redistribución del Estado”. Él mismo dijo alguna vez que “la progresía es, ni más ni menos, el sumidero por donde se han ido las ideas de la izquierda. La progresía es quedarse en la reforma de una serie de aspectos sociales, como los matrimonios homosexuales o las medidas de discriminación positiva de la mujer, mientras que se deja intacta una realidad económica injusta”.15 Él mismo aceptaba que su 10 En la presentación de su libro Combates de este tiempo, JA sostiene que los partidos son herramientas de cambio. En http://www.youtube.com/watch?v=u61IpDxblMw 11 En http://rexpublicaglobal.blogspot.com.es/2012/10/asamblea-constituyente-del-frente.html 12 http://nova.cat/wp-content/uploads/2012/10/Crida-Desobediencia-civil-contra-la-dictadura-financera-v081012.pdf 13 En http://nova.cat/wp-content/uploads/2012/10/Crida-Desobediencia-civil-contra-la-dictadura-financerav081012.pdf 14 Porque las que se proponen como alternativas en poco difieren, cuando no empeoran las existentes. 15 De http://es.wikiquote.org/wiki/Julio_Anguita 4 discurso es más propio de un programa socialdemócrata, que el del personaje radical que todos conocemos y hemos disfrutado.16 También pienso que Anguita hace una afirmación que, por lo menos, debe matizar. Dice: “La mayoría no tiene más homogeneidad que su condición de dominada ayer, hoy y si no lo remediamos, mañana también. Pero apenas hay algo más que la haga consciente de que es mayoría y puede ejercerla. En ella, [esa mayoría], hay colectivos y personas que luchan como pueden contra esta situación; y lo hacen desde distintos supuestos, compromisos y proyectos de futuro. En esta mayoría viven multitud de personas que limitan su participación cívica a cada acontecimiento electoral y poco más allá. Esta última frase no hace honor a una persona que pateó la calle, los barrios, y los pueblos del Estado español. El puede que ignore, pero yo podría citarle muchas personas y colectivos que están presentes en esos mismos lugares, de forma permanente, incansables, lúcidos, sin dejar tiempo para el desánimo, pero que su forma de ser antisistémica y de hacer militancia les lleva a modelos de presencia en la vida política más allá de las urnas, más allá de las instituciones oficiales, más allá de ese programa convencionalista que nos ofrece. Espero rectifique en esta observación. ¡Existimos, luego somos! Los movimientos sociales, así como muchos colectivos y pequeños partidos, que también son referentes desde hace muchos años, tienen objetivos y actividades en torno a estos (programa).17 A la vez son, frecuentemente, la suma de muchos colectivos incorporados en un espacio socio/político (frente cívico). En conjunto, ya forman un contrapoder que se organiza, opone y manifiesta en la calle, no sólo para frenar las políticas depredadoras y de desposesión del sistema, sino también para transformar el capitalismo sin necesariamente tener que incorporase al poder opresivo, única función del poder. Es decir, la acción política en estos espacios no adolece de una ausencia de gestión y compromiso porque carezca de una dirección de partido (Mao), como tampoco es fruto de la espontaneidad que tanto temía Gramsci. Lo que si es cierto es que, al igual que la escalada en el armamento (rearmamento) no parece una propuesta oportuna entre estos colectivos, tampoco hay simpatía por la escalada en el rearme de poder. La generosidad de Anguita, que debe ser apreciada en lo que vale, sin embargo puede tener una respuesta muy limitada, debida a la madurez de los movimientos sociales, que buscan como acabar definitivamente con el capitalismo, utilizando otros procesos y otros instrumentos. Y en esto coincidimos con Antonio Baños Boncompain, observación que parece ya muy olvidada: “ante un poder esencialmente vertical no hay nada mejor que una organización horizontal”.18 Pero queda un último aspecto, lo suficientemente preocupante como para destacarlo al final de estas reflexiones. El frente cívico que propone Anguita, y que un montón de gente apoya, ¿tiene en cuenta que margina, o diluye, o relega a un segundo plano, a experiencias de confrontación, como el espacio político llamado 15-M, al ofrecerse en paralelo a debatir temas, diseñar reivindicaciones, y organizar un contrapoder, objetivos y actividades que ya se están realizando con éxito probado desde esta plataforma de colectivos y movimientos sociales? ¿Pretende el frente cívico ser la continuidad del frente político 15M con la apropiación o marginación de este espacio? Porque se da la coincidencia de que lo que persiguen los capitalistas españoles (banqueros y empresarios) es precisamente anular la sociedad política para sustituirla por la sociedad civil; hacer que la marca España sea el valor máximo entre la población, supeditando cualquier diferencia de clase, genero y etnia que se dan en el Estado español a la consecución de este objetivo patrio. 19 El ensalzamiento de la sociedad civil es un retroceso sobre la consolidación de la sociedad política. Dentro de un Estado capitalista, la sociedad política reconoce los derechos del ciudadano a la persona, lo que le hace igual ante la ley, especialmente a un juicio justo (aunque sea una reconocimiento formal), mientras que la sociedad civil solo reconoce los derechos del hombre (propiedad, expresión, creencia religiosa, libertad individual, etc.), anulando los de asociación, representación, sufragio, etc. Mientras vivamos bajo el sistema legal del Estado burgués, un Estado políticamente capitalista, creo que la lucha por la emancipación humana cuenta con mejores condiciones desde la sociedad política capitalista que desde la sociedad civil burguesa, que como dice Marx, es el ámbito propio donde actúa el capitalista como hombre privado, añadiendo que “la emancipación política es un 16 En http://raulbarraltamayo.wordpress.com/2008/07/02/el-tiempo-y-la-memoria-de-julio-anguita/ El universo de izquierdas no es un páramo, un terreno político baldío, sino que está lleno de referentes, unos de índole convencional y otros antisistema, pero todos referentes que vienen de lejos y con ideas propias. 18 Antonio Baños Boncompain. Posteconomía: Hacia un capitalismo feudal, p. 244. Los libros del lince, 2012. 19 Fundación Everis. Un momento clave de oportunidad para construir entre todos la España admirada del futuro. 2010. Ver también una evaluación de este documento (TransformaEspaña) en La estrategia del capital. Taifa: Informes de Economía Critica nº 8, septiembre 2011. 17 5 gran progreso; aunque no sea la última forma de emancipación humana, lo es en el actual orden del mundo”. 20 Por tanto, la sociedad civil es el campo propio de los poderosos opresores. Bueno, alguien lo tenía que decir. El debate queda abierto y espero que alguien más aporte sus opiniones. José Iglesias Fernández Barcelona, 10 octubre del 2012 20 Karl Marx. La cuestión judía. Editorial Crítica, Barcelona 1972. 6