FARO DE VIGO 44 ■ SOCIEDAD E. OCAMPO ■ Vigo Los escritores Xabier López López y Antonio Fraga Allegue son los ganadores de los Premios Xerais 2013, como se dio a conocer en un acto celebrado en la isla de San Simón. Xabier López ha sido premiado por su obra ‘Cadeas’, una “novela de novelas que denota una prodigiosa capacidad para fabular, recrear e imaginar”.La obra destaca porque está “llena de personajes magníficamente bien construidos, cruzada de referencias culturales y enraizada en la tradición fabuladora de la tierra sobre la que escribe”, según la opinión del jurado, formado por los periodistas Cristina Domínguez Baños, Ramón Ro- DOMINGO, 9 DE JUNIO DE 2013 Xabier López y Antonio Fraga, premios Xerais y Merlín 2013 Los galardones literarios afianzan la carrera de un escritor veterano e impulsan a uno novel, que gana con su primera obra juvenil zas,Iago Martínez y Raquel Feijóo, la traductora Elisa Iglesias y el secretario del jurado,Fran Alonso. Por su parte, la novela “O castañeiro de abril” de Antonio Fraga ha sido elegida unánimemente como merecedora del premio Merlín de literatura infantil,por un jurado formado por formado por la profesora Rocío Carballeda Alonso,las filólogas Isabel Mociño, Montse Pena y Mar García, el ilustrador Antonio Seijas y Helena Pérez como secretaria del jurado. Los miembros de dicho jurado destacaron que la obra reúne tres condiciones“mágicas”que se pueden esperar de una novela:“se lee de una tirada, está magníficamente escrita y sus personajes perma- necen en el recuerdo. “O castañeiro” trata la historia de Baltasar,un niño ciego que vive en un barrio gris bajo el yugo de dos tías crueles cuya vida da un vuelco aventurero cuando conoce al personaje que da título a la novela. Con esta edición se cumplen treinta años –y ediciones– del pre- mio Xerais, dotado con 15.000 euros y la décimo octava del Premio Merlín, cuya dotación económica asciende a 10.000 euros. La isla de San Simón fue el escenario de la cita literaria, presentada por Xabier DoCampo, que recordó en su discurso, titulado “E eu serei unha cerdeira”,que la primera lección que aprendió de un libro fue“que en los libros hay que buscar más de lo que me cuentan, lo que hay de mí,allí,entre sus hojas”.Asistieron,entre otros,el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García,el presidente de la Real Academia Galega, Xesús Alonso Montero y el presidente de la Asociación de Escritores en Lingua Galega, Bieito Ledo, entre otros. XABIER LÓPEZ LÓPEZ ■ Premio Xerais ANTONIO MANUEL FRAGA ■ Premio Merlín “Agradezco la apuesta por esta novela; arriesgada y valiente” “Esta crisis me regaló un tesoro llamado tiempo y decidí ponerme a escribir” Xabier López López (Bergondo, 1974) es licenciado en Derecho por la Universidad de A Coruña y reside en Betanzos. Escritor centrado en la narrativa,se dio a conocer en 1997 con la obra juvenil “Biff, Bang, pow!” . Con varios premios en su haber,su novela“O caderno”(2001) obtuvo el Risco de Literatura Fantástica;“O mono no espello” (2002) el Premio Lueiro Rey de novela corta y “A vida que nos mata” (2003), el García Barros y el Premio da Crítica. Desde entonces, hasta llegar a su novela“Cadeas”,ahora premiada con el Xerais, ha pasado de celebrarlo con su novia, a mostrar el premio a sus hijos, comenta.“No voy a decir que es una obra de madurez, pero sí que llega en un buen momento”. Con respecto a “Cadeas”, señala,“es mi novela más arriesgada y ambiciosa y una apuesta clara del jurado por formatos que entienden que a literatura, comenzando por la forma es –o debe ser siempre– algo más”.Tras considerar el premio “un orgullo” y feliz por el hecho de recibirlo antes de los 40 años, hizo alusión también a la coincidencia con el treinta aniversario del galardón. Entre los temas de “Cadeas” aparece reflejado prácticamente todo el siglo XX,que López considera “fue una auténtica barbarie”, desde el punto de vista de Galicia.Aparecen naufragios en la Costa da Morte, el turismo de los años 80 y 90, pasando por la guerra de Cuba, de Marruecos o de Sidi Ifni, hasta la muerte de “Piloto”, el último guerrillero, en 1965. Antonio Manuel Fraga Allegue (Pontedeume, 1976), estudió Ingeniería Técnica Industrial en Ferrol. En 2006 se mudó A Coruña y más tarde a Teruel, hasta que en invierno de 2010 se fue a trabajar a Rumanía en la construcción de un parque eólico. Fue entonces, tras su regreso de la emigración,comenzó a escribir.“O castañeiro de abril”, su primera obra , fue premiada con el Premio Merlín.“Una sorpresa enorme”, confiesa el autor novel en literatura infantil.Y Fraga confesó que cuando vivía en Rumanía“las temperaturas bajo cero y la saudade pegaron fuerte y me trajeron de vuelta a la tierra, donde la situación económica impidió nuevas posibilidades laborales”. Positivo, sin embargo, destaca“contra todo lo malo que me trajo la crisis,me regaló un tesoro llamado tiempo y comencé a escribir”. Animado por una amiga, decidió hacerlo de forma disciplinada, lo que dio como resultado esta obra “O castañeiro de abril”, que aborda la dignidad humana.“Habla de un niño que tiene una vida complicada; no es una historia condescendiente ni edulcora las duras circunstancias que le toca vivir.Su vida cambia un día que se reencuentra con su padre, que lo abandonó y con una figura mágica”, comenta. El relato trata de destacar la dignidad con la que los más débiles afrontan las situaciones difíciles y la poca importancia que a veces los adultos le dan a las pequeñas cosas. López (izq.) y Fraga, ayer, con sus premios en la isla de San Simón. Javier Morán Un Papa con“serendipia”,también llamada chiripa Entre lo mucho que se ha dicho o se va diciendo del Papa Francisco señalamos lo siguiente: que es un Pontífice con “serendipia”, concepto en el que se mezcla,por una parte,lo inesperado y sorprendente y, a la vez, lo que surge de modo afortunado. En lenguaje castizo sería algo hallado por pura chiripa. En sentido estricto, la “serendipia”, según los americanos, es lo que le pasa a un científico que va buscando algo y descubre otra cosa.Se le atribuye a Albert Einstein el haber descrito con ese término algunas de sus grandes aportaciones a la ciencia y, en lo que nos pilla más de cerca,sería también lo que le sucedió a Cervantes,cuyo“Quijote” nacía como una crítica despiadada de la literatura caballeresca y acabó siendo una monumental novela sobre la condición humana. Ha sido el jesuita Carlos Alemany, catedrático jubilado de Psicología en la Universidad Pontificia de Comillas, el que introdujo en España la intuición de la “serendipia” mediante varias obras de divulgación psicológica. De algún modo, se persigue fomentar el asombro ante la vida y ante el descubrimiento en uno mismo de aquello que no esperaba (la matriz americana de todo ello,con sus ventajas, posee también la condición propia de los estadounidenses: son los mejores divulgadores del mundo, pero mucho de lo que divulgan han de hacerlo previamente papilla). En cualquier caso,Alemany ha- bla en particular de“la cualidad de cambiar la realidad para hacerla más gozosa, más agradable y más bonita,pero no de una forma directa y controladora (típica de la religión), sino abiertos a la Gracia y a la novedad”.Cuando un mes antes de la elección del Papa Francisco el portal“Religión Digital”le pidió a Alemany un perfil del futuro pontífice, el psicólogo planteó su ideal “serendípico”,a saber,“un Papa que sorprenda a la gente”, que “entregue regalos simbólicos que indiquen que algo empieza a cambiar, ya que el mundo simbólico es muy expresivo y puede ser entendido por gentes de diversos países y religiones”, o que “escriba encíclicas cortas, conectadas con el rumiar de la gente y con un lenguaje di- recto y a pie de calle”,o que“baje a la plaza y se mezcle con la gente”. Insistimos en que este perfil se escribió semanas antes de la elección de Francisco en el cónclave y si reproducimos algunos de sus trazos es porque, en efecto, el Papa Bergoglio da sobradas muestras de dichos postulados. No ha escrito aún una encíclica, pero sus homilías diarias en la capilla de la residencia Santa Marta son el género religioso más leído en este momento, al menos entre gran número de católicos. Realmente, el Papa Francisco es un talento de la pastoral,del comunicar con unas pocas palabras una idea que entra por los ojos. Por ejemplo, cuando les dijo a las religiosas y mujeres consagradas que su condición no era la de “solteronas”,esa imagen fue captada de inmediato por todo el respetable. En cuanto a las notas de“sorpresa”por los hechos y dichos del Pontífice, o a su disposición para“mezclarse”con los fieles, no hay dudas al respecto. Y por lo que respecta a la“serendipia”, o a la chiripa, basta con recordar el curioso hecho de que la Conferencia Episcopal Italiana se congratuló por la elección de Angelo Scola en la misma tarde en la que Francisco acababa de ser elegido. De algún modo, la jerarquía italiana,y por extensión la occidental, perseguía el hallazgo de un Papa de su entorno, pero se descubrió el hombre llegado“casi del fin del mundo”.