Sobrepoblación y la teoría Marxista de clase

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Dossier: sobrepoblación relativa
Sobrepoblación y la teoría Marxista de clase*
David Neilson
University of Waikato, Hamilton, New Zealand
Resumen
El apego a los postulados establecidos en el Manifiesto Comunista acerca de la tendencia del capitalismo a la simplificación de las clases ha socavado el desarrollo
de la teoría de las clases marxista.El artículo desarrolla este tema criticando las
actuales versiones de la teoría de las clases que no distinguen adecuadamente el
núcleo de las relaciones de explotación de los efectos empíricos sobre las clases.
En particular, esta crítica es demostrada mediante la identificación del proceso de desarrollo de las clases, basada en una reformulación de los argumentos
maduros de Marx, que conduce a una creciente sobrepoblación relativa y a un
declive del proletariado industrial. A continuación, se examinan la composición
de clase y las características de la sobrepoblación relativa contemporánea. Por
último, se consideran brevemente las implicancias para repensar el socialismo.
Palabras clave
Teoría de clases- Sobrepoblación relativa- Socialismo.
Abstract
Continuing attachment to the class simplification prognosis of the Communist
Manifesto has undermined the development of Marxist class theory. The article
develops this theme by critiquing present versions of class theory which do not
adequately distinguish the core exploitation relation from empirical class effects.
In particular, this critique is demonstrated by the identification of a process of
class development, based on a reworking of Marx’s mature arguments, that leads
to a growing relative surplus population and a declining industrial proletariat.
Contemporary class composition and characteristics of the relative surplus population are then examined. Finally, implications for rethinking socialism are
briefly considered.
Keywords
Class theory- Relative surplus population- Socialism.
*Traducido por Verónica Gottau.
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una breve conclusión, se vinculan los conceptos de antagonismo social
y heterogeneidad de Laclau con un replanteo del proyecto socialista
teniendo en cuenta esta explicación de la sobrepoblación.
Puntos de partida teóricos
Introducción
Uno de los puntos claves de la teoría Marxista de clases es su base en
el corazón de la relación de explotación del modo de producción imperante. Sin embargo, esta tendencia a equiparar la explotación directamente con la clase que se vincula con una adhesión residual a elementos particulares de la tesis de simplificación de clases del Manifiesto
Comunista ha socavado la capacidad de la teoría Marxista de clases de
explicar las formas empíricas cambiantes de la estructura de clases.
(Neilson, 2007). A fin de explicar su complejidad contemporánea, y
en especial de proporcionar un análisis de clases de la sobre población,
es necesario modificar las versiones existentes de la teoría Marxista de
clases.
En particular, es necesario diferenciar el núcleo de explotación de
un modo de producción de sus efectos sobre las clases. Esta clasificación
y re-especificación categórica de la relación entre explotación y clase le
permite a la teoría Marxista de clases identificar patrones de diferencias sociales y heterogeneidad, al mismo tiempo que sigue basándose
en el poder explicativo de clases de la economía política Marxista. A
su vez, esta modificación abre el camino para ir más allá de la actual
tendencia de derivar directamente de la forma central de explotación
capital-trabajo todas las posiciones del proletariado en general y los términos de la lucha de clases. Además, la teoría Marxista de clases puede
ser liberada para analizar mas provechosamente la situación especifica
de la sobrepoblación con todas sus repercusiones para el reestablecimiento de metas socialistas y estrategia para el siglo XXI.
Este trabajo se divide en las siguientes secciones. Primero, critica las
versiones actuales de la teoría Marxista de clases como puntos de partida teóricos. Segundo, provee una descripción introductoria de la teoría
de clases aplicada a la sobrepoblación. Tercero, esboza un análisis de
clase de la sobrepoblación en el mundo capitalista contemporáneo. En
El desafío de la teoría Marxista de clases es explicar la complejidad
de la estructura de clases contemporánea y en particular la creciente sobrepoblación. Este proyecto requiere dejar de lado las consecuencias limitantes del bagaje teórico y político asociado con la interpretación Marxista de la prognosis de simplificación de clases del Manifiesto
Comunista. Los escritores Neo-Marxistas han a menudo desafiado la
versión ortodoxa Marxista de la simplificación de clases en su actual
proyecto a fin de explicar la complejidad de clases, pero en modos
mucho más sutiles ellos también permanecen condicionados por parte
del bagaje del Manifiesto Comunista
En el Manifiesto Comunista, Marx y Engels predicen una correspondencia entre los resultados de la dinámica de la relación de producción central del capitalismo y la forma empírica de la lucha de clases.
Marx sostiene que la dinámica de la acumulación de capital finalmente generará, pero no hasta cierto momento final no definido dentro
de su pronóstico, una correspondencia entre la relación de producción
esencial y la estructura de clases. Los problemas de la teoría Marxista
de clases provienen en parte del propio apego político e ideológico de
Marx a la prognosis del Manifiesto Comunista, a pesar de la discrepancia con su análisis maduro. Además, los problemas han ocurrido porque Marx no desarrolló su teoría de clases y por ende nunca teorizó la
naturaleza exacta del vínculo entre la relación de producción esencial
y una interpretación empírica de las agrupaciones de clases.
La perspectiva ortodoxa marxista trata a la formación empírica social como una expresión directa de la relación esencial de clases
capital-trabajo. Por lo general se entiende a la relación de explotación
en términos de clases como típicamente entre trabajadores de fábrica
asalariados o el proletariado plenamente desarrollado (es decir la clase
trabajadora), y su empleador, el dueño capitalita de los medios de producción. Se construye la formación empírica social para reflejar esta
relación esencial de explotación en formas que resuenan con la tesis de
la simplificación de clases. En particular, se hace todo tipo de esfuerzos para pensar a los trabajadores como una inmensa mayoría homogénea. Primero, dentro de la corriente principal del movimiento obrero, se ha resaltado la homogeneidad al suprimir otras diferencias tales
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como género y etnicidad. Segundo, al mismo tiempo que mantienen
un sentido del proletariado como clase trabajadora, se produce un desplazamiento que hace de los trabajadores equivalentes a asalariados.
Se explica el “estorbo” de la “clase media” simplemente equiparando
al proletariado con los asalariados. Del mismo modo, se toma normalmente a los trabajadores como trabajadores asalariados temporalmente
fuera de posición. Tercero, el argumento de simplificación se sostiene,
con frecuencia, en forma contraria a los hechos, es decir, al desestimar
la historia del presente que se contrasta con la determinación futura
final del “en última instancia” económico.
Los Neo-Marxistas han reconocido, en contra de los ortodoxos, claras diferencias en experiencia social entre el proletariado y la burguesía que indican limitaciones de la tesis de simplificación de clases. Sin
embargo, aun se tiende a tratar a la relación esencial de producción
como si ésta se equiparara, concreta y directamente, con las clases fundamentales de una sociedad dada, y de una manera mucho más significativa, que todos los grupos sociales son expresiones derivadas del
binario de clases construido en forma relacional. Para Carchedi (1975),
la fundamental dicotomía de clases en su punto mas alto de abstracción se distingue de las agrupaciones de clases que son derivadas a
medida que uno desciende en la jerarquía de abstracciones hacia los
concreto. Para Wright, clase es explotación. Por ende, es la relación de
explotación central la que define la únicas dos clases fundamentales o
genuinas del capitalismo, mientras que a la clase media no se la considera como una clase sino como a un compuesto contradictorio derivado de la relación central. (Wright, 1986, p. 115; Neilson, 2007). Para
Resnick y Wolff, las clases fundamentales se definen por la “producción y apropiación de plusvalía” (2007, p. 21), mientras que las clases
“subsumidas” del capital se basan en la distribución de plusvalía (Ibid.,
p. 77). El modo esencial de producción identifica su relación central de
clases, pero de esto no se desprende que los grupos sociales que componen un cuadro mas completo de los efectos sociales de la dinámica del
modo de producción expresen solamente, aunque en forma derivada,
la división de clases esencial.
Desde una perspectiva de las ciencias sociales, se puede leer al
Manifiesto Comunista como una tesis predictiva acerca de los efectos
de clase a largo plazo del modo capitalista de producción. Este es el
núcleo racional del método de Marx del análisis de clase que claramente distingue entre la dinámica de acumulación del modo capitalista de
producción y los efectos de clase de ésta dinámica. Esta base económica política provee un análisis materialista para identificar y analizar
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el patrón de clases cambiante. Aquí está el poder de la teoría Marxista
de clases, yuxtapuesta a la debilidad de la teoría weberiana que queda
atascada en una subjetividad descriptiva y estática, aunque tanto Marx
como Weber comparten una comprensión de clases de sentido común
como un descriptor de patrones de diferencias y semejanzas sociales.
El problema es que el apego ideológico y político de Marx y los
Marxistas al pronóstico del Manifiesto Comunista en si más que al
método sostiene la voluntad de construir el mundo empírico para que
corresponda con éste mientras socava la voluntad de realmente corroborarlo. En la explicación del Manifiesto Comunista, se predice que el
proletariado compuesto por trabajadores de fábrica asalariados, o la
clase trabajadora, comprenderá a “la inmensa mayoría”. Sin embargo,
en El Capital, Vol. 1, capítulo 25, Marx sostiene que como consecuencia de la lógica de empleo de la dinámica de productividad del proceso
de trabajo capitalista la composición orgánica del capital aumentará y,
más precisamente, “la sobrepoblación relativa” crecerá en mayor medida que el ejército activo o la clase trabajadora. Él afirma este proceso
como la “ley general absoluta” de la acumulación de capital (p. 798).
No obstante, Marx concluye su explicación sobre la sobre población
relativa con una famosa reafirmación del argumento de polarización
de clases del Manifiesto Comunista (p. 799). En vez de seguir las implicaciones revisionistas de su análisis, Marx desea una conexión con la
tesis anterior del Manifiesto Comunista al hacer que los sedimentos mas
bajos de la sobrepoblación sustituyan al proletariado en general.
El capítulo 25 de hecho representa los elementos centrales de una
significativa revisión de los análisis más tempranos de Marx sobre las
clases. Aquí la inmensa mayoría no puede simplemente equipararse con
la clase obrera. En cambio, el proletariado básicamente aparece dividido entre un ejército en activo que disminuye numéricamente y una
sobrepoblación relativa que crece numéricamente. Problemáticamente,
esta nueva mayoría no está completamente proletarizada por la dinámica de acumulación del capital y en su mayoría permanece afuera de
los circuitos productivos del capital.
Analíticamente, la definición de Marx del proletariado como obreros fabriles asalariados que identifica la posición típica del trabajo en el
centro de la relación de producción del modo de producción capitalista
se mantiene como un hito para comparar las cambiantes formas y configuraciones de las situaciones actuales del proletariado. Sin embargo,
el punto es no pensar en toda la estructura social solo como la expresión derivada de esta relación de producción central En cambio, el
desafío es pensar cómo la relación central capital-trabajo ocasiona una
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multiplicidad de efectos de clase que no reflejan directamente la relación central capital trabajo. En particular, aunque la dinámica de acumulación de capital, cuyas condiciones se definen en forma abstracta
por la relación de producción central, genere sobrepoblación, esta última no obstante comprende un conjunto de agrupaciones sociales en
gran parte fuera de la relación formal capital-trabajo.
Los pensadores radicales neo-Marxistas también han sido parte
del descubrimiento del Marxismo del Manifiesto Comunista ortodoxo
al desafiar la idea de la clase obrera como la vanguardia socialista. En
Adiós al proletariado (1982), Gorz sostiene que la clase obrera industrial
se ha incorporado al capital y que ésta disminuye en forma absoluta
como una parte de la población proletaria más amplia. En su lugar, el
adopta la bandera de sobrepoblación bajo el nombre de “neo-proletariado”. Siguiendo a Lukács, Gorz “imputa” desde la posición proletaria
reorganizada “típica” del nuevo proletariado un nuevo proyecto socialista. Sin embargo, él se centra unilateralmente en los países industriales avanzados y también conserva una concepción vanguardista del
trabajo. Mientras que la visión ortodoxa trata al proletariado como la
clase trabajadora bajo la cual se incorporan todos los estratos de trabajo, Gorz ahora entiende al nuevo-proletariado en este sentido. Él no
considera el problema analítico de clase de ubicar en el centro del escenario a la clase que no es central a la relación capital-trabajo. Al tratar
estas cuestiones surgen importantes problemas analíticos de clase, así
también como interrogantes urgentes relacionados con un replanteo de
la estrategia socialista la sobrepoblación.
Teoría de clases y sobrepoblación
La relación capital-trabajo identifica la estructura esencial de producción y acumulación que, a diferencia de otros modos de producción,
define únicamente el modo capitalista. Como estructura de acumulación, la relación capital-trabajo se refiere al proceso de explotación que
transforma el excedente de mano de obra generado por los productores inmediatos en formas de capital. La dinámica de acumulación del
capital se basa en la lógica de la industrialización y subordinación real
que reduce la mano de obra necesaria y genera plusvalía relativa. Este
proceso sustenta el poder del modo capitalista de producción de procurar indefinidamente acumulación en expansión.
Sin embargo, la mano de obra sobrante creada por este proceso simplemente no se equipara con la plusvalía que se realiza como ganancia. Más bien, hasta ser reabsorbida nuevamente por el capital, la mano
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de obra sobrante es sobrepoblación. (Marx, 1973, p. 399). Marx sostiene que como consecuencia de la búsqueda de la rentabilidad en un
ambiente de competencia entre empresas, el capital busca maximizar
tanto el número como las horas trabajadas del total de la población ocupada en trabajo necesario y reducir al mínimo dicha población. Como
proceso de empleo, la dinámica de acumulación de capital expele y
reincorpora de este modo en forma alternativa trabajadores. Al reducir
el tiempo necesario para producir una cantidad constante de mercancías, equivalente al valor de la fuerza de trabajo, el capital incrementa
la población que potencialmente puede ser incorporada como asalariados necesarios. A largo plazo, esta lógica de reincorporación expulsión
“extiende el trabajo asalariado en forma absoluta” pero no necesariamente en forma productiva.
Por un lado, la reincorporación productiva ocurre por un incremento del volumen y la variedad de la producción, y por una mayor inversión en el desarrollo de las fuerzas productivas. Este proceso de industrialización también representa el pasaje de la población trabajadora
del sector agrícola al industrial y los así llamados sectores de “servicios”. Por otro lado, la incapacidad del modo capitalista de producción
de reincorporar a todos los trabajadores convertidos en excedentes por
medio de este proceso implica la continuada presencia de la sobrepoblación relativa. Como una consecuencia directa de su propia lógica, el
modo capitalista de producción elimina en forma sistemática el sustento y por ende el acceso a los medios de subsistencia para un segmento
de la población, y es posteriormente incapaz de reincorporar a todos
los integrantes de este segmento nuevamente en el proceso de acumulación formal.
El capital extrae un ejército de reserva de trabajo de la sobrepoblación, definido como fuerza de trabajo altamente flexible que puede ser
reincorporada sólo cuando y donde el capital lo necesite. Esta flexibilidad agrega un nuevo mecanismo para asegurar la máxima constancia
de la actividad laboral paralela a las consecuencias de la subordinación real. El ejército de reserva también realza el poder disciplinario de
los gerentes al mantener presión sobre quienes forma parte del ejército
activo. Además, el capital puede continuar generando plusvalía absoluta. Como el precio del ejército de reserva, a consecuencia de la lógica
de mercado, cae por debajo del ejército activo, los miembros del ejército
de reserva buscan trabajar más horas para compensar. Marx se refiere
“al sedimento más bajo de la sobrepoblación relativa” que permanecen afuera del ejercito de reserva (1976, p. 788). . Incluye a “huérfanos e indigentes”, los “desmoralizados, los harapientos”, “gente que ha
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sobrepasado el promedio de vida del obrero”, “los mutilados, los débiles
y enfermos”, las viudas, y el lumpen proletariado que incluye a “vagabundos, delincuentes, prostitutas”. (Ibid., p. 797).
La tendencia contradictoria del capital de buscar tanto la máxima reducción como el máximo uso del trabajo necesario implica una
división básica en el proletariado entre los trabajadores necesarios y la
sobrepoblación. El trabajo necesario, o el ejército activo, como expresión de la relación de producción central capital-trabajo, es definido en
términos de la relación salarial más la relación de producción técnica. El concepto de relación salarial tiene dos dimensiones: la relación
social de explotación, y la dependencia salarial o subordinación formal. La condición proletaria básica tiene por ende dos etapas. Primero,
la ausencia de un medio de subsistencia alternativo que lo conduce al
trabajo asalariado. La segunda etapa se refiere a la relación técnica de
producción que “realmente” subordina el trabajo a la lógica implacable impulsada por la productividad de la organización industrial. Esta
dinámica de acumulación del capitalismo expande el trabajo asalariado a nuevos campos y subordina al proletariado industrial a las consecuencias de “subordinación real” pero también hace de la gente población sobrante en relación al sistema de producción capitalista, dejando
así una humanidad sobrante sin medios de subsistencia.
Por ende, la dinámica de acumulación central del capitalismo genera un grupo social que está en gran parte fuera de los circuitos principales del capital y de la mano de obra productiva que define la relación
central capital-trabajo. Los criterios de referencia que definen la mano
de obra en términos de la relación de explotación central se cumplen
sólo en forma parcial para la sobrepoblación relativa. La primera condición, la ausencia de un sustento, se cumple. Sin embargo, salvo que
sea reincorporada como trabajadores asalariados, esta sobrepoblación
no se encuentra dentro de una relación de explotación directa con el
capital y no experimenta el segundo aspecto de la subsunción formal.
Además, aparte de la situación de algunos integrantes del ejército de
reserva industrial, la sobrepoblación no participa en actividades que
se asemejen a la situación de la clase obrera de subordinación real. El
ejército activo se refiere a los obreros activos que cuentan con seguridad. En cambio, la sobrepoblación relativa está en una situación informal e insegura. En síntesis, a pesar de encontrarse en circunstancias
aun mas desesperantes que la clase trabajadora, la sobrepoblación relativa se encuentra menos que formalmente proletarizada.
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Sobre población en la era contemporánea
Durante la era contemporánea de capitalismo neoliberal global,
la lógica coercitiva y competitiva del capital se ha desatado a escala
mundial. El colapso, provocado por la crisis financiera, de la confianza
empresarial y los mecanismos de créditos a la demanda que contrarrestaban semanalmente el proceso de despidos, exponen las consecuencias
sobre la formación de una sobrepoblación relativa del camino tomado
por el modelo neoliberal. En particular, la imposición de estándares
globales y avanzados de trabajo necesario en áreas rurales no comercializadas ha dejado sin trabajo a grandes secciones del proletariado rural
y del pequeño campesinado. Antes de la actual crisis, la sobrepoblación
rural marginalizada era de aproximadamente 2.3 y 3 miles de millones
de personas (McMichael, 2006, p. 187). Quienes podían, se mudaban a
las crecientes villas de la ciudad. Sin embargo, a diferencia de la primera ola de industrialización, la población rural desplazada se enfrenta
a un complejo industrial ya altamente desarrollado y a un “proletariado informal” ya existente (Davis, 2006). De acuerdo al calculo de las
Naciones Unidas, en 2005 esta población de las villas era de mas de mil
millones (Citado en Davis, p. 23). Se predice que todo el crecimiento
futuro ocurrirá en el entorno urbano (Ibid., p. 22). La propia afirmación de Marx de que la sobrepoblación relativa continuará creciendo
concuerda con la evidencia contemporánea, y se refuerza a medida que
la tendencia de reincorporación se enfrenta no sólo a las consecuencias
de la actual crisis financiera sino que, de una manera más significativa,
a medida que choca con los límites del medio ambiente. (Neilson, de
próxima aparición). Sin embargo, la sobrepoblación y las consecuencias ambientales no se distribuyen en forma pareja porque los países y
las regiones se encuentran en diferentes etapas de desarrollo. (Weeks,
2001). Los estados capitalistas que han tenido éxito en la carrera competitiva de atraer y mantener capital extranjero se caracterizan por
modelos de movilidad laboral que ascienden desde lo residual a los
segmentos de reserva de la sobrepoblación, y desde el ejército de reserva al ejército activo. Los países menos exitosos o carentes del mismo se
caracterizan por la lógica inversa.
En general, la composición y el tamaño cambiante de la sobrepoblación relativa dependen de los circuitos y ciclos del orden capitalista
formal. El ejército de reserva se contrae y expande en forma directamente proporcional de la contracción y expansión de las capacidades
de consumo y producción del capitalismo formal. El ejército de reserva industrial depende en forma directa del principal circuito formal
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del capital, mientras que aquellos que se encuentran en los segmentos
residuales, informales y no-productivos de la sobrepoblación relativa
dependen de las capacidades de consumo de quienes están dentro del
circuito productivo del capital. Las trasferencias de beneficios sociales
en los países avanzados limita el tamaño de los segmentos residuales
con empleo informal. De forma contraria, la sociedad capitalista dominante tiene una relación parasitaria con la sobrepoblación relativa. El
capital recurre a esta parte de la población trabajadora solo cuando y
donde sea necesario, y capitalistas tales como los propietarios de los
barrios marginales reencauzan la riqueza en forma directa hacia la
sociedad capitalista.
Mas que simplemente un componente de una sociedad capitalista
mas amplia, los sectores informales e ilegales, ocupados por la sobrepoblación relativa y separados social y espacialmente del ejercito activo
situado en los circuitos centrales de producción del capital, pueden ser
entendidos también como una sociedad capitalista en las sombras con
su propia estructura de clase interna. En el circuito principal del capital, la plusvalía relativa es producida por el ejército activo con trabajo
formal y seguro. La mayoría del ejército activo de trabajo, que abarca el
núcleo de trabajadores calificados de producción manual más trabajadores del conocimiento, tiene un empleo legal, estable, y relativamente
bien pago. Esta población representa a los ciudadanos de “primera clase”, legítimos, que consumen, producen y pagan sus impuestos. Bajo el
capitalismo global neoliberal, la seguridad disminuye para la mayoría,
especialmente a medida que el tamaño de la sobrepoblación relativa
crece. Sin embargo, la inseguridad, es la realidad diaria de la sobrepoblación que ocupa un ambiente informal y a menudo ilegal fuera de la
sociedad regular. Esta sociedad en las sombras representa a los excluidos socialmente, o en términos post Marxistas “los constituidos fuera”
del capitalismo formal. En suma, juntos los sectores informales e ilegales del capitalismo representan una sociedad en las sombras que expresa formas complejas, contradictorias y subdesarrolladas de las relaciones capital-trabajo creando un “museo” (Davis, 2006) de formas de
explotación y patrones de estratificación de riqueza y poder.
Los trabajadores empleados bajo contratos ocasionales en el sector industrial se acercan mucho a las circunstancias del núcleo formal
de la clase trabajadora, pero a diferencia del núcleo, este proletariado
industrial periférico recibe un salario mas bajo y esta empleado precariamente con contratos ocasionales. En general, estos trabajadores son
empleados de pequeñas y medianas empresas que producen productos de industria ligera o son proveedores de partes sub-contratados de
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empresas multinacionales. Debajo de esta relación capital-trabajo hay
una jerarquía descendente de empresas capitalistas que emplean mano
de obra en diferentes grados de informalidad y simplicidad tecnológica, incluyendo a trabajadores que trabajan desde su casa, trabajadores
en talleres de explotación laboral primitiva y jornaleros. La estructura
gerencial de control incluye supervisores en el sitio y también empresarios laborales que coordinan el trabajo, tal como la provisión de jornaleros. En estos sectores, los trabajadores pueden no tener estatus de
empleo formal no solo por la falta de un contrato formal sino también
porque son inmigrantes ilegales o trabajadores indocumentados.
Los capitalistas en las empresas más informales directamente
explotan mano de obra barata a fin de producir plusvalía sin un capital fijo significativo, tal como es el caso del empleo de niños para que
hurguen en la basura por trapos que luego se juntan y cosen. Más allá
de la relación capital-trabajo legalmente informal, también hay empresas ilegales informales. Los capitalistas incluyen a quienes controlan y
viven de actividades de formas delictivas tal como es el caso de venta
de drogas, robo y venta de cosas robadas, prostitución, traficantes de
personas y órganos. En este sector se emplea a una red de trabajadores
informales muy frecuentemente sin estatus legal, incluyendo bajo formas altamente coercitivas de relaciones de explotación pre-capitalistas
tal como la esclavitud.
A medida que descendemos en el análisis de la jerarquía del capital informal, las formas contradictorias de circunstancias de clases se
hacen mas aparentes dado que el criterio burgués incompleto se superpone con el criterio proletario incompleto. Se pueden identificar varios
estratos de la pequeña burguesía. Estos incluyen a pequeños comerciantes, vendedores ambulantes tales como comerciantes de puestos,
lustradores de zapatos, tiradores de rickshas1, puestos de comidas y
otros vendedores ambulantes. Esta gente puede de forma independiente ser propietario o tener control sobre su empresa pero son viables solo
trabajando largas horas y viviendo de pequeñas ganancias debido a su
posición marginalizada dentro de la estructura competitiva de capital.
Algunos de estos negocios se pueden superponer con capitalistas informales si ellos también emplean trabajadores.
Estos micro-emprendedores también pueden ser identificados como
trabajadores por cuenta propia. A los trabajadores del ejército de reserva se los puede ver como trabajadores por su propia cuenta por el hecho
que pueden ser interpretados como sub-contratadores independientes
Carros para transporte tirados por persona [N. del T.]
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que venden su servicio a una gama de empleadores. No obstante, estos
trabajadores aun siguen vendiendo su fuerza de trabajo a un propietario de capital y reciben salarios. Los trabajadores cuentapropistas completamente desarrollados se caracterizan por la venta de sus productos o servicios directamente al consumidor más que por el empleo de
trabajo por el capital que se apropia de sus productos y los vende en el
mercado. Para quienes están en el servicio domestico, el consumidor
puede ser también el empleador. Como respuesta a la profunda inseguridad material y laboral, integrantes de la sobrepoblación relativa
incrementan la cantidad de horas de trabajo y distribuyen el riesgo,
ya sea como individuos o como familia, al convertirse en trabajadores
múltiples que abarcan varias posiciones en todo el terreno de la sobrepoblación relativa.
A pesar de tener menos estatus que el proletariado plenamente
desarrollado y estar ubicada en una diversidad de situaciones de clases
especificas, la sobrepoblación relativa comparte ampliamente condiciones de existencia similares. La sobrepoblación relativa es un producto del núcleo productivo formal del modo capitalista de producción
que los ha dejado sin trabajo y expulsado a una sociedad capitalista en
sombras. La sobrepoblación ha perdido su medio de subsistencia y se
le niega acceso al empleo o protecciones que son parte de la sociedad
formal. No obstante, su existencia sigue dependiendo, directa o indirectamente, del circuito de producción central del capital, como trabajadores que ocupan una posición periférica y precaria en el ejército de
reserva de mano de obra, o bien en el servicio domestico, o en el empleo
informal o ilegal en las calles.
El crecimiento de la sobrepoblación, al convertirse en la nueva
mayoría señala la “verdadera crisis del capitalismo mundial” (Breman,
2003). La tendencia a la reincorporación productiva puede también
absorber parte de la sobrepoblación si es que se puede fabricar otro
auge capitalista, especialmente para los países capitalistas más exitosos. Sin embargo, la reincorporación bajo el capitalismo implica un
creciente consumo de un mundo material que ya se ha chocado con
sus límites ambientales (ver Neilson, de próxima aparición). El crecimiento irregular de la sobrepoblación relativa que se concentra en el
polo de los países sub-desarrollados, con menos éxito y recursos limitados, se superpone con la distribución geográfica irregular de los efectos
de la crisis medioambiental cada vez mas profunda, especialmente las
consecuencias sobre el cambio de clima tales como temperatura o nivel
del mar en aumento, y la creciente escasez de comida y bienes energéticos. A medida que el capitalismo desciende hacia una crisis cada
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vez mas profunda, esta sobrepoblación relativa se convertirá en sobrepoblación absoluta. Estos fantasmas de Darwin y Malthus conforman
directamente una horrorosa imagen del futuro en la cual el capitalismo
se consolida sistemáticamente entre quienes están dentro del corazón
productivo de la sociedad capitalista, mientras que la sobrepoblación
que está fuera de este circuito es abandonada o algo aun peor. Este proceso se corresponde con una lógica espacial en la cual un excedente de
población cada vez mayor para las necesidades del capitalismo es forzado a vivir en un confinamiento cada vez mas chico y ambientalmente
vulnerable dentro de las crecientes villas del planeta cuyo espacio viable, como consecuencia de la destrucción ambiental, se está reduciendo
de todos modos.
Conclusión: La estrategia socialista y la sobrepoblación
En vez de convertir a la clase trabajadora industrial en la mayor
agrupación y en la vanguardia de un proletariado más amplio, la dinámica del modo de producción capitalista está creando un proletariado
que está estructurado en forma heterogénea y, en particular, incluye
una sobrepoblación creciente y estratificada. Además, mas que el proletariado que hereda las condiciones de la abundancia, el capitalismo
está creando un mundo material que está siendo saqueado y destruido
en forma sistemática. El continuado crecimiento de la sobrepoblación
que hace cada vez más intersección con una crisis ambiental cada vez
más profunda es lo que señala el comienzo del fin del capitalismo.
¿Cómo puede un proyecto socialista enfrentar los problemas ambientales y las necesidades de la sobrepoblación? ¿Cómo se puede reconstruir el proyecto de entidad de clases dadas estas prioridades centrales
dentro de una estructura de clases más amplia caracterizada por posiciones contradictorias, segmentación y estratificación? La construcción
de un bloque socialista depende centralmente del estudio de cómo se
puede convertir a la heterogeneidad en solidaridad basado en un proyecto socialista compartido. Aunque Laclau desestima la importancia
de las estructuras económicas y el análisis de clases, se pueden usar
algunos de sus conceptos claves para comenzar a pensar a través de
dimensiones ideológicas y políticas claves de estos desafíos.
De acuerdo con Laclau, el antagonismo social no puede ocurrir
como una relación dialéctica que implique polos homogéneos que
ocupan el mismo espacio de representación social, como en la tesis de
simplificación de clases (Laclau, 2006). Sin embargo, la teoría alternativa de este trabajo ha demostrado que la división capitalista entre
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trabajo necesario y plus trabajo provoca una brecha entre la comunidad estratificada dentro del circuito de valor formal del capital y la
sobrepoblación relativa estratificada ubicada por fuera de esta comunidad formal. Este enfoque es análogo a la noción de Laclau de antagonismo social como una lucha entre “polos heterogéneos y espacios de
representación”
Desde la perspectiva de los discursos hegemónicos del estado capitalista central, la referencia a los informales que están afuera constituye
negativamente la sociedad capitalista formal como una totalidad social
“imposible pero necesaria”, o lo que Laclau cataloga como ‘significante
vacío‘. Es decir, la sociedad capitalista formal se constituye discursivamente como una comunidad coherente por referencia a la otra, que son
aquellos que están más allá o fuera de ésta, en la ‘anti-comunidad’ del
mundo informal. Esto construye un antagonismo social complejo en el
sentido dado por Laclau. Se crea un límite o frontera radical que separa a los que están dentro de los ‘otros’, aquellos que están fuera de la
sociedad formal. El ‘otro’ constituye, en forma negativa, la positividad
de conducta aceptable del ciudadano pero también se construye como
una amenaza para éste. Esta es la lógica del amigo-enemigo. Desde el
punto de vista del proletariado informal o la sobrepoblación relativa, se
puede interpretar a la sociedad capitalista dominante como su exterior
constitutivo externo. La sociedad formal le ha robado a la sobrepoblación sus medios de subsistencia previos, y permanece excluida de la
reincorporación en el ejército activo de trabajo. Como tal, la sociedad
capitalista formal es la anti-comunidad de la sociedad informal. Este
proceso junta al ejército activo y al capital, al mismo tiempo que divide
al ejército activo y la sobrepoblación.
Al mismo tiempo, la capacidad de supervivencia del proletariado informal y el potencial para la emancipación están estrechamente
vinculados al desempeño de la economía formal. Los vínculos entre
la comunidad y la anti-comunidad nunca se rompen completamente, especialmente cuando la dinámica del modo capitalista de producción reincorpora parte de la sobrepoblación a la corriente principal. La
idea de que es posible para algunos es importante para el Darwinismo
social implícito en la ideología neoliberal. A la lucha por la supervivencia se la interpreta como un proceso competitivo que a la larga mejora
la especie, porque los que se adapten se sobrepondrán y los no aptos
se eliminarán. De este modo, la ideología que constituye la totalidad
social como antagonismo se valida a sí misma aun más haciendo referencia a un proceso presentado como natural y evolutivo.
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Esta construcción hegemónica necesita ser revertida en la visión
de una formulación ‘necesaria pero imposible’ de la totalidad social
como una comunidad socialista del futuro. Esto requiere de la formulación de un discurso de la totalidad socialista que reemplace la ‘lógica de equivalencia ’o el antagonismo, con ‘lógica de la diferencia’ o
inclusión. A pesar de priorizar la necesidad de enfrentar el problema
de la sobrepoblación, el proyecto necesita ir más allá de una concepción
vanguardista del proletariado. Un modelo socialista renovado necesita
demostrar que la seguridad social universal y la sustentabilidad material requiere de un proyecto socialista democrático que pueda priorizar
los objetivos de seguridad, sustentabilidad y comunidad en una economía material localizada facilitada por un nuevo modelo global cooperativo de desarrollo.
Referencias
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Teoría-Historia-Política
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Dossier: sobrepoblación relativa
Una población obrera sobrante en el Chaco
argentino: su determinación y sus formas
Valeria Iñigo Carrera
Universidad de Buenos Aires
Resumen
El presente trabajo avanza sobre la determinación de los tobas del este de la
provincia de Formosa como población obrera sobrante. Para ello, parte de la
transformación de los indígenas del Chaco argentino en trabajadores productivos para el capital. Luego, se aproxima a la repulsión de la fuerza de trabajo
indígena de la producción algodonera así como a su constitución generalizada en objeto de programas sociales de asistencia. Despliega, por último, las
formas de su acción y conciencia políticas, abordando las determinaciones
concretas de su relación de ciudadanía.
Palabras clave
Capacidades productivas - Relación de ciudadanía - Tobas
Abstract
This article focuses on the determination of the Toba people of eastern
Formosa province as a surplus population. In order to do so, it starts from the
transformation of the indigenous people of the Argentinean Chaco into productive workers for capital. Then, it approaches the expulsion of indigenous
labor power from cotton production as well as their generalized constitution
in target of social assistance programs. It unfolds, finally, the forms of their
political action and consciousness, dealing with the concrete determinations
of their citizenship relation.
Keywords
Productive capacities - Citizenship relation - Toba people
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